Reseñas

Villegas, Irlanda; Dietz, Gunther; Figueroa Saavedra, Miguel (Coords.). (2019). La traducción lingüística y cultural en los procesos educativos: hacia un vocabulario interdisciplinar. Universidad Veracruzana.

Lorena Rivera Rosas
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, México

Nuevas Poligrafías. Revista de Teoría Literaria y Literatura Comparada

Universidad Nacional Autónoma de México, México

ISSN-e: 2954-4076

Periodicidad: Semestral

núm. 6, 2022

evista.poligrafias@filos.unam.mx

Villegas Irlanda, Dietz Gunther, Figueroa Saavedra Miguel. La traducción lingüística y cultural en los procesos educativos: hacia un vocabulario interdisciplinar. 2019. Universidad Veracruzana


DOI: https://doi.org/10.22201/ffyl.nuevaspoligrafias.2022.6.1753

En la sociedad multicultural en la que vivimos, es común vernos involucradas en alguna forma de traducción. En un sentido amplio de la palabra, la traducción interviene en tal variedad de situaciones en la vida cotidiana que es posible entenderla no sólo como un fenómeno lingüístico sino también como uno sociocultural, indispensable para la comunicación diaria. Por lo tanto, no es de extrañarse que traducción sea una palabra que suele aparecer en discusiones en torno a ideas y propuestas teóricas relacionadas con procesos de comunicación intercultural. La práctica y la reflexión teórica sobre la traducción se han convertido en herramientas centrales para el análisis crítico de diferentes fenómenos a tal grado que los estudios sobre la traducción, como disciplina independiente, se han caracterizado por atravesar y alimentarse de diversas perspectivas como la lingüística, la literaria, la histórica, por mencionar sólo algunas. Los estudios sobre la traducción son un espacio interdisciplinario que se nutre de todos aquellos ámbitos que estudian las relaciones y transformaciones socioculturales y textuales que ocurren a partir de cualquier tipo de intercambio. La presencia recurrente de la traducción en la creación de conocimiento en numerosas áreas ha dado lugar a diversos intentos por crear cierto orden y llegar a un consenso sobre las maneras precisas para nombrar los procesos culturales en los que interviene como eje de análisis.

En este contexto, La traducción lingüística y cultural en los procesos educativos: hacia un vocabulario interdisciplinar surge a partir del diálogo interdisciplinario que ha dejado entrever la necesidad académica de crear un vocabulario común para nombrar y reflexionar de manera crítica sobre los fenómenos, nociones y efectos centrales en las prácticas educativas relacionadas con la traducción y la mediación intercultural. De acuerdo con Irlanda Villegas, Gunther Dietz y Miguel Figueroa Saavedra, coordinadores del proyecto, este compendio de dieciséis entradas parte de una noción de la traducción entendida como “un procedimiento cognitivo básico que subyace a todos los sistemas lingüísticos y culturales y que consiste en la capacidad creativa de generar homologías interlingües e interculturales de inteligibilidad mutua” (8). Esta concepción amplia sobre qué es la traducción, heredada del giro cultural y de propuestas más recientes dentro de los estudios sobre la traducción, permite que los dieciséis conceptos que se exploran a modo de fichas conceptuales abarquen discursos pertenecientes a distintas áreas de conocimiento como el diseño gráfico, la literatura, los estudios de género, la sociología y la didáctica, entre otras, y que refieran a procesos de intercambio no sólo a partir de sistemas lingüísticos, sino también a partir de sistemas no verbales. El elemento unificador de los conceptos es su relevancia en el quehacer educativo, pues su elección se hizo a partir de la importancia que dichos conceptos tienen en los diferentes espacios y en la práctica educativa de las y los autores, pertenecientes a distintas universidades de México.

Cada una de las entradas se divide en apartados en los que se explora y problematiza la historia del concepto, sus diferentes acepciones o tipologías, a la vez que se aterriza en prácticas y usos específicos durante los procesos de enseñanza-aprendizaje, por lo que cada sección resulta no sólo significativa por sí misma, sino que en conjunto son un ejercicio sugerente para el desarrollo y la enseñanza de la traducción en México. Aunque cada uno de los capítulos puede leerse de forma independiente, el libro también sugiere rutas de lectura en las que se puede apreciar cómo los conceptos crean y surgen a partir de un entramado de relaciones de todo tipo (sociales, políticas, culturales, lingüísticas, entre otras), con lo que también proporcionan un comentario sobre cómo circula la traducción como categoría de análisis.

