EL AUTOR Y SUS CRÍTICOS

Otra vuelta de tuerca a la actualidad de Kant

Sergio Sevilla
Universitat de València, España

Revista de Estudios Kantianos. Publicación internacional de la SEKLE

Universitat de València, España

ISSN-e: 2445-0669

Periodicidad: Semestral

vol. 8, núm. 1, 2023

p.ordenes.azua@gmail.com

Recepción: 13 Septiembre 2022

Aprobación: 25 Abril 2023



Resumen: El trabajo ofrece una respuesta a los comentarios realizados a Kant después del neokantismo. Lecturas desde el siglo XX (Madrid, Biblioteca Nueva, 2020). La respuesta se divide en tres secciones en las que, respectivamente, se entabla un diálogo con los tres trabajos publicados previamente en esta sección.

Palabras clave: Kant, neokantismo, criticismo, historia de la filosofía, filosofía contemporánea.

Abstract: The work offers a response to the comments on Kant después del neokantismo. Lecturasdesde el siglo XX (Madrid, Biblioteca Nueva, 2020). The response is divided into three sections in which, respectively, a dialogue is established with the three works previously published in this section.

Keywords: Kant, neo-Kantianism, criticism, history of philosophy, contemporary philosophy.

III

La reflexión sobre una presencia de Kant que lleva a cabo Ricardo Teruel es de un alcance y una profundidad conceptual muy notables. Dialoga especialmente sobre Foucault y Arendt en términos tales que podemos debatir tanto como llegar a acuerdos y, como Adorno quería, con un sentido de lo actual en filosofía como una tarea de construcción conceptual abierta a la experiencia y al posible error y, por tanto, presta a renunciar a la frecuente conversión de la arquitectónica en corsé del que hay que liberarse. No voy, por tanto, a debatir con sus críticas. Suscita, sin embargo, prolongaciones posibles de nuestra temática a los que vale la pena prestar la debida atención.

El cuestionamiento del estatuto de la “crítica” es el primer objetivo de su trabajo, y coincido con él que tal vez sea el problema que persiste, tras hacerse inviable la lógica trascendental. Sus consideraciones sobre el modo en que Foucault la teoriza ponen el énfasis en la laicización del poder, en su fórmula de “el arte de no ser gobernado de esa forma y a ese precio” (Foucault, 2017, p. 8),[4] y en la función de la moderna sociedad civil en la formación de la actitud crítica. El terreno de la crítica actual sustituye la lógica trascendental por el estudio histórico de las prácticas, y el interés por Kant se desplaza del proceder de las Críticas al modo de concebir el significado de la “Ilustración”. La desaparición del carácter normativo de una razón convertida en tribunal recupera su carácter problemático. R. Teruel afirma, distanciándose de la lectura de Foucault por M. Morey, que “la crítica tiene a la base como un imperativo ético-político general que la emparenta con la virtud: la actitud crítica aparece como virtud en general”, con lo que parece introducir de nuevo la dimensión normativa de la filosofía.

Quizá aquí le condiciona su empatía con las éticas dialógicas de la intersubjetividad que, con cierta frecuencia, se ejercen en lo concreto como crítica moral, o de intención moralizante, de la política. Pero resulta problemático aceptar que ese sea el punto de vista de M. Foucault. No es fácil mostrar que la crítica de la primera modernidad a “ser gobernado pastoralmente” dependa de la adopción de una moral determinada u otra, si no es en el sentido en que M. Morey toma de su caracterización de la ilustración como un “ethos filosófico consistente en una crítica de lo que decimos, pensamos y hacemos, a través de una ontología histórica de nosotros mismos”.

La lectura de R. Teruel se sitúa en uno de los límites posibles para entender la coincidencia actual entre “ilustración” y “crítica” desde el que se enfrenta a la lectura que da todo su énfasis a la comprensión foucaultiana de la crítica como ontología histórica. Del lado de su interpretación ética es posible sostener la función filosófica de “el tribunal de la razón”, apoyándola en la equiparación entre las nociones de crítica y virtud. Frente a ello se sitúa la interpretación histórica y nietzscheana de “crítica” que propone Morey, en el libro que comentamos, según la cual Foucault nos propone “transformar la crítica entendida en la forma de la limitación necesaria en una crítica práctica en la forma de la transgresión (franchissement) posible” (2020, p. 260). En el espacio entre una y otra concepción de lo actual en la filosofía como crítica se sitúan las lecturas no neokantianas de la obra de Kant.

En este mismo sentido es importante la contraposición que señala entre el planteamiento de M. Foucault y el de H. Arendt, ampliando así el debate con otros capítulos del libro. La objeción de Teruel, que se convierte en una discrepancia con Neus Campillo, se basa en un reproche tanto a Heidegger como a Arendt de introducir “forzamientos” en el texto de Kant para llevar la interpretación al terreno de los problemas contemporáneos que les preocupan. El uso filosófico actual de los textos de un clásico plantea, como ya hemos visto, un debate complejo; la necesaria ubicación histórica de su lector, no menos que la del autor objeto de interpretación, parece imposible de evitar a menos que se defienda el carácter ahistórico de la lectura del intérprete. Así suscita un debate entre la posición hermenéutica y la que generan otros modos de entender la interpretación filosófica, que incluyen la “repetición” heidegeriana, la “interpretación” (Deutung) de la que Adorno excluye que exija postular un “segundo mundo” de sentido, o la que permite a la ontología del presente entender la crítica de Kant como una “empresa de de-sujeción en relación con el juego del poder y de la verdad” (Foucault, 2017, p. 14). Por no decir nada de la lejanía al objetivismo de la interpretación de la “fusión de horizontes” de Gadamer. Hace algunas páginas usé la apelación de Cesar Ortega a los maestros antiguos de Bernhardt para señalar algunas de las formas de tratamiento que esa situación ha generado en el pensamiento del siglo veinte. Quiero aclarar que algunas de ellas están entre las condiciones de posibilidad de las recepciones de Kant que estudiamos, y la crítica de algunas de ellas no ha de valorarse como una cuestión propia de la hermenéutica.

