Humanidades y arte

Las relaciones históricas de Nicaragua con Estados Unidos y su implicación en el contexto nacional (1937-1963)

Nicaragua's historical relations with the United States and its involvement in the national context (1937-1963)

Kelvin David Pavón Moya
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua , Nicaragua

Revista Torreón Universitario

Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua, Nicaragua

ISSN: 2410-5708

ISSN-e: 2313-7215

Periodicidad: Cuatrimestral

vol. 11, núm. 31, 2022

revis.torreon.faremc@unan.edu.ni

Recepción: 10 Agosto 2021

Aprobación: 09 Mayo 2022



DOI: https://doi.org/10.5377/rtu.v11i31.14278

El autor o los autores de los artículos, ensayos o investigaciones conceden a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua) los derechos de edición (copyright) del trabajo enviado, por consiguiente la Universidad cuenta con el derecho exclusivo para publicar el artículo durante el periodo completo de los derechos de autor.

Resumen: El presente artículo* tiene como propósito analizar las funciones diplomáticas, históricas, políticas-económicas entre el gobierno estadounidense y nicaragüense, particularmente durante la etapa conocida como: la dictadura militar somocista (1937-1963), ofreciendo una profunda visión analítica de los hechos de mayor impacto en la sociedad nacional. El método que se ha utilizado en esta investigación es el deductivo e inductivo, análisis-síntesis a través de la lectura, fichaje y el análisis de diversas fuentes académicas localizadas en repositorios digitales como Scielo, Dialnet y La Referencia, así como espacios físicos como la Biblioteca Central Salomón de la Selva y Centro de difusión de las humanidades (CDIHUM). La técnica empleada en este texto es la revisión documental, lo cual permitió la recopilación de información para enunciar los conceptos que sustentan el estudio de los fenómenos referidos al tema. Como conclusión tenemos que la implantación de las políticas exteriores por parte del gobierno de los EEUU en Nicaragua dio como resultados: en primer lugar, a grupos separatistas libero-conservador como también simpatizantes al antiimperialismo, ambos grupos armados para luchar contra el sistema imperante. Asimismo, este período se tomaron distintas medidas para reforzar esta relación y, en segundo lugar, la instalación de empresas estadounidenses en el territorio en favor de sus intereses derivando en la explotación a las clases desprivilegiadas. Todo esto habría sido un plan orquestado desde los EEUU para neutralizar el comunismo en su afán de expandirse al Mundo en el contexto de la Guerra Fría.

Palabras clave: Relaciones internacionales, guerra fría, política exterior, sectores subalternos.

Abstract: The purpose of this article is to analyze the diplomatic, historical, political-economic functions between the U.S. and Nicaraguan governments, particularly during the period known as the Somoza military dictatorship (1937-1963), offering a deep analytical vision of the events with the greatest impact on the national society. The method used in this research is deductive and inductive, analysis-synthesis through the reading, filing and analysis of various academic sources located in digital repositories such as Scielo, Dialnet and La Referencia, as well as physical spaces such as the Salomón de la Selva Central Library and the Center for the Diffusion of the Humanities (CDIHUM). The technique used in this text is the documentary review, which allowed the collection of information to state the concepts that support the study of the phenomena referred to the subject. As a conclusion we have that the implementation of foreign policies by the U.S. government in Nicaragua gave as a result: first, separatist liberal-conservative groups as well as anti-imperialist sympathizers, both armed groups to fight against the prevailing system. Also, during this period different measures were taken to strengthen this relationship and, secondly, the installation of U.S. companies in the territory in favor of their interests resulting in the exploitation of the underprivileged classes. All this would have been a plan orchestrated by the U.S. to neutralize communism in its eagerness to expand into the world in the context of the Cold War.

Keywords: International relations, cold war, foreign policy, subaltern sectors.

Introducción

La política exterior estadounidense ha diagramado diversas estrategias para tener mayor influencia en el ámbito económico, político, militar e histórico-cultural en diversas regiones del mundo. En este caso el estudio versa desde la llegada al poder de Anastasio Somoza García y hasta Luis Somoza, quienes personajes recién mencionados estuvieron al servicio de la nación imperial. Es decir, ambos personajes denotaron una cercanía con la Casa Blanca durante sus mandatos presidenciales; utilizando un gobierno represivo en diferentes áreas de la sociedad nicaragüense. Bajo el contexto de la Guerra Fría los Estados Unidos se empeñaron en acabar con las movimientos socialistas o grupos de tendencia izquierdista que se manifestaban en la región latinoamericana; ejemplificando el caso de Cuba, puesto que este gobierno representaba una amenaza para la seguridad de Washington D. C.

En contraparte, Nicaragua vio nacer organizaciones rebeldes o izquierdistas que demandaban un cambio estructural en el país, los sectores marginados fueron explotados y aquel que representaba una fuerte oposición era vapuleado por la Guardia Nacional en el peor de los casos era eliminado. De manera que, es de suma relevancia conocer este período trascendental de nuestra historia; hundida en el infortunio de gobiernos totalitarios para tener una visión crítica y asertiva de los procesos acontecidos aún más en el año recién finalizado (2021) con una elección presidencial de por medio, como la Casa Blanca todavía muestra interés en ejercer dominio por la nación centroamericana desde su visión hegemónica.

