Monitorización de la hepatitis B con biomarcadores convencionales y emergentes

El tratamiento a largo plazo de la hepatitis crónica por virus de la hepatitis B (VHB) con los análogos de los nucleótidos/nucleósidos (NUC), puede detener la progresión de la enfermedad y el desarrollo de cirrosis hepática con sus complicaciones, incluyendo la aparición de carcinoma hepatocelular (CHC); y en muchas ocasiones puntuales, evitar la reactivación del VHB, el desarrollo de hepatitis aguda grave, y en algunos casos, de falla hepática aguda. No obstante, el uso de los NUC no logra la cura funcional, es decir, la desaparición del antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HBsAg), y lo más relevante es que aún no se conocen marcadores que nos permitan definir en qué momento se puede retirar el tratamiento antiviral.

Con los avances recientes en el análisis molecular, se han identificado nuevos biomarcadores del VHB que incluyen la cuantificación del HBsAg (qHBsAg), el ARN del VHB, y el antígeno relacionado con el core del VHB (HBcrAg), los que se han propuesto como sustitutos de los convencionales, y han demostrado la utilidad potencial en una variedad de entornos clínicos, como la monitorización de la respuesta a la terapia antiviral, la capacidad de predecir la recaída después de la interrupción del tratamiento, estimar el riesgo de CHC o para evaluar la respuesta temprana, que puede ayudar a determinar el éxito del tratamiento antiviral. Por otra parte, la integración de estos biomarcadores con los convencionales, como el antígeno "e" (HBeAg) y la cuantificación del ADN del VHB, puede ayudarnos a comprender la historia natural de la hepatitis crónica por VHB, y desarrollar estrategias que nos ayuden a evitar la progresión de la enfermedad.

En general, el uso de los nuevos biomarcadores para la infección por VHB se convertirá en una parte integral de nuestra práctica diaria en un futuro cercano, y ayudará al desarrollo de nuevos fármacos. Para lograr la curación total de la infección por VHB, será necesaria la combinación de terapias dirigidas a las diferentes fases del ciclo de replicación del virus, además de inducir la estimulación del sistema inmune con el fin de neutralizar la infección y alcanzar la erradicación del virus en las células infectadas.

En este número de Hepatología se incluye una revisión donde se describe la utilidad de los principales biomarcadores convencionales, además de los emergentes más estudiados que prometen evaluar el curso de la infección, al igual que determinar la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Sin embargo, se requieren más ensayos clínicos para estandarizar la sensibilidad de detección de las pruebas y conseguir hacerlas disponibles en nuestro medio.