INTRODUCCIÓN

La investigación científica aporta constantemente al desarrollo de la sociedad, de hecho, se puede decir que fue un aspecto de gran impacto en el segundo milenio de la humanidad, situación que aún sigue vigente y no se espera que cambie. Así mismo, por medio de la actividad investigativa se produce nuevo conocimiento que suma al avance constante en respuestas a necesidades en diversas áreas de lo social. Con respecto a esto Eslava (2018), expresa que:

Gracias a la investigación científica y el conocimiento que de ella se deriva, se pueden generar cotidianamente infinidad de soluciones a una diversidad de problemas, con el propósito de permitir mejoras en la calidad de vida y solución a muchos de los problemas que enfrentamos los seres humanos y el medio ambiente en el que vivimos. (p.5)

Es así que, en la actualidad la investigación es concebida como un proceso social importante para conocer las diversas realidades y forjar desde el seno de la misma, propuestas que coadyuven al progreso científico, tecnológico, social y económico de la humanidad. Es en este sentido, que la Universidad ha asumido un rol protagónico en el desarrollo de conocimiento científico por medio de la investigación, así como también el de forjar profesionales que entiendan y valoren el impacto de los procesos investigativos como elemento dialógico en la solución de problemas sociales. En tal sentido, “la colaboración activa de las comunidades educativas y sociales es imprescindible en la creación y producción científica” (Colás, 2001, p.294). Por lo que las casas de estudio no deben desvincularse nunca de las realidades sociales, pues son espacios desde donde se esperan respuestas a las necesidades de la humanidad.

En este orden de ideas, se entiende que el contexto antes descrito se lleva al plano operativo (entre otras) por medio de la incorporación de una fase investigativa en la malla curricular de las diversas carreras universitarias, que se ve cristalizado en el trabajo final de grado que los estudiantes presentan como elemento importante para titularse. Así como también, la creación de líneas de investigación como centros activos de producción y discusión de conocimiento científico en cada una de las áreas respectivas del saber universitario, en la que se encuentra la Contaduría Pública. Por lo tanto, nace la interrogante, ¿Cuáles son los retos que tienen los estudiantes de contaduría pública en la actualidad a la hora de la realización del Trabajo de Grado? Dándole respuesta a esta pregunta se podrá plasmar las áreas donde se pueden enfocar las casas de estudio y en especial los tutores académicos en el fortalecimiento de las capacidades investigativas de los estudiantes.

Teniendo presente todo el contexto antes expuesto, es que esta investigación se propone, conocer los retos de los estudiantes y recién egresados de contaduría pública a la hora de la realización del Trabajo de Grado. Enfocado en el tejido universitario venezolano. Y desde esas realidades plasmadas, servir de base de profundizaciones en la temática, así como de fundamento de diversas recomendaciones y propuestas que colaboren a dar respuestas a la situación expuesta.

Acercamiento al asunto de investigación

En el desarrollo de este estudio, cabe hacer referencia a algunos autores que ofrecen antecedentes en esta temática: empezando por Donoso et al. (2021), donde recoge la opinión y percepción de los profesores universitarios de Contabilidad de España sobre los aspectos más relevantes relacionados con la materia de Trabajo Fin de Grado (TFG), concluyendo entre otros asuntos, que existe un nivel general de no satisfacción, motivado por la no aceptación metodológica que conlleva el TFG y las propias autoexigencias del tutor.

Así mismo, se encuentra, el trabajo de Castaño (2019), donde se resalta como conclusión, la relevancia de seguir incluyendo la investigación formativa desde planos curriculares y extracurriculares, con el fin de que los futuros profesionales contables cuenten con más y mejores herramientas para desempeñarse en las organizaciones donde aplicarán su conocimiento.

Seguida por la investigación de Calderón (2016). Entre las conclusiones destaca, que los errores y dificultades identificados en los estudiantes en este trayecto formativo hallados en este estudio conllevan al desaprovechamiento de oportunidades para aprender a investigar con rigor, saber argumentar con propiedad y adquirir habilidades clave muy útiles en el ámbito académico, profesional y personal.

