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Factores sociales, políticos y económicos de la modernidad arquitectónica en El Salvador
Social, political and economic factors of architectural modernity in El Salvador
Realidad, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 150, pp. 41-64, 2017
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas

Ensayos

Realidad, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, El Salvador
ISSN: 1991-3516
ISSN-e: 2520-0526
Periodicidad: Semestral
núm. 150, 2017


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

Resumen: ¿Cuáles son los edificios que definimos como arquitectura moderna en El Salvador? La palabra “moderna” en el vocablo arquitectónico posee un significado y período en el tiempo que difiere al término acuñado por el público en general, el cual normalmente señala las características de un edificio de construcción reciente y con una estética particular de acabados formales según las tendencias del mercado actual. Entonces, ¿cómo es la arquitectura moderna en El Salvador? ¿Dónde está? En la historia de El Salvador, este período está definido entre 1940 y 1980. El diseño de las edificaciones durante esta época fue radicalmente transformado respecto a épocas anteriores. Los aspectos que impulsaron este cambio están ligados directamente a las situaciones económica (períodos de bonanza), socio-política (gobiernos militares), tecnológica (la industrialización) y cultural (el cine, radio y televisión redefinieron la vida social).

Palabras clave: Arquitectura moderna, Modernismo, Movimiento moderno, Arquitectura en El Salvador.

Abstract: Which are the buildings that we define as Modern Architecture in El Salvador? The word “modern” in architecture has a meaning and period in time that differs to the term coined by the general public, where it is usually points out the characteristics of a building of recent construction and with a particular aesthetic of formal finishes, according to the tendencies of the current market. So how is Modern Architecture in El Salvador? Where is it? In the history of El Salvador this period is defined between 1940 and 1980, where the meaning of the design of the buildings during this time was radically transformed. The aspects that drove this change are directly linked to the economic situation (bonanza periods), socio-political (military governments), technological (industrialization) and cultural (cinema, radio and television redefined social life).

Keywords: Modern architecture, Modernism, Modern movement, Architecture in El Salvador.

1. ¿Qué es la modernidad en arquitectura?

Antes de introducirnos en la historia de la modernidad en El Salvador,hay que introducir el término “modernidad” en arquitectura, el cual se define como un estilo arquitectónico, donde se puede reconocer a las obras catalogadas bajo este estilo como aquellas que se caracterizan por reflejar una simplificación de las formas, una ausencia de ornamento y la renuncia a seguir con la composición académica clásica. Este movimiento arquitectónico tuvo un gran impacto en la evolución de las sociedades actuales (aparecen los rascacielos) debido a la implementación de nuevos materiales, como el vidrio, el acero laminado y el concreto.

Aunque la expresión “arquitectura moderna en El Salvador” no ha dejado de ser usada para referirse a la arquitectura que exalta los elementos que, en su momento, definieron el movimiento moderno internacional, no es comprendido por la sociedad por qué la expresión se sigue aplicando a materiales nuevos que siguen presentando en cierta manera las mismas características modernas. La arquitectura moderna en el país difícilmente se le da un valor histórico, ya que es percibida como actual, y muchas veces al ver sus formas simplificadas se tiende a pensar que no posee valor histórico. Sin embargo, esta reflexión no será desarrollada en el presente ensayo, más bien, se prestará atención a la forma como se desarrolló este tipo de arquitectura y qué pasó con ella en El Salvador.

¿Qué se entiende entonces por “arquitectura moderna en El Salvador”? Es un movimiento que se dio entre los años 1940 y 1979, se caracterizó por el uso de técnicas constructivas, materiales y estilos que modificaron las formas en las edificaciones. Además, generó el aparecimiento de tipologías propias del nuevo mundo industrializado, cuyas influencias provenían de las corrientes del diseño internacional. Este ensayo describirá entonces década a década los hechos que permitieron el aparecimiento de la “arquitectura moderna en El Salvador” y cómo ésta se fue transformando a medida que aparecieron nuevos personajes, atrevidos y determinados a cambiar la historia. Es así como se dieron sucesos políticos, económicos, sociales y culturales que hicieron crecer y cambiar la ciudad capital.

