Textos para la Difusión
REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA ACCIÓN PEDAGÓGICA EN DOCENTES Y ESTUDIANTES DE LOS PROGRAMAS NACIONALES DE FORMACIÒN (PNF) DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÌA AGROINDUSTRIAL (IUTAI)
SOCIAL REPRESENTATIONS OF PEDAGOGICAL ACTION IN TEACHERS AND STUDENTS OF THE NATIONAL TRAINING PROGRAMS (NFP) OF THE UNIVERSITARY INSTITUTE OF AGROINDUSTRIAL TECHNOLOGY (UIAT)
REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA ACCIÓN PEDAGÓGICA EN DOCENTES Y ESTUDIANTES DE LOS PROGRAMAS NACIONALES DE FORMACIÒN (PNF) DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÌA AGROINDUSTRIAL (IUTAI)
Dialéctica. Revista de Investigación Educativa, núm. 2018-2, 2018
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Resumen: El estudio de las representaciones sociales es significativo en el campo educativo de educación superior por cuanto, reconstruir el contenido de las relaciones presentes que tienen lugar dentro del aula en docentes y estudiantes, permiten comprender no sólo los elementos que integran y mantienen las ideas y posturas acerca de una determinada situación u objeto, como las creencias y las ideologías, sino también acceder a las relaciones cognitivas y afectivas que establecen la orientación de las personas hacia algunos elementos del proceso educativo y no a otros. En este sentido, a través de un sondeo exploratorio de la situación que se vive dentro de las aulas de clase en el IUTAI, se evidenciaron una serie de causas y consecuencias que dan cuenta de la necesidad que existe de realizar el estudio propuesto sobre representaciones sociales. Este trabajo permitirá explicar algunos de los procesos educacionales que están teniendo lugar en la educación superior y generar de alguna manera una aproximación teórica que permita comprender las relaciones entre los contenidos de las representaciones sociales que tienen los docentes y los estudiantes y las representaciones sociales subyacentes en el diseño de los Programas Nacionales de Formación (PNF) para valorar las relaciones del proceso de enseñanza-aprendizaje y el desarrollo de la acción pedagógica en este nivel educativo, con la intencionalidad de abrir posibles vías en la proposición de nuevas alternativas de solución, que beneficien tanto a los actores (docentes y estudiantes) así como también al proceso educativo en general en este nivel.
Palabras clave: Representaciones Sociales, Educación Superior Técnica, Acción Pedagógica.
Abstract: The study of social representations is significant in Education higher education because, to reconstruct the contents of these relationships that take place within the classroom teachers and students, allow us to understand not only the elements that integrate and maintain the ideas and positions about a certain situation or object, such as beliefs and ideologies, but also access to cognitive and affective relationships established guiding people towards some elements of the educational process and not others. In this sense, through an exploratory survey of the situation that exists within the classroom in the UIAT, a series of causes and consequences realize the need that exists to carry out the proposed social representations study were evident. This work will explain some of the educational processes taking place in higher education and somehow generate an theoretical approximation for understanding the relationships between the content of social representations which teachers and students and the underlying social representations design of National Training Programs (NTP) to assess the relationship of the teaching-learning and the development of pedagogical action at this level, with the intention of opening possible ways in proposing new alternative solutions, that benefit both the actors (teachers and students) as well as the overall educational process at this level.
Keywords: Social Representations, Higher Technical Education, Pedagogical Action.
Introducción
Reconocer las representaciones sociales de la acción pedagógica de docentes y estudiantes de los Programas Nacionales de Formación (PNF) se puede constituir en un referente para diseñar estrategias que permitan aportar a los currículos, las prácticas, y demás procesos pedagógicos, de los diferentes programas que ofrece el Instituto Universitario de Tecnología Agroindustrial Región los Andes. En consecuencia, es preciso señalar que la realización de este estudio, propiciará la reflexión sobre la formación de un pensamiento y una cultura acorde con los cambios necesarios que requiere la universidad en la actualidad, además que le permita desde el punto de vista institucional una acción sobre la excelencia académica ya que, como institución de educación superior, la universidad procura la formación de un pensamiento y una cultura que contribuyan en la comprensión y resolución de problemas productivos y humanos de la realidad venezolana.
