Secciones
Referencias
Resumen
Servicios
Descargas
HTML
ePub
PDF
Buscar
Fuente


PATRIMONIO SOCIOCULTURAL DEL CENTRO DE ACAPULCO, GUERRERO, MÉXICO: POTENCIAL TURÍSTICO DESDE UNA VISIÓN SISTÉMICA
Sociocultural heritage of downtown Acapulco, Guerrero, and Mexico neighborhoods: touristic potential from a systemic vision
Uma visão sistémica do potencial turístico do património sócio-cultural dos bairros do centro de Acapulco, Guerrero, México
Une vision systémique du potentiel touristique du patrimoine socioculturel des quartiers du centre d'Acapulco, Guerrero, Mexique
Revista Arista Crítica, vol.. 1, núm. 1, 2021
Universidad Libre

Artículos

Revista Arista Crítica
Universidad Libre, Colombia
ISSN-e: 2745-1453
Periodicidad: Anual
vol. 1, núm. 1, 2021

Recepción: 22 Junio 2020

Aprobación: 08 Octubre 2020

Publicación: 27 Marzo 2021

Autor de correspondencia: arosas@uagro.mx

Copyright Universidad Libre 2021

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Cómo citar: Rosas Acevedo, A. Y., & Sánchez Infante, A. (2021). Patrimonio sociocultural de los barrios del centro de Acapulco, Guerrero, México: potencial turístico desde una Visión Sistémica. Revista Arista-Crítica, 1(1), 68–83. https://doi.org/10.18041/2745-1453/rac.2020.v1n1.6433

Resumen: La competencia por atraer turistas hacia el país ha generado la diversificación de la oferta en esta materia, debido a esto, se ha buscado generar una imagen positiva para promover cada uno de los destinos. Acapulco, como destino turístico maduro de litoral cuenta con varios atractivos, uno de estos, es el patrimonio sociocultural que ofrecen los barrios históricos de la zona tradicional, relacionado con los inmuebles, prácticas, comportamiento y promoción de los valores que identifican a la población. Precisamente el objetivo de esta investigación fue conocer la percepción del valor social y cultural de estos barrios en la zona tradicional del puerto Acapulqueño, a través de la identificación de actividades destinadas a definir, preservar y difundir el patrimonio con fines turísticos. La metodología empleada fue de corte cualitativo, con enfoque sistémico, cuyo fin estuvo enfocado en conocer y comprender contextualmente los aspectos que favorece la inserción turística con la actividad urbana actual, para que sirva como base en la planificación sustentable y la formación integral de un producto turístico. El desarrollo del patrimonio desde un enfoque sistémico, se centra en la posibilidad de incorporar al turismo cultural en términos sociales reales. Por su parte, el dinamismo urbano permite el desarrollo interno, potenciado por las actividades socioculturales en la ciudad histórica, sin perder de vista la interrelación entre sus elementos y las influencias del entorno.

Palabras clave: aculturación, ciudad histórica, enfoque sistémico, espacio urbano, patrimonio socio-cultural.

Abstract: The competition to attract tourists has generated a diversification of the offer, because of this, there has been sought ways to generate a positive image for the sake of promoting each destination. Acapulco, as a mature coastal tourist destination, has several attractions. One of these is the socio-cultural heritage offered by the historic neighborhoods located at the traditional area. This is related to the real estate, practices, behavior, and promotion of the values that identify its population. The objective of this research was to know the perception of the historical, social and cultural value of its historic neighborhoods in the traditional area at the port of Acapulco, this, achieved throughout the identification of socio-cultural characteristics and the activities aimed at defining, preserving, and disseminating the heritage for touristic purposes. The methodology used was a qualitative one, with a systemic approach in order to know and understand the socio-cultural context that favours touristic insertion with the current urban activity, this to work as a basis for sustainable planning and comprehensive training of a tourism product. The heritage development from a systemic approach focuses on the possibility of incorporating cultural tourism in real social terms. The urban dynamism enables internal development, powered by socio-cultural activities in the historic city, without losing sight of the interrelationship between its elements and the influences of the environment.

Keywords: acculturation, historic city, systemic approach, urban space, socio-cultural heritage.

Resumo: A competição para atrair turistas gerou a diversificação da oferta, por isso, procurou-se uma imagem positiva para promover cada um dos destinos. Acapulco, como um destino turístico costeiro maduro, tem uma variedade de atracções. Uma delas é o património sociocultural oferecido pelos distritos históricos da zona tradicional, em relação aos bens e práticas que identificam a população. O objectivo era conhecer o valor histórico, social e cultural dos distritos históricos na zona tradicional do porto de Acapulco através da identificação de actividades destinadas a definir, preservar e divulgar o património para fins turísticos. A metodologia utilizada no trabalho de campo foi qualitativa, com uma abordagem sistémica, para conhecer e compreender o contexto sociocultural do local que favorece a inserção do turismo na actividade urbana existente, para servir de base a um planeamento sustentável e à formação integral de um produto turístico. O desenvolvimento do património sociocultural dentro do centro histórico de Acapulco está centrado em termos socioculturais reais. Os impactos negativos são minimizados pela preservação de valores socioculturais que fornecem cenários possíveis que servem como estratégias nas políticas governamentais que reconhecem a complexidade do turismo para eliminar os pontos fracos como destino, sem perder de vista a inter-relação entre os seus elementos e as influências do ambiente.

Palavras-chave: Cidade histórica, Abordagem sistémica, Património sócio-cultural, Políticas governamentais, Turismo urbano, Área tradicional.

