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Términos anatómicos populares en Costa Rica. Diversidad que genera imprecisión en la terminología médica
Revista científica Crea Ciencia, vol. 14, núm. 1, pp. 77-85, 2021
Universidad Evangélica de El Salvador

Artículos de Investigación

Revista científica Crea Ciencia
Universidad Evangélica de El Salvador, El Salvador
ISSN: 1818-202X
ISSN-e: 1997-0188
Periodicidad: Semestral
vol. 14, núm. 1, 2021

Recepción: 27 Abril 2021

Aprobación: 02 Septiembre 2021

El artículo debe ser enviado con una declaración de originalidad, responsabilidad y cesión de derechos de copia del manuscrito, escaneada y firmada por el autor o por uno de los autores cuando la autoría es colectiva (autor designado), haciendo constar que el texto no ha sido publicado anteriormente en formato impreso o electrónico, que no se presentará a ningún otro medio antes de conocer la decisión de la revista Crea Ciencia y que, de ser aceptado para su publicación, los autores transfieren los derechos de copia en todas las formas y medios conocidos. Al término de seis meses de la publicación, el texto puede ser compartido en otra revista citando la primera versión del artículo publicado en Crea Ciencia y consignando su número y volumen. En caso de no ser publicado el artículo, la UEES accede a retornar los derechos enunciados a sus autores.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

Resumen: Se describen los términos anatómicos que se utilizan en el habla popular en Costa Rica. Ello es resultado del encuentro de las civilizaciones originarias de América con la de los conquistadores españoles; y que han sobrevivido por más de 500 años. Se señala la importancia de la posición social y cultural de la comunidad que los emplea. Se destaca la dificultad de interpretación que tienen los médicos y los profesionales de la salud cuando estos individuos acuden a la consulta. Esto influye negativamente en la preservación y recuperación de la salud, tanto individual como pública. Se destaca la relevancia de los términos anatómicos en la comunicación de los pueblos y culturas.

Palabras clave: Términos, anatomía, educación médica, salud pública, comunicación, Costa Rica.

Abstract: The anatomical terms used in popular speech in Costa Rica is described. This is the result of the meeting of the original civilizations of America with that of the Spanish conquerors; and that have survived for more than 500 years. The social and cultural position of the com- munity that employs them are pointed out. It highlights the difficulty of interpretation that physicians and health professionals have when these individuals come to the consultation. This negatively influences the preservation and recovery of health, both individual and pu- blic. The relevance of the anatomical terms in the communication of peoples and cultures is highlighted.

Keywords: Terms, anatomy, medical education, public health, communication, Costa Rica.

Introducción

En la lengua española americana, hay palabras que nacieron del encuentro de dos civilizaciones, la originaria de América (prehispánica) y la de los conquistadores españoles. Además, también es cierto, que la lengua de la metrópoli (o peninsular), del Viejo Mundo, era distinta a la lengua de las colonias hispanoamericanas, del Nuevo Mundo (Figura 1). En esta evolución del idioma, donde la lengua castellana o española ha sufrido modificaciones, quedaron incluidos términos anatómicos, no científicos, propiamente “americanos”, cuya antigüedad es varias veces centenaria e imprecisa.

Los profesionales de la salud han observado que en todo el territorio de nuestra Hispanoamérica hay pacientes emparentados con las civilizaciones originarias o con escasa instrucción que suelen

expresarse con estos términos anatómicos populares, pintorescos, señalando las localizaciones de sus dolencias. Esto influye desfavorablemente en la protección y promoción de la salud y, en definitiva, en el autocuidado de esta población.

Una de las causas de la permanencia de estos términos, se debe a las deficiencias que mantiene el sistema educativo (instrucción pública) en una o varias regiones o comunidades, con el fin de imponer el idioma oficial, difundido por la Real Academia Española sobre las otras formas de expresión y comunicación.. A su vez, una de las consecuencias que esto genera es un obstáculo para imponer la Terminología Anatómica Internacional en los ámbitos universitarios que formarán a los futuros profesionales de la salud y en los ámbitos hospitalarias donde posteriormente se desempeñarán. Costa Rica, en Centroamérica, no ha quedado ajena a esta problemática (Figura 2)

