Resumen: Esta investigación busca observar el sentido de las nominalizaciones con el sufijo latino -tio considerando sus bases verbales y los sentidos de acción y efecto que las definen. Este estudio tiene un enfoque descriptivoexplicativo y toma como corpus de trabajo las nominalizaciones con -tio en la letra . de dos diccionarios representativos en el estudio de la lengua latina: el Diccionario latino-español, de Agustín Blánquez, y el Diccionario por raíces del latín y de las voces derivadas, de Santiago Segura. Al final, podemos concluir que las nominalizaciones de acción y efecto con -tio, correspondientes a la letra . en los diccionarios latinos referidos, a diferencia de lo que ocurre en castellano, o bien ofrecen una idea de acción, o bien ofrecen una idea de efecto. Además, dichas obras no ofrecen ejemplos de uso en sus definiciones.
Palabras clave: verbos transitivos,verbos intransitivos,nombres de acción y efecto.
Abstract: This research aims at observing the meaning of nominalizations using the Latin suffix -tio considering their verbal bases and the senses of action and effect that define them. This study has a descriptive-explanatory approach and takes as a working corpus the nominalizations with -tio in the letter . of two representative dictionaries in the study of the Latin language: the Diccionario latino-español, by Agustín Blánquez, and the Diccionario por raíces del latín y de las voces derivadas [Dictionary by Latin Roots and derived words], by Santiago Segura. In the end, we can conclude that the nominalizations of action and effect with -tio, corresponding to the letter . in the Latin dictionaries referred to, unlike what happens in Spanish, either offer an idea of action or an idea of effect. Moreover, these works do not offer examples of use in their definitions.
Keywords: transitive verbs, intransitive verbs, action-and-effect nouns.
Résumé: Cette recherche a pour but d’observer le sens des nominalisations employant le suffixe latin -tio, en prenant en compte ses bases verbales et les sens d’action et d’effet qui les définissent. Cette recherche suit une approche descriptive-explicative. Son corpus est constitué par les nominalisations en -tio pour la lettre B de deux dictionnaires représentatifs des études de langue latine le Diccionario latino-español, d’Agustín Blánquez, et le Diccionario por raíces del latín y de las voces derivadas, de Santiago Segura. L’étude nous mène à conclure que – contrairement à l’espagnol - les nominalisations d’action et d’effet en -tio qui correspondent à la lettre B dans les dictionnaires utilisés offrent soit une idée d’action, soit une idée d’effet. Par ailleurs, ces ouvrages ne donnent pas d’exemples d’emploi dans leurs définitions.
Mots clés: verbes transitifs, verbes intransitifs, noms d’action et d’effet.
Artículos
Nominalizaciones con el sufijo de acción y efecto -tio en la letra b de dos diccionarios de latín
Nominalizations with the action and effect suffix -tio in the letter b of two Latin dictionaries
Nominalisations avec le suffixe d’action et d’effet -tio pour la lettre B de deux dictionnaires de latin
Recepción: 06 Junio 2022
Aprobación: 20 Junio 2022
Publicación: 10 Diciembre 2022
La acción y el efecto de un verbo —o su evento y resultado, como en la actualidad son referidos— se expresan mediante distintos sufijos. En castellano, por ejemplo, existen distintos elementos que transmiten estas ideas, como -ción .fundición), -miento .seguimiento), -(.)je.abordaje), -dura .envoltura), -. (encanto), entre otros. Además, los derivados ofrecen un significado en un sentido u otro: la palabra duración primero es reconocida como la ‘acción y [el] efecto de durar’ y, luego, como ‘el tiempo que dura algo’, mientras que el nombre encierro está registrado como la ‘acción y [el] efecto de encerrar’ y después como el ‘lugar donde se encierra’; en cambio, un término como dación remite solo a la acción y el efecto de dar.