En este sentido, es claro que existe un amplio camino por recorrer, si se tiene en cuenta que para el estudio que se propone sobre las representaciones sociales en el campo de la acción pedagógica, se pretenden abordar dos puntos de vista, el primero consiste en la posibilidad de reconocer los valores, las actitudes y las ideas, vinculadas con la acción pedagógica propuesta en los PNF por parte de los diferentes actores, así como la forma de apropiarse, simbolizar y significar un escenario común como lo es la universidad, con diferentes capas de interacciones, dónde se presentan tensiones, convergencias, y problemáticas que se manifiestan y otras que se acentúan de acuerdo con las situaciones que se suscitan entre los docentes y los estudiantes en su interacción diaria en las aulas y con su pares; aportes que sin lugar a dudas pueden servir de soporte para ser tomados en cuenta en los procesos de formación y que ayuden en la generación de un pensamiento y cultura pedagógica que a futuro impactará los diferentes escenarios y comunidades educativas con la visión de generar un pensamiento propositivo, crítico y reflexivo, que aporte a la creación de realidades pedagógicas más significativas para los actores del proceso educativo. La segunda perspectiva, permitirá avanzar en el reconocimiento de un escenario de discusión, que sirva de base para favorecer la participación en la formulación de políticas y programas de educación, acordes con las realidades de la universidad, el entorno local y el país.
Las Representaciones Sociales y su conceptualización a lo largo de su trayectoria
La teoría de las representaciones sociales es uno de los tópicos que ha suscitado más polémicas en los últimos años en el área de la psicología social y se ha dedicado un valioso tiempo a su estudio. Por lo cual, se han incrementado las investigaciones sobre sus principios. La teoría de las representaciones sociales ha sufrido cambios en los últimos treinta años y ha ganado espacios importantes en el campo de las ciencias sociales debido a que incorpora elementos, tales como la cognición y el lenguaje, establecidos como dimensiones básicas de la cultura y la vida diaria. También permite analizar cómo un grupo social, interpreta, ve o da sentido a una parte de sus vivencias individuales y colectivas. Desde esta perspectiva, la teoría permite comprender y explicar el pensamiento de sentido común al poner de relieve su carácter social, ya que está asociada como una sociología de la vida cotidiana o una teoría de la cultura (Rodríguez, 2007). En este sentido, la orientación de las representaciones sociales enfatiza en la parte simbólica, ya que esta cumple un papel importante para construir la realidad social del colectivo, del sujeto, o el grupo.
El término de las Representaciones Sociales (RS) no tiene una sola conceptualización, ni un único origen, debido a que un gran número de autores se han ocupado del tema. Sus raíces las encontramos en Durkheim, denominándola representaciones colectivas, que se refiere a la prevalencia de los valores y creencias que tiene una sociedad y que estos se trasmiten de una generación a otra, lo que desde luego genera una determinada identificación entre los sujetos. En la opinión de Jodelet la representación hace alusión a la facultad que tiene un sujeto para atender los asuntos de los otros, también constituye la designación de fenómenos múltiples que se observan y estudian a variados niveles de complejidad, individuales y colectivo, sicológicos y sociales. (Jodelet, 1992).
Por su parte, López (1999), hace una distinción entre las dos “Según Durkheim, las representaciones colectivas, son parecidas a los mitos y a las representaciones religiosas, ya que son concebidas como formas de conciencia que la sociedad impone a los sujetos, las representaciones sociales son generadas por los sujetos sociales” (p.26); lo que indica que las primeras se transmiten y las segundas se forman o construyen. Esto permite entender que las RS, se construyen en los grupos que tienen identidad, afinidad, y desarrollan actividades similares.
Moscovisi desarrolló e impulsó la teoría de las representaciones sociales desde la psicología social, este autor señala que toda representación social está conformada de expresiones y figuras socializadas; conjuntamente, una representación social es una organización de lenguaje y de imágenes, porque simboliza y reduce situaciones y actos que se convierten en comunes. Confrontada en forma pasiva se percibe como el reflejo en la conciencia particular o colectiva de un objeto; un conjunto de ideas, exteriores a ella.
En su trabajo El Psicoanálisis, su Imagen y su Público, añade otros elementos a la concepción de las representaciones sociales, como el rol que tienen estas, que es dar forma a lo que se conoce del exterior, y es más una cuestión de individuos y de grupos que de objetos, de actos y situaciones, conformados por medio y en el transcurso de las interacciones sociales. Esta reproducción constituye un reentramado de las estructuras, un remodelado de los elementos, una genuina reconstrucción de lo dado en el ámbito de las nociones, valores, y las reglas con las que, en lo subsecuente, se solidariza. Por lo demás, lo externo nunca resulta, terminado ni unívoco, es decir, confiere mucha libertad de movimiento a la actividad intelectual que se esfuerza para captarlos.
