Artículos científicos

Construir paisajes culturales desde álbumes familiares. Enrique y Sofía Moll, maestros de la Patagonia

Build cultural landscapes from family albums. Enrique and Sofía Moll, teachers of Patagonia

Noemí Milton
LOMPE - ISFD N° 22 – DGCE de la Provincia de Buenos Aires Argentina, Argentina

Párrafos Geográficos

Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Argentina

ISSN: 1853-9424

ISSN-e: 1666-5783

Periodicidad: Semestral

vol. 2, núm. 23, 2024

parrafosgeograficos@fhcs.unp.edu.ar

Recepción: 30 septiembre 2024

Aprobación: 16 noviembre 2024



Resumen: Desde los álbumes fotográficos familiares existentes en el “Lugar Olavarriense de la Memoria Pedagógica y Escolar” del Instituto Superior de Formación Docente N° 22, en diálogo con periódicos de la época, con documentos escolares archivados en los Normales N° 2 “Mariano Acosta” y N° 4 “Estanislao Zeballos”, y con relatos familiares de transmisión oral, el trabajo busca reconstruir la historia de formación como maestros de Enrique, primer director de la Escuela N° 50 de Km. 8 en Comodoro Rivadavia, hoy Escuela N° 126 “ARA Punta Médanos” y de su hermana, Sofía Moll de Milton, directora del mismo establecimiento entre 1937 y 1954. La tarea excede la conservación del patrimonio material realizada por los tres Archivos. Implica el resguardo del patrimonio intangible a través de la reconstrucción socio-histórica de la memoria colectiva.

Migrantes de una España sacudida por la Guerra del Riff, por la Primera Guerra Mundial y por el surgimiento del comunismo, la formación de los hermanos transcurre en una sociedad porteña movilizada por los disímiles festejos de los Centenarios de la Revolución de Mayo en 1910 y de la Independencia en 1916, las disputas de los distintos sectores frente al papel que debía asumir la Argentina ante la Gran Guerra, la Ley Sáenz Peña, el voto universal, la llegada del radicalismo al poder, la conformación del partido comunista argentino y el quiebre del modelo conservador.

Se entraman memorias genealógicas y generacionales del hacerse docente en el particular paisaje cultural de la Buenos Aires del primer cuarto del siglo XX. Los archivos permiten reconstruir estas historias de vida entendidas como texto vivido. Memorias del estar fijadas a través del flash del fotógrafo en el devenir de un paisaje geográfico y cultural en transformación. Fotografías y documentos como portales de acceso a otros mundos para tratar de entender mejor el nuestro.

Palabras clave: Hacerse maestro, Memorias genealógicas y generacionales, Paisaje cultural, Álbumes familiares.

Abstract: From family photograph albums in the “Lugar Olavarriense de la Memoria Pedagógica y Escolar” of the Instituto Superior de Formación Docente N° 22, in dialogue with newspapers of the time, with school documents archived in the Normal N° 2 “Mariano Acosta” and N° 4 “Estanislao Zeballos”, and with family stories of oral transmission, the work seeks to reconstruct the history of training as teachers of Enrique, first principal of the School N° 50 of Km. 8 in Comodoro Rivadavia, today School N° 126 “ARA Punta Médanos” and of his sister, Sofía Moll de Milton, principal of the same establishment between 1937 and 1954. The task goes beyond the preservation of the material heritage carried out by the three archives. It involves the safeguarding of intangible heritage through the socio-historical reconstruction of the collective memory.

Migrants from a Spain shaken by the Riff War, the First World War and the rise of communism, the brothers' upbringing took place in a Buenos Aires society mobilized by the dissimilar celebrations of the Centennial of the May Revolution in 1910 and of the Independence in 1916, the disputes of the different sectors regarding the role that Argentina should assume before the Great War, the Sáenz Peña Law, the universal vote, the arrival of radicalism to power, the formation of the Argentine communist party and the breakdown of the conservative model.

Genealogical and generational memories of becoming a teacher in the particular cultural landscape of Buenos Aires in the first quarter of the twentieth century are interwoven. The archives allow the reconstruction of these life stories understood as lived text. Memories of being fixed through the flash of the photographer in the becoming of a geographical and cultural landscape in transformation. Photographs and documents as portals of access to other worlds to try to better understand our own.

Keywords: Become a teacher, Genealogical and generational memories, Cultural landscape, Family albums.