Nominalizaciones deverbales como las castellanas también se presentan en los sustantivos latinos mediante distintos sufijos. En sí, el proceso derivativo latino ofrece diferentes opciones de generación de palabras con el significado de la acción y el efecto. En estos casos, el punto de partida del proceso son los verbos de distintas conjugaciones caracterizados como transitivos e intransitivos. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en el diccionario castellano, que caracteriza estas derivaciones con la paráfrasis acción y efecto de V, las nominalizaciones latinas correspondientes a la letra . parecen no ofrecer mayor referencia por separado que la idea de acción, por un lado, y la de efecto, por otro, como en el castellano, pero escasamente, las dos juntas.
El artículo se enfoca en este hecho con el sufijo latino -tio. Pretendemos alumbrar bases verbales características y las distinciones que ofrecen sus derivados. Para ello, hacemos una breve precisión acerca de la sufijación de acción y efecto, explicamos la metodología que empleamos en el análisis de los términos, analizamos las nominalizaciones que se encuentran registradas en la letra . de dos diccionarios latinos, y, por último, presentamos las conclusiones y la bibliografía empleada.
En castellano, un punto derivativo frecuente al cual se adjuntan los sufijos de acción y efecto es el tema verbal. En los verbos de primera conjugación, el tema es la vocal -. (gana- + -ncia → ganancia); en los verbos de segunda, -. (morde- + -dura → mordedura), y en los de tercera, -. (segui- + -miento → seguimiento). Las palabras son, por ello, nombres derivados deverbales. Considerando el proceso, los sustantivos resultantes designan la acción y también el efecto del verbo: el sustantivo venta se concreta así en la venta duró dos horas y en la venta está en el galpón.
En su última edición, el Diccionario de la lengua española (Real Academia Española [RAE], 2014, p. 298) registra el sustantivo bendición con el significado de ‘acción y efecto de bendecir’, lo que se debe entender como la ‘acción de bendecir’ por un lado, y el ‘efecto de bendecir’ por otro.
(1) a. La bendición a los fieles se prolongó bastante tiempo.
b. Su madre había dado su bendición a los nuevos novios.
En 1a, la bendición a los fieles es entendida como la invocación a la gracia divina por los fieles, mientras que la bendición a los nuevos novios, de 1b, equivale al consentimiento a quienes comienzan un noviazgo. Asimismo, un hecho que demuestra la independencia de ambos sentidos es que la idea de acción y la idea de efecto no siempre se concretan en todos los casos.
(2) a. La empuñadura* del paraguas la agotó más pronto de lo previsto.
b. La empuñadura de su sable relucía a lo lejos en medio de la lid.
Muchos sufijos que permiten obtener nombres de ese tipo se registran en el diccionario con la paráfrasis ‘acción y efecto’, pero, como se observa en 2a, la expresión de la acción está restringida, pues, aun cuando se cuantifique el tiempo de tomar algo con la mano, el derivado no se concreta de esa manera en la lengua. A partir de ello, en 2b, el verbo empuñar, por lo tanto, es entendido como un verbo no eventivo cuya nominalización con -dura corresponde al nombre de un objeto (en realidad, a una parte de él[1]).
Tomando como referencia el significado de las nominalizaciones deverbales, se registran sustantivos eventivos (aquellos que refieren a procesos) y sustantivos no eventivos (los que no consideran procesos). Las primeras nominalizaciones heredan los argumentos de la base y el modo verbal (sustentar la tesis > la sustentación de la tesis. carecer de fortuna > la carencia de fortuna; decidió llamarla > tomó la decisión de llamarla), presentan adjuntos de tiempo sin preposición (la sustentación de la tesis hoy) y suele complementarse con un artículo definido (la sustentación de la tesis) (Martín García, 2011, p. 99).