Desarrollo

Durante el ascenso al poder de Anastasio Somoza García estuvo en vigor un proyecto que respaldaba la cooperación mutua entre los países del continente americano, creada por el entonces presidente de los EEUU, Franklin D. Roosevelt. La política establecía una serie de normas y alianzas en el plano económico y político, sin acudir a la intervención militar como principal principio en los países de América Latina, en lo que se conoció como “la Política del Buen Vecino”. Dicha medida vino tras una serie de antecedentes, que fueron los detonantes cruciales en la implementación de la política, entre ellos: la Gran Depresión (1929), la anulación de la Enmienda Platt en Cuba (1934) y la retirada del cuerpo militar en Nicaragua y Haití.

Y por otro, los precedentes conferencistas: La Conferencia de la Habana (1928) y la Séptima Conferencia Interamericana realizada en Montevideo (1933) manifestaron la cordialidad de aplicar suaves y beneplácitas relaciones con los países vecinos para acabar con las intervenciones, fuente de tanta amargura y temor.

El discurso emitido por Roosevelt enfatizó en transmitir la solidaridad americana, Prozapas (2018) sostiene:

Esta función de modelo para el mundo se relacionaba a su vez con la concepción de América como un continente en el que reinaba la paz y en el que subsistían las convicciones religiosas, más allá de las diferencias confesionales. (p.6)

Por consiguiente, el gobierno de los EEUU se comprometía mejorar las relaciones en la escena internacional con los países latinoamericanos que sufrieron una intervención americana, iniciando un expansionismo de créditos económicos estadounidense, mejoría en el sistema de normas jurídicas interamericanas y de igual manera, respetar la soberanía de los países latinoamericanos. Para finalizar, propiciaba una nueva interpretación multilateral de la[2]Doctrina Monroe esta como medida coercitiva diplomática ante el posible avance ideológico del fascismo y nazismo en los países en vías de desarrollo.

Resaltar que para este momento EE. UU recién acababa de sufrir una profunda crisis económica, la caída estrepitosa de la bolsa de valores conocida como El Crack de 29[3] siendo parte íntegra de la Gran Depresión, la cual condujo a las ruinas a muchos inversores, también afectó a los países europeos occidentales, como si se tratara de un efecto dominó. Lo único que quedaba era el cierre de acciones empresariales y banqueras. Lo que comenzó como un simple descenso de las cotizaciones en la bolsa de Nueva York, en el otoño de 1929. Lo que llevó a los Estados Unidos a reestructurar su perspectiva política a nivel endógeno y exógeno.

Sin embargo, la utilización de esta política en la región latinoamericana produjo serias alteraciones culturales, lo cual significó un atraco a la identidad de los pueblos originarios por un estilo de vida americano “american waf of life. Las grandes inversiones publicitarias en los medios de comunicación de origen estadounidense se hicieron notar en los países latinoamericanos, dejando plasmado el sentimiento americano en sus productos. A fin de conseguir el fruto que esto generaba en la economía estadounidense. (Pinto et ál., 2012) argumentan:

En este contexto los ciudadanos tanto brasileños como argentinos han aprendido a reemplazar los jugos de frutas tropicales que estaban en todas las mesas, por una bebida de sabor extraño y artificial llamada “Coca-Cola” […] También comenzaron a cambiar el helado nacional por uno fabricado en las industrias norteamericanas. De igual manera, incorporaron palabras extranjeras al lenguaje propio. (p.7)

No cabe duda de que los Estados Unidos usó su forma de vida a través de su maquinaria cultural, comunicacional y empresarial; la americanización fue una táctica astuta que le propició enormes beneficios económicos e influencia social.

Sin embargo, en lo que concierne a Nicaragua la crisis financiera impactó de manera negativa evidentemente en lo económico, trayendo aparejado esto graves presiones de tipo social que van a incidir directamente en las clases menos favorecidas, específicamente en la mano de obra nicaragüenses. Romero argumenta que el café es principal producto de exportación antes del 1929 y posteriormente dejó de serlo. Pues Estados Unidos era el principal comprador. Dando como resultado, en términos porcentuales una pérdida en las divisas de exportación de un 50% (1987, p. 173)

La influencia de las políticas estadounidenses y los estrechos vínculos financieros del régimen somocista con la Casa Blanca

En tal sentido, la nueva coyuntura condicionó y aceleró la toma del poder presidencial del Jefe Director de la Guardia Nacional, Anastasio Somoza García. En Washington miraban con buenos ojos el apoyo irrestricto a este personaje mediante la Guardia Nacional para mantener la estabilidad en el país centroamericano. A tal punto que el propio ejército estadounidense supervigilara las elecciones de 1928 y 1932 en Nicaragua, en búsqueda de unas elecciones creíbles, transparentes y democráticas, sumado a esto en garantizar el poder al Partido Liberal.

A partir de 1935 Somoza García tendría mayores adeptos en la cúpula del Partido Liberal Nacionalista y en la propia Guardia. Por lo cual se enfocó en ostentar el máximo cargo del país. Adueñándose mediante la fuerza militar y tomando las instituciones políticas del país, asestó el golpe definitivo que expulsó al entonces presidente, Juan Bautista Sacasa el 06 de junio de 1936.

Una vez recibida la banda que lo acreditaba como nuevo Presidente de la República en enero de 1937, con la demagogia que lo caracterizaba se expresó al pueblo nicaragüense y congresistas prometiendo: paz interna, democracia ordenada, justicia social, educación, trabajo y una renovación del Estado y reformas a la Constitución Política de Nicaragua. Esto como parte de su programa de gobierno. Buscaba una salida al comercio internacional, donde el anterior mandatario mostró agudos huecos políticos, administrativos y económicos.

