Secciones
Referencias
Resumen
Servicios
Descargas
HTML
ePub
PDF
Buscar
Fuente


Revitalización de prácticas y saberes desde el emprendimiento sustentable
REVITALIZATION OF PRACTICES AND KNOWLEDGE FROM SUSTAINABLE ENTREPRENEURSHIP
REVISTA EDUCARE, vol.. 25, núm. 2, 2021
Universidad Pedagógica Experimental Libertador

Informes de Investigación Cuantitativa o Cualitativa

REVISTA EDUCARE
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Venezuela
ISSN: 1316-6212
ISSN-e: 2244-7296
Periodicidad: Cuatrimestral
vol. 25, núm. 2, 2021

Recepción: 23 Abril 2021

Aprobación: 15 Junio 2021

Resumen: El ímpetu del grado de conflictividad sociopolítica y económica que actualmente enfrenta Venezuela la emplaza a reconocer la diversidad de las actitudes humanas y el diseño de una nueva arquitectura de desarrollo sustentable. Esto implica visualizar un nuevo horizonte para las comunidades históricamente excluidas y encasilladas en una economía de subsistencia que solo ha servido para ensanchar brechas de desigualdad social. Estamos frente a la necesidad de un proceso emergente de construcción de espacios raciovitalistas desde una mirada sociocrítica. Este trabajo- en construcción- se presenta como una propuesta educativa inserta en la Península de Araya, se reconfigurará todo un arsenal categoríal (Educación Popular, imaginario social, raciovitalismo, desarrollo sustentable…) inscrito en un nivel hermenéutico- crítico y etnográfico. En este contexto, emerge la Educación Popular innovadora como una fuerza socio-política liberadora desde un lugar inédito que debe transitar invisibles pasadizos para llegar a la concreción de una Escuela emprendedora, de riberas sustentables, ensayando formas inéditas aún impensadas de nuevas posibilidades de existencia.

Palabras clave: raciovitalismo, prácticas, saberes, emprendimiento sustentable.

Abstract: The impetus for the degree of socio-political and economic conflict that Venezuela currently faces is to recognize the diversity of human attitudes and the design of a new architecture of sustainable development. This means visualizing a new horizon for historically excluded and typecast communities in a subsistence economy that has only served to widen gaps in social inequality. We are facing the need for an emerging process of building raciovitalist spaces from a socio-critical look. This work- under construction - is presented as an educational proposal inserted in the Araya Peninsula, a whole category arsenal (People's Education, Social Imaginary, Raciovitalism, sustainable development...) inscribed on a hermeneutic-critical and ethnographic level. In this context, innovative Popular Education emerges as a socio-political force liberating from an unpublished place that must transit invisible passageways to reach the concretion of an enterprising sustainable riverside school, rehearsing unforeseen forms of new possibilities of existence.

Keywords: rationvitalism, practices, knowledge, sustainable entrepreneurship.

A Modo de Presentación

Actualmente, Venezuela enfrenta un alto grado de conflictividad sociopolítica, tiempos de elevada incertidumbre e indiscutibles tensiones que la emplaza a reconocer la diversidad de las actitudes humanas y la riqueza que implica toda esa diversidad. De allí, el urgente reclamo sociopolítico de visualizar un nuevo horizonte para las comunidades históricamente excluidas y encasilladas en una economía de subsistencia que solo ha servido para ensanchar brechas de desigualdad social. Esta investigación- en fase de desarrollo- se inserta en la impactante Península de Araya, marcada por una extrema marginalidad, cuya economía se sustenta en una incipiente explotación de la sal y la pesca porque aún permanecen ocultos sus inagotables reservorios biológico, pesquero, minero, artesanal, turístico y humano.

A pesar de las políticas de inclusión muchas comunidades permanecen aún fuera del alcance del desarrollo integral, sustentable y equitativo. Sin duda, estamos inmersos en una red de máscaras que nos impide reconocer el mundo que nos rodea; por ello coincido con Paz (2001) al afirmar que “los tiempos de ahora son tiempos de profundo desamparo espiritual… son los tiempos de incertidumbre, de grandes ansiedades, pero también son momentos para buscar en el diálogo con lo complejo, nuevos y originarios, modos de estar en la vida”. (p.4).

Cónsono con este propósito, esta investigación se inserta en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, abordados por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, (CEPAL, 2019) propuesta por las Naciones Unidas; comprometida en la tarea de trazar líneas de fuga que nos abra otros modos de actuación, diferentes formas de pensar y percibir, proponiendo pues, nuevas posibilidades de existencia. Una de esas líneas de fuga, lo constituye el auge en nuestro país de diversos movimientos sociales que buscan reconocimiento y reivindicar identidades marginadas exigiendo nuevos derechos en todos sus ámbitos. Ellos llevan el encargo sociopolítico de crear condiciones donde todos puedan nacer, crecer, estudiar, trabajar, procrear y morir con la dignidad que se merecen. No obstante, estas condiciones de calidad de vida para todos se ven obstruidas por ideologías, creencias y percepciones de la realidad que se quieren imponer a otros.

Este proyecto lleva implícito el objetivo de solventar una de las necesidades apremiantes de estas comunidades como lo es la ampliación de ofertas académicas con modalidades cortas que les permita a sus pobladores insertarse en el mercado laboral o convertirse en emprendedores; apropiándose de la amplia variedad de recursos, saberes y prácticas de su propio terruño. De concretarse, la propuesta derivada de esta investigación, será una semilla para ir fortaleciendo en estas comunidades no sólo su rol protagónico y participativo; sino también sus deseos de ser gestores de nuevos caminos, de un Municipio que se mueva, es decir forjar constructores de las utopías peninsulares.

En este sentido, resulta atractiva una propuesta de una escuela de emprendedores inserta en territorio peninsular con instauración de servicios de formación, investigación, producción y soporte socio-tecnológico que contribuya con el desarrollo de estas comunidades ricas en biodiversidad; pero carentes de toda iniciativa de empoderamiento. Su hilo conductor será la subjetivación sociopolítica para tejer la red-alianza formativa, con sus distintos matices de cooperación nacional e internacional.

En cuanto a la relevancia social e innovadora de este proyecto, resulta novedosa la aplicación de este tipo de investigación en unas comunidades tan desasistidas como las de la “Península de Araya,” donde sólo existe en el ámbito universitario una aldea de la Misión Sucre, una sede de la Universidad Politécnica Territorial del Oeste de Sucre “Clodosbaldo Russián” y una extensión de la Universidad Nacional Abierta (UNA) que no cubre la demanda estudiantil ni responde a las expectativas vocacionales de los peninsulares, ni a sus intereses de formación; aunado a la deficiente operatividad del transporte marítimo y a la escasez de recursos económicos de las familias peninsulares que dificultan el acceso de los jóvenes a buscar nuevas oportunidades de estudio fuera de su localidad.

