Secciones
Referencias
Resumen
Servicios
Descargas
HTML
ePub
PDF
Buscar
Fuente


La cultural y el arte en el sistema educativo nicaragüense
Cultural and Art in Nicaragua's education system
Revista Torreón Universitario, vol.. 10, núm. 28, 2021
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua

Humanidades y Arte

Revista Torreón Universitario
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua, Nicaragua
ISSN: 2410-5708
ISSN-e: 2313-7215
Periodicidad: Cuatrimestral
vol. 10, núm. 28, 2021

Recepción: 07 Octubre 2020

Aprobación: 12 Abril 2021

El autor o los autores de los artículos, ensayos o investigaciones conceden a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua) los derechos de edición (copyright) del trabajo enviado, por consiguiente la Universidad cuenta con el derecho exclusivo para publicar el artículo durante el periodo completo de los derechos de autor.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

Resumen: El presente artículo describe la fundamentación y desarrollo de la educación artística en Nicaragua, tomando como punto clave el carácter creativo y dinámico de los autores que han propiciado la importancia de la concepción e identidad cultural de esta nación. De igual manera se describen las razones que permitieron la incorporación de la educación artística en los currículos escolares, desde las ideologías políticas y sociales hasta las necesidades propias de la cultura artística de los nicaragüenses. Otro aspecto relevante es la articulación de los subsistemas educativos en función de la mejora educativa en la formación de una sociedad innovadora y promotora de su identidad cultural.

Palabras clave: educación, artes, cultura, currículo.

Abstract: The present article narrates the foundation and development of arts education in Nicaragua, taking as a key point the creative and dynamic character of the different authors who have promoted the importance of the conception and cultural identity of this nation. It also describes the reasons that allowed for the incorporation of arts education in school curricula, from political and social ideologies to the needs of Nicaraguan arts culture. Another relevant aspect is the articulation of the educational subsystems according to the educational improvement in the formation of an innovative society and promoter of its cultural identity.

Keywords: education, arts, culture, curriculum.

El arte es comprendido como actividad o producto hecho por el ser humano, ya sea con la finalidad utilitaria o comunicativa, a través de la cual expresa ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos, es un componente de la cultura, en la que se reflejan los fundamentos económicos y sociales, y la transmisión de ideas y valores, inherentes a cualquier sociedad humana a lo largo del espacio y el tiempo.

Se hace una relación coherente del arte con el artificio; ya que sólo el ser humano es capaz de crear de manera no natural o sea artificial elementos únicos y trascendentales, con la intencionalidad de ser parecidos a los creados en la naturaleza. (Medrano A. , 2013, p. 13)

Nicaragua es un país centroamericano con una cultura muy desarrollada en el contexto de las artes danzarias, musicales, literarias, plásticas y artesanales. Como en la mayoría de los países de Latinoamérica, quienes han podido preservar raíces de las civilizaciones nativas del continente y que han tenido que adaptarse a las contiendas generadas por la conquista europea y la profanación a la cultura, han encontrado la manera de perpetuar el estilo dinámico y plástico de estas tradiciones antiguas aplicándolas a las nuevas formas artísticas traídas e impuestas por los conquistadores.

La educación artística en Nicaragua tiene su historia desde la práctica tradicional, hasta la conformación académica, que también ha sido accidentada por los múltiples acontecimientos sociales que de una manera u otra han marcado el carácter creativo de personalidades inéditas y respetadas por su coraje ante los múltiples intentos de invasiones y profanaciones a la cultura y la sociedad.

Si bien el arte nicaragüense goza de prestigio internacional, destacando las personalidades ilustres como Félix Rubén García Sarmiento conocido como Rubén Darío, en la literatura, quien es considerado como el príncipe de las letras castellanas por dar significativos aportes a este idioma, desarrolló un estilo literario que dio pautas a la vanguardia de la literatura hispana. Muchos otros reconocidos en este arte fueron José Coronel Urtecho, Manolo Cuadra, Joaquín Pasos, Ernesto Cardenal, Ernesto Mejía Sánchez y Carlos Martínez Rivas, entre otros.

En el área de la música nicaragüense cuenta con una fecunda herencia creativa como por ejemplo José de la Cruz Mena quien con las técnicas de valses de Viena impregnó el carácter propio de su nicaraguanidad en su composición, se destacan las obras auténticas de compositores como Camilo Zapata, Tino López Guerra, Jorge Isaac Carvallo, Otto de la Rocha, Erwin Krüger, Felipe Urrutia, Salvador Cardenal Argüello, Justo Santos, Rafael Gastón Pérez, por mencionar algunos que marcaron y determinaron la característica inédita de la cultura nicaragüense.

