ARTÍCULOS
NEOLOGISMOS EN LENGUA QOM: UNA APROXIMACIÓN A SUS ASPECTOS FORMALES Y SEMÁNTICOS
Neologisms in the Qom Language: an Approach to Semantic and Formal Aspects
Cuadernos de Literatura. Revista de Estudios Lingüísticos y Literarios
Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
ISSN: 0326-5102
ISSN-e: 2684-0499
Periodicidad: Semestral
núm. 21, e2106, 2023
Recepción: 30/06/23
Aprobación: 04/08/23
Resumen: El presente trabajo explora las distintas estrategias para la creación de neologismos en lengua qom. A partir de un corpus recolectado de fuentes secundarias (páginas web, diccionarios, manuales) y mediante la elicitación con un hablante nativo, se analizaron los aspectos morfosintácticos y semánticos para la formación de nuevas palabras desde una perspectiva tipológica (Díaz Hormigo, 2020; Haspelmath y Tadmor, 2009), teniendo en cuenta algunos aportes de la lingüística cognitiva (Fernández Jaén, 2014; Romero Gualda, 2008); con foco en la metáfora y la metonimia como mecanismos para la neología. Se tuvieron en cuenta como antecedentes los estudios sobre formación de palabras en la lengua qom (Messineo, 2003; Censabella, 2005; Cúneo, 2013). Este artículo constituye un aporte a los estudios sobre la neología a partir de la descripción de datos de una lengua indígena.
Palabras clave: lengua qom, neologismos, tipología lingüística, formación de palabras.
Abstract: The paper explores the different strategies for the creation of neologism in the Qom language. Based on corpus collected from secondary sources (web pages, dictionaries, manuals) and elicitation with a native speaker, the different morphosyntactic and semantic aspects involved in the creation of new words were analyzed from a typological perspective (Díaz Hormigo, 2020; Haspelmath y Tadmor, 2009), taking into account some contributions of cognitive linguistics (Fernández Jaen, 2014; Romero Gualda, 2008) and focusing on the metaphor and metonymy as mechanisms to form neologisms. Previous studies about word formation in Qom were considered (Messineo, 2003; Censabella, 2005; Cúneo, 2013). This article is a contribution from the description of an indigenous language to the studies about neology.
Keywords: Qom language, neologisms, linguistics typology, word formation.
Na dalaxaic na’aqtacpi nahua qom la’aqtaqa. Qanmit da naigui (título en qom)
Anahil toj nech’ahies toj ihi Qom: khatut’aylo anahil toj kalelhjen wet tojlejlho tojtsu (título en wichí)
Ana dalaxaic na>qaatqa quena qom: ona nqonehua anamaq no>ueenataxac formales chaqai semánticos (título en moqoit)
1. Introducción
La lengua qom (qom l’aqtaqa) pertenece a la familia guaycurú junto al caduveo, el moqoit y el pilagá. Los grupos qom incluyen cerca de 127000 personas (INDEC, 2010), que habitan en la región Gran Chaco, así como zonas próximas a grandes ciudades (Resistencia, Pte. R. Sáenz Peña, Rosario, Santa Fe, Buenos Aires y La Plata). La situación de la lengua en los contextos urbanos es comprometida: si bien se continúa su uso en situaciones intracomunitarias e intramatrimoniales, las segundas y terceras generaciones no suelen utilizar la lengua, aunque comprenden cuando los mayores la usan (Hecht, 2010) e incluso recrean algunos usos con fines estéticos e identitarios (Beiras del Carril y Cúneo, 2019).1 El desplazamiento de la lengua a favor del español se debe a múltiples factores, tales como la educación formal monolingüe, el contacto más estrecho con la lengua hegemónica y la preferencia por la misma (Hecht, 2010).
Sin embargo, en los últimos años la lengua qom ha comenzado a ganar uso en nuevos espacios formales (jurídico, virtual, educativo). Estos nuevos usos favorecen la creación de neologismos, es decir, palabras resultantes de la formación de nuevas unidades léxicas.
El presente artículo se propone describir los aspectos morfosintácticos (afijación, alternancia de género gramatical) y semánticos (extensión metafórica, metonimia) involucrados en la creación de neologismos en toba, a partir de datos obtenidos mediante elicitación con un hablante nativo y en fuentes secundarias que fueron elaboradas mayormente en colaboración con hablantes indígenas. El objetivo del presente artículo es explorar los diferentes recursos (morfosintácticos y semánticos) utilizados para la creación neologística en lengua qom. La investigación en neologismos nos permite indagar tendencias en la productividad de nuevas palabras, la vitalidad, la resistencia ante el desplazamiento lingüístico (en caso de lenguas minorizadas); y la creatividad lingüística en nuevos contextos de uso. Este trabajo forma parte del proyecto de beca EVC-CIN,2 centrado en el análisis de préstamos y neologismos en esta lengua indígena, con el fin de identificar sus características tipológicas.