Résumé: La concurrence pour attirer les touristes a généré la diversification de l'offre, de ce fait, une image positive a été recherchée pour promouvoir chacune des destinations. Acapulco, en tant que destination touristique côtière mature, possède une variété d'attractions. L'un d'entre eux c’est le patrimoine socioculturel offert par les quartiers historiques de la zone traditionnelle, en relation avec les biens et les pratiques qui identifient la population. L'objectif était de connaître la valeur historique, sociale et culturelle des quartiers historiques de la zone traditionnelle du port d'Acapulco par l'identification d'activités visant à définir, préserver et diffuser le patrimoine à des fins touristiques. La méthodologie utilisée dans le travail de terrain était qualitative, avec une approche systémique, pour connaître et comprendre le contexte socioculturel du lieu qui favorise l'insertion du tourisme avec l'activité urbaine existante, pour servir de base à une planification durable et à la formation intégrale d'un produit touristique. Le développement du patrimoine socioculturel dans le centre historique d'Acapulco est centré sur des termes socioculturels réels. Les impacts négatifs sont minimisés en préservant les valeurs socioculturelles qui fournissent des scénarios possibles servant de stratégies dans les politiques gouvernementales qui reconnaissent la complexité du tourisme pour éliminer les faiblesses en tant que destination, sans perdre de vue l'interrelation entre ses éléments et les influences de l'environnement.

Mots clés: Approche systémique, Patrimoine sociocultural, Politiques gouvernementales, Tourisme urbain, Zone traditionnelle, Ville historique.

**[3] La presente investigación considera el potencial turístico del patrimonio sociocultural, desde una visión sistémica; incorpora una mirada total de la forma cómo se interrelaciona la sociedad en su contexto real, más allá de lo cotidiano. Desde esta concepción, se encuentran correlacionados el ambiente natural y social, e interconectados con el aspecto cultural, para analizar, interpretar y concebir la dimensión humana de las comunidades en los espacios y hábitat donde se encuentren. Por tanto, es una forma de comprender el actuar de la sociedad.

La característica principal de la zona tradicional de Acapulco es su antigüedad, su inicio fue a finales de 1930 y su apogeo ocurrió entre los años 1950 y 1960. Allí prevalecen las actividades administrativas, residenciales y comerciales; especialmente en esta última destaca el movimiento turístico. En el año 2020, los barrios históricos que componen este territorio; se han distinguido por ser asentamiento de población que ha pasado por un proceso de aculturación debido a sus orígenes diversos; sus habitantes son de bajos ingresos, cuyas viviendas son precarias y han perdido su diseño arquitectónico al adaptarlas a las necesidades más urgentes.

Ahora bien, la arquitectura antigua, se localiza en torno a la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad y a la Plaza Álvarez, lugares donde se concentran pequeños comercios de artesanías locales, así como servicios de distinta naturaleza son ofertados por los habitantes de los barrios aledaños. La imagen del territorio, es una herramienta importante para la apropiación de algunos espacios socioculturales significativos con potencial turístico, por lo que esta forma de comercializar la cultura popular, lleva a la adaptación de los requerimientos de la demanda de sus visitantes y a interpretar la legitimidad de los grupos locales a través de elementos identificados para su comercialización.

Es así que el interés de este trabajo radica, en analizar al turismo como una hibridación de identidades culturales, como base y parte del cambio y desarrollo social, por lo que bajo el enfoque sistémico, se estudia la transformación interna de los valores y la cultura de los individuos y su sistema.

Surge entonces al respecto surge la siguiente pregunta de investigación: ¿será posible, que los elementos que componen el patrimonio sociocultural, vistos desde una perspectiva sistémica, tengan la capacidad de producir significados que originen las bases para un producto turístico, de tal forma que garantice su respeto y conservación pensando en que contribuya en el desarrollo socio-económico de la zona tradicional de Acapulco?

Tal tipo de turismo pretende preservar y transmitir el patrimonio cultural de lugares históricos o relacionados con personajes famosos, así como monumentos, pinturas, y museos, para lo cual, se deben combinar y equilibrar algunos elementos principales a fin de integrar la sociedad, la pertenencia y los saberes populares.

El trabajo analítico, se apoyó en los planteamientos de los sistemas sociales, basado en el positivismo lógico de Bertalanffy, quien diseña un paradigma epistemológico que trata de comprender los fenómenos de la realidad social en forma totalizadora, así como la correlación entre las variables que median la actividad turística para delimitar el sistema.

Por su parte la metodología empleada se desarrolla bajo un enfoque cualitativo de corte descriptivo, con las premisas básicas de la existencia de los sistemas dentro de sistemas, los cuales son abiertos y las funciones tanto del sistema como de los subsistemas dependen de su estructura.

Por lo que puede ser explicada por dichas variables y sus relaciones mutuas, para lo cual se deben identificar los elementos que lo componen: infraestructura, atractivos turísticos, motivaciones, publicidad, oferta, demanda, tanto como relaciones sociales, culturales, económicas, políticas, entre otras. Es importante recordar que desde la teoría general de sistemas, el turismo se encuentra interconectado con las relaciones simbólicas.

La observación directa reveló los valores culturales, la herencia del lugar y la interacción con la sociedad para comprender la dinámica de sus recursos y estructuras con potencial de atracción turística, convivencia y cohesión humana. Las entrevistas se aplicaron a las personas adultas que frecuentaron la zona de estudio; se valoraron las opiniones y experiencias de los residentes de los barrios.

El carácter sistémico de estas, permite comprender los procesos de diferenciación social y física que acontecen en el contexto sociocultural del lugar, pensando en que ellos favorezca la inserción del turismo con la actividad urbana en el centro histórico de Acapulco, para que sirva de base en la planificación sustentable y la formación integral de un producto turístico.

De este modo, es importante la constitución de sitios emblemáticos con una identidad determinada, así como la presencia del patrimonio cultural en el entorno urbano, pues ello propicia la conservación de los bienes culturales haciendo que el lugar se convierta en facilitador de la acción social además de ayudar a establecer la autenticidad al momento de asociarse para lograr un significado.

