Resumen: La alerta por la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2 ha desatado una carrera contra el tiempo por búsqueda de un posible tratamiento. Varios fármacos antivirales empleados para controlar el desarrollo de la enfermedad, son derivados de moléculas obtenidas de plantas, sin embargo, su aislamiento puede resultar en la disminución o anulación del efecto. El uso de plantas ancestrales en países en vías de desarrollo, donde el acceso a un tratamiento farmacológico específico aún es limitado, las terapias naturales representan la primera línea de defensa frente al virus. En el presente estudio, se analizaron varias investigaciones respecto a la actividad in vitro de plantas sudamericanas con potencial actividad antiviral, clasificadas por países (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela). La familia Asteraceae presentó el mayor porcentaje de uso para el tratamiento de enfermedades respiratorias con un 18 %. Se concluye que la biodiversidad de plantas sudamericanas puede ser aprovechada, por lo que se sugiere realizar un estudio in vitro sobre el virus SARS-CoV-2.
Palabras clave: actividad antiviral, coronavirus, in vitro, plantas, SARS-CoV-2, Sudamérica.
Abstract: The alert for the pandemic caused by the SARS-CoV-2 coronavirus has unleashed a race against time in search of a possible treatment. Several antiviral drugs used to control the development of the disease are derived from molecules obtained from plants, however, their isolation can result in the reduction or cancellation of the effect. The use of ancestral plants in developing countries, where access to a specific pharmacological treatment is still limited, natural therapies represent the first line of defense against the virus. In the present study, several investigations regarding the in vitro activity of South American plants with potential antiviral activity were analyzed, classified by country (Argentina, Brazil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Peru, Uruguay and Venezuela). The Asteraceae family presented the highest percentage of use for the treatment of respiratory diseases with 18 %. It is concluded that the biodiversity of South American plants can be exploited, so it is suggested to carry out an in vitro study on the SARS-CoV-2 virus.
Keywords: antiviral activity, coronavirus, in vitro, plants, SARS-CoV-2, South America.
Artículos científicos
REVISIÓN DE LA ACTIVIDAD ANTIVIRAL IN VITRO DE PLANTAS SUDAMERICANAS A PROPÓSITO DEL CORONAVIRUS SARS-CoV-2
REVIEW OF IN VITRO ANTIVIRAL ACTIVITY OF SOUTH AMERICAN PLANTS ON PURPOSE OF SARS-CoV-2 CORONAVIRUS
Recepción: 16 Julio 2020
Aprobación: 23 Octubre 2020
La alerta por la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2 ha desatado una carrera contra el tiempo por búsqueda de un posible tratamiento. Varios fármacos antivirales empleados para controlar el desarrollo de la enfermedad, son derivados de moléculas obtenidas de plantas, sin embargo, su aislamiento puede resultar en la disminución o anulación del efecto. El uso de plantas ancestrales en países en vías de desarrollo, donde el acceso a un tratamiento farmacológico específico aún es limitado, las terapias naturales representan la primera línea de defensa frente al virus. En el presente estudio, se analizaron varias investigaciones respecto a la actividad in vitro de plantas sudamericanas con potencial actividad antiviral, clasificadas por países (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela). La familia Asteraceae presentó el mayor porcentaje de uso para el tratamiento de enfermedades respiratorias con un 18 %. Se concluye que la biodiversidad de plantas sudamericanas puede ser aprovechada, por lo que se sugiere realizar un estudio in vitro sobre el virus SARS-CoV-2.
The alert for the pandemic caused by the SARS-CoV-2 coronavirus has unleashed a race against time in search of a possible treatment. Several antiviral drugs used to control the development of the disease are derived from molecules obtained from plants, however, their isolation can result in the reduction or cancellation of the effect. The use of ancestral plants in developing countries, where access to a specific pharmacological treatment is still limited, natural therapies represent the first line of defense against the virus. In the present study, several investigations regarding the in vitro activity of South American plants with potential antiviral activity were analyzed, classified by country (Argentina, Brazil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Peru, Uruguay and Venezuela). The Asteraceae family presented the highest percentage of use for the treatment of respiratory diseases with 18 %. It is concluded that the biodiversity of South American plants can be exploited, so it is suggested to carry out an in vitro study on the SARS-CoV-2 virus.
Desde la existencia de la humanidad, los virus han sido responsables de varias enfermedades (Susan van et. al., 2010). La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que el virus de la gripe (influenza) cada año infecta de 25 a 50 millones de personas en todo el mundo (Mousa, 2017).
