Presentación

Llamamos músicas electroacústicas a las distintas variantes de arte sonoro que utilizan la cadena electroacústica como instrumento musical. El conjunto de músicas electroacústicas es un término “paraguas”, donde hoy en día este grupo contiene a la música acusmática, la música concreta, la música mixta y la música electroacústica en vivo. Pero nosotros aquí nos referiremos a la música electroacústica en tiempo diferido, que estimamos es la referencia más clásica. También se la llama música acusmática, y tiene como principal característica de apreciación musical el hecho de enmascarar las referencias a fuentes sonoras en su escucha. Esto es, que el auditor no puede reconocer las fuentes que producen los sonidos que escucha; no puede reconocer si se están produciendo en ese momento, o son reproducción de grabaciones, o son o han sido generados artificialmente. Estas músicas se encuentran muy distantes de las músicas tradicionales en cuanto a proceso compositivo y también a producto final. Esta condición nos puede dar lugar a preguntarnos si es que las músicas electroacústicas son realmente “música” o más bien una especie de “cine abstracto ciego” (en contraposición al primitivo cine mudo). De todas formas, sus orígenes los podemos ubicar en la historia de la música contemporánea, lo cual nos permite interpretar que cargaron desde un principio con la intencionalidad de las vanguardias del siglo XX post-tonales; y que luego derivaron, por una especie de “selección artificial”, en lo que hoy son.

El objetivo de este trabajo es pasar revista a la memoria de estas búsquedas, con la intención de desandar el camino que hicieron las músicas electroacústicas actuales desde sus orígenes. Atenderemos en cada una de ellas las búsquedas de apertura del lenguaje musical, la tecnología condicionante de cada uno de sus momentos y las posibles influencias de las otras disciplinas artísticas anteriores y contemporáneas a su desarrollo.

Precursores musicales

• La Música Concreta: Es la vanguardia en la que más se basa la música electroacústica. En principio, porque toma su método de elaboración mediante montaje sonoro (ayer con cintas magnetofónicas y hoy con aplicaciones informáticas multipistas). Toma su método de edición y procesamiento de sonido grabado, donde el músico adopta el rol de “escultor”, manipulando formas y materias sonoras. Adopta su concepción de lenguaje sonoro mediante el criterio de clasificación tipomorfológica ampliada, de donde devienen los conceptos de tipos de escucha, que constituyen una herramienta de análisis y síntesis musical.

• La Música Electrónica: Fue la que aportó la reconsideración de los generadores electrónicos de onda y procesadores de sonido como instrumentos de construcción de sonidos. Por ella, el músico pudo adoptar el rol de lutier virtual, diseñando e implementando sus propios sonidos. Esta situación llevó a la concepción del sintetizador, que hoy en día, en forma de software, es una parte central del conjunto de herramientas utilizadas para la producción de música electroacústica.

• El Serialismo Integral: Fue el que aportó la emancipación de la regularidad rítmica y tímbrica respecto a la inacabable tonalidad. Fue motivo primigenio de la Música Electrónica, y propuso considerar como musicales conductas temporales de los eventos fuera de pulso de referencia.

• La Percusión: Fue la que aportó una original paleta de materias primas de gran riqueza tímbrica. Este tipo de instrumentos, académicos y étnicos, a los que se suman los llamados “Cotidiáfonos” (objetos de nuestro entorno cotidiano, vueltos instrumentos de percusión, que producen diversos sonidos al ser percutidos, entrechocados, sacudidos, frotados, etc.), son grandes proveedores de materiales sonoros.

• El Futurismo: Movimiento artístico en Italia de principios del siglo XX. Fue el que aportó la idea de incluir en la música los ruidos y los sonidos de las máquinas. Se propuso aquí un esbozo de lenguaje mediante una clasificación de materiales sonoros: tonos, estrépitos, explosiones; silbidos y siseos; murmullos, gorgoteos y susurros; estridores y crepitaciones; percusiones sobre metales, maderas, pieles y piedras; voces de animales y hombres, gritos, gemidos y risas. La tecnología empleada para producir estas variantes era mecánica y eléctrica.

• La Música Programática: Entre los siglos XV y XIX, esta corriente musical cultivó la idea de generar imágenes de un entorno sonoro mediante recursos musicales. La tecnología empleada era la que ofrecían los instrumentos de la orquesta, pero puestos al servicio de una idea original.

• La Tonalidad: Si bien fue el sistema que la academia se propuso dejar atrás, durante el siglo XX, sobrevivieron sus marcas gestuales y formales. Veladas por la exuberancia tímbrica y espacial, subyacen en las músicas electroacústicas el conjunto de criterios de instrumentación y orquestación tonal entre otros muchos criterios de este lenguaje.

• La Polifonía Medieval y Renacentista: Con sus diversas etapas de modalidad, fueron los que desarrollaron la idea de discurso pluri-textual. El despliegue temporal de las texturas de integración, subordinación e independencia (discurso único integrado, relaciones figura/fondo, contrapunto). Hasta incluso el manejo espacial de distintas fuentes corales, planteada por Andrea Gabrieli en la catedral de San Marcos de Venecia, hacia fines del siglo XVI.

