ENSAYOS

GIRO EPISTÉMICO Y TRANSMODERNO EN LA NOCIÓN DE NEGRITUD DE CÉSAIRE

Epistemic and Transmodern turn in Césaire’s notion of blackness

Ernesto Ramón Lagraña *
Universidad Nacional del Nordeste, Argentina

Cuadernos de Literatura. Revista de Estudios Lingüísticos y Literarios

Universidad Nacional del Nordeste, Argentina

ISSN: 0326-5102

ISSN-e: 2684-0499

Periodicidad: Semestral

núm. 22, e2213, 2023

cuadernosdeliteraturaunne@gmail.com

Recepción: 23/06/23

Aprobación: 15/12/23



DOI: https://doi.org/10.30972/clt.227309

Resumen: El pensamiento crítico-reflexivo de Aimé Césaire innova en señalar en el plano epistémico el origen del racismo y orientar el desarrollo de la descolonización epistémica en la región hispanoamericana. Bajo estos preceptos, analiza las consecuencias del colonialismo sobre los países subdesarrollados y los cuerpos racializados, a la vez que guía el proceso analítico hacia una mirada inclusiva y solidaria entre pueblos o naciones. Se comprenden estos aspectos como parte del legado de la negritud, la cual traza parámetros de superación de categorías modernas eurocéntricas para colocarse en un proyecto mundial de liberación transmoderno.

La noción de negritud adquiere relevancia como concepto regenerador, que incluye a “los parias de la tierra” e invita a complementar el paradigma propio con el europeo sin que uno u otro se oculte o destruya. Un proceso de identidad reencontrada, de diferencia reconocida, mutuamente consentida y por tanto superable en complementariedad.

Palabras clave: colonialismo, racismo, negritud, giro epistémico, transmoderno.

Abstract: Aimé Césaire’s critical-reflexive thought innovates in highlighting the origin of racism at the epistemic level, thereby guiding the development of epistemic decolonization in the Hispanic America region. Under these precepts, he analyzes the consequences of colonialism on underdeveloped countries and racialized bodies. Additionally, he guides the analytical process towards an inclusive and supportive view between peoples or nations. These aspects are understood as part of the legacy of negritude, which traces parameters for overcoming modern Eurocentric categories, to place itself in a world project of transmodern liberation.

The notion of negritude acquires relevance as a regenerative concept that includes the “pariahs of the earth” and invites to complement the own paradigm with the European one, without one or the other being hidden or destroyed. A process of rediscovered identity, of recognized difference, mutually consented and, therefore, surmountable in complementarity.

Keywords: colonialism, racism, negritude, epistemic turn, transmodern.

Escribir con un dedo sin uña en el libro de hierro de su tiempo

Aimé Césaire

La literatura de Aimé Césaire al igual que las grandes plasmaciones artísticas se torna transgresora de la norma. El término transgresión hace mención a la idea de hacer frente y marcar rupturas al modelo tradicional literario. Como el título refiere, lo epistémico alude a la reflexión del conocimiento colonizante/eurocentrado y el giro epistémico a la necesidad de construir puntos de apoyo, reconsiderar relatos ocultos, negados o reprimidos por la ontología del pensamiento imperial, por lo cual se trata según Walter Mignolo (2010) de “desprendimiento”.

El trabajo estará enfocado en la propuesta rupturista del pensamiento de Aimé Césaire (1913-2008) bajo la noción de negritud,1 pensamiento concebido transmoderno, donde el sujeto y la alteridad negada correalizan un “proceso de mutua fertilización creativa” (Dussel, 1995, p. 69). Se tendrán en cuenta los distintos momentos en su forma de presentación: como carácter crucial de combatir la colonización2 (1950) y a modo posterior relacionado con el Apartheid en África del Sur y el recrudecimiento del racismo (1980).

Se pretende abordar la significancia de negritud, la cual traza parámetros de superación de categorías modernas eurocentradas, ligando taxativamente con Frantz Fanon (1925-1961), para llegar al diálogo real y aceptación del otro.

