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Desarrollo de competencias investigativas en la educación superior.
Development of competitions investigative in the superior education.
Innovación tecnológica (Las Tunas), vol.. 27, núm. 1, 2021
Centro de Información y Gestión Tecnológica y Ambiental de Las Tunas

Innovación tecnológica (Las Tunas)
Centro de Información y Gestión Tecnológica y Ambiental de Las Tunas, Cuba
ISSN-e: 1025-6504
Periodicidad: Trimestral
vol. 27, núm. 1, 2021

Recepción: 05 Enero 2021

Aprobación: 29 Marzo 2021

Resumen: El desarrollo de competencias investigativas es un nuevo reto que se le asigna a las universidades producto de los cambios en el contexto social. Se demanda de instituciones que titule ciudadanos con patrones culturales del modelo social en el cual se desenvuelve; además de preparación en las competencias que les permitan de manera independiente y creadora, enfrentarse con éxito a los problemas concretos y prácticos que a diario se presentan.

Palabras clave: competencia, investigativa, desarrollo, educación superior.

Abstract: The development of investigative competitions is a new challenge that is assigned to the universities product of the changes in the social context. It is demanded of institutions that it titles citizens with cultural patterns of the social pattern in which is unwrapped; besides preparation in the competitions that allow them in an independent and creative way, to face with success the concrete and practical problems that are presented to newspaper.

Keywords: competition, investigative, develops, superior education.

INTRODUCCIÓN

La Educación Superior ha comenzado el siglo XXI con nuevas ideas generadas por su propio desarrollo y la aspiración de convertir a todo el país en una gran

universidad. Es por ello que el desarrollo de competencias investigativas debe ser objeto de reflexión crítica e innovación, la misma exige de un protagonismo dirigido a resolver de manera independiente y creadora, no sólo lo relativo a la producción de conocimientos sino a la introducción y puesta en práctica de los mismos.

“Es válido por tanto, formar individuos cada vez más competentes y comprometidos con su encargo social, en la solución de situaciones que afectan la sociedad de la que son parte esencial, esto constituye hoy, uno de los desafíos más importantes del debate científico” (Calleja, M.1999:1).

Teniendo en cuenta esta afirmación se considera que la universidad como institución formativa ha de continuar consolidando la formación con calidad de sus profesionales, de manera que puedan tributar de forma eficiente hacia el desarrollo de los territorios, de manera que se sientan comprometidos con las soluciones que puedan brindar, estableciendo acciones que demuestren eficiencia y competencia desde la formación.

Se requiere entonces que se profundice desde esta visión dado que las universidades hoy juegan un papel esencial ante los retos que impone el país y sus más actuales transformaciones.

Una sociedad como la actual, en la que el conocimiento es el principal mecanismo de desarrollo exige cada vez con mayor fuerza a la educación superior, la formación de profesionales aptos para dar respuesta a los problemas de la sociedad en la que imperan la tecnología y la información.

MATERIALES Y MÉTODOS

Para el diseño de las sugerencias teóricas a tener en cuenta por los profesores universitarios en el desarrollo de competencias investigativas se utilizaron métodos teóricos y empíricos los cuales permitieron revelar las brechas epistemológicas en relación con el tema tratado. Se aplicaron la observación de clases, el intercambio con profesores en adiestramiento y directivos, encuestas y entrevistas a los Profesores Principales de Años y luego puesta en práctica la propuesta se realizaron talleres de reflexión para propiciar el debate y análisis de su efectividad. Entre el material utilizado en la puesta en práctica de la propuesta se pueden mencionar: Agenda para el análisis integral de los resultados del proceso de formación, estrategias educativas, hojas didácticas, debates de libros, folletos y documentales.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Desarrollar competencias investigativas en estudiantes universitarios es la principal herramienta para lograr profesionales capaces de responder a la dinámica de constante cambio y avances vertiginosos que caracterizan la sociedad de hoy.

Es por ello que la educación superior tiene la responsabilidad de hacer avanzar la comprensión de problemas sociales, económicos, científicos y culturales, para abordar retos mundiales. En tal sentido, se hace necesaria la formación de competencias que busquen la integralidad del estudiante universitario mediante la conjunción de conocimientos, aptitudes y actitudes, que le permitan desenvolverse en la solución de problemas.