Los coronavirus (CoVs) pertenece a la familia Coronaviridae, han sido causantes de varias epidemias, tanto en animales como en seres humanos (Möstl, 1990). Se clasifican en las subfamilias: Coronavirinae y Torovirinae. Considerando las características serológicas y moleculares la subfamilia Coronavirinae, se clasifica en coronavirus: alfa, beta, delta y gama, mientras que la subfamilia Torovirinae en: torovirus y bafinivirus (Cho & Hoet, 2014; Kasmi et. al., 2019). Las estructuras del CoVs son esféricas y miden entre 120 y 220 nm de diámetro (Masters, 2006), sus glicoproteínas poseen una forma puntiaguda y recubren la estructura del virus, dando una apariencia de corona (Kasmi et. al., 2019). Estos virus contienen el genoma no segmentado de ARN viral positivo más grande conocido, va desde 23 a 33 kb de longitud, además son capaces de codificar proteínas pertenecientes a membranas que agregan virones: nucleoproteínas, membrana, envoltura y espiga (Cotten et. al., 2014). Los coronavirus humanos (HCoVs), se localizan principalmente en el tracto respiratorio y en su mayoría provocan afecciones graves (de Groot et. al., 2012). Estos virus poseen una similitud genética y filogenética con los coronavirus presentes en animales. Los murciélagos son portadores de varios coronavirus, incluyendo el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV) (Chan et. al., 2013). La evidencia genética y serológica determinó que, a finales del 2002, el virus del SARS-CoV pasó la barrera de especies a los seres humanos, por medio de los pagumas (Paguma larvata), mientras que el MERS-CoV a través de los camellos (Camelus sp.) hace aproximadamente 30 años (De Wit et. al., 2016). El brote del SARS-CoV en 2003 y del MERS-CoV en 2012, fue propagado entre humanos por trasmisión nosocomial (Petrosillo et. al., 2020). La OMS, consideró a estos virus como patógenos emergentes (Kasmi et. al., 2019). Un patógeno emergente es un agente infeccioso, cuyo rango geográfico incrementa después de su primer ataque, mientras que un patógeno reemergente, es aquel que se disemina geográficamente en una población conocida (Engering et. al., 2013).
A finales del año 2019, fue descubierto en Wuhan, provincia de Hubei (China), un nuevo CoV denominado SARS-CoV-2, mismo que se manifiesta como una neumonía atípica (Walls et. al., 2020). La relación con el SAR-CoV no solo radica en el nombre sino en su origen, los murciélagos como se mencionó anteriormente. Sin embargo, la trasmisión zoonótica no fue directa, ya que el SARS-CoV-2 utilizó un animal intermedio que aún es desconocido (Zhang et. al., 2020). La búsqueda del huésped intermedio es de gran importancia para el bloqueo de la trasmisión entre especies. Los pangolines malayos (Manis javanica) han sido objeto de estudio, debido a que en el último año presentaron afecciones pulmonares con un virus que tiene un rango de similitud del 80 a 89% con el virus SARS-CoV-2 (Huang et. al., 2020; Liu et. al., 2019). El virus SARS-CoV-2 tiene un tiempo de incubación de 2 a 14 días. Los síntomas pueden iniciar con una afección respiratoria leve, seguida de una neumonía grave y terminar con un shock séptico (Shen et. al., 2020). Su rango de letalidad va del 2 al 3 % en la población pediátrica (menos propensa), para el caso de la población adulta con enfermedades preexistentes, la letalidad es mucho mayor (Chen et al., 2020). Si bien su letalidad es menor que la del virus SARS-CoV con un 30 % y MERS-CoV con un 36 %, su velocidad de contagio de humano a humano es mucho más rápida (Bonilla-Aldana et al., 2020; De Wit et al., 2016; Calvo et al., 2020). La OMS a finales de enero de 2020, informó a nivel internacional la emergencia de salud pública en China por el brote de SARS-CoV-2 (WHO, 2020). El virus SARS-CoV-2, pasó de ser un problema local a una problemática mundial. No se dispone de un tratamiento específico que sea totalmente efectivo, ni de una vacuna preventiva que limite el contagio (Robson, 2020).
Las plantas son un tratamiento alternativo para las enfermedades que producen ciertos virus. Muchas de ellas poseen características antivirales, antibacterianas, anticancerígenas y antiinflamatorias (Chiru et. al., 2020). Por su capacidad virucida, han sido utilizadas para combatir varios virus de la familia Coronaviridae, como el virus SARS-CoV, la diarrea epidémica porcina (PEDV) y el coronavirus murino (MHV). Además, su eficacia se ha comprobado en otro tipo de virus como los de hepatitis (VHB), sida (VIH), herpes (VHS), entre otros (Kim et al., 2008; Cheng, Ng, Chiang, & Lin, 2006; Hao et al., 2012; Mohammadi Pour, Fakhri, Asgary, Farzaei, & Echeverría, 2019). Varios estudios han reportado que plantas usadas tradicionalmente, pueden ser útiles para aislar compuestos importantes, que se emplean en fármacos antivirales (Lee et. al., 2018). Uno de los fármacos usados para tratar el virus SARS-CoV-2, es Oseltamivir, un profármaco antiviral selectivo contra el virus de la influenza, obtenido a partir del ácido shikímico presente en el anís Illicium anisatum, o del ácido tánico que se encuentra en la corteza del eucalipto Eucalyptus globulus. La capacidad antiviral de las plantas depende de varios compuestos fitoquímicos: flavonoides, lignanos, cumarinas, alcaloides, poliinas, proteínas, péptidos, terpenoides, entre otros (Jassim & Naji, 2003). Su mecanismo de acción radica en limitar la formación de ARN viral, con lo cual se disminuye la replicación del virus (Chen & Du, 2020; Kim et. al., 2008; Yang et. al., 2020).
