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Contribución documental al Tema Central[1] Estudio críticoEl archivo del Departamento de Antecedentes e Inventarios del Museo Histórico Nacional, Uruguay[2]
Claves. Revista de Historia, vol. 8, núm. 14, pp. 123-134, 2022
Universidad de la República

Tema Central

Claves. Revista de Historia
Universidad de la República, Uruguay
ISSN-e: 2393-6584
Periodicidad: Semestral
vol. 8, núm. 14, 2022

1. El complejo museístico

El Museo Histórico Nacional de Uruguay (MHN) depende de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura y está constituido por ocho sedes situadas en la ciudad de Montevideo: Casa Rivera, Casa Lavalleja, Casa Montero, Casa Giró, Casa Ximénez, Casa Garibaldi, Casa Quinta de Herrera y Casa Quinta de Batlle y Ordóñez. Esta multiplicación de casas/museo se desarrolló a partir de 1940 cuando asumió la dirección el historiador Juan E. Pivel Devoto. La llamada «era Pivel» (Zubillaga), sumó sedes, acrecentó notoriamente las colecciones y creó nuevas dependencias (archivos, bibliotecas, secciones y departamentos), además de promover la incorporación de técnicos (en su mayoría profesores de historia) para trabajar en las diferentes áreas del museo (Passos). Cada una de las sedes de este complejo museístico conserva colecciones bibliográficas, documentales, artísticas y de objetos históricos.

La Casa Lavalleja -la más visitada por los investigadores, principalmente historiadores- custodia el Archivo y Biblioteca de Pablo Blanco Acevedo que reúne libros, estampas, documentos y objetos de aquél intelectual, además de la Colección de Manuscritos del MHN, conformada a partir de 1940. En la Casa Giró se encuentra el Archivo de imágenes del museo, que reúne las colecciones Fotográfica, Cartográfica e Iconográfica y la Biblioteca Americanista, una vasta colección de libros y folletos centrada en la historia de América, reunida por el museo de diversas fuentes a partir de la década de 1940 . En la Casa Montero se conservan los materiales de la Sección de Musicología que incluyen partituras musicales impresas y manuscritas desde el período colonial a las primeras décadas del siglo XX, junto con una biblioteca sobre historia de la música, instrumentos, registros sonoros en distintos soportes y piezas relacionadas. En la misma casa se encuentra la Hemeroteca, que reúne un importante conjunto de publicaciones seriadas nacionales e internacionales desde el siglo XIX a la fecha. En la Casa Ximénez funciona un Taller de investigación, conservación y restauración, además de la pinacoteca y reserva técnica de objetos y piezas diversas que no se encuentran en exposición.

En Casa Rivera, además de las salas de exposición, dependencias centrales administrativas y la Dirección, se custodia un importante conjunto documental asociado a la historia institucional del MHN que en general ha sido menos frecuentado por los historiadores: el Archivo del Departamento de Antecedentes e Inventarios.

2. El archivo del Departamento de Antecedentes e Inventarios

El Departamento de Antecedentes e Inventarios se creó bajo la dirección del historiador Juan E. Pivel Devoto, cuando dispuso organizar un Archivo para conservar documentación relativa a las colecciones del museo, entre 1940 y 1949. La iniciativa iba en contra de los principios básicos de la archivística moderna (Schellenberg), ya que consistió en formar carpetas para cada uno de los objetos con los documentos relativos a los antecedentes y características de cada pieza separándolos de su unidad documental original. Los documentos se extrajeron de «antiguos inventarios y libretas de apuntes», se separaron legajos del «Archivo Administrativo de la institución», del archivo del «ex Museo Nacional» y de los fondos documentales del Archivo General de la Nación. Al mismo tiempo se recopilaron y agregaron noticias de la prensa periódica.[3]

A esa operación sui generis se sumó la idea de que el mismo repositorio reuniera la documentación que se utilizaba de manera cotidiana para identificar, disponer y administrar las colecciones en el plano de la gestión institucional. De esta forma esas nuevas carpetas/legajos sumaron a la documentación histórica, registros sobre su devenir en el Museo. Así cada una de las carpetas fue incluyendo desde documentación relativa al ingreso de la colección, hasta los «usos» de esos bienes culturales en el transcurso de la historia institucional.