Estas ideas recalaron de buena forma en el gobierno de los Estados Unidos para financiar una administración de corriente capitalista. Es así, que Nicaragua se convertía en unos de los principales socios de la nación imperial. Las mismas palabras del presidente Roosevelt reafirmaron la importancia de Somoza en el poder y no solo para la nación nicaragüense, sino para las demás naciones centroamericanas. “Tal vez Somoza sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.

Centeno describe la imagen de Somoza como un ser autoritario de diversas formas, afirmando:

Corrupto en su totalidad, se apropió de las fincas de sus adversarios políticos, se convirtió en el principal productor de azúcar y café del país, al igual que se introdujo en los negocios del cemento, textil y la metalurgia, dueño de empresas marítimas. Fue un gran anticomunista y contó con el apoyo innegable del imperialismo estadounidense. (2014, p.25)

La década de los 40 resultó ser muy próspera para la economía del somocismo, en tales años utilizaron tácticas de enriquecimiento, permitiendo a los sectores sociales dominantes, también acumular capital, sin estar en choque frontal con ellos. Los principales sectores de la economía comenzaron a ser monopolizados por la familia Somoza.

Durante la Segunda Guerra, la dictadura puso a disposición al gobierno estadounidense, el puerto de Corinto, siendo desalojados los pequeños propietarios, quienes fueron reubicados en sitios insalubres, dicho puerto fue utilizado como base naval estadounidense. Al mismo tiempo, le declaró la guerra a los alemanes que vivían en Nicaragua, adueñándose de gran parte de los bienes de ellos.

Por otro lado, la industria bélica estadounidense acaparó las riquezas huleras. El Banco Nacional, dominado por Estados Unidos, regulaban la explotación y exportación, por medio de la Rubber Development Corp. Mientras que la Guardia Nacional brindaba parte de las fuerzas de trabajo, tanto en la explotación como en la construcción de los campos de aterrizaje.

Las líneas de negocios eran realizadas por mineras americanas, el contrabando de ganado a Costa Rica y Panamá era realizados desde las haciendas ganaderas que eran propiedad de los Somoza tanto en el norte y centro (Boaco, Chontales, Matagalpa) como en el pacífico. El acaparamiento de los medios de transporte marítimos y aéreos, la penetración económica en la industria y las finanzas, son indicadores que explican la formación del capital somocista.

A tal logro, Somoza García controlaba el comercio aéreo con sus mercaderes americanos, permitió el nacimiento de la Línea Aérea de Nicaragua (LANICA). Ya en 1946, la familia Somoza aparece entre los principales exportadores de café, al lado de la Compañía Mercantil de Ultramar, Calley-Dagnall y Co, Ltd, José Ignacio González, Santiago Callejas y otros.

Dominación en el ámbito político y la represión como forma de intimidación.

La dictadura somocista, al tiempo que comenzaba a monopolizar los sectores económicos, le daba “palos” a los sectores de clase media, en la medida que fue cercando sus aparatos políticos, obligándolos a pactar, pero siempre, en condiciones de subordinados.

En materia de partidos políticos, a través de una serie de pactos Somoza García, llamó al Partido Conservador tradicionalista, ofreciéndoles ocho asientos en la Asamblea Constituyente, que se establecería ese año 1947. El conservatismo no tuvo otra alternativa que prestarse al juego dictatorial, disolviéndose el Congreso Nacional e instaurándose la Asamblea Constituyente.

Con el motivo que, los partidos políticos rivales daban el “visto bueno” como representantes de la “voluntad general” se derogó la Constitución de 1911 y se prolongaría el periodo presidencial a seis años. La Guardia Nacional sería el vigilante en su cumplimiento.

En su afán de “legalizar” su continuidad, Somoza respaldó el proyecto de reforma constitucional en 1943. Este proyecto pretendía dejar las puertas abiertas a la reelección en 1947. Esto era un claro sabotaje a la “democracia nicaragüense” maniatando el sistema burocrático y estatal.

En 1944 las ambiciones políticas de Somoza por permanecer en el poder durante varios años se hacían notar, pero dentro de la cúpula del Partido Liberal Nacionalista germinaban objetivos independientes al régimen, estos diputados opositores fueron encarcelados en Managua y León de manera inmediata.

Estas serían las primeras manifestaciones de carácter divisionista, en dicho momento “tacho” procuró evitar una ruptura dentro del Partido Liberal, lo cual desencadenaría en una posible crisis política sería. Y de esta manera mantendría una imagen fidedigna con la embajada de Estados Unidos “sin intromisión”.

Por el contrario, provocó un estallido social en los meses de junio y julio; protestas en las calles de Managua se abarrotaron de manifestaciones conformadas por estudiantes universitarios, los jóvenes eran procedentes de recintos de Managua, León y Granada. Todo en el marco solidario en apoyo al movimiento estudiantil guatemalteco, luego del derrocamiento de Jorge Ubico quien se había apoderado de ese país. Los manifestantes llegaron a sumar unas 2,000 personas. Horas después la Guardia Nacional se hacía presente, encarcelando alrededor de 500 estudiantes.

