Lenguaje y Literatura
Una historia de comandos Camilistas
It tells the history of a of commands Camilistas
Uma história de comandos Camilistas
CEDOTIC Revista de Ciencias de la Educación, Docencia, Investigación y Tecnologías de la Información
Universidad del Atlántico, Colombia
ISSN-e: 2539-1518
Periodicidad: Semestral
vol. 2, núm. 2, 2017
Recepción: 01 Octubre 2017
Aprobación: 24 Noviembre 2017
Resumen: El texto intenta historiar el origen y evolución de la organización política denominada Comandos Camilistas, enfrentando problemas de carácter histórico, como por ejemplo, ¿qué circunstancias concurrieron en su génesis?, ¿a qué se debe su nombre?, ¿hubo sintonía entre su denominación y su práctica política real dentro de los movimientos sociales en los cuales estuvo inmiscuida? Nos basamos esencialmente en fuentes de carácter oral pues una de las cosas que caracterizó a la organización política Comandos Camilistas fue su escaso legado escrito, pero sin excluir el uso de otras fuentes diferentes a las entrevistas. La tesis principal afirma que el surgimiento de los Comandos Camilistas fue una iniciativa espontánea con unos propósitos iniciales que se fueron desdibujando para trastocarse en algo diferente al fin inicial. Los Comandos Camilistas no fueron tan camilistas.
Palabras clave: Izquierda revolucionaria, organizaciones políticas, camilismo, cristianismo.
Abstract: The text tries to historicize the origin and evolution of the political organization denominated Commands Camilistas, facing problems of historical character, as for example, what circumstances concurred in its genesis?, To what its name?, Was there syntony between its denomination and its actual political practice within the social movements in which it was intruded? We rely essentially on sources of oral character because one of the things that characterized the political organization Camilo Commands was its scarce written legacy, but not excluding the use of sources other than interviews. The main thesis affirms that the emergence of the Camilistas Commands was a spontaneous initiative with initial purposes that were blurred to change in something different to the initial purpose. Camilistas Commands were not so camilistas.
Keywords: Revolutionary left, political organizations, camilism, Christianity.
Resumo: O texto intenta historiador de origem e evolução da organização políticos denominados Comandos Camilistas, enfrentando problemas de caráter histórico, como por exemplo, ¿que circunstâncias concurrieron em sua génesis? ¿a que se deve seu nome? ¿Hubo sintonia entre sua denominação e sua prática política real dentro dos movimentos sociais em os quais é imiscuída? Baseamos-nos essencialmente em fontes de caráter orais, assim como as formas que caracterizam a organização política. Comandos Camilistas fui seu escasso legado escrito, mas sim excluir o uso de outras fontes diferentes às entrevistas. O teseis principal afirma que o cirurgião dos Comandos Camilistas foi uma iniciativa espontânea com alguns propósitos inicia lês que se foram desdibujando para transtrocara em algo diferente au fim inicial. Los Comandos Camilistas não foram tam camilistas.
Palavras-chave: Izquierda revolucionaria, organizacoes políticas, camilismo, cristianismo.
Introducción
El presente texto es una aproximación a la historia de una organización política de izquierda revolucionaria colombiana que se conoció con el nombre de Comandos Camilistas. Problemas diversos se han erigido en la pesquisa, como es la escasez de documentos escritos sobre la temática, cierto temor en las fuentes orales de expresar claramente lo sucedido, no obstante a que ya han pasado más de cuarenta años del inicio del proceso que le dio vida y muerte organizativa y política a esa agrupación de la izquierda política colombiana y el poco registro periodístico que se encuentra de sus acciones, etc. Pero a medida que avanzamos nos aparecen soluciones y nuevas vetas informativas que prometen esclarecer más el panorama.
La organización política que se conoció con el nombre de Comandos Camilistas tuvo su proceso de gestación más o menos desde finales del año 1966[1]en un proceso inicial en el cual se involucraron varios militantes políticos surgidos principalmente de las filas del movimiento estudiantil universitario y secundario, además de uno que otro obrero y campesino.
En algunos testimonios de vida o entrevistas posteriores, se ha reconocido a varias personas como integrantes sobresalientes y especie de voceros públicos de los Comandos Camilistas, tales son los casos de Sergio Pulgarín, [2] Ricardo Mosquera, [3] y Germán Liévano.
La mayoría de testimonios apuntan a la creación de los Comandos Camilistas como una iniciativa de una organización político militar llamada ELN, uno de esos testimonios es el de David C. 5, pero igualmente el de M. Medina6, Gabriel 7, Darío C.8 y
Ricardo 9, todos ellos auto considerados como “hijos de la revolución cubana”, dando a entender con esto que fueron unos de los miles de jóvenes que enardecieron sus ímpetus revolucionarios con las luces radicales emanadas de la isla caribeña.
