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Análisis de la Estrategia de Seguridad Nacional española de 2017
Paix et Sécurité Internationales – Journal of International Law and International Relations, núm. 6, 2018
Universidad de Cádiz

Ágora

Paix et Sécurité Internationales – Journal of International Law and International Relations
Universidad de Cádiz, España
ISSN-e: 2341-0868
Periodicidad: Anual
núm. 6, 2018


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

ANÁLISIS DE LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL ESPAÑOLA DE 2017

La Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) 2017, que viene a sustituir a la de 2013, fue aprobada el 1º de diciembre de dicho año por el Consejo de Seguridad Nacional, primero, y por el Consejo de Ministros unas horas después. El nuevo texto, elaborado por el Gobierno del Partido Popular, fue consensuado con el PSOE y Ciudadanos. Tan es así, que la presentación y defensa de la misma fue realizada en la Comisión Mixta Congreso-Senado de Seguridad Nacional por el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), en fecha 16 de octubre de 2018, junto con el Informe Anual de Seguridad Nacional 2017, igualmente elaborado por el Gobierno anterior.

La nueva ESN incorpora tres nuevos ámbitos de actuación, enumera cin- co objetivos generales, ausentes en su antecesora, y suprime el concepto de riesgo, apareciendo un nuevo término, el de desafíos.

Se mantiene en la nueva Estrategia el concepto amplio y la visión integral de la seguridad, excluyendo la compartimentación. En palabras del secretario del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) en su comparecencia parlamenta- ria: «Estamos ante un concepto, por lo tanto, de seguridad sin fronteras com- petenciales inmóviles y ficticias. Por eso la Estrategia de Seguridad Nacional tiene un enfoque integral…». Para añadir más adelante: «…debemos derribar aquellas barreras que se arrastran de los distintos modelos y concepciones funcionales de la seguridad y avanzar hacia un sistema integral, interoperativo y modular»2.

Tanto en la introducción como en el capítulo I de la ESN queda explícita-

mente reflejado ese concepto, aunque en algún momento del texto no parece seguirse esa línea al enumerar “componentes fundamentales” de la Seguridad Nacional y no asumir que en todos los ámbitos es necesario que actúen todas las administraciones coordinadas y la sociedad en su conjunto.

La revisión de la ESN está prevista en la Ley de Seguridad Nacional cada cinco años, o cuando las circunstancias lo aconsejen. Esta última circunstan- cia fue la percibida por el presidente del Gobierno para ordenar su revisión antes del plazo estipulado, dado que entendió que «la situación de España ha cambiado significativamente», entre otros motivos por la crisis económica que ha tenido un «impacto significativo» con consecuencias, entre otros, «en los movimientos independentistas», habiendo recurrido a aquella «como ar- gumento para apoyar acciones irresponsables»3. En el apartado dedicado a la España de hoy (capítulo I), se afirma literalmente que España se enfrenta a

«desafíos de calado», como los de «cohesión territorial», aunque previamente deja claro que en nuestro país «se puede defender cualquier proyecto político siempre que se haga en estricta observancia de la legalidad»4.

Mientras en la ESN de 2013 la lista de riesgos y amenazas (sin distinguir entre unos y otras) coincidía exactamente con los ámbitos de actuación (doce en total), tanto que a cada enunciado de la primera le correspondía otro en la segunda, en la de 2017 la lista de amenazas se ha reducido (a nueve) y apa- rece una lista nueva de desafíos (seis) que, sumadas las dos, arrojan ahora sí los quince ámbitos de actuación para la Seguridad Nacional que enumera la Estrategia.

Las amenazas definidas en la ESN 2017 son: los conflictos armados, el terrorismo, el crimen organizado, la proliferación de armas de destrucción masiva y el espionaje. A estas, el nuevo texto añade lo que define como ame- nazas a los espacios comunes globales, unidos entre sí por su vulnerabilidad: ciberespacio, espacio marítimo y espacio aéreo y ultraterrestre. Para comple- tar la lista se añaden las amenazas a las infraestructuras críticas. En realidad, esta lista de amenazas no corresponde a un mismo concepto, dado que si las cinco primeras podríamos definirlas como tipológicas, las otras cuatro vienen definidas por la naturaleza del objeto que las sufriría, pudiendo estar el tipo

de amenaza que sufre incluido en las referidas con anterioridad.