Las ambiciones políticas de Somoza rompían o bien chocaban con los principios del partido. Es por ello que las manifestaciones representaban la unidad y solidaridad de los movimientos estudiantiles en Centroamérica, y a la vez incentivando el ideario de grupos opositores. Como plantea Walter las consignas que se escucharon reflejaban una oposición fundamentalmente política al régimen. A partir de la movilización de los estudiantes, en su mayoría de extracción de capa media o alta, la protesta llamó la atención de un grupo conservador y liberal disidentes. (2004, p. 2013)

En julio del 1944, un grupo de mujeres se alzaron en protesta por la libertad de los detenidos, al mismo tiempo un grupo de obreros se unirían a la lucha. Como plantea Córdoba, R. la voluntad de lucha de los obreros nos señala el camino en 1944, 1945 y 1947 sobre luchas insurreccionales en el occidente del país por medio del jefeado Francisco Parajón, quien comandaba una milicia de trabajadores. (1983, p.65)

Pero el panorama fue tormentoso para los manifestantes. La Guardia Nacional arremetió con fuertes culatazos, torturó a los obreros y estudiantes, además de cerrar la Universidad Central. Incluso Somoza supervisó algunos encarcelamientos. Sin embargo, la naturaleza de las expresiones anti somocistas en las calles despertó la conciencia de grupos políticos conservadores y liberales.

La Guardia Nacional tenía permiso para manejar a su gusto los asuntos internos para “garantizar” la paz, con el propio consentimiento del Régimen. Todo esto sumado a los múltiples beneficios que significaba la lealtad al dictador Ferrero, agrega:

Se añadieron los sueldos de sus integrantes, recibieron como una mejora considerable. La impunidad para cometer atropellos les procuró sustanciosos beneficios como una absoluta falta de sanciones y permisividad total en sus manejos y negocios particulares […]Todos en general, oficiales y rasos se aprovecharon de sus puestos sobre todo en inmigración, aduanas y social. (2009, p.6).

En efecto, las agitaciones por obreros y estudiantes repercutieron en el seno de los partidos políticos, un grupo del Partido Liberal y opositores se reunieron para analizar la situación, tenían en mente un cambio democrático. El líder Carlos Pasos, encabezó la principal oposición a Somoza, se dirigió ante una multitud de 20,000 personas con un discurso que contenía comentarios antidictatoriales. Luego la “muchedumbre” procedió a manifestarse en las calles poco de avanzar unas cuadras, apareció la Guardia Nacional frenó tal avance, las personas presentes no tuvieron otra alternativa que dispersarse por miedo de ser capturadas.

Ante tales disturbios, Anastasio Somoza se mostró un poco flexible, aseguró que las elecciones de 1947 serían limpias y garantizó la libertad. Aun sabiendo que en los próximos meses eran las elecciones presidenciales, por tanto, estaba dispuesto a sacrificar su futuro político en aras de la unidad del Partido Liberal, manifestó que las acciones del gobierno no ameritaban semejante comportamiento y que habían obedecido exclusivamente al interés de las minorías en subvertir el orden público. En consecuencia, las personas que insistieran en seguir creando problemas serían tratadas con la rigidez que merece un crimen.

Mientras tanto, en Washington el nuevo presidente Harry Truman no deseaba la continuidad de Somoza García, ya que empezaba a estar cuestionado dentro y fuera de Nicaragua, e hizo todos los esfuerzos posibles para impedir su reelección. Su embajador en Nicaragua, Fletcher Warren fue el encargado de hacerle comprender que no debía presentarse de nuevo. Somoza logró convencerle que la Guardia Nacional lo veía “como un padre” y que él solo había aceptado que sus partidarios lo postularan como candidato para mantenerla controlada. Somoza le propuso que los Estados Unidos y él eligieran el nuevo presidente que convendrían en los intereses americanos.

Ferrero agrega que el Departamento de Estado estadounidense rechazó enérgicamente la propuesta que evidenciaba la manipulación y le demostró su distanciamiento negándole a proporcionarle los aviones de guerra y armas que había solicitado. (2012, p.10)

Finalmente, “tacho” ante la presión de EEUU terminó renunciando a su candidatura, aunque no a la jefatura de la Guardia Nacional. Las opiniones estaban divididas en el país. El embajador Warren llegó a la conclusión de que la mayoría le apoyaba y que, si él no se representaba, debía hacerlo alguien respaldo por él para tener a su favor a las fuerzas armadas porque, en su opinión, el asunto más importante en Nicaragua no era el presidente, sino el control de la Guardia Nacional.

De esta manera, ante tanta incesante propuesta de Somoza, los Estados Unidos aceptaron la realidad política del país centroamericano en escoger el nuevo presidente. La oposición ante un posible fraude, eligieron al conservador, Enoc Aguado.

Es preciso señalar, que pese a los esfuerzos del presidente Harry Truman de quitar la permanencia de Somoza García en el Gobierno, no evitó que Nicaragua se incorporase al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), suscrito en 1947. Un organismo de carácter militar frente a las “agresiones” externas. El argumento del ejército estadounidense era tomarse el derecho de intervenir para frenar el desarrollo de actividades políticas comunistas en cualquier parte del continente. De modo similar, nació la Organización de Estados Americanos (OEA); institución política y diplomática supeditada al Imperialismo.

El candidato por el Partido Liberal, fue Leonardo Arguello. Quien se hizo con el irreversible fraude electoral. Sin embargo, poco después de ser recién electo presidente de la República llegaría una sorpresa siendo destituido por un golpe de estado por el mismo Anastasio Somoza García. De modo que, durante los años de 1947 a 1950 estuvieron efímeros presidentes, conservando la ayuda diplomática de los Estados Unidos y a su vez, Tacho eludía la violación de la Constitución Política.