El análisis constituirá dos dimensiones, las condiciones de producción y el lugar de enunciación,3 articulando reflexiones de Dussel: Eurocentrismo y Modernidad, Introducción a las lecturas de Frankfurt (1995) con las producciones de Césaire: Discurso sobre el Colonialismo (1950), Cahier d´un retour au pays natal (1939) y Discours sur la négritude (1987). El sentido del mismo es operacional y alude a una propuesta reflexiva y complementaria entre autores.

1. Condiciones de producción

Los años 1939-1950, destacan el desarrollo intelectual del nuevo colonialismo (Asia, África, del siglo XIX) bajo profunda actividad imperialista en la región. Desde el año 1950 hasta el año 1975, mitad del siglo XX, tienen lugar los movimientos descolonizadores en África, se habla de ese continente porque Aimé Césaire, identifica lo sucedido con las Américas y la Martinica (Caribe), lugar residente de extrema pobreza y superpoblación.

El pensamiento crítico se desarrolla frente a sucesos mundiales, inicios de la Guerra Fría, e internacionales, Primera Conferencia de Bandung (1955).4 El autor establece diálogo con la experiencia del colonialismo francés en el Caribe y Argelia, dando lugar y organización al pensamiento tercermundista, la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL, 1961).

El texto de 1987 presenta el contexto productivo de reforzamiento de la colonialidad,5 secularización de razas, profundización del racismo, violencia, desigualdad social y económica, manifestada por el Apartheid de África del Sur; el autor redobla el compromiso y lucha por la conciencia racial y la acción política.

Césaire teoriza desde ese contexto, critica e historiza la linealidad e interdependencia entre la modernidad6 y la colonización, manifiesta la reducción de postulados como la asimilación y el etnocentrismo, bajo la idea universal de la civilización europea. Algunas décadas más tarde Quijano (2000) y otros autores van a conceptualizar estos principios como eurocentrismo.7

En el orden discursivo, manifestará tensión entre lo epistemológico y contingente, desde el primero sus ideas van a ser representadas por la noción de colonialidad del ser,8 en la cual, explica Fanon (2009), tanto el colonizador como el colonizado son heridos. Al colonizador lo desciviliza, embrutece, despierta el odio racial, la violencia en pos de la codicia, efecto doblemente narcisista; el colonizado se vuelve víctima, sometido por desidia, miedo, terror. En la toma de conciencia económica y social éstos, por interiorización o por “epidermización”, son cosificados; el lado oscuro de la actitud imperial manifiesta servidumbre y muerte, se habla de la zona de “no ser”, que “acontece una vez que los cuerpos coloniales hayan sido expulsados más allá de los límites representacionales de los discursos racializados del colonialismo y donde tiempo y espacio ya no pueden ser naturalizados” (De Oto, 2018, p. 85).

Por la concepción de la colonialidad del saber,9 la epistemología como las tareas generales de conocimiento se ven reguladas, centralizadas, por regímenes de pensamiento colonial. Du Bois (1990), sociólogo e intelectual negro, suma al positivismo, historicismo, naturalismo, como los problemas fundamentales de las ciencias europeas para validar el racismo en el siglo XIX. Advenido desde la colonialidad del poder10, la interrelación moderna explotadora laboral se articula a través del mercado capitalista mundial y la idea de raza,11 y funcionan como instrumento de dominación social universal, construyendo subjetividades racializadas.

Desde lo contingente en ese contexto emerge a primer plano una nueva forma de subjetividad como desarrollo de espacio y tiempo singular de cruces entre registros teóricos conceptuales, teorías sociales, culturales y políticas colonialistas.

Uno de los aspectos a destacar en el orden literario de Cahier d´un retour au pays natal (1939) es la ruptura de convencionalismos en la forma de presentación (naturalismo, realismo). Mediante el desvío a las normas, expone otros caracteres significativos en la poesía y narrativa, como el dolor, la esclavitud, liberando el espíritu reflexivo, creativo hacia una mirada interna, subjetiva. Estas características permiten vincular al poeta con el surrealismo.12

André Breton (1896-1996)13 encuentra en Césaire versos que atacan la lógica y la razón, por lo cual lo afilia a su grupo. La descripción de escenas ilógicas14 son parte esenciales en la poesía del autor, cuya descripción sanciona estéticamente la armonización de estados, “mundos de monstruos, un mundo de potencias, que requiero invoco y convoco” (Césaire, 1996, p. 16). Critica la racionalidad burguesa, absoluta y en boga a través del énfasis disciplinario y la claridad mental, cuyas escuelas y concepción del arte eran representantes puristas, clásicos y platónicos.