Así, se usa el lenguaje para arrastrarlo y cercarlo en el flujo de sus asociaciones, invistiéndolo de sus metáforas y proyectándolo en su auténtico espacio, que es simbólico. Por eso, una representación enuncia, así como muestra; transmite; así como expresa. Después de todo, genera y propicia comportamientos, porque al mismo tiempo define la esencia de los estímulos que rodean y estimulan el significado de las respuestas que se dan. Es decir, las representaciones sociales son una modalidad particular del conocimiento, cuya función es la elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los individuos.
Por otro parte, los elementos que componen una representación social se manifiestan a partir de dos procesos: la objetivación y el anclaje. Moscovisi señala que estos procesos explican cómo lo social modifica un conocimiento en representación y cómo a su vez esta representación transforma lo social. La
objetivación revela cómo está compuesta la representación social, es decir, los elementos que caracterizan el objeto que ella aprehende, convirtiéndola en un nuevo pensamiento. El anclaje consiste en su enraizamiento en el espacio social para usarlo cotidianamente, es decir, en este se provee al objeto de raíces en la imagen y la representación (objetivada) del sujeto, con una proyección (del objeto de la representación) eminentemente social, manifiesta lo social con un sentido unificado dónde la utilidad que aporta tiene que ver tanto con el objeto como con el contexto dónde se produce. Así, que este proceso social testifica cómo se efectúa la elaboración de una representación social de acuerdo a los valores, las creencias y los conocimientos preexistentes, propios del grupo social de dónde ha salido el sujeto (Moscovisi, 1979).
Otro de los aspectos que es importante comprender es el planteado por Araya quien contribuye a la comprensión del concepto señalando que las RS entendidas desde una perspectiva psicológica, no son iguales que los conceptos de imagen, opinión o actitud. No obstante, que las RS constituyen sistemas cognitivos en los que es posible reconocer la presencia de, opiniones, creencias, estereotipos, valores y normas, el concepto de representación social no debe ser confundido con cualquiera de los anteriores mencionados, pues cuando se hace referencia a las RS se parte de que no hay una separación entre el universo exterior y el universo de los sujetos o de los grupos y de que en la base, el sujeto y el objeto no son heterogéneos en su campo común. El objeto está delimitado en un contexto móvil, activo puesto que en parte fue creado por la persona o la colectividad como extensión de su proceder y sólo existe para ellas en función de los medios y los métodos que permiten conocerlo. Los conceptos de opinión, actitud y de imagen no tienen en cuenta esas conexiones, ni la apertura que las acompaña en tanto consideran a los grupos en forma estática (Araya, 2002).
La representación cumple entonces, una función semejante, a la del signo, a la del símbolo, en la representación existe además de la reproducción una mayor parte de elaboración y de construcción, por lo que no es sólo una reproducción pasiva. (Jodelet, 1992). Por tal razón, las representaciones sociales varían en función de los momentos socio-históricos y las construcciones imaginarias en las diferentes sociedades. Refiere a una clase específica de conocimiento que desempeña un papel importante sobre cómo la gente piensa y organiza su vida cotidiana. En tanto se manifiestan a través de los significados, los símbolos y formas de interpretación que los humanos utilizan en el manejo de los objetos que constituyen su realidad inmediata. Pueden analizarse también a través de las percepciones que los actores sociales tienen de cuestiones socialmente significativas y se llega a ellas principalmente a través de las producciones discursivas de los sujetos. Es en los contenidos de las RS dónde se pueden encontrar la expresión de, opiniones, creencias valores y actitudes cuya esencia es regulada por las normas sociales de cada sociedad (Banchs, 1999).
De acuerdo con lo explicado por los autores, y retomando lo planteado por Araya se comprende entonces que la representación social es un proceso de construcción de la realidad y se tiene que entender esta afirmación en dos sentidos: Primero en el sentido de que las representaciones sociales son parte de la realidad social, contribuyen a conformarla y, como parte importante de la realidad, generan en ella una sucesión de efectos específicos. Segundo, en el sentido de que las representaciones sociales ayudan a construir el objeto del que son una representación. La representación social, elabora en parte su objeto,
por lo cual este objeto es, en una parte, realmente tal y como se muestra a través de su representación social. Si se toman en cuenta estos dos sentidos de las RS el estudio de las mismas puede ayudar a obtener un conocimiento más a fondo del objeto, así como la oportunidad de cambio en relación a su construcción.
