Imágenes clínicas
Recepción: 21 Octubre 2017
Aprobación: 08 Septiembre 2018
Se trata de una mujer de 40 años con antecedentes de infección por virus de inmunodeficiencia humana / SIDA, estadio C3 (CD4+: 100 células/ml; carga viral: 137 copias/ml), con cuadro clínico de 4 meses de evolución, caracterizado por dolor abdominal generalizado, náuseas, vómitos y evacuaciones diarreicas. Se solicitó una tomografía computada toracoabdominal contrastada en donde se observó infiltrados intersticiales bilaterales, parahiliares, con imágenes nodulares múltiples diseminadas y hepatoesplenomegalia. Ante la presencia de una pancitopenia: leucocitos 1.1 103/μL, neutrófilos 0.9 103/μL, hemoglobina 7.2 g/dL y plaquetas 5 103/μL; se realizó una biopsia y aspirado de médula ósea. El reporte informa una médula ósea reactiva con únicamente una línea granulocítica hiperplásica, además de la presencia de 5% de eritroblastos vacuolados. Posteriormente, el resultado de estudio histopatológico reporta histoplasmosis a nivel medular. Se solicita un PCR para parvovirus B19 que resultó positivo.
La presencia de eritroblastos vacuolados en los frotis de médula ósea es un hallazgo raro que se ha dado a conocer en algunos reportes de casos en personas con contextos patológicos diversos y aparentemente sin relación entre sí. Los primeros reportes datan de la década de 1960 cuando se introdujo el cloranfenicol como antibiótico y se descubrió su toxicidad hematológica y posteriormente bajo otras circunstancias, como en el contexto de alteraciones metabólicas como el estado hiperosmolar no cetósico, infecciones por Plasmodium falciparum, parvovirus B19 o el virus de inmunodeficiencia humana, así como algunos síndromes hematológicos raros, entre otros1-5.
El presente caso es una manisfestación poco común de presencia de eritroblastos vacuolados en una paciente con VIH y otras comorbilidades asociadas, tales como histoplasmosis e infección por parvovirus B19. Hasta ahora, no existen reportes de este hallazgo en pacientes con estas patologías de manera conjunta, sin ser una evidencia patognomónica, donde no es posible establecer una relación de causalidad y por tanto, podría explicarse por los componentes de manera aislada, siendo sin embargo un hallazgo de interés al no ser frecuente.
REFERENCIAS:
Betin V, Singleton B, Parsons S, Anstee D, Lane J. Autophagy facilitates organelle clearance during differentiation of human erythroblasts Evidence for a role for ATG4 paralogs during autophagosome maturation. Autophagy 2013; 9: 881–893.
Cazzola M, Invernizzi R. Ring sideroblasts and sideroblastic anemias. Haematol 2011;96:789-792.
Tamez P, Liu H,Fernandez S, Haldar K, Wickrema A. Stage-specific susceptibility of human erythroblasts to Plasmodium falciparum malaria infection. Blood 2009; 114: 3652–3655.
Lehane, DE. Vacuolated Erythroblasts in hyperosmolar coma. Arch Intern Med 1974; 134: 763-765.
Rosenbach LM, Caviles AP, Mitus WJ. Chloramphenicol Toxicity. Reversible Vacuolization of Erythroid Cells. N Engl J Med 1960; 263:724-728.