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El sujeto migrante en La ciudad que te perdió de Carlos Carrión
Migrant subject in Carlos Carrión’s “La ciudad que te perdió”
Ciencia e Interculturalidad, vol. 30, núm. 01, pp. 128-137, 2022
Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense

Cultura indígena y afrodescendiente

Ciencia e Interculturalidad
Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense, Nicaragua
ISSN: 1997-9231
ISSN-e: 2223-6260
Periodicidad: Semestral
vol. 30, núm. 01, 2022

Recepción: 07 Enero 2022

Aprobación: 14 Enero 2022

Autor de correspondencia: cgsarango@utpl.edu.ec

Copyright © 2008-2018-

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

Resumen: La migración siempre ha estado presente en el ser humano. Desde tiempos bíblicos hasta la actualidad. De ahí que, apoyándonos en los estudios sociológicos, filosóficos, antropológicos y literarios problematizamos, ejemplificamos y se han analizado los principales aspectos que afectan al sujeto migrante en la novela La ciudad que te perdió, del escritor lojano Carlos Carrión. Por lo tanto, este artículo analiza la representación del sujeto migrante en la novela mencionada. Para llevar a cabo este estudio, hemos utilizado una investigación cualitativa que, por tener rango de cientificidad, va a implicar una gran rigurosidad descriptiva de textos afines al tema de estudio. Las categorías analizadas de la novela antes citada, sugieren que, el sujeto migrante ecuatoriano, según la visión europeísta con la codicia y sevicia correspondiente maltratan al migrante; además, son vistos como “seres inferiores” sin derechos, propicios para maltratarlos y vilipendiarlos. Esto a pesar de los múltiples esfuerzos por lograr una anhelada igualdad humana, libre de sufrimiento y humillaciones.

Palabras clave: migración, La ciudad que te perdió, Carlos Carrión, novela, igualdad.

Abstract: Migration has always been present in human beings. From biblical times to the present. Hence, relying on sociological, philosophical, anthropological and literary studies we problematize, exemplify and have analyzed the main aspects that affect the migrant subject in La ciudad que te perdió novel, by the writer Carlos Carrión. Therefore, this article analyzes the representation of the migrant subject in the aforementioned novel. In order to carry out this study, we have used a qualitative research that, due to its scientific nature, will imply a great descriptive rigor of texts related to the subject of study. The analyzed categories of the aforesaid novel suggest that, according to the Europeanist vision, the Ecuadorian migrant subject, with the corresponding greed and severity, mistreats the migrant; in addition, they are seen as “inferior beings” without rights, propitious to mistreat and vilify them. This despite the many efforts to achieve a longed-for human equality, free of suffering and humiliation.

Keywords: migration, La ciudad que te perdió, Carlos Carrión, novel, equality.

I. Introducción

Carlos Carrión[2] ha escrito algunas de las mejores novelas y de los cuentos más significativos de su generación. El deseo que lleva tu nombre y Una niña adorada ocupan ya un lugar de importancia en el panorama de la narrativa ecuatoriana actual y, muchas de sus creaciones, llevan la impronta de un extraordinario narrador. Las características esenciales del relato de Carlos Carrión: su profundo sentido del humor, a veces, un tanto ácido (la ballena en el río Malacatos de un cuento suyo es paradigma de diversión por su gracejo, hilaridad y absurdidad). Su desenfado para decir las cosas, incluso las más escabrosas, y hacerlo de manera chispeante y efectiva (una mujer que tenía obsesión casi amorosa por los cerdos que criaba, en una de las novelas). La libertad enorme para incluir el mundo de la realidad en la ficción y viceversa, quizá a la sombra de Borges, tan dado a estos juegos de ingenio. Así mismo, nombres de literatos ecuatorianos signan a los personajes de Una guerra con nombre de mujer. Como lo señaló con acierto Hernán Rodríguez Castelo: “maneja con libertad, humanidad y sensualidad, lo erótico” (Rodríguez Castelo, 2014, p. 2).