Llegaría así de esta manera la década de los 50 con fuertes grietas en el sistema político y jurídico. Por otra parte, en el plano comercial en los primeros años de los 50 sobrevino una nueva etapa de producción, como lo expone González:

En el periodo 1950-1966 se dio en Nicaragua un proceso de sustitución de tipos tradicionales de producción, lo cual permitió que el algodón se convirtiera en el principal rubro de exportación. El crecimiento industrial estuvo determinado por el capital extranjero, concentrado en la manufactura. Así el porcentaje de la inversión dentro de 1950 a 1969 se elevó a un 54%. (2009, p.235).

Anteriormente la inversión foránea oscilaba entre el 25% y 30 %, fue con esta etapa que se elevó. De tal modo que la economía nicaragüense en el período comprendido entre 1950 y 1960 tuvo una tasa de crecimiento de 5.2 por 100 anual. El siguiente decenio Nicaragua se puso a la cabeza de las economías centroamericanas en lo que a crecimiento se refiere llegando a una tasa de crecimiento anual del 6%. Este despegue se hizo sobre dos aspectos: la bonanza en los precios en el mercado internacional y las estrechas relaciones con los sucesivos gobiernos estadounidenses (Romero et ál., 2002)

Otro hecho valioso que nos permite entender y ratificar la situación económica monopolista durante esta época es la siguiente:

El boom del algodón en la década del cincuenta y luego las oportunidades creadas por el Mercado Común Centroamericano para el desarrollo industrial dieron lugar al surgimiento de una burguesía local, la cual constituye varios grupos rivales del clan” (Rouquié, 1984, p.181). En definidas cuentas, la economía nicaragüense obtuvo una tasa de crecimiento por encima de las naciones centroamericanas.

Asimismo, con el Pacto de los Generales de 1950 entre Somoza y Emiliano Chamorro originó un enorme beneficio para la oligarquía liberal y conservadora. No obstante, la fase de reconciliación entre la élite liberal y conservadora no duró mucho; en 1954, fechas de las elecciones generales, las condiciones donde estaba marcado por el descontento popular, represión, corrupción y fraude eran protagonistas. La estrategia de los conservadores era derrocar a Somoza, desarticulando el sistema bi-partidista, pero no resultó como ellos esperaban, una vez más el dictador se hacía con la victoria y aplicando su instrumento represivo a los grupos opositores.

En el año de 1956 el poeta leonés Rigoberto López Pérez, joven opositor, antes de ser acribillado por la Guardia Nacional en un acto celebrado en la Casa del Obrero de León, disparó en la humanidad de Anastasio Somoza García, quien falleció días después. Murió en un hospital de Panamá, iniciando así el principio del fin de la dictadura.

Luis Somoza y el nacimiento de la fuerza armada guerrillera.

A la muerte de Anastasio Somoza vino a tomar el cargo de presidente su hijo mayor, Luis Somoza. De manera que se garantizaba la línea sucesoria de la dinastía como si de una familia real al estilo de las antiguas monarquías se tratara. Ese mismo año (1956) es importante destacar las palabras de aquel entonces presidente de los EEUU, Dwight Eisenhower, declaró: “La nación y yo personalmente, lloramos la muerte del presidente Somoza que producida por el ataque cobarde de un asesino. El presidente Somoza mantuvo constantemente en público y en privado su amistad con los Estados Unidos, amistad que se mantuvo hasta el momento de su muerte”.

En consecuencia, el discurso Luis Somoza puso de manifiesto públicamente volviendo a utilizar la fórmula más segura para agradar a EEUU afirmó que el comunismo era “una amenaza contra Dios, la propiedad, la familia, el orden y las costumbres”. Eisenhower no dudó en mantener la inherente relación entre las dos naciones.

En 1958, los sectores antisomocistas se enfrentaron a una escala represiva, que se manifestó de una manera particular en la persecución de los sectores de la izquierda y nuevas fuerzas políticas, incluyendo los liberales independientes. Esta represión condujo a la desaparición en menos de un año de la Unión Nacional de Acción Popular (UNAP) y del recién nacido Partido Social Cristiano Nicaragüense (PSCN), también al partido Renovación Nacional, Movilización Republicana y Unionista Centroamericano (PUCA), se vieron afectados y sus líderes encarcelados.

Luis Somoza no se quedó de brazos cruzados y reprimió ferozmente en los primeros años de gobierno, al menos tres intentos de derrocarlo no fueron posibles. Por consiguiente, en las principales ciudades inició una actividad política por parte de la Juventud Patriótica y del Movimiento Populista. También hubo expansión de la actividad sindical donde se fragmentaría la Confederación General de los Trabajadores, este surgimiento de la masa popular alimentaba la hipótesis del bloque opositor, fungiendo como estímulo al frente de la lucha armada.

Cabe destacar que la jerarquía nacional estaba compuesta de la siguiente manera, clase dominante (burguesía imperialista (industrial, comercial, y financiera), burguesía local mediana), clase mediana (intelectuales, terratenientes, rentistas urbanos, burocracia civil y militar), por último, la clase dominada (asalariados, agro-industrial, proletariado urbano, campesinos, subempleados urbanos, estudiantes).