Por último, cabe señalar la síntesis que realiza Araya (2002) sobre las RS, dónde sintetiza las condiciones que se deben tomar en cuenta en la construcción, producción y circulación de las RS. En resumen, las representaciones sociales son por:
Condiciones de producción en que surgen: (formas de comunicación, intercambio cara a cara, comunicación, habla). 2) requisitos de circulación de las RS: (intercambio de conocimientos y disposición de las personas en grupos que tienen algún nexo o algo en común y de los grupos sociales naturales en contextos sociales específicos. (Dentro de una estructura social). 3) funciones sociales: construcción social de la realidad en la interacción social, desarrollo de una identidad propia y social, búsqueda de sentidos o elaboración del conocimiento del sentido común (p.33).
De acuerdo con los planteamientos de los diferentes autores señalados, se vislumbra la importancia que reviste este tipo de procesos cognitivos en el ser humano y su comportamiento social, estudiar las representaciones sociales es importante porque estas ayudan a comprender cómo las personas actúan en su vida y cuál es el significado que le dan a su mundo cotidiano. Ese es el problema de la creación de su realidad social que proviene de una producción colectiva y personal, partiendo de la experiencia, para interpretar cuál es la orientación que le da a su universo de vida.
De ese modo, permite acercar todos los sentidos que orientan la vida y es un concepto puntual para entender la relación con la actividad y los procesos cognitivos de carácter social. Las representaciones sociales permiten apropiarse de un gran volumen de información, opiniones, actitudes, ritos, técnicas, costumbres, modas, imágenes, sentimientos, creencias, temores, entre tantas y diversas cosas que nos permiten vivir. En tal sentido, si se concibe a las RS desde una perspectiva social las mismas varían de acuerdo a los momentos socio-históricos y a las construcciones imaginarias en las diferentes sociedades. Por tanto, los estudios de las RS deben llevarse a cabo tomando en cuenta el contexto socio-histórico cultural en el que se analizan.
Considerando que las RS inciden en las acciones y las decisiones, permeando las prácticas que realizan los individuos, entendemos que los conocimientos de las mismas pueden constituirse en un mecanismo de utilidad al momento de diseñar e instrumentar los procesos, estrategias, herramientas y recursos de la acción pedagógica en el aula. Tal como señala Botero (2008):
El estudio de las representaciones sociales facilita el acercamiento al conocimiento de los elementos valorativos orientadores de la posición del sujeto (personas, grupos de personas) frente al objeto representado. Por tanto, estos elementos valorativos no solamente orientan la actitud del individuo frente al objeto representado, sino que
además definen su conducta hacia él, las representaciones sociales cumplen una función muy importante en la toma de posición frente a la realidad (p.25)
artiendo de ese supuesto, las representaciones sociales tienen mucha relevancia para el estudio de los problemas de la sociedad, ya sea que se usen como enfoque investigativo o como estrategia metodológica. Estas permiten también, interpretar el curso de los acontecimientos y las actuaciones sociales; expresan las relaciones que las personas mantienen con el mundo y con los otros. De acuerdo con esto, se puede diferenciar cuáles son los nodos centrales y los sistemas periféricos que elaboran las personas en torno a las diferentes realidades sociales.
Con base en lo anterior, se establece que las representaciones sociales se ponen de manifiesto en el lenguaje y en las prácticas, en atención a su función simbólica y de los marcos que aportan para codificar y categorizar el mundo de la vida y la aproximación a las representaciones sociales de la acción pedagógica en docentes y estudiantes. Esto se relaciona con lo que se aprecia en la enseñanza superior técnica en Venezuela, dónde se constituyen en un aparato heurístico que permite profundizar en el conocimiento de las concepciones y prácticas que conducen la experiencia de vida de este grupo social en particular.
Representaciones Sociales de la Acción Pedagógica de Docentes y Estudiantes en el Nivel de Educación Universitaria. Un Estudio Prioritario en el Marco de los Programas Nacionales de Formación (PNF).
Dado que la sociedad venezolana atraviesa por una crisis en todos los niveles, la educación es un tema que ha suscitado gran preocupación, y toma mayor relevancia porque ésta se encuentra en un proceso basado en políticas educativas que pretenden dar respuesta al nuevo modelo político social del país y en el cual se requiere un trabajo especial en relación a la calidad educativa que se ofrece como base del objetivo central que es el logro del desarrollo y la soberanía nacional, por ello, tal como lo señala Bonilla (2014):
Trabajar en la calidad de la educación requiere una visión concreta de la totalidad y las singularidades del fenómeno educativo y del hecho escolar; disposición y capacidad para aceptar las denominadas buenas prácticas pedagógicas y plantear su potenciación en un marco de compatibilidad y complementariedad; así como un marco conceptual preciso acerca de a dónde se quiere ir.(p.8)
Por tanto, cuando se piensa en mejorar la educación y se invierten recursos en ello, es importante tener claro el fin y más importante aún saber si todas las personas involucradas en la tarea tienen claro ese fin. En este caso es preciso comprender, si tanto docentes como estudiantes conocen en profundidad la orientación de los diseños curriculares en relación al perfil del egresado que se desea tener, sus habilidades y competencias, las necesidades de desarrollo del contexto social dónde se hallan y su forma de interpretar todos estos aspectos, por mencionar algunos de los más importantes a tomar en cuenta si se habla de mejoras en la educación.