Precursores artísticos

• El arte multimedial: Mediante sus representaciones de realidad virtual, donde el usuario habita un entorno recorrible e inmersivo, se constituye como un primer punto de referencia. La electroacústica actual, mediante sistemas de audio tales como el 5.1 o el 8k, propone un entorno espacio-tiempo habitable.

• El Cine: Mediante su utilización de los distintos componentes que integran su “banda de sonido” (Habla, Foley, Ambiente, Música), recursos que se han desarrollado paralelamente con las músicas electroacústicas y que también extraen las materias primas de fuentes comunes. Si bien dentro de la banda se prioriza la complementariedad con la visión y el sentido narrativo y representativo del sonido, también tiene lugar la disposición estética de la integración de los distintos materiales. Por otro lado, muchos de los elementos del lenguaje cinematográfico son análogos a los del lenguaje electroacústico.

• El Teatro: Mediante la construcción espectacular de personajes dispuestos en un entorno escénico, puede ser otra referencia a tomarse en cuenta. Cada representación de personaje pone en juego en primer lugar una presencia escénica corporal y luego acciones, conductas y desplazamientos. La actual música electroacústica puede ser interpretada como un juego de estos mismos elementos abordados desde la representación sonora en el espacio-tiempo.

• La Plástica: Mediante la aproximación del concepto de imagen y sus posibles instancias, es un punto de referencia para conceptualizar, buscando analogías entre dicha aproximación y el recurso de imagen sonora de objeto, de personaje y de entorno.

• La Danza: A través de su utilización estética del espacio, mediante criterios coreográficos (es decir disposición, conducta y desplazamiento escénico) se constituye como punto de referencia válido a la hora de diseñar e implementar el discurso sonoro dentro del espacio-tiempo.

A modo de conclusión

La música electroacústica de alguna manera sigue siendo una de las últimas novedades dentro del ambiente musical. Tan nueva resulta ser que, en una primera mirada, se la percibe como algo despegado del concepto usual que tenemos de música.

La idea de este trabajo es la de tender puentes entre los distintos ámbitos musicales y artísticos para con la electroacústica. Seguramente los conceptos aquí mencionados podrían ser infinitamente enriquecidos por especialistas de cada rubro.

Al hablar de precursores, hemos omitido seguramente muchísimos datos y tan solo nos hemos aproximado a ciertos rastros. Para acceder tempranamente a la electroacústica como compositores, es imposible heredar previamente la suma de conocimientos del lenguaje musical a través de toda su historia.

Pero, con la idea de arribar a algunas conclusiones, después de revisar panorámicamente algunos antecedentes históricos inmediatos, podemos entender en principio que existe una continuidad evolutiva entre la llamada música concreta y la música electroacústica. Podríamos incluso arriesgarnos a decir que la música electroacústica es en principio música concreta complejizada en cuanto a discurso y procesos de elaboración, mediante todos los antecedentes aquí citados.

Partiendo de la conjetura de Pierre Schaeffer (1988), el padre de la música concreta, acerca de la invención humana de la música en la prehistoria, consistente en la combinación de sonidos producidos mediante cotidiáfonos (percusión de piedras y utensilios primitivos) con una intensión exploratoria estética, para luego perfeccionarse en instrumentos productores de colecciones de sonidos y formas de composición abstractas basadas en relaciones paramétricas y volcadas en registros escritos (las partituras), hasta finalmente volver al origen, saltando hacia el comienzo de la historia, pero ahora combinando sonidos mediante tecnología electrónica e informática, con una actitud escultórica; podemos sintetizar a gigantes rasgos, el panorama histórico musical.

Retrogradando el camino evolutivo de la música electroacústica hacia sus influencias más lejanas, podemos ver la idea primigenia de la música concreta, que empalma sonidos grabados de distintas fuentes en una única línea discursiva. Luego esta misma idea se amplía hacia una serie de recursos emparentados con la historia de la composición musical y de otras artes temporales como el cine, el teatro, la danza y la multimedia.

Hoy, todo ese bagaje de conocimiento artístico se integra en una música electroacústica actual que, en máximas expresiones, sale a jugar con:

• Entramados de distintas líneas discursivas que conforman todo tipo de textura, llegando incluso a complejas polifonías.

• Materiales sonoros utilizados en sus diversos sentidos de escucha (estética, referencial y semántica).

• Materiales sonoros concretos (obtenidos de nuestro entorno), sintéticos (diseñados e implementados mediante técnicas de síntesis de sonido), y procesados (modificados mediante procesos de deformación, transformación, mixtura y fusión).

• Disposiciones y conductas espacio-temporales que otorgan entidad y presencia escénica a entidades y entornos que se expresan mediante diversas imágenes sonoras.

La Música Electroacústica es otro género musical más. Nos invita a sentir y luego “ver” mediante la escucha y nuestra imaginación. En principio y para apropiárnosla, solo es cuestión de permitirnos experimentarla como auditores y también como compositores.

Bibliografía

Chion M. (1999). El Sonido. Barcelona: Paidós Comunicación.

Schaeffer, P. (1988). Tratado de los objetos musicales. Madrid: Alianza Editorial.