El enfoque totalizador de la Teoría General de los Sistemas

Ludwig Von Bertalanffy (1968) establece que un sistema es “cualquier unidad en la que el todo sea la suma de las partes y cuyas propiedades no pueden reducirse a las propiedades de las partes, y las propiedades sistémicas se destruyen si el sistema se divide en partes”. Sin embargo, como estaba basado en el contexto de las Ciencias Naturales, rediseñó su teoría con enfoque hacia las Ciencias Sociales, pretendiendo ser ahora interdisciplinar (Espinosa Polanco, 2014, p. 19).

Así las cosas, visto desde el ángulo del sistema social, los individuos interactúan a través de sus actividades bien diferenciadas y definidas, se requiere identificar las variables en su comportamiento, las cuales se dan de acuerdo a las acciones que desempeñan para conformar el estudio de la totalidad de la estructura social y resolver el problema que interesa. “Lo social –apuntan Vázquez Ramírez y otros- se construye a partir de conductas individuales, para comprender el comportamiento de la sociedad, es necesario agrupar a los individuos de acuerdo a las actividades que desempeñan en el todo” (2013, p. 4).

En efecto la perspectiva de un marco teórico-conceptual para comprender los fenómenos de naturaleza animada, es importante para integrar a las Ciencias Naturales y Sociales (Espinosa Polanco, 2014, p. 19). La comprensión del todo organizado en muchas variables expone la relación dinámica y recíproca que se da entre la organización del sistema y sus vínculos con el contexto, pues “no se trata de descomponer lo observado en sus elementos básicos ni de buscar explicaciones en términos de causalidad lineal” (Rodríguez y Arnold, 2007, p. 41).

Por su parte la retroalimentación es la relación sistema-entorno, la cual refiere Arnold y Osorio al “proceso mediante el cual un sistema abierto recoge información sobre los efectos de sus decisiones internas en el medio y actúa sobre las decisiones sucesivas”, esto permite la toma de medidas para que el procedimiento se mantenga e intervenga en el ambiente con lo que, de esta forma se retroalimenta y conserva el sistema (1998, p. 10).

Con todo, la Teoría General brinda una perspectiva totalizadora para el análisis del fenómeno turístico. Se entenderá al turismo “como sistema abierto, el equilibrio es el eje basal de análisis, a partir de la relación recíproca de: el visitante, el residente, oferta hotelera, patrimonio, infraestructura, entre otros, los cuales, en conjunto, permitirán definir la competencia turística de un territorio” (Espinosa Polanco, 2014, p. 20).

Siguiendo tal ruta, Cuervo analiza al turismo a partir la teoría general de los sistemas como “un conjunto bien definido de relaciones, servicios e instalaciones que se generan en virtud de ciertos desplazamientos humanos” (1967, p. 29). Para que este sistema funcione debe comunicar información verdadera y útil (Cuervo, 1967, p. 33).

Componente sistémico del patrimonio socio-cultural

El turismo es un fenómeno social congruente con la cultura, la cual posee una función preservadora y socializadora, por lo que ha sido importante para el desarrollo de aquel desde sus inicios, es una forma de salvaguardar las manifestaciones culturales tangibles e intangibles. El patrimonio cultural, en especial el urbanístico, arquitectónico y artístico, se convierte en el recurso principal para el turismo (Reis Duarte, 2009, p. 70).

Además, cabe agregar que el patrimonio como fenómeno sociocultural presenta un carácter interdisciplinario y a la vez sistémico, que propicia la conservación de valores del patrimonio cultural o de bienes heredados de los ancestros sin dañarlos (De Alcántara Bittencourt y Veroneze, 2010, p. 727).

La historia surge a partir de la ciencia ideográfica, sin la que no hay patrimonio y que, junto con otras disciplinas, le dan un significado a los valores culturales de la comunidad. Desde esta dimensión el patrimonio (del latín patrimonium) debe ser protegido, conservado e intervenido desde la interdisciplina para conservar sus valores culturales (Díaz Cabeza, 2010, p. 4).

Así, en la lógica sistémica de la dimensión social, la interpretación es autorreferencial, se describe siempre a sí misma, y no puede ir de lo significativo a lo absurdo. Todo lo elaborado dentro de ellos debe tener interpretación para que logre tener efecto dentro del sistema.

Por su parte la conciencia de identidad tiende a desaparecer ya que, se ve amenazada la estabilidad de las relaciones familiares e históricas, para dar paso a una desconfianza social. Al respecto, según Ballart Hernández (1997),

“El patrimonio alimenta siempre en el ser humano una sensación reconfortante de continuidad en el tiempo y de identificación con una determinada tradición” […] “nace la noción de patrimonio histórico en el mundo moderno, ha sobrevivido al paso del tiempo y nos llega a tiempo para rehacer nuestra relación con el mundo que ya pasó” (en Díaz Cabeza, 2010, p. 5).

Los conceptos de patrimonio cultural e identidad están intrínsecamente ligados por la dimensión simbólica de su significado. Es a través de la identidad que se puede determinar los rasgos característicos de cada colectividad, lo que resulta fundamental para otorgar los valores simbólicos a los bienes culturales que se convierten en representativos de la identidad cultural (De Lara, 2016, p. 3-8).

Así pues, aunque el patrimonio de cada cultura tiene la historicidad y los elementos necesarios para transferir significados de identidad por medio de sus expresiones orales y tradiciones, conservados en el tiempo y en las crisis sociales; “en ocasiones las políticas de cultura en los estados inciden en las decisiones y declaraciones patrimoniales, según sus intereses políticos y económicos, sin embargo, es la sociedad la que identifica y debe definir sus bienes culturales” (Díaz Cabeza, 2010. p. 5).

El nuevo valor de la ciudad histórica

“Las ciudades comenta Cadela Alquisiras (2018) pueden convertirse en centros de atracción turística y fomentar la cultura elevando así, el desarrollo económico del lugar por medio de la imagen urbana que lo rodea” (2018, p. 11).

