Educación
Recepción: 29 Marzo 2022
Aprobación: 05 Mayo 2022
Resumen: Este artículo* refleja los resultados del estudio conducido con estudiantes de doctorado sobre las dificultades que enfrentadas durante la escritura de su tesis doctoral. Tiene como propósito conocer, desde la perspectiva del estudiantado, las dificultades que enfrentan a lo largo de este proceso. Es un estudio cualitativo que emplea un cuestionario de preguntas abiertas como herramienta para la recogida de información. Existe evidencia para sostener que la mayor dificultad que enfrentan es articular familia, trabajo y tesis y que el empleo es determinante para el sustento de la familia y pago de estudios resultando más fácil abandonar la tesis.
Palabras clave: asesoría, dificultades, doctorado, investigación, requisitos, tesis.
Abstract: This article contains the results of a qualitative study conducted with doctoral students of four universities about the difficulties faced during the thesis writing process. It had as main goal to know the students´ perspective regarding the factors that affect thesis writing. For the collection of data, we used an open-ended questionnaire. The results support that to maintain a balance among family, job, and thesis is the most complex of the difficulties faced by these students, and that job is fundamental to support family and studies, turning easier to set aside the thesis but not the job.
Keywords: advise, difficulties, doctoral program, research, requisites, dissertation.
INTRODUCCIÓN
Las universidades en su afán de desarrollo y propuesta de un aporte substancioso a la sociedad se preocupa día a día por presentar ofertas formativas a la sociedad para responder de una forma u otra a las múltiples problemáticas que aquejan a sus países. Por centurias ya, las universidades han venido ofreciendo titulaciones de grado conducentes a licenciaturas, másteres o doctorados. Este último, lo proponen universidades con la intención de ofertar estudios del más alto nivel que pudieran tener un reconocimiento, de ser posible, internacional. Reconocemos el proceso de aprendizaje que encierra investigar y redactar una tesis por lo tanto nos interesamos en conocer la forma en como la construcción de la tesis doctoral forma al tesista como investigador y productor de nuevas teorías y conocimientos; sin embargo, prioritariamente, nos interesa conocer las dificultades que enfrenta el estudiantado durante todo este proceso, pero considerado desde las voces mismas de quienes cursan esos doctorados y construyen esas tesis. Escucharles y valorar sus aportes permitiría a los programas y universidades contar con masa crítica suficiente para hacer mejoras y abordar esas dificultades de tal forma que la experiencia de hacer un doctorado y redactar la tesis correspondiente, sean aprendizajes significativos y para toda la vida. En este estudio, hacemos una revisión sistemática de la información disponible en estudios y escritos previos y nos enfocamos a identificar y definir las diferentes dificultades presentes en los estudios para luego compararlas con las identificadas, descritas y valoradas por el estudiantado de doctorado que participó en el estudio, pudiendo así establecer una discusión que permite llegar a algunas conclusiones. Resaltamos que nadie mejor que el alumnado participante para revelarnos esa realidad que se vive mientras se escribe la tesis doctoral.
MARCO TEÓRICO
El estudiantado de doctorado se enfrenta constantemente a situaciones que se convierten en problemas, si los mismos no son atendidos a tiempo y de forma coherente porque inhiben el trabajo y ralentizan la concreción de su investigación, reflejada en una tesis o disertación doctoral. La bibliografía disponible apunta a diferentes dificultades que se van enfrentando a medida se avanza en este proceso formativo-investigativo. A partir de las orientaciones de Jiranek (2010), organizamos estos factores de acuerdo con los requisitos de ingreso, características personales, económicas, capacidades y habilidades. Además, identificamos dificultades relacionadas con la institución referida a la asistencia, dirección, asesoría, tutoría o supervisión con que debería contarse al hacer un doctorado y las relacionadas con condiciones, recursos y medios disponibles por parte del programa.
Requisitos para Ingreso
Los programas de doctorado normalmente hacen una selección del estudiantado donde se exigen algunas características y capacidades de índole personal y académico. Indirectamente, aceptar a todo aquel que aplique sin asegurarse que cuenta con algunas competencias mínimas puede tener incidencias en la culminación o no de las tesis. Estudios anteriores señalan lo importante de determinar exhaustivamente estos criterios, requisitos y méritos (Jiranek, 2010) que presenten los candidatos para su futura selección al programa de doctorado. Sinclair (2004) señala que, en ocasiones, la selección de candidatos a los programas de doctorado no es tan riguroso con la exigencia de todos los requisitos descritos, asumiendo que se terminan aceptando a todos los pre-registrados, ya sea porque no se tienen suficientes aplicantes para dar inicio a ese curso o porque se debe cumplir con los tiempos. Diferentes universidades han recomendado que deben de exigirse requisitos más elevados y deberían practicarse mejores criterios para seleccionar a los estudiantes de doctorado (Manathunga, 2007 y Ahern & Manathunga, 2004). Esto ayudaría a mejorar los niveles de eficiencia terminal y aseguraría que el alumnado completarán su programa y presentarán sus tesis a tiempo (Rodwell & Neumann, 2008). En esa misma línea, Castro et al. (2012), enfatizan la importancia de seleccionar apropiadamente al estudiantado que hará estos estudios de doctorado. Adicionalmente, encontramos que Sinclair (2004) sostiene que desde la perspectiva de los supervisores o directores de tesis, uno de los problemas que más incide para culminar la tesis a tiempo es la selección misma del estudiantado. Adicionalmente, cuando no se culmina la tesis ni se titula posteriormente al ritmo esperado en los programas, puede revertirse negativamente en los actuales aspirantes o nuevo estudiantado, quienes al escuchar o compartir las vivencias del actual alumnado, se desmotivan y desorientan (Kohun & Ali, 2005; Hawlery, 2003; Lovitts, 2001; Bowen & Rudenstine 1992) llegando al extremo de abandonar, por no visualizar los beneficios que representa toda la inversión y esfuerzo que realizan.
Los desafíos de ingresar a una nueva cultura académica y enfrentar nuevas formas de escribir (Aitchison & Lee, 2007 y Chanock, 2004), muchas veces frustran los esfuerzos de un sinnúmero de personas que se han aventurado en este proceso de construcción de tesis desconociendo la disciplina o área del conocimiento. Estas situaciones pueden llevar a extremos de desorientación causada por intentar trabajar en un campo en el cual se tiene poca experiencia y se conocen escasos referentes (Delamont y Atkinson, 2001 y Carlino, 2012). También, puede ocurrir que este alumnado, al no desarrollar las competencias exigidas por la nueva cultura académica, experimente sentimientos y sensaciones que les inhiban a concentrarse en la investigación llegando al extremo de aislarse (Kohun & Ali, 2005) y, consecuentemente, abandonar su proyecto.