En las artes plásticas Nicaragua demuestra su capacidad creativa en las cuales se reconoce la idiosincrasia de los artesanos populares con características primitivistas y naturalistas. Sin embargo, la academia de artes plásticas cuenta con un bagaje creativo inédito desde la obra educativa de Rodrigo Peñalba, quien estableció las bases de la pintura moderna en Nicaragua en la década de los 50, gracias a que le fue posible realizar estudios académicos en los Estados Unidos, Europa y México logrando dominar estilos académicos de las artes plásticas. Debido a su aportes en el campo creativo se convirtió en el ícono representativo de identidad cultural nicaragüense, no sólo como artista cuya obra es original, sino como un maestro forjador de pensamiento crítico y muy que rescata esa cultura única y cotidiana de la naturaleza.

Siguiendo los pasos en este perfil, los artistas plásticos que refuerzan el arte nicaragüense se destaca los artistas que menciona Torres, (2013) que son “Armando Morales, Ornar D' León, Fernando Saravia, Alejandro Aróstegui, Genaro Lugo, Leoncio Sáenz, César Izquierdo, Silvio Miranda, Leonel Vanegas, Arnoldo Guillén, Dino Aranda, Orlando Sobalvarro y Para Gómez Sicre.” (p.10)

La danza es el alma del nicaragüense, en toda festividad religiosa y tradicional está presente, destacándose por el amplio abanico de bailes que acentúan las características indohispanas con matices muy particulares que permiten ser identificadas como auténticas y propias de la región centroamericana. Que de una generación a otra han integrado nuevos elementos en la indumentaria, vestuario hasta la música, pero en las que prevalece el carácter propio de la esta cultura.

La danza tradicional es parte de la cultura de cada región nicaragüense, mantiene su simbolismo y espiritualidad, se desarrolla en ambientes festivos de las calles y pueblos como praxis social, la danza de espectáculo que hoy en día se aprecia en los diversos espacios escenográficos corresponden a la iniciativa de la prestigiosa Maestra Irene López quien fundó el primer Conjunto de danza Folclórica de proyección artística del país y lo nombró: Conjunto Folklórico Nacional convirtiéndose así en la pionera de las agrupaciones danzarias de folclor como parte de espectáculos teatrales. Muchos de los grandes íconos de las danzas de proyección folclórica nicaragüenses fueron inspirados por esta gran bailarina y maestra.

Gracias a la naciente forma de presentar las danzas tradicionales nicaragüenses, surgieron nuevos grupos que han permanecido en el espectáculo por más de cinco décadas como son el Ballet Folclórico Nicaragüense dirigido por el maestro Ronald Abud Vivas, quien estableciendo un sello en las creaciones de obras danzarias auténticas, reflejando la cultura nicaragüense, destaca su talento.

También está el Ballet Macehuatl cuyo director fundador Alejandro Cuadra (q.e.p.d.) fue un gran innovador en la depuración de estilo estético y técnico en la danza folclórica de proyección, ya que tenía formación y una gran pasión por el ballet clásico, lo que le permitió adaptar la rigidez en el adiestramiento de los bailarines para la realización de movimientos correctamente ejecutados y sincronizados, algo que influenció mucho en los bailarines que se apasionaron por la técnica de ballet a punto de seguir esta carrera.

Dentro del mismo contexto como fruto del trabajo de Alejandro Cuadra surge a cargo de una de sus bailarinas fundadoras Blanca Guardado, El Ballet Tepenahuatl que de manera permanente y continua se ha perpetuado en el escenario nacional y goza de reconocimiento internacional como una agrupación que se destaca por el carácter enérgico, que transmite la vigorosidad del pueblo nicaragüense, con creaciones coreográficas únicas.

Otro aspecto y de magnitudes significativas es la visión que surge de una bailarina y maestra normalista que con una dedicación e identidad nacional elevada, presenta un proyecto de integración de la enseñanza de la danza nicaragüense en los currículos de educación nacional, su nombre es Haydee Palacios y su idea incansable de contribuir a la preservación de la cultura danzaria desde las bases formativas, la llevó a conformar la agrupación con una larga trayectoria de dinamismo e idiosincrasia, cuyo nombre también contribuyó al carácter revolucionario característico de la juventud; de esta manera, la agrupación que lleva su nombre, en sus principios se llamó Ruth Palacios, en memoria de una bailarina que apoyó la resurrección y fue privada de su vida a como lo ha expresado la maestra Palacios en reiteradas ocasiones.