Metodología

Como una estrategia de aprendizaje los autores solicitaron a los estudiantes universitarios que cursaron la materia de anatomía general en el año 2018 y 2018, un total de 40 personas, que investigaran e identificaran los términos anatómicos que se utilizan en el habla popular en algunas comunidades de Costa Rica, respecto de las regiones y/o los órganos del cuerpo humano, y los compararan con el lenguaje científico que estaban aprendiendo, que es el que utilizarán en su vida profesional. También les compartimos y se incluyó en la base de datos la información obtenida, por uno de los autores, durante sus años de ejercicio profesional hospitalario en servicios de urgencias de tres hospitales del valle central y dos hospitales de provincias. De esta forma, se ha logrado una colección singular que se enumera a continuación. De los 40 estudiantes se obtuvieron los datos mediante entrevistas personales con ellos. Fueron entrevistas no estructuradas, durante las cuales relataron sus hallazgos tanto al docente como a los otros estudiantes. No se solicitó consentimiento informado ya que la información recopilada no implica conocer o divulgar datos personales, por lo que no se afectan los principios bioéticos, especialmente el relativo a la privacidad. Los estudiantes entrevistados representaron comunidades rurales y urbanas ubicadas en las siete provincias del territorio de Costa Rica, aunque las anécdotas de los términos podían provenir de sus parientes o

conocidos que se ubicaran en otras comunidades distintas a las que ellos habitaban y que estaban en libertad de entrevistar.

Resultados

En la cabeza, se dice vulgarmente que alguien muy inteligente en lugar de cerebro tiene una “pipa”, si su intelecto no es destacado, entonces tiene un “maní”. Si es muy terco o torpe tiene un “ayote”. Si se está enfermo o con dolor, entonces está afectado de la “jupa”. Si tiene la cabeza gran- de le dicen “zompopo”. Los ojos los llaman “gua-yabas”, o por la influencia del mal “spanglish”: “watchos”. A la pupila y el borde del iris le dicen la “niña de los ojos”, expresión que tiene su origen en el lenguaje bíblico. El pelo es el “zacate“, las “me- chas” o las “trenzas”. La nariz pequeña: “ñata” y la grande: “lapa”. A la cara le dicen “tarro”, “jacha” o “jáquima”. El cutis facial con acné es un “garapiñado”. Los hoyuelos son los “camanances”. La piel en general se le conoce como “pellejo” o “cuero”. Las orejas grandes serán las “pailas”, las “antenas” o las “parabólicas”. La boca es la “trompa”, el “hocico” o la “jeta”, y en su totalidad es la “gaveta” (cierre la gaveta: cierre la boca). A la lengua larga le llaman “corbata”. Los dientes incisivos son las “macanas”, y los caninos son los “colmillos”.

El cuello es el “pescuezo” o “gañote”. Cuando la glándula tiroides aumenta de tamaño, en lugar de bocio le dicen “güecho”. Al cartílago tiroides, que es llamativo en algunos varones, se le cono- ce como “manzana”, aludiendo a la manzana que comió Adán en el paraíso (Figura 3).

En el tórax, a la región de la glándula mamaria, se le suele llamar “pechuga”. El corazón se conoce con el nombre de “reloj” o “bomba” (Figura 4).

La región de la axila es conocida como la “aleta” o el “sobaco”. La región anterior del brazo, donde destaca el músculo bíceps braquial es conocida con el nombre de “ratón” (Figura 4). La región medial del codo, donde se hace superficial el nervio ulnar (cubital), se le conoce con el nombre de “viuda”, según dicen, por el dolor particular que provoca un golpe ahí (sensación de descarga eléctrica). A las manos les dicen “manoplas” y a los “puños” les dicen “guanpirolos”.

El abdomen, cuando es prominente se le cono- ce como “timba” o “chiverre”, y sus adiposidades localizadas, conocidas como los “rollos” también les dicen “llantas”, “michelines”, “mondonguillos” o “mondongos”. Al estómago le dicen “tripa” y al conjunto de los intestinos: “tripas”. A la bilis le dicen la “hiel”. La región superior del abdomen (epigastrio) es conocida como la “boca del estómago”. La región inferior del abdomen (hipogastrio) que limita con los órganos genitales externos, incluyendo el pubis y las ingles, le llaman “verijas”. A cada una de las varias articulaciones móviles de los miembros superiores e inferiores les llama “junturas” o “pegues”.

Los genitales externos, masculinos o femeninos, por el marcado morbo que despiertan, tienen una gran cantidad de nombres, los cuales no van de acuerdo con el propósito de este artículo. A los testículos, cuando son pequeños les dicen “yiroles” o “chumicos”, y cuando son grandes “tosteles” o

caimitos”. A los genitales femeninos internos, ta- les como útero, trompas o tubas uterinas y ovarios los agrupan con el nombre de “menudos” (“a Doña Fulana la operaron de los menudos”) (Figura 5).

A la parte superior de la cadera (cintura pélvica), le dicen “cucharón”. A la región de la articulación de la cadera (o coxofemoral) le dicen el “chupete”. A la parte del sacro, que se encuentra entre los glúteos le dicen “rabadilla” o “chincaca”, similar a la parte superior y posterior de las gallinas. A las nalgas las llaman según su tamaño, pues les dicen “chanchitos”,“chanchos”, “nalgatorio”, “tapas” . “cabús” (Figura 5).