¿Quién me ayuda a matar a mi mujer?, uno de sus mayores éxitos de librería, exhibe con gracia y, a ratos, con audacia extrema, todos los rasgos señalados y muchos más: “excelente manejo del lenguaje, fluidez narrativa, sentido del suspenso, virtuosismo para emplear los recursos novelescos, y uno que otro toque de realismo mágico, todo lo cual, hace de esta novela una obra estética realmente lograda” (Dávila Vázquez, 2020, p. 1). La anécdota del estudiante que va a España y se enamora de una muchacha encantadora que, con el paso del tiempo, se volverá una gorda terrible a la que Ulpiano, el protagonista, quiere hacer desaparecer en un juego literario en el que los lectores participan de un modo casi cómplice. “Los ingeniosos gags que despliega el narrador recuerdan aquellos filmes ingleses de humor negro, al estilo de Cómo matar a un tío rico que, además de regocijantes, sorprendían a cada momento”. (Dávila Vázquez, 2020, p. 1). Pero la historia del amor recuperado con Johana, la mujer que se libera de sus ataduras burguesas y se entrega a una pasión sin límites, pone de relieve el acusado y a veces subido erotismo en esta creación, cuya lectura dejará, de eso estoy seguro, en quienes se aproximen a ella sin prejuicios, una grata impresión.

La lectura de la novela del escritor lojano, a punto fijo, desternillará de risa al leer sus páginas. Déjese por la música del saxo apasionado de ese Ulpiano que parece salido de las páginas de Novecento de Alessandro Barico, y su continuo tributo al jazz. Acompañe a María Rosa, la jovencita enamorada, que burla cuanta barrera se opone a sus afanes amorosos, con inaudita audacia, para terminar convertida en la arpía que ensombrece la existencia de su marido. Siga la peripecia, entre sentimental y carnal de Johana. Y asómbrese del ingenio admirable y el verbo certero constantemente desplegados por el autor.

La relatística madura y mejor lograda de Carlos Carrión es la serie de novelas sobre la migración: La utopía de Madrid y La mantis religiosa son novelas que nos asombran, nos entretienen, nos ponen a cavilar en la vida y sus avatares. El tercer título de esa saga, La ciudad que te perdió es, según nuestro leal saber y entender, la novela cumbre de nuestro autor: en ella se observa el dramatismo que viven sus personajes: el abandono y la desesperanza, acompañados de la melancolía por dejar la querencia, la añoranza por el ser querido ausente y distante. No es dado entrever la maestría y solercia con las que trata estos temas tan sensibles.

Su novela, en pocas palabras, deviene en himno novelado de las causas y consecuencias que genera la emigración en el sujeto ecuatoriano. Como lo dice el mismo autor, “es un relato testimonial que revela historias de vida, los dramas y vaivenes de tantos emigrantes ecuatorianos, especialmente, lojanos” (Carrión, 2021, p. 1).

II. Desarrollo

Centrándonos en la novela La ciudad que te perdió publicada en enero de 2021 por la editorial SK, la ficción está protagonizada por una joven pareja de odontólogos, quienes, luego de conocerse en la universidad, deciden casarse. Posteriormente, se establecen en la ciudad de Loja. Aquí nace su hija Clarita. Después del nacimiento de su hija comienzan los problemas económicos para la pareja, por lo que Tatiana decide emigrar a Madrid en busca de mejores días, originándose, desde ese momento, las principales dificultades insolubles para la familia. Primero, con las sospechas de traición de Tatiana, la misma que es confirmada por Miguel, hermano de Rolando. Después Rolando arregla su viaje a Madrid con su hija Clarita para tratar de reconquistar a su esposa. Desde este instante la secuencia narrativa da un vuelco de 180 grados, puesto que comienzan los sinsabores para Rolando y su hija Clarita. En primer lugar, surge el deseo desenfrenado por reconquistar a Tatiana. Luego, la pérdida de la potestad sobre su hija y, al final, el deseo utópico de Rolando de volver estar juntos, como familia otra vez.