2. Neologismos
La neología refiere al proceso creativo de formación de nuevas unidades léxicas, las cuales se pueden ser denominadas neologismos (Díaz Hormigo, 2020, p. 77). Según la autora –retomando a Dubois– “(…) un neologismo es una palabra de creación reciente o recientemente tomada de otra lengua, o bien una acepción reciente de una palabra ya antigua” (Díaz Hormigo, 2020, p. 76). Para la creación de nuevo léxico, se utilizan recursos morfosintácticos propios de la lengua. Por ejemplo, en qom, nashiidaGat ‘ventilador’ (lit.: ‘su instrumento que sopla’) (Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 117) es una creación neologística que utiliza una base verbal (-ashiid-‘soplar’) así como sufijos y prefijos propios de la lengua (el prefijo n- indica poseedor de 3ª persona mientras que el sufijo -aGat codifica el instrumento).
Según Díaz Hormigo (2020), la creación neologística involucra mecanismos formales disponibles en cada lengua, como la derivación, la composición o el cambio de categoría gramatical. Así también, los procesos semánticos como la metáfora, la metonimia y la sinécdoque pueden formar parte de la creación de neologismos.
Una estrategia frecuente en la neología es la transferencia semántica. Se trata de un procedimiento que “(…) implica que un significante preexistente en la lengua expresa un nuevo significado, una nueva acepción o un nuevo sentido” (Díaz Hormigo, 2020, p. 90); por ejemplo, en maká -lo ‘semilla’ adopta también el significado de ‘bala de revólver’ (Tacconi y Abrach, 2014). Según Díaz Hormingo (2020), el cambio semántico “(…) importa un significado distinto, refleja una nueva y distinta concepción, alteración o modificación respecto a qué se aprehende del mundo extralingüístico” (p. 90).3
Para el presente trabajo, se tomaron también las propuestas de Fernández Jaén (2014) y Romero Gualda (2008) quienes definen la metáfora y la metonimia desde una perspectiva lingüístico-cognitiva. Las metáforas y las metonimias involucradas en los procesos de creación léxica implican cambios en la acepción de un lexema. Dichas estrategias “(…) son los mecanismos por medio de los cuales transformamos la experiencia en información vital”; ya que el pensamiento abstracto y las ideas que dan lugar a la creación de metáforas y que configuran nuestro lenguaje “(…) proceden de la experiencia cotidiana, ya sea una experiencia física o una vivencia cultural o antropológica (…)” (Fernández Jaén, 2014, p. 53).
En este marco, la metáfora constituye un mecanismo de aprehensión para transformar la experiencia vital en información. El mismo parte de la semejanza (que puede ser parcial) entre los dominios (de origen y de meta), y su proceso se lleva a cabo mediante una serie de correspondencias ontológicas y epistémicas. Fernández Jaen (2014) sostiene que “(…) lo que hace la cognición es comparar el concepto que se desea verbalizar con otro mucho más simple para establecer un patrón regular de interpretación semántica” (p. 53).
Por otro lado, la metonimia implica que la referencia nuclear del lexema es desplazada, aunque existe entre dominios una relación real para que se produzca el desplazamiento (Romero Gualda, 2008). Tanto la metáfora como la metonimia constituyen mecanismos que aprehenden la realidad desde categorías culturales, por lo que es necesario poseer conocimientos sobre las prácticas y representaciones sociales para comprender la relación entre desplazamiento y semejanza que se establece.4
Por último, una estrategia que involucra la importación de patrones o significados extranjeros con la retención de las formas de la lengua nativa (Bullock y Toribio, 2009) es el caso de los calcos. Estos últimos son una forma compleja, creada desde la estructura y constituyentes de una lengua extranjera o donante (por ejemplo, en español rascacielos a partir del patrón de la forma inglesa skyscraper). Por lo tanto, es una forma léxica que involucra una adaptación, y al mismo tiempo, una influencia de otra lengua. Si bien Haspelmath y Tadmor (2009) consideran que los calcos constituyen un tipo de préstamo (debido a la influencia de otra lengua en la estructura), son sin duda relevantes para la creación de unidades léxicas nuevas (neología).