En vista que el movimiento guerrillero cubano (M-26-7) dirigido por Fidel Castro y Ernesto Che Guevara y sus destacadas victorias ante el gobierno de Fulgencio Batista y posterior exilio de este último personaje en 1959, vitalizó las circunstancias opcionales de una resistencia armada en territorio nicaragüense, bajo la ideología por Augusto C. Sandino y su ejército defensor de la soberanía nacional, por tanto, Carlos Fonseca Amador, Tomás Borge, Silvio Mayorga, Germán Pomares y Santos López entre otros fundaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en 1961.

En efecto, La Revolución Cubana inauguró una fase de la historia de la izquierda latinoamericana y su ideario es el centro, tal como escribiría (Debray, 1970, p.3) Cuba apareció como un trueno en medio del escepticismo y la legalidad. Demostró que la victoria de una revolución antiimperialista en América Latino era posible y en ese mismo instante (refiriéndose al contexto de la Guerra Fría). Gracias al modelo cubano influyó enormemente en los grupos guerrilleros en la región centroamericana.

Las mismas palabras por parte del comandante Tomás Borge la victoria de la lucha armada en Cuba más que una alegría [...] fue la apertura de incontables cortinas... Fidel fue para nosotros la resurrección de Sandino, la respuesta a nuestras dudas. (Borge, 1982, como se citó en Puig, 2002).

No obstante, antes de la creación del FSLN ya existían grupos guerrilleros que emergieron en el país o se instalaron en países vecinos (Honduras o Costa Rica), tal es el caso del Movimiento Guerrillero del General Ramón Raudales en 1958 luchando contra el régimen somocista, por lo que organizó dos columnas de 40 hombres que penetraron a Nueva Segovia por Teotecacinte el 15 de septiembre. La guerrilla estaba integrada también por: Coronel Julio Alonso Leclaire, Jefe del Estado Mayor, Coronel EDSNN Heriberto Reyes, Jefe de Operaciones, Coronel EDSNN Hilario Salinas, Capitán Alejandro Martínez, Capitán Manuel Baldizón, Teniente Harold Martínez, Teniente Luis Moncada, Teniente Aldo Díaz Lacayo, Teniente Virgilio Godoy, Adolfo Evert, Ramón Romero, Julio Velásquez, Mario Avilés, entre otros.

Otro grupo guerrillero es La Guerrilla Conservadora de Olama, Boaco y Los Mollejones, Chontales, realizada en mayo de 1959 fue dirigida por Napoleón Ubilla Baca y se instalaron en el campamento de entrenamiento de donde salió el batallón en dirección al pacifico de Nicaragua. De igual manera, La Guerrilla de El Chaparral, iniciada en junio de 1959, fue apoyada directamente por el Comandante Ernesto Guevara, quien designó como jefe al ex militar nicaragüense Rafael Somarriba. Organizado desde tierras hondureñas.

Movimiento armado de Manuel Díaz y Sotelo El periodista Manuel Díaz y Sotelo organizó un movimiento armado contra Anastasio Somoza García en 1959, formando la columna ¨General Augusto C. Sandino¨, El grupo rebelde penetró al territorio nacional por El Espino en el mes de julio, sin ser detectado por la Guardia Nacional. La Guardia reforzó los cuarteles de Estelí, Ocotal y León y decidió darles persecución.

De la misma forma nació la llamada Chale Haslam (1959). El movimiento guerrillero nombre que tenía su líder. Como expresa Barbosa:

Se desarrolló en las montañas de Matagalpa, particularmente en la zona de Las Bayas, Pancasán y El Bijao. A diferencia de otros movimientos guerrilleros se organizó en el interior del país y contó con un mayor apoyo del campesinado. Además, realizó coordinaciones con la guerrilla de Julio Alonso, pero su existencia fue efímera por el asesinato del líder guerrillero. (2007, p. 49)

Las estructuras de los grupos guerrilleros se construyeron al momento de la crisis política del régimen, en donde inicialmente estaban formados por simpatizantes al conservadurismo, ex guardias y también campesinos que luego de la fundación del FSLN y su consolidación de la misma se comenzarían a engrosar sus filas con otros grupos guerrilleros ya existentes. La ideología que se tomó habría sido la del marxismo-leninismo, quienes difundieron especialmente a los nuevos combatientes; entendiéndose la lucha armada como el único camino efectivo para terminar con la dictadura somocista y para lograr la revolución proletaria y tomando como la interpretación e inspiración de Sandino.

Un combatiente memorable es el fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador, que brilló por su liderazgo inclaudicable, estableciéndose como una figura nata de la resistencia y un padre revolucionario.

Durante unos 20 años, Fonseca fue la figura ideológica central y el líder estratégico del movimiento revolucionario en Nicaragua. ...Hasta su muerte, Carlos Fonseca desempeñó, incluso en la prisión o en el exilio, un papel crucial en la organización del trabajo diario del FSLN, reclutando cuadros, expandiendo la influencia política y planificando sus operaciones militares. Así lo establece (Zimmerman, 2012, p. 18)

La consigna popular y la brecha económica

De manera paralela la lucha popular se extendió en el sector estudiantil, con la organización Juventud Democrática Nicaragüense (JDN), sus objetivos eran llegar a la juventud contraria a Somoza despertando la conciencia colegial, luego pintaban consignas revolucionarias en las paredes y apoyando las manifestaciones de la Revolución Cubana. Aunque la vida del grupo sería corta para luego dar paso otra, la Juventud Revolucionaria Nicaragüense (JRN) el cual tuvieron contactos con los exiliados nicaragüenses en Venezuela, en conmemoración al vigésimo sexto asesinato de Sandino.

