Editorial
CÓMO CITAR: Betancourt García, M., Bragos, O. y Pontoni, S. (2021). Territorios y pandemia, ¿un antes y un después? A&P Continuidad, 8(14). https://doi.org/10.35305/23626097v8i14.324
Los modos de acuerdo a los cuales la ciudad contemporánea y los territorios se están construyendo son objeto de revisión y crítica desde la segunda mitad del siglo XX, particularmente en sus últimas décadas. Los trabajos de Francesco Indovina, Javier Monclús, Oriol Nel.lo, entre otros, han alertado acerca de la insostenibilidad del desarrollo urbano que supone una ciudad extensa, sin solución de continuidad y que genera una profunda segregación funcional y social en los territorios, así como la reducción indiscriminada de los suelos rurales que nos abastecen y de los espacios naturales que regulan el funcionamiento de todo el planeta. Por su lado, David Harvey, Richard Sennett y otros cuestionan también desde diferentes perspectivas disciplinares la ciudad que se viene construyendo en los últimos tiempos. Del mismo modo, organismos y organizaciones internacionales alertan sobre la situación y plantean nuevas formas para identificar situaciones de inequidad y proponer soluciones y metas a alcanzar (Nueva Agenda Urbana de Hábitat III, Agenda 2030 de Naciones Unidas).
La pandemia que desde comienzos del 2020 viene asolando al mundo y a sus ciudades ha puesto en evidencia crudamente los problemas que en ellas ya se manifestaban: amplios sectores de la población que viven en condiciones de fragilidad y vulnerabilidad social y ambiental, carencias de servicios infraestructurales, débil e incompleto desarrollo de las TIC, crisis del transporte público en particular y de la movilidad en general, gestión inadecuada en la creación de nuevo suelo urbanizado y en la protección de los periurbanos y de los espacios naturales, desajustes entre las formas de producción y consumo de alimentos, etcétera.
Las medidas de aislamiento obligatorio aplicadas modificaron sustancialmente el modo de vivir en las ciudades en pocos meses: cambios en las formas de habitar el espacio privado y el espacio público, en las formas de abastecerse, de trabajar y de desplazarnos. Cambios que atravesaron a toda la sociedad, pero que no se sufrieron del mismo modo en todos los sectores sociales, y para los cuales las ciudades no estaban preparadas.
De la misma manera que la pandemia ha visibilizado problemas de larga data, también junto con ella aparecen nuevos cuestionamientos. El espacio y el transporte públicos, las densidades y formas de ocupación del suelo, la concentración y funcionamiento de actividades, la monofuncionalidad, han sido objeto de críticas y cuestionamientos, como se pudo ver en la infinidad de foros de discusión que la redescubierta virtualidad permitió desarrollar.
Precisamente, la preparación de este número tiene dos antecedentes importantes, ambos ocurridos hacia fines del 2020: el Segundo Congreso Internacional sobre ciudadanía, espacio público y territorio organizado por la Universidad La Gran Colombia y el Seminario Latinoamericano Áreas Metropolitanas, Salud Territorial e Incertidumbre organizado por universidades de México, Panamá, Colombia, Chile y Argentina (entre ellas, la Universidad Nacional de Rosario). Quienes entonces participaron como organizadores y expositores, coeditan este número de A&P Continuidad, recuperando algunos de los trabajos presentados y recogiendo otros que respondieron a la convocatoria de este Nº 14.