Este paisaje humano perfila un nuevo mapa de corresponsabilidad social que hay que abordar desde diversos ámbitos de acción, en pro del desarrollo local de estas zonas olvidadas de la geografía nacional. En este sentido, la Salina rosada, Sal de Orilla, prodigiosa en sal marina; el Puerto de Punta de Araya y el Rincón de Araya, nutritivo en peces y perlas preciosas; el Puerto de Chacopata suculento en pepitonas; las cavernas de Caimancito, constituida por rocas sedimentarias y metamórficas, ricas en minerales que dieron origen al mármol y a la piedra caliza aún no explorados; el cerro de Manicuare, el Indismo, un portentoso nicho de material cerámico encontrado en esta zona. Toda la Península constituye un ecosistema - aún inexplorado- de horizontes promisorios para el desarrollo de la pesca, minerales, cerámica y la acuicultura sostenible.

Estos santuarios, entre otros lugares aún inéditos, no tienen todavía un carácter de desarrollo sostenible, apenas constituyen seres espacios que han sido transformados en espacios- reflejos, de una época legendaria. Estos escenarios pueden configurar el ámbito del despliegue de la imaginación y la creatividad, el lugar de la fiesta (donde se recupere el compartir juntos); del símbolo (posibilidad de reconocernos a nosotros mismos) del juego (en tanto lugares lúdicos del quehacer comunitario), del poliedro y de las crónicas. Es pues, un espacio sociopolítico-territorial forjador de lugares con nexos vitales que se vuelven patrimonio.

En este escenario, emergen las siguientes inquietudes: ¿Cómo incentivar a estos pobladores para que participen activamente en los procesos territoriales de desarrollo sustentable y consolidación de un sistema económico comunal cónsono con sus potencialidades y necesidades? ¿Será que tendremos que atravesar un puente colgante roto para promover procesos de formación en espacios interactivos? ¿Cómo construir entre ellos una ecología de seguridad alimentaria que diversifique sus ingresos de una manera sostenible y a la vez valorice su realidad multicultural? ¿Cómo – entonces-- reinventar los juegos de la memoria socio-histórica para que revitalicen sus prácticas y saberes hacia un desarrollo sustentable? ¿Qué red- alianzas formativas como estrategia para la promoción de la innovación y del desarrollo sostenible debemos reinventar?

Una de las aristas para canalizar este desarrollo integrador de la Península, es llenarlo de la sustentabilidad por-venir. Sin duda, con la revitalización de sus prácticas cotidianas y saberes populares podemos propiciar la vivencia del encuentro afectivo- cognitivo en la escuela de emprendedores, tejiendo programas de formación en áreas prioritarias para la región. Esta revitalización abriría nuestros horizontes para comenzar a comprender que estamos llamados a ser, a crecer y forjar perfiles profesionales con pertinencia social.

Referentes Teóricos

Hoy, cuando el mundo atraviesa diversos momentos de crisis, de cambios rápidos y convulsionados, la postura raciovitalista es un imperativo ético; ya que estamos enmarcados en una coyuntura histórica caracterizada por un entorno inestable que sacude y “amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que sabemos, todo lo que somos” (Berman, 1988, p.1). Es aquí donde hace su debut la fusión de horizontes entre el vitalismo y la razón abstracta propuesta por Maffesoli como “raciovitalismo”. Bajo este contexto, Bracho (2005, p.21) imbuido por el pensamiento maffesoliano, concibe el raciovitalismo como:

Una “racionalidad abierta” que integra a su contrario, y a partir de esa conjunción surge una interpretación de la sociedad. Este tipo de racionalidad intente aprehender las “ideas ejes” que yacen en el interior de los fenómenos sociales; ellas son las fuentes que animan las situaciones en un momento determinado. En otras palabras, el raciovitalismo preñado de entusiasmo, de fuerza instintiva se esfuerza por captar la “razón interna” que yace en el interior de una cultura específica.

La razón abstracta debe volver a convivir con nuestros impulsos básicos, las percepciones e intuiciones; eso que nutre la razón sensible del ser humano, fusionándose en el matiz del raciovitalismo- postura que capta la razón interna de las cosas- sólo así el mundo será un lugar habitable y podemos aspirar a una armonía sustentable, que respete el ritmo entre nosotros mismos y con el resto de los seres vivos de nuestro planeta. En palabras de Mafessoli (1990, p.35) “el acento se pone entonces en lo que une más que en lo que separa: No se trata ya de la historia que yo construyo contractualmente asociado con otros individuos racionales, sino de un mito en el que participo”. De allí la necesidad de incorporar la reconceptualización de las diferencias, de la diversidad, lo transitorio, las experiencias estético/sensibles, lo sensorial, en otras palabras: la sinergia de la vida con su rico caudal simbólico.

Este trabajo asume la Educación Popular como una fuerza socio-política liberadora, pero desde un lugar inédito comunitario para el cultivo de las potencialidades en la formación humana, que irá definiéndose con distintos perfiles en la medida en que el deber de la participación protagónica sea asumido como legado necesario que nunca cesará de construirse; sino que buscará incansablemente el ejercicio pleno de su desarrollo integral. Por consiguiente, esta investigación, se apropiará de la categoría de Educación Popular, en términos de proceso de confluencia, como un espacio vibrante y de manifestación multicultural de las clases populares donde convergen la dimensión dialógica y recursiva -en forma creadora- toda una gama de reflexiones, experiencias y una geografía subterránea de voces que luchan por hacerse sentir.

De allí que los actores sociales involucrados en aspiraciones de formación que en ella interactúen se constituirán en inéditas demandas y estrategias para elaborar con lo diverso fértiles alternativas que le permitan optimizar sus condiciones de vida; promoviendo así verdaderos procesos de negociaciones de sentido entre ellos. Esto les posibilitará también el cambio de representaciones y subjetividades en la vida social e impulsar una participación social renovada en los distintos escenarios de la vida, porque allí se instala simbólicamente en todo su esplendor la diferencia, la otredad, la diversidad y la polifonía de las visiones del mundo.

Por ello, comparto la concepción de educación popular propuesta por Freire (1989)

Como el espacio de movilización y capacitación de las clases populares; capacitación científica y técnica (…) El conocimiento del mundo es también hecho a través de las prácticas del mundo y es a través de estas prácticas que inventamos una educación familiar a las clases populares (…) No hay un programa preestablecido (...) educación popular y cambio social andan juntas. (p.90)

La participación ciudadana como categoría de estudio presenta una serie de desafíos para esta investigación. Se trata de un escenario especialmente inestable, que posiblemente se sostendrá a base de acuerdos espontáneos, fruto en definitiva de una labor de producción colectiva y permanente. Como tal, requiere una forma de atención capaz de lidiar con representaciones dinámicas y procesos de organizaciones locales; así como de insólitas formas de participación que detienen los motores de cualquier cambio socio-político por la vía del miedo y la represión.

Este trabajo lleva implícito el compromiso histórico y ético de construir la categoría de participación ciudadana como un no lugar, una producción social, un escenario socio-político de nuevas socializaciones y de múltiples resignificaciones socio-productivas con perspectivas de cambio, un proceso inacabado de estructuración donde el imaginario peninsular se constituya como un nómada que produce paisajes, discursos y cartografías móviles. En síntesis, se asume como un espacio de ensoñación, creación e inserción liberadora en esos otros mundos de vida.