Un doctorado, como el grado académico más alto al que un individuo pudiera aspirar, representa una inversión en la que se ponen en juego: la persona misma, su familia, sus recursos y condiciones económicas, su vida social y su tiempo de ocio. No obstante, hacer un doctorado puede ser de mucha gratificación y satisfacción, este proceso requiere el cumplimiento de una serie de requisitos, la consolidación de habilidades y capacidades aprendidas previamente y el desarrollo de nuevas competencias que certificarán la formación esperada en este nivel formativo. Desde la decisión misma de llevar a cabo estos estudios, el estudiantado va enfrentando una serie de vicisitudes y dificultades que aumentan a medida avanzan en sus estudios. Muchas de ellas tienen que ver con exigencias de orden muy personal y nos referimos a hábitos, actitudes, conductas, disciplina, organización, finanzas, situación familiar, de salud, entre otras. Asimismo, se requieren competencias analítica, sintética, investigativa, de lectura comprensiva, escritura, que son fundamentales para la realización de un trabajo a este nivel.
Desde esta perspectiva, existen requisitos que se anidan en el escenario profesional o trayectoria del candidato como ser el contacto con la literatura, la cultura de lectura, experiencia analizando y procesando información, familiaridad con especialistas y referentes que abordan la temática (Matsuda y Tardy, 2007) y el hábito de escribir y exponer ideas de manera fundamentada (Carlino, 2012), cuya carencia convierten este proceso formativo en una dificultad inminente. Al no contar con estas competencias, habilidades y destrezas, el estudiantado de doctorado se esfuerza llegando a niveles de exigencia personal extremos (Manathunga, 2007), pudiendo sobresaturarse por la escasa capacidad de organización y planificación con que cuentan, manifestando otras conductas relacionadas con sentimientos de vulnerabilidad y ansiedad, frustrando el progreso en el trabajo de tesis (Carlino, 2012), optando finalmente por abandonar.
Indudablemente, se asume que los estudiantes universitarios saben escribir y por consecuencia, el colectivo de profesionales que hacen un doctorando, lo deberían hacer mejor que en cualquier otro de los niveles previos. No obstante, la tesis doctoral conlleva a la producción retórica de un nuevo género que requiere una distinta forma de escribir (Carlino, 2012: 217). El desarrollo de ese nivel de escritura es producto de un dominio conceptual y metodológico en la materia, permitiéndoles generar una manera propia de expresar sus ideas y conformar su propia identidad académica. En este sentido, Colombo (2014) sostiene que los “(…) doctorandos construyen un repertorio de estrategias para llevar a cabo en forma exitosa las demandas escriturales a la vez que desarrollan su identidad académica (…)” (p.2). Sin embargo, según Carlino (2012), el proceso de escritura a este nivel debe ser algo más que una forma retórica y práctica comunicativa coincidiendo con los argumentos presentados por Flower (1979) y Hayes & Flower (1986) en este sentido, quienes insisten que se debe tener la exigencia de una producción académica.
Exigencias de Tiempo y Económicas
Hacer estudios de doctorado requiere una inversión muy seria de tiempo por parte del estudiantado, razón por la cual, las universidades destinan parte de su presupuesto a la concesión de becas o asistencias a fin que este alumnado pueda concentrarse esencialmente en su investigación (Rodwell & Neumann, 2008; Sinclair, 2004; Tinto, 2003 y Lovitts & Nelson, 2000). Estudios realizados en Reino Unido, Australia y Estados Unidos revelan que las universidades caracterizadas por sus investigaciones tienen un porcentaje más alto de compleción de las tesis y programas de doctorado que las que no lo son (Sinclair, 2004). De la misma forma, el autor sostiene que en estas universidades, 69% de los estudiantes de doctorado son becarios o tienen fondos provenientes de investigación, ayudando significativamente a concentrarse en sus investigaciones y compleción de sus tesis.
La literatura disponible sostiene que los estudiantes que cuenta con una ayuda financiera de investigación o permanecen como becarios de alguna facultad o departamento tienen a terminar su tesis en menor tiempo que aquellos que auto financian sus estudios (Jiranek, 2010 y Green & Usher, 2003). Para ejemplificar, Jinarek (2014) reporta que de los 302 estudiantes que recibieron beca en la Universidad de Adelaide (Australia), “(…) el tiempo promedio entre su graduación previa y finalización del doctorado fue de 4.7 años, entretanto 74 estudiantes que no recibieron beca requirieron un promedio de 6.1 años para completar[la]” (p.10). Además, la preocupación es que aun gozando de beca, no se tiene asegurada la culminación de estos estudios tal como ocurre en España en los programas de formación del profesorado universitario (FPU) y formación del personal investigador (FPI) de los cuales, el total de titulados de doctorado no supera el 50% (Buela-Casal, Guillén-Riquelme, Bermúdez & Sierra, 2011).
Sin embargo, la realidad de este estudiantado de doctorado, en un elevado porcentaje, es que conforman una población muy peculiar que difícilmente puede atender de forma exclusiva sus estudios. Son personas que trabajan para autofinanciarlos y mantener, asimismo, a sus propias familias y obligaciones y, que además, laboran en organizaciones o empresas que ya establecen sus exigencias. Consecuentemente, atender todas las responsabilidades viene a convertirse en una situación con la que se enfrentan en su diario vivir.