En las lenguas indígenas del Gran Chaco, los procesos de formación neológica fueron estudiados en maká (Tacconi y Abrach, 2014), en guaraní (Morando, 2021) y en wichí (Vidal y Nercesian, 2009), entre otros trabajos que los tratan de manera indirecta.5 Las investigaciones identificaron distintos recursos morfosintácticos y semánticos en la formación de neologismos, que se tuvieron en cuenta para el análisis en qom.
En aquellas lenguas que atraviesan un proceso de retracción lingüística (como el caso del qom, cf. Hecht, 2010, entre otros), la utilización de neologismos es considerada como una estrategia de resistencia (Hamel, 1995) ya que implica la apropiación de un concepto extraño desde la propia lengua. También es vista como un signo de vitalidad (Adelstein, 2017) porque implica la utilización en nuevos espacios. En el caso del qom, durante los últimos años la lengua vernácula ha comenzado a apropiarse de aquellos espacios de los cuales históricamente ha sido excluida. Entre estos se encuentran los ámbitos educativo, el jurídico6 y el sanitario, así como los contextos de circulación digital (Internet). Desde esta perspectiva, el estudio de neologismos permite evaluar la creatividad lingüística en nuevas esferas, mediante recursos morfosintácticos y semánticos utilizados para denominar objetos y/o conceptos novedosos; así como también evaluar la vitalidad de una lengua y su relación con las lenguas dominantes.
3. Metodología y origen de los datos
Los neologismos fueron recopilados de cuatro fuentes principales; estas incluyen: la consulta del diccionario de Buckwalter y Buckwalter (2013), ampliamente aceptado entre los grupos qom; el Manual para la promoción de la salud entre los tobas (qom) del Chaco Central (Martínez, 2013), elaborado en formato bilingüe, en colaboración con hablantes nativos; la indagación en medios digitales que circulan en la lengua; y el trabajo junto a un colaborador qom hablante nativo. Posteriormente, el material relevado fue analizado desde una perspectiva tipológico-funcional (Haspelmath y Tadmor, 2009), tomando en consideración los aportes de Fernández Jaén (2014) y Romero Gualda (2008). Para la selección de neologismos se consideraron los criterios propuestos por Díaz Hormigo (2020).
En primer lugar, se relevó el Vocabulario Toba desarrollado por los misioneros menonitas Albert y Lois Litwiller Buckwalter en colaboración con hablantes nativos. En segundo lugar, se recopilaron neologismos de dos fuentes digitales, Chaco Indígena (chacoindígena.net) y Testigos de Jehová (jw.org). La primera se dedica a la difusión de la cultura indígena, con énfasis particular en la reivindicación histórica e identitaria. Allí se encuentra material escrito religioso y de difusión cultural en lenguas indígenas, así como audiovisual. Esta página es bilingüe, con predominancia del español. Por su parte, la página JW.ORG –desarrollada por los testigos de Jehová y con una interfaz íntegramente en qom– se dedica a la difusión religiosa con material escrito y audiovisual en lengua toba. También se documentaron neologismos incluidos en una campaña gráfica para la prevención del COVID-19 difundida a través de medios digitales. Esta placa informativa fue realizada por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI, 2020) y el Centro Universitario de Idiomas (CUI) con el fin de educar sobre la propagación y prevención del contagio de dicha enfermedad. Por último, se consultó terminología propia del campo de la medicina en el Manual para la promoción de la salud (Martínez, 2013). En el caso de estas fuentes, las traducciones literales corresponden a la autora y las traducciones al español provienen de la fuente.
Además, se realizó una serie de entrevistas y elicitaciones con Ramón Yuriga (R.Y.), un hablante adulto originario de Pampa del Indio que vive en el barrio urbano de Derqui, Provincia de Buenos Aires. La elicitación consistió en una lista de palabras candidatas a ser neologismos, agrupadas en los siguientes campos semánticos: salud, educación, religión, tecnología/trabajo, vivienda. La misma se realizó comenzando por aquellos campos considerados más antiguos (vivienda, religión, educación) para finalizar con aquellos más recientes (tecnología, salud). La separación por campos semánticos se basó en la propuesta de Vidal y Nercesian (2009) para su trabajo sobre préstamos en wichí. Dicha división surge de la necesidad de establecer aquellos campos donde hay mayor permeabilidad a incorporar préstamos (legislación, mundo moderno) de los que poseen menor permeabilidad (cognición, mundo físico, etcétera). Siguiendo este criterio, la elicitación inicia con aquellos campos que pueden poseer mayor permeabilidad y/o una incorporación más antigua de conceptos novedosos. La elicitación se llevó a cabo en el Barrio Toba Daviaxaiqui, ubicado en Derqui (localidad de Pilar, Provincia de Buenos Aires), durante los meses marzo de 2022 y febrero de 2023. Las respuestas fueron registradas en audio y por escrito, así como también las reflexiones metalingüísticas del consultante. Todos los datos recolectados fueron transcriptos siguiendo una escritura fonológica (véase nota 8). Las traducciones literales transcriptas en el artículo son del consultante. Las traducciones al español corresponden a la autora.