La dimensión psicológica, dimensión social y política adquirieron importancia progresivamente en sus escritos, como la palabra “revolución”, burlaban sistemáticamente toda preocupación estética y moral.

2. Lugar de enunciación

La subjetividad adquiere protagonismo desde el lugar del oprimido, marginado; no es el desarrollo de la subjetividad moderna, eurocéntrica,15 sino la experiencia de ser negro, esclavo: “mi boca será la boca de los desgraciados que no tienen boca, mi vida la libertad de aquellos que se desploman en el calabozo de la desesperación” (Césaire, 1996, p. 49). En la enunciación exterioriza la posición de los desheredados, la descripción no es abstracta, sino involucrada en su tiempo, su tierra, arraigada en lo situado y cotidiano. La 1° persona del singular refuerza la reflexión y denuncia la condición de negro colonizado, rompe la idea de objetividad, principio moderno, arraigado por el lugar, el país (la Martinica, ex colonia francesa). Desde esta enunciación Benveniste (1971) instaura la categoría del presente y nace la categoría del tiempo, el presente en Césaire es recrudecer los genocidios sufridos en los siglos XVI y XVII.

Tomar la voz desde ese lugar implica seguir la línea de pensamiento de Frantz Fanon en las escenas reconstruidas en Piel negra, máscaras blancas (1973), para dar cuenta de esquemas corporales situando al negro de las Antillas, el cuerpo traba relaciones con el mundo en términos espaciales y temporales (1973, p. 102). El mundo histórico social del blanco proyecta sobre esos cuerpos el peso histórico racial, lo cosifica, sustituyendo el esquema inicial de su cultura, el efecto es la obstrucción del sujeto, el dolor concreto, la asfixia, la náusea, un cuerpo descompuesto.

Desde la toma de conciencia y como puesta en acción, surge el concepto de negritud, como respuesta a la “injusticia hermenéutica” (De Oto y Jerade, 2023), Césaire lo describe en el Congreso de 1956: “la negritud resulta de una actitud activa y ofensiva del espíritu. Es sobresalto, y sobresalto de dignidad. Es rechazo, quiero decir rechazo de la opresión. Es combate, es decir, combate contra la desigualdad” (Césaire, 2006, p. 87), pero además implica progresos en la manifestación de singularidad cultural, refuerzo del propio carácter y estilo.16 Por esto se ubica en una instancia nueva de superación donde la enunciación ofrecerá apertura de generosidad, lugar ético, moral y de donación humana, acuerdo de principios y recepción de la otredad; Césaire afirma en el Primer Congreso de Escritores y Artistas Negros celebrado en París, 1956:

Hay entre todos los reunidos una doble solidaridad: una solidaridad horizontal producida por la situación colonial o semicolonial o paracolonial (…) impuesta del exterior. Y una solidaridad vertical que proviene de una unidad primera, la unidad de la civilización africana. (Césaire, 2006, p. 48)

La idea de negritud implica estos aspectos y más, mediante la interacción entre la primera persona y el uso del Nos inclusivo, adelanta en considerar la relevancia de la sociogénesis como lugar para lograr los cambios en sociedad. En este punto, toma relevancia la idea de apertura como proceso de ajuste entre independencia y liberación, Edward Said (1993): “Precisamos crear una sociedad nueva, con la ayuda de todos nuestros hermanos esclavos, enriquecida con toda la potencia productiva moderna, cálida por toda la fraternidad antigua” (Césaire, 2006, p. 25, énfasis propio).

