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Julieta Campos e Irena Majchrzak, Acciones comunitarias wn wl tabasco indígena durante los años 80
Julieta Campos and Irena Majchrzak, community actions in indigenous Tabasco during the 80s
Revista Conjeturas Sociológicas, núm. 19, 2019
Universidad de El Salvador

Presentación

Revista Conjeturas Sociológicas
Universidad de El Salvador, El Salvador
ISSN: 2313-013X
Periodicidad: Cuatrimestral
núm. 19, 2019

Recepción: 01 Mayo 2019

Aprobación: 01 Agosto 2019

Resumen: Julieta Campos, 1996: 141 El indigenismo mexicano del siglo XX tuvo la participación de destacadas mujeres, aunque poco se conoce sobre sus historias. En este trabajo se presenta un análisis en base a un recuento histórico sobre las acciones que implementaron en la década de 1980 a favor de poblaciones indígenas del estado de Tabasco (ubicado en el sureste de México) dos de ellas: Julieta Campos escritora cubana, además de la socióloga polaca Irena Majchrzak, quien participó en varios proyectos con enfoque comunitario en diferentes partes del país, y quien también estuvo en poblaciones indígenas tabasqueñas, donde logró implementar acciones educativas que en gran medida anteceden a proyectos culturales en la actualidad. El trabajo es parte del proyecto: “Políticas educativas indigenistas en las regiones chontal, chol y zoque; de la educación moderna al enfoque intercultural en Tabasco, 1940-2005”, realizado en el Colegio de la 81 Doctor en Historia y Estudios regionales por la Universidad Veracruzana, actualmente investigador posdoctoral en el Colegio de la Frontera Sur en la unidad Villahermosa Tabasco en el Programa de “Estancias posdoctorales vinculadas al fortalecimiento al posgrado receptor 2018-2019”. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde enero de 2019. Correos: felipe.galan@mail.ecosur.mx y javiergalan74@hotmail.com 266 Frontera Sur en Villahermosa Tabasco y financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Palabras clave: Indigenismo, historia de Tabasco, proyectos comunitarios, mujeres indigenista.

Abstract: The Mexican indigenismo of the 20th century had the participation of outstanding women, although little is known about their stories. This paper presents an analysis based on a historical account of the actions implemented in the 1980s in favor of indigenous populations in the state of Tabasco (located in southeastern Mexico), two of them: Julieta Campos, a Cuban writer, Polish sociologist Irena Majchrzak, who participated in several projects with a community focus in different parts of the country, and who was also in Tabasco indigenous populations, where he managed to implement educational actions that largely predate cultural projects today. The work is part of the project: "Indigenist educational policies in the Chontal, Chol and Zoque regions; from modern education to the intercultural approach in Tabasco, 1940-2005 ", carried out at the Colegio de la Frontera Sur in Villahermosa Tabasco and financed by the National

Council of Science and Technology (CONACYT).

Keywords: Indigenismo, history of Tabasco, community projects, women.

INTRODUCCIÓN

La historia del indigenismo en México durante el siglo XX debe ser revisada y discutida a profundidad, ya que sigue siendo un referente para el conocimiento científico sobre la población rural cuyo origen histórico tiene que ver con las culturas mesoamericanas. Muchos de los intelectuales que participaron en las políticas generadas a lo largo de las décadas que van de

1940 hasta fin de siglo, ejecutaron proyectos, programas, acciones determinadas, documentaron el pasado y presente de muchas comunidades a las que llegaron a vivir, varios fueron partícipes de una antropología aplicada, que incluso fue retomada en otros países.

Los indigenistas mexicanos en muchos sentidos se solidarizaron con la difícil situación de los pueblos indios en su tiempo y los trataron de entender, por lo que es necesario conocer no solo el resultado de lo hecho por ellos, también se deben revisar los nombres de hombres y mujeres que formaron parte de la política indigenista, además de sus aportes en la producción de conocimiento, en particular se requiere conocer cómo impulsaron cambios a partir de acciones que buscaron beneficiar a comunidades rurales.

Para abonar en la discusión y conocimiento sobre el indigenismo mexicano del siglo XX, en este trabajo se expone una descripción histórica- reflexiva sobre las principales acciones que ejecutaron dos mujeres a su paso por Tabasco, ellas fueron Julieta Campos (Habana Cuba, 1932- Ciudad de México, 2007), e Irena Majchrzak (Polonia 1927-2011), quienes fueron cercanas a las políticas indigenistas, ambas participaron de manera activa, comprometieron sus acciones buscando la mejoría de la población indígena, en particular conocieron y aprendieron sobre la cultura yokot´an (chontal) y ch’ol.

En especial en este trabajo se hace un análisis sobre el caso de la población indígena ubicada en la Región de la Sierra (municipio de Tacotalpa), cabe destacar que las etnias de dicho espacio geográfico por muchos años permanecieron en el olvido, muy poca atención les puso el estado mexicano. Podemos afirmar que se trató de una población olvidada por el indigenismo oficial, debido a que se aplicaron por varias décadas y de forma agresiva políticas educativas

modernizadoras- castellanizadoras. Frente a esto, el proyecto cultural conocido como

Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena (LTCI) y la implementación del Método Montessori, resultan ser referentes históricos esenciales sobre el indigenismo tabasqueño de la década de 1980, ya que ambos proyectos trataron de adaptarse a la realidad de los indígenas

ch’oles y yokot´anes, ese fue el gran legado de ambas mujeres.