En la sociedad que emerge desde la modernidad, el espacio de los saberes y prácticas son espacios reservados, cerrados, controlados con puntos de referencia, obligados y con coordenadas establecidas de una manera precisa en las que sólo pueden moverse en forma circular y ser reconocidos aquellos que el sistema valida como saberes y prácticas oficiales (Álvarez, 2018). De allí que se propone un diálogo interaccional entre la cultura académica y la cultura popular que abogue por la recuperación de la interpretación cultural de la vida social como eje articulador de las interacciones humanas.

La importancia que históricamente se le ha otorgado a la cultura académica, remite la necesidad de revisar esta categoría, como campo de conocimiento, para su transformación. Por ello es necesario comprender cuál ha sido su actuación en un contexto donde emergen nuevas concepciones de la realidad; pues actualmente se debate entre las formas tradicionales de formación y las nuevas propuestas. Hasta ahora, la cultura académica incide en la permanencia de ciertos modos de interpretar la realidad educativa. Ésta representa tendencias positivistas, desde donde se promueve una racionalidad técnica que propicia saberes y prácticas transmisionistas.

Dentro de esta perspectiva, Pérez (1999) considera que:

La formación de ciudadanos autónomos, conscientes, informados y solidarios requiere una escuela donde pueda recrearse la cultura no una academia para aprendizajes mecánicos o adquisiciones irrelevantes, sino una escuela viva y comprometida con el análisis y reconstrucción de las contingencias sociales, donde los estudiantes y docentes aprenden al mismo tiempo que aprenden los aspectos más diversos de la experiencia humana(…) Un espacio de cultura donde se aprenden los conceptos, herramientas, técnicas y códigos de la cultura de la humanidad como consecuencia de la participación activa en el intercambio de significados, deseos y comportamientos con los compañeros.(p.258)

Las críticas a los sistemas de formación: sus saberes y prácticas, la crisis en la cual se encuentra inmersa la cultura académica y un entorno cambiante son motivos para asumir un cambio, que propicie el encuentro con otros modos de ser, sentir y actuar, con una postura fundamentada en la relación crítica, desde la interacción humana. Por ello, hay que redefinir la concepción de la cultura académica, orientándola hacia la formación de seres humanos que desarrollen sus potencialidades con un compromiso ético-social, en forma colaborativa. Lo cual involucra replantear el plan curricular, reconstruir la pedagogía y revisar las posturas desde las cuales se realizan los saberes y prácticas de formación.

Durante mucho tiempo, la educación, centrada en el conocimiento simplemente consistía en una transmisión llana de saberes necesarios para conservar un orden existente que se suponía inmodificable o modificable únicamente en los aspectos que el mismo orden vigente permitía, dejando de lado los espacios intersubjetivos ricos en alteridad, pluralidad, heterogeneidad, interculturalidad y la diversidad como ejes transversales hacia una verdadera transformación. Partimos de una postura, compartida por muchos, que sostiene que la escuela es uno de los espacios configurados por los discursos disciplinarios ligado al control del poder social y a su lucha por la hegemonía, es decir, por conseguir bases amplias de consenso y legitimidad.

Tal como lo advierte, De Sousa (2019)

Estamos frente a procesos de lucha social y política en la que un tipo de conocimiento, que no suele tener un sujeto individualizable, es vivido performativamente. Los conocimientos redimidos por las Epistemologías del Sur son técnica y culturalmente intrínsecos a ciertas prácticas —las prácticas de resistencia contra la opresión—. Más que conocimientos, son saberes. Existen inmersos en las prácticas sociales… Mientras que los conocimientos se apropian de la realidad, los saberes encarnan la realidad (p.309).

Esta monocultura del saber deslegitima e invisibiliza los saberes populares, la pluralidad de prácticas sociales, culturales. Por consiguiente, se suprime del currículo los saberes de los pueblos; declarando como inexistente la epistemología que se cimienta en la vida, en la socialización de las experiencias. Desconectando, así, la cultura académica de la cultura experiencial.

Reconocer como auténtico y válido, solo un saber-hacer disciplinar caracterizado por una parcela de conocimiento es incursionar en una práctica pedagógica para la dominación. Esta concepción ha entrado en crisis y amerita transformaciones en las nuevas relaciones entre la cultura académica y popular, erradicando los mecanismos legitimadores del poder que aún la circundan: la disposición del espacio, la organización de actividades que determinan qué aprender, qué hacer y qué sentir. Urge rescatar esos saberes que encarnan la realidad. Es por ello, que emerge la necesidad de desarrollar prácticas y saberes consustanciados con su referente más importante: la vida. Al respecto, Velásquez (2019) expresa:

El cultor, el sanador, el artesano, el músico, el juguetero, el refranero, el decimista, el compositor, el poeta etc. Deben ser reconocidos como parte de la cultura y de la interculturalidad que buscamos en la escuela para empezar a deslastrarnos de esa imposición de los grupos hegemónicos. Sus saberes de los cultores se manifiestan con el arte. Negar la existencia de ellos, es negarnos a nosotros mismos, a nuestra identidad, es dar primacía a otras culturas y por ende a otras subjetividades que no nos son propias y seguir legitimando algunos conocimientos en detrimento de otros igualmente importantes. (p. 53-54).

La cultura académica actual se encuentra en un preocupante estancamiento. Las actividades académicas, los conceptos y los contenidos del aula no parecen relevantes para convivir con la cultura de la calle: saberes y prácticas de salineros, pescadores, artesanos, loceras… quedan al margen del currículo oficial. Por lo tanto, hay que reconstruir su función auténtica de elaborar nuevas visiones de conjunto, de recontextualizar las tareas de aprendizaje dentro de la cultura de la comunidad, de interpretar los cambios y saltos decisivos en los conocimientos científicos- tecnológicos y populares e interrogar sus significados.

Hay que entender la cultura académica como un fluido de culturas, que provocan tensiones, aperturas, restricciones y contrastes en la construcción de significados, integrar estos contrastes en una síntesis intersubjetiva es la gran tarea que se propone. Una nueva visión de cultura académica desde la perspectiva del otro nos convoca a concebirla como fluido, como ríos que buscan su cauce, se ramifican en hilos o afluentes, se expanden, tienen turbulencias, se evaporan o condensan en la interacción con el otro.

Dentro de este contexto, emerge la intención de habilitar un recinto que revitalice las prácticas y saberes artesanales, populares, con el encargo explícito de permitir la posibilidad de contraponer y articular el conocimiento académico, con esas otras modalidades de saber, asociadas a las gramáticas y experiencias de vida de la gente. Todo ello convocando a la simbiosis y a la comprensión de los diferentes mundos: académico- popular. De este modo, se crean itinerarios para explorar el espacio comunitario con sus actores sociales, sus imágenes, sus texturas, sabores y olores; desde un gran campo conceptual: la cultura popular.