Según este fragmento, la valoración de los bienes culturales es indispensable en el patrimonio, debe hacerse con profundidad y con la consciencia de los aspectos arquitectónicos y urbanísticos, debe servir, en suma “para definir políticas culturales, que permitan identificar que se merece resguardar o restaurar y qué acciones se harían para su conservación. En este sentido, se precisan sus potencialidades y posibilidades de nuevos usos, sin causar daño a sus valores” (Díaz Cabeza, 2010, p. 6).

La designación de ‘histórico’ se fortaleció cuando la imagen urbana edificada se consideró como un símbolo de identidad colectiva. “La calificación de un espacio urbano –arguye Caraballo Perichi (2002)- como ‘centro histórico’ se ha transformado en imaginario paradigmático de la identidad de un colectivo, este surge con el desarrollo de las teorías urbanas de ‘zonificación’ propuestas por la modernidad” (p. 107).

De esta manera, los centros históricos como asentamientos activos urbanos trasmiten expresiones del pasado. “Se debe considerar y cuidar la autenticidad de los recursos para evitar ofrecer a los visitantes un patrimonio atrofiado y poco fiable” (Reis Duarte, 2009, p. 132). A través de su arquitectura, este refleja su historia, costumbres, tradiciones y la evolución social de sus habitantes, es decir, “representa un recurso económico importante para el desarrollo político, económico, turístico y cultural del país” (Díaz Cabeza, 2010. p. 9).

“De la aceptación de las ciudades antiguas como poseedoras de valores históricos y culturales, derivó su conceptualización como espacio culto preferencial o especializado para la cultura, se convierte en lugar de encuentro y cohesión de entidad territorial” (López García, 1993, p. 161).

Para la planificación del turismo, en las ciudades con atractivos patrimoniales “se deben incorporar estrategias específicas: un análisis objetivo de los elementos de diferenciación y situación de la ciudad; la sensibilización, consenso entre los agentes sociales implicados en el desarrollo y el esfuerzo de gestión” (Vera Rebollo y Linares, 1995, p. 172).

De esta manera al identificar el recurso cultural, con intervención de actores locales, se podrán crear nuevas formas urbanas. Esta perspectiva de “urbanización turística, está basada en la prestación de servicios, consumo y recreación” (Mullins, 1991). “Se puede posicionar una región en el circuito relacionado con la contemplación de paisajes culturales, en función del desarrollo turístico, para producir lugares atractivos para el consumo” (Luchiari, 2000).

El potencial del significado simbólico de los barrios históricos de Acapulco, resulta de su contenido auténtico, relevancia y situación presente. De esta forma, el espacio público, está compuestos por avenidas, callejones, plazas, plazoletas, residencias y parques, los cuales “son apropiados por los individuos que retroalimentan el significado del territorio para ellos mismos el cual al ser compartido con otras personas, se convierte en una identidad generada por el espacio geográfico del cual comparten la cultura” (Magaña Carillo y Padín Fabeiro, 2016, p. 14).

Sobre la apropiación del espacio público, Giménez (2004) comenta que se presenta en dos vertientes: “utilitaria-funcional” y “simbólico-cultural”: Por un lado, se trata la apropiación del territorio, característica más importante en los espacios públicos citadinos, ya que pueden ser instrumento para llamar la atención de los visitantes como una forma de “sentirse vivos” (Rodríguez Rodríguez, 2015, p. 30).

Por otro lado, tiene que ver con representaciones culturales como situaciones políticas, sociales, de tradiciones y costumbres, esto domina de forma incompleta el uso del espacio, en relación con el comportamiento y actitudes de la población y visitantes (Torres, 2009).

Se ha considerado a las ciudades históricas como generadoras de productos nuevos, que los convierte en lugares turísticos a través de la cultura urbana, por el beneficio del paisaje representativo de la ciudad o los monumentos históricos. Los obstáculos en la promoción, conservación y regulación radican en la falta de una política eficiente, no sin descartar la problemática ambiental social y urbana (Vélez Pliego, 2007).

Metodología

La metodología empleada se desarrolla bajo un enfoque cualitativo y sistémico, de corte descriptivo, con las premisas básicas de la existencia de los sistemas dentro de sistemas, los cuales son abiertos en tanto sus funciones como de los subsistemas dependen de su estructura. Este enfoque está basado en el positivismo lógico de Bertalanffy, quien plantea un paradigma epistemológico que trata de interpretar los fenómenos de la realidad social. Además, en el presente trabajo se aplica la lógica inductiva, es decir, de lo particular a lo general.

Orientar el análisis hacia el estudio de la totalidad, el todo es algo más que la suma de las partes y está influenciada por los valores del investigador. Así, la teoría utilizada es el interaccionismo simbólico de Herbert Blumer (1969), ya que se pretende comprender a la sociedad con base en el análisis de tres premisas:

  1. 1. El ser humano orienta sus actos hacia las cosas en función de lo que estas significan para él.

    2. El significado de estas cosas surge como consecuencia de la interacción social que mantiene con otros miembros de la sociedad.

    3. Los significados se manipulan y modifican mediante un proceso interpretativo desarrollado por la persona al enfrentarse a determinadas situaciones en su cotidianeidad.

Los instrumentos de recopilación de datos fueron la observación directa detallada, la ficha técnica y la captura de memoria fotográfica, así como las entrevistas semiestructuradas sobre las expresiones orales y tradicionales que con frecuencia se desarrollan en este lugar realizadas a las personas mayores de edad.

De esta manera, el método utilizado para el análisis de datos inició a partir de los hechos, los cuales se categorizaron y subcategorizaron, con el fin de dar sentido y orden lógico a los datos de la realidad. El proceso fue inductivo para entender los conceptos, ideas e identificar los significados[4] (Strauss y Corbin, 2002. p. 111).