Pero, antes de continuar, se convierte importante definir qué es la migración. Para ello, nos servimos de la definición otorgada por Fausto Aguirre (2021):

Llámese inmigración, emigración, migración, todo ello constituye un movimiento de los miembros de la familia, más aún en sociedades tercermundistas como la nuestra donde la ausencia de trabajo, la falta de recursos económicos nos impide sino todo mucho, especialmente, el desgajamiento de la familia. Si no es ella esposa-madre, es el marido, esposo, padre que se ven obligados a salir de su terruño de habitación cotidiana a cualquier otra ciudad del país o fuera de él a buscar trabajo en procura de lograr una subsistencia de la familia. (p. 22)

La ciudad que te perdió gira alrededor de varios ejes temáticos, pero, sin duda alguna, el más importante es el de la migración. El autor de la novela antes mencionada, bucea en la profundidad de este tema, lo explora, recrea y examina a fin de presentar esta problemática que aqueja a la sociedad humana desde sus mismos orígenes. En el relato novelesco se aprecian los tratos discriminatorios que reciben los “inmigrantes”. Además, denota la nostalgia que viven sus personajes por haber dejado atrás su terruño, en busca de un mejor porvenir:

Al Retiro vamos la mayoría, agrega; más que nada ecuatorianos, para sentirnos numerosos, nostálgicos, ilegales. Allí se ven los matrimonios separados por la semana de trabajo y por la vida, los amigos, los amantes. Allí comemos chanfaina, fritada, tamales, encebollados, plátano frito, choclo con queso. Allí bebemos mandrakes, morocho con leche, escuchamos pasillos de Jota, jugamos fútbol, voli. (Carrión, 2021, p. 118)

Podemos apreciar el sentimiento de desarraigo que sienten los conciudadanos ecuatorianos cuando se alejan de su patria. El simple hecho de compartir una comida, reunirse, conversar, es parte de sentirse vivos, más allá de estar separados físicamente de su país, familia y demás. Al respecto, según palabras de Javier Murillo (2009) “ellos nos ven a nosotros los migrantes como poca cosa, pero lo que no toman conciencia es que reciben lo mismo de Europa que los ven también como inferiores” (p. 29).

En la novela de estudio, Carlos Carrión se sirve de ciertos recursos, tales como: el humor, la sátira y la ironía para mostrar las innúmeras penalidades que vivencian sus personajes. Ya lo experimentamos en ¿Quién me ayuda a matar a mi mujer?, La utopía de Madrid y La mantis religiosa. En la novela que nos ocupa vemos cómo su autor pone de manifiesto algunas consecuencias que genera la migración: xenofobia, desempleo, femicidio, infidelidad y, sobre todo, aculturación:

[…] y me explicó que eso hacía la migración con todos. Subrepticiamente, le iba añadiendo a uno capas de extrañeza, que empezaban quizá con la distancia con respecto a los suyos, con el uso de palabras ajenas, libertades, hábitos desconocidos, que la verdad no eran solo eso. De modo que, cuando el alcohol o la soledad lo hacían a uno mirarse a fondo un momento de lucidez, bien se podía decir sin ironía: ¡joder, no me reconozco! Con disgusto y con pena. Mientras tanto, había casos en los cuales la metamorfosis era una desgracia. Y, lo peor, no le molestaba para nada al infeliz inmigrante; al contrario, lo complacía. (Carrión, 2021, p. 35)

Consecuentemente, el autor también critica con explicable acritud algunas lacras purulentas como la corrupción de los representantes del Estado, como tema arraigado en la idiosincrasia ecuatoriana: “Habían ido a la Embajada del Ecuador, en Velásquez 114, aunque el embajador no movía un dedo por ningún compatriota; excepto por los vagos de los hijos de los milicos que estaban en el poder, para buscarles matrícula en la universidad que quisieran” (Carrión, 2021, p. 33).

Para mayor, precisión, según Sarango (2020) “la corrupción es el mayor mal endémico de la sociedad ecuatoriana, es la mácula que allana a un estado” (p. 97). Este problema en la sociedad ecuatoriana es muy común, que inclusive sus ciudadanos, muchas de las veces, lo ven como algo normal, a sabiendas de que, bajo ningún concepto legal, educativo, social, político, etc., es correcto.