Haydee Palacios marca un aspecto trascendental en la educación artística escolar, es quizás algo poco notado por la gran trayectoria que su agrupación danzaria ha tenido en el contexto nacional e internacional. No obstante, el hecho de ser la pionera en integrar la danza como parte del currículo escolar, establece un antecedente que fundamenta las bases de integración artística en la educación general nicaragüense.

Su legado, aunque de manera ciertamente discreta en este particular, permitió que el muchas de las escuelas se conformaran agrupaciones danzarias y que luego lograron una fama significativa y motivadora, como es el caso del Gran Ballet Quetzaltnahuatl fundado por un maestro normalista Martín Cerda en la Escuela Normal de Managua, que fue desarrollado a su máximo esplendor por el Maestro William Herrera Funes, quien es su director ya hace más de 30 años.

William Herrera Funes revoluciona el carácter artístico y técnico del espectáculo danzario, desde su formación en ballet clásico, que, gracias a su dinamismo y visión inspirado en el trabajo de Alejandro Cuadra por el perfeccionamiento técnico y clásico de las danzas, se gradúa de la Escuela Nacional de Ballet, bajo la dirección de su fundadora Anamalia Sierra, una mujer que le dio a Nicaragua la oportunidad de competir a nivel internacional en el arte universal de la danza.

Ciertamente Nicaragua tiene un grandioso legado de artistas, promotores del arte y es inmensa la lista de todos los contribuyentes a la cultura y patrimonio de esta nación. Pero es necesario determinar que toda esta historia de la evolución del arte en este país es ineludible para comprender su integración e importancia en el nuevo contexto de la educación general.

La enseñanza artística en las escuelas de Nicaragua data desde los años anteriores al terremoto del 1972 dice De Castilla, (2018), pero los estragos causados por el terremoto, sumado a la crisis social causada por la dinastía somocista, produjo la reducción significativa a la educación, en cuanto horas, asignaturas, personal docente y se eliminaron del currículo las clases de arte por no ser necesarias según la consideración del Ministerio de Educación. Se comprende esta necesidad desde contexto político y económico ya que las artes son armas ideológicas que en su mayoría de los jóvenes revolucionarios utilizaron para difundir las ideas de liberación.

El triunfo de la revolución popular con su vanguardia Frente Sandinista de Liberación Nacional, encuentra en el arte el fundamento de una nueva sociedad revolucionaria, contextualizada a la idea de que “El arte de la revolución no es un proyector de imágenes, es la imagen misma; no va al pueblo, sino que sale del pueblo; la cultura debe de ser el escenario de los valores de la nueva sociedad”. (Borge, 1981, p. 3), así el desarrollo cultural y artístico debe ser enfocado y desarrollado desde las bases comunitarias, desde todos los sectores del pueblo y no como actividad meramente elitista que determina el estatus social e intelectual que presupone la oligarquía de la época.

La revolución trató de solventar las carencias de accesibilidad a la educación, desarrollando un programa de magnitudes extraordinarias en la alfabetización masiva de la población nicaragüense, la educación inclusiva y participativa, mejora en los procesos organizativos y de acceso a la educación. Pero esto también ocasionó debilidades, que de acuerdo con De Castilla, (2018) son causas de creciente demanda a la educación; la poca infraestructura escolar, así como capacidad docente, ocasionó un alto grado de empirismo en el sistema escolar ya que muchas personas asumieron esta función no contando con la preparación pedagógica.

En este contexto educativo, donde la necesidad recae en la formación de individuos que puedan leer, escribir, contar y reconocer los aspectos más relevantes de la sociedad que se estaba formando bajo un modelo de integración social, la cultura era parte de ser asumida de manera paralela a la formación general, no sólo por la visión del estado, sino por la capacidad de personal que podía tomar esta carga académica, prefirieron la conformación de agrupaciones escolares y comunitarios que desarrollaran las actividades culturales de manera extracurricular eran mucho más factibles que ser integradas dentro del currículo.