En función de lo expuesto, del Río Boullón et al. (2017), sostienen que la cultura popular:

Concibe cambios y alternativas para el beneficio y la calidad de vida de las comunidades. En este sentido en la cultura popular se encuentran sustentados los sentimientos y valores que caracterizan a un grupo, cuya armonía ha trascendido y dejado huellas a través de la historia. Se trata del compartimiento de ideologías, valores, símbolos, comportamientos, convicciones que caracterizan y distinguen a los individuos como un sujeto protagónico en las acciones del cambio cultural. (p. 142)

De allí, emerge la necesidad de adquirir conocimientos, prácticas y saberes que tengan que ver con códigos compartidos (o no), pautas de comportamiento, formas de relacionarse, de identificarse o diferenciarse de los demás. Este tipo de conocimiento despierta intuiciones y destrezas útiles para sobrevivir, para modelar las actuaciones o presentaciones de las personas en los diferentes contextos socio- culturales. En fin, proporcionan otras variedades del sentir, pensar y actuar como seres humanos.

De este modo, se percibe a la cultura popular como un no lugar, un espacio tiempo en circulación permanente que provee conocimientos, prácticas, experiencias, actitudes, formas de sentidos que operan en la existencia, algo así como una formación inagotable, inacabada. Es un espacio en el que se vuelca lo aprendido en otros ámbitos de la vida; configurando nuevas formas de saber que involucra modos de interacción, otros códigos de relación, otras lecturas de la realidad y diferentes saberes prácticos.

He aquí el nudo problemático de esta investigación, pues se promueve la concreción de una Escuela emprendedora, de riberas sustentables, ensayando formas inéditas aún impensadas de nuevas posibilidades de formación, fundamentada en los saberes y prácticas populares locales que comulgan con la academia y potencian la vivencia de experiencias educativas como una estética de la existencia. En definitiva, estudiar la cultura experiencial es adentrarnos en la identificación de sus peculiares procesos evolutivos de construcción de significados, de sus plataformas, estructuras o esquemas de pensamiento, sentimiento y actuación.

La cultura popular parte de los deseos y aspiraciones de la comunidad. Es creadora y recreadora. Por lo tanto, no puede pensarse una cultura popular sino entretejida por simultáneas respuestas y abordajes del conflicto socio-cultural en un espacio de compleja interacción de historia, saberes, prácticas; llenando esta categoría estética de un significado social con un sentido de desplazar lo que la modernidad había movilizado en términos de instituciones, lenguajes y maneras de relación (Martín-Barbero, 1991). Los sujetos aprenden en contextos donde los procesos son de significación para ellos, no sólo para lograr sus reivindicaciones, sino también tienen que ver con sus necesidades desde lo personal, lo socio-afectivo, la identidad.

En consecuencia, nos apropiamos de la categoría ecología de saberes por constituir una perspectiva de pensamiento imbricada a la espontaneidad de la vida cotidiana, del poder creativo del ser humano que apertura insólitas formas de ser y sentir el campo de las interacciones prácticas. Cuando se asume la ecología de saberes como enfoque y acción se está desarrollando una práctica hermenéutica colectiva que impone desplazar la mirada crítica a espacios conviviales de enramadas, galpones, salinas, talleres de artesanos. Allí donde germinan los saberes, las prácticas, la vida. Lo que implica, en palabras de De Sousa (2019)

Crear un nuevo tipo de vínculo entre el conocimiento científico y otros tipos de conocimiento. Consiste en otorgar “igualdad de oportunidades” a los diferentes tipos de conocimiento que se comprometen siempre en amplias disputas epistemológicas en las que se buscan maximizar sus respectivas contribuciones a la construcción de “otro mundo posible”, es decir, una sociedad más democrática y justa, igual que una sociedad más equilibrada frente a la naturaleza (p. 330).

Es por ello que consideramos fundamental estimular la capacidad de emprendimiento sustentable de estos pobladores para que no solo reconozcan la relevancia de los conocimientos que emergen de sus prácticas sociales; sino también que asuman su condición de ciudadanos y comiencen a constituirse como embriones de una nueva socialidad participando en la vida societal. Desde esta perspectiva discursiva, el trabajo es arduo e involucra una gran dosis de voluntad y compromiso para promover en ellos el inédito viable al estilo de Lanz (2008) “capaz de hacerse cargo de la vida cotidiana… de los silencios de una sensibilidad popular largamente ignorada por la arrogancia del academicismo” (p.90).

Todo esto es necesario para revitalizar la categoría de emprendimiento como el escenario propicio para que emerja una luz esperanzadora: la educación para la sustentabilidad, imbricada a la espontaneidad de los saberes y prácticas populares y a la relación armónica con la naturaleza; en consonancia con el compromiso ético de promover la satisfacción de las necesidades actuales, sin comprometer la satisfacción de las necesidades de las generaciones venideras. Por lo tanto, coloca su acento en una calidad del desarrollo con compromisos sociales y ecológicos, reconociendo la urgente necesidad de cambiar la situación de las comunidades más desfavorecidas. Esta postura refuerza la necesidad de incentivar el potencial creador de la cultura de los pueblos como factor determinante para el emprendimiento sustentable. Solo así, podrán llegar al territorio inexplorado de la artesanía de las prácticas y al territorio inédito de la ecología de saberes. En este sentido, Bateman et al. (2016) sostiene que:

El concepto de desarrollo sustentable hace alusión al respeto y conservación del medio ambiente que conforta nuestro planeta. El cuidado de la naturaleza requiere la conservación y ordenación de las especies vivas y de los recursos naturales en relación a los preceptos del desarrollo sustentable. Para ello es preciso incorporar cambios en las pautas de producción y consumo en interés del bienestar futuro. (p.3)

n función de lo anterior, la discusión sobre el emprendimiento sustentable forma parte de la agenda académica y de gestión de América Latina desde hace décadas. En esos debates, los modelos para la escolarización de emprendedores comunitarios ha sido un foco central de discusión, pues se hace necesario repensar hasta el concepto mismo de emprendimiento. Esta exigencia requiere buscarles nuevos sentidos para articular los diferentes saberes, diseñar modelos interculturales atentos a la diversidad, atender la complejidad de las experiencias formativas de los pobladores y reflexionar sobre cómo fortalecer una política inclusiva y equitativa que sustente los niveles de vida, entre otros dilemas. Al respecto, el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2018) establece que:

Motivados en parte por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cada vez más países formulan políticas para promover el consumo y la producción sostenibles. Las políticas de consumo y producción sostenibles son un mecanismo fundamental para mejorar los niveles de vida sin poner en juego las necesidades de recursos de las generaciones futuras. Estas políticas buscan separar el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente, aumentar la eficiencia en el uso de los recursos y promover estilos de vida más sostenibles. (p.29)

Desde esta perspectiva, es necesario profundizar la discusión sobre el desarrollo sostenible a nivel local, trazando líneas de fuga que revitalicen lo sostenible en términos de interacciones, ampliando las posibilidades de existencia, de intercambio de nuevos conocimientos y experiencias, en función de mejorar la calidad de vida de sus habitantes; así como una mayor efectividad y sostenibilidad de sus recursos (Kammerbauer, 2001). En este sentido, la Escuela de Emprendedores Comunitarios constituye un espacio de construcción de nuevos significados y prácticas. Ello demanda un esfuerzo integrado y articulado de todos los que forman parte de este proyecto.

A la luz de estos desafíos, el desarrollo sostenible de una comunidad involucra:

Organización, facilitación y acción que permita a las personas establecer mecanismos para construir la comunidad en la que desean vivir. Implica la creación de metas colectivas, pero más allá del logro o no de las mismas, la importancia recae en las estrategias diseñadas e implementadas conjuntamente para acercarse cada vez más al bienestar colectivo, (Trejos, 2016, p. 4).

