ARTÍCULOS LIBRES
AICLE: METODOLOGÍAS ACTIVAS PARA EL ÉXITO DE LA INCLUSIÓN EDUCATIVA
CLIL: Active methodologies for the success of inclusive education
Cuadernos de Literatura. Revista de Estudios Lingüísticos y Literarios
Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
ISSN: 0326-5102
ISSN-e: 2684-0499
Periodicidad: Semestral
núm. 22, e2212, 2023
Recepción: 06/11/23
Aprobación: 22/12/23
Resumen: Ante la rápida expansión del enfoque AICLE en toda Europa y el desarrollo de políticas educativas que promueven el plurilingüismo y la educación inclusiva y de calidad, los docentes nos encontramos con la necesidad de afrontar los retos que nos plantea la enseñanza bilingüe. El enfoque AICLE ha demostrado tener muchos beneficios, pero a su vez plantea desafíos que nos invitan a reflexionar acerca de nuestras prácticas docentes. Según estudios recientes, una de las mayores dificultades es diseñar entornos de aprendizaje donde contenidos y lengua extranjera se adquieran atendiendo a la diversidad del aula. Para hacer frente a esta realidad, se proponen la implementación de metodologías activas junto al uso de estrategias de andamiaje que contribuyan a la construcción de conocimiento de contenido y lengua como medidas de inclusión educativa.
Palabras clave: enseñanza bilingüe, enfoque AICLE, metodologías activas, estrategias de andamiaje, planificación.
Abstract: With the rapid expansion of the CLIL approach across Europe and the development of educational policies that promote plurilingualism and inclusive, quality education, teachers are faced with the need to address the challenges of bilingual teaching. The CLIL approach has proven to have many benefits, but at the same time, it involves challenges that invite us to reflect on our teaching practices. According to recent studies, one of the greatest difficulties is to design learning environments where content and the foreign language are learned while considering the diversity of the classroom. To deal with this reality, the implementation of active methodologies and the use of scaffolding strategies that contribute to the construction of content and language knowledge are proposed as measures of educational inclusion.
Keywords: bilingual education, CLIL approach, active methodologies, scaffolding strategies, planification.
1. Programas AICLE para el aprendizaje de lenguas en Europa
La adquisición de la lengua inglesa en programas de enseñanza bilingüe viene siendo tema de estudio en sistemas educativos de todo el mundo. Algunas administraciones educativas han implementado programas en los que se imparten algunas asignaturas en una lengua extranjera, convirtiendo esa segunda lengua en la vehicular del aprendizaje. El objetivo es que los alumnos no sólo aprendan una segunda lengua, sino que también adquieran un dominio cercano al de su lengua materna a través del aprendizaje de contenidos curriculares. Estos programas se inician en la etapa de educación infantil y su desarrollo debe ser progresivo para alcanzar los objetivos adecuados. Asimismo, desde la Unión Europea se promueven programas que se centran en la comunicación y la movilidad de estudiantes, lo que implica que todos los participantes sean capaces de utilizar diferentes idiomas. Un reciente informe llevado a cabo por la Agencia Ejecutiva Europea de Educación y Cultura (EACEA, 2023) se ha centrado en mostrar las principales políticas educativas aplicadas a la enseñanza y el aprendizaje de lenguas en 39 sistemas educativos europeos. Según este estudio, “AICLE1 se refiere a la educación bilingüe o de inmersión, donde algunas asignaturas, como las matemáticas, la geografía y las ciencias naturales, se imparten en una lengua diferente de la de escolarización” (2023, p. 66). El propósito de estos programas de enseñanza bilingüe es mejorar la competencia lingüística de los estudiantes en una lengua extranjera.
Los programas AICLE existen prácticamente en todos los países europeos. Solo Grecia, Bosnia y Herzegovina, Islandia y Turquía no ofrecen programas AICLE. Actualmente en Europa, se distinguen principalmente tres tipos de estos programas de enseñanza bilingüe: el más utilizado, que se implementa en 29 de los 35 países que tienen programas AICLE, implica la enseñanza de algunas asignaturas en la lengua de escolarización y el resto en un idioma extranjero. La mayoría consisten en la combinación de tres lenguas diferentes (español-inglés, español-francés, español-alemán) como es el caso de España. En otros países como Alemania o Francia el número de combinaciones lingüísticas supera las 10, siendo las lenguas más utilizadas el inglés, el francés y el alemán, y en menor medida el español y el italiano. El segundo tipo más adoptado, en 18 sistemas educativos, implica la enseñanza de algunas materias en la lengua estatal y otras en la lengua regional o minoritaria, por ejemplo, en el caso de República Checa la lengua estatal y el polaco. Un tercer enfoque de programas AICLE se encuentra en países con múltiples lenguas estatales, donde se implementan materias que se imparten en las dos lenguas estatales, tales como Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Finlandia y Suiza.
Como se puede observar, el enfoque AICLE se ha extendido por la mayoría de los países europeos a causa de la promoción de las políticas lingüísticas europeas con la intención de promover el plurilingüismo2 a través de la enseñanza de contenidos curriculares en una lengua extranjera y crear ciudadanos capaces de afrontar los retos del siglo XXI. Desde su implantación se han llevado a cabo numerosos estudios que pretenden analizar los resultados de este tipo de enseñanza desde distintos ángulos. De hecho, España es el país con el mayor número de publicaciones, seguido por otros países europeos (Hidalgo y Ortega-Sánchez, 2023).
1.1. Beneficios del enfoque AICLE
Si nos centramos en aspectos positivos del enfoque, podemos destacar los estudios realizados por Hüttner, Dalton-Puffer y Smit (2013), Hüttner y Smit (2018) o Döring (2020) donde todos los profesores se muestran motivados con la educación bilingüe y afirman que sus clases AICLE son más relajadas, colaborativas y empáticas debido a explicaciones más extensas a un ritmo más lento con respecto a las lecciones tradicionales. Otra de las ventajas, tal como afirma Sukardi et al. (2021), es que este enfoque favorece el aprendizaje tanto de una lengua extranjera como de contenidos curriculares enseñados a través de dicha lengua. También contribuye al desarrollo de competencias sociales y habilidades de pensamiento crítico y creativo para la resolución de problemas sociales contemporáneos (Ortega-Sánchez, 2022). Podemos atribuir estos beneficios a que dos de los rasgos característicos de este enfoque son el trabajo colaborativo, lo que permite crear un ambiente distendido dando lugar a un aprendizaje más profundo de los contenidos, y el desarrollo del pensamiento crítico, centrándose en cómo los estudiantes ponen en funcionamiento los procesos de cognición. Así, bien aplicado en el aula, es un enfoque integrador que permite atender la diversidad de personalidades y estilos de aprendizaje a través de la implementación de metodologías activas, que se alejan de los métodos tradicionales.