Las especies de las familias Asteraceae, Lamiaceae y Fabaceae presentan el mayor porcentaje de uso para el tratamiento de enfermedades respiratorias con un 16.50, 8,80 y 5,50 % respectivamente. Además, existen otras familias botánicas promisorias como son: Adoxaceae, Amaranthaceae, Anacardiaceae, Apiaceae, Betulaceae, Brassicaceae, Erythroxylaceae, Juglandaceae, Lauraceae, Myrtaceae, Plantaginaceae, Poaceae, entre otras. (Bussmann & Sharon, 2006).
Varias especies son empleadas en tratamientos de enfermedades respiratorias y como antivirales: Salvia L. (Ali-Shtayeh et. al., 2000), Alternanthera sp. (Biella et. al., 2008), Thymus L. (Jarić et. al., 2007), Apium graveolens L. (Atta & Alkofahi, 1998), Lavandula L. (Hajhashemi et. al., 2003), Juglans L. (Cruz-Vega et. al., 2008), Plantago L. y Eucalyptus sp. (Andrade-Cetto, 2009) (Rakover et. al., 2008), Raphanus L. (Ishtiaq et. al., 2007), Alnus sp. y Sambucus L. (Turner & Hebda, 1990), Perezia sp. (Enríquez et. al., 1980), Erythroxylum sp. (Weil, 1978), Myroxylon sp. (Linares & Bye, 1987), Clibadium L. (Pérez-García et. al., 2001), Cymbopogon sp. y Cinnamomum sp. (Girón et. al., 1991), Prosopis L. (Hebbar et. al., 2004), Schinus molle L. (Braga et. al., 2007), Acmella sp. (Holetz et. al., 2002), etc.
La región de América Latina y el Caribe cuenta con poco más de 2,000 millones de hectáreas de superficie terrestre, 15 % de la superficie terrestre del planeta y posee el mayor número de especies y ecorregiones del mundo.
En este estudio se presenta una revisión bibliográfica de la actividad antiviral in vitro de varias plantas sudamericanas agrupadas por países que pueden ser potencialmente ensayadas sobre el virus SARS-CoV-2.
En la Tabla 1, se muestra un resumen de los estudios revisados respecto a la actividad antiviral in vitro de las plantas sudamericanas agrupadas por países.
Los aceites esenciales obtenidos de las hojas, flores e incluso frutos de ocho plantas aromáticas de la provincia de San Luis, Argentina, se analizaron para determinar su actividad antiviral contra el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1), el virus Junín (JUNV) y el virus del dengue tipo 2 (DEN-2). Para determinar la capacidad antiviral se llevaron a cabo ensayos in vitro con células Vero. El aceite esencial de Aloysia gratissima (Verbenaceae) inactivó a VHS-1 con una concentración virucida máxima promedio (VC50) de 65 µg/mL. La inhibición más potente contra JUNV se observó con el aceite esencial de Lippia junelliana (Verbenaceae) y Lippia turbinata (Verbenaceae) con valores de VC50 entre 20 y 14 µg/mL, respectivamente. Finalmente, Artemisia douglasiana (Asteraceae) y Eupatorium patens (Asteraceae) tuvieron un efecto perceptible sobre DEN-2 con valores de VC50 de 60 y 150 µg/mL, respectivamente (García et al., 2003).
Por otro lado, los aceites esenciales de siete plantas aromáticas de las provincias de Córdoba, San Luis y San Juan, Argentina, se examinaron contra el virus VHS-1, DENV-2 y JUNV en células Vero. Los aceites mostraron un efecto variable según el tipo virus. El aceite esencial de Buddleja cordobensis (Buddlejaceae) destacó por su CC50 y VC50 de 157,2 µg/mL y 54,1 g/mL, respectivamente, contra VHS-1. El valor más elevado de acción antiviral contra JUNV se observó con el aceite esencial de Lippia turbinata (Verbenaceae), con un VC50 de 14 µg/mL y un CC50 de 313,5 µg/mL. Finalmente, el mayor valor de actividad antiviral contra DENV-2 fue de Pectis odorata (Asteraceae) con valores de VC50 y CC50 de 39,6 y 73,9 µg/mL, respectivamente (Duschatzky et. al., 2005).