Las segundas nominalizaciones no indican un proceso, por lo que restringen la herencia de propiedades verbales. Se distinguen las nominalizaciones de resultado[2] (la redaccióndel temase quemó / la redacción del tema demoró dos horas; tradujeron la obra / la traducción de la obra) y las de distintos contenidos significativos, con un significado menos sistemático que el de las eventivas y de resultado, como objeto, estado no resultante de la acción verbal, lugares e instrumentos (Martín García, 2011, pp. 100-101).[3]
Según la Nueva gramática de la lengua española (Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, 2009, p. 346), el sufijo -ción procede del latín -tĭo, -ōnis y destaca por su productividad en la derivación de nombres deverbales. Aplicado a bases temáticas, este elemento da lugar a nombres de acción y efecto.[4] Se trata de un sufijo nominalizador productivo que opera tanto con verbos eventivos como no eventivos, como se aprecia en las palabras colocar → colocación, meditar → meditación, estar → estación. En seguida, para observar la caracterización de las palabras derivadas con este morfema, se presentan las nominalizaciones con -ción en la letra . del Diccionario de la lengua española .DLE). Están consideradas, primero, aquellas formas deverbales conectadas de manera transparente a sus bases (entre las que se encuentran los nombres de acción y efecto, y los nombres de acción) y, luego, aquellas formas cuyo origen se explica a partir de un procedimiento compositivo, una castellanización o una derivación deadjetival. Aunque no es eje del artículo, la muestra de los lemas castellanos permite compararlos con sus pares latinos y observar la coincidencia entre ellos no solo de forma, sino también de sentido.[5].
El significado que caracteriza a estas derivaciones es la paráfrasis ‘acción y efecto de V’. Además, destacan las palabras bendición y bisección por el distinto origen que tienen. En el primer caso, la palabra es diacrónicamente analizada como la forma actual del latín benedictio; sin embargo, está definida como la acción y efecto de bendecir, aun cuando este verbo no es el origen de la derivación. Se destaca, entonces, el análisis sincrónico para explicar la nominalización. En el segundo caso, la palabra bisección muestra otro caso de reanálisis, pues, a pesar de que la palabra bisección deriva de una prefijación, se define como ‘acción y efecto de bisecar’.
Estas nominalizaciones se definen mediante la expresión ‘acción de V’ y corresponden a un conjunto cuantitativamente menor comparado con el precedente más numeroso, que indica la acción y el efecto del verbo.[6]
Según el DLE (RAE, 2014a), la voz balcanización (que no registramos en los cuadros anteriores) es la castellanización del francés balkanisation, el cual deriva de balkanique ‘balcánico’, que alude a la desmembración en varias naciones en la península de los Balcanes. Por otra parte, es posible analizar el término desde el punto de vista sincrónico si se parte del nombre propio hasta la nominalización castellana y se transita por una base verbal creada ad hoc. Balcanes → *balcanizar + -ción → balcanización. Entonces, la palabra es definida mediante otra nominalización con complementos que especifican su significado: ‘desmembración de un país en comunidades o territorios enfrentados’.
La derivación en latín toma como punto de partida distintas bases, una de ellas es el participio verbal[7]. Están registrados términos con distintos sufijos nominalizadores como -tor, -trix, -tio, -tura, -torio y -tivus. Estos logran derivaciones homogéneas en la dirección verbo > nombre y aportan distintos significados. Entre ellos se pueden establecer dos grupos de sufijos: aquellos que permiten obtener sustantivos (-tor, -trix, -tio y -tura) y aquellos que resultan adjetivos (-torium y -tivus). Aunque el interés de esta pesquisa se centra en un sufijo del primer grupo, a continuación, se presenta una referencia sucinta de todos ellos.
El primer grupo de sufijos permite obtener sustantivos caracterizados, por un lado, por sus sentidos de agente verbal y, por otro, por los de acción y efecto. Estos se ubican entre la primera y la tercera declinación.
