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Centro Integral Cardiovascular
Comprehensive Cardiovascular Center
A&P continuidad, vol. 10, núm. 19, pp. 108-113, 2023
Universidad Nacional de Rosario

Archivo de obras

A&P continuidad
Universidad Nacional de Rosario, Argentina
ISSN: 2362-6089
ISSN-e: 2362-6097
Periodicidad: Semestral
vol. 10, núm. 19, 2023


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

CÓMO CITAR: Iglesia, R. (2023). Centro Integral Cardiovascular. A&P Continuidad, 10(19), doi: https://doi.org/10.35305/23626097v10i19.433

Obra:

Centro Integral Cardiovascular

Ficha técnica:

Ubicación: Mitre 220, Rosario, Santa Fe, Argentina

Proyecto: (1993) Arq. Rafael Iglesia

Equipo de trabajo:

Arq. Lara Pendino (Coordinación)

Arq. Maria Florencia Ciceri (Edición gráfica)

Sofia Buffarini (Axonometría)

Arq. Walter Gustavo Salcedo (Fotografías)

Mg. Arq. Pedro Ferrazini (Escaneo 3D)

Arq. Emilio Farías y Federico Casazza (Modelado y renderizado 3D)

El texto que se reproduce al final, perteneciente al Arq. Rafael Iglesia, es un fragmento seleccionado por los editores de la memoria de la obra, publicada originalmente en Iglesia, R. (2008). El paraguas. Polis, 10, 10-13.



Ubicación de la obra en la planta urbana actual.



Vista axonométrica de la obra y su entorno urbano actual.



Imagen actual fachada calle Mitre.



Imagen actual de la piedra sobre fachada calle Mitre.



Arriba: Fachada y corte sobre calle Mitre. Abajo: Planta baja y alta. Redibujos realizados a partir de planos originales pertenecientes al archivo del Arq. Rafael Iglesia.



Imagen actual de la piedra sobre fachada calle Mitre.



Axonometría de la piedra sobre fachada calle Mitre. Imagen realizada a partir de escaneo 3D.



Vista y planta de la piedra sobre fachada calle Mitre. Dibujos realizados a partir de escaneo 3D.



Imagen actual de la piedra sobre fachada calle Mitre.

El paraguas

[…] los hombres incesantemente se fabrican un paraguas que les resguarda, en cuya parte inferior trazan un firmamento y escriben sus convenciones, sus opiniones; pero el poeta, el artista, practica un corte en el paraguas, rasga el propio firmamento, para dar entrada a un poco del caos libre y ventoso y para enmarcar en una luz repentina una visión que surge a través de la rasgadura, primavera de Wordsworth o manzana de Cézanne, silueta de Macbeth o de Acab. Entonces aparece la multitud de imitadores que restaura el paraguas con un paño que vagamente se parece a la visión, y la multitud de glosadores que remiendan la hendidura con opiniones: comunicación (Lawrence en Deleuze y Guattari, 1993, pp. 204-205).

¿Cómo no ser un restaurador de paraguas? ¿Cómo intervenir sin mimetizarse con su lenguaje, hoy que se ha roto la unidad del discurso, cómo lograr una arquitectura que sea susceptible de tantas interpretaciones y sentidos como la historia misma, que niegue el discurso narrativo como un todo cerrado, que pueda ser contada de mil maneras, donde pierda sentido el significado, la interpretación?

Que no establezca ninguna verdad o falsedad.

Que deseche lo hecho anteriormente, que se maneje con la parte, la reversión, la mentira.

Una obra de equívocos y respuestas parciales. Una arquitectura que esté dispuesta a despojarse de sus certezas, que se mida con lo que no sabe, que se aventure a seguir pistas más difusas, incluso pistas falsas; que corra riesgos, que se anime a caminar fuera de su red conceptual.

Una arquitectura que no sólo se angustie por el encuentro entre el plano horizontal y el parámetro vertical, sino que cuestione los fundamentos mismos.

Una arquitectura infundada.

La piedra no es capaz de rasgar el firmamento; y también es incapaz de remendarlo con una imagen que vagamente se parezca a la visión.

La piedra está allí, conviviendo con esa línea imaginaria que une las cosas con el suelo, quitándole razones de peso, atestiguando la gravedad de la situación.

La piedra, a pesar de ser una objeción en el camino entre el racionalismo y sus fundamentos, no pertenece al mundo de los objetos, está del lado de las cosas.

Los objetos son construcciones del hombre, tienen proyecto.

La piedra no tiene proyecto, en todo caso, es un proyecto lapidario. Atemporal, asemántica, asignificante, inútil, anarquitectónica. Es la materia, el principio, el fin.

Siempre harán falta otros artistas para hacer otras rasgaduras, llevar a cabo las destrucciones necesarias, quizá cada vez mayores, y volver a dar así a sus antecesores, la incomunicable novedad que ya no se sabía ver (Deleuze y Guattari, 1993, p. 206).

Referencias bibliográficas

Deleuze, G. y Guattari, F. (1993). ¿Qué es la filosofía? Barcelona, España: Anagrama.

Información adicional

CÓMO CITAR: Iglesia, R. (2023). Centro Integral Cardiovascular. A&P Continuidad, 10(19), doi: https://doi.org/10.35305/23626097v10i19.433

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