Artículos de investigación

Educación financiera, un enfoque al crecimiento y desarrollo social

Financial education, an approach to social growth and development

Witt Jay Vanegas
Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, Colombia
Ana Mugno Noriega
Universidad Autónoma del Caribe, Colombia
José Luis López
Universidad Autónoma del Caribe, Colombia

AD-GNOSIS

Corporación Universitaria Americana, Colombia

ISSN: 2344-7516

ISSN-e: 2745-1364

Periodicidad: Anual

vol. 10, núm. 10, 2021

revistaadgnosis@coruniamericana.edu.co

Recepción: 22 Abril 2021

Aprobación: 21 Septiembre 2021



DOI: https://doi.org/10.21803/adgnosis.10.10.468

Autor de correspondencia: wjay@coruniamericana.edu.co

Resumen: El objetivo del presente artículo fue evidenciar a través de experiencias a nivel internacional y nacional, las diferentes habilidades financieras de las personas, con el fin de construir unas bases que servirán de herramientas necesarias para una efectiva educación de la población colombiana. La metodología en el desarrollo de la presente, es con un enfoque cuantitativo de igual forma es de tipo descriptivo y diseño documental, utilizando el resumen fuente del trabajo de especialización Educación Financiera Como Alternativa Para Mejorar La Calidad De Vida de la Sociedad y la hermenéutica como técnica de interpretación de los textos. La conclusión después de analizar todos los antecedentes y fundamentos teóricos con respecto al tema de la Educación Financiera, y al analizar los diferentes contextos en los cuales este tema viene adquiriendo importancia, se puede concluir que la educación Financiera desempeña un papel importante en el desarrollo económico de las naciones, en el momento en que los Estados crean estrategias y políticas relacionadas con el tema condicionadas a su contexto y teniendo en cuenta las necesidades de su población, los resultados han sido positivos.

Palabras clave: Educación Financiera, Finanzas, Calidad de Vida.

Abstract: The objective of this article was to demonstrate through experiences at the international and national level, the different financial skills of people, in order to build bases that will serve as necessary tools for an effective education of the Colombian population. The methodology in the development of this, is with a quantitative approach; likewise, it is descriptive and documentary in design, using the source summary of the work on Financial Education as an Alternative to Improve the Quality of Life of Society and hermeneutics as a technique for interpreting texts. The conclusion after analyzing all the antecedents and theoretical foundations with regarding the subject of Financial Education, and when analyzing the different contexts in which this topic has been gaining importance, it can be concluded that the Financial Education plays an important role in economic development of nations, as states create strategies and policies.

Keywords: Financial Education, Finance, Quality of Life.

Introducción

La educación financiera es uno de los motores del desarrollo económico y social en el mundo, ya que tomar decisiones financieras acertadas mejora nuestro nivel de vida. Sabemos que la falta de educación financiera lleva a las familias a abusar del crédito y a endeudarse por encima de su capacidad de pago. Por esto, la educación financiera es imprescindible, ya que genera beneficios para todos en todas las etapas de la vida (Asobancaria, 2012).

El presente trabajo tiene como objetivo principal exponer la importancia de una Educación Económica Financiera en Colombia y a su vez identificar cómo influyen, el endeudamiento, capacidad de ahorro e inversión, en el nivel de vida de los colombianos; también analizaremos como una buena planeación financiera, mejora en gran medida la utilización del dinero, reflejado en las finanzas personales de los colombianos.

Teniendo en cuenta las posturas de algunos investigadores en este tema, analizaremos las medidas que se adoptan a nivel internacional con respecto a la Educación Financiera y cuáles son los factores a nivel comportamental que influyen en la poca educación financiera que poseen los colombianos. No olvidemos que en el quehacer cotidiano de las familias se tiene que abrir cuentas bancarias, se compra a plazos, se utilizan tarjetas para efectuar compras y sacar dinero de los cajeros automáticos, se solicitan préstamos, etc. Además, se lee y se oye a través de los medios de comunicación palabras que es necesario comprender, como: impuestos, inflación, tipos de interés, presupuestos, etc. Como menciona Gómez (2020), las habilidades blandas deben ser desarrolladas desde etapas tempranas, especialmente en lo jóvenes ya que en los adultos deben ser fortalecidas a través del entrenamiento y aprendizaje continuo.

