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#DevenirColectivo: performance y activismo en el cruce con el lenguaje de las tecnologías digitales
El hilo de la fábula, vol.. 19, núm. 22, e0013, 2021
Universidad Nacional del Litoral

Cuatro, glosa(s) (un lugar para el comentario y la información)

El hilo de la fábula
Universidad Nacional del Litoral, Argentina
ISSN: 1667-7900
ISSN-e: 2362-5651
Periodicidad: Semestral
vol. 19, núm. 22, e0013, 2021

Recepción: 11 Octubre 2021

Aprobación: 12 Octubre 2021


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Fuentes Marcela A. Activismos tecnopolíticos. Constelaciones de performance. Traducción de Mariano López Seoane.. 2020. Buenos Aires . Eterna Cadencia. 9789877122145

Las palabras «tecnología» y «activismo» hace ya tiempo que impregnan y recorren diferentes discursos y su articulación representa el punto de encuentro de dos lenguajes que parecieran tener fuerzas opuestas en los ejes del poder hegemónico y la resistencia política.

En los últimos años, el concepto de «activismo performativo» ha venido a nombrar de forma despectiva la participación en protestas mediante redes sociales, en tanto es concebida como superficial y carente de compromiso genuino. Al mismo tiempo, es innegable el modo en que el mundo virtual y la conectividad en red han permeado todos los aspectos de la vida de las personas.

Las performances, entendidas como intervención estético-política, han sido y continúan siendo modos de protesta y toma colectiva del espacio público que convierte a los sujetos en actores políticos y que transforma la resistencia en acto creativo. En las condiciones del mundo contemporáneo, emerge la necesidad de buscar nuevas formas de acción contrahegemónica, de resistencia económica, política e ideológica; formas que interpelen y se vean interpeladas por el modo en que se renuevan los sistemas de explotación, sometimiento y exclusión.

Activismos tecnopolíticos. Constelaciones de performance es un libro que busca mostrar que concebir a las performances-protestas callejeras y al activismo que pasa por las redes digitales como hechos aislados uno del otro no nos permite hacer una lectura que explique su interdependencia. En esta línea, no existe uno como evento anterior al otro, ni es el otro divulgación y luego archivo. Es en la participación fragmentada que ofrecen ambos escenarios, el de las calles y el de las redes, y en su articulación, que emergen acciones colectivas de disrupción. Marcela Fuentes nombra a la creación de estas formas de participación política que surgen del entrecruzamiento constelaciones de performances. De este modo, las estrategias, formas y lenguajes de la protesta y el activismo se actualizan y responden a las lógicas del mundo contemporáneo. En tanto se redefinen los conceptos de espacio-tiempo-cuerpo en la performance, al mismo tiempo se expanden las nociones de movilización y eficacia política. Representar/presentar conflictos sociales, actuar, intervenir viene ligado a mirar, compartir, documentar y conectar: todas formas de lo colectivo que crean las condiciones para las transformaciones sociales.

Este libro invita a lxs lectores a revisar, en cinco capítulos, cinco casos de constelaciones de performance, que constituyen modalidades performativas de acción colectiva; formas del arte que se basan en la acción como respuesta, como acto creativo de confrontación ante los poderes hegemónicos transnacionales. Asimismo, la autora construye un aparato metodológico que busca, mediante el término tecnopolítica, crear herramientas de análisis para estudiar la capacidad política de las tecnologías de la comunicación que interpelan hoy el concepto de activismo.

El primer capítulo da cuenta de una forma de ensamblaje de las manifestaciones corporizadas del movimiento zapatista con las «sentadas virtuales», táctica de intervención creada en 1998 por el Teatro de Disturbio Electrónico (EDT). En las protestas contra el NAFTA de lxs zapatistas han tenido desarrollo diferentes performances, en las que la apuesta pasa por que se vuelvan tangibles los cuerpos ausentes de los procesos de invisibilización de los pueblos indígenas, ya sea física o virtualmente. Las sentadas virtuales, imágenes titilando y recargándose continuamente, implicaron una forma de participación sincrónica que generó una contigüidad espacial en la lucha, trazando lazos de resistencia por fuera de lo corpóreo. La eficacia simbólica de la sentada virtual se halla en su capacidad de interrumpir el desarrollo normal del flujo de datos en internet, estrategia propia de la performance cultural, al mismo tiempo que se difunde información del conflicto.

En el contexto de las movilizaciones y protestas de la Argentina del 2001, el segundo capítulo presenta el entrelazamiento de la movilización callejera y online en dos formas de lucha y resistencia que van de lo local a lo global, dirigidas a denunciar efectos de las políticas macroeconómicas de los gobiernos locales. Una, «Argentina2001.ppt»: un archivo que circuló en forma de cadena de correo electrónico y que denunciaba, frente a los públicos internacionales, la complicidad entre las instituciones internacionales de préstamos, los gobiernos locales y los sistemas de inversión especulativa en el estallido de la crisis económica de 2001; un artefacto cultural anónimo que se transformó en una narrativa colectiva (un colectivo asincrónico y disperso que funciona como una red de disidencia y alianza) de intervención digital al involucrar a sus participantes (en el acto de apretar «reenviar») en la construcción de constelaciones de performance. La otra, www.cacerolazo.com, una página que funcionó tanto como un medio de difusión global de imágenes del «cacerolazo», como una herramienta que inspiró cacerolazos globales al recrear y sostener la agitación social en el lenguaje digital (textos audiovisuales que se reproducían mediante parlantes e interrumpían espacios cotidianos).