Así mismo, con base en la teoría general de los sistemas[5] de Bertalanffy (1968), se estudió la zona tradicional bajo el esquema de ser un gran sistema compuesto por otros subsistemas, de tal forma que se consideran los siguientes datos:

  1. 1. Los accesos a la zona tradicional.

    2. Bienes inmuebles de carácter histórico.

    3. Las tradiciones y expresiones.

    4. Áreas verdes emblemáticas de importancia socioambiental.

En concordancia con los principios de la Teoría General de los Sistemas de Bertalanffy (1968), la perspectiva holística integra las actividades de interés, servicios, instalaciones e inmuebles, transporte, accesos peatonales, áreas verdes con las tradiciones, expresiones y características culturales de las personas.

Es así que se analizó el comportamiento del turismo sociocultural como objeto de estudio con el fin de construir las variables del sistema bajo la influencia de su entorno como alternativa para generar herramientas que posibiliten la formación de un producto turístico, se trató de una lectura hecha con visión de un “todo” del turismo sociocultural. De tal forma, que se hizo necesario segmentar al sistema en sus partes y analizarlas por separado para facilitar su estudio de forma interdisciplinaria

Por lo que se evitó crear una visión parcializada al considerarse que el turismo sociocultural está inmerso en un sistema mayor o sistema social. A este respecto, es importante no perder de vista que desde la configuración de la Teoría General de los Sistemas aplicadas a las Ciencias Sociales, se incluyen escenarios en los que participan varios agentes implicados y sus relaciones intrínsecas.

Ahora bien, el trabajo de campo parte del supuesto de que el turismo hace uso de los valores culturales, la herencia del lugar y la interacción con la sociedad, con lo que se tuvo la oportunidad de hacer observaciones durante las inmersiones en terreno, las cuales contribuyeron a la comprobación de las dinámicas del patrimonio sociocultural, y proporcionaron nuevas dimensiones de análisis a través de la elaboración de notas así como la memoria fotográfica del lugar.

Por su parte, la observación directa como medio para revelar el ambiente sociocultural fue importante para comprender la dinámica de sus recursos y estructuras de interés, tanto como para identificar estrategias turísticas orientadas a la promoción de la imagen del mismo. En este sentido, se interpretó la apropiación de algunos de estos espacios utilizados para su conversión en lugares de atracción turística, convivencia y cohesión social por parte de diversos colectivos, como también se valoraron las opiniones y experiencias de los residentes de los barrios.


Figura 1.
Zona tradicional de Acapulco – Guerrero
Fuente: elaborado con datos de la carta topográfica E14C57, escala 1:50 000, apoyada en Google earth para localización y digitalización de los puntos de interés. 22/06/2020.

Hallazgos y discusión

Acapulco Tradicional, comprende la zona de la playa Caleta hasta el parque Papagayo, cuyos barrios históricos y fraccionamientos son: La Cuerería, La Adobería, La Bodega, El Hueso, EL Hospital, Los Tepetates, El Teconche, El Comino, El Capire, Petaquillas, La Candelaria, La Fábrica, La Guinea, El Mesón, La Lima, Crucitas, El Tambuco, Pozo de la Nación, Petaquillas, La Pinzona, La Pocita, La Poza, Santa Rosita, Los Naranjitos, El Panteón, Colonia Centro, Fraccionamientos Las Playas y Las Américas.

Así, los lugares con potencial turísticos sobresalientes (Figura 1) que se abordaron fueron el Fuerte San Diego, El Fortín Álvarez, la Casa de los Vientos, la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad y el Parque de la Iguana.

El acceso a la zona tradicional

Los barrios del centro de Acapulco, son considerados los primeros asentamientos humanos de la ciudad. En efecto sus principales casas fueron construidas a finales de los años veinte con calles de terracería, angostas y sin aceras, debido a que en esa época no había circulación de automóviles, no necesitaban espacios para estacionamiento en la calle ni dentro de las viviendas, según comenta el señor Pablo Ramírez en la entrevista realizada en el Zócalo, por lo que el incremento paulatino de automóviles en épocas recientes ha provocado un problema de circulación vial.

De otro lado, el crecimiento acelerado y desordenado de la zona tradicional del puerto de Acapulco ha creado diversidad de formas, dimensiones, funciones e interacciones sociales, lo cual le ha dado un carácter identitario propio a este territorio urbano. Su riqueza radica en conservar la memoria material e inmaterial de sus habitantes, para convertirla en potencial oferta turística.

El acceso es muy reducido en los callejones (Figura 2), puesto que se realizó la construcción de sus casas sobre las calles. En una sola casa pueden llegar a vivir hasta tres o cuatro familias, la mayoría son descendientes de los primeros pobladores o migrantes del campo que no saben leer y escribir. Los niños y jóvenes no asisten la escuela, se dedican al comercio informal. Un problema en esta zona es el desperdicio de agua potable, se encuentra tubería improvisada a cielo abierto. La acumulación de residuos sólidos urbanos en las calles es vista como algo cotidiano, así como la convivencia con la fauna doméstica nociva.


Figura 2.
Callejones angostos y cerrados
Fuente: foto propia. 12/11/2019

Además, las calles y los cauces fluviales del centro de Acapulco han quedado cubiertos en su totalidad por cemento, lo que impide contar con los beneficios de los servicios ambientales que estos otorgaban a la población. Existen escasas y pequeñas áreas verdes dentro y fuera de las construcciones habitacionales o comerciales.

Las manifestaciones del patrimonio

Ahora bien, esta región presenta cualidades diversas y así, pese a que se encuentra degradada de forma social, con una marcada decadencia paisajística, no sucede ello con un patrimonio histórico, al que se le ha dado mayor énfasis en su conservación y valorización. No obstante, el proceso de modernización lo ha deteriorado poco a poco, sea por presiones de uso de suelo, por la baja identidad local o la inseguridad. En efecto, el espacio social de las casonas antiguas ha sufrido cambios y han dado paso a reestructuraciones con nuevos materiales, lo que provoca que se pierda su riqueza cultural.