Sin embargo, la mayoría de las personas relaciona finanzas con temas complejos que solo expertos pueden conocer y tratar (Asobancaria, 2018). Por ello, este trabajo pretende mostrar la importancia de generar las habilidades necesarias en el individuo para que pueda tomar buenas decisiones financieras. Es decir, que sepa que debe hacer al momento de solicitar un préstamo, un ahorro o una inversión.

En Colombia, Asobancaria lanzó un programa que se nombra “Saber más, ser más” el cual menciona que “...Para tomar decisiones financieras inteligentes y acertadas por su bienestar, es necesario adquirir conocimientos y habilidades sobre el uso y manejo del dinero” (Asobancaria, 2014); partiendo de esta premisa se puede argumentar que para tomar buenas decisiones relacionadas con las finanzas se debe tener conocimientos para tener habilidades a la hora de hacer cualquier actividad financiera.

Por esto, la sociedad debe preocuparse de la cultura financiera a lo largo de todo el ciclo vital de las personas y de ahí la importancia de la formación financiera en los distintos niveles del sistema educativo, que es el momento en el que más se invierte en educación. Una buena gestión de las finanzas personales es algo necesario a lo largo de toda la vida, por lo que la inversión en educación financiera es algo que debe preocuparnos también durante toda la vida. Como resultado de esta monografía se podrá concluir que existe una fuerte correlación entre la educación, la cultura financiera y el nivel de vida de las personas; entre mayor nivel educativo se tiene más conocimiento sobre finanzas personales, lo cual se ve reflejado en mejor manejo de productos financieros, toma de decisiones en inversión eficiente y mayores niveles de ingresos (Banca de las Oportunidades, 2013).

Método

La metodología de esta investigación integra en una primera parte el estudio de la implementación de políticas de educación financiera en el mundo, considerando el contexto europeo y latinoamericano. Luego para medir las capacidades financieras con que cuenta la población colombiana se analizó una encuesta nacional sobre comportamientos, actitudes y conocimientos financieros realizada por el Banco Mundial, Banco de la República (2013), la cual se aplicó a 1.526 colombianos adultos de todo el país en junio y julio del 2012. Esta encuesta, que sirve como base para el análisis del objeto del presente, fue realizada también con ayuda de algunas instituciones colombianas como el Banco de la República y el DANE.

Resultados

Luego de revisar las fuentes teóricas que han servido de sustento a esta monografía y teniendo en cuenta los objetivos trazados con esta investigación, se pudo encontrar que: Teniendo en cuenta los conceptos financieros básicos para una óptima educación financiera, se puede ver que el colombiano promedio no tiene claro conceptos tan simples como lo es la tasa de interés y crédito. Esto es realmente alarmante y puede ser una de las principales causas de las malas decisiones que toman las personas financieramente hablando.

En el contexto nacional cuando el gobierno decidió tomar la iniciativa para la implementación de una Estrategia Nacional de Educación Económica y Financiera, se tuvo en cuenta el diagnóstico de comportamientos y actitudes que tienen los colombianos frente a estos temas. Además, se pudo exponer y describir de manera estadística como se encuentran los colombianos para tener las capacidades y habilidades necesarias a la hora de tomar decisiones en materia financiera. Con esta investigación se pudo encontrar que el gobierno colombiano tiene toda la disposición en generar estrategias para mejorar la educación financiera a las personas, pero se ha quedado estancado en la aplicación de las mismas.