METODOLOGÍA

En este trabajo se sigue una metodología de análisis histórico, por lo que se inicia con una descripción general sobre el indigenismo mexicano, destacando las particularidades del indigenismo tabasqueño, debido a que en este estado hubo una política que atendió muy poco a las comunidades indígenas, se toma en cuenta la importancia que tuvieron a nivel nacional la implementación de Centros Coordinadores Indigenistas (CCI), y en particular el que se estableció en el municipio de Nacajuca Tabasco, pero se pone especial interés en destacar el papel que tuvieron los Centros Integradores en la década de 1980, durante la gestión del gobernador Enrique González Pedrero (1983-1987), ya que fue aquí donde participó la escritora cubana Julieta Campos, quien fue su esposa y que además invitó a la socióloga Cubana Irena Majchrzak a trabajar en comunidades rurales.

El marco metodológico incluye una revisión histórica sobre los aportes en acciones concretas de ambas mujeres, en el caso de Julieta Campos se analiza el proyecto artístico del llamado Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena (LTCI), impulsado por ella en localidades tabasqueñas determinadas, y su papel al frente de una institución: el DIF estatal (Desarrollo Integral de la Familia). Fue por medio de dicho centro, que se establecieron los Centros Coordinadores en Tabasco, estos en gran medida fueron inspirados en los Centros Coordinadores Indigenistas del INI (Instituto Nacional Indigenista). En el caso de los aportes de Irena Majchrzak, se analiza el proyecto educativo que en los años 80 aplicó el método Montessori adaptado a las comunidades tabasqueñas, donde se impulsaron acciones, en las que se trató de que elementos culturales propios de las comunidades, fueran el eje central de

los proyectos educativos, tanto para comunidades yokot´anes como ch’oles.

El trabajo está dividido en tres apartados: el primero analiza al indigenismo desde una historicidad crítica, explica la relación del proyecto cultural del gobernador Enrique González Pedrero, y destaca los proyectos encabezados por Julieta Campos; la segunda parte analiza la importancia que tuvo Julieta Campos y su trabajo apoyando principalmente al LTCI, con una visión artística; el tercero presenta la labor de Irena Majchrzak y sus aportes a la educación indígena en Tabasco. Al final del artículo hay una serie de conclusiones y comentarios de cierre en base al análisis histórico crítico.

1. Resultados y discusión: indigenismo en Tabasco en tiempos de Julieta Campos e Irena Majchrzak

Muy pocas ocasiones se han realizado análisis sobre mujeres que participaron activamente durante los años del indigenismo mexicano, sobre Julieta Campos e Irena Majchrzak vale la pena conocer de ellas lo siguiente:


Cuadro 1

Tabasco fue probablemente el estado del sureste de México menos atendido por el INI de los que forman parte de esta amplia región, es decir: Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Veracruz y Chiapas. Entre 1948 año en que se fundó dicho instituto, hasta la creación de la CDI (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas) en 2003, se llevaron a cabo muchos proyectos que buscaron la integración al desarrollo a las comunidades rurales del país, pero de estas no llegaron todas a Tabasco, es por eso que vale la pena revisar las acciones encabezadas por estas dos mujeres, pues fueron significativas tanto para las comunidades donde se aplicaron como para el gobierno del estado en su momento. Para entender el papel que tuvieron dentro de esta política tanto Majchrzak como Campos, es necesario entender al indigenismo como política de estado en sus diferentes momentos. Lo siguiente explica en general esta política:

En el año de 1948 se aprobó la ley que creaba al Instituto Nacional Indigenista, cuyo objetivo era integrar a los pueblos indígenas al carro de la modernidad, representado por el auge del proceso de industrialización del capitalismo. Institución que adoptó una política integracionista sustentada en los principios de la igualdad individual y la justicia social… para Alfonso Caso, la acción indigenista consistía en una aculturación planificada por el gobierno mexicano, con el propósito de colocar al indígena en el camino del progreso y de su integración. La propuesta de integración implicaba la transformación cultural y económica de las comunidades indígenas… (Castro, 2009: 146)

A partir de la investigación sobre distintos grupos étnicos a nivel nacional, en Tabasco las acciones indigenistas por parte del estado fueron casi nulas. De lo poco que llegó fue una serie de trabajos arqueológicos, principalmente sobre la cultura olmeca, hubo un rescate y restauración de las ciudades de Comalcalco y la Venta, además se crearon algunos museos, entre ellos destaca el Parque museo La Venta fundado por el poeta e intelectual Carlos Pellicer Cámara en 1958.

Los grupos étnicos más representativos en Tabasco son: ch’oles, yokot´anes (chontales) y en menor medida zoques, además de contar con algunas comunidades en las que habitan tsotziles y tzeltales. En los últimos 15 años, la atención hacia ellos ha sido mayor y por lo tanto se ha

tratado de reconstruir también gran parte de su historia. Algunos datos permiten entender la importancia que tuvieron tanto Julieta Campos como Irena Majrazk, pues ellas se enfrentaron a un contexto en el que las comunidades indígenas muy poco habían sido atendidas, lograron darse cuenta que el abandono era grave, por lo que decidieron encabezar acciones específicas, a través de proyectos con enfoque comunitario.

Es necesario anotar que el primer Centro Coordinador Indígena tabasqueño, se creó en el municipio de Nacajuca en la región chontal en el año de 1973, fue muy importante para ejecutar acciones concretas. Este centro fue fundado casi tres décadas después de que se efectuó el Primer Congreso Indigenista Interamericano en Pátzcuaro Michoacán en 1940, que fue el principal eje de acciones indigenistas establecidos por el INI desde 1948. Los CCI, tuvieron un papel fundamental para la política instrumentada por el estado hacia sus pueblos indios.