En el tercer capítulo, a través de la lectura de dos performances llevadas a cabo por estudiantes en Santiago de Chile, durante el «invierno chileno», 2011: Thriller por la educación y 1800 horas por la educación, se pone de manifiesto el entrelazamiento calle/internet en acciones colectivas callejeras que se coreografiaron, difundieron y sostuvieron por internet. En Thriller…, un flashmob zombi de estilo carnavalesco y poético que se configuró como alegoría de los cuerpos aplastados por el peso del endeudamiento, las redes sociales estuvieron presentes para crear las precondiciones y, luego, también como una forma de copresencia «en vivo». Mientras que en 1800 horas…, las redes sociales, a modo de circuito de retroalimentación, fueron el sostén de la performance que consistió en que durante 1800 horas los estudiantes corrieran por su educación rodeando la casa de gobierno, por lo que se necesitó de una fuerte presencia en redes para que se sostenga el esfuerzo y se turnen los estudiantes.

#BlackLivesMatter #NiUnaMenos #NotAllMen-#NoTodosLosHombres #YesAllWomen-#SiTodasLasMujeres #HandsUpDontShoot-#ManosArribaNoDisparen #MeToo #VivosLosQueremos #VivasNosQueremos. En los últimos dos capítulos del libro se abordan casos en los que se expone cómo los hashtags constituyen hoy una herramienta tecnopolítica central en el reclamo a corto plazo de luchas que se sostienen en el tiempo; casos que Marcela Fuentes denomina «constelaciones de performance pulsantes». Los hashtags son entendidos por la autora como unidades de discurso y piezas de intervención activista en el lenguaje digital, fenómeno que denomina «performatividad de los hashtags». Estos permiten concentrar la atención en problemas sociales instalando un sentido de urgencia, marcan el tempo de las protestas y configuran identidad en los movimientos.

En el cuarto capítulo aborda la lógica de afiliación que yace en los hashtags en el caso de desaparición forzada de cuarenta y tres estudiantes en una escuela normal rural en Ayotzinapa, México, en 2014. #TodosSomosAyotzinada y #Ayotzinapa fueron los dos hashtags con los que se organizaron eventos solidarios y se diseminaron fotografías de los estudiantes, contrarrestando, así, la estrategia de borrado de las víctimas de los medios hegemónicos. Asimismo, este hecho se enmarca dentro de un contexto de protesta y movilización contra el gobierno de Peña Nieto y la performance paródica que había tenido lugar unos meses antes en las redes con los hashtags #SavingMexico – #SlayingMexico, acompañados de memes. En este sentido, la lógica constelativa de esta herramienta digital se halla en la conexión de movimientos y la repetición.

El quinto capítulo se centra en la segunda década del siglo XXI y la emergencia de la «cuarta ola del feminismo» en el contexto latinoamericano de protesta frente a las crisis sociopolíticas que afectan disidencias sexuales y de género. Dicha periodización y el impulso de lucha que la motiva se enmarca, a su vez, en una necesidad de concebir al feminismo como un movimiento transnacional que reacciona, con un compromiso anticapitalista, antirracista y decolonial, frente a la intensificación de la violencia de género en el último tiempo y el «giro neoconservador». Esta cuarta ola está marcada por la estrategia de los hashtags que crean en las redes un espacio de discusión, posicionamiento y visibilización. Ni Una Menos y la «marea verde» se configuran como dos prácticas constelativas en las que se entrecruzan las historias particulares con la necesidad de resistencia colectiva frente a la opresión sistémica, en las que la contigüidad, repetición y combinación de hashtags han permitido trazar una cartografía de las problemáticas de violencia de género más amplia. En el caso de #NiUnaMenos, las redes sociales facilitan el trabajo descentralizado y distribuido a través del cual se generan respuestas a casos específicos de violencia de género; el testimonio y las historias individuales forman parte de la movilización colectiva, como estrellas dentro de una constelación. En la lucha por la legalización del aborto en Argentina, los pañuelos verdes tuvieron fuerte presencia en las calles, como distintivo en cada persona que llevaba, y rápidamente inundaron las redes de memes y contenido de la emergente marea verde. De la mano de esta lucha, la derivación del hashtag #QueSeaLey en #SeráLey expresó la convicción en la soberanía popular, la autopercepción empoderada.

De este modo, cada una de las constelaciones de performance abordadas en el libro permiten a lxs lectores hacer un recorrido por los componentes que hoy definen el activismo y la performance en el cruce con las tecnologías digitales como una herramienta del poder hegemónico que deviene en una red de resistencia colectiva.

Notas de autor

* Micaela Gudiño es profesora en Letras egresada de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral. Adscripta en Investigación en el Proyecto PI CAI+D 2020 «Narrativas en el conflicto de las culturas: reconfiguración(es) del ‘documentalismo’ en el cruce entre literatura, etnografía y arte contemporáneo en América Latina» (directora Ana Copes), con un plan titulado Activismo, representación e interpelación ética en la narrativa latinoamericana contemporánea, bajo la dirección del Prof. Guillermo Canteros.


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