Es conveniente que se genere en la población una conciencia financiera positiva, que de acuerdo a esta tomen decisiones asertivas en materia financiera y a través de los diferentes programas de esta Estrategia Nacional mejorar la calidad de vida de las poblaciones que se encuentran en situación de vulnerabilidad ya sea por su situación de pobreza, víctima del conflicto armado o la población de la tercera edad.

Estrategias de Educación Financiera en Europa.

De acuerdo a algunas investigaciones realizadas por el (CESE, 2011) indica que en Europa en el tema de la educación financiera se ha avanzado bastante. Sin embargo, hay ciertas limitaciones dadas por el Tratado de funcionamiento de la UE que en lo concerniente en materia educativa es propio de cada país y se legisla en favor de esta de manera particular. Por ello Europa ha avanzado en este tema dado por el compromiso de sus gobiernos con respecto al tema de educación financiera y esto ha sido marco de referencia para la implementación de políticas adecuadas en materia de la educación financiera a toda la población. A continuación, se describen algunas de las estrategias de educación financiera implementadas en Europa, se identificará el actor o promotor que dirige la estrategia, población a la que se dirige y un resumen de acciones pertinentes en materia de educación financiera; se tomará de apoyo el informe del CESE (2011).

En Suecia, la economía del hogar desde la infancia en los colegios e institutos suecos se imparte una asignatura denominada «Hogar y economía». Hacienda Pública es el encargado de ayudar a elaborar los temarios e instruir a los propios profesores para que transmitan sus conocimientos a los alumnos.

A través de los ayuntamientos Suecia cuenta con los llamados «asesores en deudas y presupuestos». Estas personas se encargan de estudiar y dar asesoramiento gratuito a sus ciudadanos ante cualquier duda financiera, desde la letra pequeña al comprar una vivienda hasta las claves para que su presupuesto familiar rinda al máximo. En cuanto a la actuación frente al sobreendeudamiento, Hacienda actúa cuando las familias están sobreendeudadas de forma irreversible. Las personas reciben ayuda para gestionar situaciones personales extremas. El valor social de este servicio es muy elevado, evita que las personas acumulen deudas que les desbordan y enferman (CESE, 2013, p. 29).

Estrategias de Educación Financiera en Latino América

En América Latina, sólo cinco países tienen Estrategia Nacional de Educación Financiera ENEF propiamente dichas: Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. En cada ENEF se han formulado objetivos generales y específicos, que se distinguen principalmente en su enfoque principal. Algunos objetivos están enfocados en la educación financiera como un elemento que aporta al fomento de la inclusión financiera, mientras que otros parten de un enfoque más amplio y buscan aportar en general a la buena administración de los recursos y a la toma de decisiones financieras responsables.

En Chile, el desarrollo de la Estrategia Nacional de Educación Financiera en Chile comenzó en 2012 con el trabajo del Ministerio de Hacienda y otras instituciones públicas como el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Economía y el Banco Central. La (ENEF, 2017) establece Programas de Educación Financiera y un Plan de Acción destinado especialmente a jóvenes y mujeres. Dos segmentos priorizados dada la importancia de esta formación en los primeros años de actividad, en el primer caso, y dada la mayor vulnerabilidad económica, en el segundo. El documento selecciona contenidos y competencias de acuerdo a las recomendaciones de la OCDE, del Banco Mundial y del G20, factores esenciales para la elaboración de los Programas.

Entre los contenidos mínimos sugeridos cabe citar aspectos tan básicos como el panorama financiero y su regulación, la protección al consumidor; el ahorro y el consumo; el presupuesto y la planificación, la inversión; el crédito y el endeudamiento, la digitalización financiera, los impuestos y el gasto público, o los seguros. Por lo que respecta a las competencias, la ENEF prevé un listado que varía atendiendo a los dos segmentos a los que se dirige y que tiene en cuenta los distintos momentos de aprendizaje a los que aquellos, a lo largo de sus vidas, se enfrentan.

