Secciones
Referencias
Resumen
Servicios
Descargas
HTML
ePub
PDF
Buscar
Fuente


Educación socioemocional para el florecimiento humano
Social and Emotional Learning for Human Flourishing
Revista Internacional de Educación Emocional y Bienestar, vol. 3, núm. 2, pp. 9-12, 2023
Universidad Iberoamericana, Ciudad de México

Revista Internacional de Educación Emocional y Bienestar
Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, México
ISSN-e: 2954-4599
Periodicidad: Semestral
vol. 3, núm. 2, 2023

La Revista Internacional de Educación Emocional y Bienestar es una publicación semestral de acceso abierto siempre que se cite la fuente original y se reconozca al titular de los derechos patrimoniales, de los cuales la Universidad Iberoamericana es depositaria por un plazo perentorio de seis años a partir de la fecha de su publicación, salvo cancelación de dicha relación por los autores. Se prohíbe alterar los contenidos de los trabajos aparecidos en la Revista. Se prohíbe su reproducción con fines de comercialización. Esto está de acuerdo con la definición de la Iniciativa de libre acceso de Budapest, con la Declaración de San Francisco sobre Evaluación de la Investigación (BOAI y DORA, respectivamente, por sus siglas en inglés) y con la licencia Creative Commons atribución no comercial, compartir igual.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

La educación en el mundo entero se está transformando. Cada vez son más las organizaciones internacionales y los gobiernos que reconocen que la educación debe promover el florecimiento humano y, como un aspecto esencial de éste, la educación socioemocional.

Una de las organizaciones que ha impulsado esta visión es la UNESCO, que en su texto Reimaginando la educación: La Evaluación Internacional basada en Ciencia y Evidencia, afirma que la educación debe enfocarse en el florecimiento humano: “tanto el óptimo y continuo desarrollo de los potenciales humanos, como el contar con una buena vida implica involucrarse en actividades que son significativas, es decir, actividades alineadas tanto a los valores propios de un individuo como a los valores humanistas” (Duraiappah et al., 2022, p. 97).

De acuerdo con la investigación realizada por esta organización, una educación que promueve el florecimiento humano es una que impulsa relaciones sanas y nutricias del individuo consigo mismo, con las personas que le rodean, con su entorno natural y social, y con su objeto de estudio. Como afirman Flook et al. (2022, p. 308), “Las relaciones son el corazón del florecimiento en la educación”.

La educación socioemocional es una poderosa herramienta para cultivar una relación sana de la persona consigo misma y con las demás. Dimensiones de la educación socioemocional como el autoconocimiento, la autorregulación o la autonomía son esenciales para que los individuos logren identificar aspectos clave de su identidad: el papel de sus patrones mentales y emocionales en la experiencia vital, el potencial para aprender y desarrollarse, entre otros. Todos ellos son la base para formar una visión más cabal de quién se es, decidir quién se quiere ser, y desarrollar un mayor sentido de agencia. Dimensiones como la conciencia social o las habilidades de relación son básicas para establecer y mantener relaciones con otras personas basadas en la empatía, la compasión y la colaboración, así como para manejar conflictos de manera constructiva.

Para implementar exitosamente la educación socioemocional en ambientes educativos, de manera que se favorezcan las relaciones intra e interpersonales de los estudiantes, además de considerar el diseño de materias o programas de educación socioemocional, deben integrarse estrategias de formación docente y del liderazgo educativo, incidir en la mejora del clima escolar, promover la adopción de estrategias de educación socioemocional con la familia y la comunidad, y establecer sistemas de evaluación y mejora continua.

Respecto al tema de formación docente, Adrián Frausto Martín del Campo analiza factores que influyen en la regulación emocional de quienes estudian para convertirse en docentes. Esta población es particularmente relevante, ya que invertir hoy en que los estudiantes de las escuelas normales desarrollen sus habilidades socioemocionales y sean capaces de aplicar las mejores prácticas de educación socioemocional en las aulas, redituará en la educación socioemocional y en el bienestar de múltiples generaciones en el futuro.

Los artículos de Lorea Martínez Pérez y de Tautiva y colaboradores presentan, cada uno, programas de educación socioemocional diseñados para implementarse de manera integral en las instituciones educativas e ilustran cómo se pueden aterrizar las recomendaciones de la literatura para poner en práctica la educación socioemocional en contextos particulares.

Otro aspecto esencial del florecimiento humano es la relación que las y los estudiantes establecen con su objeto de estudio y con el proceso de aprendizaje en sí mismo. Hoy sabemos que las emociones median estas relaciones e influyen directamente en el proceso de aprendizaje y desempeño académico (Pekrun y Perry, 2014). Pekrun (2006) define tres categorías de emociones académicas, es decir, emociones que son particularmente importantes en los procesos de aprendizaje: las emociones de logro, que se relacionan con el éxito o el fracaso en alguna tarea; las emociones temáticas, que se relacionan con el contenido que se está estudiando, y las emociones sociales que se experimentan hacia sus colegas en la clase, y que incluyen, por ejemplo, la envidia y la admiración (Chevrier et al., 2019).