Introducción

Sofía Moll de Milton es una educadora argentina de largo desempeño en diversos ámbitos. Entre 1923 y 1954 inició su carrera como maestra y directora en escuelas primarias de Comodoro Rivadavia, Campamento Escalante y Colonia Sarmiento. A partir de 1956 y hasta 1980 desarrolla su segunda vida profesional en el campo de la educación especial, dedicándose a la supervisión, a la creación de instituciones y al diseño y desarrollo de carreras de formación docente, esta vez en todo el país, pero muy especialmente en Tucumán, Concepción del Uruguay y Río Cuarto. Sus primeros pasos en la docencia estuvieron acompasados a los de su hermano Enrique Moll, en una Comodoro Rivadavia que va ganando empuje frente a Colonia Sarmiento, hasta ese momento la ciudad más importante del Territorio Nacional de Chubut.

Sofía y Enrique Moll en las puertas de la Escuela de Km. 8
Figura 1
Sofía y Enrique Moll en las puertas de la Escuela de Km. 8
Fuente: Colección Sofía Moll de Milton. Lugar Olavarriense de la Memoria Pedagógica y Escolar.

En un avance de una investigación sobre esta historia de vida profesional, el presente texto busca reconstruir el paisaje social y cultural del período de formación de Enrique y Sofía como maestros en la bullente Buenos Aires del primer cuarto del siglo XX. La hipótesis sobre la cual fundamos el recorte es que las huellas iniciales dejarán marca indeleble y teñirán el quehacer docente de Sofía, así como sus preocupaciones y ocupaciones pedagógicas. Nos preguntamos cómo habrán surcado la formación docente de los hermanos Moll los grandes debates que se abren ante el cambio de modelo social, político, económico, escolar y académico tanto a escala nacional como internacional.

Es un desafío intentar pintar ese paisaje desde un punto, desde adentro, desde una historia de vida familiar. Tomar fragmentos de espacio-tiempo desde postales, fotografías, periódicos y documentos escolares y construir, con mirada caleidoscópica, un mundo pluridimensional, poblado no solamente de haceres, sino de sentires y soñares de una niña que por nada del mundo quería ser maestra, sino médica.

La propuesta teórico-metodológica

El Fondo Fotográfico y Audiovisual (FFyAV) es un programa del Lugar Olavarriense de la Memoria Pedagógica y Escolar (LOMPE) (en adelante se lo citará como LOMPE), museo escolar y centro de investigación educativa dependiente del Instituto Superior de Formación Docente N° 22 de la Provincia de Buenos Aires. La investigación reconstruye, a través de fotografías familiares y documentos de la Colección Sofía Moll de Milton de dicho centro, la historia de la formación como maestros de Enrique Moll, director fundador en 1922 de la Escuela N° 50 de Kilómetro 8, hoy Escuela N° 126 “ARA Punta Médanos”. Y de su hermana, Sofía Moll de Milton, directora del mismo establecimiento entre 1932 y 1954.

El trabajo se complementó con documentación aportada por los coordinadores del Programa Espacios de Memoria de la Escuela Normal N° 2 “Mariano Acosta” y del Archivo Histórico, Museo y Huellas de la Escuela Normal Superior N°4 “Estanislao S. Zeballos”, sendos establecimientos en los que cursaron su formación docente.

Señala Candau que “los “escritos comunes” ―como los papeles de familia, los diarios íntimos, los cuadernos genealógicos, los registros domésticos― a los que se consideran archivos particulares, constituyen una forma de memoria en papel, determinada por las restricciones sociales y culturales y, especialmente, por la “razón gráfica” (Jack Goody) (Candau, 2002, p. 40).

Estos documentos contribuyen a la construcción de memorias genealógicas y generacionales. Joël Candau destaca la importancia de la misma en tanto que, desde los marcos sociales que comparten los sujetos de una misma época

[…] la memoria genealógica o familiar participa de la estructuración del tiempo doméstico e, incluso, […] del tiempo de la colectividad, que no se organiza en función de los hechos históricos, sino del recuerdo de los momentos fuertes de la historia familiar (nacimientos, alianzas, muertes, adquisición de tierras o de una casa, etc.) (2002, p. 39).

Pero, como memorias migrantes, contribuyen a pintar nuevos paisajes culturales en el palimpsesto cultural de la contemporaneidad (Carta del Paisaje de las Américas, 2018), mezcla de tradiciones que al paso del tiempo se hicieron únicas del territorio porque el ambiente influye en la construcción de otra cultura.

Desde la propuesta del LOMPE de reconstrucción socio-histórica de las prácticas escolares, hemos abrevado en las fotografías como textos. Pero, al decir de Noelia de Antón (2021, 2022ª, 2022b), más que a las fotografías sueltas, nos hemos acercado a los álbumes, en este caso un álbum de familia. Los álbumes en sí proponen un orden, agregan información, fechan. Y lo hemos puesto a conversar con los periódicos de época, con los documentos escolares, con los informes elaborados por las escuelas. Y, desde allí y desde la historia familiar de transmisión oral, hemos intentado reconstruir los primeros años de vida de los dos educadores patagónicos.

