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La legibilidad y lecturabilidad de los textos impresos: Consideraciones desde la tipografía.

The legibility and readability of printed texts: Considerations from the typography.

Maite Fundora Iglesias
Instituto Superior de Diseño de la UH , Cuba
Ernesto Fernández Sánchez
Instituto Superior de Diseño de la UH , Cuba

A3Manos

Universidad de La Habana, Cuba

ISSN-e: 2412-5105

Periodicidad: Semestral

vol. 7, núm. 13, 2020

sergio@isdi.co.cu

Recepción: 17 Abril 2020

Aprobación: 14 Junio 2020

Publicación: 12 Julio 2020



Instituto superior de Diseño, 2013

Resumen: El presente artículo resume los resultados de una investigación para determinar por método de consulta a expertos el nivel de impacto de los elementos del diseño tipográfico en los procesos de legibilidad y lecturabilidad de un texto impreso. El mismo permite trazar prioridades tanto para el proceso de selección tipográfica, el diseño editorial de textos como el diseño de nuevas fuentes tipográfica, atendiendo a la función comunicativa del producto y la jerarquización de estos elementos en los diferentes niveles de empleo de la tipografía

Palabras clave: tipografía, legibilidad , lecturabilidad.

Abstract: This article summarizes the results of an investigation to determine the level of impact of the elements of typographic design on the legibility and readability of a printed text by means of expert consultation. It allows setting priorities for the typographic selection process, the editorial design of texts and the design of new typographic fonts, taking into account the communicative function of the product and the ranking of these elements in the different levels of the use of typography.

Keywords: typography , readability, readability.

INTRODUCCIÓN

Desde su surgimiento hasta inicios del siglo XX la tipografía navegó en una especie de intermedio entre el oficio de imprenta y las artes gráficas donde el diseño de caracteres estaba altamente determinado por las posibilidades reales de realización en los diferentes soportes de los tipos móviles, y poco a poco fue abarcando no solo el alfabeto sino que incluyó además firuletes, filetes, filigranas, florituras, cliches e incluso ilustraciones.

A partir del siglo XX, con la creación de las primeras escuelas universitarias de diseño, la tipografía comienza a ser considerada una disciplina esencial y se desarrollan desde entonces hasta hoy, diversos proyectos de investigación con el objetivo de darle a la misma un mayor peso científico en su estudio Morison (1929), Frascara (1994), Montesino (2003), Galvez (2010), Solomon (2013), Fontana (2015), Henstresa & Meseger (2017), Rodriguez & Valero (2016), Bringhurst (2018), Unger (2019).

Desde entonces la tipografía ha sido vista en dos sentidos, por una parte, como recurso de diseño para la solución de los más diversos problemas profesionales y el diseño tipográfico como un problema profesional en sí mismo. Por lo tanto, sus estudios, análisis e incluso su enseñanza en las escuelas de diseño, suelen ser abordados en 3 grupos:

La lectura es el modo a través del cual muchos productos de diseño de comunicación visual (en especial de la esfera gráfica) cumplen su finalidad útil, los estudios de lectura y todos los procesos que esta abarca trascienden con creces el plano del diseño.

Los estudios científicos acerca de la lectura se iniciaron en su generalidad después del primer tercio del siglo XX y hasta hoy se considera un amplio y diverso campo de investigación sobre el cual influyen diversas ciencias y saberes. Hainline (1980), Wolfgang (1996), Aicher & Cavallo (1997), Valles (2005), Morais (2008), Rodo (2010), Kederis (2011), Dubois (2012), Mendelsund (2015), Goodman (2017), Unger (2019).

La mayoría de los estudios comenzaron con un enfoque educativo rápidamente se trascendió esta mirada. En la medida que se buscaban los elementos que influían en la lectura se descubrieron diversos aspectos en los que a su vez la lectura tenía gran influencia. De manera muy general y sin pretenciones de generar una clasificación se analizan estos estudios en cuatro grupos:

La relación de la lectura con la tipografía en la mayoría de la literatura y los estudios realizados se hace desde el abordaje de dos términos o procesos fundamentales: la lecturabiidad y le legibilidad del texto.