En otro estudio utilizaron extractos acuosos de las hojas y tallos de Polygonum punctatum (Polygonaceae), Lithraea molleoides (Anacardiaceae), Sebastiania brasiliensis (Euphorbiaceae), Sebastiania klotzschiana (Euphorbiaceae), Myrcianthes cisplatensis (Myrtaceae), para detectar actividad antiviral contra el virus VHS-1, el virus sincitial respiratorio (VSR) y adenovirus serotipo 7 (ADV-7) en células Vero y HEp-2. Polygonum punctatum, Lithraea molleoides, Sebastiania brasiliensis y Sebastiania klotzschiana mostraron actividad antiherpética con una dosis efectiva máxima promedio (ED50) entre 39 y 169 µg/mL, entre ellas la especie con mayor actividad antiviral fue Sebastiania klotzschiana. Por otro lado, Polygonum punctatum, Lithraea molleoides y Myrcianthes cisplatensis mostraron actividad antiviral contra RSV, con un ED50 de 78 a 120 µg/ml, siendo Lithraea molleoides la que presentó la mayor actividad antiviral. Ninguno de los extractos tuvo actividad antiviral contra ADV-7 (Kott et. al., 1998).
En un estudio se analizaron los extractos acuosos y etanólicos de 60 especies de plantas medicinales bolivianas sobre VIH y su capacidad para proteger las células linfoblastoides T MT-2. El extracto con mayor actividad antiviral fue Boerhavia caribaea (Nyctaginaceae) con un IC50 de 100 μg/mL. Esta planta es conocida como hierba del arlomo y destaca por sus propiedades hepatoprotectoras, antiparasitarias, diuréticas, hipoglucémicas y analgésicas (Patil & Bhalsing, 2016). En los tallos verdes se encuentra boerhavina y ácidos boerhávicos (Abdel-Malek et. al., 1996).
En otra investigación, los extractos acuosos y etanólicos de siete especies de plantas utilizadas en la medicina tradicional boliviana, fueron probados por su actividad antiviral contra el virus VHS-1, virus de la estomatitis vesicular (VSV) y poliovirus tipo 1 utilizando células de HeLa (carcinoma epitelial cervical humano), Vero (riñón de mono verde africano) y BHK-21 (riñón de hámster bebé) (Abad et al., 1999). El extracto acuoso de Satureja boliviana (Lamiaceae) mostró actividad antiviral contra HSV-1 y VSV. Esta especie es conocida como muña y posee propiedades farmacológicas (antisépticas, antiespasmódicas, analgésicas y antiescabióticas) (Ryding, 1995). Su EC50 fue de 1-5 μg/mL, inhibió la replicación del poliovirus en un 100 %. Sin embargo, los extractos acuosos de la mayoría de las especies investigadas no mostraron actividad antiviral.
Se estudiaron los extractos hidrometanólicos preparados a partir de las hojas de 54 plantas medicinales utilizadas en la medicina popular de Brasil, contra el virus VHS-1 en células Vero. De esta lista Trixis praestans (Asteraceae) mostró la mayor actividad antiviral con una CC50 y EC50 de 1500 y 214-250 µg/mL, respectivamente (Simões et. al., 1999). Esta especie es conocida en Brasil como assa-pelxe-manso es usado tradicionalmente para tratar el dolor de ojos y para reducir el flujo menstrual. Varios sesquiterpenos se han aislado de varias especies de Trixis siendo los principales compuestos de esta planta (De Riscala et. al., 1988).
Otro estudio, investigó la actividad antiviral de seis plantas medicinales del bosque tropical atlántico brasileño contra el virus VHS-1 también en células Vero. Los extractos hidroetanólicos de Cuphea carthagenensis (Lythraceae) mostraron la mayor actividad antiviral con una CC50 de 180-375 ug/mL y una EC50 de 4-31 ug/mL. Esta especie conocida localmente como Sete-sangrias es usada por su actividad antihipertensiva, enfermedades cardiovasculares, fiebre, laxante, como diurética y diaforética (Andrighetti-Fröhner et. al., 2005). Estos efectos pueden deberse, al menos en parte, a la gran variedad de compuestos que posee, entre los que destacan la quercetina y sus derivados glicosilados (Barboza et. al., 2016).
La actividad antiviral de los extractos de las hojas y corteza del tallo de Tabernaemontana catharinensis (Apocynaceae), se probaron contra el virus VHS-1 en células HEp-2. La fracción del extracto acuoso de la corteza del tallo y todas las fracciones de las hojas, exhibieron valores de IC50 bajo 48,34 mg/mL (Boligon et. al., 2015). Esta especie se conoce popularmente como jazmín, lechera de dos hermanos (algodoncillo) y cobra en cascada (piel de serpiente), además, esta especie es conocida por los alcaloides indoles y varios triterpenoides pentacíclicos con aproximadamente 240 bases estructuralmente diferentes. En la medicina popular, se usa como antídoto para las mordeduras de serpientes, para aliviar el dolor de muelas, para eliminar las verrugas y como antiinflamatorio (Pereira et. al., 2008).
