En la actualidad son numerosas las acciones e iniciativas que las instituciones nicaragüenses de Educación Superior ejecutan y financian para la generación y divulgación de nuevos conocimientos científicos, conscientes del compromiso de aportar a la sociedad nuevos saberes que den lugar a la producción de tecnología y nuevas oportunidades de desarrollo.

Un ejemplo particular de ello como estrategia para la promoción e incremento de la investigación científica es el Fondo para Proyectos de Investigación (FPI) de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua), que desde el año 2015 incentiva el desarrollo de la investigación en la Universidad otorgando financiamiento mediante un mecanismo competitivo sustentado en la calidad^[1].

En el sentido de la divulgación científica destacan los esfuerzos que realiza el Consejo Nacional de Universidades (CNU) desde el año 2009 para promover y dar mayor visibilidad a las publicaciones científicas mediante el acompañamiento a los equipos editoriales de las revistas especializadas de las universidades; iniciando en ese mismo año con la incorporación al Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal (LATINDEX), y continuando al día de hoy con la coordinación de esta entidad en Nicaragua^[2].

Por parte de los equipos editoriales de las revistas científicas universitarias es meritorio resaltar la labor que realizan para asegurar publicaciones periódicas en cumplimiento de estándares y criterios de calidad, que certifiquen posicionamiento y visibilidad.

Y es que todas estas acciones, propias de la gestión del conocimiento, convergen en el trabajo que realizan las revistas científicas universitarias, que representan uno de los canales importantes para la comunicación de los resultados, aportes y hallazgos gestados en los diversos campos disciplinares^[3].

Ante ello, una vez materializados todos estos esfuerzos en la publicación de los nuevos conocimientos en formatos de artículos científicos, ¿Qué sucede con la ciencia que se produce en la universidad?, concretamente ¿qué aprovechamiento tienen en los escenarios de aprendizaje de nuestras instituciones de educación? ¿se evidencian como fuentes de información en el desarrollo de las actividades de nuestras instituciones? Con estas interrogantes se presenta el rol que debe tener el profesor como divulgador clave del nuevo conocimiento científico, a partir de concretas consideraciones del Modelo Educativo de la UNAN-Managua^[4].

En coherencia con la misión de la UNAN-Managua el profesor universitario debe, desde su función de formador, “formar profesionales capaces de interpretar los fenómenos sociales y naturales con un sentido crítico, reflexivo y propositivo, para que contribuyan al desarrollo social”; por lo que el docente debe crear oportunidades para promover en cada escenario de enseñanza-aprendizaje, las investigaciones científicas publicadas en las revistas universitarias como recursos para la reflexión y disertación; en sintonía al mismo tiempo con la fundamentación pedagógica del mismo modelo educativo que sugiere propiciar la interacción y la autorreflexión, prestando atención al desarrollo del pensamiento analítico y crítico en la formación científica y humanística del estudiante.

En sentido similar, este mismo documento de referencia institucional, al describir la función de Mediación Educativa del docente universitario, revela que el profesor desde su rol mediador “recomienda diversas fuentes de información” que fomenten la investigación científica y su aprovechamiento, presentando a esta última como un componente esencial del proceso educativo en este contexto.

Al disertar en los enunciados relacionados a las estrategias didácticas propuestas en el Modelo Educativo, es clave identificar que las estrategias seleccionadas “preparan al estudiante (de manera individual y colaborativa), para ser un generador activo de conocimiento”; esto denota la presencia indispensable de la investigación científica que el docente debe asegurar en el proceso de enseñanza-aprendizaje cual sea la estrategia que utilice.

Con todo, es notorio concebir la divulgación de la investigación científica como parte de las actividades cotidianas del profesor universitario; por lo que desde este espacio, se motiva a los docentes universitarios a que sean partícipes desde su rol en la divulgación y promoción de las publicaciones científicas que se generan y publican desde nuestras universidades.

¡A la libertad por la Universidad!

Notas