2. Arquitectura moderna en El Salvador

2.1. Simplificando la Forma. 1940-1949

¿Qué pasaba en El Salvador en ese entonces? Para entender cuáles fueron los inicios de este movimiento arquitectónico debemos considerar los hechos históricos que rodearon a este movimiento tan conocido a nivel mundial.

Contextualicemos la época. Entre los hechos políticos, el inicio de los años cuarenta está marcado por la continuación de la dictadura militar del general Maximiliano Hernández Martínez, quien dejó al país económicamente estable al subsanar la deuda externa. Luego, en el año de 1944, con la huelga de los brazos caídos se define el fin de su período en el Gobierno, y fue hasta 1945 cuando asumió el poder Salvador Castaneda Castro, continuando así en el poder político los gobiernos militares.

En la economía, al verse subsanada la deuda externa se impulsó el progreso a través del cultivo del café y la introducción del cultivo del algodón. El Gobierno invirtió en obras de infraestructura que permitieron la comunicación con las zonas de cultivos en expansión y las comunicaciones en las fronteras con los países de Guatemala y Honduras, por lo que se construyeron varías carreteras en estos años. Entre este momento, El Salvador pasó a ser sede de la Federación Cafetalera Centroamericana y México.

A nivel cultural, a El Salvador llegaron los primeros radios, televisores y el cine, como nuevos medios de entretenimiento social. Las personas redistribuyeron el espacio dentro de sus casas para acomodar estos nuevos elementos y a su vez organizar su vida social alrededor de las salidas al cine.

Durante estos años, los hechos que marcaron a la época permitieron que se desarrollara una producción arquitectónica interrelacionada que reflejaba los intereses de progreso del país. El panorama urbano para estos años reflejaba más agudamente el abandono que estaba experimentando el centro de San Salvador, y la expansión y migración que se estaba dando hacia la capital de la clase baja, mientras la clase alta abandonaba las zonas céntricas de la capital para iniciar sus vidas en nuevas zona exclusivas, ya que en los centros urbanos se aglomeraba nueva población que venía del interior del país.

Existieron dos personajes en el área de la arquitectura que marcaron esta época,ellos fueron los arquitectos Armando Sol y Ernesto de Sola, ambos formados en el extranjero. Ellos realizaron una arquitectura que retomaba volúmenes y elementos arquitectónicos del barroco colonial, pero agregaron innovaciones tales como el uso del concreto armado en las viviendas, la combinación formal de líneas rectas y curvas en los volúmenes, los pisos de baldosas, los cielos rasos bajos, las puertas de una sola hoja, las ventanas tipo guillotina y el uso de la teja de manera decorativa en las edificaciones.

En resumen, podemos definir que se construyó una gran cantidad de proyectos de diferente índole, influenciados por los gustos de su generación y de su grupo social. Los clientes de clase alta solicitaban a estos arquitectos que reflejaran en sus construcciones las formas vistas en el extranjero. Se levantaban también construcciones en la capital destinadas a albergar instituciones que incentivaban la economía de agroexportación, la cual era la base del poder de la oligarquía cafetalera.


Fig. 1.
Foto de 1945 que muestra la visita de técnicos al sitio donde se construyó la central 5 de Noviembre.

Entre las obras del sector público resaltaremos las más importantes. En primer lugar, el impulso de la infraestructura que implicó una política de carreteras. Así, se construyeron carreteras que conectaban las zonas de cultivos en los países centroamericanos. En segundo lugar, se construyeron edificios públicos ligados a las necesidades sociales, culturales, económicas y políticas de la época. Entre estos destacan el Estadio Nacional en 1943, el Hospital de Maternidad en 1946, diseñado por Ernesto De Sola; el Aeropuerto Internacional de Ilopango, en 1949, obra de los arquitectos Lucio Capellaro y Armando Sol. Por último, para finales de esta década se empezaron a desarrollar planes de estudio y factibilidades para el aprovechamiento del recurso hídrico del río Lempa y su utilización para la electrificación del país.

Entre las obras del sector privado, en cambio, se puede resaltar una producción arquitectónica de carácter residencial, que se caracterizó por la simplificación de la ornamentación. El estilo de construcción provenía de las influencias en los viajes de los arquitectos de la época, Armando Sol y Ernesto De Sola, así como de las peticiones de sus clientes. Es importante tener en cuenta que el papel del arquitecto y el ingeniero estaba ligado a la élite y a sus necesidades.


