Dossier
Recepción: 01 Marzo 2021
Aprobación: 10 Marzo 2021
Resumen: El dossier reúne un conjunto de trabajos de Marta Bonaudo publicados en diferentes compilaciones a lo largo de las últimas décadas e inaccesibles en formato digital y con acceso abierto. La selección realizada pretende realizar un homenaje a su trayectoria e invita a debatir sobre sus aportes al desarrollo de la historia política argentina del siglo XIX desde una perspectiva regional. El dossier se completa con un ensayo bibliográfico sobre su obra.
Palabras clave: historia política, representación, opinión pública, historia regional, ciudadanía.
Abstract: The dossier brings together papers by Marta Bonaudo published over the last decades and inaccessible in digital format and open access. This selection aims to pay tribute to her career and invites us to analyze her contributions to the development of nineteenth-century Argentine Political History from a regional perspective. The dossier is completed by a bibliographic essay of her work.
Keywords: political history, representation, public opinion, citizenship, regional history.
Marta Bonaudo fue una de las historiadoras argentinas más destacadas. Se formó en la década de 1960 al calor de la renovación historiográfica que se estaba produciendo en Rosario, en sintonía con las nuevas tendencias de la historia social europea. En esos años participó de proyectos dirigidos por Nicolás Sánchez Albornoz y Sergio Bagú y se sumó como auxiliar alumna a la cátedra de Historia de España a cargo de Reyna Pastor, una de las especialistas más destacadas de su tiempo (Eujanián y Mauro, 2014). Allí, se introdujo en los principales debates teóricos e historiográficos de la época, con una fuerte impronta marxista. El golpe de estado de 1966 interrumpió el vínculo con la universidad aunque no el proceso de formación. Reyna Pastor presentó su renuncia al igual que Marta –por entonces ayudante– pero se ofreció a continuar con los proyectos de investigación que estaban realizando por fuera de la universidad. Durante 1966 y 1967 viajó sistemáticamente a Buenos Aires para verse con Reyna y continuar su formación. En 1969, gracias a una beca del gobierno de Francia, Marta viajó para hacer su doctorado en la Universidad de Aix-en-Provence bajo la dirección del medievalista George Duby. A su retorno, en el marco del proceso de "apertura" de la dictadura de Lanusse se sumó con un cargo ad-honorem a la cátedra de Historia Moderna que acababa de concursar Reyna Pastor en Rosario. En esta etapa, Marta tomó contacto intelectual con el grupo de los llamados historiadores "marxistas británicos" y publicó los resultados de su tesis doctoral titulada "El monasterio de San Salvador de Oña. Economía agraria, sociedad rural (1011-1399)" a través de dos artículos: uno para Cuadernos de España y otro para Annales.1 Esta nueva etapa volvió a interrumpirse cuando en 1975, amenazada por la Triple A, se vio obligada a renunciar a la universidad y poco después a abandonar la ciudad de Rosario y radicarse en Río Cuarto en la casa de su abuela, cuando su segundo embarazo se encontraba en el séptimo mes. Tras el golpe de estado volvió a la ciudad de Rosario donde continuaba residiendo y trabajando su esposo Juan Carlos. En esta oportunidad con sus dos hijos a cuestas, Juan Pablo y Andrea. Comenzó a dar clases en la Escuela Normal N° 3 y colaboró en una colección de fascículos sobre historia moderna editada en Brasil, gracias al apoyo de Reyna por entonces exiliada en España. Esta breve "primavera" personal duró apenas unas pocas semanas. Al mes de encontrarse en Rosario su casa fue registrada por miembros del Ejército a las once de la noche. Ocho días después, el Ejército volvió a irrumpir en su hogar a las dos de la mañana. La interrogaron largamente mientras sus hijos dormían en otra habitación. El terror y la desolación la invadieron profundamente. Aún así, si bien tras los operativos le resultaba difícil dormir por las noches, continuó trabajando como maestra y decidió permanecer en la ciudad. En 1982 la dictadura comenzó a resquebrajarse y la luz comenzó a divisarse al final del túnel. Poco a poco, su vocación como historiadora resurgió. Se presentó a una beca de CLACSO y como sus temas de historia europea no tenían cabida en la convocatoria optó por centrarse en la problemática agraria argentina y especialmente la historia de la Federación Agraria. Ese fue el comienzo de su viraje de la historia europea a la historia argentina, en donde realizaría sus principales aportaciones. Con el retorno a la democracia se convirtió en Directora organizadora de la Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades y Artes en la Universidad Nacional de Rosario. Un desafío por esos días enorme puesto que incluía la realización masiva de concursos para renovar la planta docente integrada por "procesistas" de dudosas credenciales académicas. En un contexto, además, en el que la supervivencia de la recién recuperada democracia estaba muy lejos de ser una realidad firme. En 1985, a pesar de todo, puso en marcha el proyecto CURENA (Cuestión Regional, Estado Nacional) en el marco del cual se formaron varias generaciones de historiadores e historiadoras y que marcaría también su creciente preocupación por la historia regional y las perspectivas locales, de las que sería una de las principales impulsoras en el país. En 1987 se convirtió en investigadora del CONICET, organismo del que llegó a ser Investigadora Principal. A partir de entonces comenzó a dedicarse principalmente a la historia social y política de la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX, siempre desde una perspectiva regional y, poco a poco, atenta también a los nuevos aportes de los enfoques basados en la categoría género. Sus contribuciones en este plano, como atestigua el estudio bibliográfico realizado por Romina Garcilazo en este dossier, son abrumadoras. Durante la década de 1990, influenciada por los debates internacionales –especialmente por la obra de Pierre Rosanvallon y Antonio Annino–, comenzó a poner más el acento en la historia política de las formas de representación en la Argentina decimonónica. Temática sobre la que publicó artículos y libros colectivos de referencia obligada al día de hoy. Entre ellos se destaca el tomo IV de la Nueva Historia Argentina dirigida por Juan Suriano y titulado "Liberalismo, Estado y orden burgués, 1852-1880" editada por Sudamericana en 1999.