Desarrollar las competencias investigativas es una tarea de primer orden, de manera que el futuro profesional pueda ser capaz de participar activamente en la vida social demostrando una sólida preparación científica y cultural en el ámbito laboral y personal.

Para el logro de estas competencias, se deberá aplicar métodos de enseñanza acertados que proporcionen el dominio de las herramientas de investigación y los conocimientos necesarios. Esta labor no es aislada, debe configurarse como un proceso integrador,

En virtud de lo anterior, la formación en la educación superior debe plantearse el reto de lograr calidad, tomando en cuenta sus funciones y construir su propio modelo de gestión, buscando la interconexión entre sus procesos, considerando también el impacto de la universidad en el entorno donde se desarrolla, siendo así, le corresponde conocer y resolver los problemas de la sociedad, formando profesionales que estén en condiciones de transformar ese contexto, que incluya lo organizacional, profesional y social.

Favoreciendo la política de calidad en las universidades, surge el enfoque de competencias, que según Tobón (2005) mejora la calidad de la educación superior, ya que permite superar algunas de sus deficiencias tradicionales.

El desarrollo de competencias permite que las universidades se comprometan con la equidad; pertinencia; dialogo; trabajo cotidiano; aprendizaje, se preocupen y ocupen de manera efectiva hacia el logro de conocimientos, habilidades y destrezas.

El objetivo que se propone este artículo es reflexionar teóricamente acerca de la importancia del desarrollo de competencias investigativas en la educación superior.

La educación superior se ve enfrentada a grandes retos como son: la adaptación al medio en permanente cambio; el aumento de la cobertura con calidad y equidad; incorporación de nuevas tecnologías a los procesos educativos; gestión del conocimiento; la formación investigativa con capacidad para aportar soluciones a las necesidades y problemáticas del contexto.

En concordancia con lo anterior, la finalidad de la enseñanza universitaria sigue siendo el transmitir los conocimientos y desarrollar las competencias de alto nivel, asegurar el dominio de conocimientos sólidos y desarrollar en los estudiantes capacidades investigativas; por lo cual es necesario el fortalecimiento de la misma, basado en el deseo de indagación, comprobación,

comprensión y cambio de la realidad, la cual permite explicaciones lógicas, coherentes, innovadoras y creativas.

Conscientes de la problemática que vive la educación superior se han venido concretando y haciendo visibles cambios que van más allá de una simple transformación de los planes de estudio, la renovación se basada en el desarrollo de competencias. Es así como se incorpora el currículo por competencias que articula conocimientos globales, profesionales y experiencias laborales, reconociendo necesidades donde siempre estarán presentes las actividades de investigación.

El termino competencias viene del latín cum y petere, que significa capacidad para concurrir, coincidir en la dirección, traducen según Tobón y otros (2006), poder seguir el paso, consisten en la “capacidad de seguir en un área determinada, suponen una situación de comparación directa y situada en un momento determinado” se viene empleando con tres significaciones: pertenecer, rivalizar y adecuado; para efectos de este aporte se conceptualiza al competente en el sentido de idóneo, eficiente y cualificado.

La terminología competencia es necesario analizarla, tiene sus orígenes precisamente en el primer mundo, lo que obliga a ser muy cuidadosos en su estudio e interpretación y mucho más en su aplicación, por las consecuencias que del mismo pudieran derivarse. Por ello los modelos no deben ser copiados, sino valorados tomando lo positivo y lo necesario.

Numerosos han sido los autores que desde diferentes posiciones han conceptualizado las competencias y lógicamente no todos coinciden. Hagamos entonces un estudio crítico de algunas de estas definiciones.

• “Es una expectativa del desempeño en el lugar de trabajo, que sirve como punto de referencia para comparar un comportamiento o desempeño observado”.

• “Una competencia es un punto de convergencia de varios elementos que no son exclusivos de ella”.

• “Es el conjunto de comportamientos socio-afectivos y habilidades cognitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una función, una actividad o una tarea”.