El Plan de Acción define 25 líneas de acción y 76 acciones concretas enfocadas en 3 niveles: uno general y dos específicos focalizados en cada uno de los segmentos priorizados: Acciones concretas a nivel general. Son acciones genéricas como la difusión de información y contenidos de Educación Financiera a través de plataformas digitales; la realización de campañas, charlas, programas y talleres de formación; el desarrollo de recomendaciones y directrices sobre estándares internacionales o el apoyo en la elaboración y el uso de códigos de buenas prácticas. Acciones concretas para estudiantes. Actuaciones dirigidas tanto a estudiantes como a docentes: realización de cursos y charlas sobre educación económica y financiera o la vinculación de la Educación Financiera a las asignaturas impartidas en los centros educativos incluidas en las bases curriculares, entre otras.

En Perú, El 21 de Julio de 2015 se realizó la ceremonia de lanzamiento de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera, la cual fue realizada en la ciudad de Tarma, región Junín. En ella el presidente de la República Ollanta Humala suscribió el Decreto Supremo N° 191 – 2015 – EF, por medio del cual se aprueba la ENIF con el objetivo de promover el acceso y uso responsable de servicios financieros integrales, para que sean confiables, eficientes, innovadores y adecuados a las necesidades de los diversos segmentos de la población. La ENIF se estructuró bajo tres ejes - acceso, uso y calidad – que reflejan cada una de las dimensiones de la Inclusión Financiera: cobertura, ecosistema de productos y confianza. Además, la ENIF incorpora en su diseño un Plan de Acción definido desde siete líneas de trabajo (Ahorro, Pagos, Financiamiento, Seguros, Protección al Consumidor, Educación Financiera y Grupos Vulnerables), cada una a cargo de un grupo técnico en donde serán invitadas a participar instituciones públicas y privadas relevantes. Asimismo, para la implementación y seguimiento de la ENIF se consideró contar con un sistema de monitoreo y evaluación que facilite la validación de los avances hacia los objetivos planteados en la ENIF con metas para el 2021. Las principales metas de inclusión financiera para el 2021 están enfocadas a lograr una mayor profundidad en los mercados financieros, ampliar la cobertura física, lograr un mayor uso de medios de pago digitales (adecuados a las necesidades de la población) y finalmente, lograr un ecosistema financiero confiable y seguro para la población en general.

Marco Teórico

Contexto Nacional

La economía colombiana, a través de su historia, se ha caracterizado por tener una tendencia frágil y fácilmente vulnerable a los factores internos y externos, los cuales impactan directamente en la calidad de vida de la comunidad colombiana.

Para que hoy día en Colombia se hablará de Educación Financiera, se tuvo que pasar por ciertos procesos legales y de institucionalidad para poder tener una idea de lo que realmente se quería en materia de educación financiera. Colombia es pionero y referente en temas de Educación Financiera. Prueba de ello es que, en 2005, tres años antes de que la crisis subprime pusiera al mundo entero a hablar de Educación Financiera, ya en nuestro país el programa “Finanzas Para el Cambio” estaba en marcha. Su fin: insertar paulatinamente en los currículos escolares de las instituciones educativas del país los conceptos básicos para el uso de recursos. Este esfuerzo, liderado por entidades privadas y algunas secretarías de educación nacional, logró llegar a 50 instituciones educativas públicas de Bogotá, Medellín, Cartagena y Cali y generar documentos útiles como manuales de implementación.