En 1960, sin embargo, los dirigentes del JRN contactaron con el nuevo grupo estudiantil, la Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN) cuyos activistas se incluían dos jóvenes de clase obrera capitalina, estos personajes eran, Julio Buitrago y José Benito Escobar, luego serían líderes del FSLN. Además del destacado joven Ajax Delgado bajo el grito Morir por la patria es vivir. Esta organización juvenil tuvo una breve vida. Ratificando una segunda etapa de rebeldía escolar.

La lenta construcción del FSLN fue paralela a la movilización estudiantil creciente, que se había originado en la Universidad de León (UNAN), donde habían tenido lugar las manifestaciones de los pelones. La efervescencia de la universidad pública había sorprendido a Luis Somoza, que reaccionó con rapidez y quiso contrarrestarla. Para ello promovió la creación en 1960 de una universidad privada de los Padres Jesuitas, en Managua y en terrenos de la propia familia Somoza, la Universidad Centroamericana (UCA), pensando fervientemente que fuera la contraparte de la “comunista” UNAN.

La guerrilla sandinista comenzaría la historia de combates en las montañas del norte y centro del país que se nutrían de jóvenes estudiantes entre las décadas de los 60 y 70. Si bien, el FSLN obtuvo escasas victorias en el plano militar, condujo evidentemente a la muerte de los múltiples compañeros. Fue a partir de aquí que se generaba la mística de las montañas al calor de la guerra.

Esto último estímulo al engrosamiento de la Guerra Popular Prolongada y su acercamiento con dirigentes de la guerrilla guatemalteca, una vez que Carlos Fonseca estuvo 1965 el dicho país, naciendo así columnas guerrerillas en todo el pacífico. Pues se quería emular los escenarios de la Guerra de Vietnam

Por otra parte, las relaciones económicas y estatales con el gobierno estadounidense se afianzaron una vez con la adquisición de nuevo equipamiento militar y estrategias espionaje altamente calificadas, dentro del contexto de la Guerra Fría[4]y frenar el avance comunista en la región promovidas por el Jefe de Estado de la Unión Soviética, Nikita Krushchev. Para Luis Somoza no quería que Nicaragua se convirtiera en la siguiente Cuba, por eso el empecinado trabajo militar en conjunto con asesores del gobierno estadounidense.

Maniobras militares que se vieron reflejadas en La invasión de Bahía de Cochinos que dio inicio desde las costas nicaragüenses en Puerto Cabeza. Ante esta situación la OEA se manifestó puesto que consideraba una evidente violación a la seguridad continental habiendo un país cercano aceptaba la injerencia foránea.

Es evidente el rol de los agentes exteriores en el desenvolvimiento de los hechos en Centroamérica, tras el estallido revolucionario cubano lo que condujo a modificar la política estadounidense, lo anteriormente dicho es sustentado por (Cardenal et ál., 1998) que expresan:

Para Estados Unidos, la región centroamericana y el área del Caribe fueron, desde los tiempos de la Doctrina Monroe (1823) su patio trasero. No es extraño, pues que la aparición de movimientos revolucionarios en Nicaragua, el Salvador y Guatemala, en el marco de la guerra fría, fuera percibida como una amenaza directa a sus intereses y causara la inmediata injerencia de este actor en los conflictos centroamericanos (p.33)

En contraste al ámbito económico, la Alianza para el Progreso del presidente de John F. Kennedy oxigenó las arcas públicas nicaragüense, en virtud de los intereses estadounidense. Teniendo en cuenta a Ferrero se puso en práctica en Nicaragua con la aprobación de los comerciantes e industriales locales. Los fondos se entregaron en forma de préstamos a diversas entidades autónomas y municipales en negociaciones con el Instituto de Fomento Nacional (INFONAC). (2010, p. 329) Sin embargo se destinaron para la construcción de viviendas para empleados públicos adeptos al régimen y para suboficiales y soldados de la Guardia Nacional y, una minúscula escala para trabajadores y servicios básicos.

Esto agudizó el problema en la clase marginada, durante su mandato presidencial la economía nacional se enfrentó a una situación precaria. A pesar de que es un hecho indiscutible que las décadas de 1950 y 1960 contemplaron en Nicaragua un boom algodonero. En los departamentos de Chinandega y León los hacendados y el propio Estado despojaron a los campesinos en las zonas más fértiles del acceso a la tierra y esa transformación se extendería por otras partes del país.

Entre 1960 y 1963, las protestas se incrementaron campesinas y obreras. Los salarios no alcanzaban. En medio de las noticias de progreso económico, los trabajadores de las nuevas fábricas y los campesinos desplazados no consideraban que su calidad de vida había mejorado sustancialmente. La crisis se manifestó en el cierre de comercios; despido de trabajadores incluso las casas de mayor solvencia y bancos que no pudieron ante el alta de petición de créditos y el coste de la vida de Nicaragua llegó a ser el más elevado de Centroamérica.

Cuando Luis Somoza creó el Banco Central de Nicaragua en 1960, incorporó al país al Mercado Común Centroamericano (MERCOMUN), se alabó su política económica, ya que en los primeros años facilitó la inversión extranjera y proporcionó un incremento del PIB. Pero el auge económico fue para un sector tan minoritario que, en 1961, el 90% de los trabajadores industriales ganaban menos de 500 córdobas mensuales, que era el salario mínimo para satisfacer las necesidades de una familia.