“Es una compleja estructura de atributos necesarios para el desempeño en situaciones específicas. Obviamente incorpora la idea de juicio”.

• “La competencia es esencialmente una relación entre las actitudes de una persona y el desempeño satisfactorio de las tareas correspondientes”.

• “Es la capacidad o disposición que posee una persona para dar solución a problemas reales y para producir nuevo conocimiento”.

Como se puede apreciar muchas de las definiciones de competencia presentadas tienen como elemento común la necesidad del dominio de conocimientos y aptitudes que de una u otra forma se ponen en evidencia a través del desempeño profesional, mediante resultados que son observables, aspectos con los cuales de cierto modo también coincidimos.

Por lo general en las definiciones presentadas se llega a una regularidad en su concepción, la que conduce a una marcada tendencia conductista, con sus matices y donde prevalece el saber hacer, lo que no quiere decir que no se considere este importante aspecto en la estructura de la competencia.

El error, a nuestro modo de ver, consiste en desestimar o ignorar al resto de los elementos que forman parte de la competencia y que sólo en su integración constituyen la competencia en sí, lo que queda resuelto en la siguiente definición.

"La competencia profesional es el resultado de la integración esencial y generalizada de un complejo conjunto de elementos sustentados a partir de conocimientos, habilidades y valores, que se manifiesta a través de un desempeño profesional eficiente en la solución de los problemas de su profesión pudiendo incluso resolver aquellos no predeterminados". (J. Forgas 2003).

Esta definición de competencia resuelve las limitaciones señaladas en las anteriormente analizadas debido a que en ella se explicitan los elementos esenciales que garantizan una adecuada determinación y tratamiento de la misma.

Otra definición es la dada por (Spencer y Spencer, 1993) donde refiere que una competencia es “una característica subyacente en una persona que está causalmente relacionada con el desempeño, referido a un criterio superior o efectivo, en un trabajo o situación” Es decir se entiende la competencia como un potencial de conductas adaptadas a una situación.

Según Tobón (2005), las competencias son procesos complejos de desempeño, con idoneidad en un determinado contexto, con responsabilidad, son procesos porque se realizan con un determinado fin que implica cambios y transformaciones profundas en los diferentes niveles educativos, y aplicar este enfoque en el proceso de enseñanza y aprendizaje significa comprometerse con una educación de calidad.

• En cuanto a su complejidad, las competencias involucran la articulación de diversas dimensiones humanas y su puesta en práctica implica muchas veces el afrontamiento de la incertidumbre.

• El desempeño de las competencias se observa en la ejecución de las actividades, en el análisis y resolución de problemas, es decir en el saber hacer. La idoneidad tiene que ver con el cumplimiento de indicadores en el resultado de las actividades, su eficacia, eficiencia y efectividad.

• En relación al contexto, las competencias siempre se dan en un contexto, que puede ser educativo, social, laboral o científico.

• Con respecto a la responsabilidad, toda actuación es un ejercicio ético, en tanto siempre es necesario prever las consecuencias del desempeño, revisar cómo se ha actuado y corregir los errores de las actuaciones, lo cual incluye reparar posibles perjuicios a otras personas o a sí mismo.

Esta definición se acerca más a la realidad que se presenta en las universidades, en cuanto a las competencias que deben desarrollar los estudiantes en investigación, teniendo en cuenta que es un proceso que implica formación, comprensión y compromiso por parte de los docentes para llevar a cabo la enseñanza, aplicando estrategias que garanticen el máximo aprovechamiento o rendimiento en menos tiempo, esfuerzo y aprendiendo del ensayo y el error.

En ese sentido la forma que adopte las competencias del estudiante estará, condicionada por el contexto en el que se desplieguen sus conocimientos, habilidades y valores.

En consecuencia, una persona dispone de una competencia hasta que no se enfrente a una situación académica de forma práctica, no revelará su nivel de competencia para dar solución a un problema científico en una situación dada.

