Resumen: La obra dirigida por Paula Bruno y Sven Schuster, tiene la intención de contribuir al estudio de las Exposiciones Universales. Las mismas son presentadas como eventos internacionales desde donde se plasmaban diversas formas de representar y exhibir el mundo. El trabajo enfatiza en la participación de América Latina en base a la implicación de países, actores, representaciones y discursos que circularon acerca de la región en las Exposiciones Universales. Su objetivo es buscar transferencias, conexiones e interrelaciones de identidades nacionales en distintos procesos y escenarios internacionales reflejados en las Exposiciones Universales como objetos de estudios multiformes e interdisciplinarios.
Estudios y reseñas bibliográficas
Paula Bruno y Sven Schuster (directores), Mapamundis culturales. América Latina y las Exposiciones Universales, 1867-1939 (Rosario: Prohistoria, 2023), 312 pp.
Bruno Paula, Schuster Sven. Mapamundis culturales. América Latina y las Exposiciones Universales, 1867-1939. 2023. Rosario. Prohistoria. 312pp. |
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La obra dirigida por Paula Bruno y Sven Schuster, tiene la intención de contribuir al estudio de las Exposiciones Universales. Las mismas son presentadas como eventos internacionales desde donde se plasmaban diversas formas de representar y exhibir el mundo. El trabajo enfatiza en la participación de América Latina en base a la implicación de países, actores, representaciones y discursos que circularon acerca de la región en las Exposiciones Universales. Su objetivo es buscar transferencias, conexiones e interrelaciones de identidades nacionales en distintos procesos y escenarios internacionales reflejados en las Exposiciones Universales como objetos de estudios multiformes e interdisciplinarios.
La labor cuenta de una introducción, nueve capítulos y un epílogo que, en un conjunto de 312 páginas, abordan distintos aspectos de la participación latinoamericana en las Exposiciones Internacionales desde diversos puntos de análisis. Los capítulos se presentan organizados lógica y ordenadamente según diversas temáticas y áreas de estudio.
El primer capítulo titulado “Las Exposiciones Internacionales y la participación iberoamericana en el largo siglo XIX. Un panorama historiográfico”, escrito por Elizabeth Boone, realiza una presentación de los principales estudios precursores de las distintas Exposiciones Universales, haciendo énfasis en las exposiciones de París (1889) y Chicago (1893). En él, presenta los trabajos de gran cantidad de autores que han estudiado la participación de España, Portugal y países latinoamericanos en las Exposiciones Universales en el siglo XIX.
En el segundo capítulo, “América Latina en las Exposiciones Universales. Un análisis comparativo de los pabellones nacionales”, Sven Schuster analiza las diferencias y similitudes estructurales y artísticas de los pabellones de países latinoamericanos en las exposiciones que se desarrollaron entre los años 1867 y 1939. El autor promueve un estudio comparativo que apunta a distinguir las representaciones, influencias estéticas y estilísticas, préstamos y contactos interculturales en un ámbito de globalización e isomorfismo cultural en dichas exposiciones.
En tercer lugar, el autor Juan David Murillo Sandoval presenta “Repúblicas de libros. Bibliotecas, periódicos y folletos latinoamericanos en las Exposiciones Universales europeas y norteamericanas, 1867, 1906.” En este trabajo, el autor analiza la utilización y el lugar de relevancia que ocupó la cultura impresa de producciones informativas e industria tipográfica de países latinoamericanos en las Exposiciones Universales: folletos, mapas, libros, editoriales, diccionarios, cartillas, fotografías, entre otros.
Asimismo, María José Jarrín, en el capítulo cuatro “Diálogos franco-ecuatorianos en las Exposiciones Parisinas 1878-1900. Materialidades, imágenes y raza.” El apartado examina de qué manera se desenvolvió la exposición de productos, colecciones y pabellones ecuatorianos que definieron discursos nacionalistas, estándares iconográficos y clasificaciones materiales y culturales en diálogos transnacionales entre Francia y Ecuador en las exposiciones aludidas.
En el capítulo cinco, “La Exposición de Chicago de 1893 como “mundo abreviado.” Observaciones de figuras de la vida letrada hispanohablante”, escrito por Paula Bruno, se destaca la investigación en las experiencias y pensamientos geo-culturales y geopolíticos en figuras intelectuales hispanófonos que visitaron la misma y legaron sus testimonios de dicha exposición. Al final del capítulo, la autora presenta una semblanza biográfica donde especifica la trayectoria y formación de cada sujeto.
Por otro lado, el sexto capítulo fue escrito por Alejandra Uslenghi y se titula “La Exposición Universal de París de 1900. Itinerarios cosmopolitas de escritores modernistas latinoamericanos.” El apartado se centra en el discurso modernizante de intelectuales hispanoamericanos que le adjudicaron a la ciudad de París el título de “capital” de la civilización. Presenta los deseos de aspiración de filiación y noción de pertenencia utópica, espiritual y cultural de principios modernos y universales de dichos escritores expatriados en París.
La autora Georgina G. Gluzman redacta el séptimo capítulo titulado “La Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 y la participación de la República Argentina. Imágenes, ideas y mujeres en acción.” En ella, realiza un análisis de los discursos visuales de los anfitriones de la exposición y la exhibición de la República Argentina: actores culturales, relaciones con prédicas nacionalistas de la época, particularidades textuales y visuales. Por último, desde una perspectiva de género, se observa la participación y rol femenino en las exhibiciones argentinas en la exposición.
En el capítulo ocho, titulado “México y Chile en las Exposiciones Universales de París (1937) y Nueva York (1939). Revolución, Frente Popular y modernidad.”, la autora Sylvia Dummer Scheel presenta un abordaje comparativo de la dimensión política de la participación de México y Chile en sus pabellones en las exposiciones de París y Nueva York. En el apartado se estudia el uso que ambas naciones le dieron a las exposiciones al plasmar el rol que atribuían al Estado y a cada gobierno en su desarrollo socioeconómico, determinando las características de las exhibiciones por el trasfondo ideológico de identidad, cultura y arte popular.
Finalmente, el último capítulo se titula “Geopolíticas en mundos encapsulados. La configuración espacial y los órdenes mundiales en las Exposiciones de Chicago (1893), París (1900) y Nueva York (1939).” La autora Carla Lois relata acerca de la estructuración espacial de las exposiciones referidas y las nociones geopolíticas en las Exposiciones Universales que generan una secuela de “imaginación geográfica” que perdura en los visitantes. Allí analiza los modos en los que se crean sentidos de sitios, paisajes, movimientos en el espacio en relación con sujetos y objetos.
En conclusión, el libro ofrece al lector enfoques que plasman la relevancia de aspectos que conformaron el desarrollo y estructura de las Exposiciones Universales de fines de siglo XIX y principios del siglo XX. Esta gran obra es una recopilación de trabajos realizados por especialistas en distintas áreas que, desde perspectivas diversas, logran realizar un gran aporte a la temática de estudio desde contribuciones historiográficas, históricas e interdisciplinarias. Por último, cabe destacar que a lo largo de la obra se pueden encontrar gran cantidad de citados a bibliografía y fuentes utilizadas que articulan el desarrollo de investigaciones de los autores, así como también imágenes que ilustran visualmente la diversidad cultural, material, y arquitectónica de las exposiciones a las que se hace referencia.