Respecto a la aplicación de programas dirigidos hacia comunidades indígenas en Tabasco, las políticas educativas tuvieron el propósito de fomentar el nacionalismo y modernizar a la población en general, a través de acciones implementadas en las escuelas y con un enfoque racionalista. Es de destacar que la mayor parte de la población tabasqueña a principio de siglo XX, habitaba en localidades, poblados y villas rurales, además de zonas marginadas en las que las condiciones y factores entre ellos climáticos son extremos (calor e inundaciones).

La concepción sobre lo indio impuesta por los gobiernos en Tabasco a lo largo del siglo XX, se promovió la idea de que se trataba del sector más atrasado de la sociedad, fueron las comunidades indígenas señaladas como el principal obstáculo para el progreso de la entidad, por lo que el estado a través de la creación de escuelas de corte racionalista y científico, determinó que había que modernizarlos, ya que eran un impedimento para alcanzar el desarrollo. Sobre la situación de tradiciones indígenas, religiosidad popular y el uso de las lenguas originarias, los gobernadores tabasqueños establecieron medidas para eliminar paulatinamente el habla cotidiana, ya que consideraron que era el obstáculo principal para integrarlos a un proyecto nacionalista acorde a lo establecido por la política educativa implementada a nivel nacional, en comunión con el proyecto encabezado por José Vasconcelos,

en la recién creada Secretaría de Educación Pública en 1921.

Los gobernadores en Tabasco entre 1940 hasta 1980, aplicaron políticas modernizadoras basadas en una pedagogía de integración. A principios de los años 80, Tabasco era una entidad a la que se le invirtió mucho dinero por su petróleo, el desarrollo económico benefició principalmente al municipio de Centro, donde se encuentra la capital Villahermosa, pero muy poco se invirtió en el resto de los 16 municipios y sus regiones, que a pesar de ser importantes por su ubicación geográfica, por ejemplo Tacotalpa en la región serrana, que fue capital del estado por tres ocasiones, muy pocas acciones a favor de sus comunidades indígenas fueron ejecutadas, durante los años en que el indigenismo fue parte de las políticas centrales a nivel nacional.

Las actividades económicas en Tabasco durante los años 80, giraban en torno a la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la pesca, se impulsó el comercio y el turismo principalmente en la capital Villahermosa. Las vías de comunicación fueron mejorando con el paso del tiempo, cabe resaltar que durante casi todo el siglo XX, la entidad tuvo graves problemas para comunicarse por vía terrestre, de hecho, se fomentó el uso de avionetas para comunicar Villahermosa con la capital del país y en muchos momentos el problema de las inundaciones estuvo presente, en algunos años fue determinante y drástico. Para la década de 1980 se abrieron nuevas carreteras para comunicar a los 16 municipios con la capital y la carretera que comunicaba con Coatzacoalcos en Veracruz sirvió para mejorar las actividades económicas. Las carreteras de Villahermosa con los diferentes municipios fueron mejorando paulatinamente en las siguientes décadas.

Un periodo muy importante para la implementación de proyectos culturales en comunidades indígenas de Tabasco, fue el de Enrique González Pedrero (1983-1987), el papel y liderazgo de la escritora cubana Julieta Campos fue determinante, además de ser la presidenta del DIF estatal, encabezó una serie de actividades concentradas en el desarrollo sustentable, con enfoque comunitario y cultural; en esos años el gobierno de Tabasco estableció vínculos con organizaciones sociales y con instituciones oficiales, tanto de orden estatal como algunas federales, como fue el caso del INI, la SEP (Secretaría de Educación Pública) y con autoridades

municipales.

Julieta Campos desde que acompañó a González Pedrero en su campaña en 1982, tuvo fuerte impacto por la situación de pobreza en que vivían las comunidades indígenas tabasqueñas, a finales de la campaña para gobernador de su esposo, reflexionó lo siguiente:

En 1982 descubrí el otro México; el país tradicional, el país campesino, el sur palpable, con rostros de carne y hueso… fue una sacudida profunda, que removió esquemas intelectuales y los fue sustituyendo por realidades. La pobreza empezó a tener nombres y, para siempre, dejó de ser una abstracción (Campos, citada por Romo, 2009: 132-133).

La obra literaria de Julieta Campos, estuvo influida por su experiencia en las comunidades indígenas tabasqueñas, pero a diferencia de otros personajes políticos e incluso de teóricos y funcionarios públicos, volteó a ver hacia los pueblos ch’oles de la Sierra de Tabasco, trató de vincular su trabajo desde una institución pública haciendo esfuerzos por darle un enfoque participativo comunitario, sustentable a sus programas, Romo López (2009) afirma al respecto lo siguiente:

El periodo de Enrique González Pedrero y donde Julieta Campos fungió como presidenta del DIF estatal y primera dama del Estado, es quizás uno de los más reconocidos en la historia de la administración pública y de la política de Tabasco…Se llevaron a cabo profundas transformaciones sociales y económicas, fundamentados en políticas públicas, desarrollo social, combate a la pobreza y amplio fomento a la cultura. (Romo, 2009: 131-132)

González Pedrero aplicó un programa de democratización, que impulsó el desarrollo regional, tres objetivos básicos plantearon al inicio de su periodo de gobierno, y la influencia de Julieta Campos fue determinante afirman Castellanos y Cedeño (2009): “Favorecer el cambio estructural; reorientar las tendencias del crecimiento urbano-industrial y darle más impulso a la gestión municipal” (Castellanos & Cedeño, 2009: 36).