Asistencia Profesional y Personal Calificado
Puche (2015) sostiene que las personas que dirigen, supervisan, tutoran o asisten en el desarrollo de una tesis doctoral son piezas fundamentales para la culminación de la misma; sin embargo, las universidades carecen de personal que pueda dedicarse exclusivamente a estas tareas o infravalora este trabajo en quienes lo realizan volviéndolos apáticos a esta necesidad. Aun cuando, el hecho que los estudiantes de doctorado no logren culminar sus tesis representa un coste enorme para ellos mismos (Jiranek, 2010; Meyer, Shanahan & Laugksch, 2005 y Gurr, 2001), desde nuestra perspectiva, resulta ser mucho más oneroso para la academia e investigadores, así como para las universidades per se (McAlpine & Amundsen, 2008; Prior & Bilbro, 2012, Carlino, 2012). Partimos del hecho que quien dirige, tutora o supervisa una tesis es una persona entendida en la materia y con claridad metodológica para su investigación (Díaz, 2014). Este personal, normalmente y dependiendo de su antigüedad y trayectoria, tiene el privilegio de escoger aquellos a quienes dirigirá o tutorará durante este proceso, asegurándose pupilos en quienes éstos han visto el potencial y tenacidad y que casi aseguran que culminarán el proyecto investigativo. No obstante, esta situación genera un caos dentro de las mismas redes académicas porque al final quedan sin tutoría, asesoría y dirección académica de profesionales de alto nivel aquellos que más lo necesitan, obligando en cierta medida a que el profesor con poca experiencia y menos cualificación, dirija al estudiante que hasta el momento no ha sobresalido en su proceso formativo, en otras palabras: “ciegos guiando ciegos” como se expresaría en lenguaje bíblico.
Pareciera que se pierde de vista que, aun la tesis, es un requisito de graduación que, si bien es cierto, marca la etapa final de un ciclo formativo, debe a su vez ser considerada como esa experiencia vital, afectiva y de oportunidad para identificar nuevos investigadores (Golde, 2000; Ivanic, 2001; Boden et al., 2004; Cadman, 1994; Styles & Radloff, 2000; Vogler Urion, 2002 y Gurr, 2001), es decir que el personal calificado para ayudar en esta dirección debe de entender que se está inmerso en un proceso pedagógico de amplio aprendizaje (Díaz, 2014 y Jiménez-Mora, Moreno & Ortiz-Lefort, 2011) y la tesis es la culminación de ese largo proceso. Quien dirige deberá provocar amplios espacios de comunicación (Manathunga, 2007 y Gurr, 2001) para que el alumnado asesorado, dirigido o supervisado no evada ni evite la comunicación fluida y no se produzca el aislamiento personal, incomunicación con el programa, departamento y personal que ofrece la asistencia (Khozaei, Naidu, Khozaei, & Salleh, 2015).
Facilidades que ofrecen los Programas
Muchas de las dificultades que enfrenta el alumnado de doctorado, tienen su origen en los programas mismos, los cuales no ofrecen las condiciones necesarias para que los estudiantes puedan trabajar y completar sus proyectos (Kohun y Ali, 2005; Golde, 2000 y Lovitts, 2001). Adicionalmente, los programas de doctorado deben de facilitar la socialización con el programa mismo, sus espacios, su personal y recursos disponibles para su utilización. Kruppa & Meda (2005) enfatizan que la socialización organizativa del programa es determinante para sentirse incluido y ser parte del programa. Otra condición que debe ofrecerse como facilidad, son líneas determinadas de investigación, entendida éstas como ejes vertebradores con base racional y de continuo ejercicio en la producción de conocimiento (Meyer, Shanahan & Laugksch, 2005 y Agudelo, 2004). Esto facilita la escogencia y delimitación de temas y la asociación directa entre investigadores expertos y estudiantes e investigadores noveles. Esto evitaría la dificultad sentida de asignar profesionales que asesoren, dirijan o supervisen los trabajos de investigación (Tapia-Carlin, Méndez-Cadena, & Salgado-Ramírez, 2016). Adicionalmente, los programas deben generar esa vinculación entre éstos con las empresas y con los espacios de empleo, para asegurar en el alumnado elimine las incertidumbres respecto a las oportunidades que tendrá una vez graduado.
OBJETIVOS E INTERROGANTES DEL ESTUDIO
Este estudio puntualmente buscaba conocer, desde la perspectiva del estudiantado, los factores que limitan la culminación de la tesis doctoral. En ese sentido, identificamos los requisitos exigidos en el proceso de selección; definimos las dificultades enfrentadas por el estudiantado para escoger y delimitar tema y para seleccionar o contar con director o supervisor de tesis; describimos las facilidades con cuentan tanto en sus lugares de trabajo como de parte de los programas y determinamos las mayores satisfacciones y valoraciones del estudiantado respecto a su programa de estudios y proceso de escritura de tesis. Consecuentemente, formulamos interrogantes entre los cuales mencionamos: ¿Cuáles fueron los requisitos que le exigieron en el programa de doctorado?; ¿Qué dificultades ha representado hacer estos estudios? ¿Con qué facilidades cuenta en sus espacios laborales y en su programa de doctorado para poder cumplir con sus responsabilidades doctorales y culminación de tesis? Entre otras.
METODOLOGÍA
En este estudio se invitaron a participar a estudiantes de doctorado de la Universidad de Murcia (UMU), Universidad Nacional Autónoma de Managua (UNAN-M), Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Con las personas que voluntariamente respondieron a nuestra solicitud, se conforma el grupo de participantes. Se aplicaron dos instrumentos: un cuestionario de preguntas abiertas puesto a disposición del estudiantado a través de Google Forms y una entrevista en profundidad conducida con aquellos que así lo solicitaran a través de Skype, Google Talk, video llamada de Whatsapp o entrevistas personales. El tema esencial del cuestionario y entrevista fue las dificultades que enfrentan el estudiantado de doctorado durante el tiempo que construye su tesis. En ambos instrumentos se emplearon las mismas interrogantes. El cuestionario y conducción de entrevistas se realizó desde enero del 2018 a abril del mismo año. Una vez cerrado el periodo de recolección de información, se procedió al análisis correspondiente de la información provista.
El propósito de este estudio es eminentemente descriptivo-explicativo. Buscamos conocer en profundidad, desde la perspectiva de los mismos actores, sus experiencias, dificultades, aciertos, desaciertos, crisis y necesidades durante se trabaja en la tesis doctoral. Se empleó el método de comparaciones constantes (Glaser y Strauss, 1967) para encontrar los significados que daba el estudiantado a las dificultades encontradas en el proceso. En algunos apartados, empleamos el paradigma naturalista para abordar la realidad vista de forma individual entendiendo que cada aspecto analizado se interrelaciona con los demás al conocer el todo de esta realidad en estudio (Guba y Lincoln, 1982) y en la medida de lo posible, analizando individualmente cada caso a través de los grupos de estudiantes (Yin, 1993: Stake, 1978); sin embargo, el objetivo se concretiza a partir de las comparaciones constantes y triangulaciones de los aportes realizados por el estudiantado.