Todas estas investigaciones previas (entre otras) son elementos fundamentales para el entendimiento del asunto de la cuestión que aportan distintas miradas a realidades cercanas al objeto de estudio y de esta forma favorecer la relevancia y vigencia de la temática como también enriquecer el análisis de los hallazgos.

1.2. El trabajo Final de grado como aspecto formativo

La educación es un hecho inmerso en la complejidad propia del ser humano, que constantemente moldea las realidades de cada ser. Así mismo “presupone una visión del mundo y de la vida, una concepción de la mente, del conocimiento y de una forma de pensar; una concepción de futuro y una manera de satisfacer las necesidades humanas” (León, 2007, p.598). Es en este sentido, que todo proceso formativo desde el punto de vista educacional debería contemplar como elemento esencial entre otras, el desarrollo de capacidades investigativas. Al respecto Rubio et al. (2018) afirma que “La necesidad de desarrollar la competencia investigativa ha llevado a que la mayoría de las carreras universitarias contemplen la formación en investigación como parte de su currículum” (p.339). Todo esto fundamentado en la creación de consciencia sobre las virtudes que representa este hecho en el desarrollo de la sociedad.

Si bien, es cotidiano que los estudiantes realicen investigaciones en las materias que forman parte de la malla curricular que conforman su carga académica, es en los últimos semestres donde se hace énfasis y rigurosidad en lo que se refiere a la investigación, con materias como la denominada seminario de investigación que preceden a la elaboración del trabajo final de grado que representa a su vez un conocimiento científico capaz de ayudar a explicar y comprender la realidad de los fenómenos estudiados.

Por medio de este trayecto investigativo (Seminario y TFG) en la carga académica de los futuros profesionales de la contaduría pública, se propicia un espacio de gran impacto para la comprobación, desarrollo y puesta en marcha de las capacidades adquiridas transversalmente en su formación universitaria. Apoyando el objetivo de formación de profesionales integrales, con capacidad de brindar soluciones a problemas o situaciones desafiantes en la sociedad, específicamente en este caso desde el plano organizacional. Con respecto a este asunto, Zamora y Sánchez (2015) concluyen en su investigación que:

Pocas veces tienen los docentes oportunidades tan claras de desarrollar aquellas competencias que, siendo y viéndose necesarias, quedan relegadas a segundos planos ante la urgencia de trasladar contenidos de tipo conceptual. La orientación de un TFG que contemple la generalidad de estas competencias, lejos de restar seriedad y rigor a los contenidos teóricos, capacita al estudiante según un proyecto de educación integral y competitiva. (p.208)

En efecto, para que un estudiante pueda terminar y presentar su trabajo de investigación con éxito, debe poner en práctica sus conocimientos técnicos propios de la carrera universitaria escogida, así como lo relacionado a los de metodología de la investigación, redacción y ortografía, lectura, capacidad de análisis, curiosidad académica, trabajo en equipo, estadística, manejo de herramientas tecnológicas, disciplina, gestión emocional, motivación, entre otros. Lo que se traduce en un trayecto agobiante y desmotivador donde muchas veces los estudiantes no comprenden su vinculación con la profesión. Castaño (2019) expone en concordancia a lo antes dicho que:

Es de vital importancia reconsiderar la forma en que nuestros estudiantes participan de los procesos de investigación, para que no los sientan como una simple y monótona carga académica, muchas veces mal orientada solo hacia la búsqueda de documentos y acumulación sin sentido, sino que realmente se motive e interese hacia la investigación como posibilidad para solucionar problemáticas que hoy aquejan a nuestra sociedad. (p.151)

A este efecto, hay que resaltar que los tutores de trabajo de grado tienen un papel elemental para mantener la calidad del proceso de investigación y lograr una vinculación con situaciones reales propias de la profesión. Acompañando de forma empática, ética y comprometida con una formación profesional de alto nivel. Entendiendo que los procesos investigativos son elementos fundamentales en la creación de profesionales integrales que agregan valor a la sociedad desde su área del saber.