Además de las carpetas de antecedentes e inventarios, en el archivo se pueden consultar un conjunto de libros encuadernados (libros de entrada, libros de donaciones generales y adquisiciones, y los libros de inventarios) que, junto a carpetas biográficas sobre los autores de la colección del Museo y reportes de las museografías de las salas de exposición permanente, completan el acervo documental de esa sección.

a) Las carpetas del Departamento de Antecedentes e Inventarios

Estas carpetas de antecedentes e inventarios son la documentación principal vinculada a la gestión de las colecciones, pues desde 1940 ha sido el departamento de Antecedentes e Inventarios una oficina central en la organización de los fondos, registro, exposición y ejecución de las políticas de colecciones. Se debe agregar que además de reconstruir la «biografía» de la mayor parte de las piezas conservadas en la institución, en muchos casos la documentación posee valiosos testimonios sobre la etapa previa al ingreso, que permiten así reconstruir de algún modo una trazabilidad de cada objeto, con especial atención a sus antiguos propietarios y usos sociales. Sin embargo, la oficina funcionó sobre todo a nivel interno, sin estimular la consulta por parte de usuarios externos a la institución. La conceptualización de este espacio como uno más de los archivos que el museo tiene disponibles para uso de sus diversos públicos, en especial los investigadores, se vio fortalecida a partir de las políticas de profesionalización del museo en la última década y los intentos por establecer un diálogo con la comunidad académica local. En consecuencia, en este período, se ha incrementado notoriamente la consulta por historiadores, historiadores del arte, arqueólogos y otros especialistas.

El fondo principal está compuesto por un conjunto de más de 4.000 carpetas. La documentación de cada una de ellas es variada, pero se podría sintetizar en materiales relativos al ingreso de la colección al museo (como notas de donantes o recibos de compra) así como a la gestión de la colección (por ejemplo, notas de préstamo, informes de restauradores, folletos de exposiciones). Cada carpeta suele reunir documentación histórica junto a documentación administrativa asociada a los usos de esos bienes en el museo (exposición, restauración, préstamo, robo, etc). El objetivo de la confección de estas carpetas fue reunir la documentación vinculada a la historia del acervo, razón que explica la variedad de tipos documentales, así como de soportes. Aunque se destaca la documentación escrita (manuscrita, mecanografiada o impresa), hay también fotografías y otros materiales iconográficos. En este sentido es de interés reflexionar sobre los criterios de archivo que privilegiaron el «uso» de unos materiales al servicio de la historia de la colección en desmedro de incorporarla a cualquiera de los archivos de imagen que posee el Museo.

Las carpetas siguen una numeración correlativa y todas tienen en su portada la misma información: número que la identifica, año de ingreso, título de referencia -descriptivo de la pieza o colección-, número de su registro en libro de entrada de colecciones y número de folio.




Imagen Nº I. Ejemplos de portadas de las carpetas del Archivo de Antecedentes e Inventarios.

Como instrumento de búsqueda, el Departamento de Antecedentes e Inventarios posee un fichero manual ordenado alfabéticamente de acuerdo a los donantes y personas relacionadas a las piezas así como por temas (con una selección improvisada por las diversas generaciones de funcionarios que gestionaron este archivo, sin un criterio o estándar archivológico claro). Entre los campos identificados para las búsquedas se encuentran categorías vinculadas al tipo de colección, temas identificados con cada pieza, género o estilo artístico relacionado y autores, así como la sede en la cual está -o estuvo- expuesto el objeto. Como se advierte de esa categorización, la forma en que se elaboró cada una de esas fichas o entradas refiere a etapas y temas de interés diversos de acuerdo a las distintas gestiones del Museo y del departamento en particular. Con el objetivo de mejorar la búsqueda y lograr una mayor densidad de la información, durante los años 2018 y 2019 se llevó adelante un proyecto de indización de las carpetas usando software de base de cálculo, agregando a la descripción varias categorías que hasta ahora no habían sido consideradas como posibles entradas de búsqueda, por ejemplo, al coleccionista u origen de las piezas. Aunque este instrumento es hasta el momento de uso interno del archivo y no de acceso público, es fundamental para la atención a los usuarios.

Además de estos ficheros, otro instrumento de búsqueda son los libros de Índices de carpetas, los cuales contienen el detalle de los ingresos realizados entre 1856 y 2008, provenientes del ex Museo Nacional y del MHN. Es preciso señalar que las anotaciones dentro de los libros transcriben, en la mayoría de los casos, la información que se especifica en las portadas de las carpetas. Al mismo tiempo conviene aclarar que el orden en que se realizaron las anotaciones de los ingresos tanto de las carpetas como en los Índices de carpetas no siempre sigue un orden cronológico. Es decir que a medida que se fueron organizando los ingresos y se identificaban piezas y colecciones, durante los años cuarenta, se elaboraron las carpetas y en consecuencia se registró su existencia en los índices[4]. El primer libro contiene ingresos registrados de 1926 a 1944, pero se aclara por ejemplo que se incluyen piezas pertenecientes al museo desde tiempo antes, siendo el ingreso más antiguo correspondiente a 1856. El segundo libro continúa con las entradas realizadas desde 1944 a 1978, pero se registran igualmente ingresos correspondientes al siglo XIX. El tercer libro abarca los años 1978 a 2008, año en que se abandonó ese sistema. La inscripción es manuscrita y los libros están foliados.