Instrumentos de Investigación
Los instrumentos para este trabajo de investigación se clasifican en tres grupos: 1) de recogida de información, 2) de organización de la información y 3) de análisis de la misma. Para la recolección de información se emplearon cuestionarios con preguntas abiertas, instrumento validado a través del juicio de cinco expertos de cuatro universidades. Una vez recogidas las valoraciones de cuatro de los cinco expertos, se procedió a redefinir algunas de las preguntas planteadas, agregar elementos que no se habían contemplado y establecer la relación directa entre los interrogantes y los objetivos del estudio. Se redefinió el instrumento considerando estas valoraciones y se presentó en su formato final. El mismo, fue transcrito en Google Forms para hacer la aplicación del mismo en línea. Se realizó una prueba piloto con doctores y estudiantes de doctorado de tres universidades para culminar la validación y facilidad para almacenamiento en la base de datos de Google Forms. Culminado el proceso de prueba y validación, se procedió a enviarlo a los participantes del estudio que habían manifestado su interés de participar en el mismo. Se le envío correo a 32 personas entre recién graduadas, que ya habían depositado pero no defendido la tesis y las que estaban trabajando en ella, de las cuales respondieron 17, conformando el grupo de participantes. Para organizar la información se emplearon tablas matrices (LeCompte, 1995), una codificación para mantener el anonimato de los participantes y la categorización (Glasser & Strauss, 1967) permitiendo tener claras las unidades de significado para comparación y triangulación. (ver Tabla 1).
La codificación o nomenclatura empleada, última columna de la tabla anterior, fue definida para mantener el anonimato de los participantes pero claridad para el investigador al momento de procesar la información por centro y por cada participante. U para la universidad, número cardinal para establecer el orden en que participaron los centros educativos y el alfabeto (A-Z) para establecer el orden de cada participante.
Las categorías iniciales consideradas para el estudio fueron: requisitos exigidos para ingreso al programa, escogencia y delimitación del tema de investigación, asesoría-dirección-supervisión, dificultades más sentidas, facilidades en centros de trabajo y facilidades que ofrece el programa; sin embargo, a medida realizamos el análisis emergió el tema de financiamiento y becas, así como el de la familia, trabajo y tesis a los cuales dieron especial interés.
ANÁLISIS Y DISCUSIÓN
Este apartado comienza con la caracterización general de participantes en el estudio; seguidamente, se toman en cuenta las categorías y valoramos los aportes de este alumnado para analizar cada una de ellas, empleando sus propias palabras permitiendo de esa forma que sus voces se escucharan en este estudio (Ver Gráfico 1).
De la UNAH 8, UNAN-M 6, UPNFM 2 y 1 de la UMU. Por otro lado, se contó con la ayuda de dos colaboradoras, las cuales condujeron la entrevista con U1F y enviaron las respuestas una vez culminada la entrevista, asimismo transcribieron los audios enviados por U3B. Del total, participaron diez mujeres y siete varones con edades distribuidas como se representan en el Gráfico 2.
La situación de las personas al momento que participaba en el estudio se distribuye así: 8 de estas (47,1%) ya terminaron todos los módulos y seminarios pero no han entregado la tesis; 7 recientemente graduados (41,2%) y 2 ya entregaron la tesis pero no la han defendido (17.7%). Respecto al tiempo que tienen de estar en el programa: 4 de estas personas (23,5%) tienen entre 4-5 años; 7 entre 3-4 años (41,2%); 4 tiene más de 6 años (23,5%); 1 tiene entre 5-6 años y 1 tiene menos de tres años, ambos con 5,9%.
Requisitos Exigidos para Ingreso
Al analizar los datos reportados por el estudiantado y recién graduados de los diferentes programas de doctorado encontramos que U1A, U2A, U2B, U2C, U2D, U2F, U1C, U1D, U1E, U1F, U1G, U3A y U1H concuerdan que se les exigió contar con el título de maestría y presentar fotostática del mismo; asimismo, participantes U1A, U2A, U1B, U2F, U2G, U1F, U1G, U3A y U1H indican que les exigió un escrito o ensayo sobre el tema a investigar. Una participante, U4A indicaba que en su programa, por ser un doctorado en Educación, era requisito “Tener carrera del área de la educación y asignaturas propias de investigación”. Otro de los requisitos exigidos por los programas de doctorado es la capacidad de pago (U1A, U2C, U1D, U1G y U1H). El aporte de U1A recoge todos estos requisitos expresando que le habían solicitado: “Titulo de posgrado original, documentos personales, breve escrito sobre temática de interés para investigación de tesis, forma de pago de estudios”. El índice académico fue reportado como requisito para U1B, U1C, U1F y la carta de solicitud de ingreso (U2A, U2C y U2G), el dominio de otro idioma lo reflejan U2D y U1E. También se encuentran otros requisitos entre los que citamos: asistir puntualmente a clases (U1H), carta de aval de las autoridades del lugar de empleo (U2C) y experiencia mínima de trabajo (U1C).
Los hallazgos reflejan que para cursar un doctorado en las cuatro universidades, U1, U2, U3 y U4, la persona interesada deberá contar mínimamente con un título de máster o postgrado debidamente respaldado, contar con escrito o pre-proyecto de investigación, demostrar capacidad económica para sufragar los costes y, para U1, U2 y U3, contar con un índice académico en su grado de maestría no menor al 70%.
Al comparar estos hallazgos con otros estudios que abordan el tema de los requisitos encontramos que tanto Jiranek (2010), Ahern & Manathunga (2004), Sinclair (2004) y Manathunga (2005), coinciden que el éxito de los programas de doctorado depende en gran medida de los procesos de selección del alumnado aspirante. En ese sentido, exigir la maestría como requisito académico sin asegurarse de la competencia investigativa y el dominio teórico-conceptual de su campo de estudio, tal cual lo recomiendan Matsuda & Tardy (2007) y Carlino (2012), resulta fundamental para asegurar el éxito en el programa.
Estos doctorados se aseguran que el estudiantado posea capacidad económica para sufragar los costes; no obstante, debería gestionar el suficiente número de becas para que el estudiantado de doctorado puedan dedicarse exclusivamente a su investigación (Sinclair, 2004; Tinto, 2003, Green & Usher, 2003 y Lovitts & Nelson, 2000), de esa forma se aseguraría en gran medida la culminación del proceso investigativo y posterior defensa de tesis y la mejora cualitativa de la eficiencia terminal como lo señalan Lovitts & Nelson (2000) y Tinto (2003). Sin perder de vista que, el contar con beca asegura concentrarse en el estudio pero no necesariamente la culminación de la tesis doctoral (Buela-Casal, Guillén-Riquelme, Bermúdez & Sierra, 2011).