Los sufijos -tor y -trix dan lugar a formaciones de tipo agentivo, es decir, sustantivos cuyo significado se entiende generalmente como ‘el que hace V’ (entendido V como verbo).
a. imperatus, -a, -um → imperat- + -tor → imperator
impero ‘mandar’ ‘el que manda’
b. imperatus, -a, -um → imperat- + -trix → imperatrix
impero ‘mandar’ ‘la que manda’
Los sufijos -tio y -tura permiten obtener derivados cuyo significado se registra como de acción y efecto. Las paráfrasis ‘acción de V’ o ‘efecto de V’ permiten entenderlos.
c. mendicatus, -a, -um → mendicat- + -tio → mendicatio
mendico ‘mendigar’ ‘acción de mendigar’
d. genitus, -a, -um → genit- + -tura → genitura
gigno [geno] ‘engendrar’ ‘acción de engendrar’ ‘generación, procreación’
El segundo grupo de sufijos permite obtener adjetivos relacionados con la acción verbal y se desdobla en sendas formas para cada género de sustantivos. Las palabras derivadas se ubican en el grupo de adjetivos de primera clase y están caracterizados por las flexiones -torius, -a, -um y -tivus, -a, -um.
El sufijo -torius, -a, -um permite derivar adjetivos relativos con el significado ‘relacionado con la acción de V’.
e. conditus, -a, -um → condit- + -torius → conditorius, -a, -um
condio ‘condimentar’ ‘relativo al condimento’
El sufijo -tivus, -a, -um resulta adjetivos relativos y es entendido como ‘que tiene capacidad para V’ o ‘que V’.
f. invocatus, -a, -um → invocat- + -tivus → invocativus, -a, -um
invoco ‘llamar’ ‘propio para invocar’
Todos estos sufijos tienen en común su adjunción a bases participiales, las cuales se caracterizan por presentar -t como último segmento. Entre todos ellos, concita la atención el sufijo nominalizador de acción y efecto -tio.
El sufijo latino -tio se adjunta a bases participiales ofrecidas por el verbo. Añadido a la base verbal, este elemento permite obtener nombres que indican acción y efecto.
Weiss (2009, p. 311) presenta algunos derivados con el sufijo -tio como los siguientes:
accūsātiō ‘acusación’ ← accūsō ‘acusar’
āctiō ‘acción’ ← agō ‘hacer’
audītiō ‘audición’ ← audiō ‘oír’
lectiō ‘selección, lectura’ ← legō ‘leer’
mōtiō ‘movimiento’ ← moveo ‘mover’
nātiō ‘tribu’ ← nāscor ‘nacer’
probātio ‘aprobación’ ← probō ‘probar’
ratiō ‘cuenta’ ← reor ‘pensar’
sessiō ‘sala de estar’ ← sedeō ‘sentarse’
Ahora, el origen de -tio está explicado secuencialmente de dos formas distintas: Miller (2006, p. 97) refiere que su formación viene de la unión del sufijo indoeuropeo -ti- y el sufijo latino -on-, lo que dio lugar a un sufijo bastante productivo de nombres abstractos. Por su parte, Pharies (2002, p. 489), ya dentro del sistema latino, refiere que este sufijo es un producto latino, resultado de la secuencia del marcador de participio de perfecto -tum y el sufijo nominalizador -io.
Por otro lado, Gómez de Silva (2009) presenta el sufijo nominal -io[8] —del que se desprende diacrónicamente la terminación de tercera declinación -ionem, propia del acusativo— con el significado de «acción de, proceso; resultado, efecto; estado, hecho de ser» (p. 388). Finalmente, el autor indica que el correlato castellano de este elemento es -ión, un sufijo que deriva nombres femeninos entre los que se encuentran «abducción, opinión, profesión, reunión, visión» (p. 388).[9]
Al margen del historial de cambios que presente el sufijo desde su origen, es relevante caracterizar el proceso de nominalización en el que participa. Después de su adjunción a la base —lo que da lugar a la secuencia de dos consonantes iguales—, la nueva formación experimenta una elisión del segmento correspondiente al sufijo.
Como se aprecia en la tabla 4, el sufijo está caracterizado por referir en general a la acción y el efecto del verbo. Es menester destacar que las palabras derivadas con este sufijo registran un alto porcentaje definido como producto de la acción verbal, es decir, el resultado de esta, pero sin el empleo de la expresión efecto. Ello subraya la distinción en latín a favor de nombres derivados con el sentido de resultado o efecto del verbo, pero no del sentido de acción.