Pese a las problemáticas que a causa de la injerencia extranjera en el apoyo de una guerra contrarrevolucionaria, la actividad cultural y artística era el punto de motivación y estímulo para los jóvenes que brindaron su arte a las causas revolucionarias, desde agrupaciones escolares y gracias a la conformación de la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura (ASTC) los artistas tuvieron la posibilidad de proyectarse a nivel nacional e internacional, así como obtener becas de estudio en el extranjero en las distintas áreas de las artes.

Las debilidades producto del creciente empirismo docente que desfavorecieron significativamente la intencionalidad de la calidad educativa en el periodo de los años posteriores al 1983, terminaron de fragmentarse o debilitarse aún más en la década de los años 90 con los gobiernos neoliberales, quienes gobernaron 17 años constituyendo en lo más oscuro de la educación nicaragüense. Precisamente en ese periodo se estableció el sistema de autonomía escolar y que “llevó a la educación nicaragüense a los extremos de corrupción masiva, se centraba principalmente en la sobrevivencia de las escuelas bajo múltiples mecanismos de recolección monetaria más que de preocuparse por los modelos educativos”. (Medrano, 2020, p. 53)

La decadencia en los entornos escolares declinó a tal punto, que los estudiantes estaban obligados a conseguir y resguardar su propio pupitre[1], en aquellos casos que podían conseguirlo, ya que también debían comprar los libros de textos, pagar las hojas de exámenes y el arancel de mensualidad. Lógicamente las familias de escasos recursos y con más de dos niños no podían solventar estos gastos y de esta manera se generaba la inaccesibilidad a la educación.

Bajo este contexto del entorno escolar, donde los maestros y directores tenían que buscar alternativas para poder solventar sus propias carencias, además del empirismo producto de un sistema cuyo interés no se centraba en las debilidades del sector educativo, el currículo debía prescindir de los componentes artísticos, ya no presentaban mayor relevancia y funcionalidad, una visión que concuerda con los planteamientos de (Parres y Flores, 2011), (Hernández,1996) y (Nemiensky, 1987), en la que señalan en torno a que algunas autoridades educativas conciben la educación artística como de carente relación con los contenidos temáticos de los programas educativos, sumado a los costos que representa la contratación de expertos que atiendan estas materias. Pese a esta situación la actividad artística en las escuelas se asumió como alternativa extracurricular tomada por el entusiasmo propio de los estudiantes, y algunos profesionales de las artes, quienes en los años ochenta, fueron beneficiados con becas de formación artística dentro y fuera del país.

El triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en 2006, como uno de sus grandes logros hizo que la educación nicaragüense recuperara nuevamente su gratuidad y la escolaridad obtuvo de nuevo su garantía estatal. De Castilla (2018), expresa que la intención es de reducir todas las brechas ocasionadas por el sistema, que también se enfoca en la articulación de los subsistemas educativos, con el fin de reformar los currículos de manera más acertada al contexto y necesidad de la población nicaragüense.

La reforma al currículo escolar proporcionó la adopción del modelo por competencias e integró de manera optativa las artes en la asignatura nombrada como Expresión Cultural y Artística (ECA) basándose en la Visión y Misión que presenta el Plan Nacional de Educación Nicaragüense, y en el que se establece que “los nicaragüenses construimos un sistema educativo de excelencia que forme ciudadanos productivos, competentes y éticos” (p. 18), considerados como agentes transformadores y dignos defensores de la cultura y la paz.

En la comprensión del nuevo modelo curricular se integran las artes como elementos esenciales que debe poseer un individuo, como es la creatividad, indispensable en las resoluciones de problemas contextuales para mejorar las inconsistencias de manera innovadora, para lo que se requiere de herramientas correspondientes a cada disciplina artística, como por ejemplo, en las espaciales los artefactos externos que permitan plasmar plásticamente la idea y en las temporales el uso del cuerpo como herramienta de creación artística. (Medrano, 2020 citando a Hernández, et al, 2011)

Es necesario destacar que históricamente las únicas disciplinas artísticas desarrolladas en la educación escolar eran la música y las artes plásticas, pero después del 2006 desde la declaración de la UNESCO en ese mismo año, en la hoja de Ruta para la Educación Artística expuesta en la Conferencia Mundial sobre la Educación Artística construir capacidades creativas para el siglo XXI que se llevó a cabo en Lisboa-Portugal, y a raíz de la cual en los currículos escolares se integraron las asignaturas artísticas abarcando la danza, teatro, música y artes plásticas.