Asimismo, el escritor lojano se da tiempo también para criticar al primer funcionario municipal, el autócrata de aquella época en Loja, Ecuador, cuando en un intento de modernizar a la ciudad, al puro estilo distópico de 1984, de George Orwell, se vulneran y conculcan flagrantemente algunos derechos humanos:

Con policías municipales que son el azote de los pobres vendedores ambulantes, y de los mendigos con la venia del obispo que odia verlos vivir gratis en la puerta de las iglesias. A los primeros les roban sus canastos de manzanas, choclos y huevos para repartírselos entre el alcalde y sus compinches, y a los segundos los persuaden de embarcarse en su furgón con embustes de llevarlos a puertas de iglesias más generosas, cuando es para enterrarlos vivos en los asilos más inicuos. Sucede otro tanto en el mercado mayorista con las verduleras informales, con la salvedad de que contra ellas el alcalde no envía un furgón de embusteros, sino uno de matones armados de garrotes criminales. El objetivo es erradicar su presencia que afea el lugar, feo de nacimiento. Cuando la batalla ha concluido, el alcalde va a ver, con proverbial sonrisa de cínico compacto, quien ha ganado. La sangre de las verduleras tiñe los pasillos de cemento. Él pregunta a sus matones qué es eso y ellos se cuadran y le dicen ¡jugo de remolacha, mi comandante!, y sonríen también. (Carrión, 2021, pp. 44-45)

En esta referencia vemos cómo se vulneran los derechos de los más “débiles” o, simplemente, los rechazados sociales por una cultura capitalista contemporánea. A nuestro criterio, los gobiernos son los responsables de cambiar esta realidad, pero sin duda alguna, a decir de Ángel Felicísimo Rojas (2004):

Los gobiernos tiranos, incapaces, regímenes que cumplían consignas extrañas, sistemas injustos y opresores hicieron de nuestra humana realidad un mundo de dificultades, sufrimientos, pesares, penalidades; poco a poco se sentían confrontaciones. No se respetaba el principio universal de que todos los hombres somos iguales y, como tales, tenemos derechos a un mínimo de comodidades inherentes a la persona humana. La vivencia de estas realidades y las lecturas de autores y obras de pensamiento y doctrina socialista nos llevaron a querer cambiar la situación, que era injusta. (p. 17)

Otro problema presente en la novela en estudio, es la xenofobia que sufren los migrantes ecuatorianos. “Y no me importan ETA, el racismo español, el frío puñetero. ¡Absolutamente nada!” (Carrión, 2021, p. 92). Así asistimos a lo que Yovany Salazar Estrada (2017) resalta como “el proceso de construcción del otro”, para lo cual, el crítico antes mencionado puntualiza:

Una de las más complejas y desagradables dificultades que experimentan los emigrantes ecuatorianos, cuando arriban a los países de destino y mientras permanecen en ellos, es la de ser tratados como los “otros”, los extranjeros, los forasteros, los desechables, los descartables, los sustituibles; por lo mismo se convierten en fáciles víctimas de la exclusión, la discriminación, la explotación, la dominación y el menosprecio por ser portadores de rasgos culturales distintos, que despiertan la desconfianza de algunos nativos. (pp. 181-186)

Este problema es vigente en la población migrante en general. Los actos de racismo son considerados como un acto de odio en donde “la cultura dominante como la marginada, están idealmente localizados para deconstruir las mistificaciones del grupo dominante” (Bakhtin, 1991, p. 94). Por otro lado, Carrión también denuncia al femicidio, un problema social que ha marcado a una sociedad del siglo XIX. En ese orden, el autor de la novela La ciudad que te perdió añade:

A quien pueden los españoles golpear a gusto es a su mujer. Ella va luego a una comisaría con la denuncia, los policías la observan, anotan cuántos cardenales tiene en el cuerpo, el nombre del maltratador y: ¡qué tío más bestia, joder macho y tres cojones! Por el que dirá, lo citan, lo aconsejan como madres a un hijo gamberro y nada más, ¡la pobre tronca quiere ir una vez más a la comisaría a denunciar a su marido y no puede porque ese hombre la ha matado, no te jode!