El paisaje cultural en la infancia de los hermanos Moll. Fines del siglo XIX e inicios del siglo XX.

a) La familia Moll – de Córdova

Francisco de A. Moll es un ingeniero español que llega a Argentina por 1902 o 1903 a trabajar en una empresa ferroviaria. Ha venido a estas tierras con su esposa, Petra de Córdova de Moll, también española, proveniente de una familia de docentes y militares que han quedado en Barcelona y a los cuales ya no volverán a ver, pero con los que tendrán nutrida correspondencia e intercambio de fotografías. Por una de ellas, sacada por un fotógrafo de Barcelona, sabemos que Petra tiene dos hermanos, Luis y Rosalía. Y que cerca del 1900 Luis, cadete del ejército, estaba de novio con María. El matrimonio Moll ha viajado con tres hijos varones pequeños: Enrique de alrededor de cinco años, Gustavo de unos tres años y Luis bebé. Atrás ha quedado la vida española.

b) La tía española, maestra

Poco más sabemos de la hermana de Petra. Salvo el nombre, Rosalía, y que era maestra. Podemos aventurar que se ha formado en la Escuela Normal de Barcelona. En 1898 la Normal ocupaba un pequeño espacio del segundo piso del nuevo edificio de la Universidad, en la Gran Vía, en pleno Ensanche. Conocemos la Escuela hacia 1898 a partir de la descripción del Secretario Augusto Vidal Pereda en la Memoria correspondiente al curso académico 1900-1901 (Archivo histórico de la Normal de Barcelona), documentada por María Luisa Gutiérrez (1997, pp. 79-80). Y allí nos imaginamos a Rosalía de Córdova y sus compañeras conversando en el vestíbulo, en estos fines ajetreados del siglo XIX, luego de haber subido al segundo piso del edificio de la Universidad por la estrecha escalera bastante empinada y escasa en luces. En los últimos tiempos el Ministerio ha completado el equipamiento, antes bastante escaso, con grandes láminas, mapas a color, clásticos de madera y aparatología para cursar Ciencias. Lo que más impresiona es la colección de especímenes en formol. Idéntico material comprará en Europa por la misma época el Ministerio de Educación de la República Argentina para dotar a nuestras Escuelas Normales.

Entre 1898 y 1899 se implementan en la Normal de Barcelona los cursos de Magisterio Elemental, según la reforma del ministro Gamazo del 23 de septiembre de 1898, que pretendía dar un giro completo a la enseñanza en las Normales. En 1898 los aspirantes accedían con una edad mínima de 15 años. (Gutiérrez, 1997, p. 83)

Hernández Díaz (1886, p. 24) describe la procedencia del alumnado de las Escuelas Normales a fines de siglo XIX, marcando una diferencia entre los Normales de Varones y los Normales Femeninos. Las características de las normalistas se asemejan mucho más al alumnado de segunda enseñanza que a los varones que estudian para maestros, de procedencia netamente rural y una extracción social de carácter popular siendo hijos de jornaleros, artesanos o trabajadores rurales, (citado por Narciso de Gabriel, 1994, pp. 245-246). Esta diferencia de origen social la explican María Elena García-Mora y Ana María Montero-Pedrera a partir del hecho que, al consolidarse los sistemas educativos nacionales e instalarse la demanda de que las niñas asistieran a la escuela al igual que los varones, se generó la necesidad de formar maestras. El trabajo docente pasó a ser una ocupación profesional, capaz de generar empleo rentado para las mujeres, ligada al cuidado maternal y de la infancia. (García Mora y Montero Pedrera, 2022, p. 149). Entendemos que este mandato social habrá influido para que Rosalía de Córdova se formara para ser maestra elemental y, tal vez, maestra superior.

c) Los primeros años de la familia Moll- de Córdova en España

Francisco y Petra se habían casado en Barcelona en 1896. Tuvieron tres hijos: Enrique en 1898, Luis en 1900 y Gustavo en 1902. Sabemos que provenían de una familia ultra católica, al punto de poner a su segundo hijo todo el santoral como nombre: Luis Gonzaga Francisco de Asís Pedro Regalado Moll. También sabemos que entre 1896 y 1916 España se vio azotada por brotes de poliomielitis (Martínez Navarro, 2013, p.430) y que Enrique ha padecido, a consecuencia del contagio, parálisis infantil. Los largos tratamientos para que el niño recobre la movilidad de su pierna han supuesto incluso enterrarlo en la arena de la playa. La enfermedad ha arrastrado no solamente la salud del primogénito, sino también la devoción de su madre.