Esta nueva forma de mirar, expresar y abordar la formación, desde el emprendimiento sostenible tiene como fuente de inspiración el contexto sociopolítico actual y el clima cultural del presente que demanda la integración de tres dimensiones: económica, social y ambiental. “Las instituciones no pueden mantenerse indiferentes ante la coyuntura de que ocho de cada diez jóvenes peninsulares estén en condiciones de fragilidad social” (Montaño, 2018). Este panorama configura un nuevo marco de actuación en el que la educación popular está llamada a tener un especial protagonismo. Lo cual implica, concebir un desarrollo sostenible integral con rostro humano, constituyendo así, una garantía de equidad imprescindible en el proceso de desarrollo humano,

De allí que este proyecto pretende abrir una ruta de navegación hacia un nuevo paradigma de desarrollo sustentable en el que los seres humanos, el hábitat, la prosperidad, la paz y las alianzas asuman un rol central. que emerja como un espacio de socialización de experiencias socio-productivas, saberes y afectividades con sus distintos matices y tejidos de cooperación. Se propone, entonces, pensar a la Escuela de Emprendedores en términos de posibilidades de existencia, es decir como potencia y posibilidad. Lo que constituye a la subjetividad política es la apertura, la disposición a lo abierto. Sin duda, es esta modalidad de apertura la única vía de esperanza que puede dar la bienvenida entusiasta a estos nuevos actores comunitarios para que diseñen una nueva arquitectura sustentable que revitalice los hilos fragmentados y dispersos de una economía de subsistencia que solo ha servido para ensanchar la brecha de altos índices de desigualdad y exclusión social entre sus pescadores y salineros.

De este modo, los ejes temáticos, interactúan de la siguiente manera:

Litoral I Conciencia socio-afectiva: un tapiz sociopolítico para los peninsulares.

Este primer caudal tiene un matiz contextualizador. De allí que expone la base conceptual, teórico- referencial y metódica que sustenta la manera de acercarnos al mundo vivencial y potencial de la Península de Araya; interpelando sus elementos constitutivos, sus disposiciones constitucionales y sus claves argumentativas para abrir espacios inéditos, vivenciales, lúdicos y estéticos de sus derechos y posibilidades de otra forma entrelazada de hacer girar sus lógicas hacia una cultura emprendedora, sostenible e innovadora que coadyuve a una mejora sustancial en su nivel de vida.

Litoral II Revitalización del diálogo de saberes y prácticas sostenibles desde múltiples miradas

En este espacio se reconfigura todo un arsenal desde la perspectiva teórica de diferentes categorías- (Educación Popular, poder local, comunidad, mancomunidad, identidad, movimientos populares, memoria histórica, imaginario social, raciovitalismo, participación ciudadana, emprendimiento, cultura innovadora, cultura socio-productiva, subjetivación sociopolítica, desarrollo sostenible, transformación socio-política, …) Todas estas categorías convocan a una insurrección conceptual desde una mirada sociocrítica para penetrar en cada una de las grietas, grutas narrativas y prácticas laborales, concatenando rupturas y posturas de diferentes autores, utilizando como eje articulador a la subjetivación socio-política para delinear los nuevos referentes que han de permear la incipiente cultura socio-productiva, sostenible de este territorio peninsular.

Litoral III: Vocaciones innovadoras y sostenibles generadas en el entorno comunitario peninsular desde la simbiosis de la red- alianzas formativas.

En este apartado, la tarea que se impone es la de delinear un horizonte teórico con matices socio-políticos, a través de los hilos de la narrativa, la sostenibilidad y de las propias prácticas laborales, de tal manera que entren en escenas distintos lenguajes- manifiestos, aparentes y simbólicos- a partir de texturas, silencios, palabras y omisiones de los peninsulares para crear la cultura de participación e innovación sostenible que les falta y de este modo, construir sociedades más justas, desarrolladas y fraternales.

Litoral IV: Creación de una escuela de innovadores y emprendedores comunitarios: una propuesta de riberas sustentables

Esta propuesta se nutrirá uniendo todas las coordenadas rizomáticas, geo-históricas, socio-políticas y socio-productivas en un acto de comunión, desde una mirada sociocrítica a través de la instauración de servicios de formación, investigación, producción y soporte socio-tecnológico de la más alta calidad que contribuya con el desarrollo sostenible de estas comunidades ricas en biodiversidad marina, minera, y turística; pero carentes de toda iniciativa de empoderamiento socio-político.

La complejidad y esencia inherente de esta investigación; así como la inmensa carga imaginaria de significaciones que lleva implícita su enigmática configuración, desborda cualquier ámbito fronterizo. De allí la necesidad de generar una especie de totalidad propositiva que sustituya a los Objetivos General y Específicos como confluencia de cuatro cauces que fusionan sus vertientes en una percepción integrada de esa fertilidad imaginativa. Todas las resonancias convocan a un propósito orientado hacia la Creación de una escuela de innovadores y emprendedores comunitarios: una propuesta de riberas sustentables que toque los bordes imprecisos de referencias simbólicas y las haga circular en ese eterno fluir de lo rizomático.

Veamos, entonces, cuáles serían esos cauces o invisibles pasadizos (en claves propositivas) para llegar a la concreción de una Escuela innovadora, emprendedora y sustentable que dé lugar a insólitos encuentros colectivos de lugareños y foráneos que confluyan en el espacio caribeño peninsular y abran la posibilidad de los líricos ensueños de una Península que extiende sus rizomas para:

. - Problematizar los fundamentos conceptuales de la Educación Popular innovadora en el contexto de la conformación de una cultura de producción sostenible en el Caribe.

.- Develar los referentes innovadores de formación socio-productiva en América Latina y el Caribe que pudiéramos re-adaptar a la realidad multicultural de estas comunidades pesqueras, turísticas y salineras.

. -Re- elaborar lineamientos y elementos constitutivos de vocaciones innovadoras y sostenibles generadas en el entorno comunitario peninsular desde la simbiosis de una red alianza formativa.

. - Delinear un cimiento teórico/ práctico que permita la Creación de una escuela de innovadores y emprendedores comunitario para concretar una propuesta de riberas sustentables.

Travesía Metodológica

Para captar el objeto de estudio en su dinámica indetenible y en sus distintos escenarios vitales, se asumirá la metodología cualitativa porque ella es proveedora de un perfil para aprehender intelectualmente las complejidades de los encuentros interculturales y socioproductivos donde múltiples propuestas e idiosincrasias convergen y coexisten. Con esto queremos enfatizar el carácter flexible, multifacético y multirreferencial de este tipo de investigación. Al respecto, Yuni y Urbano (2005, p. 85) expresan que este enfoque:

… Se presenta así mismo resaltando su carácter dialógico, flexible y adaptable a las particularidades del objeto de estudio y del contexto en el que se aborda… La teoría se escribe desde lo que dicen y con lo que dicen los actores con sus discursos y con sus interpretaciones acerca de lo que el investigador ha observado.