López-Cassà y Bisquerra presentan un análisis sobre la incidencia de una cuarta categoría de emociones académicas en la práctica educativa, denominada emociones epistémicas. Estas emociones están relacionadas con la forma en que percibimos, procesamos y comprendemos la información. Cuando un estudiante aborda información compleja y conflictiva, por ejemplo, las emociones epistémicas pueden incluir sorpresa, curiosidad, disfrute, confusión, frustración, ansiedad y aburrimiento (Chevrier et al., 2019).

La pandemia por Covid-19 generó una fuerte carga emocional en los estudiantes de todos los niveles académicos, y ha hecho que instituciones educativas en todo el mundo enfrenten, hasta la fecha, desafíos inesperados. Por ejemplo, diferentes informes han destacado un aumento en la prevalencia de sintomatología depresiva y ansiosa entre los estudiantes, que varía de moderada a grave (Camacho-Zuñiga, Escamilla y Hosseini, 2021). Juan Jesús Hinojosa Carreño y colaboradores nos ayudan a entender los efectos de la pandemia en los estados emocionales de estudiantes mexicanos, mientras que Anna Belykh, presenta un ejemplo de manejo emocional durante la pandemia en estudiantes universitarios. Esta información, además de ser relevante para la implementación de la educación socioemocional post pandemia, también ayudará a trazar líneas de acción para generar comunidades educativas resilientes.

Finalmente, otro de los elementos esenciales para promover el florecimiento en la educación es abordar la educación socioemocional desde una mirada sistémica (Flook et al., 2022). Para ello es indispensable considerar a fondo el papel que juega la familia y la comunidad en el desarrollo socioemocional de los estudiantes. Asimismo definir pautas para el establecimiento de sistemas y políticas públicas que apoyen la educación socioemocional a nivel de localidades, estados y naciones. En este número Raquel-Amaya Martínez González y Beatriz Rodríguez Ruiz presentan un artículo en el que analizan la importancia de enfatizar la educación socioemocional en el sistema familiar, sus efectos, y proponen directrices para su exitosa implementación. Por su parte, Judit Teixiné Baradad y colaboradores ofrecen un análisis del estado de la cuestión de la educación emocional en los grados relacionados con el ámbito educativo que se imparten en las universidades del Estado español.

Así, las ocho investigaciones de este número aportan perspectivas de la educación socioemocional que directamente pueden contribuir al desarrollo de prácticas que permitan a la comunidad educativa mejorar sus relaciones a nivel intrapersonal, interpersonal, y con los objetos de estudio, y de esta forma catalizar una transformación de la educación que promueva el florecimiento de cada individuo y de la sociedad en general.

Referencias

Camacho-Zuñiga, C., Pego, L., Escamilla, J., y Hosseini, S. (2021). The impact of the Covid-19 pandemic on students’ feelings at high school, undergraduate, and postgraduate levels. Heliyon, 7(3), e06465.

Chevrier, M., Muis, K. R., Trevors, G. J., Pekrun, R., y Sinatra, G. M. (2019). Exploring the antecedents and consequences of epistemic emotions. Learning and instruction, 63, 101209.

Duraiappah, A. K., Atteveldt, N. M., Borst, G., Bugden, S., Ergas, O., Gilead, T., Gupta, L., Mercier, J., Pugh, K., Singh, N. C., y Vickers, E. A. (Eds.) (2022). Reimagining Education: The International Science and Evidence based Education Assessment. Nueva Delhi: UNESCO MGIEP. En prensa.

Flook, L., O’Toole, C., Ritter, J., y Schonert-Reichl, K. A. (2022). Human flourishing in schools. En O. Ergas, T. Gilead y N. C. Singh (eds.), Education and human flourishing, in Reimagining education: The International Science and Evidence based Education Assessment (pp. 252-325). Nueva Delhi: UNESCO MGIEP.

Pekrun, R. (2006). The control-value theory of achievement emotions: Assumptions, corollaries, and implications for educational research and practice. Educational Psychology Review, 18, 315-341.

Pekrun, R., y Perry, R. P. (2014). Control-value theory of achievement emotions. En R. Pekrun y L. Linnenbrink-Garcia (eds.), International handbook of emotions in education (pp. 120–141). Nueva York: Taylor & Fran- cis.



Buscar:
Ir a la Página
IR
Modelo de publicación sin fines de lucro para conservar la naturaleza académica y abierta de la comunicación científica
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R