Polygonum spectabile (Polygonaceae) es una planta nativa de zonas pantanosas de América del Sur, principalmente en Brasil, Uruguay y Argentina, caracterizada por ser una especie con un alto contenido de chalconas (cetonas aromáticas) (Dzoyem et. al., 2012). En Brasil, se le llama popularmente erva-de-bicho, se utiliza para el tratamiento de la diarrea, úlceras, gingivitis, reumatismo, y afectos de la piel, entre otros. En un estudio, esta especie fue valorada sobre el virus VHS-1, cardiovirus (EMCV) y vaccinia virus (VACV) y DEN-2. La inhibición de la replicación viral se observó únicamente con el extracto etanólico, que demostró baja citotoxicidad para las células Vero y LLCMK2 con una CC50 > 500 g/mL. Su EC50 se encontró entre 21,9 de 34,2 µg/mL para los tres tipos de virus (Brandão et. al., 2010).
Los extractos etanólicos de 14 plantas recolectadas en Minas Gerais, se sometieron análisis contra el rotavirus. Entre las especies estudiadas, Eugenia dysenterica (Myrtaceae) conocida como cagaiteira o cagaita y usada tradicionalmente en el tratamiento de diarrea, diabetes, ictericia, infecciones de riñón y vejiga, y también para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, esta especie generó interés por su potencial actividad antiviral. Además, posee efectos citoprotectores, que están relacionados con las proantocianidinas (taninos condensados) presentes en las hojas (Fidelis-de-Oliveira et. al., 2020). Se evaluó la capacidad de los extractos para inhibir el efecto citopático (CPE) en las células de la línea celular de riñón de mono rhesus MA-104 tratadas. Los extractos no presentaron citotoxicidad a 50 μg/mL, a diferencia de 5000 μg/mL. Se obtuvo una concentración máxima no tóxica (MCNC) entre 50 a 500 μg/mL (Cecílio et. al., 2012).
Araucaria angustifolia (Araucariaceae), es una planta medicinal brasileña conocida como pinheiro-do-paraná o pinheiro-brasileiro. Es utilizada tradicionalmente para el tratamiento de diversas enfermedades, como piel seca, heridas, herpes zóster y enfermedades de transmisión sexual. Sus componentes mayoritarios son biflavonoides y taninos encontrados en hojas y cortezas (Peralta et. al., 2016). Con el extracto etanólico crudo obtenido de las hojas, se evaluó su citotoxicidad y la actividad viral contra HSV-1 en células Vero. Se obtuvieron los valores de CC50 de 150,57 µg/mL y de EC50 de 50,51 µg/mL correspondientes a las concentraciones más bajas de las demás fracciones (Freitas et. al., 2009).
Prunella vulgaris (Lamiaceae) es una planta colombiana conocida como brunela. En la medicina tradicional se utiliza para el tratamiento de enfermedades de las vías respiratorias. Está constituida por ácido betulínico, D-alcanfor, D-fenchona, entre otros compuestos (Böcher, 1967). Los extractos purificados de la planta fueron capaces de bloquear completamente la infección por VIH en la línea celular linfoide MT-4, y en células mononucleares con una citotoxicidad relativamente baja con una CC50 de 30 μg/mL (Yao et. al., 1992).
En un estudio efectuado en cuatro regiones de Colombia, se determinó la actividad antiviral y antimicrobiana en extractos metanólicos de 24 plantas medicinales para tratar infecciones de piel. La actividad antiviral se realizó mediante una inhibición total de los efectos citopáticos virales (CPE) frente una concentración no citotóxica del extracto. Los virus utilizados en los ensayos antivirales fueron el HSV-1 y el virus de poliovirus en monocapas de células Vero. Trece extractos mostraron actividad contra el HSV-1, mientras que ninguno fue efectivo contra el virus de la polio. El extracto con los mejores resultados contra el HSV-1 fue el de Byrsonima verbascifolia (Malpighiaceae) también conocida como nanci, presentó una EC50 de 2,5 μg/mL para inhibir el virus (Lopez et. al., 2001). Las propiedades nutraceúticas y medicinales de esta especie, se deben a la presencia de antioxidantes naturales, entre ellos, las catequinas (Trujillo & Lasso, 2017).
Tabernaemontana cymosa (Apocynaceae) es una planta que se encuentra en la región del caribe colombiano, se la conoce como jasmine crepé. Sus raíces se emplean para tratar la hipertensión, dolor de cabeza y sarnas. Se determinó la actividad antiviral de los extractos etanólicos derivados contra dos cepas de serotipo 2 del virus del dengue DENV-2/NG y DENV-2/16681 en células Vero y U937. Su CC50 fue mayor a 300 μg/mL (Hernández-Castro et. al., 2015). Se evidenció presencia de flavonoides como fitoconstituyentes más abundantes (Gómez-Estrada et. al., 2011).