Delimitación e Interés por Tema y Ayuda del Programa
Según el estudio, el tiempo que lleva delimitar el tema de investigación varía de persona a persona, encontrando estudiantado que le tomara apenas un mes hasta personas que ocuparon más dos años para definir y delimitar el tema. El interés por la temática tiene diversas fuentes como su experiencia, sus vivencias, su relación con el trabajo que desempeñaban; asimismo, manifiestan que el programa les ha ayudado orientándoles para la escogencia del tema y su delimitación, proveyendo profesorado para orientar y dirigir la tesis y proveer asesoría en el área metodológica. U1A consideraba que escoger y delimitar su tema de investigación le había llevado: “Mucho tiempo, un par de años!” Comparte que cambió de tema y que su interés: “… provino de la práctica laboral.” Pero que el programa, a través de su asesoría “…ayudó(…) en la delimitación del problema de investigación”. Por otro lado, U4A considera que el programa directamente en nada ayudó para delimitar su tema pero que sus directores han sido fundamentales para orientarle. Detectamos en este aporte la disociación entre la provisión de directores y las facilidades que ofrece el programa.
La literatura existente (Jiranek, 2010; Amundsen, Weston, & McAlpine, 2008; Prior & Bilbro, 2012 y Carlino, 2012) revela que el hecho de contar con un grupo de especialistas para supervisar y dirigir las tesis es un valor fundamental para que el estudiantado culmine sus tesis a tiempo. Además, este personal de alto nivel permite comprender que escribir una tesis doctoral es todo un proceso pedagógico investigativo donde se están formando a los futuros docentes e investigadores (Manathunga, 2002 y Ahern & Manathunga, 2004) y que ayuda a mantener al alumnado concentrado en su proyecto y conectado con el programa.
Tiempo invertido en la tesis
Respecto al tiempo que les llevó, ha llevado o les sigue llevando su tesis doctoral, las respuestas y los tiempos varían de universidad a universidad y de estudiante a estudiante. La persona que menos tiempo ha invertido trabajando en la tesis es U1H (un año y medio) y la que más tiempo ha dedicado a su tesis es U3A (alrededor de 8 años). Parte del estudiantado considera que tener el documento final les llevará dos años (U2A, U2C y U1C); para U2D y U2G dos años y medio; entre tres años y cinco años les ha tomado a U1B, U2B, U2F, U1D, U1G y U4A quienes ya han terminado. En síntesis, el proceso de escritura de tesis no tiene un tiempo definitivo, aunque pudiera ser indicado en las descripciones de cada programa de doctorado, pero el mismo se ve reducido o aumentado dependiendo del tiempo de dedicación, trabajo, planificación y organización de las tareas y compromisos personales, laborales y familiares. Sin embargo, los estudios de Sinclair (2004), Ali & Kohun (2006), Ali, Kohun & Levy (2007), Manathunga (2005) y Castro et al. (2012) consideran el tiempo es un factor fundamental en la compleción de tesis y el estudiantado necesita estar concentrado para culminar su investigación en los tiempos planificados.
Director, Asesor o Supervisor (Asesoría/Tutoría)
El proceso de selección o asignación de la persona para dirigir, asesorar y supervisar el trabajo de investigación tiene varios matices y va desde personas quienes consideran que no cuentan con esa guía y que el programa no ha ayudado en nada, hasta personas que valoran que fue un proceso sencillo y se contó con todo el apoyo por parte del programa. Adicionalmente, encontramos que el tiempo empleado para este proceso va desde una sesión hasta un año y medio para poder seleccionar a esa persona. Valorando los aportes, para U1A, U2A, U2C, U2F, U1D, U1G y U3A, el proceso ha sido difícil llegando al extremo de no contar con la persona asesora todavía, de haber tenido que cambiarlo por falta de afinidad o por escaso dominio del tema. También, U1G considera que no se entiende el proceso a seguir para que le sea asignada esta persona. U2A claramente se quejaba diciendo: “No cuento con un director de tesis, no he recibido apoyo por parte del programa.” U1D coincide con la situación anterior agregando: “El tema de director de tesis es complicado, realmente hay muy poco apoyo en ese tema.” o como lo hace U2C quien dice: “En mi caso, aunque se me asignó el tutor, este no trabajaba en la línea de educación y hubo serios problemas de comunicación, por lo cual no recibí el apoyo suficiente.”
No obstante, existen casos particulares que reflejan detalles que valen la pena resaltar: U2C expresaba que al enviar sus avances las reacciones desde la asesoría era que: “…debía consultarle primero, por si disponía de tiempo para atender a mi trabajo.” O el caso de U1C quien sostiene que fue algo difícil porque se excedían en la comunicación vía internet perdiéndose “ricas discusiones” o generándose “malos entendidos”; asimismo, considera una dificultad “El limitado tiempo de los asesores y a veces su forma de tratar (…)”, situaciones que han obligado al cambio de tutor. Pero también hay casos como U3B quien no ha contado con un asesor que le guíe y considera que cada estudiante: “(…) debe tener un asesor que lo acompañe, que no fue mi situación y por eso fue más complejo.”
Existen estudios que dan especial importancia a la figura del supervisor, director o asesoría de tesis (Amundsen, Weston, & McAlpine, (2008); Prior & Bilbro, 2012 y Díaz, 2014) asegurando que contar con estas personas, facilita la situación generando confianza y seguridad en el estudiantado; contrariamente, si el personal es escaso para esta tarea, los estudiantes se desmotivan y se termina recurriendo a personas con escasa trayectoria en esos campos particulares de estudio.
Dificultades más Sentidas al Escribir Tesis
Las dificultades más sentidas por los doctorandos son varias y van desde la forma de escribir (U1A y U1B), hasta la conformación científica del trabajo, pasando por la organización (U1B y U2B), consistencia o coherencia interna (U2C y U2B), delimitación del tema, falta de tiempo para lectura y escritura (U2B y U3A), comprensión lectora (U1C), limitado equipo y dominio tecnológico (U2G y U1F), falta de asesores temáticos (U1D , problemas de redacción y concreción de ideas puntuales (U1A, U2D, U1E y U3A), escaso dominio metodológico (U1G y U2B), autodisciplina (U1H), la poca experiencia investigadora (U1C, U1F y U3B) y el sentimiento de soledad en que se encuentran (U4A). Esta participante decía: “Lo peor para mí es el sentir que estás sola. Es un trabajo muy autónomo y como tal tiene aspectos negativos: eres tú y tu ordenador. A la hora de escribir es simplemente el tener el día y la motivación para sentarte y que te salgan las palabras (U4A). Adicionalmente, encontramos estudiantado para quien hasta la recolección de bibliografía ha sido una tarea dura, en ese sentido U2C expresaba: “(…) la documentación resulta difícil, solo en la búsqueda en sitios especializados de internet y algunas veces hay problema para el acceso. Se requiere la compra de libros de ser necesario.”