Lograr el desprendimiento y apertura es conseguir el pasaje desde el lugar definitivo de la subjetividad colonial, esto es, desde ese yo contextual hacia el lugar de interrogación en sociedad; en este último la pregunta por la descolonización se vuelve activa y desde ese lugar emerge la cosmovisión de un proyecto identificatorio hacia un yo solidario.

Por ello, opta por una voz plural, un “nosotros nosótricos”, no reclama un saber individual, sino dialogado, desde la conciencia del legado compartido. Consciente a su vez de la diferencia colonial,17 este “nosotros nosótricos”, deviene en voz ante el gesto de escuchar, como deuda infinitiva hacia los otros.

Se pasa entonces de un giro colonial a un giro descolonial, de un giro moderno a un giro transmoderno. Este último articula lo humanístico, sobrepasando la dialéctica del conocimiento imperial, elemento clave para la transformación de las humanidades y de las ciencias sociales en el siglo XXI, abre diálogo de sentido y relevancia trans-ontológica.

Dussel (2000) remarca la superación de la razón emancipadora como “razón liberadora”, incluye el proceso de descubrimiento y la dignidad del otro, la cultura, su sexo, su género, una afirmación de la alteridad como desarrollo de la identidad manifestada exteriormente. Allí toma protagonismo la liberación como proyecto transmoderno, así la razón moderna es trascendida: “pero no como negación de la razón en cuanto tal, sino de la razón violenta eurocéntrica, desarrollista, económica” (Dussel, 2000, p. 50).

Busca superar el “mito de la modernidad”, negando la historia eurocéntrica, manifestando su falsedad y exponiendo la “otra cara” la de sus víctimas, descubriendo el mundo periférico colonial, el del indio sacrificado y el negro esclavizado, heridos ambos por actos irracionales y ocultados ante los propios ojos. Demanda superar escollos de la humanidad, convirtiéndose en otra cosa, no europea, llevarla a un nivel diferente de manifestación, invención y descubrimiento: “Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad hay que hacer piel nueva, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de poner en pie a un hombre nuevo” (Fanon, 2009, p. 35).

El pensamiento de Césaire rompe antinomias modernas, interactuando entre pasado y porvenir proyectando el futuro, no trataría de un proyecto pre-moderno, como afirmación folklórica del pasado o anti-moderno manifestado por grupos populistas, ni pos-moderno como crítica y negación de la modernidad, implica un paradigma inclusivo de “Modernidad/Alteridad” y de solidaridad mundial.

A modo de realizar futuros trabajos se podrá especificar el efecto de la descolonización en zonas marcadas por la historia colonial sobre los cuerpos implicados, dando lugar a reclamos, proyectos de quienes sufren el impacto de las “subjetividades colonizadas”.

3. Conclusiones

La propuesta de Césaire, articulada desde una visión transmoderna de Dussel (1995), implica solidaridad entre naciones, acción necesaria para superar la falacia moderna; y acompaña el desarrollo cultural, respetando singularidades, recursos técnicos, científicos, que se tornan relevantes y necesarias para apoyar en “común unidad” proyectos y adelantos. El autor lo sostiene como: “época de identidad reencontrada, diferencia reconocida, diferencia mutuamente consentida, […] solidaridad y fraternidad nuevas” (Césaire, 2006, p. 9).

Por último, no es un discurso totalizador entre la mirada de un polo “moderno” y otro “transmoderno”, sino que el pensamiento de Césaire articulado con la mirada de Dussel relativiza grados de libertad. Esta construcción rompe principios absolutos donde las funciones se sucedían con lógica causal, valorándolas positiva y negativamente. Indica una instancia nueva, una variable subsumida entre la singularidad de las naciones y la convergencia entre ellas, ambos aspectos marcan su grado de evolución y apertura.