La escasa aplicación de programas indigenistas hasta antes de dicho periodo de gobierno, permitió que en las comunidades fueran bien recibidos las acciones que se trataron de aplicar. Varias comunidades con población yokot´an, ch’ol y zoque se vieron beneficiadas. Al inicio del

mandato estatal de González Pedrero, a nivel nacional existían programas mínimos municipales,

dentro de estos el DIF tabasqueño integró el proyecto que intentaba echar a andar, a partir de eso propuso una serie de programas intensivos de desarrollo, esto tuvo como resultado que en poco tiempo se crearan lo que se denominó en su momento como “Centros integradores”, uno de los primeros se estableció en el poblado Oxolotán ubicado al sur de Tabasco y el programa de albergues indígenas.

Julieta Campos supo interpretar parte de la dura realidad tabasqueña, ante un entidad modernizada, pero con enormes rezagos, con grandes extensiones territoriales cubiertas con agua, ante una economía ganadera, logró ver que a pesar de todo, las comunidades ch’oles de la Sierra de Tabasco y de las yokot´anes en la región chontal, tenían signos de autosuficiencia, trató de crear políticas, para beneficiar a la población más pobre.

Tomando como ejemplo los CCI bajo la supervisión y apoyo de Julieta Campos, se crearon Centros Integradores en las regiones y municipios de Tabasco donde el INI no había logrado operar, el más importante en esos años en el que la escritora cubana tuvo una partición y que apoyó, que fue pionero para las actividades culturales, fue el Centro Integrador de Oxolotán en el municipio de Tacotalpa.

Las características que tuvieron estos centros establecieron varios ejes de acción, entre ellos era importante atender a la población rural, además de promover actividades económicas alternativas, se tomaron tres aspectos: 1) tipo de población (respetando las costumbres y tradiciones culturales, 2) territorio y 3) producción y se puso especial atención a la educación “como medio para la integración al desarrollo, y se resaltó la cultura” (Castellanos & Cedeño,

2009, 39-41).

Sobre las localidades indígenas pensaba Julieta Campos lo siguiente: “La agricultura sigue siendo la actividad más importante, cultivos básicos: maíz, frijol, arroz, yuca, macal, cultivos de traspatio, chaya, camote, chayote, chiles, cilantro” (Campos, 1996, 67). De las grandes problemáticas que se vieron en ese momento estaban “…el consumo de agua sin tratamiento, la falta de letrinas, el hacinamiento, la promiscuidad, desnutrición, enfermedades gastrointestinales y respiratorias, el analfabetismo, la deserción escolar, la falta de maestros,

etc. (Ibíd., 1996: 67). Las acciones en los Centros Integradores consistieron en:

….Aplicar en 103 comunidades en 7 municipios foros de consulta popular, firmar convenios con la Secretaría de Agricultura, y con el INI, realizar diagnósticos para recuperar las formas tradicionales de organización campesina… se realizaron diagnósticos en los que participó la población. Se enfocaron en intentar recuperar las formas tradicionales de organización campesina e indígena…Se diseñó un proyecto piloto, posteriormente se formaron brigadas que después de transformaron en Unidades operativas (Ibíd., 1996: 71).

Es de resaltar que las unidades operativas se implementaron en localidades rurales como Oxiacaque, Oxolotán, Villa Tapijulapa y Villa Vicente Guerrero, en ellas se crearon consejos comunitarios para el bienestar social, según expone la propia Julieta Campos:

…Se componían de: un médico, un odontólogo, enfermera, antropólogo, trabajadora social, arquitecto, agrónomo, biólogo, veterinario y técnico apícola… La mayoría de ellos eran pasantes y vivían en las comunidades. Se crearon promotores de salud y vivienda, comités únicos de desarrollo. Se fomentaron las siguientes actividades: talleres de costura, huertos familiares, centros de salud, grupos de alfabetización. (Ibíd., 1996, 68-73)

Castellanos & Cedeño, resaltan la importancia que tuvo el poner en acción los proyectos siguientes: Programas mínimos municipales, en ellos la intención era: “Crear las condiciones necesarias capaces de organizar la actividad económica, política y cultural de cada municipio” (Castellanos & Cedeño, 2009: 40). La relación que tuvo el gobierno estatal de González Pedrero con el del presidente de México Miguel De la Madrid Hurtado fue muy estrecha y de vínculos en sus programas sociales, lo que le valió que al final de su periodo fuera invitado a integrarse a la campaña del entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Carlos Salinas de Gortari a la presidencia de México en 1988, por lo que González Pedrero no terminó su periodo de gobierno en Tabasco, lo que no permitió dar continuidad a lo hecho por Julieta Campos entre 1983 y 1987.