Esta investigación es de carácter descriptivo-explicativo. Esto se fundamenta en la presentación de las derivaciones con el sufijo en cuestión y en la explicación de las características del significado de cada nominalización. Además, el enfoque es de tipo cualitativo porque nuestro objetivo es comprender la nominalización latina con -tio que se concreta en las palabras registradas en la letra . de dos diccionarios latinos.
El corpus de esta investigación se apoya en dos ejes lexicográficos para el estudio de la lengua latina: el Diccionario latino-español, de Agustín Blánquez Fraile, y el Diccionario por raíces del latín y de las voces derivadas, de Santiago Segura Munguía. De estas obras, analizamos diecinueve palabras derivadas con el sufijo -tio que corresponden a la letra ..
Ambas obras fueron seleccionadas porque ofrecen un registro amplio de palabras y constituyen, por las referencias que ofrecen, herramientas capitales en la traducción del latín al castellano. Si bien ambas ofrecen una macroestructura diferente, la información que brindan puede complementarse para ofrecer un análisis más preciso y exhaustivo acerca de las nominalizaciones. No quedan de lado, por supuesto, la consulta a otras obras importantes como el Diccionario ilustrado Vox latino-español/españollatino (1996) y los vocabularios de distintas obras[10] para el aprendizaje de la lengua latina.
A continuación, se presentan las nominalizaciones con -tio que corresponden a la letra . de ambos diccionarios. El fin es observar en una sola letra cómo las obras indicadas presentan los significados de las derivaciones para poder determinar con seguridad de qué manera se caracterizan las nuevas palabras. Se parte de que -tio es un sufijo de acción y efecto, por lo que se espera comprobar que las nominalizaciones estén definidas mediante dicha paráfrasis.
En la lengua latina en general, las nominalizaciones con -tio corresponden a sustantivos de distinto significado, aunque mayormente este se canaliza a la acción y el efecto. Es necesario precisar cuáles son los verbos que pueden corresponder a ciertos significados, así como la sintaxis que implica cada uno, aun cuando el diccionario no ofrezca ejemplos que muestren el empleo de sus derivaciones. Aportar información sobre ello y aclarar el origen de los formantes en tal proceso caracteriza cada derivado siguiente.
A continuación, se presentan nominalizaciones de la letra .. Estas tienen la particularidad de caracterizar su significado con la expresión ‘acción de V’ sin referir el resultado o el efecto de la acción, lo cual no ocurre con otras nominalizaciones de la misma letra.
El sustantivo derivado bājŭlātĭo deriva de bājŭlo y está definido con otra nominalización y sus complementos. Llama la atención que la referencia a la acción está acotada entre paréntesis (indicando el sentido de porte para distinguirlo de su homónimo identificado con ‘presencia de una persona’). El sustantivo derivado es femenino como corresponde al sufijo y deriva de un verbo transitivo de primera conjugación.
La nominalización baptizātĭo viene de baptizo y quiere decir ‘bautizo, acción de bautizar’[11]. Ortográficamente se entiende que el término castellano bautizo es explicado con la paráfrasis acción de bautizar; si no fuese así, la acepción debería emplear un signo ortográfico (distinto de la coma) para indicar la diferencia de sentido. El género de este sustantivo es masculino —algo extraño, ya que los nombres derivados con -tio están registrados generalmente como femeninos[12]— y el verbo del que deriva es transitivo y de cuarta conjugación.
De nuevo, el hecho de que entre beso y acción de besar medie una coma evita que ambas referencias se entiendan como distintas. La coma cumple, pues, una función explicativa. La referencia a la acción o al evento mediante la paráfrasis acción de besar permite concluir que el significado del derivado descarta la referencia al efecto o al resultado del acto. El sustantivo es femenino y deriva de un verbo transitivo de primera conjugación.
El verbo bĭbo es un verbo derivado del griego piō, por pínō, ‘beber’. El derivado de bĭbo es un sustantivo femenino y toma como base un verbo transitivo de tercera conjugación.