El segundo programa fue el “Programa de Educación Financiera Bancolombia”, apoyado por la Fundación Bancolombia (2009) y operado por la firma Qualificar. Durante sus cuatro años de duración, el programa atendió a 175 instituciones educativas en 39 entidades territoriales. Se formaron más de 4.000 docentes, más de 13.000 padres de familia y 128.249 estudiantes. Estos antecedentes, sumados a la crisis internacional y una voluntad privada genuina en pro de la salud financiera de los colombianos, llevaron a la Asobancaria a suscribir un convenio con el Ministerio de Educación Nacional (MEN), en 2012, para recoger las lecciones aprendidas de múltiples entidades y estructurar un programa robusto y efectivo de implementación. El arduo trabajo de las partes concluyó con la publicación del “Documento 026: Manual de Orientaciones Pedagógicas en la Educación Financiera” (2013), la realización de un piloto del programa que llegó a 120 instituciones educativas del país, beneficiando directamente a aproximadamente 922 directivos y docentes, y los manuales operativos y de formación docente para el programa de Educación Financiera y Económica (2014).

Posteriormente, en 2015, Fasecolda firmó el convenio 1184 con el MEN buscando la promoción de la educación en gestión del riesgo dentro de la formación de niños y jóvenes, a través del “Documento 026: Manual de Orientaciones Pedagógicas en la Educación Financiera”, además de una nueva revisión del documento en general y un nuevo piloto con más de 1.400 estudiantes y 51 docentes involucrados. Por si fuera poco, diversas entidades del sector financiero han aportado y colaborado en la estructuración y mejora del programa nacional. No obstante, la mayoría de los esfuerzos concluyen en pilotos innecesarios y ninguna implementación a gran escala. Es lamentable que, trece años después del primer programa y cinco después de la publicación del documento oficial al respecto, el programa 4 Semana Económica 2018 con la capacidad de mejorar la vida de los colombianos no pasa de ser un simple documento.

Comportamientos y Actitudes financieros de colombianos

Si bien Colombia tiene muchos avances prometedores en Estrategias de Educación Financiera EEF que nos llevan a ser referentes en América Latina, entre los que se destaca el Programa Nacional Pedagógico (estructurado, pero no implementado) y la comisión intersectorial de Educación Económica y Financiera, no se puede negar la difícil realidad que exige mantener la presión y agilizar el paso en pro de soluciones duraderas.

Colombia pertenece al grupo de países donde la Educación Financiera no es obligatoria en el colegio, se encuentra en proceso de implementación. Esto tiene un alto costo a nivel de país; se pudo ver en los resultados de PISA 2012, en los que Colombia decidió evaluar esta habilidad frente a los países miembros de la OCDE y obtuvo el último lugar.

La Corporación Andina de Fomento CAF – banco de desarrollo de América Latina, en el marco del “Proyecto de Inclusión Productiva y Educación Financiera para Mujeres Emprendedoras”, a través de la Asociación Solidaridad Países Emergentes - ASPEm y COPEME, aplicó una encuesta de medición de capacidades financieras en los países andinos (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) desarrollada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2015, la cual tuvo como objetivo realizar un diagnóstico para identificar los conocimientos, habilidades, actitudes y comportamientos de los individuos con relación a los temas financieros. Los resultados de la encuesta muestran la existencia de marcadas diferencias según segmentos poblacionales (Cruz, Vélez y Romero, 2020). En general, evidencian menores capacidades financieras: las personas con niveles limitados de educación; los inactivos y desempleados; los residentes en zonas rurales; las personas pertenecientes a los sectores socioeconómicos más bajos; las mujeres, y los jóvenes.

En la mayoría de los aspectos estudiados, la educación y los niveles de ingreso marcan las diferencias más importantes:

Manejo del dinero

Los hombres y las mujeres de Colombia participan activamente en distintas decisiones sobre gastos del hogar, aunque menos mujeres indican que contribuyen al hogar con recursos. Los resultados de la encuesta muestran que las decisiones relacionadas con los gastos cotidianos tienden a no ser compartidas en los hogares colombianos. Las decisiones, por lo general, las toma una sola persona, bien sea el entrevistado mismo (33%), su pareja (8%), otro familiar u otra persona no miembro del hogar (21%). En tal sentido, los programas de educación deberían ser diseñados teniendo en cuenta esta característica del comportamiento de la población.