Si bien no sería posible separar dicotómicamente la morfosintaxis de la semántica ya que el significado está (también) contenido en la morfología, la sintaxis y sus usos, el presente trabajo aborda separadamente los procesos de formación neologística relativos a la semántica y a la morfosintaxis, a fin de poder hacer foco en los aspectos involucrados en cada nivel. No se abordará en profundidad el uso neologístico de los sufijos a un nivel semántico (es decir, los nuevos significados que estos puedan adoptar).
En total, recopilaron 132 formas neologísticas (palabras) a partir de las fuentes mencionadas. De este conjunto, una amplia mayoría constituyen extensiones semánticas (sin modificación morfológica) y formas creadas por derivación deverbal. En menor medida, se encontraron neologismos formados por composición y derivación a partir de bases nominales. Los casos menos frecuentes fueron aquellos donde el cambio de género implica un cambio en el significado. La mayoría de las palabras recopiladas son nominales; sólo se encontraron dos neologismos que son verbos. A continuación, se describirán los aspectos morfosintácticos (4.1) y semánticos (4.2 y 4.3) involucrados en la creación neologística en qom a partir de las fuentes documentadas.
4. Neologismos en qom
4.1. Aspectos morfosintácticos
De acuerdo a las descripciones disponibles (Messineo, 2003; Censabella, 2005), la lengua qom muestra una tendencia a la aglutinación y la polisíntesis; por lo tanto, se caracteriza por su complejidad morfológica, tanto en el nombre como en el verbo. Como es característico de las lenguas sintéticas, el qom presenta una rica morfología derivacional. Una estrategia recurrente para la formación de palabras en qom es la derivación nominal deverbativa mediante sufijación (Censabela, 2005). Entre los sufijos involucrados en la nominalización deverbal se encuentran -ki (locativo), -ai/-ayk (atributivo, m/f),-aGat/-aqte (instrumental, m/f) y -ek (resultativo), entre otros. Las bases verbales son nominalizadas mediante el morfema -aGa. El sufijo -ki deriva nombres que designan espacios delimitados y cerrados. En ocasiones objetos delimitados, pequeños, alargados y en vertical, o cerrados. Este sufijo no recibe marca de género en la base. El sufijo -ay(k) se utiliza para nombres que designan una actividad frecuente que realiza un agente (+humano) y que es una característica suya. Por esta razón, suele utilizarse para nombrar profesiones u ocupaciones. El sufijo -aGat/-aqte indica instrumento. Puede formar derivados de raíces léxicas simples o bases detransitivizadas mediante el sufijo -aGan. El sufijo -ek hace referencia al objeto resultado de la acción del verbo. Messineo (2003) llama a estos sufijos “marcadores de clase” porque son formas opcionales y permiten agrupar los nombres en categorías marcadas lingüísticamente. Estas categorías se basan en rasgos semánticos prototípicos que dan cuenta de características del referente (forma, dimensión, postura, etcétera). Los sufijos mencionados fueron documentados en la formación de neologismos, como se presenta a continuación.
4.1.1. Nominalización locativa: Sufijo -ki
Un conjunto amplio de neologismos se forma mediante el uso del sufijo locativo -ki. Como se mencionó previamente (cf. Censabella, 2005), este sufijo se utiliza para derivar bases que refieren a espacios delimitados o cerrados, objetos pequeños, alargados o en posición vertical. Según Messineo (2003, p. 105) este sufijo sirve para indicar la idea de ‘recipiente’ o ‘lugar cerrado’. La autora cita a Klein, quien documenta este sufijo con el sentido de forma plana y a Vidal, para el pilagá, con el de ‘objeto manufacturado por el hombre’.
En los ejemplos (1) a (5), se observa el lexema compuesto por una base verbal a la que se adjuntan sufijos que permiten reducir la valencia (mediante el morfema antipasivo -aGan) y nominalizar la base verbal (mediante el nominalizador deverbal -aGa). A la base nominalizada se adjunta el sufijo locativo -ki.