Cuadro nº. 1. Libros Índice de carpetas del Departamento de Antecedentes e Inventarios del Museo Histórico Nacional.

b) Materiales encuadernados: libros de entrada, libros de donaciones generales y libros de inventarios

Los Libros de entrada son cuatro tomos encuadernados, que poseen las «constancias de entrada de los objetos y piezas ingresadas»[5] en el acervo del Museo desde 1912 hasta la actualidad. Dentro del registro de entradas los datos que se consignan son: fecha, donación/compra, detalle en relación al ingreso. A pesar de que la información contenida puede coincidir con la de las portadas de las carpetas ya mencionadas, ocurre que para algunos casos hay un detalle más exhaustivo o datos que no aparecen en aquellas. La inscripción es aún hoy manuscrita y los libros están foliados. A diferencia del sistema de carpetas, creado en 1940, este sistema se mantiene desde poco tiempo después de la creación del Archivo y Museo Histórico Nacional en 1911.




Cuadro nº. 2.Libros de entrada del Departamento de Antecedentes e Inventarios del Museo Histórico Nacional.

Los libros de Donaciones generales son un total de doce tomos, que contienen en su interior principalmente notas intercambiadas entre la institución, el Ministerio y particulares. Éstos contienen referencias a las donaciones que se produjeron en tres etapas de la institución (Museo Nacional, Archivo y Museo Histórico Nacional y Museo Histórico Nacional) entre 1864 y 1964. Del primero al décimo tomo se titulan Donaciones generales, para pasar a llamarse Donaciones generales y adquisiciones del tomo once al doce, donde aparecen indicados los ingresos entre 1965 y 1978. Por último, conviene señalar que existe un libro de «Adquisiciones» desde 1940 a 1992, donde se detallan por fecha las compras realizadas, indicando vendedor o casa de remate, el monto pagado en la transacción y se vincula la adquisición con el número de carpeta asignada. La escritura es manuscrita y mecanografiada y los libros están foliados.




Cuadro nº. 3.Libros de donaciones generales y Libros de donaciones y adquisiciones del Departamento de Antecedentes e Inventarios del Museo Histórico Nacional.

Se conservan también varios libros de inventarios que fueron elaborados en distintas épocas, entre los que se destaca el inventario general, titulado Museo Histórico Nacional. Libro de inventario, que es el más extenso y registra los ingresos desde 1854 a 1992. Los ingresos no están realizados en un orden cronológico estricto. La escritura es manuscrita, el libro está foliado y la información está organizada según las siguientes categorías: nº de registro, «objeto», procedencia, fecha de ingreso y observaciones.




Imagen nº II. Portada e interior foliado del Libro de inventario del Museo Histórico Nacional, con ingresos de 1854 hasta 1992.




Cuadro nº. 4. Libros de inventarios del Departamento de Antecedentes e Inventarios del Museo Histórico Nacional.

c). Carpetas biográficas sobre autores

De la misma forma que la institución fue reuniendo en carpetas la información relativa a las piezas, en algún momento hizo lo mismo con documentación sobre los artistas presentes en las colecciones del Museo. Este archivo, ordenado alfabéticamente, reúne datos biográficos de ochenta y seis artistas. Cada carpeta correspondiente a un autor puede contener desde material gráfico (por ejemplo fotografías, bocetos, etc.), hasta recortes de prensa y documentación oficial. La organización del fondo parece responder a la necesidad de contar de forma práctica, sin tener que buscar en cada una de las carpetas de antecedentes e inventarios, información de tipo biográfico sobre los autores en el marco de los proyectos de investigación y exposición de la institución.




Cuadro nº. 5. Autores contenidos en las carpetas biográficas de autores.