Indiscutiblemente los esfuerzos en pro de la incorporación al sistema educativo escolar del arte es un mérito a la visión de reconstitución de los derechos de acceso la cultura, que integrando estas disciplinas de manera optativa con el nombre de Expresión Cultural y Artística (ECA), se pretendió lograr dicho objetivo. Sin embargo, se presenta el mismo comportamiento de las mayorías de las escuelas de Latinoamérica, que Mercado y Sarmiento (2013) señalan respecto a las metodologías aplicadas en este contexto, corresponden a la misma manera de enseñanza especializada, en otras palabras, para formar artistas.

Para poder desarrollar estos programas se contó con la participación de artistas de trayectoria en distintas espacialidades, quienes tenían experiencia de la enseñanza para formación artística y pudieron dar orientaciones significativas de los contenidos que debían ser abordados en el contexto escolar. No obstante, estos contenidos son comprendidos únicamente por conocedores de estas disciplinas; con lo que el sistema educativo no cuenta en su totalidad y que, pese a las distintas acciones en función de capacitar a los profesores de educación básica y media, quienes debían asumir como parte de su carga horaria impartir los componentes artísticos, era una tarea titánica y frecuentemente fracasada, perdiendo de vista el objetivo y relevancia de estas materias.

Aunque, la lucha contra el empirismo docente se acrecentaba en el sistema educativo, los nuevos componentes comenzaban a demostrar notoriamente la debilidad formativa en los profesores que debían impartir estas clases, esta situación obligo a muchas escuelas prescindir de las materas artísticas, compensando las horas en otro tipo de actividades como reforzamiento o aseo escolar. En mejores de los casos se abordaron las artes parcialmente, según los conocimientos y disposición de los profesores.

La situación en cuanto al desarrollo de clases artísticas, sumando el empirismo, la distribución de horas asignada a estas materias en relación con la dimensión de los contenidos, no permitían la debida aplicación de las artes en el contexto escolar, visualizándose como aspecto ajeno a las necesidades educativas. Pero las autoridades educativas, así como la visión de gobierno, enfatizaron en mejorar la pertinencia del abordaje de estos componentes en vez de prescindir de ellos, se solicitó a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua UNAN-Managua, a través de la Facultad de Educación e Idiomas creara un programa de profesionalización docente en el área artística y cultural.

La creación de la carrera Cultura y Artes, permitiendo formar hasta la fecha 26 docentes, quienes a través de un proceso articulado de prácticas y teorización lograron alcanzar el desarrollo de habilidades genéricas que todo individuo debe poseer como parte de una sociedad en la praxis cultural. Esta oportunidad corresponde al Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea (2005), en el que se estableció que la clave del desarrollo social, creativo y cultural radica en las competencias artísticas que deben ser desarrolladas desde el currículo escolar.

No sólo la creación de la carrera fundamenta la importancia de la profesionalización de docentes en áreas artísticas para educación, también la necesidad de la articulación de los sistemas educativos; una iniciativa fundamental para la mejora en cada una de las esferas de la formación ciudadana nicaragüense, que consintió en trabajos arduos de revisión y adecuación curricular desde en el año 2016, integrado a esta comisión en el año 2017 por la coordinadora de la carrera Cultura y Artes, responsable de planificación educativa del MINED, expertos en enseñanza artística de la Escuelas Normales Alesio Blandón Juárez de Managua y Ricardo Morales Avilés de Jinotepe, para la revisión y mejoramiento curricular en el área de la Expresión Cultural y Artística.

Esta experiencia valoró la importancia y ubicación en el currículo las artes, basándose en el desarrollo de competencias fundamentales para el pensamiento crítico, y creativo, que favorece el aprendizaje en las distintas disciplinas y fortaleciendo habilidades de innovación señaladas por Winner, et al, (2014) en torno a la importancia de la educación artística, logrando la integración de la enseñanza de estas materias en el currículo básico de educación, dándole un nuevo perfil como Talleres de Artes y Cultura.

Dichas transformación conto con un trabajo profundo en la identificación de necesidades y posibilidades que ofrece la educación artística para los contextos escolar, siendo uno de los fundamentos la educación del siglo XXI, la búsqueda de la comprensión de los procesos cerebrales en la construcción de aprendizajes, donde desde la estimulación temprana de habilidades como la curiosidad y la creatividad determinan el razonamiento lógico del mecanismo complejo del aprender, abordado en el disertación hecha por Lucio Gil, (2015) en torno a las neurociencias en los procesos educativos.