Según ámbito geográfico, los residentes en las zonas rurales son quienes más tienden a tomar decisiones en el hogar de forma individual (38%). Desde un enfoque de género, se ve que los hombres, en un 38%, se comportan como agentes económicos independientes más que las mujeres (28%), quienes a la vez señalan que las decisiones relacionadas con el manejo del dinero están a cargo de la pareja (13%), frente al 2% declarado por los hombres.

La edad tiene cierta relación con la capacidad de tomar decisiones individuales relacionadas con el manejo diario del dinero: el 41% de los mayores de 40 años decide sobre los gastos cotidianos frente al 32% de aquellos que tienen entre 25 y 39 años. Por su parte, los mayores de 40 años registran 28 puntos porcentuales más que los jóvenes entre 18 y 24 años, quienes sólo en un 13% manifiestan manejar directamente el dinero para sus gastos cotidianos. Con relación a los niveles socioeconómicos y situación laboral, las personas de estratos socioeconómicos altos (42%) y los trabajadores independientes (42%) tienden a tomar las decisiones del hogar de forma individual en mayor medida que los demás grupos, pero en mayor proporción que los individuos sin trabajo, tanto inactivos (23%) como desempleados (25%).

Elaboración y Utilización de Presupuesto

La mayoría de los hogares colombianos (58%) planifica con regularidad sus pagos y gastos. Esta costumbre es más difundida entre los residentes urbanos (61%) que entre la población rural (44%); en cambio, a nivel de género no se registran diferencias. Al elevar el nivel socioeconómico del hogar, las familias tienden a elaborar un presupuesto en mayor proporción. Así, el 54% de los hogares de estrato 1 planifica, mientras que en los estratos 5 y 6 lo hace el 78% de los hogares.

Igualmente, las familias donde hay al menos un integrante con estudios superiores tienden a planificar con mayor frecuencia sus presupuestos que las demás, diferente es la situación de los hogares donde algún miembro no tiene instrucción: el 74% elabora un presupuesto en el primer caso, mientras que en el segundo lo hace solo el 37% de los hogares. Este comportamiento es coherente con el hecho de que la construcción de un presupuesto requiere de algunos conocimientos básicos de aritmética, y la ausencia de estas competencias puede constituir una desventaja para la elaboración de un presupuesto, por lo cual a medida que el nivel educativo se incrementa, esta desventaja tendería a desaparecer o ser menos relevante.

Conocimiento de Productos Financieros

Existe un alto grado de conocimiento de los productos financieros a nivel del país, ya que apenas el 4% manifiesta no haber oído hablar de ninguno. Como era de esperarse, en el sector rural el desconocimiento es mayor (7%) que en el urbano (3%). La cuenta de ahorro es el producto financiero más familiar entre los entrevistados, ya que lo conoce el 83% de ellos. Después de la cuenta de ahorro, los productos más nombrados son la tarjeta de crédito (el 68% ha oído hablar de ella), la cuenta corriente (64%) y el crédito de vivienda (62%).

Sin embargo, el nivel socioeconómico, y sobre todo el nivel educativo, son las variables que marcan diferencias considerables de conocimientos que, para la gran mayoría de los productos, se van ampliando al aumentar la instrucción y las condiciones económicas. Así, mientras el 61% de los entrevistados sin ningún grado de instrucción referencia las cuentas de ahorro, en el caso de los entrevistados con educación superior lo hace el 94%. Asimismo, los productos tarjeta de crédito y cuenta corriente son recordados por el 48% y el 44% de los primeros y por el 83% y el 81% de los segundos.