in embargo, González (1999) señala que:” los aspectos anteriormente mencionados no han sido considerados en toda su magnitud por los estudios abocados al mejoramiento
educativo, privilegiándose investigaciones en torno a los elementos de contenido y a procedimientos educativos en relación al docente” (p.23)
En tal sentido, el ámbito de trabajo de los profesores es uno de los temas importantes en la investigación de la psicología educacional. Si bien, históricamente esta se ha centrado en los elementos que intervienen en el proceso de aprendizaje, dejando de lado lo relativo al contexto en el que se realiza, actualmente se ha incorporado el contexto educativo como elemento importante del proceso de aprendizaje. De este modo, tanto profesores como estudiantes poseen un papel muy importante en este proceso, pues son quienes dan, en gran medida, el impulso a la orientación de la labor educativa. Pese a ello, existe un vacío acerca de cómo ellos conciben y reflexionan sobre su labor. (Arancibia, Herrera y Strasser, 1997).
Es por ello que abordar la representación mental del docente y el estudiante sobre la acción pedagógica y cómo la caracterizan en la práctica es un intento para determinar cuál es la representación social actual de la educación que tienen cada uno de sus actores principales y de lo que implica el acto de enseñar y aprender para atender la manera en que las concepciones de sentido común se enraízan en sus pensamientos e inciden en la construcción del concepto de educación que se maneja en la sociedad venezolana y cuál es el modelo educativo que subyace en las construcciones mentales de cada uno de ellos.
Esto a nivel de educación superior resulta interesante ya que este aspecto es importante puesto que al existir un vacío sobre qué es lo que docentes y estudiantes conocen y manejan, podría incidir directamente en la efectividad de los cambios buscados en la educación, y al ser estos agentes fundamentales en la realización del trabajo educativo, no pueden quedar al margen de esta transformación, pues son los agentes que llevan a cabo, finalmente la acción pedagógica. Por esto, se considera relevante conocer sus nociones y pensamientos acerca de lo que es enseñar y aprender, ya que estos determinan en algún grado los comportamientos que realizan. En este sentido, Casado (2005) señala que “el campo educativo aparece como un área privilegiada heurísticamente útil, para ver cómo se construyen, evolucionan y transforman las representaciones en espacios fuertemente normatizados que implican diversidad de grupos sociales no siempre convergentes en sus demandas y objetivos”(p.37). Por su parte Esteve (2003) plantea que:
Cómo la mayoría de los seres humanos han tenido una experiencia escolar, en este siglo se hace ineludible apartarse de los modelos educativos vigentes aún en la sociedad contemporánea como: el modelo de la educación como molde, el de la educación como enseñanza, la educación como libre desarrollo, para poder ir trabajando hacia las ideas de la educación como iniciación. Planteándose así sin lugar a dudas repensar la función del docente haciéndose necesario el proyectar una política integral del país que apoye no sólo en discurso a la educación, sino en los hechos que permita construir posibilidades de revaloración de la imagen del docente, del proceso de enseñanza, de la participación activa del estudiante desde la particularidad de cada uno de los actores y de los espacios educativos. (p.16)
Tomando en consideración lo anterior, y en el marco de la investigación educativa en la sociedad venezolana se hace indispensable el estudio de las representaciones sociales como forma de interpretar y reinterpretar bajo una óptica más integral, fenómenos tales como las preconcepciones que traen al aula los estudiantes y docentes en cuanto a la acción pedagógica y sus procesos en el nivel de educación superior universitaria para reconocer los modos y procesos de constitución del pensamiento social, comprender la dinámica de las interacciones sociales y descifrar los determinantes de las prácticas sociales inherentes al proceso enseñanza aprendizaje, pues tal como lo señala Abric (1994) “la representación, el discurso y la práctica se generan mutuamente” (p.27)
Por otro lado, el estudio de las representaciones sociales permite aproximarse a la visión de mundo que los sujetos o grupos poseen pues este conocimiento del sentido común es el que la gente usa para actuar o tomar posición frente a los distintos objetos sociales, que en el caso de la investigación que se propone, es el proceso de enseñanza aprendizaje.