En lo referente a una revisión sistemática llevada a cabo recientemente sobre AICLE como enfoque metodológico, Ruiz Hidalgo y Ortega-Sánchez (2023) destacaron más beneficios del enfoque. En dicha investigación se llegan a las conclusiones de que existen numerosos estudios que indican un aumento de la motivación en estudiantes que reciben este tipo de enseñanza, detectando así no sólo docentes sino también estudiantes más motivados. Esta motivación no sólo era mayor en las áreas de ciencias sino también en música y educación física, donde el interés se incrementaba sobre todo con el uso de metodologías activas tales como la gamificación o la competencia digital. Coinciden con estudios anteriores en que el enfoque contribuye al desarrollo de las habilidades cognitivas y aumenta la creatividad y la capacidad para resolver problemas en áreas como matemáticas o ciencias. Esa es precisamente una de las finalidades principales de este enfoque: el desarrollo de habilidades de pensamiento desde el aprendizaje integrado de contenidos y lengua extranjera.
Algunos estudios han reflejado la pérdida de contenidos curriculares en la enseñanza bilingüe por el hecho de aprenderlos en una lengua distinta a la materna. Pavón et al. (2014) demostraron que las consecuencias de introducir una L2 en el aula se traducían en una pérdida de contenido. Por su parte, Carrasco (2019) nombró como principales amenazas de la enseñanza bilingüe la pérdida de contenidos, de información, de tiempo y de comunicación. Sin embargo, podemos afirmar que no siempre ocurre así. Ruiz Hidalgo y Ortega-Sánchez (2023) reflejaron en su investigación que dos de los estudios analizados apuntaban que no sólo no se veía afectado el aprendizaje de los contenidos cuando se aprenden en una lengua distinta a la materna, sino que además se mejoraban las destrezas lingüísticas. En suma, entre los aspectos positivos del enfoque AICLE este estudio señaló un aumento de la autonomía y la confianza, reducción de la ansiedad a la hora de aprender una lengua extranjera, una mayor participación en la clase y la promoción de la igualdad de oportunidades e igualdad de género. En este sentido, en un estudio llevado a cabo por Nieto y Hill (2019), se concluyó que la enseñanza bilingüe podía tener un impacto positivo en los resultados en ciencias por parte del alumnado de género femenino. Esto se debe a que, al aprender ciencias en inglés, las alumnas pueden utilizar sus habilidades lingüísticas como elemento de motivación al tener mayor interés y habilidad con las lenguas que los alumnos. En su investigación, Mahan (2020) se refirió a que tanto los efectos positivos en la motivación de los estudiantes como el éxito del aprendizaje del contenido curricular están directamente relacionados con el buen diseño de materiales y actividades y la correcta aplicación de metodologías y estrategias de aprendizaje tales como el andamiaje. Esta afirmación nos invita a reflexionar sobre los cambios metodológicos contenidos en la enseñanza bilingüe para evitar pérdida de conceptos, de vocabulario, de fluidez en la comunicación y, en definitiva, para lograr una enseñanza inclusiva y de calidad. Así pues, el aprendizaje cooperativo y las metodologías activas podrían facilitar la comunicación y el uso de la lengua extranjera entre pares. Ruiz Hidalgo y Ortega-Sánchez (2023) llegan a la conclusión de que este tipo de enfoque conlleva el impulso de crear oportunidades para el desarrollo de las habilidades de pensamiento y el pensamiento creativo de los estudiantes.
Por consiguiente, podemos inferir que entre las finalidades metodológicas del enfoque AICLE se encuentran el uso de estrategias de andamiaje que nos permitan desarrollar habilidades de pensamiento, la construcción de conocimiento de contenido y lengua, la puesta en práctica del pensamiento crítico y el aumento de la motivación y la participación de los estudiantes. Y, para aplicarlo con éxito en el aula, sería conveniente incorporar cambios metodológicos que se ajusten al enfoque y que generen actitudes de empatía y contemplen la inclusión educativa. El uso de metodologías activas podría, por sus semejanzas con el enfoque, convertirse en un elemento clave del diseño curricular para cumplir con sus objetivos.
A modo de cierre de este apartado, los beneficios del enfoque AICLE según la mayoría de los estudios podemos sintetizarlos en:
La creación de un entorno de aprendizaje más relajado y propicio para el aprendizaje de una segunda lengua.
El desarrollo de la competencia social y del pensamiento crítico de los estudiantes.
El aumento de la capacidad para la resolución de problemas de la vida real.
El incremento de la motivación, la confianza y la participación.
La oportunidad para promover oportunidades de igualdad e inclusión en el aula.
1.2. Retos del enfoque AICLE
En efecto, son numerosas las ventajas que presenta la adopción del enfoque AICLE, sin embargo, en la actualidad aún quedan retos por cumplir. A menudo los docentes subrayan la dificultad de abordar el lenguaje académico, la falta de tiempo para diseñar materiales que atiendan a la diversidad de su aula, la ausencia de recursos personales que apoyen a los estudiantes con dificultades para el aprendizaje y la escasez de formación docente en la aplicación del AICLE. Asimismo, aunque el enfoque AICLE mejora la motivación del alumnado en el aprendizaje de contenido (García Fernández et al., 2017), supone un reto que esa motivación se manifieste con respecto al aprendizaje de la lengua.
Las escasas habilidades pedagógicas de los docentes en entornos bilingües, la falta de docentes cualificados tanto en lengua como en contenido en contextos AICLE, la ausencia de materiales apropiados, el desequilibrio entre competencia lingüística y adquisición de contenidos por parte de los estudiantes, las características distintivas de cada área y la dificultad de identificar la zona de desarrollo próximo real de los estudiantes hacen la enseñanza bilingüe más problemática (Awan y Sipra, 2018; Stoller y Fitzsimmons-Doolan, 2017). En un estudio realizado por Bauer-Marschallinger (2019, 2020) los estudiantes manifestaban necesitar un enfoque más centrado en la construcción de la lengua que les ayudase a navegar por el input más desafiante y expresar sus ideas. Es decir, echaban en falta técnicas de andamiaje por parte de los docentes que les permitieran expresarse con mayor fluidez. Sin embargo, sus profesores afirmaban que parafraseaban y traducían fragmentos, desentrañando el contenido más denso y el vocabulario específico para asegurarse de la comprensión de los estudiantes incluso sin ser conscientes de ello.
Ante lo expuesto, de todos los desafíos que se han enumerado, nos centraremos en este apartado en la necesidad de incorporar técnicas de andamiaje que contribuyan a la construcción de contenido y lengua. De acuerdo con Mahan (2020) los docentes no pueden ser explícitos en su andamiaje si no lo hacen de manera consciente. Es decir, con frecuencia los docentes incluyen estrategias de andamiaje en su práctica docente sin saberlo, lo que impide poner de manifiesto la organización de estas estrategias en torno a las actividades propuestas. En definitiva, el uso consciente de estrategias de andamiaje podría ser una de las claves para ayudar a los estudiantes a construir por sí mismos su propio aprendizaje de contenido y lengua, ajustándose a sus necesidades y estilos de aprendizaje. El docente, por su parte, estaría atendiendo así la diversidad del aula.