La mirada epistemológica que nutre este trabajo es el paradigma sociocrítico entendido como un proceso social que combina la colaboración en el proceso de crítica, con la voluntad política de actuar para superar las contradicciones de la acción social y de las instituciones sociales… en la que la ilustración de los agentes tenga su consecuencia directa en una acción social transformadora. Carr y Kemmis, (1998). De este modo, irrumpe- en este estudio- dos de los enfoques cualitativos de gran vigencia: la hermenéutica y la etnografía para explorar las relaciones socio-productivas, afectivas y culturales que anidan en el imaginario socio-simbólico en formación y permean el enclave del quehacer comunitario peninsular, generando incesantes dialécticas, reinterpretaciones y reflexiones.

La hermenéutica emerge, entonces, como método de comprensión e interpretación para descifrar las huellas y prácticas cotidianas de ese espacio, lleno de vasos comunicantes, de políticas del vínculo que sus hacedores - en su tejido vivencial- han creado con las palabras, las imágenes, y el silencio. En este sentido, interpretar y configurar los imaginarios caribeños desde y con el afecto de lo discursivo y lo humano, implica una nueva interpretación que busca epistemológica, ontológica y antropológicamente la cosmovisión del mundo y de la vida; sin ignorar la multiplicidad de los saberes populares con sus poéticas locales, subjetividades y experiencias de vida. Mientras que la etnografía “reconstruye las representaciones y prácticas propias de la cultura y analiza los procesos por los cuales éstas se modifican históricamente” (Yuni y Urbano 2005, p.115). Este enfoque permitirá abordar desde diferentes perspectivas y niveles de acción y significado, múltiples aristas para entrar en contacto con el territorio comunitario y sus respectivos sujetos, así como armar mapas vivos de su vida cotidiana.

En correspondencia con estos supuestos y los objetivos planteados para abordar el espacio formativo peninsular desde el emprendimiento sostenible de lo vivido, la presente investigación organiza su diseño metodológico a partir de tres coordenadas a saber:

I Coordenada de diseño teórico: Contempla la fase diagnóstica, construcción de un plan de acción orientado a la preparación del trabajo de campo, despliegue de actividades, construcción de un modelo conceptual básico, la elección del contexto y los distintos escenarios donde se desarrollará la investigación, la selección de los informantes claves con sus respectivos criterios para abordar el trabajo de campo, así como la reubicación, contextualización y delimitación del objeto de estudio. Para emprender esta expedición de indagación y compilación, se procederá a revisar referencias bibliográficas, fuentes documentales: periódicos, audiovisuales, crónicas, etc. Además, se trabajará con fuentes indirectas: archivos comunales. (Bancos de información). Esta coordenada alcanzará su plenitud con la presentación de la construcción temática y la puesta en discurso de sus referentes teóricos.

II coordenada de trabajo de campo: Fase de la acción transformadora. En ésta, se recogerá la información, se realizarán interpretaciones, se elaborará una estructura conceptual que inicie un nuevo proceso de búsqueda de información, se seleccionará a informantes claves pertenecientes a cada una de las 19 comunidades que conforman las tres parroquias del municipio Cruz Salmerón Acosta. Para conocer sus diferentes perspectivas y cosmovisiones. Se realizarán entrevistas cualitativas semi estructuradas, sólo con un guion temático, (Yuni y Urbano, 2005, p. 229).

El procedimiento empleado para la realización del trabajo de campo incluirá varias visitas a las comunidades en estudio; así como la inserción de la investigadora en calidad de participante en las tres parroquias, selección de los informantes y sesiones de entrevistas en sus hogares, lugares de trabajo o en zonas de esparcimiento (enramadas playeras, casa de la cultura, muelles pesqueros, centros de acopio de la pepitona, sardina…) Lo cual se complementará con jornadas de filmación. La puesta en escena de esta fase permitirá la descripción, traducción, explicación e interpretación de la realidad observada hasta llegar a la categorización de estructuras generales y particulares. Finaliza con la puesta en práctica del plan.

III Fase de reflexión y replanificación: En esta fase se reflexiona sobre la puesta en práctica del plan, sus reajustes en todas las actividades realizadas. Todo ello con la finalidad de incidir en la práctica y transformarla. Esta matriz de análisis servirá para delimitar y relacionar las diferentes categorías que referencian a la educación popular innovadora con aquellas que emanaron del imaginario peninsular. Mirando de manera prospectiva, el estudio atravesará cuatro momentos: uno para extraer conceptos, otro para desarrollar lo conceptuado, un tercero para consolidar el análisis y un último momento para reflexionar, repensar el contexto peninsular e implementar la propuesta de riberas sustentables con redes socio-productivas a partir de las voces de los mismos actores sociales involucrados en aspiraciones de formación y aprendizaje.

La validez y confiabilidad se obtendrá a través del procedimiento de triangulación de datos en aras de “comparar datos provenientes de distintas fuentes y que se refieren a la misma acción o al mismo acontecimiento” (Yuni y Urbano, 2005, p.177). Ésta será presentada en tres vertientes: tiempo, espacio y personas. Esta triangulación no solo permite garantizar la confiabilidad, sino también explicar la riqueza y complejidad de la acción humana. Los ejes descriptivos que orientan esta propuesta se visualizan a través de cuatro fases que interactúan entre sí.

I fase: sociopolíticas de abordaje

v Se hará una exposición del proyecto en las tres parroquias que conforman el Municipio Cruz Salmerón Acosta, Península de Araya a través de la implementación de conversatorios y un foro para la promoción y difusión de la propuesta, desplegando las siguientes actividades:

•Establecer contactos vivenciales con los diferentes sectores y actores que hacen vida en la Península: Consejos comunales, Alcaldía Cruz Salmerón Acosta, fuerzas vivas, sectores productivos, unidades de producción social, Asociaciones, Instituciones y sectores empresariales, Consejos miembros de pescadores, Grupo de Investigación Simbiosis, docentes de la UPTOSCR, otras Instituciones educativas, servidores públicos, cultores populares y cronistas; así como personajes con raíces y afectos peninsulares en aras de dar a conocer el proyecto.

•Planificación logística del foro

•Convocatoria

•Implementación

Como resultado de estas actividades, se espera promover la motivación y sensibilización hacia la propuesta y la obtención de la carta aval del proyecto.

v Caracterizaciones ambientales, físico-naturales y económicas- de las diferentes comunidades que conforman la Península de Araya.

Actividades:

•Recorrido por el territorio peninsular y elaboración del mapa con todo lo observado: recursos naturales, centros de acopio, instituciones educativas, economía comunal, astilleros, espacios recreativos, medios de transporte, cadenas de distribución de sus recursos, galpones, empresas, vialidad, servicios de infraestructura, servicios turísticos, posadas, tradiciones, servicios públicos: agua, drenaje, luz, teléfonos, etc.

Resultado:

Minuta: sistematización de la caracterización físico- naturales del territorio peninsular.

Elaboración de los instrumentos técnicos de investigación: ficha etnográfica, diario de campo, guía temática.

v Caracterización demográfica, socio-educativo y socio-productivo para conocer las fortalezas en cuanto a recursos humanos y naturales de la zona.

Actividades:

•Elaboración de un instrumento de recolección de información (Censo)

•Aplicación del censo demográfico y socio educativo para tener un estimado de la oferta y demanda de los emprendimientos a abordar.