Y, lo lindo, que los ecuatorianos estaban aprendiendo la lección. Los periódicos han denunciado a un montón por los maltratos. Y hasta por asesinato. (Carrión, 2021, p. 114)

Asimismo, el desempleo es abordado en la novela en estudio:

Y como si yo no supiera, insiste en que Madrid está empedrado de graduados universitarios ecuatorianos y de otros países…y no es arduo imaginar que los senderos del Parque del Retiro sean la prolongación de los pasillos de las universidades sudamericanas, como si hasta aquí condujeran sus planes de estudio y sus fábricas de profesionales formados, desde hace siglos, a espaldas de las reales urgencias nacionales y su desastre económico debido a los políticos ineptos y corruptos, y a la crisis continental. (Carrión, 2021, p. 120)

Llegados a este punto ponemos de relieve el papel de la belleza femenina que configura uno de los núcleos narrativos centrales, base de la trama novelesca. Tanto es así que, el mismo Carlos Carrión, lapidariamente, escribe: “El destino humano es no merecer la belleza” (Carrión, 2021, p. 227). “¡La belleza no es de nadie!” (Carrión, 2021, p. 250). De esta forma, va hilvanando intensas vivencias de amor y desamor, entre Rolando y Tatiana. De hecho, Rolando llegado a Madrid, busca por todos los medios posibles reconquistar a Tatiana: “Que sepa que solo el amor te ha hecho venir detrás de ella, no el rencor ni la venganza. ¡Eso nos encanta a las mujeres!” (Carrión, 2021, p. 55).

En la secuencia narrativa subsiguiente se observan escenas de erotismo que son tratados con mucha gracia y desparpajo por el autor. Para muestra el siguiente botón:

Me dice ¡desnúdate, majo!, y yo al sordo le han dicho. Seguimos sentados en la cama. Mueve los brazos con docilidad, arrullando bajito, entornado los ojos. Para quitarle las bragas, me arrodillo y le beso el vientre. Es un placer doloroso por la probabilidad de que Tatiana también hubiera permitido a las manos de otro hombre, a la boca. Para alejar el rencor de estas ideas o porque el amor arrasa con todos los rencores, la despojo de la última prenda a ojos cerrados y dejo de pensar. (Carrión, 2021, p. 59

Uno de los temas más controvertidos que recrea el autor en la novela es la infidelidad, trauma que dilacera la psicología y emocionalidad del ser humano. Se explaya en las causalidades que la dimanan. Inquiere cómo se vive la pasión desbocada. Examina la culpa que sienten los protagonistas y, hasta cierto punto, la desesperanza que los atenaza por remediar la traición que deviene en drama humano. Sobreviene el escándalo y el castigo que, hoy por hoy, es el pan de cada día entre los seres humanos. La siguiente cita nos permite fisgonear cómo Rolando descubre la traición de Tatiana:

Entonces veo, a no más de seis o siete metros, los metros de la acera una tía que parece Tatiana, que viste como Tatiana, ¡qué es Tatiana! Está en un coche de alta gama descapotable, detrás de otros autos detenidos por el semáforo. ¡No puede ser, Dios mío!, grito con voz de muerto que ni yo ni nadie escucha y un sobresalto que hace derramar la mitad del café en mi pantalón. ¡No puede ser!, repito, pese a estarla viendo con mis propios ojos, con mi propio horror y corazón desaforados. El chofer es un tío de piel aceituna, elegante, risueño. Pelo negrísimo y barba árabe o turca o hindú. Tatiana lleva el anorak blanco, la boina verde agua y la hermosura adorable de su cabeza inclinada sobre el hombro de ese desgraciado, como si no pudiera con su peso de belleza. (Carrión, 2021, pp. 134-135)

Luego del descubrimiento de la perfidia de Tatiana asistimos a la mostración de actos que pueden ser considerados reñidos con la moral conyugal. Sin tapujos, ante nuestros ojos, contemplamos y palpamos la verdadera condición humana. El siguiente diálogo entre Rolando y Tatiana corroboran nuestro aserto:

-¿Dónde dormiste anoche?, le digo, con ira reposada, enfermo de tanto cinismo de puta rozándome. Sin valor para mentirme o cansada de hacerlo, Tatiana: ¡en casa de un amigo! ¿Qué amigo? ¡Un amigo! No encuentro en sus palabras nada que atenúe la desfachatez de haber pasado la noche con un hombre y venir, tan serena, al otro día a hablarme de un amigo, como si fuera un querubín. ¡La miro perplejo! ¡Cómo si no mirara a una mujer, sino a un animal detestable, a una idiota consumada! ¡Solo un amigo, puta de mierda?... Y tú ¡cornudo asqueroso! ¡cornudo desgraciado! ¡cornudo maldito!, me grita con sus ojos anegados en lágrimas… (Carrión, 2021, p. 150)

Adviene el divorcio con las consiguientes tribulaciones y zozobras de Rolando y Tatiana, por las cuales, se les junta el cielo con la tierra, pues están signados por la fatalidad: “Hay hombres condenados a una enfermedad, a un vicio, a toda una vida en la cárcel y otros, ¡a una mujer!” (Carrión, 2021, p. 167). Porque, al fin y al cabo: “la belleza es sufrimiento” (Carrión, 2021, p. 259).

Con cierto sabor a tragedia griega presenciamos la situación límite que vive Rolando. Primeramente, el divorcio que tramita en Ecuador, posteriormente, la disputa legal por el amparo de su hija Clarita. Rolando exterioriza su desconsuelo cuando pierde la custodia: “El juez me arrebata la custodia de mi niña ¡Dios santo! Las lágrimas me corren por la cara mientras escucho que las visitas serán los jueves de tres a cinco de la tarde, sin pernocta” (Carrión, 2021, p. 213).

Cuando le toca separase de su hija y entregarle la tenencia a Tatiana, nos involucramos en uno de los momentos más dolorosos de La ciudad que te perdió:

Son las diez de la mañana cuando llaman a la puerta. El corazón me salta y no puedo respirar. A espaldas de mi niña he arreglado su maletita con sus cosas…mi niña llora y se desespera y aprieta sus pequeños brazos alrededor de mi cuello hasta hacerme daño. Yo también tengo la cara arrasada por las lágrimas y busco fortaleza donde no tengo sino desolación… Forcejeamos un rato: yo intentando entregarle a Clarita y ella [Tatiana] intentando desprenderla de mí, mientras mi niña sigue aferrada a mi cuello y gritando que no la abandone, por fa, papito. (Carrión, 2021, pp. 215-217)

Esta dura realidad es la que viven las familias ecuatorianas cuando migran al extranjero, especialmente a los países europeos; lamentablemente, la separación familiar es una de las múltiples consecuencias que genera la migración.

III. Conclusiones

A modo de conclusión, en La ciudad que te perdió convergen una serie de personajes que actúan en el relato y sirven para crear una ficción novelesca a veces casi autobiográfica. Vemos el actuar de Rolando y Tatiana, quienes protagonizan esta apasionante historia. Además, podemos apreciar algunos personajes secundarios como Clarita, la hija amada de Rolando. Miguel, su hermano mayor que vive en Madrid, partícipe y culpable quien advierte a Rolando del engaño de Tatiana. Lucy, la cuñada bonachona que intenta sosegar los ánimos crispados entre Rolando y Tatiana. Miguicho, el primo de la misma edad de Clarita. El Vengador, Hernán, el Bróder, José Luis, Loli y Lucy son los cómplices de Rolando en su piso de Madrid, donde suceden muchos episodios jocosos entre Rolando y Terelu Alvar, su segundo amor en Madrid.

El sentimiento de desarraigo siempre está presente en el migrante ecuatoriano. Además, como lo afirma con tanto acierto Carlos Carrión, el sujeto migrante ecuatoriano pierde su identidad, se sumerge en una aculturación precipitosa, llegando inclusive a utilizar giros dialectales muy propios de los españoles, para muestra, así lo podemos corroborar en los múltiples diálogos de la novela, en donde, la metamorfosis, es casi natural.