Existen varias maneras de clasificar las competencias. La primera de ellas establece dos categorías amplias: competencias diferenciadoras y competencias de umbral (Gallego, 2000). En las primeras, las personas se desempeñan de forma superior con respecto a otras; las segundas corresponden a las competencias que permiten un desempeño adecuado en una tarea.

Por su parte (Ogliastri, 1999), considera las competencias (claves) como el conjunto de características que hacen que una empresa sea más competente dentro del mercado.

Otro grupo de competencias se clasifican en laborales y profesionales; las laborales son propias de obreros calificados, se forman mediante estudios de formación y se aplican en labores específicas; las profesionales, son exclusivas de personas que han realizado estudios de educación superior (tecnológica o profesional), caracterizadas por su flexibilidad, abordaje de imprevistos, afrontamientos de problemas y alto nivel de complejidad.

Así mismo Echeverría, Isus y Sarasola, 1999) clasifican las competencias técnicas (conocimientos y destrezas requeridos para abordar tareas profesionales en un amplio entorno laboral); competencias metodológicas (análisis y resolución de problemas); competencias participativas (saber colaborar en el trabajo y trabajar con otros) y competencias personales (participación activa en el trabajo, toma de decisiones y aceptación de responsabilidades).

Una de las clasificaciones más extendidas consiste en dividir las competencias en básicas, genéricas y específicas (Vargas, 1999).

• Competencias Básicas: Son competencias fundamentales para vivir en sociedad y desenvolverse en cualquier ámbito laboral posibilitando el análisis, la comprensión y resolución de problemas de la vida cotidiana. Además, constituyen un eje central en el procesamiento de la información de cualquier tipo.

• Competencias Genéricas: Son competencias comunes a varias ocupaciones o profesiones.

• Competencias Específicas: Son aquellas competencias propias de una determinada ocupación o profesión.

Las competencias investigativas están implícitas en cada una de las clasificaciones anteriores, aunque guardan mayor relación con las básicas ya que son el fundamento para desarrollar el pensamiento en forma lógica y coherente (saber comunicarse, buscar información, saber escribir).

Las competencias investigativas en cualquier universidad son imprescindibles; el desarrollo de la investigación en todos sus niveles formativos proporcionando los recursos necesarios para que tanto estudiantes como docentes puedan de alguna forma incursionar, con algún tema de su preferencia, en la generación de nuevo conocimiento o fortaleciendo el conocimiento adquirido.

El desarrollo de competencias investigativas ha sido concebido, en la educación superior, aunque tiene su máxima expresión en la realización de tesis de pregrado y trabajos investigativos finales de diversas asignaturas, ya que el estudiante debe evidenciar el uso de la metodología de la investigación científica en solución de un problema investigativo aplicando para ello todas las etapas de la investigación científica.

Para lograr una formación investigativa adecuada en nuestros estudiantes universitarios, y que estos evidencien un desarrollo de la competencia investigativa se hace necesario realizar acciones que tributen a este fin. Esta afirmación pudiera parecer algo trivial, pero su respuesta radica en las posiciones o enfoques teóricos en que se sustenta la educación superior de una institución universitaria en cuanto a la formación de competencias.

Definitivamente y como criterio de las autoras del artículo, por la experiencia como docentes investigadores, consideran que, se puede desarrollar competencias investigativas en los estudiantes, sólo si se genera motivación por la indagación y exploración del conocimiento. Para ello se debe capacitar de forma permanente, generar espacios para el desarrollo de investigaciones y publicar sus resultados. Con estas actividades se actualiza y genera el conocimiento y se consolida la investigación en la Universidad.

CONCLUSIONES

El análisis de la literatura revisada permitió precisar que las competencias investigativas se tratan desde diferentes perspectivas y enfoques.

La sistematización teórica realizada permitió constatar cuales son las principales concepciones acerca de la competencia investigativa, los componentes y dimensiones a tener en cuenta para su desarrollo.

La universidad por su razón de ser y las eminentes exigencias del mercado laboral demandan la formación de profesionales cada vez más capaces y competentes para garantizar la continuidad y desarrollo de competencias investigativas.

Las competencias investigativas deben desarrollarse y apropiarse de manera definitiva en las diferentes etapas de la educación superior.

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