Pero el surgimiento de los Comandos Camilistas también estuvo determinado por un contexto histórico y político tanto nacional como internacional.
La década de los años sesenta del pasado siglo veinte 10 fue una de las más convulsas y trepidantes que hubo y está referenciada como punto de quiebre de varios aspectos de la realidad social humana, tanto mundial como colombiana. Aunque para el caso que nos ocupa, se debe ampliar la mirada en el lapso comprendido entre 1960 o 1965 hasta 1975, lo que configura un encabalgamiento específico de causas y consecuencias de todo tipo que resultan mejor para el análisis quelas solamente señaladas en un encuadramiento meramente cronológico de las décadas.
En ese lapso señalado, económicamente se está al final o en el agotamiento del modelo sustitutivo de importaciones con unos índices industriales hasta cierto punto hegemónicos en nuestro PIB, pero ya se asomaba en el ambiente la propuesta de sustituir ese modelo económico por otro que respondiera de mejor manera a las exigencias del escenario internacional.[4]
Políticamente se asiste a un desligamiento de las mentes juveniles del patriarcado político que había sostenido sobre ellas el partido liberal principalmente, quien terminó su agradecimiento por el rol juvenil jugado en la caída de la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla y excluyó al movimiento estudiantil de las grandes decisiones políticas del período.
Origen de Comandos Camilistas
La trascendencia que tuvieron el ejemplo e ideario del sacerdote colombiano Camilo Torres Restrepo, no se circunscribe al mero ámbito colombiano. Hubo expresiones del legado camilista en otras naciones de América Latina. [5] Para el caso colombiano, la expectativa y el impacto del ejemplo de Camilo Torres Restrepo fue más amplio y profundo, pues además de la organización que estamos reseñando, existió la llamada Liga Camilista M-L., con un origen político de carácter maoísta. [6]
A diferencia de la creación del Partido Comunista Colombiano[7], el MOEC[8], el MOIR[9], el PCC-ML,[10]etc., la creación de los Comandos Camilistas no contó con un acto fundacional a la manera de una ceremonia simbólica y ritual de su nacimiento formal, sino que se generó de manera aparentemente espontánea, acicateado por la situación política nacional y las repercusiones que dejó la muerte del sacerdote Camilo Torres Restrepo y la consiguiente desaparición del Frente Unido impulsado por éste antes de marcharse al campo para enrolarse en las filas del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La explicación aproximada sobre éste fenómeno político organizativo reside en la necesidad que tenía la organización militar de entrar en contacto con amplios contingentes de masas por intermedio, o a través, de lo que en su lenguaje denominan “una organización intermedia” que sirviera de correa de transmisión entre la vanguardia armada y las grandes masas.[11]
Otro perfil explicativo está en que Comandos Camilistas vino a heredar la tarea que en vida le asignaba el cura Camilo Torres al Frente Unido. En sus palabras:
Es necesario que cada campesino raso, que cada obrero raso, que cada revolucionario se sienta responsable de formar un comando del Frente Unido con algunos compañeros o amigos, sin esperar directivas y sin esperar órdenes… Coordinarse con los otros comandos de base para formar comandos veredales de barrio, de fábrica, de colegio, universidad, de municipio, de región y de departamento (sub. Nuestro) [12].
Si una de las tareas del Frente Unido en vida de Camilo Torres era crear comandos de todo tipo en el seno de las masas, ya muerto el sacerdote revolucionario, el compromiso que quedaba para sus más fieles seguidores, entonces era la creación de los Comandos Camilistas para continuar impulsando la herencia política del cura inmolado. Si logró hacerse la tarea heredada tal como Camilo Torres lo pensó, es algo que está por demostrar.
Al parecer no.