Asimismo, a través de la novela estudiada nos sumergimos cognoscitivamente en el dolor, anonadamiento y desamparo de los emigrantes ecuatorianos y, fundamentalmente, lojanos. El protagonista Rolando así lo patentiza:

La pérdida de mi mujer y mi hija, mi patria de hombre; la de mi identidad, mi ración de belleza cotidiana, mi utopía, mi vida. Una pérdida semejante a la de Atahualpa, la noche del 29 de agosto de 1533, en Cajamarca, que me deja sin nada ni nadie en este mundo. (Carrión, 2021, p. 214)

La novela La ciudad que te perdió nos permite reflexionar sobre las múltiples facetas que genera la emigración. Nos hará llorar, pero también sonreír, con las vicisitudes de la emigración, habida cuenta de que, como lo dice Carlos Carrión: son relatos testimoniales de vida del fenómeno migratorio que suponen otra forma de conocimiento más profundo y humanamente enriquecedor porque llega hasta el tuétano de esta realidad vital.

Finalmente, en el relato analizado asistimos a diferentes problemas que viven los migrantes ecuatorianos, desde xenofobia, desempleo, femicidio, infidelidad, aculturación, entre otros. Dicha realidad lacerante nos invita a reflexionar estos problemas sociales muy actuales, los cuales son muy estudiados por diferentes ciencias, siendo que, hemos intentado analizar dichas dificultades desde el punto de vista literario, tratando siempre de crear conciencia y generar espacios de diálogo que permitan ahondar en este tema, afín de cuentas, como un paliativo muy necesario.

IV. Lista de referencias

Aguirre, F. (2021). La ciudad que te perdió, ¿por qué el asesinato o la muerte del amor? Lo

Bakhtin, R. (1991). Bakhtin, Polyphony, and Ethnic/Racial Representation. Lester D. Friedman, ed., Unspeakable Images. Ethnicity and the American Cinema, Urbana: University of Illinois Press

Carrión, C. (2021). La ciudad que te perdió. Loja: Editorial SK.

Dávila Vázquez, J. (2020). Comentario a Carlos Carrión, “Apuntes de un gran escritor”. Consultado el 12 de diciembre de 2021. https://www.facebook.com/210604925660569/posts/3101670463220653/

Murillo Muñoz, J. (2009). Rostros de la migración. Experiencias comentadas de inmigrantes colombianos y ecuatorianos en España. Bogotá: Códice.

Rodríguez Castelo, H. (2014). Reseña de la novela ¿Quién me ayuda a matar a mi mujer? de Carlos Carrión. El Conejo.

Rojas, Á. (2004). Curipamba: novela. Obras completas. I. Volumen 2. Novela. Edición de Fausto Aguirre (Loja, Universidad Técnica Particular de Loja).

Salazar Estrada, Y. (2017). Xenofobia y racismo en contra de los emigrantes representados en la cuentística ecuatoriana. Revista Científica ECOCIENCIA, n° 6. (2017): 1-20. https://doi.org/10.21855/ecociencia.46.55.

Sarango, C. (2020). La dignidad humana en Curipamba de Ángel Felicísimo Rojas. Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico., (11), 93-10

Notas

2] Carlos Carrión (Loja, Ecuador, 1944) es doctor en Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Sus obras más valiosas son El más hermoso animal nocturno, El corazón es un animal en celo, El amante sonámbulo, El deseo que lleva tu nombre, Un aniña adorada, ¿Quién me ayuda a matar a mi mujer?, Una chica dormida en un caballo, La utopía en Madrid, La mantis religiosa, Un bacán en Nueva York, La ciudad que te perdió, Dos aves migratorias, La vedet de la calle Valverde, El tren de los amantes. Ha obtenido los premios Universitarios Virgen del Carmen de Zaragoza, José de la Cuadra, Joaquín Gallegos Lara, Pablo Oalacio, Miguel Riofrío, Latin Heritage Foundation. Ha sido finalista del premio Herralde de novela y ha merecido la presea Isabel la Católica, Medina del Campo, Valladolid. Cuentos suyos han sido traducidos al inglés, hebreo y chino mandarín

Notas de autor

1] Doctorando del Programa de Doctorado en Filología. Estudios Lingüísticos y Literarios de la UNED. Máster en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad de Barcelona. Profesor del departamento de Filosofía, Artes y Humanidades de la Universidad Técnica Particular de Loja.

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