El sustantivo brěvĭātĭo ‘abreviación, disminución, acortamiento’ deriva del verbo brěvĭo ‘abreviar, acortar, reducir’, el cual deriva del adjetivo brěvis ‘breve, corto, reducido’, por lo que se trata de dos escalas derivativas. Al final, el resultado solo hace referencia a la acción verbal, pero no al efecto de esta. El sustantivo derivado es femenino y proviene de un verbo transitivo de primera conjugación.
7.1.1.6. De bŭllĭō ‘hervir a borbotones; hervir; bullir’ deriva bŭllītĭō‘burbujeo’
La nominalización bŭllītĭō remite a otra nominalización. La palabra derivada es femenina y proviene de un verbo intransitivo de cuarta conjugación.
En este caso, entendemos que el primer sentido del derivado se refiere a la acción de cavar en general, y el segundo indica la acción o el evento puntual de hacerlo con un instrumento. El nombre derivado es de género femenino y se origina en un verbo transitivo de primera conjugación.
El derivado refiere únicamente al evento. Además, a nivel sintáctico, la base verbal es transitiva. Asimismo, el verbo es de primera conjugación y parte del adjetivo de primera clase blasphēmus ‘blasfemo, que ultraja, que calumnia’, el cual deriva de la palabra griega blásphēmos.
A continuación, se presentan las nominalizaciones deverbales con -tio en la letra . que refieren exclusivamente nombres de efecto o resultado.
7.1.2.1. Debacchor ‘tener el delirio cuya inspiración se debe a Baco’ deriva bacchātĭo‘celebración de los misterios de Baco. || fiesta de las bacantes || bacanal, orgía, disolución (raramente)’
Como se observa, no hay referencia a la acción verbal, sino al efecto de la misma. El sustantivo derivado es femenino y el verbo es intransitivo deponente de primera conjugación, derivado del sustantivo propio Bacchus ‘Baco’.
Puesto que su significado remite a danza y baile, se entiende que el verbo ballo denota la ejecución de movimientos coordinados en general. Respecto de la información sintáctica que aporta la base, destaca la naturaleza intransitiva del verbo de primera conjugación. El sustantivo derivado es femenino.
7.1.2.3. De blandĭor ‘acariciar’ deriva blandītĭo‘halago, caricia’
El sentido de la palabra se concreta mediante la referencia a otra nominalización: una demostración cariñosa. El sustantivo derivado es femenino y la base verbal es intransitiva deponente y de cuarta conjugación.
7.1.2.4. De bullo[13] ‘hervir || burbujear, cubrirse de burbujas’ deriva bullātĭo‘forma redonda o de bola’
El sentido de bullātĭo alude a la configuración circular de un cuerpo. La información sintáctica que aporta la base pone de relieve la intransitividad del verbo de primera conjugación. Se trata de un nombre de género femenino.
Esta nominalización no refiere expresamente a una acción o un efecto del verbo, sino la lucha o confrontación entre bandos. El proceso derivativo parte de un verbo, el cual, además, viene del adjetivo de primera clase bellĭger, -era, -erum: ‘belicoso, bélico, guerrero’, compuesto del nombre bellum[14] ‘guerra’ y el verbo de tercera conjugación gěro ‘llevar algo a alguna parte, llevar encima o sobre sí’. Este último elemento es de naturaleza transitiva, a diferencia del verbo derivado en segunda escala bellĭgěro, de primera conjugación, registrado como intransitivo.
Este es el caso de una nominalización no empleada por autores clásicos, pero derivada de un verbo intransitivo de uso clásico. Se entiende que el derivado toma el significado de la última acepción del verbo. Como acota Blánquez (1954), la forma univerbal běnědīcō es propia del periodo decadente de la lengua y en especial del lenguaje de la Iglesia.
El derivado tiene como significado otra nominalización con un complemento. Además, deriva de un verbo transitivo. Hay que poner de relieve que este es el resultado de un proceso compositivo en el que se observan el adverbio bis ‘dos veces’ y el verbo de cuarta conjugación partio ‘dividir en partes’[15].