No obstante, la dificultad más sentida por todo el grupo de participantes es la articulación de trabajo diario, la vida personal, la familia y la tesis, llegando al extremo de concebirlo como un sacrificio (U1A y U1B) y algo muy complejo (U2F y U1H), que requiere saberlo balancear, sin descuidar básicamente el trabajo y la familia (U1A, U2B, U2G, U2C, U3A y U1G) porque puede acabar en el divorcio (U2D). Parte del alumnado considera que: el trabajo no se puede sacrificar porque dependen de él tanto para el sustento familiar como para el pago de sus estudios (U1A, U2A, U2B y U2C), resultando más razonable abandonar la tesis por causa del empleo (U2A y U1G). En conclusión, empleamos lo expresado por U4A para quien atender familia, amigos, trabajo y tesis “Es muy sacrificado. Tienes que tener claro que quieres hacerla (…) que te apasione y entusiasme el tema a investigar, si no, no puedes hacerla. Tienes que dejar muchas cosas a un lado para acabarla.” Reflexionando, la literatura existente revela que este alumnado se debería dedicar esencialmente a su investigación (Rodwell & Neumann, 2008; Sinclair, 2004; Tinto, 2003 y Lovitts & Nelson, 2000); sin embargo, el alumnado participante en el estudio tiene características muy peculiares que requieren un balance entre familia, trabajo y tesis sin descuidar los dos primeros. Hasta el momento no se conoce mucho sobre ese tema, pero consideramos que merece una investigación en profundidad y el efecto de ese balance en la culminación de la tesis.
Otras Dificultades Señaladas
Al indagar sobre otras dificultades y satisfacciones que enfrenta el estudiantado que trabaja en su tesis doctoral encontramos: el tiempo y bibliografía disponible, asesoría y buena comunicación con personal asesor, saber concretamente qué se espera de la tesis doctoral, conducción del estudio de campo, dominio metodológico, múltiples responsabilidades de forma simultánea y la inconstancia o autodisciplina. Ejemplificando, U1C, U2B, U2D, U2F, U2G y U1D hacen referencia al hecho de no contar con el tiempo o no poder dedicar el tiempo que requiere la tesis. Para U1C, U1A, U2C y U1E el poco conocimiento sobre metodología de investigación es una dificultad; así como, para U2C, U2B, U2C, U2G y U1F es el no contar con bibliografía disponible sobre el tema o sobre metodología. Por otro lado, U1B considera una dificultad no saber exactamente qué se espera o qué debe contener la tesis. Y en ese mismo sentido, U2B expresaba que su dificultad radicaba en “[c]omprender el enfoque de trabajo de la tesis (…)”. U2C considera una seria dificultad mantener la necesaria comunicación con su directora. Adicionalmente, encontramos dos estudiantes quienes atribuyen la mayor dificultad a condiciones estrictamente personales: U1H expresaba que su inconstancia e indisciplina ha hecho difícil la tarea y U3A señalan que se requiere autodisciplina y competencia investigativa. Concluyendo, las dificultades expresadas son muchas; no obstante, el problema fundamental es que los programas de doctorado han sido propuestos para personas con dedicación casi exclusiva a sus estudios y la tipología de este estudiantado demuestra que eso es imposible para ellos. Los tipos de estudiantado y la eficiencia terminal en los doctorados deberían convertirse en un tema de estudio.
Satisfacciones de este Proceso Formativo
Por otro lado, en relación con la mayor satisfacción que este alumnado ha experimentado a lo largo de sus estudios gira en torno a su evolución personal, científica y profesional. Desde la perspectiva personal, U1B siente orgullo por el tema que investiga; U2B valoraba su aprendizaje y expresaba “(…) sé que quiero hacer y cómo lo quiero hacer”; asimismo, reflejan gran satisfacción por su aprendizaje U1A, U1B, U2C, U2D, U1C, U2F y U4A. Adicionalmente, su evolución científica y profesional entre las mayores satisfacciones lo expresa U1A, U2B, U2C, U1C, U1F, U1G y U4A, para quien también le satisface haber conocido y estar conociendo otras personas, darse cuenta de sus limitaciones y confiar que el doctorado le abrirá mejores oportunidades.
Trabajar en la tesis doctoral, a pesar de los altibajos que la misma contempla, es valorada por U1B como una experiencia fantástica y extremadamente difícil pero conducente a una formación integral. U1A la calificaba como una experiencia de vida que conlleva a la madurez y perseverancia. Para U2C, trabajar en la tesis le desarrolló “(…) amor al conocimiento, compromiso social y trabajo tenaz.” U3C expresaba que haber hecho su doctorado y trabajado en su tesis fue una “experiencia (…) formativa, desafiante y satisfactoria.” Finalmente, U4A agrega que hacer su doctorado y escribir la tesis consisten en un “(…) proceso lleno de miedo, sentir pasión [y] no perder de vista tu meta.”
Sintetizando, escribir la tesis combina, según U2B: “Vida personal, el matador estrés de cumplir con asignaciones de coordinación del trabajo, la planificación y docencia directa, reuniones internas y externas, desvelos madrugadas y trasnochadas”.