En (1) el uso del morfema -ki indica un objeto cerrado y delimitado (un horno de barro). En (3) y (5) también se trata de un objeto cerrado, pero cuya idea es más cercana a la de ‘contenedor’. A su vez, el caso de (2) se trata también de un recipiente pequeño y delimitado. En (4) se puede observar que el objeto al que refiere no es pequeño, sino alargado (máquina de coser). Otra característica de las máquinas de coser es que solían llevar una ‘tapa’ (generalmente de madera) por lo que también se trataría de un lugar cerrado. Si bien se encontraron casos de neologismos que utilizan el sufijo -aGat (instrumental) para denominar ‘aparatos’ (véase Censabella, 2005), en este caso el nombre se forma por medio de un sufijo que refiere a la forma del objeto (cerrado y alargado) por sobre la función (ser una máquina).
(1)7
l-qatel-aGan-aGa-ki
pos3-hornear-dtr-nmz-loc
‘su horno (de barro)’ (lit.: ‘lugar/recipiente para hornear’)
(R.Y., 84)8
(2)
l-ki’-aGa-ki
pos3-comer-nmz-loc
‘su plato’ (lit.: ‘su lugar para comer’)
(R.Y., 84)
(3)
l-ach-oGon-aGa-ki
pos3-cargar-dtr-nmz-loc
‘su valija’ (lit.: ‘su lugar para cargar’
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 312)
(4)
l-et-aGan-aGa-ki
pos3-coser-dtr-nmz-loc
‘máquina de coser’ (lit.: ‘su lugar donde cose’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 272)
(5)
na-paGayaGat-aGa-ki
pos3-calentar-nmz-loc
‘su pava’ (lit.: ‘lugar para calentar’)
(R.Y., 84)
Este apartado muestra como el miso sufijo (-ki) es utilizado para denominar objetos, denotando algún aspecto físico suyo.
4.1.2. Nominalización atributiva: Sufijo atributivo -ay(k)
Según las descripciones previas (Messineo, 2003; Censabella, 2005; Cúneo, 2013), el sufijo -ay(k) permite derivar nominales atributivos a partir de bases verbales nominalizadas para expresar cualidades o características de los referentes. Dicho sufijo se utiliza para un conjunto de nominales que refieren a actividades frecuentes u oficios. Semánticamente, permite formar nombres que seleccionan un rasgo del comportamiento de la entidad a la que refiere.
Entre los neologismos documentados, el ejemplo (6) indica un oficio (cirujano). Este está conformado por la base verbal pitaGan, a la cual se adjunta el nominalizador -aGa y el atributivo -ayk. Dicha base verbal es traducida en Buckwalter y Buckwalter (2013) como ‘cortar, destripar, operar’. Esta última acepción, perteneciente al campo de la medicina, indicaría un desplazamiento de la referencia desde los significados más conocidos y prototípicos (‘cortar’, ‘destripar’) a uno más reciente y menos prototípico (‘operar’), mediante una relación de semejanza parcial. En este caso se podría hablar de un neologismo formado mediante mecanismos morfológicos (sufijos) y semánticos (extensión metafórica del significado).
(6)
pitaGan-aG-ay-k
cortar-nmz-atr-masc
‘cirujano’ (lit.: ‘el que corta/destripa/opera’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 188)
En los casos de (7) y (8) la formación de neologismos opera de manera similar. En ambos ejemplos se trata de una base verbal a la que se adjunta los sufijos -at (causativo), -aGan (detransitivizador), -aGa (nominalizador) e -ik (atributivo).
Tanto en (7) como (8) hay bases verbales que hacen referencia a un rasgo del referente o a un ‘comportamiento’ (‘le despierta’ y ‘extingue’; respectivamente).
(7)
qetoGon-at-aGan-aG-ay-k
despierta-caus-dtr-nmz-atr-masc
‘despertador’(lit.: ‘el que despierta/hace despertar’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 173)
(8)
lam-at-aGan-aG-ay-k
extinguir-caus-dtr-nmz-atr-masc
‘extintor’ (lit.: ‘el que extingue’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 65)
4.1.3. Nominalización instrumental: Sufijo -aGat
Según Censabella (2005) la utilización del sufijo -aGat indica instrumentalidad e implica un aumento en el grado de transitividad de la base verbal. De esta forma, en (11) se puede observar como su adjunción resulta en una creación neologística para denominar una herramienta.
Por otro lado, el morfema -aGan “se utiliza cuando la acción es realizada de manera consciente, voluntaria y controlada por el agente (…) de allí su selección para estos neologismos” (Censabella, 2005, p. 197).