METODOLOGÍA

La presente investigación se realizó bajo el paradigma epistemológico del pragmatismo, que “consiste en usar el método más apropiado para un estudio específico” (Hernández y Mendoza, 2018, p.618). En concordancia a lo anterior dicho, el enfoque metodológico utilizado es el mixto que según Pereira (2011) permite al investigador “la obtención de una mejor evidencia y comprensión de los fenómenos y, por ello, facilitan el fortalecimiento de los conocimientos teóricos y prácticos” (p.19).

Así mismo, se utilizó el diseño no experimental y en cuanto al tipo del estudio fue de campo, que según Stracuzzi y Pestana (2012), consiste en “la recolección de datos directamente de la realidad donde ocurren los hechos, sin manipular o controlar variables. Estudia los fenómenos sociales en su ambiente natural” (p.88). El nivel de la presente investigación fue descriptivo, en el cual “se logra caracterizar un objeto de estudio o una situación concreta, señalar sus características y propiedades” (Behar, 2008, p.21).

En este mismo orden de ideas, la recogida de información se estructuró en dos etapas, donde se utilizó como técnica, la encuesta y como instrumento de recolección de datos el cuestionario en la primera etapa y para la segunda etapa la técnica de la entrevista y la guía de entrevista como instrumento. El cuestionario consta de 14 interrogantes, validado mediante la técnica de juicio de expertos (4 especialistas), con una escala de respuesta tipo Likert (totalmente de acuerdo, de acuerdo, ni de acuerdo ni en desacuerdo, en desacuerdo y totalmente en desacuerdo) la confiabilidad se hizo mediante el coeficiente Alfa de Cronbach, generando 0,96 de confiabilidad.

Este estudio se llevó a cabo a través de la conformación de una muestra total de 84 sujetos, integrado por estudiantes de últimos semestres y recién egresados de Contaduría Pública de 10 universidades venezolanas. La técnica de muestreo fue no probabilística, por conveniencia. En cuanto a los informantes claves para la entrevista, una vez aplicado el cuestionario se procedió a identificar a 4 actores claves dispuestos a aportar profundidad por medio de sus relatos a esta investigación. Los mismos fueron dos estudiantes (un hombre y una mujer) codificados como E1 y E2 y dos recién egresados (un hombre y una mujer) cuyos códigos fueron RE1 Y RE2.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Primera etapa de recogida de datos:

En virtud de lograr el objetivo propuesto se presentan los resultados más resaltantes de las respuestas de los estudiantes de últimos semestres y recién egresados de contaduría pública en cuanto a los retos en la realización del Trabajo Final de Grado:

Primera etapa de recogida de datos:

Tabla 1.
Datos relevantes del cuestionario aplicado

Aular (2021). En el primer ítem de la tabla 1, se puede visualizar que la mayor parte de los encuestados equivalentes a un 90,48 % están de acuerdo y totalmente de acuerdo en que la escritura se constituye en uno de sus retos a la hora de elaborar su TFG. En concordancia a este asunto Guerrero y Mostacero (2016) expresan, que, en el trayecto de la elaboración del TFG, “se aprende a investigar y se escribe para aprender, al tiempo que se interactúa de manera real en la comunidad académica” por lo que resulta de gran valor concebir la escritura como parte del proceso de aprendizaje que representa la investigación (p.532). Este resultado es consistente con los hallazgos de la investigación realizada por Molina et al. (2008).

Así mismo, se puede observar según el ítem 2 de la tabla 1, que la mayoría de los encuestados, tienen como uno de sus grandes desafíos aumentar sus conocimientos sobre metodología de la investigación. Estos resultados concuerdan con la investigación de Sindoni (2009). Resaltando que los conocimientos en metodología de la investigación son esenciales en la culminación exitosa de cualquier labor investigativa.