Resultado:

Censo- demográfico y socio-educativo.

Levantamiento del uso sustentable de los recursos naturales de la península.

v Caracterización socio-política de las comunidades peninsulares.

Actividades:

•Conversatorios con todas las fuerzas vivas de la Península para detectar las diferentes instancias de participación y organización comunal de las comunidades abordadas.

•Detección de necesidades, inclinaciones formativas, potencialidades socio-productivas y sustentables del territorio en estudio.

Resultado:

Informe diagnóstico contentivo de los niveles de organización, participación comunal; así como de necesidades inclinaciones y potencialidades del territorio peninsular.

Esta fase finaliza con la presentación de la construcción temática y la puesta en discurso de sus referentes teóricos.

II fase: sociopolíticas de activación:

v Creación de grupos resortes peninsulares: Resortes sostenibles, estratégicos, formadores, activadores y operadores.

Actividades:

•Convocatoria para la conformación de los grupos resortes peninsulares

•Organización de un coloquio-debate para proyectar la propuesta e impulsar niveles de participación ciudadana.

•Delimitación de las funciones y tareas de cada grupo resorte

•Nombramiento e instalación de cada grupo.

•Formación (capacitación) de cada grupo.

•Definir agenda de trabajo

Resultado:

Conformación por escrito de los respectivos grupos

Ejecución del coloquio-debate (Filmación)

Taller de inducción para cada grupo sobre sus funciones

Taller de emprendimiento para cada uno de los grupos resortes.

v Sistematización y análisis de experiencias locales de carácter sustentable.

Actividades:

•Formación de un directorio de informantes claves.

•Selección de los informantes.

•Selección de los paisajes productivos peninsulares

•Elaboración del Guion de la entrevista semiestructurada

•Sesiones de entrevistas en sus diversos espacios.

•Recopilación de información.

•Ordenación y clasificación del material recopilado.

•Transcripción de las cintas, diarios de campo, entrevistas.

•Sistematización de la información.

•Establecimiento de convenios para la edición, difusión y promoción del video.

•Delimitación de un banco de propuestas formativas.

•Conformación de las categorías de análisis.

Resultado:

Informe inventario

Banco de propuestas formativas insertando los saberes, prácticas, valores y experiencias a nivel local.

v Acciones para garantizar la factibilidad técnica y operacional de la propuesta.

Actividades:

•Selección del espacio comunitario donde funcionará la Escuela de Innovadores.

•Intercambio de experiencias locales.

•Conformación de rizomas de asistencia técnica que facilitarán las actividades de emprendimiento y formación.

•Conformación del rizoma de investigación y soporte socio-tecnológico.

•Conformación del rizoma de acompañamiento y seguimiento.

•Incorporación de todos los actores involucrados y comunidades organizadas

•Determinación de las fuentes de financiamiento local.

•Estudios de factibilidad técnico-económico y ambiental

Resultado:

Banco de experiencias que resalten las potencialidades marinas, turísticas, artesanales y salineras de la península.

Acta de conformación de las estructuras de asistencia técnica, de acompañamiento y seguimiento

Inventario de Instituciones financieras

Identificación de fuentes de financiamiento públicas y privadas nacional e internacional.

Elaboración de presupuestos básicos del proyecto.

III fase: sociopolíticas operativas

v Diseño de programas trans-formativos atendiendo a un perfil multi- inédito

Actividades:

•Se trazarán los programas respectivos

•Formulación de programas para la transformación de asentamientos de subsistencia o en situación de abandono en nuevos asentamientos sustentables.

•Promoción de talleres socio-productivos, de formación y emprendimiento comunitario con sabor a sustentabilidad.

Resultado:

Confección de programas con inéditos viables y rutas de aprendizaje desde la esencia del quehacer peninsular y la originalidad de sus espacios con potencialidades sustentables.

Elaboración de un portafolio.

v Estrategias viabilizadoras que articularán los recursos naturales de la Península con sus unidades socio-productivas y demandas locales de sustentabilidad.

Actividades:

•Conformación de las aulas talleres vivenciales en atención a la demanda de la realidad multicultural y sostenible de las diferentes comunidades.

• Conformación de redes de apoyo: paisanos y foráneos con raíces y afectos peninsulares •Desarrollo de proyectos pilotos que articulen en un todo etno-educativo y onto-creativo los recursos naturales de la zona, con las unidades socioproductivas existentes hacia nuevos asentamientos sustentables. •Organización de espacios colectivos de aprendizaje “Concretando a ser constructores de pirámides sostenibles”

Esta fase III se desarrollará en Red_ alianzas con el Grupo de Investigación “Rizomas Emergentes de Formación”. Serán ellos, en coordinación con la autora del proyecto, los responsables de diseñar los programas formativos con perfiles multi- inéditos.

Resultado:

Matrícula de los grupos pioneros de innovadores con sus respectivos asentamientos sostenibles.

Desarrollo de proyectos pilotos inmersos en espacios orgánicos de múltiples aprendizajes: aulas talleres, aulas enramadas, aulas lagunas, aulas granjas, aulas acuarios…En fin, espacios de formación como ecosistemas sustentables.

Concreción del nuevo perfil laboral con corresponsabilidad socio-productivo sostenible.

Presentación de avances de investigación avalados por La coordinación de creación intelectual y Desarrollo socio-productivo (UPTOSCR) en consonancia con los consejos comunales de la península.

Esta fase finaliza con la categorización y desarrollo de la propuesta.

IV fase: sociopolíticas de Implementación

v Concreción de la Simbiosis entre emprendedores e innovadores comunitarios y las redes alianzas formativas de fuerzas vivas del estado Sucre y cooperación nacional o internacional.

En función de esta fase, se desplegarán las siguientes actividades:

• Instauración de servicios de formación, investigación, producción, y soporte socio-tecnológico de la más alta calidad que contribuya con el desarrollo sustentable de estas comunidades.

•Puesta en ejecución del sistema de red- alianzas formativas de fedeindustria, apoyadas en las experiencias locales sistematizadas por áreas de estudio, modalidades de emprendimiento y entramados sustentables.

Emprendimientos socioproductivos: creación de microempresas pesqueras, agroindustriales, turísticas, artesanales…sustentables.

Esta fase finaliza con la implementación de la propuesta.