Hay que agregar, que existe poco interés en programas para el rescate del turismo cultural urbano en la zona tradicional, sin embargo, el Fuerte de San Diego se ha visto beneficiado, al ser considerado el museo histórico de Acapulco (Figura 3), ya que se trata de un monumento histórico importante que guarda una riqueza auténtica incalculable desde la conquista de los mares del sur, pasando por el comercio de oriente con el Galeón de Manila y hasta las hazañas militares en la defensa de la soberanía mexicana.


Figura 3.
Fuerte de San Diego
Fuente: foto propia. 15/10/2019

Pese a esto, no tan bien resguardado como el Fuerte se encuentra el Fortín Álvarez, construcción de carácter militar de la época colonial que data del siglo XVII y cuyo nombre hace honor a Juan Nepomuceno Álvarez Hurtado. Se localiza en el Cerro de la Mira y su construcción abarcó del año de 1778 a 1783, siendo construido de piedra a manera de cuadrilátero; cabe notar que de norte a sur mide 39.9 metros, de este a oeste 15.50 metros mientras que el grosor de sus muros son de 80 cm. En su época, funcionó como almacén de pólvora y municiones para la defensa del puerto. Solo quedan dos de sus cuatro torres de vigilancia. (Figura 4).


Figura 4.
Fortín Álvarez
Fuente: foto propia. 03/12/2019

El centro cultural La Casa de los Vientos (Figura 5), es otro lugar emblemático. En la parte exterior del inmueble se encuentra un mural de mosaico, azulejos, piedras volcánicas, conchas marinas y cantera de colores naturales, con características prehispánicas, elaborados entre 1957 y1959, mide 12.70 metros de ancho y hasta 2.35 metros de alto, el cual le rinde homenaje a Quetzalcoatl (serpiente emplumada) y a Exekatlkalli (casa de los vientos). Fue sitio de residencia del pintor mexicano Diego Rivera y Dolores Olmedo. La casa es pequeña, por lo que en su interior diseñaron murales en los techos, con aplicaciones de azulejos (Figura 6), cuenta con mobiliario y puertas de maderas finas (Figura 7).


Figura 5.
La Casa de los vientos. A la derecha Exekatlkalli y a la izquierda Quetzalcoatl
Fuente: foto. Ruiz Jaimes, 2012.


Figura 6.
Murales en los techos. A la izquierda la paloma de la paz y a la derecha la hoz y el martillo que representa el comunismo
Fuente: foto propia. 20/03/2014


Figura 7.
Interior de La Casa de los vientos. A la izquierda comedor y a la derecha puerta elaborados de maderas finas
Fuente: foto propia. 20/03/2014

Otros bienes inmuebles de carácter histórico

Otro bien inmueble considerado es la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad (Figura 8), localizada frente a la Plaza Álvarez. Se trata de la más antigua y emblemática de Acapulco y su construcción actual data de los años 50. Es una iglesia de culto católico y sede del arquidiócesis Acapulqueña. Su interior está decorado con azulejos y mosaicos dorados que le da su aspecto neocolonial, con un estilo morisco y bizantino que se puede observar en sus dos torres y cúpula.

Es sede de festividades religiosas, con procesiones provenientes de otras parroquias durante las celebraciones de sus santos patronos. Durante la Semana Santa, en medio de la crisis por la pandemia del Covid-19, el Viernes Santo (10 de abril 2020), se realizó por la mañana un recorrido con la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad por la Costera Miguel Alemán, con el fin de extender la bendición a todos los habitantes del puerto de Acapulco.


Figura 8.
Catedral de Nuestra Señora de La Soledad
Fuente: foto propia. 10/12/2017

Otra fecha importante es el 12 de diciembre, en donde se festeja a la Virgen de Guadalupe, se realizan procesiones de trabajadores y patrones de hoteles, restaurantes y comercios; junto con los habitantes de las colonias del área urbana, en la principal vía del área hotelera. El análisis de estas representaciones sociales, son una forma de profundizar en la cultura y las tradiciones religiosas de la población, así como fomentar las costumbres para preservar la cultura como parte del patrimonio intangible.

Áreas verdes emblemáticas de importancia ambiental

Dentro de los barrios históricos se encuentra el “Parque de la Iguana”, ubicada en el Barrio de la Crucita (figura 9), entre la calle del hospital y el callejón canal del tanque.


Figura 9.
Parque de la Iguana
Fuente: foto propia. 21/05/2017

Es un espacio en donde se llevan a cabo procesos complejos que refuerzan la socialización y cohesión del tejido social de los barrios cercanos. Así, las personas que frecuentan aún los consideran como área verde recreativa y centro de convivencia, así como de actividades sociales. Se ha mantenido en funcionamiento gracias a los habitantes aledaños, quienes realizan la limpieza con recursos propios. Cuenta con vista a la bahía Santa Lucía, dentro hay juegos recreativos, cancha de usos múltiples, alberca, espacios libres, murales de arte y estacionamiento.

Además, es frecuente su uso para eventos deportivos de las escuelas primarias cercanas, conciertos populares, campañas médicas de la Secretaría de Salud y Asistencia (SSA) o del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), así como eventos de partidos políticos. En las entrevistas, la identidad con el patrimonio se hace visible, ya que las personas del lugar consideran que la alberca y las iguanas que habitan dentro del parque, pueden ser parte de un producto turístico que de alguna forma los beneficie.

Conclusiones

Como modelo de pensamiento para el análisis de la percepción de los actores sociales en su contexto cultural, el modelo sistémico aporta información complementaria a la visión convencional y pone luz en elementos que antes no se habían considerado importantes en la participación y empoderamiento de los grupos sociales desde diferentes ángulos.