Un evento político que sacudió las estructuras mentales de los militantes de los Comandos Camilistas, fue el movimiento estudiantil que vivió Colombia en el año 1971. Como fecha simbólica del inicio se ha dado la del 7 de febrero de 1971, cuando se inicia una huelga en la Universidad del Valle. Pero desde antes la influencia de los Comandos Camilistas en los claustros universitarios era considerable, como quedó reconocido por algunos comentaristas de dichos acontecimientos.[13]
Con unos inicios federativos, regionales o locales, todas aquellas agrupaciones afines al pensamiento camilista, se vieron exigidos por diferentes conflictos a responder a los sectores de masas en lucha por mejor educación, tierras cultivables, salarios dignos, etc. Sin un programa político escrito y sin mayor tradición teórica, lo que podía llamarse la “organización” empezó a formular consignas, propuestas políticas de manera empírica e instintiva. Un indicio fuerte de ese estado federativo fue la denominación que se asumió cuando empezaron a aflorar las divergencias políticas. Los dos grandes agrupamientos que se formaron no se les llamaba con un adjetivo político como podría ser, por ejemplo, “leninista”, “marxista revolucionario”, “reformista” o algo por el estilo. No. Se llamaban los “compañeros del interior” a las posiciones políticas de los militantes residenciados en la zona andina del país, y por el otro lado estaban los “compañeros de la Costa” para referirse a los de la costa caribeña colombiana. Pero las diferencias estaban lejos de ser meras divergencias espaciales o geográficas.
La necesidad de responder con una “línea” política elaborada a la coyuntura, obligó a realizar reuniones previas a los eventos y Encuentros de las diversas organizaciones sociales y gremiales que estaban dirigiendo los conflictos. Y en esas reuniones empezaron a surgir las identidades y las diferencias de tipo político. Fueron cuatro reuniones nacionales que intentaron solucionar el déficit de centralización organizativa y elaboración política programática y estratégica. Otro caso de interpretación de las ideas de un líder fallecido. Guardando las proporciones, Cristo y cristianismo, Mahoma e islamismo, Marx y marxismo,
Camilo y …
Algunos militantes empezaron a ver las limitaciones del bagaje programático y político del pensamiento camilista y viraron sus ojos ávidos de respuestas teóricas y políticas más convincentes y eficaces hacia la corriente política agrupada en la Cuarta Internacional fundada por León Trotsky y que recientemente había aprobado en su IX Congreso Mundial, una táctica política hacia América Latina con miras a su crecimiento cuantitativo y a eso se agregaba su rol activo en los sucesos del llamado Mayo Francés, tan caro a los estudiantes universitarios nuestros que consideraban al movimiento estudiantil de
1971 como su “mayo francés”.
Empezó entonces la crítica a la teoría del foco guerrillero que erige la lucha armada guerrillera como estrategia eterna en la lucha revolucionaria, y a verla más como un elemento circunstancial o táctico que debía implementarse de acuerdo a las coyunturales circunstancias. Más que el modelo de revolución cubana se anhelaba repetir la estrategia insurreccional de la revolución rusa de octubre de 1917, dirigida por el partido bolchevique.
En un texto que se hizo a manera de balance político se encuentra lo siguiente: “En esos años la reflexión sobre los problemas esenciales de la estrategia, la táctica y la construcción del partido fue vital. ”Los camilistas de la “Costa” luego apostarían mayoritariamente por la construcción de un Movimiento Obrero Revolucionario Socialista (MORS), antepuesto al movimiento obrero adocenado de los liberales y comunistas prosoviéticos; y construir un Partido Obrero Revolucionario Socialista (PORS) [14].
Pero los Comandos Camilistas no contaron en su haber con un número suficiente de cuadros que reunieran o se aproximaran a lo que Antonio Gramsci llamó intelectuales orgánicos, lo cual si se observó con la organización Bloque Socialista, hasta el punto de que muchas de sus elaboraciones teóricas terminaron publicadas en la ---en ese momento--- famosa revista Ideología y Sociedad, considerada por Gonzalo Sánchez como
“probablemente la revista colombiana de más vuelo teórico en los años setentas”[15]. La organización de los Comandos Camilistas estuvo compuesta principalmente por estudiantes que nutrieron su ideología a partir de las lecturas de las obras de Marx, Engels, Trotsky, Mao Tse Tung, Ernesto Guevara, Fidel Castro, las Declaraciones de La Habana y los escritos de Camilo Torres, según se desprende de los datos dados por todos los entrevistados.
Si bien los militantes camilistas no cayeron en el empirismo cerril de los sectores políticos ligados al maoísmo, tampoco lograron configurar una intelectualidad revolucionaria integral y creadora. Aspiraban a una combinación perfecta de trabajo práctico y asimilación teórica. Este razonamiento generó dudas para su paso tempranero hacia las filas del “marxismo revolucionario” pues les despertaban dudas cuál era el verdadero compromiso revolucionario de los militantes que se reclamaban de la Cuarta Internacional, a los cuales se les veía poco en las carpas de las huelgas obreras, las marchas campesinas, en el combate estudiantil, aunque eran buenos recitadores de los textos marxistas. Sin embargo, no podemos olvidar que los Comandos Camilistas tuvieron un periódico que según los entrevistados[16] se llamó Núcleo, circularon pocos números (de los cuales no se conservaron ejemplares) y una revista de carácter interno, impresa en mimeógrafo denominada Vida Militante y de la cual se tiraron solo 10 números, amén de diversos boletines informativos que aparecieron con diversos nombres como por ejemplo Causa Revolucionaria, Comandante Camilo… Presente!!, El Comunero, etc.