A partir de los extractos en hexano, en acetato de etilo, en metanol y en agua de la especie Caryodendron orinocense (Euphorbiaceae), conocida como inchi, se evaluó su citotoxicidad y actividad antiviral contra los virus HSV tipo 2 y del herpes bovino tipo 1 (HVB-1) en la línea celular proveniente de riñón de hámster. El análisis fitoquímico reveló la presencia de aminoácidos, flavonoides, leucoantocianinas, compuestos fenólicos, taninos, triterpenoides y/o esteroides y quinonas. Como resultados, presentó la mayor reducción de la carga viral a 62,5 μg/mL HVB-1 y 125 μg/mL HSV-2 (Arboleda et. al., 2006). Esta especie, en la medicina tradicional, se utiliza como reconstituyente para el tratamiento de afecciones epidérmicas y como laxante (García et al., 2008).
En un estudio 36 especies de plantas nativas e introducidas de Chile, se examinaron para detectar actividad antiviral contra HSV-1 y HSV-2 y el VIH en células Vero. Los extractos etanólicos de Escallonia illinita (Saxifragaceae) y Cassia stipulacea (Caesalpiniaceae) exhibieron la mayor actividad antiviral frente a HSV‐1, con valores de IC50 de 40 μg/mL y 80 μg/mL, respectivamente. Muestras pertenecientes a Aristotelia chilensis (Elaeocarpaceae) (IC50 de 40 ug/mL), Drymis winteri (Winteraceae) (valores IC50 de 35 y 80 ug/mL), Elytropus chilensis (Apocynaceae) y Luma apiculata (Myrtaceae) con un valor IC50 de 100 ug/mL mostraron actividad contra HSV‐2. Ninguno de los extractos mostró actividad contra el VIH a concentraciones no tóxicas para las células (Pacheco et. al., 1993).
En otro estudio 24 especies de plantas y cuatro de algas fueron analizados para detectar actividad antiviral contra HSV-1. Seis de los extractos metanólicos inactivaron las partículas virales por interacción directa y 14 presentaron actividad antiviral cuando se incubaron con las células Vero. Los valores de actividad antiviral más interesante fueron obtenidos con Limonium brasiliense (Plumbaginaceae), Psidium guajava (Myrtaceae) y Phyllanthus niruri (Phyllanthaceae), que inhiben la replicación del virus con valores de EC50 de 185, 118 y 60 μg/mL, respectivamente (Faral-Tello et. al., 2012).
De Heliotropium filifolium (Boraginacea), se determinó la actividad antiviral sobre los virus VHS-1 y 2, junín, polio y RSV en células Vero y Hep-2. Los compuestos naturales de esta planta son filifolinol y su éster senecilato de filifolinilo y los semisintéticos son filifolinona y ácido filifolinoico (Modak et. al., 2010). Los resultados obtenidos de DC50 sobre todo los virus fue de 21,5-38 µg/mL, mientras que los valores de IC50 para VHS1, VHS-2, Junin, Polio, y RSV fueron de 16,2-20; 12,7-20; 11,7-22,6; 5-25 y 7,5-20 µg/mL, respectivamente (Torres et. al., 2002).
En un estudio realizado por Chiriboga (2010), se analizó la actividad antiviral en 50 plantas medicinales de Ecuador, seis de las cuales, presentaron una excelente actividad antiviral (mayor al 80 %) sobre HSV-1, a la máxima concentración no citotóxica (MCNC). La planta con mayor actividad fue Chrysophyllum amazonicum T. D. Penn. (Sapotaceae) especie conocida como caimito de monte, tuvo un porcentaje de inhibición del 99 % (Chiriboga, 2010). Esta especie contiene pouterin, proteína citotóxica similar a la lectina con actividad inductora de apoptosis en células tumorales (Morton, 1977).
Otro estudio se determinó la actividad antiviral del virus HSV-1, estomatitis vesicular (VSV) y el poliovirus tipo 1. La inhibición más importante se observó con un extracto acuoso de Baccharis trinervis (Asteraceae), conocida como chilca utilizada como desinflamante, inhibió la replicación de VHS-1 en un 100 % a 50-200 mg/mL, sin mostrar efectos citotóxicos.
Heisteria acuminata (Erythropalaceae) amarun kaspi utilizada como antidiarreica mostró resultados adecuados en el extracto etanólico contra los virus de HSV-1 y VSV, respectivamente. Los extractos acuosos de Tagetes pusilla (Asteraceae) anís de monte, utilizada para tratar los resfríos (100-250 mg/mL), Baccharis teindalensis (Asteraceae) puliz (50-125 mg/mL) y Eupatorium glutinosum (Asteraceae) matico, sus hojas se utilizan para tratar la sarna (50-125 mg/mL). También inhibieron la replicación de VSV, pero ninguno de los extractos probados tuvo efecto sobre la replicación del poliovirus tipo 1 (Abad et al., 1999).