Fig. 2.
Casino Salvadoreño, Armando Sol. 1944

Finalmente, cabe destacar, en el sector privado, la fundación de Cementos de El Salvador en 1949. Con ello se dio apoyo al auge constructivo que se registraba entonces y que se vería potenciado en las siguientes décadas.

Tabla 1
Resumen de Obras relevantes durante la década de los 40 en El Salvador

2.2 La gran producción, 1950-1959

Esta nueva década trajo consigo el impulso dado en la década anterior. En ello jugaron un papel importante las iniciativas de ciertas personalidades ligadas al poder político, económico y social, así como a ciertos “hacedores de la arquitectura”. Esto pondrá a El Salvador dentro de la ruta de la industrialización.

Los gobiernos del teniente coronel Óscar Osorio (1950-1956) y el teniente coronel José María Lemus (1956-1960) aplicaron una política progresista, apoyada en los recursos fiscales generados por el boom cafetalero del período, que permitió ampliar las funciones tradicionales del Estado. Se inició un programa de promoción de la industria manufacturera, así como una renovación de la estructura bancaria y fiscal. Se invirtió en obras públicas de infraestructura al servicio de la vocación agroexportadora. Finalmente, se promulgó una nueva Constitución, la de 1950, que reconocía ciertos derechos sociales.


Fig. 3.
Presidente Oscar Osorio (primero a la izquierda) viendo la maqueta del Hotel de Montaña del Cerro Verde, acompañado de Raúl Contreras (centro), presidente de la Junta Nacional de Turismo, y René Suárez (derecha), coordinador del equipo de diseño.

En la economía, El Salvador entró en la era de la industrialización. Aparecieron las zonas industriales como Soyapango. Esta nueva actividad requería de centros que alojaran las nuevas maquinarias. Entre las nuevas empresas se encontraban: MOLSA S.A., Eureka S.A., LIDO, ADOC, entre otras.

La electrificación fue otro gran paso logrado en esta década. Se desarrollaron los proyectos de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL). Estas obras se volvieron emblemáticas de un país que se dirigía al desarrollo industrial y globalizador.

Fuera de la capital, se realizó la pavimentación de carreteras y la construcción de puentes. Fue durante la década de 1950 que se construyeron más puentes en la historia del país. Todo ello mejoró la comunicación en el territorio nacional.

El proyecto de construcción del Puerto de Acajutla se encargó en 1955 a la sociedad Deutsche Bergwerks–und Hütternbau in Salzgitter–Drütte. Como resultado de estudios económicos, de situaciones de vientos y de otros factores, se planificó la construcción de un muelle en ángulo, de los respectivos diques y de un edificio de oficinas al final del muelle de acceso donde empieza el primer almacén.

Fue a finales de la década de 1950 cuando incrementó la construcción de centros urbanos de parte del Instituto de Vivienda Urbana (IVU), lo que permitió a la población acceder a la vivienda en la ciudad.

El Gobierno creó varias instituciones para solucionar la problemática de la expansión acelerada de la ciudad, es así como desarrolló el Plan Regulador de San Salvador. Además, fue necesario cambiar el estilo de vivienda, por las necesidades de la persona que viven en una ciudad industrial. Los nuevos proyectos de vivienda cambiarán el estilo de vida de la gente que venía del campo. Se empezó a vivir en edificios de vivienda, a compartir espacios de recreación y a convivir en centros urbanos.

Todo este contexto parece idílico. Se tenía el dinero, la disposición favorable de las personas en el poder y una sociedad dispuesta a trabajar con la idea de la superación. Pero la transformación de la ciudad requería de un recurso humano técnica y profesionalmente calificado, del cual -dada la magnitud de los planes que el Gobierno estaba desarrollando- se carecía casi por completo.

Allí se encuentra otro gran personaje: el ingeniero Atilio García Prieto, ministro de Obras Públicas del gobierno de Óscar Osorio, quien al ver los retos que se debían de afrontar, decidió hacer un llamado internacional a arquitectos e ingenieros que quisieran trabajar para el Gobierno en El Salvador. Las repercusiones de este llamado cambiarían la imagen de la ciudad capital y de El Salvador mismo.