Las acciones que ejecutó González Pedrero a favor de la educación fueron esencialmente distintas a la de sus antecesores, porque a diferencia de otros gobernadores que no reconocían

la existencia de pueblos indios, al menos en este, hubo el interés por generar acciones que

beneficiaran a las comunidades ch’oles. Romo, clasificó los trabajos de Julieta Campos en dos grandes rubros: 1) asistencia social dirigida a los individuos y 2) asistencia con enfoque de desarrollo integral de la comunidad. Entre las acciones que se implementaron estuvieron las siguientes:

1. Crear centro de rehabilitación y educación especial

2. Centros de desarrollo infantil

3. Procuraduría de la defensa del menor y la familia con agencias auxiliares en todos los municipios

4. Casa Hogar

5. Centro educativo tutelar

6. Centro de desarrollo integral juvenil

7. Centro de convivencia infantil

8. Centro de atención a la mujer

9. Albergue para familiares de enfermos

10. Velatorio, casa de ancianos, albergues de asistencia, hospedaje. (Romo, 2009: 145)

Los programas dirigidos a las comunidades tuvieron cuatro planteamientos centrales: 1) en educación, 2) salud comunitaria, 3) apoyo a la economía campesina, 4) cultura popular y etnodesarrollo afirma Romo. En general los Centros Integradores que se instalaron en localidades tabasqueñas, tuvieron programas de asistencia y desarrollo integral, concentrados en la educación principalmente; entre las acciones ejecutadas estuvieron las siguientes: proyectos de bibliotecas rurales, becas a jóvenes indígenas, educación para adultos y talleres de oficios:

Se otorgaron servicio a 63 localidades, se establecieron 7 bibliotecas sedes, 11 móviles, se crearon 1250 becas socioeconómicas para indígenas y se alfabetizaron a 528 adultos. Se

crearon y remodelaron albergues indígenas, entre ellos el de Oxolotán. Se crearon programas didácticos utilizando el método Montesori.… En 1985 todo el personal docente bilingüe del sistema estatal de Educación Indígena, 468 maestros fueron adiestrados para elaborar material didáctico Montesori, fabricado con materiales de la región. Se trabajó en particular en programas con niños que presentaban problemas de asimilación y que eran hablantes de chol, chontal y zoque”. (Romo, 2009, 146-147)

Durante ese periodo se echaron a andar programas de salud, se realizaron cursos para formar agentes en desarrollo, se entregaron cartillas de vacunación entre la población, se distribuyeron apoyos para la producción agrícola y pecuaria y sobre todo se impulsaron programas de rescate y difusión de la cultura tabasqueña, Romo menciona algunas de las acciones prioritarias como:

Proyectos de enseñanza artística, difusión e investigación, se creó el Museo de Cultura popular en Villahermosa, se apoyaron grupos regionales de música, se editaron manuales que llevaron los siguientes títulos: “partera empírica”, “tienda rural”, “autoconstrucción de la vivienda”, “farmacia rural” entre otros. Se hizo investigación y difusión de valores históricos y culturales de las comunidades rurales de Tabasco. Se realizó un diccionario bilingüe, chol y chontal, y se puso atención en trabajos de investigación de corte etnográfico. Se formó un subcomité de etnodesarrollo que fue fundado en 1983, con el propósito de atender las necesidades de las comunidades indígenas de Tabasco. (Ibíd., 2009, 149-150)

Julieta Campos intentó una política pública con acciones determinadas, sin duda alguna durante el tiempo que estuvo al frente del DIF estatal faltaron varios objetivos por cumplirse, principalmente porque no hubo continuidad en sus programas, las acciones una vez que terminó el periodo de gobierno de González Pedrero en 1987 fueron desechadas en su mayoría. Gran parte de los programas propuestos en 1983 fueron cancelados, relegados y olvidados al terminar su periodo, por lo que, de manera abrupta, la acción indigenista que de forma peculiar

se estaba aplicando en Tabasco, se desechó en la década de 1990.

2. El Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena en Oxolotán, acciones en arte comunitario

l teatro en suma re significó un vínculo sagrado. Mientras el país se abría a la modernización global, los indios de Tabasco hacían con desusada intensidad una vivencia que rompía la corteza de las trivializaciones que suele revestir a la modernidad para bucear en sus adentros y, a la vez

abrirse a la cultura universal.

Julieta Campos, 1996,132

Un proyecto artístico central que un grupo de personas relacionadas al ámbito cultural ejecutaron en localidades rurales de Tabasco entre 1983 y 1989, fue el Laboratorio de Teatro Campesino e indígena, que se aplicó en Oxolotán y en otras comunidades tabasqueñas, años después fue llevado a otros estados de la república como Oaxaca y Yucatán. Se trató de un proyecto comunitario apoyado por Julieta Campos, quien en sus memorias, escritos y recuerdos siempre tuvo en cuenta su paso por las comunidades rurales y un especial cariño por el poblado indígena de Oxolotán, ubicado en la Región de la Sierra.

En la obra “Tabasco, un jaguar despertado” (1996), de Julieta Campos, describió al LTCI como una experiencia artística fundadora y única, principalmente por lo sucedido con los ch’oles de Oxolotán, quienes formaron la compañía de teatro, además por la proyección que tuvo a nivel internacional, ya que participó en festivales fuera de México, principalmente llamó la atención la puesta en escena tanto en Nueva York como en Madrid de Bodas de Sangre de Federico García Lorca en la década de 1980.

El trabajo literario de la poeta cubana, le permitió fomentar la importancia que tenía la cultura en la sociedad tabasqueña de los años 80, por lo que además se dio a la tarea de tratar de resolver muchos de los problemas sociales, a través del arte y la cultura. La experiencia fue difundida, aplaudida y promovida en los medios de comunicación estatales. El LTCI fue un referente y un orgullo para la cultura local en general, la gente en Oxolotán actualmente todavía cuenta con alegría, nostalgia y satisfacción las experiencias y las puestas en escena

tanto en Oxolotán como en las giras realizadas.

Las experiencias fueron profundamente significativas no solo para Julieta Campos, lo fueron también para los indígenas, pues durante los años en que tuvo actividad el LTCI, se pavimentaron calles, se construyó en el poblado Oxolotán una red de alcantarillado, se electrificó una parte del pueblo, se potabilizó el agua, se construyó una tienda rural, y se mejoraron los caminos y veredas para llegar a este poblado, que en esos años estaba devorado por la selva.