El término de lecturabilidad es especialmente controvertido, al punto que no existe esta palabra aprobada por la Real Academia Española, aunque es de amplio uso en publicaciones científicas sobre el tema de la lectura. Su surgimiento se debe al termino anglosajón readability. Klare (1980), Erikson & Lee (1980), Cloze (1985), Mckenna & Robinson (1998), Taylor (2000), Clark (2005), Henk (2012), Guthrie (2013), Artola (2014), Reyes (2018), Salaverria (2018), Sigaud Sellos (2019)

Los estudios de lecturabilidad han sido ampliamente utilizados por diversos actores sociales, especialmente porque muchos han sido estandarizados y cuentan con formulaciones para posibles cálculos de potencial de lecturabilidad de un texto, procedimientos como el de Cloze o el cálculo del Índice Fog entre otros son de uso común en editoriales. Otros dirigidos a medir la capacidad de lectura de los sujetos han sido empleados desde los años 40 como criterio de selección de empleo. En todos los casos prima el enfoque sociocultural de la lecturabilidad.

En cuanto a la legibilidad también se han desarrollado diversos estudios y existe una amplia bibliografía sobre el tema, en este caso mucho más relacionada con la tipografía que el proceso anterior, ya que la misma se considera un requisito básico del diseño y de la selección tipográfica Breland (1980), Richardeau (1990), Perez Rioja (1995), Leon & Meriño (2004), Josephson (2008), Hernandez (2016), Tatay & Perera (2018), Sigaud Sellos (2019). Esta variable será estudiada también en esta investigación.

Es importante señalar que, en el abordaje de este proceso, se aprecian coincidencias en la estrecha relación tipografía - lectura agrupados en dos grandes tendencias:

Cuál es la relación del diseño tipográfico y los elementos que lo componen con estos dos procesos, cómo jerarquizar esos elementos para lograr un mejor empleo de la tipografía y optimizar el rendimiento de la función comunicativa de un producto impreso, son algunas de las interrogantes que se proponen responder.

DESARROLLO

La Tipografía tiene una dimensión técnica y funcional basada en el oficio de tipógrafos e impresores. Cuenta con sistemas de medición y cálculo que ayudan a organizar y racionalizar la comunicación visual. Pero tiene además una dimensión humanística que se basa en la escritura, representación abstracta de objetos e ideas que hizo posible el registro de la cultura, la organización del pensamiento y el desarrollo intelectual del hombre.

Entendida como disciplina, la Tipografía profundiza y enriquece en direcciones múltiples los alcances del Diseño Gráfico. Teniendo en cuenta los diferentes momentos de análisis por los que ha pasado el término a lo largo de la historia, se estudian diversos autores que abordan dichas definiciones.

Stanley Morison (1929) platea que la tipografía es el arte de disponer correctamente el material de imprimir, de acuerdo con un propósito específico: el de colocar las letras, repartir el espacio y organizar los tipos con vistas a prestar al lector la máxima ayuda para la comprensión del texto. Esta definición a partir de ese momento ya empieza a estar más general, porque contempla un sentido más amplio de la tipografía y, al mismo tiempo, incluye ciertos principios operativos.

José Martínez de Sousa (1999) bibliólogo, tipógrafo, ortógrafo, ortotipógrafo propone como ver la tipografía como procedimiento de impresión con formas o moldes cuyos motivos impresores están en relieve. Estética de lo impreso, especialmente relacionada con la composición y la compaginación. Aspecto general de un texto, dependiente del ojo y tipo de letra empleados en su composición. En esta definición si bien se introducen algunos aspectos que no se mencionaban hasta el momento como la composición y la diagramación, siguen sin aparecer otros como el diseño y la clasificación de los estilos tipográficos.

Fontana (2018) la define como uno de los códigos culturales que utilizamos para comunicarnos, probablemente una de las convenciones más masificadas. Podríamos decir que el alfabeto es uno de los mayores acuerdos entre los hombres de una cultura. Las formas, los colores, los gestos y los sonidos conforman las bases de la comunicación humana y la tipografía, de alguna manera, resume esas formas culturales y las expresa a través de signos gráficos. Una definición que puede ser coherente y funcional a la misma vez y que maneja varios elementos, y se va despojando de las definiciones iniciales directamente relacionadas a la imprenta. Esta última mirada con mayor amplitud e integralidad conceptual.

Adentrándonos en los procesos de lectura comencemos por ver que por legible entendemos la facultad de aquellas fuentes tipográficas que, por sus formas, contraformas y espaciado, permiten una lectura rápida, accesible y sin interrupciones.