Es así que, la construcción de los valores del turismo sociocultural se dan a partir de las interacciones sociales que se establecen en esos territorios y varían en importancia según cada individuo; es por todo esto que se estudia como un sistema de lugares e identificando patrones de uso compartido, de tal forma que se define el lugar y las personas que lo habitan.

En este sentido, el centro histórico de la ciudad de Acapulco está compuesto de construcciones urbanas antiguas y modernas, en los que la expansión urbana sin planificar y la modificación realizada en los usos del suelo comercial y residencial ocasionan un impacto negativo sobre la pertenencia de identidad sociocultural.

El turismo sociocultural funciona como una totalidad organizada, es decir, como un sistema, por tanto, se debe entender tal funcionamiento con base en la protección del mismo. El desarrollo del patrimonio de esta índole dentro del centro histórico de Acapulco debe ser medido en términos socioculturales reales. Las actividades locales se deben gestionar como producto turístico, sin perder de vista el entendimiento de las actitudes y expectativas de los locales, para tratar de minimizar impactos sociales y culturales negativos, así como aportar posibles escenarios como estrategia para eliminar las debilidades de imagen del destino turístico.

Con todo, aunque sea complicado en estos momentos desarrollar un producto turístico como tal, se deben buscar estrategias y líneas futuras de investigación, ya que los habitantes de los barrios históricos se ven rebasados por la necesidad urgente de sobrevivir y hacen a un lado la conservación de los valores simbólicos.

Así mismo, a menudo son destruidas edificaciones del patrimonio urbano para dar lugar a construcciones nuevas, o se abren vías de comunicación que producen fragmentación social debido a la urbanización. Es así que el centro histórico, convertido en un elemento de segregación espacial, es el primer refugio para los migrantes rurales y de violencia social urbana, lo cual produce efectos negativos en la calidad de vida de la población. Cuando se pierde la centralidad de las ciudades y se convierten en centros históricos, se debe indagar la posibilidad de recuperación de su valor de uso y orientar a obtener un valor de imagen. Por tanto, se sugiere contemplar acciones integradas de valoración cultural y social.

El proceso de aculturación en Acapulco se ha dado a través la interacción de diferentes culturas, provenientes de distintos contextos sociales, lo que ha provocado la modificación de las normas de convivencia originales a través de la repetición de un pensamiento de carácter colectivista de grupos en los aspectos económico, social y cultural.

Tal mezcla cultural ha generado nuevos valores individuo-grupo-sociedad, que no llevan por esto a ser considerados como puntos de vista correctos o no, sino más bien como asumirlos como juicios relativos enmarcados en sus usos y costumbres, en su entorno social, en lo que consideran que está bien para ellos. De esta forma, se han adaptado y formado una comunicación efectiva para generar una nueva cultura, con base en las relaciones que perciben de los miembros de los diferentes grupos sociales, rodeados de normas, valores y costumbres; aunque en su inicio no son reconocidas como propias, intentan mitigar su destierro y se adaptan a un nuevo contexto sociocultural.

Sumando a ello, la segregación de los grupos culturales, está relacionada con la modificación de conductas, las actitudes para conservar su identidad y las características culturales. Así como se pueden observar tres grupos: el primero se identifica con las características socioculturales existente, disfruta de las actividades y participa; el segundo, no tiene ninguna orientación y se comporta indiferente, pero con movilidad ascendente; y el tercero grupo no se identifica con ninguna cultura, es aislado y desorganizado e incongruente con las normas sociales.

El enfoque sistémico, permite comprender los procesos de diferenciación social y física que acontecen en el espacio urbano. De este modo, la constitución de barrios con una identidad determinada y el patrimonio cultural en el entorno urbano, se puede vincular como una oferta turística. En este punto, la identidad con el patrimonio se evidencia a través de sus expresiones en el contexto sociocultural y el sistema de relaciones de este tipo en el que se manifiestan.

En suma, es tan fuerte el arraigo de la población hacia estos espacios urbanos, que los habitantes rompieron la cinta amarilla colocada por el gobierno municipal para inhabilitar el paso por el Zócalo de Acapulco, ello debido a la pandemia provocada por el virus SARS-COV2, con el fin de evitar reuniones, aglomeraciones y evitar contagios solo para poder sentarse en las jardineras. El acordonamiento de la zona duró solo tres días y los habitantes volvieron por la zona con su vida cotidiana y sin tomar las medidas necesarias dictadas por el sector salud.

Referencias

Arnold, C. M., y Osorio, F. (1998). Introducción a los Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas. Revista Electrónica de Epistemología de Ciencias Sociales. Febrero. Núm (3). Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Chile. Cinta de Moebio.

Ballart Hernández, J. (1997): El Patrimonio Histórico y Arqueológico: Valor y Uso. Barcelona, España. Ariel.

Blumer, H. (1969), Symbolic interactionism. Perspective and Method. California, Estados Unidos de América: University of Caifornia Press.

Bertalanffy, L. (1968). Teoría General de los Sistemas. México.

Cadela Alquisiras, B. (2018). Deterioro de la Imagen Urbana de la Cabecera Municipal de Xonacatlán, Estado de México, 1974 – 2015. Tesis. Universidad Autónoma del Estado de México.

Caraballo Perichi, C. (2001). Centros históricos y turismo en América Latina. Una polémica de fin de siglo. Consultor de UNESCO para la Empresa del Centro Histórico, Quito, Ecuador.

Cuervo, R. S. (1967). El turismo como medio de comunicación humana. Secretaría de turismo del gobierno de México.

De Alcántara Bittencourt C y Veroneze S. (2010). Planificación turística en áreas urbanas. La implementación del turismo cultural en el centro de Sao Paulo, Brasil. Volumen 19. p 722-739.

De Lara, M. (2016). El patrimonio cultural como símbolo de identidad. Entretejidos. Revista de Transdisciplina y Cultura Digital. Abril 2016 a Septiembre 2016

De Rosnay, J. (1975). Le macroscope. Vers une vision globale. SEUIL, Paris, p. 249.

