Nota Bibliográfica
Sandrin Luciano. Teología Pastoral. Lo vio y no pasó de largo. 2015. Madrid. Editorial Sal Terrae. 245 pp.pp.. 9788429324174 |
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En esta obra Luciano Sandrín, sacerdote camilo y profesor italiano de teología pastoral, inicia su reflexión sobre la teología pastoral desde el texto bíblico de la parábola del Buen Samaritano, con el cual presenta el programa de Jesús y de todo cristiano: ver dónde se necesita amor, y actuar en consecuencia. El autor presenta su obra motivado e inspirado por la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (EG), y también desde su propio carisma camiliano que es la atención a los enfermos y frágiles, es decir, desde la práctica de la misericordia. Y acompaña su reflexión con una imagen que atraviesa todo el libro: el camino.
En los primeros cuatro capítulos de la obra el autor desarrolla los siguientes temas: ante todo, manifiesta la necesidad del anuncio del Evangelio desde la alegría que emana del mismo; luego, despliega cómo debemos comunicar esa Buena Noticia en el hoy de nuestra realidad, ya que no se puede hacer teología pastoral si no es dentro del contexto histórico concreto; además, para sintetizar la visión sobre la transmisión de la Buena Noticia, presenta la historia de la teología pastoral como disciplina; y explica la operatividad de la misma en sus cuatro formas que son kerygma, leitourgía, diakonía y koinonía.
Una vez presentado y desarrollado el marco teórico de la teología pastoral, a partir del capítulo quinto concentra su enfoque en el marco práctico de la pastoral en torno al destinatario, el ser humano. Se observa que el desarrollo de los temas está respaldado por una amplia experiencia pastoral del autor. Y con su aporte profundiza en las distintas dimensiones fundamentales de la persona humana de manera concreta e integral. Es así que aborda el tema teológico de la sanación y salvación que trae Cristo; y la Iglesia “samaritana”, en tanto Cuerpo Místico de Cristo, continua su obra salvífica.
En esta misma línea, Sandrín reconoce una crisis de la esperanza en nuestro mundo actual, por eso ofrece su reflexión sobre la esperanza activa respondiendo al deseo más profundo del ser humano de vivir eternamente. En forma concreta, esa respuesta la manifiesta desarrollando la importancia del cuidado de la vida en todas sus dimensiones. Además, destaca la gran importancia del perdón y reconciliación que necesita permanentemente el ser humano por su condición de pecador. Sobre este tema, el autor (licenciado en psicología) aporta su conocimiento interdisciplinar, aunque esta riqueza se vislumbra a lo largo de toda su obra.
En el décimo capítulo, el último, Sandrín presenta el alma de la teología pastoral que es la caridad. Aquí enfatiza desde la compasión que se concreta a través de las obras de misericordia. Y en su conclusión, en calidad de camilo y psicólogo, advierte sobre la importancia de cuidarnos a nosotros mismos de tal manera que primero podamos hacernos prójimo de nosotros para luego, convertirnos en prójimo de los demás.
Reconozco que el autor ofrece una visión global y sintética, y sin el objetivo de desarrollar todos los temas en profundidad. Por lo tanto, deja cuestiones abiertas como, por ejemplo: conexiones dogmáticas y bíblicas e implicaciones actuales como las redes digitales, espacio importante donde la teología pastoral debe profundizar su reflexión. Cabe señalar que el autor sostiene la propuesta de una Iglesia en salida como misión paradigmática. El tema es transversal desde el primer capítulo que se denomina “Una Iglesia que sale”.
Esta obra de Luciano Sandrín es recomendable para aquellos lectores que necesiten un aporte sintético sobre una visión global de la teología pastoral inspirada en EG, y sobre cómo la pastoral puede acompañar en forma concreta al ser humano en su integralidad aquí y ahora.