A Oxolotán llegaron a observar la puesta en escena gente de otros países, directores de teatro, escritores y por supuesto antropólogos. Se edificaron sueños y utopías alrededor de los pobladores-actores indígenas, también entre los actores foráneos quienes vieron las puestas en escena, principalmente porque al llevar la obra a otros países, a otras ciudades, se fomentó una identidad indígena y se vio en ella la esperanza de la construcción de un mundo mejor.

Además de la infraestructura limitada y de todas las carencias que en ese momento el poblado Oxolotán tenía, con la experiencia del LTCI se construyó una biblioteca pública, se remodeló el parque, una cancha de basquetbol, se acondicionó el salón ejidal para las actividades del taller, que incluían clases de teatro, de música y otras expresiones artísticas. De la misma forma se mejoró el ex convento dominico de Oxolotán, que es el único de su tipo en todo el estado de Tabasco.

Julieta Campos escribió sobre los logros que tuvo en su obra literaria, al relacionar al jaguar que históricamente ha sido representativo para las culturas tanto ch’ol como zoque, asociándolos con el despertar de un pueblo, promovió la identidad indígena.

Las actividades del LTCI iniciaron en julio de 1983 y dos meses después se escenificaron dos obras: una de la escritora Elena Poniatowska y otra de Federico García Lorca, además se pusieron en escena en los últimos meses de 1983 y principios de 1984, obras teatrales en más localidades de Tacotalpa, en otros municipios y con mucho éxito en la capital del estado la ciudad de Villahermosa.

Entre los logros internacionales de esta que fue definida como “compañía de teatro india”, los

pobladores de Oxolotán recuerdan con cariño la participación en agosto de 1986 en que se

presentó “Bodas de sangre” en Nueva York y “en octubre de 1987, cuando participaron en el festival internacional de teatro en Cádiz…” (Campos., 1996: 149). Julieta Campos lo describió así: “Muy cerca del solar granadino del poeta Fuentevaqueros, en un rectángulo perfecto enmarcado por un bosquecillo de chopos, 140 indios mexicanos ofrecieron la versión más espectacular e insólita que se hubiera contemplado en España de Bodas de sangre.” (Ibíd.,

1996:149)

El LTCI fue relevante y significativo para los pobladores de Oxolotán, al igual que de otras localidades indígenas tabasqueñas, la preocupación que tuvo el gobierno estatal por las condiciones de marginación y olvido de las comunidades indígenas durante los años 80, permitió que un porcentaje del presupuesto fuera destinado a programas educativos dirigidos a población indígena, este proyecto cultural fue concebido como un semillero educativo por Julieta Campos.

Aunque contó con poco presupuesto, el LTCI se adaptó a las condiciones de los pueblos en donde se ejecutó, como fue el caso de Oxolotán, donde se hacían las puestas en escena cerca del río, en las afueras del convento, se ensayaba en el salón ejidal, tuvo además un programa de estudios. A pesar del gran éxito obtenido en Oxolotán, al finalizar el periodo de González Pedrero, se canceló el apoyo estatal al laboratorio, no hubo un fideicomiso para seguirlo y aunque el proyecto siguió en otras entidades y fue copiado por muchas compañías teatrales que todavía lo ponen como referente, nunca volvió a ser tan exitoso como sucedió entre 1983 y

1989. Hubo otras vertientes del laboratorio que se llevaron la idea a Yucatán y a la ciudad de México, por ejemplo, en el portal digital en Yucatán, la referencia histórica y nostálgica del laboratorio, hace referencia a la experiencia en Oxolotán.

3. Irena Majchrzak, proyectos aplicados en comunidades indígenas

Buscamos, entonces, por lo menos para los niños de los albergues, una forma arquitectónica que propiciara otro tipo de relación humana. Llamamos “la palapa” al espacio que en los albergues ofrece al niño un lugar fresco de bienestar, de diversión, de descanso, de actividad social y cultural.

Irena Majchrzak, 2011: 123

Julieta Campos al frente del DIF y Enrique González Pedrero como gobernador durante su periodo de gobierno, tuvieron la posibilidad de apoyar un proyecto educativo que les pareció pertinente, por lo que invitaron a la socióloga polaca Irena Majchrzak para aplicar el método Montesori. En su momento resultó pionero el enfoque, pues fue aplicado a localidades yokot´anes y en gran medida antecedió a muchos programas bajo el modelo constructivista, que se generaron en la década de 1990 y 2000, e incluso antecede a todo el proyecto educativo intercultural en la actualidad.

Majchrzak fue invitada directamente por Julieta Campos para trabajar con comunidades indígenas a partir de la publicación de la obra “Cartas a Salomón” (1982), que la socióloga polaca publicó, ella había hecho trabajo de campo en comunidades indígenas en Sonora, Quintana Roo y otros estados, fue a partir del encuentro que tuvo con Julieta Campos, que se concentró en trabajar con comunidades chontales a invitación del DIF. Durante el tiempo que trabajó en Tabasco reflexionó a profundidad sobre su experiencia en las comunidades indígenas y fue crítica al indigenismo oficialista al que acusó de ser integracionista.