Por otro lado, Arboleda et al. (2007), menciona que en general, los extractos de Caryodendron orinocense (Euphorbiaceae) maní del monte y Phyllanthus niruri (Leiothrichidae) chanca piedra, muestran citotoxicidad a concentraciones mayores de 250 μg/Ml. Además, contiene lupeol, principio activo triterpenoide utilizado en la medicina tradicional como antiinflamatorio.
El extracto de Caryodendron orinocense en acetato de etilo, registró el mayor factor de reducción viral para HSV-2 y HVB-1, el cual fue de 102 a una concentración de 125 μg/mL y de 104 a 62,5 μg/mL, respectivamente.
Croton lechleri (Euphorbiaceae) sangre de drago, utilizado como cicatrizante y desinflamante, contiene un oligómero de proantocianidina aislado del látex (SP-303), que ha mostrado una actividad virucida contra virus de ADN y ARN. También ha mostrado actividad inhibitoria significativa contra el HSV-1 y HSV-2. Las rutas de aplicación fueron vía tópica, con valores correspondientes al ED50 de 35,6 y 20,5 µg/mL para el HSV-1 y HSV-2, respectivamente (Ubillas et. al., 1994).
Extractos, fracciones y compuestos aislados de Kalanchoe pinnata (Crassulaceae) conocido como chukri yuyu, utilizada para tratar inflamaciones, tumores y forúnculos, han mostrado actividad contra varios virus como VHS-1 y VHS-2. El aislamiento de compuestos como KPB-100 y KPB-200 mostró valores de IC50 de 4,5-5,4 μg/mL (Cryer et. al., 2017). El efecto antiinflamatorio se debe a alfa y beta-amirina, un triterpeno pentacíclico.
Ilex paraguariensis (Aquifoliaceae), es un árbol perenne nativo de América del Sur y conocido como yerba mate, se encuentra en Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina. Esta especie ha reportado varios beneficios para la salud, incluyendo capacidad antioxidante y efectos estimulantes del SNC, así como su utilidad en el control del peso y la obesidad y, protección del sistema cardiovascular. Sus efectos antioxidantes se deben a la cantidad amplia de compuestos fenólicos que se pueden obtener de sus hojas (Bastos et. al., 2007). Se investigó el efecto antiviral del extracto crudo obtenido de las hojas y sus fracciones purificadas contra VHS 1 y 2 en células Vero y GMK AH1. Su EC50 y CC50 sobre VHS-1 fueron de 6,6 y 1245,7 µg/mL, respectivamente, mientras que para VHS-2 fueron de 7,1 y 1879,7 µg/mL (Lückemeyer et. al., 2012).
Cordia salicifolia (Boraginaceae) crece en los bosques tropicales de Argentina, Brasil y Paraguay, es conocida como bugre, colita, gomita o café do mato y se usa como diurético. Contiene cafeína, alantoína y ácido alantoico (Caparroz-Assef et. al., 2005). Un extracto parcialmente purificado (COL 1-6) mostró un efecto inhibitorio sobre el HSV-1 en células HeLa. Se obtuvo como resultados una CC50 de 222 µg/mL y EC50 de 0.85 µg/mL (Hayashi et. al., 1990).
Acanthospermum australe (Asteraceae), es un arbusto ampliamente distribuido en América del Sur, principalmente en Paraguay y conocido como carrapichinho. En medicina popular, su tallo y hojas se usan como tónico, diaforético, eupéptico, vermífugo, antidiarreico, antipalúdico, antigonorreico, febrífugo y antianémico. Todas estas propiedades se deben a la presencia de compuestos polifenólicos, principalmente flavonoides (Sánchez et. al., 2009). El extracto etanólico de las partes aéreas se evaluaron contra el virus del herpes bovino (VHBo-4) y el poliovirus en células Hep-2. Mostró una EC50 de 70 y 36 μg/mL para cada virus, respectivamente. No presentaron citotoxicidad en ningún caso (Rocha Martins et. al., 2011).
Solanum rantonnetii (Solanaceae) es conocida como solano de flor azul o dulcamara perenne. En la medicina tradicional, se ha demostrado que se usa como un tratamiento eficaz para la dermatitis seborreica, tos y bronquitis (Weese & Bohs, 2007). Esta especie contiene una gran cantidad de flavonoides, dentro de los cuales la quercetina destaca por su abundancia en distintas formas. Los extractos metanólicos de las hojas, flores y tallos de fueron evaluados para determinar la actividad antiviral que presenta contra el virus de la hepatitis C (VHC) en células Huh-7. Los resultados mostraron que tiene una actividad antiviral significativa, con un IC50 de 7 μg/mL y sin toxicidad aparente. Además, se demostró que el extracto inhibe la entrada del virus, sin efecto cuando se agrega después de la infección (Rashed et. al., 2014).