En el par (9) y (10) se puede observar la exploración de este recurso morfológico.
(9)
l-vin-aGat
pos3-girar-inst.m
‘cerrojo’ (lit.: ‘su instrumento para girar’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 226)
(10)
l-vin-aGan-aGat
pos3-girar-cau-inst
‘taladro’ (lit.: ‘su instrumento para hacer girar’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 93)
(11)
n-apilot-aGat
pos3-lavar.la.cara-inst
‘su toalla’ (lit.: ‘su instrumento para lavar la cara’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 114)
(12)
na-shiid-aGat
pos3-soplar-inst.m
‘ventilador eléctrico’
(lit.: ‘su instrumento para soplar’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 117)
Todas estas estrategias, permiten la formación de sustantivos a partir de bases verbales. En este caso, lo que se privilegió a la hora de formar el neologismo es la función del objeto (ser un instrumento) en lugar de la forma (como se vió en apartados anteriores).
El uso del sufijo instrumental -aGat en (10) y (12), mostraría una nueva acepción en el significado del morfema (‘instrumento’ > ‘instrumento eléctrico’). Sin embargo, en el caso de (4) letaGanaGaki (‘máquina de coser’) la utilización el sufijo -ki para denominar una herramienta, en lugar de un sufijo instrumental, indicaría una predilección por la forma (alargada) en lugar de la función. Por lo tanto, puede afirmarse que la preferencia de determinadas formas morfológicas posee también una motivación semántica.
4.2. Aspectos semánticos
4.2.1. Metáfora
Como se mencionó previamente, la extensión semántica es una estrategia de creación de neologismos que radica en el cambio en el contenido semántico de un término preexistente.
El uso de metáforas en la extensión semántica permite que los significados más nucleares (prototípicos) adopten nuevas capas de significado. Como se observa en (13), (14) y (15) el dominio del que se parte (origen) está más asociado al conocimiento cultural compartido. Por su parte, el dominio de meta está asociado a las innovaciones tecnológicas y médicas.
En los ejemplos (13), (14) y (15) hay un dominio de origen más conocido y cercano a la cultura y un dominio de meta más nuevo y/o desconocido. La relación ontológica establecida puede representarse en términos de “X (meta) es como Y (origen)” –“el fósforo es como el fuego” (13); “los archivos son como los libros” (14) y “la curación es como un tratamiento” (15)–. Así también se establecen relaciones epistémicas para encontrar el correlato en el dominio meta: “el fuego calienta, da luz, enciende (como un fósforo)” (13); “los libros tienen información y se leen (como los archivos)” (14); “la curación alivia los síntomas y te cura (como el tratamiento)” (15). Las motivaciones para la creación de esta relación entre el dominio de origen y el dominio de destino se apoyan en la semejanza, que puede ser real y objetiva (un fósforo tiene las mismas funciones que el fuego) o percibido (los archivos tienen información como los libros, pero no necesariamente es escrita; no tienen hojas de papel, ni el mismo formato). En este último caso, esta percepción está determinada por modelos culturales que establecen la semejanza (cf. Soriano, 2012).
(13)
l-l’e
pos3-fuego
‘fósforo’ (lit.: ‘su fuego’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 82)
(14)
nerec-pi
libro-pl
‘archivos (virtuales)’ (lit.: ‘libros’)
(chacoindigena.net)
(15)
n-atann-aG-ek
pos3-curar-caus-nmz
‘tratamiento’
(lit.: ‘su curación’)
(Martínez, 2013, p. 40)
En el ejemplo (15), están involucrados mecanismos de nominalización deverbal. El morfema causativo (-aG) y el sufijo nominalizador que indica ‘resultado de una acción’ (-ek) se adjuntan a la base verbal (-atann ‘curar’). Se encontró esta entrada también en Buckwalter y Buckwalter (2013, p. 235) con el significado de ‘curación’. En este caso, el análisis se enfoca en la nueva acepción (‘tratamiento’) que el término adopta en el Manual para la promoción de la salud (2013). Así, este ejemplo muestra también que la creación neologística a partir de la extensión de la designación no se limita únicamente a palabras que no hayan sido derivadas.