De lo anterior se desprende la importancia de conocer, descubrir y discutir el núcleo figurativo de una representación social (enseñanza aprendizaje) alrededor de la cual se articulan las creencias ideologizadas de docentes y estudiantes pues ello constituye un paso significativo para la modificación o consecución de una representación del proceso educativo y por tal razón de una práctica social.
Durante años, la acción pedagógica que docentes y estudiantes realizan dentro de las aulas ha sido foco de constantes controversias y críticas tanto desde el punto de vista de los modelos teóricos referidos al acto pedagógico, como desde las manifestaciones empíricas que dan cuenta de las características actuales de las prácticas y los resultados de aprendizaje que ellas producen. Actualmente, diferentes perspectivas de investigación han dirigido su atención al actor y sus acciones en los ambientes escolares, la comunicación y los diversos intercambios que se llevan a cabo dentro de la vida cotidiana escolar, así como también, en la identidad de los agentes educativos y las creencias y otras tipos de pensamiento dentro de los recintos educativos. En la mayor parte, de estas investigaciones se ha indagado sobre la interpretación de los significados que se hilan en los espacios particulares de los centros educativos de los distintos niveles escolares. Estas prácticas se producen de múltiples formas en los ambientes específicos porque estas conforman el conocimiento denominado sentido común.
De este modo, las representaciones sociales son una expresión del conocimiento de sentido común, las expresa un sujeto y aluden a algo o a alguien: un contenido, una metodología, un acontecimiento, una institución, un reglamento entre otros. Por su función en la elaboración de un sentido común, de la identidad social en su proceso de construcción, por las anticipaciones y las expectativas que ellas generan, en las representaciones está el fundamento o base de las prácticas sociales. Estas representaciones actúan como marcos de referencia en función de los cuales los sujetos y los grupos definen y comprenden objetivos y situaciones para la planificación de acciones y se comportan como organizadores del pensamiento y la acción, supeditando la relación y la comunicación de los sujetos entre sí con la tarea, permitiendo que la acción social sea congruente y lógica, e incidiendo en los procesos de cambio de estas relaciones (Ávila 2001; Jodelet 1992)
De este modo, el mundo social se surge desde una construcción simbólica a la que se puede tener acceso a través de las representaciones. Su análisis permite conocer la visión intersubjetiva y el comportamiento objetivo del grupo cultural al que pertenecen los sujetos que producen estas representaciones (Román, 2001, 40.) En este sentido, analizar las representaciones sociales de los docentes y estudiantes acerca de su trabajo, en la forma cómo ellos le otorgan significado a los objetos, acciones, relaciones, situaciones cotidianas entre otros aspectos propios de la acción pedagógica, induce a conocer el saber pedagógico que ellos producen en sus interacciones en el aula. De allí la importancia de su estudio en el caso particular de la institución donde se realiza la investigación titulada representaciones sociales de la acción pedagógica en docentes y estudiantes de los Programas Nacionales de Formación (PNF) del Instituto Universitario de Tecnología Agroindustrial Región los Andes.
Los Programas Nacionales de Formación (PNF) fueron creados a partir del 2009 con la Misión Alma Mater y cuya finalidad fue impulsar la transformación de la educación universitaria en el país, los cuales tienen tres ejes fundamentales: la formación sociopolítica; la formación académica y los proyectos endógenos comunitarios de formación con vinculación social.
De acuerdo a la importancia ideológica, académica y de vinculación social, de los PNF, para el desarrollo del país, y bajo esta perspectiva, se requiere de un educador con pensamiento transformador de la sociedad; que crea en la construcción de los saberes y en la investigación, que haga pensar, que le dé la importancia humanista al contexto social a transformar, que afiance los valores culturales, que sea también , participativo y que convenza e induzca a los estudiantes para que sean los protagonistas de dichos programas de formación.
En este sentido, cada institución universitaria de manera incluyente, bajo lineamientos precisos construye una programación pedagógica crítica y didáctica para la formación bajo esta nueva visión educativa, dónde se incluyen las técnicas de: aprender a desaprender; aprender a aprender; aprender- haciendo y otras procesos que ayuden a la nueva visión formativa incluyendo en estos programas a los obreros; estudiantes; administrativos; comunidades y los intercambio con universidades e instituciones del estado locales, regionales, nacionales e internacionales.