En esta misma línea, en otro estudio llevado a cabo en Noruega por Mahan, Brevik y Ødegaard (2021) también se destacó la relevancia de incorporar estrategias de andamiaje en entornos de enseñanza bilingüe. Los docentes encuestados manifestaron que utilizaban estrategias de andamiaje para facilitar la comprensión, tales como el apoyo visual, el lenguaje corporal, creando así oportunidades para la negociación de significado, la aclaración de terminología y la activación del conocimiento previo. Sin embargo, Mahan (2022) observó poco andamiaje metacognitivo en la resolución de tareas.
Nos encontramos así ante la necesidad de implementar experiencias de aprendizaje que establezcan qué objetivos tiene una tarea y cómo se va a resolver; experiencias que incluyan estrategias de andamiaje no sólo para la construcción del conocimiento sino también de la L2 y doten a los estudiantes de herramientas de metacognición para aprender a aprender. Estas estrategias resultarían beneficiosas sobre todo para aquellos estudiantes a los que aprender contenidos a través de lenguas extranjeras les suponga un reto lingüístico. Algunos estudios señalaban que un bajo nivel lingüístico influía negativamente en el éxito del enfoque (Kahn-Horwitz, 2020). Esto era menos frecuente cuando todos los estudiantes comprendían la L2. Por lo tanto, es necesario profundizar en este aspecto dada la probada viabilidad de la implementación del enfoque AICLE en educación y reflexionar acerca del uso de estrategias de andamiaje para la construcción de la lengua. El diseño de materiales que contribuyan a la adquisición de la competencia lingüística contribuirá a un mayor éxito del enfoque.
Para lograr la adquisición de la lengua extranjera, Buckingham (2018) destaca que los auxiliares de conversación son otro de los recursos más valiosos y motivadores que los estudiantes tienen en entornos AICLE. En este punto, podemos pensar en el auxiliar como un recurso personal de andamiaje. Estos auxiliares de conversación ofrecen un modelo real de la lengua, su propia cultura y permiten una atención inmediata y personalizada a las necesidades comunicativas que surgen en el aula, tanto para los docentes como para los aprendientes. Arellano et al. (2020) señalaban que cuando se involucran hablantes nativos de la lengua estudiada los resultados son altamente aprobados por lingüistas expertos quienes ven estas estrategias como una de las más eficaces a la hora de aprender una lengua extranjera. Es decisivo el papel de los auxiliares de conversación que acompañan a los docentes y del mismo modo es primordial el papel del docente que tiene que sacar el máximo provecho a este recurso para el desarrollo de la competencia comunicativa de sus estudiantes.
Por último, ante el reto de promover actitudes positivas y un aumento de la motivación ante el aprendizaje de la L2 a través de contenidos curriculares, Reilly y Sanchez-Rosas (2021) subrayaron que el uso de las funciones ejecutivas o estrategias de aprendizaje de nivel superior influyen en las emociones como mediadoras para la motivación. En definitiva, se pone de manifiesto la importancia de la motivación y las emociones ante el aprendizaje de una lengua extranjera, así como la urgencia de incorporar de estrategias de andamiaje que fomenten las habilidades de pensamiento superior y las habilidades funcionales que ayudan a fortalecer los aprendizajes y a adquirir destrezas y habilidades que les serán útiles durante sus diversas etapas escolares.
El desarrollo de estas habilidades se fomenta a través de estrategias de andamiaje en el marco AICLE y además es básica esta idea para el éxito del aprendizaje. Según Urraca (2023), desarrollarlas es aún más necesario en un entorno AICLE donde el vehículo para llevar a cabo los procesos cognitivos es la lengua extranjera. Urraca propone una progresión utilizando verbos que vayan desde las habilidades de orden inferior a las de orden superior, por ejemplo, desde “observa” o “clasifica” a “juzga” o “transforma”. Para ello, los docentes podríamos nivelar las actividades de acuerdo a las necesidades cognitivas de nuestro alumnado, atendiendo así a su diversidad y contribuyendo a mantener una motivación positiva.
Así pues, los docentes podríamos contribuir a la mejora de los resultados de aprendizaje en el aula bilingüe incluyendo en nuestras prácticas educativas estrategias de andamiaje de forma consciente y explícita. El diseño de materiales que se ajuste a las necesidades de los estudiantes, que tenga en cuenta el auxiliar de conversación como recurso para el andamiaje y que desarrollen las habilidades de pensamiento de nuestros estudiantes es fundamental para afrontar los retos de este tipo de enseñanza.
En conclusión, tal como afirmaban Bauer-Marschallinger et al. (2021) a pesar de que el enfoque AICLE se ha abordado a partir de su definición y sus estrategias metodológicas, se echa en falta un análisis sistemático centrado en la aplicación de sus prácticas pedagógicas. Analizar cómo se aplica el enfoque AICLE en las aulas es una de las necesidades educativas actuales para poder mejorar su ejecución, sus resultados de aprendizaje y la inclusión educativa.
2. Metodologías activas
La enseñanza tradicional se ha ido dejando en favor de métodos más activos, como el aprendizaje cooperativo y colaborativo, el aula invertida, la gamificación o el aprendizaje basado en proyectos que posibilitan la participación de nuestros estudiantes. Estas metodologías promueven la colaboración y la integración de proyectos interdisciplinares de diferentes áreas del currículo con el propósito de fomentar un aprendizaje significativo y competencial desde una perspectiva inclusiva y holística. Asimismo, permiten que las áreas se entrelacen y el aprendizaje se integre en un proyecto con un objetivo común y un producto final simultáneo.
Torres Carceller (2019) evidenció que estas metodologías consisten en que el docente proporcione pautas a los estudiantes para que por sí mismos vayan construyendo su conocimiento. Esta definición puede ser el punto de partida para la programación de lecciones AICLE basadas en metodologías activas: cómo los estudiantes van a construir su aprendizaje a través del uso de estrategias de andamiaje, que no sólo contribuyan a construir contenido sino también la competencia lingüística. En ese sentido, desde el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (Consejo de Europa, 2021) también se impulsa un aprendizaje que sitúe a los estudiantes en situaciones de la vida real, determinado por la acción. Este enfoque se centra en tareas colaborativas y significativas en el aula, donde la intención principal no es la lengua en sí misma, sino un producto adicional, tal como la planificación de un viaje o la creación de un podcast. Así pues, anima a fomentar el discurso para construir conocimiento, lo que implica proporcionar a los estudiantes el andamiaje que les permita construir por sí mismos un nuevo concepto. Y añade: “En una época como la nuestra, de sociedades cada vez más diversas, la construcción de conocimiento puede producirse entre varias lenguas y apelar a los repertorios plurilingües y pluriculturales de los usuarios o aprendientes” (2021, p. 38).