Se llevó a cabo un estudio etnofarmacológico con 15 comunidades quechua. Se analizaron 45 extractos metanólicos obtenidos de diferentes especies de plantas contra el virus de hepatitis C (VHC) en células Huh-7 y HepG2. El ensayo reveló una actividad interesante de 18 extractos con un IC50 de 25 μg/mL, con baja citotoxicidad para 15 de ellos. El análisis también mostró que al menos el 30 % del virus se inhibió a 25 μg/mL con el 60 % de los extractos de plantas, destacando la actividad antiviral de Socratea exorrhiza (Arecaceae) (Roumy et. al., 2020).
Lepidium meyenii (Brassicaceae) de los Andes del Perú, conocido como maca se lo utiliza tradicionalmente como alimento puesto, tiene un excelente valor nutricional debido a su alto contenido en carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales (Gonzales et. al., 2009). Esta especie presenta actividad antiviral contra los virus de la influenza A y B. El extracto metanólico mostró baja citotoxicidad e inhibió significativamente el efecto citopático inducido por virus, mientras que la carga viral se redujo mediante la inhibición en células MDCK infectadas. Los resultados reportados exhibieron un IC50 para el virus de la influenza A fue de 5,4 μg/mL mientras que la replicación del virus de la influenza B se inhibió con una IC50 de 7,69 μg/mL (del Valle Mendoza et. al., 2014).
Uncaria tomentosa (Rubiaceae), es una enredadera leñosa nativa de la selva amazónica y centroamericana que presenta actividades inmunomoduladoras, antiinflamatorias, citotóxicas y antioxidantes. El extracto hidroetanólico disminuyó significativamente la detección del virus DENV a una concentración de 10 μg/mL, mientras que la fracción alcaloide reveló una actividad más eficaz a 1 μg/mL (Reis et. al., 2008).
Se evaluó la actividad antiviral de las fracciones de la corteza, hojas y tallo de Scutia buxifolia (Rhamnaceae). Esta especie nativa de América del Sur, conocida como coronilha se encuentra en Brasil, Argentina y Uruguay, donde se usa popularmente como cardiotónico, antihipertensivo y diurético. Esta planta ha demostrado contener cuatro clases de compuestos biológicamente activos, compuestos fenólicos, flavonoides, alcaloides y triterpenos. (Boligon et. al., 2009). Se determinó su actividad antiviral contra el virus VHS-1 en células HEp-2. Las fracciones de la corteza del tallo y la fracción de las hojas exhibieron valores de CC50 de 91,03 a 171,08 µg/mL y una EC50 de 6,44 a 34,95 µg/mL, respectivamente (Boligon et. al., 2013).
A partir de los extractos acuosos de Cryptopleura ramosa (Delesseriaceae), se aisló un galactano sulfatado (SG) con bajo peso molecular (2800 g/mol aproximadamente). El compuesto fue un inhibidor selectivo de la replicación de HSV-1 y HSV-2 en células Vero, con una IC50 en el rango de 1,6 a 4,2 µg/mL y una CC50 de 476 µg/mL (Carlucci et. al., 1997).
Melia azedarach (Meliaceae) es una planta venezolana conocida popularmente como alelí. Las propiedades medicinales de la corteza de la raíz en infusión son purgante y emética. En su composición destaca el alcaloide margosina. Un compuesto purificado del fruto mostró un efecto antiviral sobre el VHS-1 en células Vero. Se obtuvo como resultado un IC50 de 1,46 μg/mL (Thompson, 2006).
Psidium guinense (Myrtaceae) conocida como guayabita sabanera, exhibe propiedades antivirales, antibacterianas, antifúngicas y antiinflamatorias (Mitra et. al., 2012). Los compuestos mayoritarios son dos flavonoides glicosilados isoméricos, guajavarina y avicularina, que son derivados de la quercetina y exhiben actividad antiviral (do Nascimento et. al., 2018). En un estudio, se evidenció su efecto contra el virus VHS-1 en células Vero. A partir de la purificación de un extracto bruto, se obtuvo un IC50 de 8,5 μg/mL, que se comparó con la quercetina con un IC50 53 μg/mL (Sabini et. al., 2016).
Existe una gran variedad de especies de plantas sudamericanas promisorias con actividad antiviral. En esta revisión se analizaron varios estudios in vitro de plantas sudamericanas de diez países, con un total de 32 familias. Las más representativas fueron Asteraceae con 18 %, Verbenaceae y Myrtaceae con 8 %, Euphorbiaceae y Apocynaceae con 6 %. La familia Asteraceae presentó el mayor porcentaje de uso para el tratamiento de enfermedades respiratorias, que pueden ser potencialmente ensayados sobre el virus SARS-CoV-2.