Con el nuevo personal profesional, se conformaron equipos técnicos para el desarrollo de los proyectos públicos y privados. Se permitió una amplia libertad de exploración y de expresión a arquitectos e ingenieros, tanto extranjeros como nacionales, como a otras personalidades que seguirían activos décadas después, pero que en ese entonces fungían como dibujantes.

Este grupo representó un movimiento arquitectónico con gran sentido humano, que respondió a las exigencias del tiempo y a las características del clima, respecto a los materiales y costumbres. (Ministerio de Obras Públicas, 1956, p. 15)

Además, existieron emprendimientos de carácter privado que lograron fusionar los esfuerzos de ingenieros y arquitectos de la época. Uno de esos casos fue Industrias Metálicas S. A. (IMSA) o SOLAIRE. Esta empresa fue pionera al innovar con su producto la ventana con perfilaría de aluminio, logrando ubicar este producto en las nuevas construcciones.


Fig. 4.
Anuncio publicitario de Industrias Metálicas S. A. (IMSA), fabricante de ventanas Solaire, 1958.

A nivel educativo, fue durante esta década que se reimpulsó la Escuela de Arquitectura en la Universidad Nacional de El Salvador. La carrera de arquitectura existía desde 1930, pero en 1954 se construyó el edificio donde se alberga la Escuela, además de las construcciones que albergaban las demás facultades en el nuevo campus universitario. Así, los nuevos profesionales extranjeros y nacionales pasaron a ser los entes formadores de las carreras.

En resumen, se construyeron una gran cantidad de proyectos de diferente índole, de los cuales podemos destacar los más importantes. En el sector público: la electrificación del país (se termina la construcción de la represa 5 de noviembre), la expansión urbana industrial cercana a las nuevas empresas y zonas industriales, la continuación de la pavimentación de calles al interior que conecta ciudades con San Salvador, la creación de Centros Urbanos Multifamiliares y Unifamiliares dentro del límite urbano por el IVU (que otorga vivienda a la nueva población migrante), el desarrollo del plan regulador de San Salvador revisado por el DUA, la construcción de edificaciones como el Balneario Obrero Constitución 1950 (por Óscar Reyes, 1958), el hotel de Montaña del Cerro Verde (por René Suárez, 1958), el Puerto de Acajutla (por Ehrentraut Schott y Karl Kasttaller, 1958) y, finalmente, la reactivación del proyecto de la Escuela de Arquitectura en la UES.


Fig. 5
Centro Obrero "Constitución 1950" el lago de Coatepeque, diseño de Oscar Reyes (1958).


Fig. 6
Club Salvadoreño Corinto de Ilopango, diseño de Jaime Pons y Benjamín Cañas (1958).

Por su parte, en el sector privado destacan: el aparecimiento de las zonas industriales alejadas de San Salvador, que requerían de centros industriales que alojaran las nuevas maquinarias para hacer crecer zonas urbanas como Soyapango (MOLSA S. A., Eureka S.A., LIDO y ADOC), el establecimiento de la empresa de ventana de perfiles de aluminio: Industrias Metálicas S. A. (IMSA) SOLAIRE aparece y, finalmente, la construcción de edificios comerciales, turísticos y de educación privada.

Tabla 2
Resumen de Obras relevantes durante la década de los 50 en El Salvador




2.3 La baja de la producción arquitectónica, 1960-1969

¿Qué pasaba entonces en El Salvador? La década inicia con la presidencia del teniente coronel Julio Adalberto Rivera (1962-1967). El país recibirá el apoyo de Estados Unidos para la conformación de instituciones políticas, esto en vista del fuerte movimiento de contestación social que iniciaba.

En lo social, este tema recibe toda la atención de la época, así como el apoyo monetario, político y social, por lo que los presupuestos de inversiones son ajustados a una dirección. Entre otros eventos, El Salvador se enfrenta a una guerra con Honduras, en 1969, lo que ocasionó un desborde de problemas sociales y económicos, que conllevó al aumento de las protestas y la represión.

En la economía, esta década se caracteriza por la bonanza que trajo la Integración Económica Centroamericana, la cual dinamizó el crecimiento del capital interno y colocó a El Salvador en el primer lugar en el Mercado Común Centroamericano, en 1968. Además, las buenas relaciones con los Estados Unidos aportaron mayores beneficios, ya que proporcionaron préstamos para modernizar la infraestructura atrasada del Estado salvadoreño.