Facilidades en Centro de Trabajo y Programa
Las facilidades que prestan las instituciones u organizaciones para las cuales trabaja el alumnado, encontramos expresiones que reflejan mucho apoyo hasta aquellas que consideran que se les han puesto obstáculos y trabas obligando al incumplimiento de sus responsabilidades del doctorado y su trabajo de tesis. Primeramente, encontramos alumnado al cual sus empresas les concedieron algún tipo de beca desde el 50% (U1A, U2C, U2G) hasta 75% (U2B); una persona aplicó a becas propias de investigación para financiar sus estudios (U1E); y otra quien sostiene que recibió facilidades de financiamiento (U1C) pero que al final, fue mayor su deuda porque no pudieron culminar estudios en el término establecido de cinco años. Las organizaciones concedieron permisos para atender los cursos, seminarios y módulos del programa (U1A, U2A, U1B, U2B, U2C, U2D, U2G, U1F, U1G, U3A y U4A); sin embargo, una vez terminadas las sesiones presenciales no tuvieron los permisos necesarios para trabajar en su tesis (U2A y U1B). Adicionalmente, encontramos dos casos en los cuales se refleja que las instituciones en donde laboraban en lugar de presentar facilidades les pusieron obstáculos. U1C expresaba que la Universidad era su empleador y que: “…más bien nos ponían problemas y el apoyo financiero lo cobraron al doble de lo que costó el doctorado (…) Nos imponían más carga académica, no habían permisos para estudiar ni para hacer la tesis.” Al reflexionar sobre este tema, no encontramos mucha literatura existente, pero resultaría interesante conocer el valor que otorgan las empresas a estudios como los doctorados y las formas en que las empresas ayudan o inhiben en la realización de los mismos.
Con relación a las facilidades que pone a disposición el programa de doctorado encontramos parte del estudiantado que valora la atención que recibe a sus consultas (U1A), apoyo bibliográfico (U1A, U1E y U3A), asesoría de tesis (U1A, U2C y U3A) y talleres (U2D y U1F); asimismo, encontramos que para U1G: “El programa no pone muchas herramientas a disposición, en general esto es un esfuerzo propio.” Y hay quienes sostienen que aunque existieran facilidades por parte del programa, las condiciones propias del estudiantado no les permiten aprovecharlos. Para U4A, en alguna medida, el programa ha sido muy duro porque cuando se falta a una tan sola de las reuniones, de los seminarios o talleres, la política de éste es perderlo completamente, viéndose en la obligación de solicitar más tiempo de permiso para poder repetirlos. U3B exponía que el programa de doctorado no ofrece muchas opciones, la bibliografía disponible es escasa y no actualizada, la infraestructura incipiente y las condiciones tecnológicas muy limitadas obligando a agenciarse todo de forma personal.
Las empresas facilitan ayuda al estudiantado de doctorado a través de becas, permisos, cambios de horarios, bibliografía entre otras; sin embargo, no sucede en todos los casos y la universidad “U1” resulta ser la que menos facilidades ha puesto a disposición del estudiantado. Por su parte, los programas de las diferentes universidades facilitan bibliografía, asesoría, apertura a consultas y talleres pero estás facilidades que ofrecen no contemplan las condiciones propias del estudiantado del doctorado, quienes tienen que cumplir con jornadas laborales que les dificulta beneficiarse de estas ventajas por los horarios o restricciones para el uso de las mismas.
CONCLUSIONES
Una vez finalizado el estudio, valorado toda la evidencia e intentando dar respuesta a los interrogantes planteados al comienzo del mismo, nos permitimos concluir lo siguiente:
Respecto a los requisitos o exigencias de las universidades para poder acceder a un programa de doctorado, los hallazgos reflejan que para poder cursar un doctorado en U1, U2, U3 y U4, la persona interesada deberá contar mínimamente con un título de máster o postgrado debidamente respaldado, presentar pre-proyecto de investigación, demostrar capacidad económica y un 70/100 como rendimiento mínimo en estudios previos. En general, existe evidencia para expresar que estos requisitos son necesarios pero no suficientes para asegurar que el estudiantado completará el programa y presentará la tesis doctoral y que se debería ser más riguroso y exigir competencias profesionales y personales propias del alumnado para este grado de estudios como la lectura analítica y científica, escritura y redacción de nivel y experiencia en investigación.
En relación con las dificultades enfrentadas por el estudiantado, los hallazgos reflejan que la mayor dificultad que enfrenta o ha enfrentado este alumnado es coordinar trabajo, familia y estudios obligándoles a establecer prioridades que podrían amenazar la continuidad y persistencia en el programa o la estabilidad misma de las familias. Asimismo, los participantes revelan otras dificultades que van desde el financiamiento de sus estudios, escaso tiempo para dedicarse al trabajo de investigación, la dificultad de no contar con personal para asesoría, dirección y supervisión de tesis, desconocimiento de metodologías de investigación, limitada bibliografía disponible y acceso a fuentes de información, condiciones personales del estudiantado y recursos técnico-tecnológicos que ponen a disposición en los programas pero en horarios y tiempos no accesibles para el estudiantado.
Con referencia a las facilidades que han recibido por parte de las empresas o lugares de trabajo, encontramos que este grupo de participantes aseguran que han contado con permisos para atender sus seminarios, talleres y conferencias, han hecho arreglos en los horarios de trabajo y les han concedido ayudas económicas para el pago de sus estudios; sin embargo, también hay evidencia para pensar que el alumnado que labora en las universidades, tiende a disfrutar de algunas prebendas como préstamos para estudios, licencias sin goce de sueldo pero no becas para dedicación exclusiva a los estudios. Además, el estudiantado que labora en las universidades, revela que la universidad apoya con los permisos flexibilizando los horarios pero solo lo hacen mientras duran los módulos, talleres y seminarios, pero que una vez comenzado el trabajo de tesis, no cuentan con ese tipo de apoyo sintiéndose abrumados por su carga de trabajo que les obliga a dedicarse casi exclusivamente a la docencia.
Sobre el tema de estudio, delimitación y escogencia de la persona que dirige, supervisa, asesora o tutora el trabajo de investigación, los resultados de esta investigación revelan que es fundamental delimitar el tema pero sobre todo contar con esa persona que les oriente de forma puntual, en un ambiente de respeto y de confianza; sin embargo, existen quejas porque estos recursos son insuficientes y el personal es escaso, obligando hasta a atender temas que no son de su especialidad.
En torno a las dificultades más sentidas, señalamos anteriormente que la coordinación familia, trabajo y estudio es lo más difícil y requiere de una magnifica organización y administración de tiempo y recursos para no descuidar ninguno de ellos. Asimismo, el estudiantado refleja como enorme dificultad el no contar con experiencia en el campo que se investiga, escaso tiempo disponible para dedicarse a investigar y situaciones económicas que agobian resultando más fácil abandonar la tesis que el trabajo, porque proveer para el hogar es una prioridad.
Las satisfacciones sentidas por este estudiantado permiten valorar la evolución lograda de forma personal y científico-profesional, el verdadero proceso de aprendizaje en el que participan, la superación del temor e incertidumbre como elementos siempre presentes y que la pasión por ese trabajo permite no perder de vista la meta y coronarlo con la presentación de esa tesis. Finalmente, el proceso que se sigue para construir una tesis no es fácil, ni sencillo pero culminarlo es una fuente que llena de satisfacción no solo a quien la hace sino también a todos aquellos que de una u otra forma participan en ella.