En la primera sección, Reflexiones de maestros, fue materia obligada de este número recurrir a los primeros higienistas de la Argentina, en este caso al médico Guillermo Rawson, considerado padre fundador del higienismo en el país. A través de sus conferencias, reunidas en la publicación Conferencias sobre Higiene Pública (1876), Rawson va dando cuenta de sus pensamientos acerca del estado de las ciudades de entonces. Vale recordar en estos momentos las preocupaciones de este defensor de la higiene pública respecto de las ciudades y de la salud de la población que en ellas vive. Rawson veía en Europa –“foco de luz y espejo de la civilización”– el modelo a seguir en materia de saneamiento de las ciudades. Conmovido por los avances que al respecto había conseguido Londres con la construcción de las redes de desagües cloacales y de distribución de agua potable (y que prolongaron diez años las expectativas de vida de su población), esta ciudad se convierte en motivo para emular y mejorar el estado de situación que presentaban las ciudades argentinas, en particular Buenos Aires, que pocos años atrás había sufrido los efectos devastadores de la fiebre amarilla. Los elevados costos que significaba transformar la ciudad en lugares dignos para vivir no debían ser obstáculo si esto redundaba en prolongar años de vida. Dos cuestiones del pensamiento de Rawson merecen ser rescatadas en este presente de pandemia global. Una, que la higiene pública no es una cuestión que se reduzca solamente a las ciudades sino también a la campaña, al territorio. Otra, que encontramos en la pobreza de los habitantes de la ciudad una de las causas más poderosas de la contracción de enfermedades; una pobreza que se manifiesta en la mala alimentación, escasa vestimenta apropiada y pésimas condiciones de la vivienda. Situación que, ciento cincuenta años más tarde, seguimos viendo y que la pandemia ha hecho más visible aún.
En la sección Conversaciones, invitamos a reflexionar a dos importantes referentes internacionales. Por un lado, entrevistamos a Sergio Baeriswyl, presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano de Chile. En la charla mantenida, que titulamos “La ciudad como vector de vulnerabilidad”, vamos recorriendo distintos aspectos de la gestión de la ciudad chilena contemporánea, reflexiones que podemos hacer extensivas para nuestras ciudades en Argentina y, también, para las de América Latina. En la charla van apareciendo los temas que hoy preocupan como consecuencia de la pandemia; temas sobre los cuales ya se venía discutiendo. Surge, en particular, una preocupación destacada en más de un artículo de este número: la vulnerabilidad de la salud de la población más pobre, los riesgos de contagio, una cuarentena imposible de cumplir por las condiciones indignas de sus viviendas, una educación a la que no pueden acceder por no tener acceso a internet; una situación de la cual van a salir peores. Pero, también, aparecen otros temas: regeneración urbana, microdensidades, acceso de cercanía a los servicios. Temas propios de la gestión de las ciudades, en particular para aquellos sectores de la ciudad menos favorecidos donde la crisis de la pandemia se muestra con mayor crudeza: dependencia de un sistema de transporte público congestionado, problemas de lejanía a servicios de salud, imposibilidad de realizar cuarentenas.
También entrevistamos a Saskia Sassen, quien en la conversación que denominamos “Una época brutal y transnacional”, plantea que la situación sanitaria actual es una crisis realmente global porque afecta a todos los países, siendo excepciones países como Australia, Dinamarca y Países Bajos porque han logrado utilizar nuevos modelos para confrontarla. Menciona, además, las incapacidades demostradas frente a los procesos de aprendizaje de otras pandemias y, de allí, su planteamiento sobre la urgencia de lograr una ciudad higienista, no solo para afrontar la emergencia sanitaria actual, sino también, problemas que existen en las grandes ciudades donde numerosas personas de edad viven en la calle al no poder sostener los gastos mínimos. Habla de una suerte de decadencia del sistema económico mundial, denunciando la expulsión de muchas personas que habitan tanto en áreas urbanas como en áreas rurales, y aún en los países centrales o más desarrollados, ya que se produce tanto en Europa como en Japón, China y Estados Unidos. Asimismo, destaca que la globalización en el capitalismo viene acompañada de la profundización de la crisis del estado nacional en muchos lugares del globo y de la reproducción de comportamientos sistémicos que acentúan brutalmente las desigualdades.
El Dossier temático se compone de cuatro trabajos que abordan problemáticas centrales de la planificación urbana en contextos de incertidumbre.