Durante este período, se dio la mayor producción de viviendas. Se experimentó con materiales nuevos que permitían usar otra materia prima de construcción de las casas impulsadas por el Instituto de Vivienda Urbano (IVU). Este trabajo, que tenía como objetivo reducir los costos de producción y poder seguir con el proyecto de viviendas de interés social, lo hicieron en conjunto ingenieros y arquitectos.

El Salvador produjo una arquitectura que, a inicios de la década, continuaba los principios de la modernidad: linealidad, simplicidad y sobriedad. En su desarrollo, las exploraciones dejaron de ser tímidas; experimentaron la plasticidad del concreto armado, creando con él nuevas formas y sensaciones. Se utilizaron también elementos bioclimáticos, como cortasoles y paneles, esto permitió adaptar las edificaciones a las condiciones del trópico. El arte acompañó a las obras arquitectónicas, en esto se involucraron artistas como Benjamín Cañas, Carlos Cañas, Ricardo Carbonell y Rubén Martínez.


Fig. 7.
Edificio de Cajas de Crédito, diseño de Juan José Rodríguez (1960)

Tanto a nivel internacional como nacional, el concreto armado era el material más utilizado para obras de gran relevancia. Gracias a la accesibilidad de este material se pudieron seguir las influencias internacionales, como el sistema de cascarón donde se moldeaba al concreto, de tal manera que permitía formas muy flexibles y libres de las restricciones lineales, las cuales eran formas opuestas a las que se había estado empleando en décadas pasadas.


Fig. 8.
Capilla San Ignacio de Loyola del Colegio Externado de San José, diseño de Salvador Choussy (1963).

Fig. 9.
Iglesia del Perpetuo Socorro, diseño de Francisco Ferri y Roberto Monge (1963).

En resumen, podemos definir que, durante la década de 1960, se construyeron una gran cantidad de proyectos. En el sector público sobresalió la construcción de vivienda de interés social, que fue una prioridad del IVU y que se experimentó con materiales locales. También hubo expresiones arquitectónicas menos tímidas y más osadas con los nuevos materiales; se construyeron edificios de varios niveles. Se incluyeron dentro de las edificaciones expresiones artísticas. Finalmente, se construyeron edificios estatales como las oficinas del Seguro Social o el Hospital Benjamín Bloom, entre otros.

En el sector privado, cabe resaltar el diseño arquitectónico del campus Juan José Rodríguez en 1968; la construcción de viviendas privadas que destacan por sus principios modernos y por el uso de materiales como el vidrio y el concreto; el arte que acompañaba a las obras arquitectónicas, que se reflejó en murales, esculturas dentro o incorporadas a las formas de las edificaciones. Finalmente, cabe destacar la experimentación con el concreto y las tendencias internacionales de los “cascarones”, ejemplo de ello son la capilla San Ignacio Loyola del Colegio Externado de San José (por Salvador Choussy, 1963), el estadio Óscar Quiteño (por Ehrentraut Schott y Karl Kasttaller, 1963), el comedor universitario de la Universidad de El Salvador (por Gonzalo Yánez, 1965) y la Iglesia del Perpetuo Socorro (Monge Ferri, 1969).

Fig. 10.
Vista aérea del campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, cuya plan maestro fue diseñado por Juan José Rodríguez (1965).

Tabla 3
Resumen de Obras relevantes durante la década de los 60 en El Salvador

2.4 Finalización de la producción arquitectónica e inicio de la guerra civil; la década de 1970

Esta década inició con una crisis política y social. En 1972, bajo la presidencia del coronel Arturo Armando Molina (1972-1977) se crearon instituciones nacionales como el Instituto de Transformación Agraria (ISTA), el Instituto Nacional de Pensiones para los Empleados Públicos (INPEP), se inició también la construcción de los edificios que conforman el Centro de Gobierno. Se disminuyeron los fondos dedicados a la vivienda y se trasladaron, en parte, a la búsqueda de consolidar la imagen estatal. El IVU se encontraba en problemas debido al costo del mantenimiento de las viviendas que proporcionaba y a las pérdidas que dejaba la venta de casas por debajo del costo de construcción. La inestabilidad social que culminaría con la guerra afectaría la situación económica del Instituto, que lo llevaría a su cierre total.