Suponemos que Enrique ha ido creciendo entre los libros y estudios de la tía Rosalía, mientras que el tío Pepe hacía su carrera militar. E imaginamos la angustia de la familia cuando enfermó de poliomielitis. Y la alegría cuando nacieron los hermanitos. Así como la tristeza cuando a Francisco le surge el trabajo en los ferrocarriles en Buenos Aires y los Moll – de Córdova comienzan a organizar la mudanza allende los mares.

d) La vida en Buenos Aires

Al llegar a Buenos Aires se instalan en una casa de la calle Carlos Calvo casi Perú, donde el 14 de marzo de 1904 nacerá Sofía Encarnación Petra, la única hija mujer y la única argentina de la familia. Lamentablemente, la fotografía de los pequeños que poseemos en el archivo está muy oscurecida por el paso del tiempo. Para 1910 la familia está viviendo en la calle Tucumán 924. Allí les escribe el Tío Luis (Pepe), hermano de la madre, enviando una foto de su primera hija, Luisita.

Postal enviada desde Granada (España) el 22 de enero de 1910 por Luis de Córdova, anunciando el nacimiento de su primogénita, Luisita de Córdova. Anverso y reverso
Figura 2
Postal enviada desde Granada (España) el 22 de enero de 1910 por Luis de Córdova, anunciando el nacimiento de su primogénita, Luisita de Córdova. Anverso y reverso
Fuente: Colección Sofía Moll de Milton

El trabajo en los ferrocarriles en expansión, sobre todo en la zona portuaria, está bien remunerado. Al tiempo, el matrimonio Moll se muda a una casa en San José de Flores, más pueblo rural que barrio porteño, y la familia se traslada a una vivienda sobre la calle Pujol casi Gaona. El poblado de casas quinta, hortelanos y floricultores, lentamente se irá transformando en un barrio.

Sofía, la benjamina, la única nena, disfruta ese ambiente florido. Sus compañeros de juego son sus dos hermanos del medio, Gustavo y Luis, quienes solamente terminarán la primaria y pronto comenzarán a trabajar. Se hace amiga de las vecinas un poco mayores que ella, las hijas del Dr. Parra, un abogado que fallecerá en la misma época que su padre. Con Maruja, unos años mayor que ella, estrechará una amistad que durará toda la vida. Maruja estudia para maestra de niños débiles y trabajará en la Colonia de Vacaciones creada en 1920 que funcionó en el Parque Avellaneda de la Capital Federal (Lionetti, 2008, p. 214). María Laura será profesora de inglés.

Enrique en el Mariano Acosta

En 1913 Enrique ingresa al Normal N° 2, fundado en 1876. El establecimiento funciona desde 1889 en su propio edificio, ubicado en la calle General Urquiza 277, barrio de Balvanera. Poco tiempo después de inauguradas las clases, se instalaron dos librerías en la acera que mira al oeste en la calle Urquiza entre las de Moreno y Belgrano, las famosas Falucho y La Normal (Mestroni, 1965).

Enrique Moll fotografiado en su casa, haciendo un solitario. Buenos Aires, 1916
Figura 3
Enrique Moll fotografiado en su casa, haciendo un solitario. Buenos Aires, 1916
Fuente: Colección Sofía Moll de Milton

Valentín Mestroni (1965), egresado de esta escuela como maestro en 1905 y como profesor en 1907, fue uno de los profesores de Física y Ciencias Naturales y luego Regente del Normal en la época que Enrique estudia el Magisterio. Por su libro “Los maestros que yo he tenido” (1965) sabemos que Balvanera era un barrio de barracas y corrales; en la ‘calle de la Basura’ descargaban diariamente los carros del servicio de limpieza; y en las proximidades de las calles Maza y Liniers había una permanente, extensa y profunda laguna que desbordaba los días de lluvia. Daniel Schávelzon (1989) recoge la primera impresión de un alumno que ingresa a la escuela en 1909 y que probablemente egresara el año anterior a que Enrique comience primer año:

Al cruzar los umbrales me sobrecogió un temor reverencial, causado por el pórtico con gravedad de templo, por el majestuoso vestíbulo, por la escalinata de vagas reminiscencias versallescas, por el salón de actos con un cielorraso donde un artista con inspiraciones de Tiépolo había pintado una composición simbólica en donde se destacaba la figura desnuda de la Verdad; tan diferente a la angosta casita habilitada para la escuela de mis dos últimos grados primarios, comprendí que cerraba una etapa de mi existencia para abrir otra con más serios deberes y más elevados anhelos. (Schávelzon et. Al, 1989)

En noviembre de 1913 fallece Francisco Moll. La madre realizará malabares económicos para que sus hijos estudien. Y Enrique seguirá en la Escuela.