Rita Grandinetti y Patricia Nari en “Ciudades latinoamericanas: la necesidad de ser capaces de gestionar una nueva agenda urbana” nos invitan a repensar lo que ya se había dado por definido en materia de políticas públicas y de gestión de las ciudades. Sus reflexiones articulan tres cuestiones que no siempre se analizan integralmente: políticas públicas, agendas locales y capacidades técnicas. En este estado de pandemia, la desigualdad urbana quedó más expuesta y demuestra ser un tema eminentemente de carácter estructural. De ahí que, en los países latinoamericanos donde una de cada cinco personas vive en asentamientos informales, resulte irónica la consigna quedate en casa, lavate las manos y aislate cuando tengas síntomas. La pobreza es síntesis de todas las carencias que registramos en cuanto a infraestructuras básicas y, particularmente, en cuanto a condiciones de habitabilidad dignas. En sus reflexiones, las autoras enuncian la necesidad de prestar atención detenidamente a los nuevos requerimientos que también forman parte del derecho a la ciudad; en particular, el de la conectividad, teniendo en cuenta que, en América Latina, más de un tercio de la población no cuenta, ya comenzada la tercera década del siglo XXI, con acceso a los servicios de Internet. Esto es, no hay posibilidades de acceder a la educación virtual como tampoco al teletrabajo. Dentro de estas situaciones de inequidad en la que vive gran parte de la población, resulta más que necesario poner el foco nuevamente en las capacidades con las que se cuenta para incorporar los temas presentes (urgentes) en las agendas locales. La pandemia y los distintos grados de la cuarentena pusieron a prueba la resiliencia de las organizaciones públicas. Queda mucho por hacer todavía, en particular en lo que se refiere a la gestión del hábitat.
En “Ambiente y bienestar social en la ciudad: experiencias y renovados desafíos para las estrategias urbanas”, Javier Fedele analiza las condiciones actuales de las ciudades en tanto sistemas complejos territoriales que relacionan “el cambio climático y la inequidades sociales”, resaltando las consecuencias en el terreno social de la crisis sanitaria global que generó el COVID-19 y cuestionando la falta de una planificación urbana vinculada seriamente con los sistemas ambientales y sus dinámicas biológicas. Destaca que esto genera diversas tensiones entre planificación y sustentabilidad, llevando a una situación crítica a los ecosistemas territoriales, que es necesario ponderar de algún modo para poder posteriormente actuar. La aplicación de modelos de desarrollo como el que presenta puede ayudar. Esto lleva a intentar la búsqueda del equilibrio de políticas y acciones sectoriales (ambientales y sociales), en función de soluciones locales que se podrían realizar a partir de interpretar sus condiciones particulares, ya que no habría una solución universal, aunque existan parámetros generales.
En el artículo denominado “La dinámica económica del uso de la bicicleta y su impacto en el desarrollo sostenible”, Isela Valdéz Sánchez y Esperanza Pérez Dávila nos acercan al tema de la movilidad urbana en una gran metrópolis como Ciudad de México, mediante un análisis referido al uso de la bicicleta no solo como medio de transporte particular, sino como un medio para trabajar. Uso que, a pesar de las limitaciones que presenta en un contexto urbano de ese tipo, venía incrementándose y que cobra mayor valor en la actual crisis sanitaria, por haberse multiplicado el reparto a domicilio y por la necesidad de disminuir el uso del transporte público de pasajeros para prevenir los contagios. El trabajo indaga sobre el impacto de la bicicleta para el desarrollo sostenible (virtudes o ventajas y condiciones necesarias para impulsar su uso), deteniéndose en la situación particular de Ciudad de México respecto del sistema de transporte en general y de la bicicleta para la distribución de mercancías a domicilio, en particular. Hace énfasis en su integración a la dinámica económica de la ciudad con la ayuda de las aplicaciones móviles, destacando las deficiencias que presentan las políticas públicas específicas.