El proyecto hidroeléctrico del Cerro Grande se desarrolló en La Poza del Silencio, sobre el río Lempa, ya que presentaba las condiciones más adecuadas. El plan presentado dio lugar a polémicas de varia índole, esto debido a que la zona contaba con buenas características para actividades agrícolas y estaba habitada por diez mil personas. Entonces, parte del plan incluyó la reubicación de los habitantes en el asentamiento El Dorado, ubicado al costado norponiente de la presa.

En 1977, llegó a la presidencia el general Carlos Humberto Romero (1977-1979). Su gobierno trató de mantener los precios internacionales del café. A nivel económico, ese período cerró con una desaceleración total de la economía del país. En la sociedad y la cultura salvadoreña se vivió un conflicto social que crecería hasta convertirse en guerra civil. En las nuevas construcciones surgieron algunas dedicadas a nuevas formas de entretenimiento: los centros comerciales, como espacios de consumo y recreación.

En resumen, podemos afirmar que en este período se realizó una gran cantidad de proyectos de diferente índole. En el sector público, podemos destacar: la decadencia del Instituto de Vivienda Urbana (IVU), lo que eventualmente lo llevaría a su cierre; la construcción de edificios en el Centro de Gobierno, con lo que se buscaba consolidar las instituciones; el proyecto hidroeléctrico Cerrón Grande que obligaría a reubicar en un asentamiento nuevo a miles de personas (en El Dorado).


Fig. 11.
Asentamiento El Dorado (1978), construido para albergar desplazados del embalse de la represa de la Central Hidroeléctrica Cerrón Grande.

En el sector privado se puede resaltar, por un lado, la construcción de hoteles y centros recreativos relacionados al turismo y al consumo de la población urbanizada, ejemplo de ello son: Metrocentro “primera etapa” (por Mauricio Arrieta, 1971) y el Hotel Camino Real (por Manuel Roberto Meléndez y Juan José Rodríguez, 1970). También se construyeron escuelas, viviendas unifamiliares y edificios de apartamentos. Un ejemplo destacado es la Escuela Alemana.

Tabla 4
Resumen de Obras relevantes durante la década de los 70 en El Salvador

Conclusiones

El cruce histórico de los hechos políticos, sociales y económicos determinó una producción arquitectónica que respondía a la visión y a los ideales de progreso de los mandatarios del momento. Ellos, junto a los a arquitectos e ingenieros, impulsaron la industrialización y, por tanto, la modernización del país.

Las obras arquitectónicas manifestaron los principios modernos, en todo caso, como reflejo de la formación e interpretación del movimiento de parte de sus autores, quienes eran salvadoreños formados en el extranjero o profesionales extranjeros. Estos personajes trajeron consigo lo aprendido, explorado y vivido de los movimientos internacionales y exteriorizaron en sus obras el reflejo de estos criterios.

Finalmente, se puede concluir que se identificaron dos tendencias del desarrollo de la arquitectura moderna en el país. La primera de ellas responde a la innovación formal con los principios modernos; la segunda responde a la comprensión del entorno tropical de El Salvador, la cual adapta el lenguaje moderno con nuevas composiciones arquitectónicas regionalizadas. Las obras de ambas tendencias implementaron sistemas constructivos, tecnologías y materiales nunca antes usados. Se usaron materiales locales y se introdujeron innovaciones en su uso. Además, debido a la condición sísmica del país, se inició la búsqueda de nuevos materiales que fueran sismo-resistentes.

Referencias bibliográficas

Cornejo, C. M., González, G. E. y Torres, R. N. (2012). Arquitectura Moderna en El Salvador de las décadas de 1940 a finales de 1970. (Tesis de pregrado). Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, El Salvador.

Cornejo, C. M. (2015). Identificando la Arquitectura Moderna en El Salvador / Descubriendo cómo es y dónde está la Arquitectura Moderna en El Salvador. V Congreso Centroamericano de Estudios Culturales. Congreso llevado a cabo en San Salvador, El Salvador.

Ministerio de Obras Públicas. (1956). Memoria de Labores 1955-1956. Ministerio de Obras Públicas, San Salvador.

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