Enrique Moll y sus compañeros de estudios en la puerta de la Escuela Normal de Profesores, hoy Mariano Acosta. Buenos Aires, 1916
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Enrique Moll y sus compañeros de estudios en la puerta de la Escuela Normal de Profesores, hoy Mariano Acosta. Buenos Aires, 1916
Fuente: Colección Sofía Moll de Milton

En la segunda década del siglo que recién comienza son alumnos de la Escuela Normal de Profesores jóvenes que luego tendrán reconocidas trayectorias: Américo Ghioldi, (1899-1984), Enrique Santos Discépolo (1901-1951), Juan Mantovani (1898-1961), Leopoldo Marechal (1900-1970). Américo Ghioldi, hermano de Rodolfo y Orestes, será un destacado dirigente socialista preocupado por cuestiones de política educativa. Sus hermanos, en cambio, se transformarán en dirigentes del Partido Comunista Argentino en conformación que adhiere a la Revolución de Octubre y a la Tercera Internacional leninista. En el listado podemos observar que en primer año Enrique fue compañero de Américo Ghioldi. En años posteriores en la lista del curso figurará Orestes Ghioldi, quien tiene una cursada irregular por su intensa actividad política.

También en segundo año se suma al curso Enrique Santos Discépolo, quien en 1918 escribió sus primeras obras de teatro: El señor cura, El hombre solo y Día feriado. Pero no figura Juan Mantovani, el santafecino recién llegado. Después de haber hecho su primaria en la Escuela Normal de San Justo, ha ingresado en el Mariano Acosta para cursar el Magisterio. En las antípodas ideológicas de los otros compañeros, este espiritualista mira el mundo en general y la educación en particular desde la plenitud humana. Aunque sus ideas estarán en germen en estos años de formación.

Libro de Actas de Exámenes de la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta Acta de Exámenes de Aritmética Curso 1° A – 12 de julio de 1913
Figura 5
Libro de Actas de Exámenes de la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta Acta de Exámenes de Aritmética Curso 1° A – 12 de julio de 1913
Fuente: Archivo del Acosta Programa Espacios de Memoria

Seguramente se habrá cruzado en los pasillos con Leopoldo Marechal, quien ingresa a primer año cuando Enrique está en cuarto. Marechal ya a los doce años, en 1912, había escrito sus primeros poemas y a los trece años ingresó a una fábrica de obreros, donde rápidamente dio muestras de sus ideales políticos al impulsar a sus compañeros a que exigieran mejores salarios y condiciones adecuadas para el trabajo; debido a ello, los jefes de la fábrica lo despidieron por ser el responsable de la revuelta laboral. Tendrá que esperar, como todos sus compañeros, hasta los 15 años para cumplir el requisito de edad de ingreso al Normal.

Libro Matriz de la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta Folio 14 Clasificaciones finales del Alumno Enrique Moll 1913-1916
Figura 6
Libro Matriz de la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta Folio 14 Clasificaciones finales del Alumno Enrique Moll 1913-1916
Fuente: Archivo del Acosta Programa Espacios de Memoria

Enrique es buen alumno. A folios 14 y 15 del Libro Matriz del año 1913 se detallan sus clasificaciones finales. Obsérvese que desde el segundo año cambia el sistema de clasificaciones de 4 puntos (usado hasta 1913) al de 10 puntos. Y que las materias se aprueban con un mínimo de 5 puntos; caso contrario, deben rendir examen final. Egresa como maestro en 1916.

En el Libro Matriz quedan en blanco los espacios para los dos cursos de Profesorado (el 5° y 6° año). Hasta aquí pudo la madre costear los estudios. Deberá trabajar para aportar a la economía familiar. Cuando se recibe, consigue un puesto de maestro en escuelas de frontera. Y así marcha a la Patagonia. Con su sueldo ayuda al sostén de la casa para que su hermanita pueda estudiar.

Los estudios primarios de Sofía

Sofía cursa la escuela primaria y el Magisterio en el Normal 4, hoy “Estanislao Severo Zeballos”, escuela inaugurada en 1908 en el barrio de Flores, en las calles en Avellaneda y Donato Álvarez, como Escuela Normal de Maestros. El primer director fue el profesor don Leopoldo Herrera y a la escuela se la conocía como “La escuela de Herrera”. En 1910 se traslada desde el barrio de Flores al actual edificio ubicado en Avenida Rivadavia 4950. Allí ingresa Sofía.