Así, por ejemplo, en la entrada “Ciudad en traducción”, Claudia Lucotti y María Antonieta Rosas Rodríguez abordan este concepto, acuñado por Sherry Simon (2006), en el que se considera la práctica traductora dentro de contextos urbanos, sociales e históricos en los que toman lugar diferentes procesos de la construcción de la identidad. Desde esta perspectiva, la traducción puede ser repensada no sólo como una serie de relaciones intertextuales, sino también como una red compleja de significados (y situaciones) multifactoriales que da cuenta del intercambio entre lenguas que ocurre día a día en contextos marcados, de manera notoria, por la multiculturalidad y el plurilingüismo. Esta entrada nos remite al concepto de “Competencia intercultural” de Ghunter Dietz, quien esboza y problematiza las competencias interculturales como un saber-hacer que permite que la práctica traductora ocurra a partir de relaciones menos asimétricas al enfrentarse con la gran diversidad cultural del país. Además de entrecruzarse en diversos momentos con lo discutido en la entrada mencionada con anterioridad, “Competencia intercultural” a su vez nos sugiere leer “Traducción transcultural”, escrita por Lilia Irlanda Villegas Salas.

Si bien la definición tan amplia de qué es traducción puede desdibujar por momentos a qué se refiere la palabra, en todas las entradas hay un énfasis en la traducción como mediación y gestión de diferentes tipos de saberes, identidades, políticas y acciones específicas, así como en la centralidad de la traducción y sus procesos para el desarrollo de la capacidad crítica para leer y entender el mundo que nos rodea. Esto es porque traducir y pensar en traducción implican desmontar las maneras en las que se crean significados para observar el funcionamiento de mecanismos de conceptualización identitaria, como lo son el género y la raza, los cuales intervienen en la creación de lo que conocemos como “realidad social”. En “Género y relaciones interculturales”, Verónica Moreno Uribe y Elia María del Carmen Méndez García mencionan que los alcances de la traducción en este sentido son tan amplios que incluso nos permiten buscar maneras de desarticular las diferentes opresiones que nos atraviesan; es decir, para las autoras, la traducción es un campo de acción. Estas ideas se complejizan aún más al seguir la ruta de lectura sugerida por esta entrada: “Traducción, feminismo y género”, “Traducción transcultural”, “Competencia intercultural” y “Transculturación”, de Julia Constantino Reyes, Lilia Irlanda Villegas, Gunther Dietz y Fabiola Itzel Cabrera García, respectivamente. De esta forma, las diferentes rutas de lectura permiten a quien lee entablar un diálogo más complejo con los conceptos que se presentan, y demuestran así el alcance del proyecto. Además de las conexiones propias que se puedan crear al navegar por las entradas, quien se acerque a este texto tiene también la posibilidad de seguir explorando cada tema, pues cada entrada termina con una amplia sección de sugerencias bibliográficas.

La traducción lingüística y cultural en los procesos educativos: hacia un vocabulario interdisciplinar presenta una perspectiva de la traducción con una doble pertinencia dentro del área en nuestro país. Por un lado, da cuenta del desarrollo complejo de los estudios sobre la traducción en los procesos educativos dentro de diferentes espacios académicos mexicanos al explorar conceptos que por sí mismos revelan cuáles han sido y continúan siendo las preocupaciones y ejes de discusión centrales. Por el otro, expone un esfuerzo por dar sentido a metodologías, prácticas, conceptos y terminología que han surgido en otras latitudes y que aplican de manera muy específica a otros contextos, por lo cual utilizarlos para hablar de traducción en el contexto propio es un ejercicio constante de reflexión crítica. Este vocabulario funciona, entonces, como una invitación a seguir contribuyendo desde nuestras coordenadas.

Referencia bibliográfica

Simon, Sherry. (2006). Translating Montreal. Episodes in the Life of a Divided City. McGill-Queens University Press.

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