La aplicación del método Montessori en comunidades de Tabasco, ha sido ampliamente difundido a partir de los proyectos ejecutados en la comunidad yokot´an de Guaytalpa, además de los resultados obtenidos, el trabajo se concentró en tratar de proporcionar educación alternativa a la que se había proporcionado por décadas en este estado. Majchrzak pretendió que no fuera una educación memorística ni racionalista, propuso actividades lúdicas y relacionadas. Por primera vez en la educación rural en Tabasco hizo mención de una pedagogía que utilizaba las nociones de “aprender a aprender”, que son propias de la educación neoliberal de principios de siglo XXI.

Cabe destacar que Irena Majchrzak, ejecutó un ambicioso proyecto educativo denominado

“Proyecto Tabasco”, a partir de sus experiencias en localidades indígenas82, y que tuvo como centro de su acción el trabajo en los albergues que operaban en localidades chontales, choles y

82 El proyecto de albergues escolares indígenas que se implementó en los años 80, fue propuesto a partir de los trabajos de investigación y evaluación en comunidades indígenas: “pápagos, seris, yaquis, mayos, guarijíos, purépechas, mazatecos, chontales de Tabasco y mayas de Quintana Roo…” (Nahmad, 2011; 19)

zoques, el proyecto se denominó: “Alfabetización a partir del nombre propio”. (Majchrzak,

2011: 21).

En la obra “Cartas a Salomón” editada en 2011 por los gobiernos de Tabasco y Yucatán, con el anexo “Postdata desde Tabasco”, la socióloga Majchrzak, reflexionó sobre sus experiencias en la educación indígena, particularmente mostró la preocupación que tuvo que ver con la enseñanza de la cultura propia en las comunidades rurales, en su obra narra sus vivencias al frente de los albergues indígenas, resalta la importancia que tuvieron las “palapas Montessori”, y el impulso por preservar las lenguas maternas. Las reflexiones de Majchrzak muestran los dilemas del trabajo en comunidades empobrecidas por el modelo económico implementado por el gobierno federal, enunció las preocupaciones que tenía por las políticas educativas diseñadas a nivel nacional y que habían sido aplicadas en Tabasco, mostró además que las acciones emprendidas por la política educativa no habían tomado en cuenta las particularidades del clima tabasqueño, la humedad y los recursos naturales.

Los albergues en los que Majchrzak implementó durante varios años el método Montessori, estuvieron en: “…Guaytalpa, Guatacalca y Oxiacaque en el municipio de Nacajuca, Tamulté de las Sabanas en Centro, Ignacio Allende y Quintín Arauz en Centla, Monte Grande en Jonuta, Villa Benito Juárez en Macuspana, Puxcatán, XicoténcatI y Oxolotán, en Tacotalpa, e Ignacio Allende, en Tenosique”. (Majchrzak, 2011: 138).

Irena Majchrzak, insistió en que los albergues escolares en Tabasco no podían tener la misma estructura que los del resto del país, porque los niños de las comunidades rurales preferían dormir en el suelo que usar las literas para pernoctar, por lo tanto, la inversión en literas era inútil. Con Majchrzak en los albergues en Tabasco, la educación tuvo una nueva reflexión: insistió en la concepción de la diferencia, las palabras de Irena en la entrevista que le realiza Ramón Bolívar sobre sus años en Tabasco entre 1984 y 1988 y sobre la implementación del método Montessori en los niños indígenas, expresan lo siguiente:

Todos sabemos que los seres humanos somos diferentes, no obstante, en las escuelas se procede como si todos fuéramos iguales… intentamos convertir nuestras palapas en ambientes del tipo Montessori, allí se encuentran libros, diferentes materiales didácticos, para todas las

áreas, lenguaje, matemáticas, ciencias naturales y sociales. Con la ayuda de este material

pretendemos que el niño entienda los conceptos científicos que en la escuela se aprenden de memoria… para ello se ha creado en Guaytalpa un taller de producción de material didáctico, inspirándonos en el catálogo Montessori, elaboramos nuestro propio material usando elementos regionales como el petate, la cañita, el guano, las semillas” (Majchrzak, 2011: 126)

En los albergues y en los Centros Integradores que se establecieron en Tabasco en los años 80, se implementó un programa llamado “Palapas Montessori”, que consistió en espacios al aire libre, donde se colocaron palapas, readaptando al medio la estructura arquitectónica existente, esto con el fin de adecuar los espacios educativos al clima caluroso tabasqueño y a la naturaleza; en Oxolotán todavía se encuentran los restos de la palapa Montessori, que junto al antiguo albergue y a las oficinas del Centro integrador, fueron destruidos en la inundación del año 2007.

Durante la década de 1980 hubo intentos por crear materiales didácticos para niños en sus lenguas maternas, creando libros en lengua yokot´an, utilizaron materiales propios de las comunidades que permitieran a los niños indígenas experimentar y aprender a partir de lo lúdico y de actividades en sus comunidades, jugando en el campo y utilizando los recursos de la naturaleza. Desde la perspectiva de Julieta Campos el método Montessori resultó novedoso, aunque al final de su gestión al frente del DIF no hubo continuidad en la aplicación del método y muchos de los proyectos fueron desechados, se trataron de hacer esfuerzos por darles continuidad en las comunidades chontales, pero no tuvieron el mismo impacto, ya que se quedaron sin presupuesto.

Además del proyecto de palapas Montessori, otro programa educativo que fue diseñado para las localidades rurales y que tuvo como referente el programa nacional de promoción de lectura en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado quien fue presidente de México de 1982 a 1988, fue el de Bibliotecas campesinas. En Oxolotán se abrió una biblioteca en el Centro Integrador y un pequeño museo que tuvo como nombre Museo del jaguar Kan Une que fue destruido por la inundación del año 2007, actualmente la biblioteca antes campesina, y ahora comunitaria, funciona en un nuevo local. En otras localidades indígenas se construyeron bibliotecas y

también funcionó el programa de bibliotecas móviles.