Según estas premisas, al implementar metodologías activas en el enfoque AICLE, los docentes buscaríamos mejorar nuestras prácticas educativas observando cómo aprender mejor nuestros estudiantes. Para ello, necesitamos conocer de la manera más exhaustiva posible el perfil de los estudiantes que conforman el aula y las características de esa aula como contexto de aprendizaje. Existen distintos estilos de aprendizaje, de ahí la diversidad del aula, no todos aprendemos igual, procesamos la información del mismo modo ni percibimos el mundo que nos rodea de la misma manera. Tampoco tenemos las mismas experiencias de vida ni el mismo bagaje cultural. Es por esto por lo que los docentes tenemos la obligación de contextualizar el proceso de enseñanza dentro de nuestra propia aula dando prioridad al descubrimiento de las personalidades y los procesos cognitivos que ayudan mejor a nuestros estudiantes para poder así ofrecer una enseñanza inclusiva en contextos de enseñanza bilingüe. Nos referimos a enseñanza inclusiva como aquella que identifica y elimina todas las barreras que impiden el acceso a la educación (UNESCO, 2023).
De acuerdo con el marco legal actual que regula el currículo de la etapa de Educación Primaria en España (Real decreto 157/22, Ministerio de Educación y Formación Profesional, 2022), las metodologías activas son apropiadas para que emerja el aprendizaje competencial ya que posibilitan la construcción del conocimiento y estimulan la actividad en el aula a través del intercambio de ideas. La creación de experiencias o situaciones de aprendizaje promueven la integración de diferentes estilos de aprendizaje y fomentan la reflexión y el desarrollo del pensamiento crítico y la investigación. Los estudiantes se convierten en protagonistas activos de su propio aprendizaje. Estas experiencias de aprendizaje junto con los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje nos permitirán plantear una enseñanza bilingüe flexible y accesible a todos los estudiantes independientemente de sus diferencias individuales.
En este punto, podríamos referirnos a la metodología aprender haciendo o learning by doing como otra de las metodologías activas que consiste en involucrar activamente a los estudiantes en experiencias prácticas y reales donde aplican contenidos y experimentan las consecuencias de sus acciones. El alumnado adquiere el papel de actor principal en su proceso de aprendizaje, implicándose en proyectos, simulaciones y experimentos que le permiten explorar, descubrir, resolver problemas y reflexionar acerca de sus propias experiencias (González-Sanmartín y Yanacallo-Pilco, 2020). Este método pone el énfasis en la participación, la experimentación y el descubrimiento como motores del aprendizaje significativo (Barrera Medina y Ramírez Villalpando, 2022). En contraposición a las clases magistrales pasivas, donde el estudiantado es un mero receptor de información, esta metodología promueve un enfoque más dinámico y participativo (Azanza et al., 2022).
Entendiendo por metodologías activas una concepción metodológica en la que se plantea qué competencias debe desarrollar la escuela para satisfacer las necesidades de formación integral de todo el alumnado (Muntaner Guasp et al., 2020), podemos afirmar que al implantarlas en el enfoque AICLE, estaríamos contribuyendo a mejorar la enseñanza bilingüe convirtiéndola en un entorno inclusivo para el aprendizaje de contenidos y lengua extranjera. Según Durán-Martínez y Beltrán-Llavador (2020) en un estudio realizado a profesores inmersos en este tipo de enseñanza, la mayoría mostraron preocupación por la falta de atención a la diversidad en los programas de enseñanza bilingüe, argumentando que si ésta no se aborda de manera adecuada podría conducir a desigualdades entre los estudiantes. Por otro lado, en una investigación reciente se concluye que entre los docentes AICLE hay un descontento extendido con respecto a la atención a la diversidad dentro del programa. Los hallazgos muestran que una estrategia podría ser desdoblar grandes grupos en grupos más reducidos ya que serviría a los docentes a atender no sólo a los alumnos con necesidades sino también a aquellos de altas capacidades, pudiendo sacar de ambos su máximo potencial (SzczeSniak y Muñoz Luna, 2022). Hasta que sea posible tomar estas medidas en las aulas, podemos encontrar en el uso de distintos métodos pedagógicos una posible estrategia para abordar la diversidad en el aula bilingüe.
3. Analogía entre el enfoque AICLE y el uso de metodologías activas
Según Gómez Plasencia (2020) hasta ahora no existe una metodología infalible para adquirir una segunda lengua, ya que la competencia se puede alcanzar a través de varios métodos y estrategias. La clave para el éxito radica en que los estudiantes descubran las técnicas más efectivas para su aprendizaje. Del mismo modo Arellano, Reinao, Marianjel y Curaqueo (2020) aseguraron que algunos de los factores que contribuyen, en parte, al éxito en el proceso de aprendizaje de un segundo idioma incluyen la motivación, la habilidad y la personalidad. Ignatova, Kalyuga y Sweller (2023) afirmaron que la carga cognitiva producto de la imaginación junto con la utilización de recursos visuales y espaciales mejoran el aprendizaje de una segunda lengua. A este respecto metodológico, Jabbarova (2020) señaló que, a pesar de la actual popularidad del uso de metodologías eclécticas debido a la diversidad que caracterizan las aulas contemporáneas, algunos docentes prefieren utilizar un único método, lo que refleja su comodidad y sensibilidad hacia esta visión más tradicional. Por eso, el profesor es un factor imprescindible en la selección de la metodología en la enseñanza de una lengua extranjera (Arellano et al., 2020). De este modo, podemos afirmar que el enfoque AICLE cumple con las pautas de las metodologías activas siendo un contexto ideal para su implementación, creándose así una simbiosis entre ambos: Enfoque y métodos activos de enseñanza. “En esencia, AICLE puede considerarse un enfoque poderoso dado que, bien llevado a la práctica, el aprendizaje de los contenidos no sufre y la adquisición de una lengua extranjera en contextos significativos se logra con éxito” (Avilés Cerviño, 2020, p. 11).
Ante lo expuesto, según Álvarez-Cofiño Martínez (2019) un factor fundamental en el proceso de adquisición de una lengua es la oportunidad de que el aprendizaje ocurra en un contexto real, capaz de ofrecer situaciones espontáneas en la que se desarrolle el proceso de enseñanza aprendizaje. Resulta primordial entonces que los docentes creen contextos o experiencias de aprendizaje donde los estudiantes puedan aplicar sus conocimientos a situaciones de la vida real, originando así un aprendizaje más profundo y significativo. Asimismo, cabe mencionar aquellos estudios que desde este enfoque han integrado metodologías activas y el uso de la competencia digital (Ruiz Hidalgo y Ortega-Sánchez, 2023) y sus buenos resultados de aprendizaje. En el siguiente cuadro, se puede comprobar la analogía entre el enfoque AICLE y la implementación de metodologías activas que hemos mencionado: “El enfoque AICLE es a las metodologías activas lo que el aprendizaje significativo es a la creación de contextos de aprendizaje”.