El significado del derivado se presenta mediante la nominalización del mismo verbo (zumbido) más el complemento que precisa el agente de la acción (de las abejas). Por otra parte, el verbo bombilo aparece registrado como punto derivativo aun cuando exista el registro de bombizo, que parece fue desplazado por el uso del primero. Finalmente, la base derivativa se caracteriza por ser intransitiva y derivada del primitivo bombus ‘zumbido de las abejas’.
Por otro lado, se registra la nominalización proveniente de una base verbal que a su vez es producto de un proceso compositivo. El término registrado se presenta a continuación:
Se pueden hacer algunas observaciones. En primer lugar, el nombre refiere a un evento; en segundo lugar, expresa el resultado del mismo evento. Es menester observar el verbo base de la derivación, ya que está registrado como intransitivo durante el periodo clásico de la lengua y como transitivo en su decadencia. Además, es una palabra compuesta por el adverbio běně ‘bien’ y el verbo de tercera conjugación făcĭo ‘hacer’, originalmente de naturaleza transitiva. Por lo tanto, la cualidad transitiva del verbo cambia con la composición.
Se registran algunas nominalizaciones que, bien eligen otro sufijo para expresar la idea de efecto o resultado, bien eligen una base distinta de la verbal para derivar una palabra con el sufijo -tio.
7.1.4.1. De blătěro ‘charlar, charlatanear, chismorrear’ deriva blăthěrātus‘el acto de charlar mucho y neciamente, locuacidad necia, charlatanería’
El sustantivo blăthěrātus deriva del verbo de primera conjugación blătěro. Sin embargo, aunque no se registre una conexión directa entre blătěrātĭo y blătěro, dado el mecanismo derivativo entre bases verbales y nominalizaciones en -tio, es factible su ocurrencia. Si bien, como está registrado, blătěrātĭo remite a blăthěrātus[17] en la expresión de la acción, probablemente este último haya sido más productivo que aquel, por lo que se entiende su omisión en el registro del sustantivo derivado y el verbo primitivo. Por cierto, el verbo blătěro deriva del griego bláx y es de naturaleza intransitiva.
La palabra balbutio no se encuentra definida en los diccionarios; sin embargo, está registrada como derivada del adjetivo de primera clase balbus, -., -um: ‘tartamudo, balbuciente’. Es posible, por la información del sufijo y por analogía con otras nominalizaciones, indicar que su significado fuera el prototípico que se refiere a la acción o al efecto del verbo (en este caso, tartamudear).
En síntesis, los grupos derivativos más numerosos corresponden a aquellos que permiten obtener, o bien nombres de acción, o bien nombres de efecto. Pero no nombres de acción o efecto. Con respecto al primer grupo, las nominalizaciones latinas parten de verbos siempre transitivos que son mayoritariamente de primera conjugación, excepto bŭllĭō, de cuarta conjugación. El segundo grupo, en cambio, muestra nominalizaciones casi siempre provenientes de verbos intransitivos; la excepción es bĭpartĭo, que se registra como transitivo. La única nominalización que consigna ambos sentidos, el de acción y el de efecto, es běněfactĭo, término derivado de un verbo intransitivo. Por último, las palabras blătěrātĭo y balbutio no se registran como las anteriores, bien por remitir a una forma más común (blăthěrātus), bien por derivar de una base no verbal (balbus).
Los castellanohablantes hacen uso en gran medida de formaciones con distintos sufijos de la lengua, recurriendo comúnmente a los términos del inventario patrimonial o creándolos de acuerdo con lo que quieran comunicar. En ese sentido, el sufijo -ción puede entenderse como un morfema activo porque permite crear palabras luego de adjuntarse, por lo general, a bases temáticas verbales, aun cuando en la actualidad las nominalizaciones que establece no sean empleadas por la mayoría de hablantes. Así pues, dado que el sufijo -ción permite plantear una explicación satisfactoria del origen de las distintas palabras que lo contienen, bien del léxico patrimonial (celebración), bien del léxico nuevo (espiritualización), es admisible entenderlo como sufijo funcional activo.