CONCLUSIONES

El papel que han tenido las mujeres en la toma de decisiones, la participación política, liderazgo, creación, gestión, entre muchos rubros en los últimos años, ha sido relevante y de trascendencia en muchos sentidos. El siglo XXI está lleno de ejemplos, los hay de mujeres de diferentes grupos sociales, de diversos espacios y estilos étnicos, muchas de ellas anónimas que han tomado las riendas en sus comunidades y también desde el arte, la literatura, la ciencia, la academia, la política, la empresa, entre muchas cosas., sin embargo pocas veces se ha hecho una revisión sobre los trabajos de mujeres que se comprometieron con su trabajo en comunidades marginadas como es el caso de las del trabajo de Julieta Campos e Irena Majchrzak estado de en Tabasco.

El papel que tuvieron ambas mujeres, a través de sus principales acciones como se ha expuesto, valen la pena conocerse y discutirse ampliamente, ya que las actividades con enfoque comunitario llevadas a cabo principalmente en la década de 1980, son antecedentes de los proyectos culturales con enfoque comunitario, intercultural y de inclusión social que se aplicaron en el estado de Tabasco en los primeros años del siglo XXI y que tienen continuidad en el presente, en especial cuando se pensó en construir una Universidad con enfoque educativo intercultural, lo que sucedió en el año 2005, cuando se creó la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco en Oxolotán.

A pesar de las buenas intenciones de Irena Majchrzak y Julieta Campos, los proyectos culturales y educativos en Tabasco, no tuvieron continuidad en la década de los años 90, principalmente porque en ese tiempo, el estado pasó por procesos conflictivos, de movilizaciones sociales y de inestabilidad política, sin embargo, son de resaltar las reflexiones que se tuvieron sobre la educación aplicada a los indígenas y las acciones encabezadas por estas mujeres.

En la actualidad, Tabasco es uno de los estados en los que los proyectos de un nuevo tipo de indigenismo son prioritarios, a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y de la Universidad Intercultural del Estado

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de Tabasco. La participación de las mujeres es central, ya que gran parte de quienes son estudiantes son mujeres indígenas, además de que hay un alto porcentaje de profesoras, investigadoras y personal del área administrativa. En la actualidad es una mujer la que encabeza la rectoría en esta Universidad creada en el año 2005: la licenciada Adela Méndez Martínez.

En homenaje a Julieta Campos, esta casa de estudios cuenta con una moderna biblioteca que lleva su nombre, una parte de la colección de la obra de esta escritora fue donada por el ex gobernador de Tabasco Enrique González Pedrero, quien viajó a Oxolotán para entregar el acervo a la muerte en 2007 de su esposa. Decidió aportar con su obra literaria y con parte de su colección personal de libros, para la población ch’ ol y zoque que fueron esenciales en el pensamiento de Julieta.

Para las nuevas generaciones de estudiantes cuyo origen son comunidades indígenas de la Sierra de Tabasco y del norte del estado de Chiapas, es decir ch’oles, tzotziles, zoques y yokot´anes, tener el referente de Julieta Campos y de Irena Majchrzak es esencial. En los últimos años, grupos de estudiantes y profesores, han retomado el proyecto de Laboratorio de Teatro Campesino, existe un recuerdo de lo importante que fue en los años 80 este proyecto comunitario, por lo que siguen siendo ambas mujeres poetas y científicas, referentes que vale la pena tener siempre en cuenta para nuevos proyectos culturales, artísticos con enfoque

comunitario e intercultural.

Fotografías



oto 1. Biblioteca comunitaria “Julieta Campos” en la sede Oxolotán de la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco
Autor: Felipe Galán



Foto 2: Entrada y logo de la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco, en el poblado Oxolotán
autor: Felipe Galán

BIBLIOGRAFÍA

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Monografía Estatal, Consejo editorial del gobierno del Estado de Tabasco, Villahermosa, México

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Castellanos Coll y Manuel Cedeño (2009) “La educación y la cultura en el sexenio de Enrique González Pedrero” en Balcázar Antonio et all Posgarridismo y centralización, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, 27-53, Villahermosa, México.

Majchrzak Irena, (2011) Cartas a Salomón, reflexiones acerca de la educación indígena, SEP, CIESAS, DGEI, Gobierno del Estado de Yucatán, México.

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Romo López Rosa (2009) “Julieta Campos, la profundidad del mundo ante la lucidez y la crítica” en Balcázar Antonio et all Posgarridismo y centralización, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, 127-163, Villahermosa, México.

Notas

81 Doctor en Historia y Estudios regionales por la Universidad Veracruzana, actualmente investigador posdoctoral en el Colegio de la Frontera Sur en la unidad Villahermosa Tabasco en el Programa de “Estancias posdoctorales vinculadas al fortalecimiento al posgrado receptor 2018-2019”. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde enero de 2019. Correos: felipe.galan@mail.ecosur.mx y javiergalan74@hotmail.com
82 El proyecto de albergues escolares indígenas que se implementó en los años 80, fue propuesto a partir de los trabajos de investigación y evaluación en comunidades indígenas: “pápagos, seris, yaquis, mayos, guarijíos, purépechas, mazatecos, chontales de Tabasco y mayas de Quintana Roo…” (Nahmad, 2011; 19)


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