Como vemos las semejanzas entre el enfoque AICLE y el uso de las metodologías activas invita a una combinación perfecta para lograr los objetivos de aprendizaje de un modo significativo. Entre esas similitudes podemos destacar el papel de los estudiantes como centro y protagonistas de su propio aprendizaje, siendo partícipes y atendiendo así los docentes a sus necesidades e intereses; La contextualización de los contenidos conduce a que la implicación y la motivación de los estudiantes aumente al relacionar los contenidos con sus propias experiencias; El trabajo colaborativo, un rasgo inherente tanto al enfoque AICLE como a las metodologías activas, fomenta el desarrollo de habilidades sociales y la atención a la diversidad; Y la aplicación del conocimiento en la resolución de problemas del mundo real promueve el desarrollo de las habilidades de pensamiento superior y del pensamiento crítico dando lugar a un aprendizaje significativo y profundo que convertirá a nuestros estudiantes en ciudadanos activos en su vida futura. De este modo, los docentes dejan de ser transmisores de información para convertirse en moderadores del aprendizaje.
4. Propuesta pedagógica: medidas para una enseñanza bilingüe inclusiva
Ante la necesidad de responder a algunos de los retos actuales de la enseñanza bilingüe que se presentan en este documento tras la revisión de numerosos estudios, se presentan tres estrategias pedagógicas que enmarcadas en el uso de metodologías activas podrían contribuir a lograr un proceso de enseñanza aprendizaje más inclusivo y competencial.
a) Estrategias de andamiaje de contenido y lengua: construcción del conocimiento
Con el objetivo de mejorar el proceso de aprendizaje y, así, obtener mejores resultados y rendimiento académico en el enfoque AICLE, algunos trabajos apuntan a la necesidad de aplicar diferentes estrategias metacognitivas. De hecho, uno de los retos a los que se enfrentan docentes de todo el mundo a la hora de aplicar el enfoque AICLE en el aula es incorporar el uso de estrategias de andamiaje de contenido y de lengua en su práctica docente que fomenten la inclusión educativa. El desarrollo de la metacognición se ha investigado en contextos AICLE y los resultados de estudios indican que el desarrollo de estrategias de metacognición es una herramienta crucial para los estudiantes. Sin embargo, cuando se analizó el uso de estas estrategias en las clases de ciencias sociales y geografía impartidas en lengua extranjera, se observó que la mayoría de los docentes en las áreas de ciencias se centraban en la interacción y la comunicación de los estudiantes, pero apenas se facilitaban estrategias. La reflexión en la selección e incorporación consciente de estrategias de andamiaje adecuadas al contexto de aprendizaje en la práctica docente y la autonomía sobre cómo aprender a aprender por parte de cada estudiante ayudarían a erradicar las desigualdades en el aula bilingüe.
A continuación, se presentan dos tablas con estrategias de andamiaje. Los docentes seleccionarían de manera consciente aquellas que van a incluir en la programación de su lección AICLE en el momento de su planificación.
Los objetivos que nos permiten alcanzar estas estrategias de andamiaje son: (1) Motivar al estudiante durante el desarrollo de una actividad de aprendizaje; (2) Adaptar la tarea de acuerdo con las necesidades del aprendiz; (3) Mantener el interés del aprendiz en la tarea; (4) Establecer el avance de la actividad para proponer acciones consecuentes; (5) Manejar la frustración y el fracaso y; (6) Disminuir el apoyo a través del tiempo (Villalonga-Gómez et al., 2023).
En este proceso, el rol del docente es imprescindible, acompaña al aprendiz en su proceso de autorregulación, le guía y apoya en todo momento y ofrece la retroalimentación necesaria (Hernández Rivero et al., 2021, p. 221).
A continuación, el cuadro nos permite obtener un modelo visual de cómo se llevarían a la práctica estas estrategias junto con las 4Cs del enfoque AICLE en el diseño de materiales para el aprendizaje de contenido y lengua extranjera desde el aprendizaje basado en proyectos.
En conclusión, implementar estrategias de andamiaje, basadas en una dimensión multisensorial para el aprendizaje de contenidos y lengua extranjera en un aula con diversidad de capacidades resultaría beneficioso para contribuir a la construcción del conocimiento. El desarrollo de la metacognición se considera una herramienta poderosa para crear estudiantes autónomos e independientes en el proceso de aprendizaje en entornos AICLE (Li y Zhang, 2020).
b) Modelo de los cinco grandes
Otro de los retos que nos plantea este tipo de programas es, como docentes, crear un ambiente flexible y de confianza que despierte emociones positivas y aumente la motivación en nuestros estudiantes. La motivación es un factor clave que aumenta en estudiantes que aprenden contenidos a través de una lengua extranjera siempre que el enfoque es bien llevado a la práctica. En este sentido, Arellano, Reinao, Marianjel y Curaqueo (2020) aseguraron que factores a los que se debió, de forma parcial, el éxito del proceso de aprendizaje de una segunda lengua fueron la motivación, la aptitud y la personalidad. A este respecto, según un estudio reciente podemos afirmar que existe una relación entre los cinco grandes rasgos de la personalidad y el aprendizaje de una lengua extranjera (Chen et al., 2022). La investigación concluye con que cuatro de los cinco rasgos están relacionados positivamente con la adquisición de la L2 (apertura, conciencia, extraversión y amabilidad), mientras que el neuroticismo tendría una relación negativa con el aprendizaje de una segunda lengua. Es precisamente el neuroticismo lo que hace referencia a la confianza, a sentirse cómodo con uno mismo, a la estabilidad emocional y al temperamento. Otro estudio anterior (Zhang et al., 2019) apuntó que, según una amplia muestra de estudiantes chinos en la etapa de enseñanza secundaria, la apertura está relacionada con el interés de los estudiantes en aprender inglés. Apertura se refiere a la disposición de las personas a probar cosas nuevas, a ser creativos, a disfrutar del aprendizaje de cosas nuevas; son estudiantes curiosos y disfrutan la variedad y la novedad lo que se traduce en resultados de aprendizaje positivos. Con respecto a la consciencia, Cao y Meng (2020) en su investigación encontraron que este rasgo era el mejor para tener éxito en el aprendizaje del inglés. La consciencia va asociada a personas responsables, bien organizadas y disciplinadas. En tercer lugar, la extraversión refleja personas sociables, conversadoras a las que les encanta participar activamente en actividades sociales e interpersonales. La investigación sugiere que este rasgo podría ser beneficioso para el aprendizaje de una lengua extranjera, sobre todo en comunicación oral (Cao y Meng, 2020). Sobre el cuarto rasgo, la amabilidad, a pesar de que en numerosos estudios se ha relacionado con una alta motivación ante el aprendizaje de una lengua extranjera, un estudio reciente ha revelado que la motivación ante el aprendizaje del inglés como segunda lengua tenía un efecto positivo con respecto al rendimiento académico sólo en estudiantes con bajos niveles de amabilidad (Zhang y Wang, 2023). El hecho de que se relacionara directamente amabilidad y motivación podría deberse a que el aprendizaje de una lengua extranjera suele concebirse como un proceso que conlleva cooperación y comunicación con otros y por eso las cualidades de amabilidad y cooperación que poseen estos estudiantes podrían beneficiar su proceso de aprendizaje. Sin embargo, se ha observado que en estudiantes con bajos niveles de amabilidad aumenta la motivación ante el aprendizaje del inglés y sin embargo en estudiantes con altos niveles el rasgo no afecta a la motivación. Los altos niveles de amabilidad abarcan altruismo, simpatía, modestia, generosidad y cooperación, por tanto, cuando los niveles son altos se trata de estudiantes poco competitivos, poco ambiciosos y que se comprometen con sus compañeros en el proceso de aprendizaje, de ahí que no influyan sus altos niveles de amabilidad en factores como la motivación y del rendimiento académico.