Sofía ingresa a primer grado en 1910, cuando la ciudad estaba convulsionada por las celebraciones del Centenario de la Patria. Las miradas del mundo se posan sobre la Argentina. El desfile cívico va a ser impresionante. Pablo Pizzurno es un ardiente defensor de reinstalar los festejos patrios desde las escuelas. Pero Sofía está muy chiquita para participar de los desfiles.

No tenemos imágenes de su paso por la escuela. No habrían sido muy distintas a las fotografías conservadas en el Archivo Histórico de la Escuela Normal N° 4. Tanto en la primaria como en el Magisterio, usó uniforme, que incluía moño de seda azul y guantes blancos. El sombrero riflero nunca estaba sobre la cabeza, porque solía llegar a la carrera y conversando.

Progresa. Libro del Escolar de Pablo Pizzurno. Lectura 11 Tejiendo. Biblioteca Nacional del Maestro
Figura 7
Progresa. Libro del Escolar de Pablo Pizzurno. Lectura 11 Tejiendo. Biblioteca Nacional del Maestro
Fuente: Programa Memoria e Historia de la Educación Argentina

Sofía aprendió a leer con El libro Progresa del Profesor Pablo Pizzurno (1901), perteneciente a la colección El Libro del Escolar de Editorias Cabaut y Cía. En realidad, ya desde los cuatro años leía y escribía. A esa temprana edad la mamá le estaba enseñando también a hacer zurcido invisible, habilidad de la que Petra se había valido para el sostén del hogar. Cuánta resonancia habrá tenido en la niña lecturas como la de Dorila, la tejedora de medias, la Lectura 11 en la página 20 de su libro (Pizzurno, 1901, pp. 19-20). Si bien Pizzurno continúa el legado del normalismo sobre las lecciones de moral y la formación de la infancia en la pedagogía del modelo, trae a la conversación en el aula la vida cotidiana. Como este tejer, tan próximo al zurcido que practicaba Sofía con su mamá.

El método utilizado por sus maestros fue la lectura gradual. Van a pasar varios años para que se discutan los principios de la lectura global. Kohler y Koffka inician las primeras investigaciones de la Gestalt a principios de la década de 1910. Si bien no desarrollan una teoría de la lectura y la escritura, es indudable su influencia en la propuesta de Ovide Decroly (Braslavsky y Pineau, 2014, p. 95). A lo largo de su carrera, Sofía discutirá largamente con los defensores del método gradual, intercambiará con otros docentes escolanovistas sobre la cuestión y propondrá su propio sistema. Pero ello será cuando esté ejerciendo en la Escuela de Kilómetro 8, en las décadas de 1940 y de 1950. Este hecho queda mencionado en el libro La querella de los métodos de Berta Braslavsky, especialista en educación con quien Sofía departiera del tema entre los años 1950 y 1960.

Las ideas higienistas y la práctica del deporte también serán herencia que desarrollará siendo maestra y directora de las Escuelas N° 22 de Colonia Sarmiento y N° 50 de Kilómetro 8. Quedan como testimonio una serie de fotografías de su vida en la Patagonia que serán analizadas en una próxima etapa.

El contexto socio-político en que se desarrolla la infancia de Sofía.

Sus estudios primarios están atravesados por el estallido de la Primera Guerra Mundial, iniciada en 1914. Argentina como país mantiene una política de neutralidad. En esta línea el gobierno recibe el apoyo de la prensa, especialmente de los diarios La Prensa y La Razón. Pero no todos coinciden en ello. Hay sectores germanófilos que manifiestan su apoyo a Alemania en la contienda, como el Director de la Escuela Superior de Guerra, José Félix Uriburu (Sánchez, 2020).

La población de inmigrantes, amplia mayoría en la Capital Federal, no puede dejar de preocuparse por sus patrias lejanas en conflicto, por sus familiares que han quedado en tierras invadidas, bombardeadas. Los periódicos abundan en titulares catástrofe. En los hogares se teme recibir infaustas nuevas. Si bien España permanece al margen, en la casa de Sofía se seguirá atentamente el decurso de la guerra, pensando en los tíos maternos Rosalía y Luis, en María, la esposa del Tío Luis y en los cuatro primos.

Lo que Sofía, Luis y Gustavo tal vez no sepan -pero sí lo saben Petra y Enrique- es que su tío Luis, el militar, ha sido trasladado a otra guerra. La familia vive ahora en Melilla, en el Protectorado español de Marruecos, implantado en 1912 por el Tratado de Fez. Desde la ocupación del territorio marroquí por tropas españolas, hay una serie de focos de resistencia y rebeliones que darán lugar a la larga Guerra del Rif, entre 1911 y 1927. Melilla es un puesto militar. Y desde allí envía Luis una nueva fotografía de sus hijos.