A la zona anterior y medial del muslo se le llama “chancuerna” en alusión a un artilugio ecuestre. Las piernas se conocen con el nombre de “patas”, si son delgadas “canillas”, y si son muy blancas les dicen “yucas”. La región posterior de la rodilla (fosa poplítea) es conocida como “corva” o “jarrete”. El borde anterior de la tibia es conocido como la zona de la “espinilla”, también le dicen “chimpinilla”. A los pies grandes les dicen “lanchas”, si están regordetes serán los “tamales”. A los dedos de los pies les dicen “jocotes”, y a las partes distales de los dedos les dicen las “ñaus”, “garras” o “pezuñas”. A las plantas de los pies les dicen las “suelas” (Figura 6).

Discusión

El lenguaje es un sistema de signos y fonética que utiliza el ser humano, básicamente, para comunicarse con los demás o para reflexionar consigo mismo. Este sistema de signos puede ser expresado por medio del sonido (signos articulados) o por medios gráficos (escritura). El código oral

antecede históricamente al escrito. El código escrito debe su origen a la evolución social y política de la comunidad..

De tal manera que hay un castellano escrito o literario y otro hablado o coloquial. Habitual- mente hay una diferencia entre ambos, ya que el primero es más cuidadoso, en tanto el segundo es más ligero a la hora de expresarse. Con respecto al idioma hablado, no escrito, se puede decir que también hay dos formas: una, de gente muy educada (o castellano culto); y otra, de gente con reducida o insuficiente educación (castellano popular o vulgar). Ambas formas perduran pues hay individuos que lo emplean. Queda claro que, en este último caso, la diferente posición social y cultural de ambos grupos es determinante. También es cierto que, siendo nuestra Hispanoamérica tan extensa, se comprenderá que esto facilite la existencia de “regionalismos" que expresan de distinta manera las mismas cosas.

Lo coloquial, familiar, vulgar o popular es habitualmente impreciso y cuesta encontrar una definición de ello; y más aún, si buscamos una postura única al respecto. No ocurre lo mismo con los términos o vocablos que se ajustan a la norma establecida por el diccionario académico español, y obviamente registrados en él .. Los dialectos o sociolectos son variedades de uso según las características de los usuarios, mientras los registros son determinados por el contexto, por la situación de uso..

Obviamente para aquellos que practican el idio- ma coloquial quedan claros los significados de

sus expresiones cotidianas y como estas representaciones orientan sus formas de concebir el mundo, comportarse, relacionarse y/o valorar las acciones propias o ajenas; puesto que, de acuerdo con algunos autores., la cultura popular funciona como una realidad viva, dinámica y actual, en la cual todas las personas, de forma consciente o no, y en algún momento y grado, participan. Esto permite entrever su fundamentación en representaciones sociales..

No hay duda de que, a la hora de la investigación lingüística, todo es de gran utilidad y riqueza, pues amplía el conocimiento idiomático de una lengua viva.

Fue en el siglo XIX cuando se descubre que el cambio es inherente al hablar humano; existe un principio dinámico -en su misma baseque genera su diversidad. Los lingüistas compararon lenguas aparentemente muy alejadas entre sí y vieron que entre algunas existía un elevado número de semejanzas sistemáticas. Se trataba de lenguas emparentadas, bien porque procedían unas de otras o porque habían salido de un tronco común. El cambio se da como una regularidad en su desarrollo, como en el de un organismo vivo. Al igual que estos, los idiomas nacen, se desarrollan y algunos mueren. En esta última situación, dejan de hablarse. Nace así la lingüística histórica. Hay un conjunto de circunstancias en cada época que favorecen el alumbramiento de las nuevas ideas..

Queda claro que hay lenguas en proceso de desplazamiento, son las lenguas minoritarias o en peligro, propias de un determinado grupo étnico

cultural. La recopilación de su vocabulario es útil para fines académicos, ya que sirven como fuentes de investigación..

Los términos anatómicos populares acompañan esta problemática del lenguaje y también difieren de un lugar a otro.. Al comparar estas expresiones populares con la rigurosidad y la precisión de la ciencia anatómica (lenguaje científico), se pone de manifiesto el grado de desconocimiento del cuerpo que tienenen general algunas comunidades. Esto es resultado de las deficiencias de nuestro sistema educativo y de un seudoanal fabetismo que también se asienta y se difunde en las redes sociales contemporáneas.

Estos términos populares son relatados por los pacientes en la consulta médica, que concurren habitualmente al ámbito hospitalario; y llevan a una visión alterada de la realidad anatómica y desorientan a profesionales y estudiantes, especialmente por la imprecisión topográfica y clínica en la que se sustentan. Por eso es importante que el médico y los profesionales de la salud los conozcan para entenderlos, con el fin de interpretar correctamente y con mayor rapidez los signos y síntomas de la enfermedad. No hay duda de que esto mejora la relación médico-paciente, facilita el diagnóstico y la terapéutica, gracias a una adecuada interpretación de lo coloquial hacia lo anatómico.