Como se puede observar, los rasgos de la personalidad tienen efectos diferentes en los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Por ejemplo, ahora que sabemos que bajos niveles de amabilidad aumentan los efectos positivos en la motivación por el aprendizaje de una lengua extranjera, podríamos a este tipo de estudiantes dejarles espacio para que desarrollen su aprendizaje de manera autónoma en lugar de forzarlos a trabajar en equipo. Los estudiantes con altos niveles de apertura deberían verse expuestos a estrategias de enseñanza que impliquen exposiciones de interés cultural que apoyen sus rasgos (Cao y Meng, 2020).
En suma, la personalidad no se puede cambiar, pero se puede desarrollar. Es decir, si somos empáticos no podemos dejar de serlo, pero estratégicamente podemos decidir ser más lógicos que emocionales en un contexto concreto. En esta línea, como docentes deberíamos esforzarnos en aumentar la motivación de nuestros estudiantes para que obtengan los mejores resultados implementando enfoques metodológicos apropiados e innovadores dentro del enfoque AICLE. Además, debemos ser conscientes del efecto que tienen ciertos rasgos de la personalidad en el proceso de aprendizaje y aprovecharlo para fomentar la inclusión educativa, incorporando estrategias de aprendizaje que se ajusten a las diferentes personalidades de nuestros estudiantes. Esto es integrando metodologías y estrategias de aprendizaje variadas en nuestra práctica docente. Conocer los rasgos de personalidad de nuestros estudiantes nos ayudaría a mejorar la atención a la diversidad en el aula y afrontar así uno de los mayores retos actuales de la enseñanza bilingüe. En particular, el “Big Five Personality Test” podría ser una de las actividades que nos ayudaría a conocer esos rasgos de nuestro alumnado (PQ, 2023).
c) Planificación de una lección AICLE
Para implementar metodologías activas y experiencias de aprendizaje donde los estudiantes apliquen y construyan sus conocimientos en contextos de la vida real, dando lugar así a metodologías inclusivas y entornos de aprendizaje colaborativos, es fundamental una buena planificación y disponer de herramientas que le faciliten al docente el diseño de sus lecciones. En el caso de España, las políticas educativas no distinguen entre aprendizaje de contenidos en lengua materna o en una lengua extranjera. Por lo tanto, es responsabilidad de los docentes inmersos en este tipo de enseñanza adaptar las directrices oficiales sobre diseño curricular a su práctica docente. Para ello, se ha diseñado una herramienta que podría resultar útil en la planificación de lecciones AICLE.
La unidad incluye elementos curriculares que no incorporaríamos a un contexto no AICLE tales como las 4Cs (contenido, comunicación, cognición y cultura) así como estrategias de andamiaje que favorezcan la inclusión educativa. Una buena planificación influye positivamente en el aprendizaje de los alumnos. “Educar sin planificar, es como construir una casa sin plano o escribir una novela sin borrador. El arte de educar requiere esfuerzo, análisis racional, pensamiento crítico y creatividad. La planificación en la Educación es una clave para asegurar el éxito” (Carriazo et al., 2020, p. 88).
5. Conclusiones
A lo largo de este documento se ha puesto el foco en analizar algunos de los desafíos que plantea la enseñanza bilingüe a docentes de todo el mundo. Entre ellos, se ha destacado como uno de los principales retos el hecho de que los estudiantes sean capaces de construir al mismo tiempo conocimiento y lengua extranjera de manera equilibrada. Otro de los inconvenientes de este tipo de programas es la atención a la diversidad, ya que aprender contenidos a través de una lengua extranjera puede resultar aún más complicado a aquellos estudiantes con un bajo nivel lingüístico. Asimismo, se ha analizado cómo las emociones intervienen en la motivación ante el aprendizaje, por lo que resulta fundamental que los docentes incorporen estrategias que generen actitudes positivas entre sus estudiantes.
Como respuesta a estas tareas complejas, se proponen una serie de adaptaciones pedagógicas que ayuden a mejorar el proceso de aprendizaje para abordar con éxito la enseñanza bilingüe. Por un lado, se han analizado las estrategias de andamiaje como elemento inclusivo, ya que nos permiten partir de lo que el alumnado ya conoce e ir construyendo de manera personalizada el conocimiento de contenido y lengua extranjera, desarrollando habilidades de pensamiento inferior y superior y atendiendo a sus procesos cognitivos. Por otro lado, se ha considerado el enfoque AICLE un entorno ideal para la implementación de metodologías activas por las similitudes que se han podido establecer entre ellos, tales como la creación de contextos reales para el aprendizaje, el trabajo cooperativo, la construcción del conocimiento sobre lo que el alumnado ya conoce y la vinculación del aprendizaje con problemáticas del mundo real. Del mismo modo, se ha propuesto como medida de enseñanza bilingüe inclusiva, un acercamiento más profundo a las personalidades de nuestro alumnado a través del modelo de los cinco grandes. Conocer sus aptitudes puede ayudarnos a implementar métodos y diseñar entornos de aprendizaje que favorezcan su motivación.
Uno de los propósitos del enfoque AICLE es crear entornos de aprendizaje significativos y mejorar la competencia lingüística a través del aprendizaje contextualizado de la lengua extranjera. Sin embargo, esto va a surgir en mayor o menor medida dependiendo de cómo los docentes lo lleven a su práctica educativa. Resulta evidente que su combinación con metodologías adecuadas conduciría a un buen funcionamiento en contextos cambiantes. El análisis en un primer momento de nuestro contexto educativo nos ayudará a crear entornos de aprendizaje que fomenten la diversidad y la inclusión educativa. Según hemos examinado, podemos considerar el factor metodológico como uno de los elementos clave para mejorar la aplicación práctica del enfoque en las aulas. Esta propuesta metodológica estaría compuesta por el uso de estrategias de andamiaje para la construcción del conocimiento tanto conceptual como lingüístico; la implementación de metodologías activas que creen contextos de la vida real donde nuestros estudiantes aprendan a aplicar los contenidos y su pensamiento crítico en la resolución de problemas; el análisis de nuestro contexto educativo, que nos permita atender las necesidades y los intereses de nuestros estudiantes, teniendo en cuenta sus rasgos de personalidad y su diversidad y por último, el diseño de herramientas de planificación donde se contemplen todos los elementos del currículum y se adapten de manera apropiada al marco AICLE. De este modo, estaríamos colaborando para lograr una mejora de los resultados de aprendizaje, un aumento de la motivación y, en definitiva, una educación bilingüe más inclusiva.