4.2.2. Metonimia
En el caso de la metonimia la relación entre dos términos se da por la conexión de uno con el otro. Según Romero Gualda (2008), en la metonimia, “no se cambia el contenido de la voz sino que se desplaza la referencia” (p. 196). Esto implica que el término se sustituye por otro con el que se observa una relación (semántica) real, necesaria para que se produzca el desplazamiento. Existen diferentes relaciones de desplazamiento en la metonimia. En este trabajo se considerarán la relación efecto por causa y todo por la parte. Por ejemplo, entre ‘se lo esconde hacia abajo’ y ‘descargar (un archivo de una página web)’ (17), la relación no se apoya en la similitud como en la metáfora, sino en nombrar el efecto (que se esconde hacia abajo) por la causa (que se descarga). “El efecto por causa” es la conexión entre ambas palabras. Para comprender este desplazamiento, es necesario tener algún conocimiento extralingüístico –como se especificará en (18)–.
Los ejemplos (16) y (17) provienen de la página web JW.ORG. Se encuentran junto a los íconos que representan una impresora y una nube con una flecha que apunta hacia abajo, respectivamente.
(16)
qa-l-apaGa-ñi
imp-3-aplanar-loc:abajo
‘imprimir’ (lit.: ‘lo aplana hacia abajo’)
(JW.ORG)
(17)
qa-n-yoGoo-ñi
imp-3-esconder-loc:abajo
‘descargar’ (lit.: ‘se lo esconde’)
descargar’ (lit.: ‘se lo esconde’) (JW.ORG)
En ambos ejemplos, que fueron tomados de la misma fuente, se observa la misma estructura: una base verbal con el prefijo impersonal -qa y un sufijo locativo -ñi (hacia abajo). En (16) el ‘efecto’ es que la hoja pasa por la impresora y ‘se aplana’. En (17) el efecto es que el archivo al descargarse ‘se esconde’ (no es visible a primera vista) y va ‘hacia abajo’. Por lo tanto, la elección de este sufijo puede responder a la manera en la que estas acciones son conceptualizadas culturalmente.
Otro caso de desplazamiento metonímico se observa en el término l’ochaGaki (18), que se elicitó en primer lugar como equivalente qom para “dormitorio”. El mismo deriva de la base verbal do’oche ‘él duerme’, a la cual se añaden los sufijos -aGa (nominalizador) y -ki (locativo), junto con el prefijo que codifica al poseedor. Como se presentó en 4.1.1, se trata de un neologismo creado mediante una nominalización locativa. Esta expresión se usa también para denominar, metonímicamente, al mosquitero.
(18)
l-’och-aGa-ki
pos3-dormir-nmz-loc
‘dormitorio’ > ’mosquitero’
(R.Y., 84)
Como se observa, la relación semántica que se establece es del todo por la parte: el nombre del objeto refiere al lugar donde se utiliza (el dormitorio, el todo) para denominar la parte (el mosquitero).
Durante la elicitación el consultante señaló que el mosquitero que se utiliza en la ventana recibe el nombre del préstamo (mosquitero), en cambio en el caso del objeto que se coloca sobre la cama, este se nombra como en (18). Tanto ‘mosquitero’ como ‘dormitorio’ refieren a espacios que están bien delimitados,9 lo cual explicaría la preferencia por este sufijo -ki en lugar de otro.10
El ejemplo (19) representa otro neologismo formado a partir de una relación metoníminca efecto por causa, donde se denomina el elemento a partir del efecto que produce; en este caso “tapar”:
(19)
l-apo-Gon-at
pos3-tapar-dtr-inst?
‘cortina’ (lit.: ‘su cosa para tapar’)
(R.Y, 84)
La base en el ejemplo (19) es el verbo yapogi (‘lo tapa’). Dicha base se ha encontrado en Buckwalter (2013) para distintos términos, entre ellos lapoGonaGat (‘lo que él usa para tapar algo, su cobertura’) y lapoGot (‘su tapa, su protector, su cortina’). En línea con estas expresiones, en una campaña gráfica para la prevención del COVID-19 realizada por el INAI y el CUI, se utiliza un calco del español conformado por la base lapoGot:
(20)
na-m l-apoGot na-m ’ap
dd-focpos3-protector dd-foc pos2.boca
‘tu tapaboca /el tapaboca’ (lit.: ‘su protector tu boca’)
La expresión qom para ‘tapaboca’ en (20) constituye una forma nominal compleja que ‘copia’ la estructura del español pero utiliza las formas de la lengua indígena. Se presenta este ejemplo a fin de mostrar la explotación semántica del mismo término para denominar dos objetos que en español reciben nombres diferentes. Como se puede ver en (19) y (20) la misma base ha adquirido con el paso del tiempo distintas capas de significado. Durante la elicitación con el consultante, él aclaró que lapoGot es la acción de tapar y utilizó para ejemplificar la acción una tela que cubría un objeto en la mesa, lo que puede explicar la utilización de esta base en términos que refieren a ‘tapabocas’ y ‘cortina’.