Referencias
Acker, S. (2001) The hidden curriculum in dissertation advising In E. Margolis (Ed.) The hidden curriculum in higher education, pp. 61–77, New York Routledge.
Agudelo, N. C. (2004). Las líneas de investigación y la formación de investigadores: una mirada desde la administración y sus procesos formativos. Revista ieRed: revista electrónica de la red de investigación educativa, Vol.1, No. 1, p. 11. Consultado en octubre 2018 en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2004902.
Ahern, K. & Manathunga, C., (2004). Clutch-Starting Stalled Research Students, Innovative Higher Education, Vol. 28. pp. 237-254.
Ali, A., & Kohun, F. (2006). Dealing with isolation feelings in IS doctoral programs. International Journal of Doctoral Studies, Vol. 1, No. 1, pp. 21-33.
Ali, A., Kohun, F., & Levy, Y. (2007). Dealing with Social Isolation to Minimize Doctoral Attrition- A Four Stage Framework. International Journal of Doctoral Studies, Vol. 2, No. 1, pp. 33-49.
Amundsen, C., Weston, C., & McAlpine, L. (2008). Concept mapping to support university academics’ analysis of course content. Studies in higher education, Vol. 33, No. 6, pp. 633-652.
Andresen, L. (2000). Teaching development in higher education as scholarly practice: A reply to Rowland et al. ‘Turning academics into teachers?’. Teaching in Higher Education, Vol. 5, pp. 23–31.
Buela-Casal, G., Bermúdez, M., Sierra, J., Quevedo-Blasco, R., Castro, Á., & Guillén-Riquelme, A. (2011). Ranking de 2010 en producción y productividad en investigación de las universidades públicas españolas. Psicothema, Vol. 23, No. 4, pp. 227-236.
Carlino, P. (2012), Helping Doctoral Students of Education to Face Writing and Emotional Challenges in Identity Transition. En Castello, M. y Donahue, C. University writing: Selves and Texts in Academic Societies. London (Reino Unido): Emerald Group Publishing.
Carlín, R., Cadena, M. & Ramírez A. (2016). La tesis doctoral como espacio de desarrollo académico, profesional y personal: Creencias de investigadoras. Opción: Revista de Ciencias Humanas y Sociales, Vol. 13, pp. 1001-1027.
Castro, Á., Guillén-Riquelme, A., Quevedo-Blasco, R., Bermúdez, M., & Buela-Casal, G. (2012). Doctoral Schools in Spain: Suggestions of Professors for their Implementation//Las Escuelas Doctorales en España: sugerencias para su implantación a partir de la opinión de profesores funcionarios. Revista de Psicodidáctica, Vol. 17, No. 1, pp. 119-217.
Glaser, B. & Strauss, A. (1967). The discovery of grounded theory. Chicago: Aldine Press.
Golde, C. (2000). Should I Stay or Should I Go? Student Descriptions of the Doctoral Attrition Process. The Review of Higher Education, Vol. 23, No. 2, pp. 199-227. doi:10.1353/rhe.2000.0004.
Green, P., & Usher, R. (2003). Fast supervision: Changing supervisory practice in changing times. Studies in Continuing Education, Vol. 25, No. 1, pp. 37-50.
Guba, E. & Lincoln, Y., (1982). Epistemological and methodological bases of naturalistic inquiry. ECTJ 30, pp. 233–252 https://doi.org/10.1007/BF02765185
Jiranek, V. (2010), Potential Predictors of Timely Completion among Dissertation Research Students at an Australian Faculty of Sciences,International Journal of Doctoral Studies,Vol. 5, pp. 1-13.
Kruppa, R., & Meda, A. K. (2005). Group Dynamics in the Formation of a PhD Cohort: A Reflection in Experiencing While Learning Organizational Development Theory. Organization Development Journal, Vol. 23, Issue 1, pp. 56-67.
LeCompte, M. (1995). Un matrimonio conveniente: diseño de investigación cualitativa y estándares para la evaluación de programas. RELIEVE-Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa, Vol. 1, No.1, pp. 1-13. Consultado en http://www.uv.es/RELIEVE/v1/RELIEVEv1n1.htm
Lovitts, B. & Nelson, C. (2000). The hidden crisis in graduate education: Attrition from Ph. D. programs. Academe, Vol. 86, No. 6, pp. 44-50.
Lovitts, B., (2001). Leaving the ivory tower: The causes and consequences of departure from doctoral study. Lanham, MD: Rowman & Littlefield.
Manathunga, C. (2005). Early warning signs in postgraduate research education: A different approach to timely completions, Teaching in Higher Education, Vol. 10, pp. 219–233.
Matsuda, P. & Tardy, C. (2007). Voice in academic writing: The rhetorical construction of author identity in blind manuscript review. English for Specific Purposes, No. 26, Vol. 2, pp. 235-249. https://doi.org/10.1016/j.esp.2006.10.001
Meyer, J., Shanahan, M., & Laugksch, R. (2005). Students' Conceptions of Research. I: A qualitative and quantitative analysis. Scandinavian Journal of Educational Research, Vol. 49, No. 3, pp.225-244.
Prior, P. & Bilbro, R. (2012). Academic enculturation: Developing literate practices and disciplinary identities. University writing: Selves and texts in academic societies, pp. 19-31.
Rodwell, J., & Neumann, R. (2008). Predictors of timely doctoral student completions by type of attendance: the utility of a pragmatic approach. Journal of Higher Education Policy and Management, Vol. 30, No. 1, pp. 65-76.
Sinclair, M. (2004) The Pedagogy of ‘Good’ PhD Supervision: A National Cross-Disciplinary Investigation of PhD Supervision, Faculty of Education and Creative Arts, Central Queensland University, Cramberra, Australia.
Stake, R. (1978). The case study method in social inquiry. Educational researcher, Vol. 7, No. 2, pp. 5-8.
Tardy, Ch. and Matsuda P. (2009). The Construction of Author Voice, Written Communication, Vol. 26, No. 1, January, pp. 32-52.
Tinto, V. (2003). Learning better together: The impact of learning communities on student success. Higher Education monograph series, Vol. 1, No. 8, pp. 1-8.
Yin, R. (1998). The abridged version of case study research. Handbook of applied social research methods, Vol. 2, pp. 229-259.
Notas