Algunos de estos términos anatómicos vulgares, son propios de Costa Rica, y podemos acuñarlos como costarriqueñismos; y otros son también utilizados en otras partes de América10. Pero todos

ellos, están presentes en esta población que comparte una misma característica sociocultural. Documentarlos, interpretarlos y alertar sobre los mismos a los estudiantes de las ciencias médicas y a los profesionales de la salud, es una tarea válida para el anatomista como investigador y educador en las ciencias de la salud11.

La necesidad de generar vías de comunicación certera entre el paciente y tratante, así como, de contribuir al mejoramiento de la atención salud reafirma la relevancia de la ciencia anatómica. Esta experiencia ha sido realizada por varios autores, contribuyendo al acercamiento de las poblaciones originarias con las atenciones primarias en salud generando muchas experiencias positivas12, 13, 14.

No solo las naciones buscan la identidad lingüística sino también los científicos. Estos últimos con el fin de comunicar en un idioma común sus avances y progresos. La comunidad científica -del mundo occidental- dedicados al estudio de las ciencias de la salud, se basan principalmente en el latín y en el griego, y a partir de ellos tienen un punto de partida. Así pasa con el estudio y la unificación de los términos anatómicos. Pero ambos “proyectos lingüísticos” son desafíos a largo plazo, que llevan el esfuerzo de muchas generaciones y hasta de varios siglos.

La enseñanza de la anatomía debe procurar siempre el correcto aprendizaje y uso de la terminología por parte de estudiantes y profesionales de la salud. Pero en esta tarea también debe considerarse las circunstancias sociales y antropológicas

en las que se vive, para que se documenten e interpreten adecuadamente los relatos de los pacientes, ya que estos se expresarán en los términos populares y tradicionales.

Conclusión

Como resultado de la unión de las civilizaciones indígenas y española, se concluye que se instaló un español americano, mezclando palabras características o propias en cada región. Entre ellas, están los términos anatómicos, populares, que han sobrevivido por más de 500 años y se siguen utilizando en algunas comunidades con una instrucción pública deficiente. Por supuesto que luego se agregaron aportes idiomáticos de otros grupos et- no-culturales como los africanos, los chinos y los anglosajones. De esta manera, se realiza la “construcción colectiva” del lenguaje que utilizamos, abarcando tiempo, lugar y grupos sociales.

Este trabajo investigativo pretende identificar, recopilar y describir los términos anatómicos vernáculos, folclóricos y aún vulgares generados y utilizados por las comunidades históricas asentadas en la región de Centroamérica. La finalidad es compilar e inventariar el repertorio o léxico anatómico popular de Costa Rica y que pueda ser de utilidad en otros proyectos de investigación lingüística más amplios.

Finalmente, en la atención hospitalaria de estos pacientes, el profesional de la salud debe realizar en su actividad diaria un tremendo ejercicio de interpretación que dificulta el diagnóstico de la enfermedad. Estos términos anatómicos populares

utilizados por un desconocimiento de los términos científicos básicos, por un lado, influyen en los mitos y prejuicios de la gente; y por el otro, afectan la preservación y la recuperación de la salud tanto individual como pública.

Por último, es importante señalar que los usos de estos términos anatómicos populares dificultan y retardan el uso de la terminología anatómica internacional en los ambientes universitarios y hospitalarios.


Figura 1.
Hispanoamérica. Antes se la denominaba “América Hispana” o “América Española”. Extensa región donde el idioma hablado es el español o castellano. Es evidente la fuerte presencia cultural hispana en el continente americano. Está integrado por 19 países, 11,5 millones de kilómetros cuadrados y más de 400 millones de habitantes


Figura 2.
Costa Rica en Centroamérica. Con una superficie de 51.100 kilómetros cuadrados y una población que supera los 5 millones de habitantes. Una densidad de casi 98 habitantes por kilómetro cuadrado


Figura 3.
Términos anatómicos populares costarricenses. Partes del Ayote (Cabeza).


Figura 4.
Términos anatómicos populares costarricenses. Ratón (Región bicipital); y Reloj, Bomba (Corazón


Figura 5
Términos anatómicos populares costarricenses. Menudos (Genitalia interna; útero, tubas, ovario); Yiroles, Chumicos, Tosteles, Caimitos (Testículos); y Chanchito, Chanchos, Nalgatorio, Tapas, Cabús (Región glútea).


Figura 6
Partes anatómicas del cuerpo humano con términos anatómicos populares costarricenses.

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