No obstante, el accionar de esta organización política, y otras, sí impactó el imaginario colectivo de la época hasta el punto de que en una novela del escritor samario José Stevenson, se menciona que Felipe, el protagonista, se encontró en una situación difícil cuando en
el pequeño recinto se redujo aún más en cuanto fue ocupado e invadido por los grupos de las facciones políticas de sus respectivos representantes, y muy pronto, entre las volutas de humo azul, Felipe distinguió a los miembros de la juventud comunista, a los comandos camilistas, a los representantes del movimiento ELN, a los beligerantes maoístas y otros militantes de otros grupos políticos minoritarios[17]
Ya en andas, el proyecto al ser soportado entre bambalinas por una organización con una tradición federativa en el terreno organizativo, tampoco tuvo un comportamiento de centralización política y organizativa. Eso explica por ejemplo que en algunas ciudades aparecieran los militantes del proyecto denominándose como Núcleos 8 de Octubre, en otras como Comuneros y en otras directamente como los Comandos Camilistas.
Notamos sin embargo, que autores destacados en la historia de los movimientos sociales y organizaciones de izquierda, no los mencionan, como es el caso –entre otros-- de Mauricio Archila[18], esto es algo que podemos contrastar con los residuos que han quedado en los recuerdos de algunos protagonistas políticos de la época y que desmienten en mucho la ignorancia que otros han realizado de la existencia de los Comandos Camilistas. La memoria colectiva e individual es un indicio fuerte de la perdurabilidad de un hecho o fenómeno histórico.
Los debates que se presentaron al interior de Comandos Camilistas, se parecieron a los sucedidos dentro del llamado MOEC en determinado momento[19]. Eran las discusiones que atravesaban las organizaciones políticas revolucionarias a propósito del triunfo de la revolución cubana y las tareas que los revolucionarios debían emprender.
El Programa Político de Comandos Camilistas
La formalidad de un documento escrito y aprobado por la máxima instancia organizativa como es un Congreso del partido u organización política, no existió en el caso que estamos tratando. Sin embargo, a la formalidad se le impone la realidad. Ninguna organización o partido político, cualquiera que sea su carácter, puede intervenir en la sociedad sin proponer salidas o consignas a la población que influencia o que pretende ganar para su proyecto alternativo de sociedad o, por el contrario, su propuesta de conservar el statu quo existente. Sea revolucionario o conservador, algo debe decirle a la opinión pública el partido político si quiere mantenerse vigente.
Una tentativa de reconstrucción del Programa Político de los Comandos Camilistas, haciendo uso de la memoria oral y de restos de escritos coyunturales, podría ser:
Las divergencias entre los del “interior” y los de la “Costa” se profundizaron y la mayoría de los andinos del “interior”, se fusionó con la tendencia “leninista” del Bloque Socialista dando origen a la organización llamada Unión Revolucionaria Socialista (Unión R.S.) que tuvo como órgano informativo el periódico El Manifiesto, en una clara simpatía con el movimiento político italiano dirigido por la excomunista Rossana Rossanda.
Caracterizó al régimen como una dictadura civil y su tarea en el terreno organizativo fue crear un partido político que resolviera la crisis del movimiento revolucionario.
La mayoría de los camilistas de la “Costa” entró en un proceso de fusión con aquellas organizaciones que aceptaban las directrices políticas y organizativas del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional, dando así origen a la denominada Liga
Comunista Revolucionaria, ---organización que entró en calidad de simpatizante en las filas de los cuartistas---, resultado de la disolución de Espartaco, la Liga Obrera Comunista y los Comandos Camilistas. Pero los Comandos Camilistas de 1977 eran radicalmente diferentes a los que se empezaron forjar al calor de los movimientos sociales de la década de los sesentas.
La IV Reunión Nacional de los Comandos Camilistas que se venía preparando desde el año 1975, con miras a dotar a la organización de un Programa político, una estrategia de toma del poder y una estructura organizativa científica y democrática fue reemplazada por una Conferencia Nacional realizada en la ciudad costera de Barranquilla, donde se declaró oficialmente disuelta para dar paso a la unificación de los “marxistas revolucionarios” como se hacían llamar todos los solidarios políticos con el pensamiento de León Trostsky.
Conclusiones
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Notas