De ahí la multitudinaria manifestación del primero de mayo de 1961, que motivó que en 1962 el Gobierno tuviera que establecer un salario mínimo y legalizar las huelgas. Sin embargo, la élite agroexportadora no colaboró con el programa del gobierno: se negó a pagar el salario mínimo y persiguió a los sindicatos, por lo que entre 1960 y 1964, casi un millón de nicaragüenses asalariados participaron en 28 huelgas, en demanda de una irrenunciable reforma laboral, que nunca llegó.

Conclusiones

Luis Somoza al igual que su padre consideraron que la represión y pactos con agentes extranjeros (en su mayoría estadounidense) servirían como coeficiente a la desarticulación a los sectores populares. Por tal razón el régimen incurrió a la expropiación de latifundistas, sin ninguna retribución a los afectados. En definitiva, la oligarquía proimperialista temía perder parte de la tierra “adquirida” por el fundador de la dinastía, los campesinos se encontraron con una reforma tacaña y arbitraria.

El uso desmedido por la fuerza de la Guardia Nacional, concibió mantener a los Somoza en el poder y desde luego las arbitrariedades políticas, económicas y jurídicas las aprovechó. Paralelamente los acuerdos internacionales y reformas económicas fueron un fracaso, más bien alimentó el ideario revolucionario.

Asimismo, la imagen de Luis Somoza aprovechó la situación para aliarse con la Iglesia Católica. Consolidó las relaciones con el presidente Dwight D. Eisenhower como lo hizo su padre, con John F. Kennedy al comienzo fue una comunicación frágil, sin embargo, cambió a una estrecha colaboración tras los ataques a Cuba, condicionó el país para un bastión capitalista en Centroamérica en el marco de la Guerra Fría.

Las empresas estadounidenses empezaron en este período a asentarse en territorio nicaragüense, las cuales no solo monopolizaron las nuevas instalaciones fabriles, sino que pasaron a controlar un gran número de industrias establecidas en el país. La materia prima para la industria “nacional” era, en su mayor parte importada de Estados Unidos, lo mismo que la tecnología, las instalaciones, los transportes, etc. En esencia, el aporte nicaragüense al proceso de industrialización radicaba en mano de obra barata para una manufactura en su totalidad norteamericana.

Para finalizar, desde mi posición la política exterior estadounidense a lo largo de la historia nicaragüenses ha intentado y en diferentes épocas lo ha logrado, tener el control de la vida política, económica y social de nuestro país. Es importante conocer el modo operante de Washington de hace décadas para entender cómo trabaja nivel internacional, debido a que aún pervive la visión por el gobierno estadounidense en inmiscuirse en nuestros asuntos internos: Desde la caída de la dictadura somocista en 1979 años más tarde financió a grupos armados contrarrevolucionario, luego en la etapa neoliberal presionó y asfixió la económica nacional y llevó al endeudamiento con organismos internacionales, y hasta llegar al actual gobierno (GRUN) en donde han figurado como antagonista a través de la manipulación y guerra mediática como herramienta de un “golpe suave”, prueba de ello se vio con lo sucedido en abril del 2018. Es decir, a lo largo de las décadas han violado la soberanía de nuestro pueblo impidiendo el desarrollo del país.

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Notas

[1] El escrito nace a partir de orientaciones establecidas en la clase de Prácticas de Profesionalización II en lo que concierne a la tesis monográfica (en proceso). Está adscrito a la línea de investigación Geopolítica, Seguridad y Defensa Nacional de la Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas pertenecientes a la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), se trabajó durante el mes de marzo a julio del 2021 teniendo al único autor ya mencionado.
[2] Se trató de una proclama política estadounidense, atribuida al presidente James Monroe en 1823. Tenía como fin defender a las recién emancipadas repúblicas de Hispanoamérica sobre las amenazas europeas, específicamente de la Santa Alianza e Inglaterra. A través de esta proclama los EUUU comenzaría a intervenir en asuntos internos en el hemisferio. Su famosa frase “América para los americanos” resaltó el verdadero interés de Estados Unidos. Véase a Zuluaga, N. (2008). La libertad y la democracia como instrumentos de dominación. En: De los saberes de la emancipación y de la dominación (pp. 239-259). CLACSO. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20160224044143/13nieto.pdf
[3] La denominada “Gran Depresión Económica” iniciada en Estados Unidos constituyó uno de los acontecimientos más trascendentes del periodo de entreguerras, que colaboraría al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Léase a López, E (2009). CRACK DE 1929: Causas, desarrollo y consecuencias. Revista Internacional del Mundo Económico y del Derecho, (1), 1-16. http://www.revistainternacionaldelmundoeconomicoydelderecho.net/wp-content/uploads/CRACK-DE-1929-Causas-desarrollo-y-consecuencias.pdf
[4] La Guerra Fría fue una etapa mundial de carácter político, económico, tecnológico-militar, social de 1947 a 1991 dos potencias hegemónicas luchaban por tener mayor dominio en varias regiones del planeta, por un lado, el bloque capitalista de EEUU y el bloque comunista de la URSS. Véase Béjar, M (2015). Historia del mundo contemporáneo (1870-2008). La Plata: EDULP. (Libros de cátedra. Sociales). En Memoria Académica. Disponible http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.419/pm.419.pdf
* Artículo de revisión procedente de una investigación monográfica en lo que sería el segundo capítulo que sostiene dicha documentación[1].
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