Esta propiedad favorece el fácil reconocimiento del texto. Entre otros factores, cobra especial relevancia aquí el tamaño de las minúsculas, las contraformas, los trazos ascendentes y los trazos descendentes. (Gaultney, V. 2005).

Se puede entonces ver definiciones como las que comprenden que la legibilidad es un atributo del texto, un conjunto de peculiaridades que favorecen o dificultan la comprensión lectora. (Barrio, 2007). O aquellas que la consideran condición imprescindible para que la composición de un texto impreso invite a la lectura y haga fácil su comprensión. También, las informaciones que posee el lector para interpretar el texto de la manera más completa posible. (Mota, 1988, citado por Ríos, 2010, p. 240).

Otros consideran que la legibilidad es el conjunto de características de los textos que favorecen o dificultan una comunicación más o menos eficaz entre ellos y los lectores, de acuerdo a las competencias de estos y a las condiciones en las que realizan la lectura (Alliende, 1994).

Un conjunto de ideas claves del diseñador de tipografías Gerard Unger en su obra “Qué ocurre mientras lees” 2019. Son las siguientes:

Ruani McLean (2001), basado en su experiencia como diseñador e investigador del campo de la tipografía elabora tres reglas para alcanzar la legibilidad tipográfica:

  1. 1. 1. Los caracteres sin remate son por naturaleza menos legibles, los remates no tiene solo una función decorativa.

    2. La variante regular de una tipografía siempre será más legible que cualquiera de sus variantes (cursiva, negritas, versalitas), independientemente de su tamaño

    3. El espacio entre palabras no debe ser mayor al espacio entre líneas, el espacio entre palabras es clave en el seguimiento de la lectura y la legibilidad del texto.

En un enfoque más amplio del asunto Merino (2014) aborda diversos aspectos a tener en cuenta en busca de la legibilidad tipográfica,:

  1. 1. El interlineado: el mismo debe ser analizado calculando la altura de las x y la longitud de los ascendentes y descendentes.
  2. 2. Ancho de la columna: está altamente determinado por el interlineado y por el tamaño de los tipos.
  3. 3. Espacio entre letras y palabras: el espacio entre palabras este autor considera que debe estar marcado por la dimensión del carácter “r”, aunque muchos otros autores considera que debe ser la “n”.
  4. 4. Estructuración de los tipos: está determinado por el uso de otros recursos gráficos, la naturaleza del texto y los niveles de jerarquización que este tipo de texto requiera.
  5. 5. Alineación: puede ser justificada, no justificada, centrada y asimétrica, cada una tiene ventajas y desventajas atendiendo a la masa de texto que se utilice y su relación con otras formas de textos en una página.

El destacado diseñador Eric Gill (2015) considera que el elemento clave de la legibilidad es la familiaridad de la forma, atendiendo al papel que la memoria juega en el proceso de decodificación de los caracteres. El autor afirma de manera categórica que la legibilidad no es más que a lo que uno está acostumbrado.

Novoa (2014) en un análisis de los elementos que afectan la legibilidad del texto los agrupa en tres categorías:

  1. 1. 1. Grado de legibilidad de los caracteres

    2. La comprensión de las ideas expresadas en el texto

    3. Efectos de la lectura.

Con una amplia mirada al fenómeno y una basta especia profesional, Montesino (2015) señala entre otros elementos, como claves:

De manera general se puede apreciar que con respecto a los elementos que influyen en la legibilidad tipográfica de un texto impreso se determinan algunas regularidades: • Inciden tanto los elementos de la micro como de la macro tipografía.

El término lecturabilidad como se dijo tiene su origen en el término anglosajón readbility y se refiere al texto en su mismo, a la complejidad inherente de un mensaje escrito, a su mayor o menor grado de facilidad y agrado para ser leído (Diccionario Oxford, 2017)

Si bien esta definición como punto de partida para comprender el origen del término es útil, deja fuera de su alcance los elementos tipográficos o de diseño que pueden influir en el fenómeno.

También centrado su atención los fenómenos lingüísticos y socioculturales Klare (1999) enuncian aspectos claves que inciden en este fenómeno:

Aspectos lingüísticos

Aspectos socioculturales

Hasta este punto puede parecer que con respecto a la pregunta de si guarda relación la tipografía con la lecturabilidad la respuesta sería negativa, pues las definiciones hasta aquí abordadas no tienen en cuenta los elementos físicos perceptuales que aporta la tipografía. Este se debe esencialmente a que los autores antes mencionados solo conciben la tipografía como forma y no revelan el carácter semántico de la misma.