La siguiente postal enviada a la familia en enero de 1916 (aunque Petra feche la foto en 1915, al dorso figura la fecha correcta del envío de la postal) documenta el traslado del Capitán Moll a Ibiza. Aquí sí la Gran Guerra se hace notar. Los buques franceses detienen y requisan constantemente los barcos españoles, en busca de paquetes postales con destino a Alemania, Austria, Hungría y Turquía, aliados en la guerra frente a Francia y Reino Unido (Romero, 1914).

La guerra ha tenido secuelas sociales y económicas en Argentina, entre ellas una crisis laboral que ha dejado gran cantidad de trabajadores sin empleo. Tanto el gobierno nacional como la sociedad civil organizaron ollas populares y lugares de alojamiento de los desocupados con el objeto de paliar los efectos de la crisis. Como el almuerzo gratuito que la firma Gath y Chaves ofrece el 9 de julio de 1916 a personas carenciadas.

¿Cómo habrá vivido Sofía, desde sus tiernos 10 años, este clima bélico? Nunca lo comentó. Pero no podemos negar que habrá sido tema de discusión cuando ingresó al Magisterio en 1916 y hasta la finalización del conflicto, que casi coincide con la terminación de sus estudios, tanto desde una postura defensora de la neutralidad como desde el discurso germanófilo o desde el anti-germánico.

Los estudios de Magisterio y las tomas de posición ideológico-políticas.

Y llegó el momento de ingresar a los cursos de Magisterio, en otra fecha señera, 1916. El 9 de julio se celebró en un clima enrarecido por la Primera Guerra Mundial y los conflictos políticos internos. Pese a ello, la Ciudad de Buenos Aires fue el punto central de los festejos patrios. No es cualquier año. Es el año de las elecciones por voto universal, secreto y obligatorio. El año de la conquista democrática frente al fraude electoral y el voto cantado. Y, como si el panorama no fuera lo suficientemente complejo, en 1917 se produce la Revolución Rusa. Fabián Bosoer y Santiago Senén González en su artículo “La revolución rusa y sus ecos en Argentina”, marcan el posicionamiento de los principales diarios, como La Vanguardia y La Prensa. (Bosoer y Senén González, 2016). Aunque el Partido Comunista, con el nombre de Partido Socialista Internacional, se funda en enero de 1918 -el nombre cambió por el de Partido Comunista en diciembre de 1920-, tuvo su origen en las actividades de algunos socialistas jóvenes de tendencia izquierdista en los primeros años de la década de 1910.

La formación de Sofía, como la de su hermano Enrique, estuvieron fuertemente atravesadas por el cientificismo en lo epistemológico y por el socialismo en lo político. Durante su trayectoria como educadora e investigadora ella sostendrá a la vez las banderas del cientificismo y de la Escuela Nueva, en ese momento recién en gestación. En lo político, Sofía adherirá al socialismo en su vida adulta.

Si en las calles y en la prensa se debatían estas ideas, profundos también eran los debates en las aulas y las salas de profesores. Aunque adherimos a las tesis centrales del proyecto Espacios de Memoria de la Escuela Normal Mariano Acosta (Ayuso y Tornay, 2013) que la historia de la institución debe ser comprendida en el doble marco dado por la historia de la educación y la historia general del país más allá de los grandes nombres, sostenemos que conocer la trayectoria de estos profesores nos permitirá hacernos una idea de los debates en la Sala de Profesores, los intercambios a la hora de organizar el programa de actividades, el interesarse el Profesor Pizzurno por las tres vacaciones de excavación del Profesor Ambrosetti, allá en Salta, en el Pucará de Tilcara. Y las discusiones con Levenne sobre esta cuestión de cómo revisar la historia escrita por Mitre que se enseña en las escuelas, historia de hombres de bronce, inventados para sostener un modelo de país.

Resuenan en los pasillos las voces y se leen en las aulas los trabajos de José Rezzano con su propuesta de Centros de Interés, de Rodolfo Senet cuya “Pedagogía” será libro de texto hasta muy adentrado el siglo XX, o de Enrique Romero Brest, pionero en la formación de profesores de Educación Física. Y las discusiones entre quienes apoyan / se oponen al Plan Garro en 1912, al proyecto de Escuela Intermedia de Saavedra Lamas en 1916, así como a la reforma universitaria iniciada en Córdoba y propagada a las Universidades de Buenos Aires y de La Plata en 1918.