El otro gran tema que suscita el trabajo de R. Teruel es el que sitúa la teoría de la interpretación de Arendt en el territorio de una lectura de Kant básicamente filosófico-política. Desde esa posición entiende la “critica” como un planteamiento que evita la oposición entre dogmatismo y escepticismo, y que opera como una tercera posibilidad superadora.

Al mismo tiempo, la perspectiva de Arendt se aleja de la fenomenología de sus maestros y se aproxima a las posiciones propias de la filosofía de la acción comunicativa, en dirección a la superación del escepticismo que puede producir el abandono de una teoría trascendental de la racionalidad, y transforma la verdad en un producto del acuerdo intersubjetivo. Su modo de leer la tesis, central en la primera Crítica, según la cual “las condiciones de posibilidad de la experiencia en general constituyen, a la vez, las condiciones de posibilidad de los objetos de la experiencia” (KrV, A 158/B 197) traduce el vínculo entre “verdad” y “validez universal” por otro entre “verdad” y “acuerdo intersubjetivo”. Al hacerlo se le vuelve problemático el momento de objetividad de la experiencia, incluso desde el giro copernicano: la equiparación de Kant de las condiciones de posibilidad del objeto con las del conocimiento del objeto abandona la teoría de la verdad como adequatio, pero no el contenido de objetividad que tiene el juicio de conocimiento. En la medida en que lo haga, la concepción comunicativa de la verdad se alejará de su contenido de experiencia y no tendrá otro apoyo que el acuerdo intersubjetivo. Por supuesto es, como ya he señalado, una de las formas actuales de leer y reformular a Kant, que tiene dificultades para abandonar la “crítica” entendida en el sentido de las tres Críticas.

El trayecto de Arendt trata de evitar esa consecuencia no deseada presentando una versión del giro comunicativo que hace coherente el acuerdo con una teoría de la verdad, no reducida a la intersubjetividad en detrimento de la objetividad. Tal vez por eso, Arendt optó por el camino de la tercera Crítica y dio prioridad al juicio del gusto, mientras Foucault deja de lado la estrategia de la teoría del conocimiento para centrar la noción de crítica en el Kant que se pregunta por la ilustración. La relación entre saber y poder es, en los textos de Foucault, un vínculo entre prácticas del saber y del poder que han de indagarse con la minuciosidad de la historiografía. Arendt, en cambio, no renuncia a considerar la validez del juicio para “decidir lo que será y evaluar lo que ya no es” como base de “la perspectiva, legítima en cierta medida, del hombre como ser que actúa” (Arendt, 2003, p. 15). Solo después afirma que “es evidente que el arte del pensamiento crítico tiene siempre implicaciones políticas” (2020, p. 76). Valorar el objetivo de dar las bases para una filosofía política tal vez deba incluir también la dimensión epistemológica de su trabajo.

Quiero agradecer profundamente, antes de acabar, la oportunidad de dialogar sobre este libro, que solo ha sido posible gracias a los trabajos, arduos y solventes, de David Hereza, Cesar Ortega-Esquembre y Ricardo Teruel y a la impagable hospitalidad de Estudios kantianos.

Bibliografía

Arendt, H. (2003). Conferencias sobre la filosofía política de Kant. Paidos.

García Bacca, J. D. (2000). Confesiones. Autobiografía íntima y exterior. Anthropos.

Montero, F. (1989). Mente y sentido interno en la Crítica de la razón pura. Crítica.

Montero, F. (1995). Caminos sobre la mar. Societat de filosofía del País Valencià.

Foucault, M. (2017). Sobre la ilustración. Tecnos.

Notas

1 Universitat de València. Contacto: Sergio.sevilla@uv.es.
2 Varios autores, Sergio Sevilla y Jesús Conill (eds.), Kant después del neokantismo. Lecturas desde el siglo XX, Biblioteca Nueva, Madrid, 2020, 287 pp. Cuando aparece en el interior del texto la referencia a una página ha de entenderse referida a este libro.
3 García Bacca justifica su afirmación en estos términos: “el choque no me lo dio Sein und Zeit, a pesar de que el planteamiento inicial mismo de tal obra es de estilo metafísico clásico, Aristóteles. La metafísica, dice Heidegger en Kant und das Problem der Metaphysik no es una teoría; es un acontecimiento (Geschehen), toda una irrupción (Einbruch) que en Ser hace ese ente concreto que es el hombre”
4 El libro reúne diferentes artículos, de los cuales el citado lleva por título “¿Qué es la crítica? (Crítica y Aufklärung)”.
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