En las respuestas dadas en el ítem 3 se puede constatar que la mayoría de los encuestados no cuenta con conocimientos suficientes sobre el tema a desarrollar en su investigación. El investigador debe tener una visión global de la situación objeto de estudio e identificarse plenamente con el tema (Mora, 2005). Por lo que resulta de gran impacto contar con los conocimientos necesarios sobre la temática escogida.

En el ítem 4 se puede ver que la mayoría de los encuestados considera que el tutor no dedica suficiente tiempo a la tutorización. Este resultado resulta consistente con el de Altuna (2005) y difiere de los hallazgos de la investigación de Molina et al (2020). El disponer del factor tiempo se convierte en un requisito indispensable para el rol de tutor.

Como se puede contemplar en la tabla 1, ítem 5 la mayoría de los encuestados tienen como reto la labor del análisis de los datos recolectados lo que concuerda con los hallazgos de la investigación realizada por Molina et al. (2008). En tal sentido, el análisis de los datos constituye uno de los aportes más relevantes de cualquier investigación por lo que resulta esencial su manejo.

Segunda etapa de recogida de datos:

A continuación, se presentan las categorías emergentes más resaltantes producto de las entrevistas realizadas:

Tutorías presenciales

En la entrevista realizada a 4 estudiantes y recién egresados de la carrera de contaduría pública, se pudo conocer que prefieren que las tutorías se den en la modalidad presencial en comparación con la modalidad on-line. Destacando que las interacciones son más fluidas y útiles. Entre los relatos al respecto están:

“…siento que cuando los encuentros con el tutor son presenciales todo es más fluido” (E1)

“…cuando las tutorías son de forma virtual, no avanzo de la misma forma que cuando se realiza en la universidad de forma presencial, me quedan muchas dudas” (E2)

“…si pudiera elegir la modalidad de las sesiones con el tutor, escogería las presenciales, me resultan más enriquecedoras” (RE1)

“…recibí tutoría en las dos modalidades, si bien con los dos avances, preferiría la modalidad presencial porque me siento mejor escuchada” (RE2)

Mayor número de horas académicas

Así mismo, se percibe la necesidad de que estos trayectos investigativos cuenten con mayor número de horas académicas y que sean empezados con anterioridad y no en el último semestre de la carrera. De igual forma, se pone de manifiesto que se requiere de tutores con mayor disponibilidad de horas académicas, plenamente reconocidas por la casa de estudio. Este hecho coincide con la investigación desarrollada por García et al. (2014). Al respecto el entrevistado E1 relata que “en la mayoría de los casos, las observaciones de mi tutor me llegan varias semanas después, al igual que las dudas que le hago llegar, lo que dificulta enormemente el proceso. Y hay que terminar el TG en un semestre”. Otro fragmento narrativo relacionado a este hecho lo hace el entrevistado RE2, “Recuerdo que mi tutora siempre estaba full en su trabajo y otras materias. Me hacia las observaciones semanas después. Pienso que el TG se debería empezar varios semestres antes y así tener más tiempo para su desarrollo”.

Percepción del proceso como agobiante y desvinculado a la realidad profesional

En este orden de ideas, también se pone de manifiesto la percepción del proceso de elaboración y presentación del TFG como dificultoso y agobiante. Donde los estudiantes no conciben directamente la vinculación directa de este proceso con la práctica profesional. Lo que concuerda con la investigación realizada por Roca et al. (2016). Así mismo, se resalta como un gran reto para los estudiantes, el planteamiento del problema de investigación. Exponiendo que es un gran nudo en el avance investigativo. Este hecho, en parte está relacionado con el hallazgo plasmado en la primera parte de la recolección de datos referente al bajo nivel de conocimiento en el tema. Lo que resulta consistente con el estudio de Chávez (2016), donde concluye que “a mayor conocimiento y experiencia sobre el tema, mayores probabilidades de problematizar y crear soluciones” (p.150). Algunos relatos relacionados con esta categoría se muestran a continuación:

“…me parece un trayecto bien difícil y lleno de angustia, sobre todo plantear el problema, duré semanas para terminarlo y continuar. No creo que me vaya a convertir en un investigador lo que lo hace más complicado para mi” (E1)

“…todo el proceso de la elaboración del trabajo de grado me agobias mucho desde antes de empezarlo, es decir, dos semestres antes ya estaba preocupada y a la fecha no entiendo muy bien la vinculación con la profesión” (E2)

“…fue un semestre bien dificultoso y estresante, se me hizo muy cuesta arriba plasmar la problematización, no entendía por qué debíamos hacer eso como requisito para graduarnos como contadores públicos” (RE1)

La escritura

En este orden de ideas, los estudiantes en sus relatos ponen de manifiesto su preocupación sobre el proceso de escritura, catalogándolo como una experiencia paralizante. Se resalta esta categoría como un reto de gran impacto, debido al efecto que impone en los entrevistados, lo que resulta consistente con lo plasmado en la investigación de Ponce (2016). Se pudo conocer que una vez se encontraban frente al computador para realizar el desarrollo de las ideas en el documento, pasaban horas para crear un párrafo corto y muchas veces solo dos o tres líneas inconclusas, lo que tiene su efecto en el plano emocional del estudiante ya que se sienten frustrados y en gran medida desmotivados en esta labor. Los siguientes fragmentos evidencian este hecho:

“…paso todo el día pensando en las ideas a plasmar y una vez en la computadora me quedaba congelado en la escritura, las ideas al parecer se desaparecían. Eso claro que me frustraba y me daban ganas de dejarlo” (E1).

“…el momento de escribir es una de las cosas más complicadas para mí, me paralizo. Invierto más tiempo en eso que en cualquier otro asunto de la investigación, lo que me enoja bastante porque no puedo plasmar lo que deseo” (E2).

“…sin duda cuando voy a escribir es el momento que más me causaba frustración, me afecto bastante. Tuve que pedir ayuda para mejorar en eso. Sino no fuese podido terminar nunca el TG” (RE2).

“…una de las partes más complejas era escribir y desarrollar párrafos adecuados. El tutor me hizo muchas correcciones en eso. Pienso que la escritura es esencial para esos trayectos de la carrera universitaria…bueno y una vez graduado también” (RE2).

CONCLUSIONES

Los conocimientos y habilidades en investigación científica resultan en un hecho de gran valor para la formación integral y de alto nivel académico en los programas de educación superior, de lo que no están exentos los profesionales de la contaduría pública. En tal sentido, no puede dejarse relegado su desarrollo a los últimos semestres de la formación profesional.

En este estudio se pudieron identificar los principales retos con los que lidian los estudiantes y lidiaron los egresados del programa de contaduría pública en universidades venezolanas entre los que destacan, la escritura, déficit de tiempo y modalidad on-line para las tutorías, análisis de datos, conocimientos adecuados en metodología de la investigación, problematización y sobre el tema a desarrollar y la vinculación directa entre la investigación y el ejercicio de la profesión. Por lo que se recomienda abiertamente a las casas de estudios (autoridades), docentes y tutores de trabajo de grado de las escuelas de contaduría pública a nivel nacional tomar en cuenta los hallazgos contenidos en este documento. Incorporando en el pensum de estudio el desarrollo de habilidades investigativas desde el inicio de la carga académica. Aunando esfuerzos para la creación de conciencia con respecto al impacto del conocimiento científico en la sociedad, creando en el andar una cultura de investigación, donde el proceso de elaboración del TFG sea empezado desde semestres anteriores al noveno semestre. Así como también, tomar las decisiones pertinentes para facilitar que los tutores de TFG y seminario de investigación cuenten con mayor disponibilidad de horas académicas de forma reconocida.

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