Durante la década de 1990 ocupó el Vicedecanato de la Facultad de Humanidades y Artes, volvió a convertirse en Directora de la Escuela de Historia y en profesora titular concursada de Historia Argentina II siempre en la Universidad Nacional de Rosario. Su actividad a nivel de posgrado también se intensificó por esos años, tanto a través del dictado de cursos en diversas universidades del país y del extranjero, como mediante su participación en la creación de diferentes carreras. Entre ellas, el Doctorado en Humanidades y Artes y la Maestría en Poder y Sociedad desde la problemática del Género. Sus clases en todos estos ámbitos son recordadas con admiración por varias generaciones de historiadores e historiadoras que se formaron con ella. Por esos años, además, estuvo entre quienes pusieron en marcha el Centro de Estudios Sociales Regionales (CESOR) que, una década y media después, se convertiría en Unidad Ejecutora en Investigaciones Socio-históricas Regionales (ISHIR) dependiente del CONICET. Institución que, como Directora organizadora, encabezó hasta comienzos del 2020.
En su etapa más reciente apuntó a conectar la historia regional y local con las perspectivas globales y la historia comparada. Participó de numerosos proyectos de historia política transnacional con colegas europeos que se tradujeron en libros de referencia. Entre ellos sobresale su participación en la colección de Historia de las culturas políticas en España y América Latina, de la editorial Marcial Pons y la Universidad de Zaragoza, donde coordinó junto a Nuria Tabanera el tomo V titulado "América Latina de la Independencia a la crisis del liberalismo (1810-1930)" (2016). Incansable, en sus últimos años, posó su atención sobre la historia de la corrupción política en la que confluyeron buena parte de sus intereses anteriores: la historia europea moderna, la historia social y política latinoamericana y argentina, el problema de las culturas políticas, los enfoques de género y las perspectivas comparadas así como la dialéctica entre lo local y lo global. Su último proyecto fue un libro de síntesis de la historia política de América Latina centrado en los procesos revolucionarios y reformistas a lo largo de los siglos XIX y XX que escribió en colaboración con Silvia Simonassi y con quien escribe estas páginas (América Latina entre la reforma y la revolución. De las independencias al siglo XXI, editado por Syntesis en España). Afortunadamente, llegó a ver los ejemplares del libro publicado pocas semanas antes de su muerte, un proyecto que la había entusiasmado particularmente y al que, a pesar de su deteriorada salud, pensaba acompañar con una serie de presentaciones en diferentes países durante el 2021.
El dossier que las y los lectores tienen en sus manos reúne algunos capítulos de libros no tan conocidos de su producción y que, al día de hoy, no se encuentran disponibles de manera digital y con acceso abierto. Se trata de tres trabajos en los que Marta despliega toda su agudeza para interrogar la vida política de la Argentina decimonónica. En el primero de ellos "De la opinión publicada a la opinión pública. La prensa como lugar de representación y conflicto" explora las transformaciones de la esfera pública y el rol de la prensa en la segunda mitad del siglo XIX. En el segundo "Argentinos, ciudadanos, electores. Legisladores y publicistas en la búsqueda de alternativas para la construcción y representación de una comunidad política. Una mirada exploratoria", Marta se adentró en los debates de la época sobre los criterios de definición de la ciudadanía y, a través de ellos, aporta valiosas hipótesis para comprender la vida política argentina. Finalmente, el tercer trabajo, titulado "Estanislao Zeballos: el hombre de acción política que no se haría jamás un profesional", propone a través de un recorrido por la producción intelectual de Zeballos una ventana para mirar las lógicas de la política notabiliar y escudriñar los debates intelectuales de la época en torno a tópicos clave como el de la inmigración, los derechos políticos y la nacionalidad. El dossier se cierra, con un ensayo minucioso y pormenorizado de toda su vasta obra a lo largo de sus diferentes etapas, escrito por Romina Garcilazo, una de sus últimas discípulas.
Para quienes tuvimos la suerte de conocerla y como es mi caso, formarme y trabajar con ella, su muerte todavía es difícil de aceptar. Como atestigua este dossier, su importancia académica está fuera de discusión. Sus virtudes más destacadas, sin embargo, iban más allá de lo historiográfico y lo científico. Siempre me impresionó y cautivó su entusiasmo, su inagotable capacidad para generar nuevos proyectos y su optimismo incluso en los momentos en los que todo parecía oscurecerse o derrumbarse. La recuerdo preparando café, en su casa, e imaginando sin parar nuevos desafíos. Esos desafíos era académicos pero también, siempre, políticos y colectivos. Su compromiso con la vida, en todos los planos, fue una de las enseñanzas fundamentales que legó a sus estudiantes y colegas así como el convencimiento de que nuestro trabajo como historiadores no puede hacerse de espaldas a la sociedad. Por ello, tal vez, la mejor manera de honrarla –además de recuperar su obra– sea tener siempre presente ese horizonte de lucha por un mundo más fraterno que Marta mantuvo, a pesar de todo, hasta el último de sus días.
Referencias
Eujanián, Alejandro y Mauro, Diego (2014). "La historia y la vida. Apuntes para una biografía intelectual". En María Sierra, Juan Pro y Diego Mauro (Eds.). Desde la Historia. Homenaje a Marta Bonaudo. Buenos Aires: Imago Mundi.
Notas