Como necesidades educativas y propuestas de investigaciones futuras se puede detectar en primer lugar la necesidad de probar enfoques metodológicos activos en diferentes contextos de enseñanza bilingüe y su impacto en las aulas desde un punto de vista inclusivo. Dada la naturaleza cambiante de la diversidad en las aulas actuales es relevante que esa riqueza cultural y social sea considerada un recurso por los docentes. Además, es prioritario que el enfoque AICLE garantice resultados y experiencias de aprendizaje positivos para la mayoría de los estudiantes y para lograrlo, la figura del docente es esencial ya que sin su formación y colaboración en analizar distintos métodos que se adapten a la diversidad de las aulas, la enseñanza bilingüe no tendría lugar.
Referencias bibliográficas
Agencia Ejecutiva Europea de Educación y Cultura. (2023). Cifras clave de la enseñanza de lenguas en los centros escolares de Europa: Edición 2023 - Informe Eurydice. Luxemburgo, Oficina de Publicaciones de la Unión Europea. https://data.europa.eu/doi/10.2797/543862
Álvarez-Cofiño Martínez, Ángela. (2019). El Enfoque metodológico CLIL (Content and Language Integrated Learning) en la Enseñanza Primaria: Estudio Comparativo de su Implementación en un Centro Bilingüe y en un Centro con Sección Bilingüe. Revista Nebrija de Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lenguas, 13(27), 32-54. https://doi.org/10.26378/rnlael1327335
Arellano, Rodrigo; Reinao, Patricia; Marianjel, Angélica y Curaqueo, Gloria. (2020). Un estudio comparativo entre las metodologías usadas en la enseñanza del mapudungun como segunda lengua y el inglés como lengua extranjera. Forma y Función, 33(1), 87-114. https://bitly.ws/37fgf
Avilés Cerviño, Eva. (2020). Aprendizaje integrado de contenidos y lenguas extranjeras. MAD.RID. Revista de Innovación Didáctica de Madrid, 65, 9-20. https://bitly.ws/37pmQ
Awan, Muhammad Afzal y Sipra, Muhammad Aslam. (2018). CLIL: Content-based instructional approach to second language pedagogy. Arab World English Journal, 9(1) 121-133. https://dx.doi.org/10.24093/awej/vol9no1.9
Azanza, Garazi; Fernández-Villarán, Asunción y Goytia, Ana. (2022). Enhancing Learning in Tourism Education by Combining Learning by Doing and Team Coaching. Education Sciences, 12, 548, 1-16. https://bitly.ws/37fhh
Barrera Medina, Mónica y Ramírez Villalpando, Rocío. (2022). Aprender haciendo. La realización de proyectos gráficos a través del conocimiento tácito. ZincoGrafía, 6 (12), 135-155. https://doi.org/10.32870/zcr.v6i12.145
Bauer-Marschallinger, Silvia. (2019). With United Forces: How Design- Based Research Can Link Theory and Practice in the Transdisciplinary Sphere of CLIL. CLIL Journal of Innovation and Research in Plurilingual and Pluricultural Education, 2(2), 7-23. https://bitly.ws/37pnN
Bauer-Marschallinger, Silvia. (2020). Involving students in Educational Design: How Student Voices Contribute to Shaping Transdisciplinary CLIL History Materials. Journal for the Psychology of Language Learning, 2(2), 107-117. https://bitly.ws/37por
Bauer-Marschallinger, Silvia; Dalton-Puffer, Christiane; Heaney, Helen; Katzinger, Lena y Smit, Ute. (2021). CLIL for all? An exploratory study of reported pedagogical practices in Austrian secondary schools. International Journal of Bilingual Education and Bilingualism, 26(9), 1050-1065. https://doi.org/10.1080/13670050.2021.1996533
Buckingham, Lyndsay Renee. (2018). Defining the role of language assistants in the bilingual classroom. Revista Tecnología, Ciencia y Educación, 9, 38-49. https://doi.org/10.51302/tce.2018.173
Cao, Chun y Meng, Quian. (2020). Exploring personality traits as predictors of English achievement and global competence among Chinese university students: English learning motivation as the moderator. Learning and Individual Differences, 77. https://doi.org/10.1016/j.lindif.2019.101814
Carrasco, Eduardo Javier. (2019). Percepción de los futuros docentes sobre la utilización del inglés como lengua vehicular en Educación Física en educación secundaria: un análisis DAFO. En Martínez Agudo, Juan de Dios; Maya Retamar, María Guadalupe y González, Rafael Alejo (eds.), Bilingual education under debate. Practice, research and teacher education. (pp. 207-219). España, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura.
Carriazo, Cindy; Pérez Reyes, Maura y Gaviria, Kathelyn. (2020). Planificación educativa como herramienta fundamental para una educación con calidad. Utopía y praxis latinoamericana. revista internacional de filosofía iberoamericana y teoría social, 3, 87-95. https://bitly.ws/37fk7
Chen, Xinjie; He, Jinbo; Swanson, Elizabeth; Cai, Zhihui y Fan, Xitao. (2022). Big Five Personality Traits and Second Language Learning: A Meta-analysis of 40 Years’ Research. Educational Psychology Review, 34, 851-887. https://bitly.ws/37fm7
Consejo de Europa. (2021). Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación. Volumen complementario. Estrasburgo, Servicio de publicaciones del Consejo de Europa. https://bitly.ws/37fre
Coyle, Do; Hood, Phillip y Marsh, David. (2010). CLIL. Content and Language Integrated Learning. Cambridge, Cambridge University Press.