Díaz Cabeza, M. (2010). Criterios y conceptos sobre el patrimonio cultural en el siglo XXI. Serie de materiales de enseñanza. Año 1, No. 1

Espinosa Polanco, P. (2014). Segregación socio-espacial en una urbe turística: la construcción turística de la ciudad de Pucón. Tesis. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Chile.

López García, J. S. (1993). “Los núcleos históricos: Historia y función territorial de la ciudad en Canarias”. Revista de Historia Canarias, nº 176, Departamento de Historia e Historia del Arte. Secretariado de Publicaciones, Universidad de La Laguna, Tenerife, pp. 159-177.

Luchiari, M. T. D. P. (2000) Urbanización turística: un nuevo nexo entre el lugar y el mundo en Serrano, C., Bruhns, H. T., Luchiari, M. T. D. P. (Orgs.) Vistas contemporáneas sobre el turismo. Papirus, Campinas, pp.105-130

Magaña Carrillo, I. y Padín Fabeiro, C. (2016). Modelo de gestión holístico-estratégico: abstracción simbólica para la identidad territorial cultural del Centro Histórico de la ciudad de Colima y la ciudad Histórica-Turística. Estudios sobre las culturas contemporáneas, vol. XXII. Num. 44.

Mullins, P. (1991) Tourism urbanization International Journal of Urban Regional Research 15(3):326-342.

Reis Duarte, A. (2009). Desarrollo del turismo cultural de la ciudad histórica de Ouro Preto (minas Gaerais-Brasil) patrimonio de la humanidad. Universidad de las Palmas de Gran Canarias. Tesis doctoral. España.

Rodríguez, D y Arnold, M. (2007) Sociedad y teoría de sistemas. Santiago de Chile. Universitaria.

Rodríguez Rodríguez, A. (2015). El parque como espacio público, significativo y simbólico. Caso de estudio: Parque de Santa Rita, Córdoba Veracruz. Tesis de maestría. Universidad Veracruzana. México.

Strauss, A. y Corbin, J. (2002). Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la Teoría Fundamentada. Medellín. Universidad de Antioquia.

Torres, E. (2009). Apropiación versus usos del espacio público, en la ciudad viva. México. Disponible en: https://.laciudadviva.org/blogs/?p=3465.

Vásquez Ramírez, D. Maribel, Osorio García, M. Arellano Hernández, A. y Torres Nafarrate, J. (2013) El turismo desde el pensamiento sistémico. Investigaciones turísticas. 5, 1-28.

Vélez Pliego, F. M. (2007). Planeación, crecimiento urbano y cambio social en el centro histórico de la ciudad de Puebla. Ed. Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades "Alfonso Vélez Pliego" Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México.

Vera Rebollo, J. F. y Linares. J. (1995) Turismo y patrimonio histórico y cultural. Estudios Turísticos 126:161-167

Notas

[1] *Dra. en Ciencias Sociales. Maestría en Ciencias: Gestión Sustentable del Turismo. Universidad Autónoma de Guerrero. Acapulco, Guerrero, México. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6253-8055 Correo institucional arosas@uagro.mx ; Correo personal anayolanda7@hotmail.com
[2] *Dr. en Ciencias Sociales. Maestría en Ciencias: Gestión Sustentable del Turismo. Universidad Autónoma de Guerrero. Acapulco, Guerrero, México. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1695-7785 Autor de correspondencia. Correo institucional asanchez@uagro.mx; Correo personal audel1163@hotmail.com
[3] **El artículo es inédito y deriva del proyecto de investigación “Patrimonio sociocultural y turismo en la zona tradicional de Acapulco, Guerrero, México”, en LGAC Medio ambiente, sociedad y turismo, de la Maestría en Ciencias: Gestión Sustentable del Turismo (PNPC), asociada al grupo de investigación del Cuerpo Académico 190 “Biodiversidad y desarrollo sostenible” y en colaboración con el CA-29 “Ambiente y desarrollo” del Doctorado en Ciencias Ambientales (PNPC), ambos consolidados, de la Universidad Autónoma de Guerrero. En este proyecto han colaborado estudiantes de maestría y han obtenido su grado académico.
[4] Strauss y Corbin (2002: 137) mencionan que una categoría representa un fenómeno, problema, acontecimiento o suceso significativo para las personas entrevistadas.
[5] De Rosnay (1975), asevera que el enfoque sistémico, “es una metodología que permite ensamblar y organizar los conocimientos para una mayor eficacia en la acción; engloba la totalidad de los elementos del sistema, sus interacciones y sus interdependencias”. Los elementos del sistema interaccionan de forma dinámica organizada jerárquicamente en función de un fin.

Notas de autor

[1] *Dra. en Ciencias Sociales. Maestría en Ciencias: Gestión Sustentable del Turismo. Universidad Autónoma de Guerrero. Acapulco, Guerrero, México. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6253-8055 Correo institucional arosas@uagro.mx ; Correo personal anayolanda7@hotmail.com
[2] *Dr. en Ciencias Sociales. Maestría en Ciencias: Gestión Sustentable del Turismo. Universidad Autónoma de Guerrero. Acapulco, Guerrero, México. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1695-7785 Autor de correspondencia. Correo institucional asanchez@uagro.mx; Correo personal audel1163@hotmail.com

arosas@uagro.mx

Información adicional

Cómo citar: Rosas Acevedo, A. Y., & Sánchez Infante, A. (2021). Patrimonio sociocultural de los barrios del centro de Acapulco, Guerrero, México: potencial turístico desde una Visión Sistémica. Revista Arista-Crítica, 1(1), 68–83. https://doi.org/10.18041/2745-1453/rac.2020.v1n1.6433



Buscar:
Ir a la Página
IR
Modelo de publicación sin fines de lucro para conservar la naturaleza académica y abierta de la comunicación científica
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R