Reseñas

Atravesar la Pandemia, Ensayos a cuatro manos de José Guadalupe Gandarilla Salgado y María Haydeé García Bravo

Teresa Ordorika Sacristán
Universidad Nacional Autónoma de México, México

Saberes. Revista de historia de las ciencias y las humanidades

Historiadores de las Ciencias y las Humanidades, A.C., México

ISSN-e: 2448-9166

Periodicidad: Semestral

vol. 6, núm. 13, 2023

contacto@saberesrevista.org

Gandarilla Salgado José Guadalupe, García Bravo María Haydeé. Atravesar la Pandemia, Ensayos a cuatro manos. 2021. Ciudad Universitaria, Ciudad de México, México. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, UNAM. 114pp.. 9786073044202

Recepción: 05 Junio 2023

Aprobación: 20 Junio 2023



Atravesar la Pandemia, Ensayos a cuatro manos de José Guadalupe Gandarilla Salgado y María Haydeé García Bravo

El libro Atravesar la Pandemia, Ensayos a cuatro manos de José Guadalupe Gandarilla Salgado y María Haydeé García Bravo es el resultado de un esfuerzo compartido, en el que buscan dar sentido a la pandemia y la cuarentena en el momento mismo de la crisis, es decir en el momento mismo de la confusión. Se trata de un fenómeno que compartimos todes pero no de la misma forma, y de la que todes tenemos una opinión y una experiencia pero que al mismo tiempo nos rebasa. A lo largo de cinco capítulos, les autores ensayan explicaciones de un tiempo cargado de ignorancia, tanto porque cuando lo escribieron desconocíamos casi todo sobre el patógeno al que nos enfrentábamos, como por la infodemia, es decir, por el exceso de opiniones y noticias expuestas por todo tipo de expertos reales y autoproclamados que aparecían a una rapidez solo posible en el ciberespacio y que se propagaron con la misma velocidad que el virus.

Se escribió en el contexto de un miedo a la enfermedad y la muerte que ha sido parte de la historia larga de la humanidad, pero que desde mediados del siglo pasado habíamos olvidado dado el éxito de la ciencia y los avances médicos. Éxito constatable siempre y cuando no pertenezcamos a les más desfavorecidos sea por clase (expresado en la incapacidad de acceder a los servicios de salud y a los medicamentos), sea por la pertenencia a grupos marginados y estigmatizados (los drogadictos o homosexuales a los que se les dejó morir de SIDA), sea porque no nacemos en geografías, como el continente africano cuyas epidemias quedan lo suficientemente lejos como para no plantear un peligro al norte global.

En el caso de la COVID19, no hubo salida para nadie, la crisis sanitaria que aquí nos ocupa rompió todas esas barreras, y si bien presentó diferencias en un principio no reconocidas entre sectores más o menos desfavorecidos, sus riesgos se distribuyeron de manera más uniforme.

La nueva normalidad impuso una realidad brutal, marco para la reflexión plasmada en el libro y que con muy buen tino plantea más preguntas que repuestas emulando el propio contexto en el que este se escribe. Se trata de un testimonio que da cuenta de un esfuerzo por entender un momento incomprensible haciendo uso de los insumos teóricos y metodológicos anteriores, pero sin aplicarlos de manera automática y acrítica. Lo leemos ahora, en y desde “la más nueva normalidad”, en la cual la promesa de una vacuna es ya una realidad que ha cambiado el panorama, reduciendo dramáticamente los porcentajes de contagio y muerte que causaron tanto temor y tristeza hace apenas dos años. Pero el mundo en el que vivimos sigue tocado por esta experiencia, los problemas generados por el largo COVID, por los rezagos generados en la educación a todos los niveles, por los estragos en lo laboral, por la recesión económica que no ceja, entre otras cosas, y ello nos obliga a pensar en lo que pasó, lo que sigue pasando y lo que pasará.

En ese sentido, las preguntas y reflexiones que nos plantean Gandarilla Salgado y García Bravo se mantienen completamente vigentes. Recuperando las nociones de capitaloceno, y “los procesos de la modernidad como historia ambiental” de Moore dan cuenta de cómo un modelo de producción y consumo sin límites exige una relación brutal con la naturaleza que nos empuja cada día más a un “colapso ecológico”.

Ya existen muchos trabajos que intentan explicar la emergencia del COVID como resultado del neoliberalismo, pero en una gran cantidad de estos el capitalismo es ofrecido como un mantra, un cajón de sastre de todos los problemas que hoy nos acontecen que no requiere mayor explicación. Al contrario, en este texto, se plantean y analizan los procesos y mecanismos mediante los cuáles opera este sistema económico político, aterrizando en las posibles – y plausibles- formas en que es responsable no solo de la emergencia del virus en virtud de una relación de total y absoluto expolio de la naturaleza que no deja lugar ni especie intocada, sino también de las afectaciones que este tuvo para diferentes sectores.