Döring, Vanessa. (2020). Student voices on CLIL. Suggestions for improving compulsory CLIL education in Austrian technical colleges (HTL). CELT Matters, 4, 1-11. https://bitly.ws/37foZ
Durán-Martínez, Ramiro y Beltrán-Llavador, Fernando. (2020). Key issues in teachers’ assessment of primary education bilingual programs in Spain. International Journal of Bilingual Education and Bilingualism, 23(2), 170-183. https://doi.org/10.1080/13670050.2017.1345851
García Fernández, Beatriz; Nieto Moreno de Diezmas, Esther y Reyes Ruiz-Gallardo, José. (2017). Mejorar la motivación en ciencias con enseñanza CLIL. Un estudio de caso. Enseñanza de las ciencias: revista de investigación y experiencias didácticas, nº. Extra, 2625-2630. https://bitly.ws/37frB
Gómez Plasencia, Mercedes. (2020). Uso de la robótica en la etapa de Educación Infantil. Revista de Educación, Innovación y Formación, 3, 142-155. https://bitly.ws/37pKL
González-Sanmartín, Vilma Azucena y Yanacallo-Pilco, Wendy Valeria. (2020). Aprender haciendo: Aplicación de la metodología por ambientes de aprendizaje. Polo del Conocimiento: Revista científico - profesional, 5(7), 188-208. https://bitly.ws/37ftp
Hernández Rivero, Victor Manuel; Santana Bonilla, Pablo Joel y Sosa Alonso, Juan José. (2021). Feedback y autorregulación del aprendizaje en educación superior. Revista de Investigación Educativa, 39(1), 227-248. https://doi.org/10.6018/rie.423341
Hüttner, Julia, Dalton-Puffer, Christiane y Smit, Ute. (2013). The power of beliefs: Lay theories and their influence on the implementation of CLIL programmes. International Journal of Bilingual Education and Bilingualism, 16(3), 267-284. https://doi.org/10.1080/13670050.2013.777385
Hüttner, Julia y Smit, Ute. (2018). Negotiating political positions: subject-specific oral language use in CLIL classrooms. International Journal of Bilingual Education and Bilingualism, 21(3), 287-302. https://doi.org/10.1080/13670050.2017.1386616
Ignatova, Olga y Kalyuga, Slava y Sweller, John. (2023). The imagination effect when using textual or diagrammatic material to learn a second language. Language Teaching Research, 27(4), 995-1015. https://doi.org/10.1177/1362168820971785
Jabbarova, Anora. (2020). Effective 21st century English language teaching styles. Архив Научных Публикаций JSPI, 1-4.
Kahn-Horwitz, Janina. (2020). ‘I didn’t even know one of the conventions before’: Explicit EFL spelling instruction and individual differences. Cognitive Development, 55, 1-11. https://doi.org/10.1016/j.cogdev.2020.100880
Li, Dongying y Zhang, Lian. (2020). Exploring teacher scaffolding in a CLIL- framed EFL intensive reading class: A classroom discourse analysis approach. Language Teaching Research, 26(3), 333-360. https://doi.org/10.1177/1362168820903340
Mahan, Karina Rose. (2020). The Comprehending Teacher: Scaffolding in Content and Language Integrated Learning (CLIL). The Language Learning Journal, 18(4), 1-15. https://doi.org/10.1080/09571736.2019.1705879
Mahan, Karina Rose. (2022). The comprehending teacher: scaffolding in content and language integrated learning (CLIL). The Language Learning Journal, 50(1), 74-88. https://doi.org/10.1080/09571736.2019.1705879
Mahan, Karina Rose; Brevik, Lisbeth y Ødegaard, Marianne. (2021). Characterizing CLIL Teaching: New Insights from a Lower Secondary Classroom. International Journal of Bilingual Education and Bilingualism, 24 (3), 401-418. https://doi.org/10.1080/13670050.2018.1472206
Ministerio de Educación y Formación Profesional. (2 de marzo de 2022). Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria. Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. España. https://bitly.ws/v725
Muntaner Guasp, Joan Jordi, Pinya Medina, Carme y Mut Amengual, Bartomeu. (2020). El impacto de las metodologías activas en los resultados académicos. Profesorado, Revista de currículum y formación del profesorado, 24(1), 96-114. https://doi.org/10.30827/profesorado.v24i1.8846
Nieto Moreno de Diezmas, Esther y Hill, Thomas. (2019). Social science learning and gender-based differences in clil. A preliminary study. Elia: Estudios de Lingüística Inglesa Aplicada, 19, 177-203. https://bitly.ws/37fyA
Ortega-Sánchez, Delfín. (2022). Controversial Issues and Social Problems for an Integrated Disciplinary Teaching. Switzerland, Springer. http://dx.doi.org/10.1007/978-3-031-08697-7
Pavón, Victor; Ávila, Javier; Gallego Segador, Arturo y Espejo, Roberto. (2014). Strategic and organizational considerations in planning content and language integrated learning: A study on the coordination between content and language teachers. International Journal of Bilingual Education and Bilingualism, 18(4), 1-17. http://dx.doi.org/10.1080/13670050.2014.909774
PQ. (2023). Big Five Personality Test. Personality-Quizzes.com.https://bitly.ws/37pKI
Reilly, Peter y Sanchez-Rosas, Javier. (2021). Achievement Emotions and Gender Differences Associated with Second Language Testing. International Journal of Instruction, 14(4), 825-840. https://bitly.ws/37pKF
Ruiz Hidalgo, David y Ortega-Sánchez, Delfín. (2023). CLIL (Content and Language Integrated Learning) Methodological Approach in the Bilingual Classroom: A Systematic Review. International Journal of Instruction, 16(3), 915-934. http://dx.doi.org/10.29333/iji.2023.16349a
Stoller, Fredricka y Fitzsimmons-Doolan, Shannon. (2017). Content-Based Instruction. En Van Deusen-Scholl, Nelleke y May, Stephen (eds.), Second and Foreign Language Education (pp. 71-84). Springer International, Springer Cham.
Sukardi, Rendi Restiana; Sopandi, Wahyu y Riandi. (2021). Can Pupils Retell Concepts in English? An Analysis of How to Use EMI in Science Class. International Journal of Instruction, 14(4), 659-678. https://eric.ed.gov/?id=EJ1319304
Szczesniak, Anna y Muñoz Luna, Rosa. (2022). Percepciones de los profesores sobre el Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas en los centros de primaria de Andalucía. Porta Linguarum. Revista Interuniversitaria De Didáctica De Las Lenguas Extranjeras, 37, 237-257. https://doi.org/10.30827/portalin.vi37.18414
Torres Carceller, Andrés. (2019). Innovación o moda: las pedagogías activas en el actual modelo educativo. Una reflexión sobre las metodologías emergidas. Voces de la educación, 4(8), 3-16. https://bitly.ws/BGud
UNESCO. (22 de diciembre de 2023). La inclusión en la educación. Que nadie quede rezagado. UNESCO.org. https://bitly.ws/37fDN
Urraca, Ana Sofía. (2023). Assessment in CLIL contexts. En Gierlinger, Erwin Maria; Döll, Marion y Keplinger, Gudrun (eds.), TALK in multilingual classrooms. Teachers’ awareness of language knowledge in secondary education (pp. 133-170). Germany, Waxmann.
Villalonga-Gómez, Cristina; Mora-Cantallops, Marçal y Delgado-Reverón, Lorena. (2023). Aplicación de andamiajes metacognitivos basados en diarios de aprendizaje en enseñanzas virtuales. RIED-Revista Iberoamericana De Educación a Distancia, 26(2), 219-236. https://doi.org/10.5944/ried.26.2.36252
Zhang, Jie y Wang, Qiuying. (2023). Reading and writing difficulties in bilingual learners. Annals of dyslexia, 73, 1-5. https://doi.org/10.1007/s11881-023-00282-8
Zhang, Jing, Dong, Zehua y Yang, Xiangdong. (2019). The predictors of academic interest: fluid intelligence, openness, and their interaction. Educational Psychology, 39(2), 271-289. https://doi.org/10.1080/01443410.2018.1514103
Notas
Notas de autor