Caracterización de la propuesta:

Esta propuesta se caracteriza por las siguientes premisas:

a) Considera el sentir en común, la empatía, la proxemia, los afectos, sentimientos y emociones, aspectos que se conforman en una vida compartida.

b) Inaugura otra manera de pensar y vivir los procesos de formación, enmarcadas en el sentimiento colectivo de su praxis cotidiana; a través de la detección de necesidades, potencialidades e intereses de cada comunidad susceptibles de ser incorporadas al currículo de inéditos viables.

c) Imprime un profundo carácter humano a todos los momentos del proceso compartido, que en definitiva constituye la esencia del nuevo tejido de formación.

d) Portadora de nuevos códigos praxiológicos y ontológicos que permiten expresar y re contextualizar saberes, prácticas y experiencias comunes, cotidianas, profundamente vividas, por consiguiente, altamente significativas.

e) Coloca el acento en un nuevo estilo de actuación de formación en concordancia con una nueva ética-empresarial-emprendedora, consustanciada con valores de pertenencia, ayuda mutua; mostrando alternativas, cosmovisiones y dinámicas que pueden nutrir las diferentes carreras que se ofrezcan de tal manera, que podamos transforman las limitaciones en potencia innovadora.

f) Habilita el despliegue de una concepción de formación de cultura emprendedora que impregna los espacios caribeños de aromas y de un roce de pieles. Es una propuesta instaurada en el sentir colectivo del peninsular.

g) Su valor descansa en la exigencia de un compartir los amplios caudales de saberes y prácticas populares que atesora el peninsular y fusionarlos con los saberes académicos que nutran las nuevas generaciones, envueltas en una poética de relación y filiaciones con los otros.

h) Se hace cargo de las actuales transformaciones perceptivas, afectivas y sensitivas de las prácticas y saberes entretejidas con los desafíos que los nuevos signos transcomplejos nos plantea.

Epílogo Inconcluso

En esta expedición, nos encontraremos ante la revitalización de prácticas y saberes populares, cargados de esa lluvia de meteoritos cognitivos y afectivos, que desafía los espacios y las lógicas académicas sin desacreditar el conocimiento científico. La nueva mirada que emanará de nuestros acompañantes nos ayudarán a reinventar y a redescubrir el concepto de lo mágico en el vivir, en el sentir y en el hacer. Los litorales propuestos recrearán el mundo vivencial de los peninsulares con desenlaces abiertos a diversas interpretaciones de vida social y laboral, enmarcados en el contexto de una cosmovisión heterogénea que fortalezca el tejido sociopolítico y productivo sostenible que hemos de tejer, junto a ellos.

La revitalización de estos saberes y prácticas, nos coloca frente a un gran desafío histórico: pensar en buscar espacios que nos permitan red alianzas formativas en aras de impulsar el desarrollo sostenible de los peninsulares de Araya. Entender que es desde abajo y en interacción con el otro que se deben renovar estas posibilidades, desde la esencia de su quehacer, desde la originalidad de sus espacios, haciéndolos sentir como protagonistas de su propio proceso formativo. Pensar en construir un espacio de lo común como forma de gestión que implique la actualidad de la vida compartida. Se abre así una nueva lógica que incluye las afectaciones y pone de relieve las ecologías de saberes.

Esperamos, pues, encontrar en las construcciones socio- simbólicas y praxis laborales de los peninsulares de Araya; discursos impregnados de saberes intuitivos, empíricos, sensibles, sensacionales, para pensar, junto a lo real, un lugar para re-inventarnos, para ensayar formas inéditas aún impensadas de desarrollo sostenible y producción socio-productiva. En este sentido, lo socio-productivo con matiz raciovitalista se convertirá en el leitmotiv para que aflore todos los saberes y se abra el rizoma de una pluralidad de lecturas y prácticas de su cotidianidad laboral y así reinventar al pueblo que falta a partir de sus diversos ámbitos de acción. En síntesis, esperamos recoger los codiciosos frutos que fluirán de los múltiples monólogos interiores y de todo un ejercicio etnográfico enlazado con el otro.

Referencias

Álvarez, C., (2018). Dimensión política de las lenguas originarias de Ecuador. http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/109007

Bateman, A., Alonso, A., Giraldo, F., & García, J. (2016). Hábitat y pobreza: Los objetivos de desarrollo del milenio desde la ciudad. ONU-Hábitat.

Berman, M. (1988). Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. Madrid: Siglo XXI.

Bracho, L. (2005). ¿Es posible la fusión ética-estética-política en el pensamiento de Maffesoli? En: RELEA Nº 21. Ediciones CIPOST. Caracas.

Carr, W. y Kemmis, S. (1998). Teoría crítica de la enseñanza: la investigación- acción en la formación del profesorado. Ed. Martínez Roca, Barcelona.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe- CEPAL (2019). Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una oportunidad para América Latina y el Caribe. Objetivos, metas e indicadores mundiales. Repositorio Digital | Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal.org)

De Sousa, B. (2018). Educación para otro mundo posible. (1ra. Ed.). CLACSO. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20190712045634/Educacion_para_otro_mundo_posible_Boaventura.pdf

Del Río Boullón, O. E., Fernández Naranjo, R., & Calderón Suárez, O. (2017). La cultura popular tradicional como elemento esencial para la formación de la identidad patrimonial en el contexto del preuniversitario. Revista Boletín Redipe, 6(9), 142–150. https://revista.redipe.org/index.php/1/article/view/357

Freire, P. (1989). La naturaleza política de la Educación. Paidós. https://www.academia.edu/16385067/Freire_Paulo_La_Naturaleza_Politica_de_La_Educacion_1_1_

Kammerbauer, J. (2001). Las dimensiones de la sostenibilidad: fundamentos ecológicos, modelos paradigmáticos y senderos. Interciencia, 26(8). http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0378-18442001000800006

Lanz, R. (2011). Lo político transfigurado. Estrategias para entrar al mundo postmoderno. Utopía Y Praxis Latinoamericana, 11(32). https://produccioncientificaluz.org/index.php/utopia/article/view/2731

Maffesoli, M. (1990). El Tiempo de las Tribus. Barcelona. Icaria. Editorial.

Martín-Barbero, J. (1991). De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía. Ediciones G. Gili, S.A. de C.V. https://perio.unlp.edu.ar/catedras/comunicacionyrecepcion/wp-content/uploads/sites/135/2020/05/de_los_medios_a_las_mediaciones.pdf

Montaño, I. (2019). Tejidos de Cooperación Científica para la Innovación, desde la Agenda Celfi. En I. Jiménez (presidencia) Conferencia sobre Gestión Social del conocimiento. En: Semana Aniversaria UPTOS “Clodosbaldo Russián”. UPTOS –CR/ Cumaná- Sucre.

Naciones Unidas. (2018). Objetivos de Desarrollo del Milenio Informe 2018. https://unstats.un.org/sdgs/files/report/2018/TheSustainableDevelopmentGoalsReport2018-ES.pdf

Paz, O. (2001). El Laberinto de la soledad. Fondo de Cultura económica. México.

Pérez, A. (1999). La Cultura Escolar en la Sociedad Neoliberal. Ediciones Morata, Madrid.

Trejos, B. (2016). Desarrollo comunitario. Notas tomadas del curso de Maestría Desarrollo Comunitario Sustentable. https://mdcsuna.org/aula/course/view.php?id=52

Velásquez, C. (2019). Subjetividad e interculturalidad: conformación de los saberes emergentes en el espacio escolar. [Tesis Doctoral. Universidad de Oriente]. https://www.tesisenred.net/bitstream/handle/10803/402708/tjmb1de%206.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Yuni, J. y Urbano, C. (2005). Mapas y herramientas para conocer la escuela. Investigación etnográfica e investigación- acción. Córdoba- Argentina. Editorial Brujas. https://books.google.com.cu/books?id=5-01TuLCmAEC&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false



Buscar:
Ir a la Página
IR
Modelo de publicación sin fines de lucro para conservar la naturaleza académica y abierta de la comunicación científica
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R