Otro es el análisis realizado sobre la lecturabilidad por autores especializados en la tipográfica y su papel en la lectura de textos impresos. Montesinos (2014) divide la definición en dos partes o acepciones para su mayor vínculo con la tipografía:

Por su parte Gálvez (2015) en una definición muy sintética pero precisa, define a la lecturabilidad como la ergonomía de la lectura, esta sencilla definición ya agrupa en si misma a los fenómenos socioculturales y los aspectos físicos perceptuales.

Para comprender definitivamente la relación entre tipografía y lecturabilidad es necesario abordar la dimensión semántica de la tipografía y tener una mirada de ella no solo como signos portadores de un mensaje ya pre establecido, sino entender también la tipografía como una imagen portadora de disimiles connotaciones semánticas que acompañan o son transferidas al significado del texto.

La tipografía es un arte por el cual se pueden aclarar, honrar y compartir los significados de un texto (o su ausencia de significado) o, por el contrario disfrazarlo (Bringhurst , 1992) con esta idea se resalta la noción de que la selección tipográfica puede reforzar el mensaje del texto o puede por el contrario entorpecer su compresión.

Montesino y Hortuna (2014) dividen el analisis en dos sentidos, por una parte plantea que una tipografía de edición tendría que ver con ciertos aspectos normativos como familias, tamaños, interletraje, entre otros y una tipografía creativa, estaría más relacionada con una metáfora visual en la cual el texto no tiene solo una funcionalidad lingüística, funciona más como una imagen.

Si bien esta idea pudiese dar la apariencia engañosa de que solo las tipografías creativas tiene una carga semántica, los propios autores lo desmienten abordando el término de metaforización tipográfica.

Estos autores refieren que su responsabilidad fundamental (refiriéndose a la tipografía) es trasmitir el contenido. Paralelamente, la tipografía confiere claridad jerárquica a los textos, destacando su importancia, voz, relaciones y significados.

La tipografía indica un tiempo, un lugar, una cultura, un estilo. Puede proporcionar unidad a elementos dispares o expresar diversos puntos de vista, haciendo evidente la importancia contextual ante su interacción con otros elementos del lenguaje visual, remitiéndose a unas cualidades visuales que van más allá de una mera estructura formal (Montesino y Hortuna 2014)

En una exhaustiva explicación sobre este tema Londoño (2014) apunta que el diseño tipográfico incrementa la demanda de atención por parte del lector y amplia el significado que este da a las palabras. Así el diseño tipográfico influye en la comprensión de las ideas que realiza el lector, por lo que su respuesta - en términos de percepción – aumenta. También puede generar efectos contrarios; esto es, minimizar la información, quitarle relieve, suavizarla, restarle fuerza elocutiva, mitigarla, atenuarla y distraer al lector de sus posibles puntos o focos de interés.

En este mismo sentido Carballo y San Román (2014) refiriéndose a la tipografía dentro del diseño gráfico plantea que este elemento gráfico y textual es esencial por su gran capacidad comunicativa de significado con sus formas (semántica de la morfología del tipo), por su capacidad para jerarquizar el contenido y sobre todo por su poder para facilitar la lectura y la compresión del texto al receptor.

Con vistas a unificar ciertos criterios y lograr organizar los elementos de la tipografía que inciden en estos dos procesos se realizó una consulta a expertos, las características de los trece expertos seleccionados se resumen de la siguiente :

Previo a la consulta de los componentes del diseño tipográfico se realizó una consulta para validar en intrumento y el constructo siguiendo la metodología de Nieto (2002). Aplicando una sola ronda atendiendo a dos factores:

  1. 1. 1. Hubo unidad de criterio de los expertos con relación a todos los ítems

    2. Las propuestas de modificaciones (2) fueron también consensuadas.

Los resultados arrojados de esta validación analizados a partir de la escala Likert aportan los siguientes aspectos:

Una vez asegurada la validez del contenido del instrumento y realizadas las dos sugerencias de los expertos se procedió a la aplicación del mismo entre estos, con dos objetivos esenciales:

Como se explicó anteriormente la confiabilidad del instrumento para evaluar las variables de legibilidad y lecturabilidad se realizó mediante un alfa de Crombach que arrojó los siguientes resultados:

Para la legibilidad:

Para la lecturabilidad:

Una vez que se considera el instrumento con validez y confiabilidad es entonces posible analizar los resultados obtenidos por el método de Delphi de consulta a expertos.