Gandarilla Salgado comienza con una interesante lectura crítica que devela el orientalismo que hizo de Wuhan y de algo tan contingente y exótico como sus sopas, el origen del patógeno. Da cuenta no solo del racismo implícito en esta explicación sino de la invisibilización de todo el entramado que derriba las fronteras entre los ecosistemas y entre las especies permitiendo la mutación y el salto de los virus en nombre de la producción interminable de mercancías, situación que podría haberse dado en cualquier otro contexto. Con ello, nos conmina a seguirnos preguntado sobre cómo los procesos de explotación irrestricta e irresponsable de la naturaleza pueden haber estado involucrados en la emergencia al SARS COV 2. Es una reflexión en torno a la relación que el capitalismo crea entre seres humanos y naturaleza, falsamente representada a un mismo tiempo como recurso interminable del cual podemos extraer riquezas ilimitadas, pero también como externa a lo humano, por lo que las crisis que ahí se desarrollen no nos afectan.

Frente a esto, y desde una lectura marxista en la que la naturaleza no es nunca naturaleza en sí, sino un ámbito que es intervenido y que interviene la cultura y, donde la praxis transformadora afecta la totalidad. Destaca, a manera de ejemplo fundamental, las formas de producir alimento, basadas en una crianza intensiva, cruel de todo tipo de animales, que llenos de antibióticos y otros medicamentos, son hoy la fuente de nuestra alimentación. De particular interés me resulta la mención que hace de la reflexión de Raj Patel y Jason W. Moore sobre el “nugget de pollo” “como la mercancía netamente expresiva de la etapa industrial moderna”, indudablemente una de las intervenciones histórica y culturalmente más violentas que se le pueden hacer a un pobre animal. Hace tiempo que pienso en la perversidad de la cajita feliz de MacDonalds, filosofía de la promesa de que recibirás un extra sorpresa para tu colección de juguetes de ínfima calidad. Y aquí no pretendo ninguna superioridad moral, amo la comida chatarra y siendo ya estudiante de licenciatura compre todos los huevos kínder necesarios para completar mi colección de muñequitos de Asterix.

Tenemos, como nos advierte este texto, un papel y una responsabilidad en el proceso de destrucción del mundo natural. Como nos muestra García Bravo a través del análisis de tramas comunes entre la película Parásitos y la pandemia, el capitalismo nos involucra todes, a pesar de las diferencias en cuanto al acaparamiento de beneficios o sufrimiento de la explotación, así como a las posibilidades de consumo. Este nos dota de diferentes olores, pero no necesariamente nos hermana con quienes compartimos la misma situación.

Durante la pandemia y la cuarentena los animales retornaron a espacios de los que habían sido expulsados hace ya tiempo y todes pensamos que podíamos ser mejores personas; en ese momento, el capitalismo se ralentizó, pero como nos recuerdan les autores, lo hizo a costa de los más vulnerables, los que no tenían los medios para quedarse en casa y se vieron aún más precarizados. Con ello nos advierten que la salida, si es que la hay, no puede darse a partir planteamientos simplistas y requerirá, retomando a Haraway, tal como lo hace García Bravo, de una gran capacidad de imaginar una relación con la naturaleza muy diferente.

En los diferentes capítulos se deja abierta la posibilidad de que el reconocimiento de los límites en los que nos hemos colocado y de la inminente crisis ecológica den lugar a la emergencia de prácticas de defensa de nuestra especie, de las otras especies y de los ambientes que nos producen y en los cuales habitamos. Pero dejan claro que esto requiere de entrada la superación de un pensamiento dicotómico sobre el cual se establecen las lógicas de dominación y extracción. Un comienzo de solución requiere, entre muchas otras cosas, de “No separar más las naturalezas, las culturas y lo político”.

Debemos leer este libro como testimonio de lo que nos pasó y apenas comenzamos a procesar, pero también a la luz de lo que sucede actualmente: los incendios masivos en EEUU y Australia entre otros países, el verano más caluroso de los últimos ocho años vividos en varias partes del mundo y el invierno terriblemente frío que se prevé; de la recesión económica agudizada por la guerra entre Rusia y Ucrania, de la reunión de la COP27 en Egipto donde António Guterres declaro que el mundo está “en la carretera al infierno climática”, y donde las acciones de los países ricos ha levantado serias críticas de los más pobres, el aumento de Estados y gobiernos de derecha pero también la caída de los mismos, como es el caso de Brasil, o el muy posible incremento de casos de COVID durante meses venideros. Ello nos irá mostrando los esfuerzos del neoliberalismo para salvarse a sí mismo, así como luchas en su contra con miras a superar esta pesadilla. En este camino, Atravesar la pandemia nos proporciona claves fundamentales para ir avanzando en la reflexión.

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