Y más interesante aún, escuchar lo que discuten los estudiantes del Magisterio en los recreos. Así como los profesores van de un colegio a otro, y a la universidad, llevando y trayendo ideas, corrientes, lecturas, discusiones, lo propio seguramente harán los estudiantes de las distintas casas de estudio. Voces de los estudiantes en las aulas, en los recreos, en las tribunas políticas. Las de los hermanos Ghioldi, Américo, Rodolfo y Orestes tan comprometidos en la organización del movimiento de izquierda, de Enrique Discépolo que hará política desde el arte, de Leopoldo Marechal y su defensa de la clase obrera. O quienes traen las voces de otras provincias como Dardo de la Vega, que había iniciado sus estudios de Magisterio en la Escuela Normal de Catamarca en 1911 y viene a continuar sus estudios para recibirse de Profesor de Letras en 1918, con el nuevo plan. O la del santafesino Juan Mantovani, uno de los defensores de las ideas de la Escuela Nueva, como lo será la propia Sofía.

En 1919 Sofía se recibe de maestra y vuelve a plantear su deseo de estudiar medicina. Pero su madre decide que su hermano Enrique ya ha hecho mucho sacrificio y es hora de ir a vivir al sur, a acompañarlo.

Sofía Moll de paseo con sus compañeras de escuela Buenos Aires 1918
Figura 8
Sofía Moll de paseo con sus compañeras de escuela Buenos Aires 1918
Fuente: Colección Sofía Moll de Milton

Recapitulando

En el trabajo hemos abrevado en los Archivos Documentales de tres centros abocados al resguardo de la memoria pedagógica y escolar de tres casas de formación docente que han organizado programas específicos de patrimonialización. La tarea excede la conservación del patrimonio material. Implica procesos investigativos en torno al resguardo del patrimonio intangible a través de la reconstrucción socio-histórica de la memoria colectiva como memoria del habitar. A través de fotografías, recortes periodísticos, documentos escolares, relatos orales guardados en la memoria intrafamiliar, hemos trazado algunas líneas para reconstruir la historia de la formación como maestros de Enrique y Sofía Moll, antes de verlos partir con su maleta repleta de anhelos y temores hacia la lejana Patagonia.

Memorias genealógicas y generacionales del hacerse docente en el particular paisaje cultural de la Buenos Aires del primer cuarto del siglo XX. Vidas atravesadas por los relatos de la familia que quedó en España, sacudida por la Guerra del Riff y tocada por la Primera Guerra Mundial y el surgimiento del comunismo. Acontecimientos que trascienden fronteras e impactan en la vida porteña a su vez movilizada por los disímiles festejos de los Centenarios de la Revolución de Mayo en 1910 y de la Independencia en 1916, las posturas encontradas de los distintos sectores frente al papel que debía asumir la Argentina ante la guerra, la Ley Sáenz Peña, el voto universal, la llegada del radicalismo al poder, la conformación del partido comunista argentino.

Qué crítico momento en la formación de ambos jóvenes. Sostenemos a lo largo de la investigación que en lo pedagógico habrán influido más sus profesores, pero en lo político, pensamos que ha abrevado más en las discusiones de los jóvenes estudiantes de las distintas casas de estudio. Este trabajo intenta dejar testimonio de la potente voz de Sofía, en nuestro caso en el terreno educativo. Otros investigadores rescatan otras facetas de su vida.

Reflexión final

La imbricación de genealogías, álbumes y fotografías, tanto personales como escolares, nos ha permitido develar algunas de las capas que se superponen en este palimpsesto que es el paisaje cultural de la Buenos Aires en el primer cuarto del siglo XX, en ese barrio de Flores donde transcurre la infancia y adolescencia de Sofía y la juventud de Enrique y donde se entrama la historia de la formación docente en dos Escuelas Normales señeras del magisterio rioplatense. Historias migrantes, prácticas educativas hechas cuerpo, memorias del estar fijadas a través del flash del fotógrafo. Ilusión de presente en el devenir de un paisaje que se transforma constantemente. Fotografías y documentos como portales de acceso a otros mundos para tratar de entender mejor el nuestro.

Agradecimientos:

Agradecemos la disposición y los aportes de los coordinadores del Programa Espacios de Memoria de la Escuela Normal Superior N° 2 “Mariano Acosta”, Dr. Pablo Pineau y Dra. María Luz Ayuso y del Archivo Histórico, Museo y Huellas de la Escuela Normal Superior N°4 “Estanislao S. Zeballos”, Prof. Bárbara Trebino y Prof. María Elena Varela.

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