Los desafíos, para este documento, son catalizadores que pueden incre- mentar la vulnerabilidad, provocar inestabilidad o propiciar el surgimiento de nuevas amenazas. La lista de seis la componen: la inestabilidad económica y financiera, la vulnerabilidad energética, los flujos migratorios irregulares, las emergencias y catástrofes, las epidemias y pandemias y las derivas que puede provocar el cambio climático.

La ESN define cinco objetivos generales que, afirma, son comunes a todos los ámbitos de actuación para la Seguridad Nacional y que son: de- sarrollar un modelo integral de gestión de crisis, promover una cultura de Seguridad Nacional, favorecer el buen uso de los espacios comunes globales, impulsar la dimensión de seguridad en el desarrollo tecnológico y fortalecer la proyección internacional de España. Podrían definirse estos objetivos como prioridades de la Estrategia, aunque no señala líneas de acción que identifi- quen quién ni cómo las va a implementar.

La ESN enumera los quince ámbitos de actuación a los que se les asigna, a cada uno, un objetivo específico y distintas líneas de acción. Los ámbitos de actuación para la Seguridad Nacional, son: Defensa Nacional, lucha contra el terrorismo, ciberseguridad, lucha contra el crimen organizado, seguridad económica, seguridad energética, no proliferación de armas de destrucción masiva, ordenación de flujos migratorios, contrainteligencia, protección ante emergencias y catástrofes, seguridad marítima, protección de infraestructuras críticas, seguridad del espacio aéreo y ultraterrestre, seguridad frente a pande- mias y epidemias y prevención del medio ambiente.

De los quince ámbitos de actuación, doce coinciden exactamente con los que aparecían en la ESN de 2013. Tres se han incorporado como novedad: seguridad en el espacio aéreo y ultraterrestre, seguridad frente a pandemias y epidemias y preservación del medio ambiente. Sobre el primero de estos tres cabe añadir que la misma Estrategia prevé que se cree un Consejo Nacional de Seguridad Aeroespacial, como órgano de apoyo al Consejo de Seguridad Nacional, así como la aprobación de una Estrategia de Seguridad Aeroespa- cial Nacional. Esta última ya está elaborándose, según informó el secretario del CSN en la comparecencia parlamentaria antes citada. Este dominio, como fue definido en dicha intervención, contiene «un enorme potencial estratégi- co donde pueden manifestarse amenazas de índole muy diversa que compro-

metan la seguridad nacional»5.

Entre las líneas de acción incluidas en el ámbito de actuación de la segu- ridad del espacio aéreo y ultraterrestre, se incluye el desarrollo normativo del uso civil de las aeronaves pilotadas remotamente, conocidas popularmente como drones, para garantizar «el necesario equilibrio entre la seguridad de las personas, instalaciones y demás usuarios del espacio aéreo», dada la relevancia tecnológica y económica que se prevé va a tener este sector. Esta incorpora- ción del espacio aéreo y ultraterrestre a la ESN era una aspiración del Ejército del Aire desde la aprobación de la Estrategia de 2013, que ha visto colmadas así sus aspiraciones.

La vocación global de España se pone de manifiesto en la ESN cuan- do se definen las zonas de especial interés, dado que se enumera la práctica totalidad del planeta dentro de las mismas. Sin embargo, nada más iniciar la exposición de la situación de nuestro país en el mundo, se afirma que «la Seguridad Nacional de España sigue estando condicionada por su singular posición geoestratégica, crucial para la definición de prioridades y la planifi- cación en esta materia».

Hasta en siete ocasiones a lo largo de las 127 páginas de la ESN, se cita expresamente la posición geoestratégica de España como determinante de buena parte de su visión de seguridad. Como consecuencia de ello, define al Mediterráneo y al norte de África como espacios de «prioridad estratégica para España» y al estrecho de Gibraltar como «área de máxima relevancia estratégica». A Gibraltar le dedica una sola frase, señalando que el “Brexit” supondrá también su salida de la UE. Respecto a Gran Bretaña señala que, teniendo intereses compartidos con España, se apuesta por «la búsqueda de una cooperación positiva». Cita, además, a Francia, Marruecos y Portugal como países con los que mantener «relevantes relaciones estratégicas».