En cuanto a los aspectos evaluativos cobran vital importancia dentro de estos programas ya que los procesos de enseñanza aprendizaje propuestos en ellos son dinámicos, fomentan un clima de reflexión, crítica constructiva sobre el proceso y por ende mejoramiento del mismo a través de los llamados Programas Especiales de Recuperación (PER). La evaluación en los Programas Nacionales de Formación comprende de este modo, la participación activa de los sujetos del proceso, las comunidades, así como la valoración de los procesos de diseño curricular. las prácticas educativas, los aprendizajes y experiencias, la interacción entre los participantes, la disponibilidad y uso de materiales de formación e instalaciones educativas, la articulación entre las funciones de creación intelectual, formación integral y vinculación social con los espacios territoriales, los impactos sobre la comunidad inmediata y la correspondencia con las necesidades socio productivas de cada región.
No obstante, en relación con lo planteado en los Programas Nacionales de Formación (PNF) se observa a través de la experiencia de la investigadora y corroborando por medio de un sondeo exploratorio a través de una entrevista aplicada a seis docentes y seis estudiante de los diferentes PNF que en las prácticas pedagógicas que realizan los profesores y estudiantes se presenta la mezcla entre rasgos propios de un tipo de práctica “impulsiva” y “repetitiva” de parte de los docentes y una actitud de “desmotivación” y “desvinculación” en el proceso formativo por parte de los estudiantes en relación opuesta a lo propuesto en los planes y programas de las carreras que el instituto ofrece.
De una parte, lo propio de una práctica “impulsiva” es el predominio de reacciones impulsivas frente a estímulos internos y externos al sujeto; acciones cuya estructura responde a una dinámica interna del sujeto y no a las características de la situación pedagógica; acciones no planificadas ni estructuradas; disociadas de prácticas de investigación y reflexión. Por otro lado, lo esencial de una práctica “repetitiva” dice tener relación con la recurrencia a un repertorio de esquemas de acción que ya posee el actor; y a acciones fuertemente estructuradas y planificadas; asociadas con investigación sólo a través de la aplicación de productos de investigaciones realizadas, y que asocia, ocasionalmente, a prácticas de reflexión que tienen como objetivo únicamente acciones concretas y sus efectos inmediatos. En cuanto a la actitud de desmotivación y desvinculación del estudiante en el acto pedagógico son aspectos de vital significación que vale la pena analizar en profundidad ya que en este tipo de prácticas la acción pedagógica se encuentra encerrada en el circuito de la acción y se fortalece por el uso habitual de estrategias adquiridas, probadas y validadas en la mayoría de las ocasiones por el mismo actor o por algún par, es la misma receta que se repite una y otra vez.
En relación a las causas de las debilidades en los esquemas académicos y de formación institucionales, señalaron los entrevistados, que la práctica académica se centra solo en el desarrollo de actividades administrativas de desarrollo de contenidos y de aprobación de los estudiantes obviando cómo se ha desarrollado el proceso, qué competencias ha desarrollado el estudiante en el área específica en la que se solicita aprobación y la valoración profesional del docente como administrador de la unidad curricular.
De igual modo, en referencia a la deficiente aplicabilidad de la normativa académica vigente en cuanto al reglamento de evaluación, régimen de Programa Especial de Recuperación (PER), la causa parece radicar en que los docentes prefieren aprobar al estudiante para no aplicar estos programas, aun sabiendo que no desarrolló las competencias necesarias, debido a múltiples causas a las que se enfrenta en la realización de los mismos y a la diversidad de interpretaciones que se tienen de dichas Pruebas Especiales de Recuperación. En consecuencia, es posible señalar que debido a la forma cómo se aborda el proceso educativo propuesto en los PNF, de acuerdo a las representaciones mentales que de este se hacen tanto estudiantes como docentes esto podría incidir de manera directa en la forma de concebir dicho proceso, así como también incide directamente en cuanto al logro de las competencias formativas en cada área, el futuro desempeño profesional y la calidad educativa que ofrece la institución.
Por tanto, el estudio de las representaciones sociales es significativo desde la perspectiva de los actores y los efectos de la acción pedagógica que realizan así como también comprender el discurso sobre los planes y programas institucionales representa un soporte material de múltiples significaciones muy útil y de suma importancia en el ámbito universitario, ya que, por un lado, reconstruir el contenido de las relaciones presentes que tienen lugar dentro del aula en docentes y estudiantes, permite comprender también, no sólo los elementos que integran y mantienen las ideas y posturas acerca de una determinada situación u objeto, como las creencias y las ideologías, sino también acceder a las relaciones cognitivas y afectivas que establecen la orientación de las personas hacia algunos elementos del proceso educativo y no a otros de la acción pedagógica para determinar el ciudadano y la sociedad que se quiere formar y conocer la realidad que la envuelve. Y por otro, en cuanto al análisis y contrastación de la representación que los sujetos tienen sobre los planes y Programas Nacionales de Formación (PNF), se parte del hecho, de lo que dicen y piensan los sujetos, es resultado de una sucesión de cuestionamientos y experiencias vividas a nivel institucional y social. Esta interpelación de los sujetos integrados a los diversos aparatos especializados de la sociedad, y en este caso el educativo, se objetiviza fundamentalmente mediante discursos y representaciones derivados de las diversas instancias de los aparatos y de la sociedad.