En Argentina, en abril de 2021, la palabra contagiación se hizo tan famosa como quien la dijo. En un caso claro de aplicación del sufijo, la ministra de Educación de la ciudad de Buenos Aires la pronunció en sus declaraciones acerca del retorno a clases en medio de la pandemia por la covid-19. La palabra contagiación está formada correctamente dentro de los cánones derivativos de la lengua castellana: contagiar + -ción → contagiación, por lo que no debería ser reprobada, pero, dado que el término consolidado para la referencia es contagio y que el empleo de contagiación se dio en un contexto formal, además de la jerarquía de quien la empleó, fue asumida por la audiencia como una palabra impertinente.
En Perú, en julio de 2021, la que posteriormente llegó a ser primera dama del país empleó el término festejación y fue juzgada como en Argentina. La desaprobación que sufrió se explica por la relación que se establece entre la jerarquía política y el grado de instrucción, algo que, entendemos, debería ser proporcional, pero que no suele ser común. Con todo, de la misma manera, el término señalado no incumple ningún proceso derivativo y constituye un caso concreto y correcto de derivación deverbal.
Es inobjetable que las palabras contagiación y festejación son dos nominalizaciones correctas, puesto que aplican como corresponde las reglas derivativas de la morfología castellana. De la misma manera, desde hace pocos años, la aplicación del sufijo -ción a distintas bases verbales es una práctica identificada con los jóvenes, pero también con gente mayor, y se puede entender como un divertimento lingüístico en un contexto distendido de comunicación. No se emplea en situaciones serias o momentos solemnes, por lo que la recurrencia a palabras como trabajación o dormición es válida en ciertos contextos y con complicidad entre determinados hablantes. Entendemos que, más que el mismo hablante, la clave de su uso se encuentra en el contexto de la comunicación.
Se presentan nominalizaciones con el sufijo -tio con distintos niveles de análisis. En el aspecto morfológico, el sufijo -tio se añade a bases participiales provistas por verbos de primera, tercera y cuarta conjugación. Aunque la letra . del diccionario latino provee pocas nominalizaciones, a diferencia de la misma letra castellana, las nominalizaciones latinas descartan otras posibilidades a nivel semántico, como las de lugar, ruido o instrumento. A propósito, destaca la herencia limitada de términos latinos que puede ser mayor en las demás letras del alfabeto. Esto es particularmente observable en aquellas que incluyen palabras formadas por prefijación, como, por ejemplo, las letras a, c o ., ya que contienen las preposiciones ab y ad. contra y cum; y per, prae y pro, respectivamente.
A nivel sintáctico, el sufijo nominaliza bases provenientes de verbos tanto transitivos como intransitivos. Al respecto, según la información provista por los diccionarios que revisamos, los lemas no muestran la configuración de la frase integrada por el derivado, es decir, no se observa un registro de formaciones que equivalgan a la misma idea con la declinación de las palabras en una frase nominal: bullire aquam ‘hervir agua’ > bullatio aquae ‘hervor de agua’. No dudamos de que se pueda hallar evidencia de esto en obras de autores latinos, pero los diccionarios que observamos no las consignan como ejemplos de uso.
El análisis de las formas primigenias puede permitir establecer algunas conclusiones relevantes si comparamos estas con el léxico patrimonial castellano (por ejemplo, los pares bipartitio y bipartición, pero no blāsphēmatĭo y blasfemación). Debido al brevísimo corpus de la letra ., la tendencia en latín a derivar formaciones mayormente de acción no permite establecer muchas coincidencias con la misma letra castellana y mucho menos plantear una generalización con las demás letras del alfabeto.
Finalmente, queda abierta la posibilidad de plantear posteriores estudios contrastivos con otros sufijos que aporten ideas de acción, efecto u otros sentidos que caractericen los derivados como productos que heredan la configuración sintáctica de la base.