Referencias bibliográficas

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De Oto, Alejandro y Jerade, Miriam. (2023). Negritud e injusticia hermenéutica en Frantz Fanon. Isegoría, (68), e17. https://doi.org/10.3989/isegoria.2023.68.17

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Notas

1 “En 1956 fue una de las principales figuras del Primer Congreso de Escritores y Artista negros celebrado en París, momento de afirmación del concepto y uno de los principales impulsores, junto a Senghor” (Wallerstein, 2006, p. 7).
2 “Forma central de expansión (calificadas potencias imperialistas) fundada sobre la sumisión de países conquistados (colonias) al poder político de las metrópolis” (Fanon, 2009, p. 7).
3 “La enunciación es este poner a funcionar la lengua por un acto individual de utilización” (Benveniste, 1971, p. 83).
4 “En 1955 gobiernos y pueblos de Asia y África proclamaron en Bandung voluntad de reconstruir el sistema mundial sobre la base de reconocimiento de derechos, naciones hasta entonces dominadas” (Fanon, 2009, p. 17).
5 “El concepto de colonialidad no es ni de Fanon ni de Césaire; trata un desarrollo conceptual del sociólogo peruano Aníbal Quijano (1992) y ha sido generado por la civilización europea ‘occidental’, específicamente por el régimen burgués” (De Oto, 2011, p. 60).
6 “La modernidad aparece cuando Europa se afirma como el “centro” de la Historia Mundial que inaugura: la “periferia” que rodea a este centro es entonces parte de esta definición auto centrada” (Mignolo, 2010, p. 18).
7 “Samir Amín sustituye el término eurocentrismo por el de euroccidentalismo dominante, sugerido por Marcel Mazoyer para referirse a la inclusión de EEUU y de Europa como polos convenidos de Occidente” (Césaire, 2006, p. 95).
8 “le debemos el concepto [de colonialidad del ser] a Walter Mignolo (…) se refiere, entonces, a la experiencia vivida de la colonización y su impacto en el lenguaje” (Maldonado Torres, 2003, p. 127-130).
9 Patrón de poder emergente resultado del colonialismo moderno, en vez de limitarse a una relación formal entre dos pueblos o naciones, refiere al trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones intersubjetivas articuladas a través del mercado capitalista mundial y de la idea de raza (Maldonado Torres, 2003, p. 131).
10 Sobre la colonialidad del poder, Aníbal Quijano (2000 y 1992).
11 “En su sentido moderno, no tiene historia conocida antes de América. Colonizadores codificaron como color los rasgos fenotípicos de los colonizados y asumieron característica de categoría racial, inicialmente en el área britano-americana: raza es categoría mental moderna, …es invento” (Quijano, 2000, p. 204).
12 “Automatismo psíquico puro, intenta expresar por escrito u otro modo, el funcionamiento del pensamiento, un dictado sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral” (Breton, 2001, p. 44).
13 Añade a la representación surrealista el carácter psicoanalista, presenta concepción dividida entre una forma consciente y otra inconsciente, fuente última del instinto, el deseo; influencia de Freud sondeando las “profundidades” del inconsciente podía revelarse los impulsos determinantes de la vida.
14 “En el sentido de la irracionalidad generada por la violencia a través del mito de la modernidad” (Dussel, 1995, p. 69).
15 “Los acontecimientos históricos para la implantación del principio de la subjetividad [moderna] son la Reforma, Ilustración y Revolución francesa. También el Renacimiento Italiano, la Ilustración Alemana y el Parlamento Inglés” (Dussel, 2000, p. 45-46).
16 Para Césaire la primera negritud es la emergente en EE.UU., por renacimiento de lugares: Harlem, Manhattan, Nueva York –décadas de 1920 y 1930–. Manifestación en la defensa de derechos civiles y movimientos culturales: danza, música, arte, moda, literatura, teatro, un renacimiento intelectual y político afroamericanos.
17 “No se trata de diferencias culturales, sino (…) de diferencias coloniales” (Mignolo, 2003, p. 27).

Notas de autor

* Ernesto Ramón Lagraña es Profesor de Lengua y Literatura, egresado de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Ha trabajado con personas adultas y jóvenes para el programa de Alfabetización de la provincia del Chaco durante 3 años. Se desempeñó como Ayudante de Cátedra para la asignatura Biología del Aprendizaje (UNNE). Actualmente es docente en el nivel secundario y realiza capacitaciones docente a nivel provincial y nacional.
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