Con el trabajo “Soberanía alimentaria del campo y seguridad alimentaria de la ciudad en el Gran Confinamiento mundial”, Abdiel Hernández Mendoza nos muestra la relación cada vez más cercana y confrontativa que se está dando entre ambos temas, vinculados respectivamente con la producción y el consumo, con fuertes implicancias de orden social, ambiental y de política pública. Su reflexión parte de entender que la crisis sanitaria del COVID-19 evidenció fuertemente que, en la cuestión alimentaria, la materialidad no puede ser sustituible por lo digital y abstracto. También, a partir del caso de Ciudad de México, indaga sobre las mutaciones provocadas por la pandemia en cuanto a las formas citadinas de obtención de alimentos y su contraparte, las formas en que los productores realizaron la distribución de sus productos (destacando algunas paradojas) y cómo las relaciones de poder generadas en el binomio campo-ciudad se inclinaron a favor de esta última. Por otra parte, explicita por qué considera que las políticas de seguridad contra el hambre quedaron entrampadas en las directrices definidas desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que presentan claras inconsistencias.
En la sección Ensayos incluimos un trabajo denominado “Problemas y desafíos de la localidad de Kennedy, Bogotá, Colombia” que retoma la problemática del abastecimiento alimentario desde la óptica de un gobierno local que debe administrar y resolver los efectos que se han producido sobre su población, por la especialización y centralización territorial de estos usos complejos de carácter metropolitano. La debilidad que muestran las localidades en las que se emplazan las grandes centrales de abasto, sobre todo las ubicadas en áreas de gran vulnerabilidad social, en un contexto de incertidumbre y ante circunstancias como la emergencia sanitaria actual, obligan a repensar los modos en que se desarrollan estas actividades en las grandes metrópolis para evitar no solo la proliferación de contagios, sino también el colapso del sistema de distribución alimentaria. Una adecuada planificación en este sentido resulta de gran relevancia porque se debe garantizar la provisión de alimentos en las diversas escalas, desde lo local hasta lo nacional, y al mismo tiempo, se debe asegurar que las ayudas lleguen a todos los que la necesitan. La alcaldesa Agudelo Hernández reflexiona sobre los problemas evidenciados en la crisis sanitaria, sobre las formas de resolverlos o mitigarlos, así como sobre las fortalezas que pueden contribuir a ello, en el corto plazo y también en el largo plazo.
Por último, en el Archivo de Obras presentamos el relato gráfico de los edificios del ex Batallón de Comunicaciones 121 que, desde 2013, alojan al Polo Tecnológico Rosario o Zona i. Rescatamos este conjunto de fuerte valor patrimonial, para destacar la recuperación de una pieza urbana estratégica que, mediante un proyecto urbano integral y multifuncional, modifica su histórica condición de isla o recinto cerrado y evidencia que las actividades tecnológicas e innovadoras pueden entablar una buena relación con la ciudad y plantear una articulación con el barrio al que resignifica y jerarquiza, adaptándose mejor a las restricciones actuales que un gran edificio único. Surge como una experiencia colaborativa-además, de contar con una coordinación multiactoral poco usual, que asocia el mundo empresarial con el académico y el estado- se caracteriza por su carácter multiescalar, ya que se emplaza en un área con fuerte identidad barrial, pero incluye usos de alcance metropolitano y regional. Seleccionamos dos pabellones rehabilitados como oficinas y servicios comunes para los emprendedores, las Naves 1 y 2, y un pequeño edificio de servicio convertido en el bar del complejo, fueron proyectados por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, propietario del predio, en acuerdo con las empresas, y desarrollados por la constructora De Paoli & Trosce, mediante licitación pública. Presentamos los geometrales y una perspectiva redibujados por Lara Pendino y María Laura Valerio, a partir de material suministrado por la Unidad de Proyectos Especiales de la provincia, acompañados con fotografías de Walter Salcedo.
Notas de autor
ORCID: 0000-0001-6816-7710
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ORCID: 0000-0003-3993-7266
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ORCID: 0000-0002-2254-3474
silpontoni@gmail.com
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García, M., Bragos, O. y Pontoni,
S. (2021). Territorios y pandemia, ¿un antes y un después? A&P Continuidad,
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