4.3. La alternancia del género gramatical
Se encontraron casos en los cuales la alternancia de género en los mismos lexemas permite diferenciar el referente, dando lugar a nuevos significados. En qom, el sistema de género se organiza en los valores femenino y masculino, y puede manifestarse morfológicamente en el nombre mediante el sufijo -k (Messineo, 2003). En (21b), la marca de género masculino se adjunta al nominalizador -shi, que indica ‘lugar de procedencia’ (Messineo, 2003, p. 113).
(21a)
l-waGa-shi
pos3-mano-nmz
‘su reloj pulsera’
(Buckwalter y Buckwalter 2013, p. 80)
(21b)
l-waGa-shi-k
pos3-mano-nmz-m
‘su brazalete’
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 80)
(22a)
l-qola-k
pos3-colgante-m
‘Santo’ (lit.: ‘su estatua/ imagen religiosa’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 87)
(22b)
l-qola
pos3-colgante
‘Santa’ (lit.: ‘su fetiche, su medalla de la virgen, su santa, su collar’)
(Buckwalter y Buckwalter, 2013, p. 87)
La diferencia de género entre (21a) y (21b) puede tener una motivación semántica. La asociación del género con los parámetros de forma y tamaño en la lengua qom fue señalada en descripciones previas (cf. Buckwalter y Buckwalter, 2013; Messineo, 2003; Censabella, 2005; Cúneo, 2009). Así, el género femenino se asigna a nombres cuyos referentes presentan una forma redonda y pequeña, mientras el género masculino ocurre en nombres que designan objetos alargados y de mayor tamaño. Por lo tanto, la motivación por el cambio de género en los ejemplos precedentes podría estar influenciada por la forma y el tamaño del referente. La preferencia por el género femenino podría estar asociada al tamaño pequeño y a la forma redonda (una medalla, un reloj).
Con respecto a los ejemplos en (22), la marca de género -k se adjunta directamente a la base. En Buckwalter y Buckwalter (2013), la entrada del diccionario para lqola hace referencia a nqolaaña cuyo significado es “lo lleva en cabestrillo que cruza el pecho, se lo pone de collar, lo lleva tendido del hombro opuesto” (p. 146).
5. Reflexiones finales
La creación neologística es un proceso complejo, atravesado por muchos factores (cognitivos, sociales, gramaticales). Este trabajo constituye una primera aproximación a dicho fenómeno desde un marco lingüístico tipológico y lingüístico cognitivo. En particular, se describieron los aspectos morfosintácticos y semánticos involucrados en la creación de neologismos en la lengua qom, a partir de datos obtenidos mediante elicitación con un hablante nativo y de fuentes secundarias. Se encontró la derivación por medio de los sufijos locativo (-ki), atributivo (-ayk/-ai), instrumental (-aGat/-aqte), y resultativo (-ek), que se adjuntan a una base verbal y derivan sustantivos, es una formación frecuente. Entre los aspectos semánticos, se describieron la metáfora y la metonimia como recursos utilizados para la creación neologística.
Los neologismos permiten ver la creatividad lingüística para denominar nuevos conceptos que ingresan a la lengua con la intervención por parte de los hablantes. La preferencia por determinado tipo de sufijos para denominar objetos a partir de su forma (como es el caso de -ki o del género gramatical) o la utilización de un término polisémico como lapoGot en el caso de lapoGonat (‘cortina’) y nam lapoGot nam ’ap (‘tu tapabocas’) representan estrategias que se apoyan en la riqueza semántica y morfosintáctica.
Los recursos morfosintácticos y semánticos propios de cada lengua para la neología no son separables entre sí. En el ejemplo pitaGanaGayk (‘cirujano’), el significado de la base verbal pitaGan (‘cortar, destripar, operar’) adquiere una nueva acepción por medio de la relación metafórica entre ‘cortar/destripar’ y ‘operar’. A la vez que requiere un sufijo atributivo que denota ‘una acción que hace repetidamente’ (una profesión). Sin embargo, se requiere más investigación en este campo para poder explorar el fenómeno de la extensión semántica a nivel morfosintáctico en el uso de afijos.
Finalmente, el estudio sobre neologismos puede aportar a futuras investigaciones enfocadas en el contacto lingüístico información sobre la vitalidad y resistencia de las lenguas minorizadas (como es el caso del qom), así como la identificación de patrones comunes y tendencias de uso que puedan dar cuenta de cambios lingüísticos sincrónicos y/o cambios culturales.
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