Por otro lado, desde el punto de vista estratégico y de la seguridad, el documento aprobado por el Gobierno destaca la relevancia para España del cuerno de África, el Sahel y el golfo de Guinea. A Estados Unidos se le define como «aliado histórico prioritario».

Sobre Rusia, la Estrategia señala que se trata de «un actor estratégico rele- vante», siendo necesario su concurso en la búsqueda de soluciones multilate- rales para dar salida a los retos que tiene planteada la sociedad internacional,

aunque a continuación califica de «ilegal» la anexión de la península de Crimea y sus acciones en Ucrania, apostando por un diálogo «crítico pero construc- tivo» con dicho país.

Uno de los objetivos generales que establece la ESN es promover la cul- tura de Seguridad Nacional, para lo que se prevé aprobar un Plan Integral de Cultura de Seguridad Nacional. Para el Gobierno, según se lee en el docu- mento aprobado el 1º de diciembre de 2017, es prioritario «acercar la política de Seguridad Nacional a la sociedad», dado que «una sociedad conocedora de las amenazas y desafíos para la seguridad es una sociedad mejor preparada y con mayor capacidad de sobreponerse ante las crisis». La concienciación convierte a la sociedad en «más segura, robusta y resiliente», afirma la ESN.

Quizás a ello contribuiría, por hacer más visible todo lo relacionado con este asunto, la figura del consejero de Seguridad Nacional que, habiendo estado presente en el programa electoral del Partido Popular en diciembre de 2015, nunca llegó a materializarse. Con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, algo cambió pero no con el rango suficiente. El que en tiempos del PP era, con categoría de subsecretario, director adjunto del Gabinete de la Presidencia, asumía también la dirección del DSN. Ahora, es un director general el que desempeña esa competencia, aunque con dedicación exclusiva. Sin embargo, se mantiene por encima en el escalafón, como secretario general del CSN, el director del Gabinete de la Presidencia, que es quien comparece anualmente en el parlamento a rendir cuentas de lo acontecido en los doce meses precedentes. No parece suficiente que sea un empleo a tiempo parcial el del máximo responsable de la Seguridad Nacional, cuando además debe llevar a cabo en esta materia relevantes funciones de coordinación con otros organismos y administraciones.

Como ya escribí en otro lugar hace algo más de un año, sería conveniente

que dicho Consejero tuviera, además de total dedicación, al menos la misma categoría y relevancia administrativa (y política) que los máximos responsa- bles de materias tan sensibles y cercanas a las funciones del DSN como el Secretario de Estado de Seguridad, el JEMAD y el Director del CNI6.

Si bien, como afirma Samuel Morales, el liderazgo político del Sistema de Seguridad Nacional le corresponde al presidente el Gobierno, el liderazgo

técnico debería asumirlo una figura que garantizara el funcionamiento del sistema, con dependencia directa del presidente y con el adecuado nivel ad- ministrativo que le permita actuar en igualdad de condiciones frente a los departamentos ministeriales con competencias en la materia7.

Como conclusión, no se aprecian grandes novedades de fondo en la ESN 2017 respecto a la anterior, aunque la de 2013 era un texto más accesible, de lectura más sencilla y, por lo tanto, cumplía mejor su función de difundir la cultura de Seguridad Nacional. El cambio de su estructura formal no aporta, sin embargo, cambios sustantivos en el contenido, dado que los ámbitos de actuación, donde se concretan de verdad los cometidos que deben desarro- llarse, coinciden en su práctica totalidad con los del texto precedente.

El texto íntegro de la Estrategia de Seguridad Nacional 2017 se puede consultar en: <https://www.boe.es/boe/dias/2017/12/21/pdfs/ BOE-A-2017-15181.pdf> y <http://www.dsn.gob.es/es/documento/ estrategia-seguridad-nacional-2017>.

Referencias

Diario de Sesiones de las Cortes Generales

Referencias

Estrategia de Seguridad Nacional 2017”.

Referencias

omisión Mixta de Seguridad Nacional. XII Legislatura, nº 112, 16 de octubre de 2018. Pág. 9.

Referencias

El Consejero de Seguridad Nacional se queda fuera del organigrama



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