d). Reportes museográficos

Por último, estos reportes de la museografía de las casas brindan una «instantánea» de los objetos, obras de arte y en algunos casos cartelería, incluidos en las diferentes salas de las sedes del Museo. Organizados en biblioratos, todos reportan la museografía de las exposiciones permanentes al parecer con un fin de inventario y control intelectual de los bienes culturales expuestos. De todos los conjuntos documentales mencionados, es una valiosa fuente para estudiar la organización de las salas de exposición sobre todo en la segunda mitad del siglo XX. En este sentido los biblioratos referidos a las sedes de Casa Giró, Casa Ximénez, Casa Garibaldi, así como las Quintas de Herrera y Batlle y Ordóñez, podrían servir para recuperar los montajes desde su apertura como museos. En cambio, los correspondientes a Rivera, Montero y Lavalleja reflejan el panorama entre 1999 y 2001. Debe advertirse la diversidad de la documentación que allí se encuentra, la falta de criterios claros que permitan considerar en todos los casos el momento del «montaje» que están refiriendo y la variedad del tipo de anotaciones que van desde algunas notas mecanografiadas hasta rústicos recortes de papel con escritura manuscrita dando cuenta de un cambio en la museografía de la sala. Asimismo, poseen inventarios de piezas localizados en vitrinas, cajones y armarios, cedularios de piezas expuestas, informes de traslados y de piezas faltantes y registros de retiros y movimientos de objetos entre sedes. Esta documentación se complementa con algunas fotografías existentes en la Colección Fotográfica del museo, que ilustra el aspecto de las exposiciones permanentes de varias de las sedes en diversos momentos del siglo XX.

En la actualidad, el Museo tiende a migrar hacia el registro digital las piezas que ingresan y la documentación a ellas asociada. Sin embargo, algunos de estos sistemas de registro se mantienen en paralelo, de modo de trazar una continuidad con el proceso anterior y no perder información relevante mientras se implementan nuevos mecanismos. Las carpetas de antecedentes continúan siendo el principal repositorio informativo acerca del itinerario de cada pieza antes de llegar al museo e incluso durante su existencia como parte del acervo de la institución.

Existen muchos vacíos de información acerca de los espacios en que se conservaron algunas piezas, el modo en que fueron expuestas (si lo fueron) o el tratamiento que recibieron. A su vez, muchas de las piezas que en su momento fueron consideradas "complementarias" al verdadero acervo del museo, como las estampas y fotografías, no cuentan con este tipo de información. Sin embargo, es realmente destacable el potencial informativo que existe en este archivo para documentar cada pieza de forma completa y conocer no solamente su título, autor o técnica, sino las razones que llevaron a su incorporación a las colecciones del museo, su origen e historia anterior.

Fuentes

Archivo General de la Nación, Uruguay, Fondo Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social, Caja nº 71, Carpeta nº 884, Mensaje y Proyecto de Ley. Reorganización del Museo Nacional.

Manacorda, Telmo. Plan de organización –ideas-fundamentos y noticias de prueba que la dirección del Archivo y Museo Histórico Nacional presenta como exposición de su labor en menos de dos años. Montevideo: Imprenta del Siglo Ilustrado de Risso & Ayala, 1924.

Museo Histórico Nacional, Uruguay, Archivo Administrativo, Caja 1.

Museo Histórico Nacional, Uruguay, Archivo del Departamento de Antecedentes e Inventarios, Carpeta nº 2264, Acta en la que constan piezas que no han podido ser localizadas en el acervo del Museo Histórico Nacional 1940-1949.

Museo Histórico Nacional, Uruguay, Archivo del Departamento de Antecedentes e Inventarios, Libro de registro de entradas 1912-1922. Advertencia, Juan Pivel Devoto, 1941.

Ministerio de Educación y Cultura. Museo de la cultura. Casa Juan Francisco Giró. Montevideo: Ministerio de Educación y Cultura, sin fecha. [folleto]

Bibliografía

Islas, Ariadna, «Recuperación de otras historias/historias otras en los relatos posibles de nación», Revista Museos. Publicación de la Subdirección Nacional de Museos, DIBAM, Chile, n° 30, 2011, pp. 15-24.

López Campaña, Perfecto (dir.). El libro del Centenario: 1825-1925. Montevideo: Capurro y Co. Editores, Imprenta Latina Ucar Blanco Hnos., 1925

Passos, Carlos A, «Reseña Histórica», en Pivel Devoto, Juan E. Catálogo Descriptivo del Museo Histórico Nacional. Montevideo: Imprenta Nacional, 1946.

Pivel Devoto, Juan E. Catálogo descriptivo VII. Colección Manuscritos. Museo Histórico Nacional. Montevideo: Monteverde, 1958.

Pivel Devoto, Juan E. La conservación de los Monumentos Históricos Nacionales. Montevideo: Ministerio de Instrucción Pública y Seguridad Social, 1967.

Schellenberg, T. R. Archivos modernos: principios y técnicas. La Habana: Archivo Nacional, 1958.

Zubillaga, Carlos. Historia e historiadores en el Uruguay del siglo XX. Montevideo: FHCE, 2002.

Notas

[1] Anexo documental no arbitrado por pares «ciegos».
[2] Agradezco a la Lic. Clara von Sanden por sus valiosos comentarios mientras preparaba este texto.
[4] Este aspecto refiere seguramente a la forma en la cual se fue haciendo este archivo, en paralelo a las tareas de inventario de las colecciones del Museo.


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