Tanto para la legibilidad como la lecturabilidad se realizaron los cálculos relativos a la frecuencia acumulativa, la frecuencia relativa y la distribución inversa de la normal, permitiendo establecer los puntos de cortes en cada uno de los niveles de empleo de la tipografía y pudiendo determinar el nivel de incidencia que de conjunto le otorgan los expertos a los 19 elementos del diseño tipográfico.

En la gráfica que se muestra a continuación se presentan esos elementos ordenados por orden de incidencia en cada uno de los niveles de empleo de la tipografía Analícese primeramente lo relativo a la legibilidad:

Nivel de incidencia de los elementos del diseño tipográfico en la legibilidad de los textos impresos
Figura 1
Nivel de incidencia de los elementos del diseño tipográfico en la legibilidad de los textos impresos
Elaboración propia

De esta representación se pueden obtener entre otras las siguientes valoraciones según las consideraciones de los expertos:

Con relación a la lecturabilidad los resultados se expresan en el siguiente gráfico:

Nivel de incidencia de los elementos del diseño tipográfico en la lecturabilidad de los textos impresos
Figura 2
Nivel de incidencia de los elementos del diseño tipográfico en la lecturabilidad de los textos impresos
Elaboración propia

De esta representación se pueden obtener entre otras las siguientes valoraciones según las consideraciones de los expertos:

Es importante señalar, en el caso de la lecturabilidad, que aunque no pocos autores consideran que no guarda relación con la tipografía, fueron ponderados más elementos con alta incidencia que en lo relativo a la legibilidad.

Si se realizara una comparación entre ambas gráficas se pueden llegar a dos importantes análisis.

Tomándose como ejemplo la letra como nivel de empleo de la tipografía y analizando los resultados obtenidos en amos procesos se pueden ver claras diferencias

Comparación de la incidencia en el mismo nivel de empleo de la tiporafía la letra para la legibilidad y lecturabilidad de los textos impresos
Figura 3
Comparación de la incidencia en el mismo nivel de empleo de la tiporafía la letra para la legibilidad y lecturabilidad de los textos impresos
Elaboración propia

Si se realiza la misma operación con la línea de texto se pueden percibir los siguientes aspectos

Comparación de la incidencia en el mismo nivel de empleo de la tiporafía la línea de texto para la legibilidad y lecturabilidad de los textos impresos
Figura 4
Comparación de la incidencia en el mismo nivel de empleo de la tiporafía la línea de texto para la legibilidad y lecturabilidad de los textos impresos
Elaboración propia

Si se combinan los aspectos analizados en ambos niveles de empleo de la tipografía se pueden apreciar claras diferencias de ambos procesos, llegando a la conclusión que tanto el proceso de selección tipográfica, el diseño tipográfico o el diseño editorial responden esencialmente a la función comunicativa del producto que se diseña:

• Si el producto tiene menor cuerpo de texto, contiene una función más informativa, o se empleara en soportes para lecturas rápidas (libros de primera infancia, carteles, vallas, sueltos) donde se jerarquiza la legibilidad, se debe tener en cuenta:

• Si el producto tiene mayor cuerpo de texto y su función requiere de una lectura continua (libros, revistas, periódicos, plegables, manuales o prospectos) donde, aunque continúe siendo importante la legibilidad se jerarquiza la lecturabilidad, se debe tener en cuenta:

Si bien ningún elemento del diseño tipográfico se puede descuidar, atendiendo a que se considere que todos inciden en ambos procesos, estos aspectos antes señalados pueden considerarse esenciales para que el producto de diseño cumpla su finalidad útil.

CONCLUSIONES

1. Todos los elementos del diseño tipográfico que componen las dimensiones micro y macro de la tipografía inciden en los procesos de legibilidad y lecturabilidad.

2. Existen claras diferencias en la relación y nivel de incidencia de los elementos del diseño tipográfico y los procesos de legibilidad y lecturabilidad, consolidando la visón de que aunque se traten de dos procesos que se complementan poseen características diferentes.

3. La decisión de que aspectos jerarquizar en el diseño tipográfico, la selección tipográfica y el diseño editorial, responderá a la función del producto y la lógica determinación de que es necesario priorizar para que esta se cumpla: la legibilidad o la lecturabilidad.

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