La reforma al componente artístico a nivel de educación básica y media se centró en la valoración de los contenidos que presentaban los programas de Expresión Cultural y Artística, retomando únicamente aquellos elementos que fueran sustanciales para el cumplimiento de las intenciones educativas generales, de igual manera que cumplieran con las posibilidades de abordaje interconectado con las otras disciplinas y el nivel de complejidad de manera consecuente, para esto se trabajó directamente con los maestros especialistas de la carrera Cultura y Artes, dándole un sentido tanto en los tópicos abordados en las escuelas como lo que se desarrollaban en la carrera, con el fin de cumplir con esa articulación desde los subsistemas de manera práctica y realista.

El gran logro en la reforma al currículo en el arte de la educación artística se centra en que se ha potencializado la necesidad de profesionalización en las carreras de este enfoque, el interés de los profesores por aprender y mejorar sus procesos didácticos, el reconocimiento de la importancia del arte en los currículos escolares para la formación básica y media ha generado la necesidad de trascender en la valoración de la estimulación artística temprana.

La educación artística en Nicaragua marca de una manera inédita la riqueza patriótica y cultural del pueblo, desde la intencionalidad del estado y la necesidad creativa de la sociedad, que, en aras de concebir el constante desarrollo, competente e innovador, que reafirme la idiosincrasia de la potencia cultural propia de esta nación, ha trabajado y sigue en constante reflexión así la mejora de los procesos educativos que fortalezcan las capacidades forjadas en esta sociedad.

Bibliografía

Borge, T. (1981). El Arte como herejía., (pág. 4).

Comisión de las Comunidades Europeas Bruselas, (2005), final2005/0221(COD). Propuesta de Recomendación del Parlamento Europeo Y Del Consejo sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente. Recuperado de: https://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2004_2009/documents/com/com_com(2005)0548_/com_com(2005)0548_es.pdf

De Castilla, M. (2018). Summa Pedagógica” 1998-2018: Veinte años pensando y escribiendo sobre la educación de los nicaragüenses. Managua: –la ed—Lea Grupo Editorial.

Hernández, F. (1996). Educación artística para la comprensión de la cultura visual. QURRICULUM, 12-13. Recuperado de http://publica.webs.ull.es/upload/REV

Hernández, A., García, E, Rodríguez J., Dabdoub L., Rondán M., Quiroz M., Castillo O., Terres R., Morales S., et al, (2011), Las Artes y Su enseñanza en la educación Básica, Primera edición, secretaria de educación Pública, Argentina 28, Centro, CP 06020, Cuaqhtémaco, México D.F. ISBN:978-607-467-054-7. Recuperado de: https://issuu.com/alegarduno/docs/artes_web

Medrano, A. (2013). Propuesta de plan de estudio de la carrera de Artes Plásticas y Visuales, para su apertura en la Facultad de Educación e Idiomas de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua. En el periodo 2012- 2013.

Medrano, A. D. (2020). Efectividad de la carrera Cultura y Artes de la Facultad de Educación e Idiomas, UNAN-Managua en la formación del profesorado de enseñanza artística y cultural para la educación secundaria nicaragüense. Tesis Doctoral , UNAN-Managua , Facultad de Educación e Idiomas , Managua.

Неменского Б.М. [Nemiensky B.M] (1987). Мудрость красоты,. Издательство: Просвещение. P. 268.

Parres, R., y Flores, R. (2011). Experiencia educativa en Arte Visual diseñada bajo un modelo de autorregulación del aprendizaje con estudiantes universitarios. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 16-49. Recuperado de http://web.b.ebscohost.com/eho

Torres, M. D. (2013). Los Inicios de La Modernidad Pictórica en Nicaragua. Temas Nicaragüenses(67), 4-13. Recuperado de http://www.temasnicas.net/rtn67.pdf

UNESCO (2006), Hoja de Ruta para la Educación Artística: Conferencia Mundial sobre la Educación Artística construir capacidades creativas para el siglo XXI Lisboa. Recuperado de: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/CLT/CLT/pdf/Arts_Edu_RoadMap_es.pdf

Winner, E., Goldstein, T. y Vincent, S., (2014), ¿El arte por el arte? Resumen, OECD publishing. p. 28

Notas

[1] Sillas utilizadas en las escuelas nicaragüenses, que tienen una paleta que permite escribir.


Buscar:
Ir a la Página
IR
Modelo de publicación sin fines de lucro para conservar la naturaleza académica y abierta de la comunicación científica
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R