En este caso, el discurso sobre los planes y programas institucionales representan un soporte material de múltiples significaciones previas y actuales, que en parte lo componen, esto significa que su análisis no se reduce a los efectos de significación que provoca la forma en que los sujetos lo reciben, sino que habría que tomar en cuenta las condiciones sociales en que es producido, circula y es recibido. El discurso de los planes y programas institucionales PNF, en tanto que producto significante, no hace referencia a un discurso en específico, sino a todo el discurso generado en relación a este objeto social. En este sentido, es necesario aclarar que, en el estudio de las representaciones sociales sobre los planes y PNF, no sólo es posible hallar las huellas del discurso predominante, sino que, en algunas oportunidades, están presentes indicios de otros discursos distintos y hasta contradictorios.
Es interesante señalar, que en el discurso que se maneja en los planes y programas institucionales es posible advertir un proceso en el que se puede observar tres momentos: producción, circulación y consumo. Conocer el momento de la producción del discurso que se maneja en ellos, significa conocer las condiciones sociales que le dieron lugar a la coyuntura económica, política y social del país, el proyecto educativo predominante, los planteamientos en el ámbito de la planeación de la educación superior y particularmente sobre la universidad, la coyuntura universitaria, entre otras. Por otra parte, la creación y puesta en marcha de una infraestructura nacional para la operatividad del discurso de los PNF, las instancias de reconocimiento y de legitimación, forma parte de las condiciones sociales que han permitido la circulación y socialización del discurso que se maneja en ellos.
El instante de la recepción, más allá de ser la circunstancia dónde se ubican los efectos del discurso, está supeditado por distintos elementos tales como la situación institucional, la confluencia de proyectos universitarios, el discurso de la planeación institucional reconocida, la relación recíproca de fuerzas en el interior de la institución, los grupos de presión, el grupo en el poder, entre otros. Las maneras en que se hace evidente la recepción de un discurso no son las mismas siempre ya que las condiciones sociales de
recepción son variadas y, por tanto, no se ciñen al conocimiento aislado de las representaciones de los individuos implicados.
En el caso del presente estudio, también se considera indispensable tomar en consideración otras formas de manifestaciones en las que se ha recibido el discurso tales como: los conjuntos discursivos producidos por las autoridades responsables de la planeación en cada universidad, los sectores representativos de la comunidad universitaria entorno a la planeación, entre otros.
Estas otras formas de manifestación suministran, por un lado, elementos de contenido de una determinada forma de recibir el discurso y, por otro, criterios de análisis para la valoración e interpretación sobre la representación que los sujetos elaboran en torno a la planeación universitaria. Todas las formas posibles de manifestación de la recepción integran, a su vez, parte de las condiciones materiales de producción de nuevos discursos no siempre homogéneos, ya que son el resultado, en la mayoría de los casos, de un campo contradictorio de discursos previos que corresponden al conjunto de circunstancias discursivas cambiantes y a condiciones sociales de producción diversa.
En este sentido, finalmente se puede decir que se hace necesario señalar la importancia que reviste este estudio propuesto para indagar más sobre estos procesos, para propiciar que tanto la acción pedagógica, el saber y los planes y Programas Nacionales de Formación (PNF) estén relacionados entre sí con las áreas disciplinarias específicas, de manera que todo ello destaque en el discurso y la acción de los docentes, las expectativas y la actitud de los estudiantes así como también la misión y la visión institucional, pues no basta con la sola presencia de una tensión entre el saber pedagógico y los contenidos disciplinarios para la enseñanza, sino que a través de la investigación se aporten teorías relevantes, y prácticas para el aula que permitan reflexionar y enfrentar los tiempos difíciles por los que se atraviesa tanto a nivel mundial como nacional.
REFERENCIAS
Abric, J. (1994) Metodología de Recolección de las Representaciones Sociales. Traducción al español de José Dacosta y Fátima Flórez (2001) Practicas Sociales y Representaciones Sociales. Ediciones Coyoacán: México.
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