Manera de elegir un Producto Financiero

Los residentes de las zonas urbanas, los hombres, la población mayor de 25 años y los de mayores niveles educativos y socioeconómicos son los colectivos que hacen un mayor esfuerzo de comparación al adquirir un producto financiero. En especial, un elevado porcentaje de los consultados con bajo perfil educativo (el 71% de los que no tienen ningún grado de instrucción y el 67% de los que solo tienen educación primaria) no llevaron a cabo ninguna comparación. Esto nos sugiere que la educación es un factor clave para los procesos de elección de productos financieros y, en particular, parece existir un umbral a partir del cual la educación proporciona los elementos básicos que posibiliten la elección. En el caso de Colombia, la información sugiere que esto se hace en el bachillerato.

Educación Formal

El segmento de educación formal comprende los siguientes subgrupos:

  1. 1. educación inicial: primeros años de vida y preescolar
  2. 2. básica primaria: 1o a 5o
  3. 3. básica secundaria: 6o a 9o
  4. 4. media: 10o a 11o
  5. 5. educación superior universitaria, técnica y tecnológica
  6. 6. docentes, directivos docentes, padres de familia y personal de las secretarías de educación.

En el 2015 se registraron 2.293.550 estudiantes matriculados en educación superior, de los cuales la mayoría estaba cursando un nivel de formación universitario (62 %). Respecto de los docentes de educación superior, se registraron 149.280 a nivel nacional en el 2015, de los cuales el 59 % tenía especialización o maestría. (2017, p. 31-32).

Etapa Activa

Este grupo corresponde al segmento económicamente activo de la población, conformado por individuos entre 18 y 55 años, con capacidad de incorporarse al mercado de trabajo y se enfoca hacia los distintos momentos de la vida de las personas en los que se considera especialmente relevante contar con EEF, entre los que resaltan: el inicio de la educación superior, la compra de vivienda, el inicio de la vida laboral, el matrimonio, los hijos, entre otros. De acuerdo con cifras de la Encuesta Continua de Hogares del DANE, este grupo de individuos abarca cerca de 24.613.000 personas, de las cuales un 51,1 % son mujeres y el 48,9 % restante son hombres. La población económicamente activa tiene una participación del 50,5 % del total del país. (2017, p. 33).

Conclusiones

Después de analizar todos los antecedentes y fundamentos teóricos con respecto al tema de la Educación Financiera, y al analizar los diferentes contextos en los cuales este tema viene adquiriendo importancia, se puede concluir que la Educación Financiera desempeña un papel importante en el desarrollo económico de las naciones, en el momento en que los Estados crean estrategias y políticas relacionadas con el tema condicionadas a su contexto y teniendo en cuenta las necesidades de su población, los resultados han sido positivos.

Colombia y su Gobierno han desempeñado un buen papel en el desarrollo de estas políticas, en su creación y en su estructura. Cabe anotar que la Estrategia aún se encuentra en una etapa en la cual no ha llegado a toda la población y esta no ha tenido el acceso que se requiere. Diferentes factores de tipo socioeconómico, cultural y otros han influido en que esta Estrategia aún se encuentra un poco estancada.

Recomendaciones y sugerencias.

Teniendo en cuenta todo los planteado y analizado, se puede sugerir que en el contexto nacional de acuerdo a la ENEEF; esta política ha sido un buen paso para el desarrollo económico del país, pero este aún carece de ciertos aspectos; por ejemplo, la comunicación de estas estrategias no ha llegado a toda la sociedad porque las herramientas usadas no han sido las suficientes y por eso la cobertura del programa es escasa. Se recomienda facilitar las herramientas necesarias para la correcta implementación de esta política a través de las entidades líderes y las entidades territoriales. De la misma manera hacer ciertas reformas a los programas de acuerdo a lo que se encuentre en los informes de evaluación y monitoreo de la estrategia; para corregir los procesos que no sean llevados a cabo teniendo en cuenta los recursos con los que se cuente. Procurar que la transversalidad de la política sea efectiva para garantizar que el objetivo principal de esta educación financiera sea el mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad colombiana, que el desarrollo económico positivo del país se vea reflejado a causa de la correcta implementación de esta política y la disposición de los entes en participar de esta.

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Notas de autor

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