Artículos
Recepción: 30/07/22
Aprobación: 05/12/22
Resumen: El presente artículo surgió a causa de la educación en la modalidad virtual y las dificultades que, en este contexto, ha enfrentado el profesorado del nivel inicial en su desarrollo profesional. El mismo tuvo como objetivo analizar los retos y desafíos de la formación para docentes de educación inicial en la modalidad virtual. Se empleó una metodología descriptiva con un enfoque cualitativo que permitió sintetizar y analizar los datos relevantes de la realidad educativa durante la modalidad virtual; para esto se aplicó la técnica de la encuesta, con un cuestionario de preguntas abiertas, a educadores de la Red de Aprendizaje “Maestros Solidarios” del Distrito 01D04 Chordeleg-Gualaceo de la provincia del Azuay, Ecuador. Se obtuvo como resultado que el mayor reto era enfrentarse a nuevas herramientas y recursos digitales y que el principal desafío era la calidad de la conexión a internet; estos aspectos dificultaron el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Palabras clave: educación inicial, formación docente, modalidad virtual, retos, desafíos.
Abstract: This article arose because of virtual education and difficulties faced by early childhood education teachers in their professional development. The purpose of this study was to analyze teacher training challenges on virtual education. A descriptive methodology was used with a qualitative approach that allowed to synthesize and analyze relevant data. For this process, a survey technique was applied with a questionnaire of open questions directed to Red de Aprendizaje “Maestros Solidarios” educators of District 01D04 Chordeleg-Gualaceo, located at Azuay, Ecuador. The result indicate that the greatest challenges were to face new tools and digital resources, and internet connection quality, which made teaching-learning process difficult.
Keywords: early childhood education, teacher training, virtual education, challenges.
Introducción
Dado que la educación es fundamental para la sociedad, se considera esencial conocer algunos factores que inciden en el proceso de formación docente en el nivel inicial, pues, debido a la pandemia causada por la covid-19, el ámbito educativo se ha visto afectado. Así, parece necesario abordar esta investigación con el objetivo de analizar los retos y desafíos de la formación del profesorado de educación inicial en la modalidad virtual. Para ello, se aplicó el método descriptivo y cualitativo, con base en la recolección de los datos obtenidos de una encuesta realizada a docentes de la Red de Aprendizaje “Maestros solidarios”, la que pertenece al Distrito 01D04 Chordeleg-Gualaceo, de la provincia del Azuay. La red cuenta con cuarenta y nueve profesoras y profesores; de estos, diecinueve educadores de nivel inicial fueron seleccionados para conformar la muestra de la presente investigación. Este estudio se fundamentó teóricamente con el trabajo de autores como: Zevallos (2018), quién indica que es indispensable la autoformación, además de Carneiro et al. (2021), quienes mencionan la importancia de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el desarrollo de la sociedad. Por otra parte, se realizó una indagación, sobre estudios relacionados al tema, en bases de datos como Dialnet y Scielo, así también en repositorios de distintas universidades, donde se encontraron temas relacionados a este contenido. Así, se presentan las ideas de algunos autores que aportan a esta investigación.
La propagación de la covid-19 afectó la educación, puesto que se debieron tomar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las que incluyeron la suspensión de actividades educativas presenciales. Los autores Baptista et al. (2020), en la investigación nombrada “Encuesta Nacional a Docentes ante el covid-19. Retos para la educación a distancia”, plantearon el objetivo de describir las actividades que varios maestros y maestras mexicanas llevaron a cabo para dar continuidad al año académico. Para lograrlo usaron un cuestionario aplicado al profesorado de escuelas públicas, en un estudio de carácter exploratorio que mostró que, para dar continuidad a las clases, muchos hicieron uso de las herramientas digitales durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus estudiantes. Por lo tanto, se puede concluir que, en el ámbito educacional, debe existir una formación continua que permita, a los educadores, enfrentar los retos y desafíos que se presenten en la modalidad virtual.
En Cali, Colombia, las autoras Ospina y Betancourt (2018) realizaron una investigación denominada: “Retos en la formación continua del educador del nivel inicial: contribuciones desde una perspectiva fenomenológica-hermenéutica” con el objetivo de “Proponer un acompañamiento en la formación de un equipo de 15 docentes de un Centro de Desarrollo Infantil (CDI) en la ciudad de Cali” (p. 294). Para esta investigación, se utilizó la metodología fenomenológico-hermenéutica y se enfatizó en la experiencia de cada docente, a partir de la partición, en sesiones, de un juego simbólico. Se obtuvo como resultado un análisis de contribuciones al ámbito educativo que restablece la voz y su valor; por lo tanto, se precisa asumir los retos actuales, mediante una formación continua.
Por otro lado, debido a la pandemia de covid-19, el profesorado ha tenido que enfrentarse a nuevos retos, como las TIC, para continuar con un proceso de enseñanza, mediante la modalidad virtual. Es así que los autores Picón et al. (2020) realizan un estudio para ver el desempeño y formación de maestros y maestras frente a las competencias digitales en la modalidad virtual, esto con el fin de evaluar dicho desempeño en las escuelas de Piribebuy en Paraguay. Para esta investigación el método utilizado fue el no experimental, descriptivo, transeccional y cuantitativo. Se obtuvo como resultado que el 56 % de docentes se habían capacitado sobre el uso de las TIC que se aplican en las clases virtuales, además se observó que el 49 % considera que asistir a cursos para actualizarse en la tecnología es de gran utilidad en tiempos adversos.
Así mismo, en el ámbito local, las autoras Ayón y Cevallos (2020) realizaron una investigación denominada “La virtualidad en los procesos de formación educativa. Retos y oportunidades del sistema educativo ecuatoriano”. Su objetivo fue analizar el uso de la plataforma virtual de docentes y estudiantes adscritos al sistema educativo ecuatoriano, pues, en la actualidad, el profesorado enfrenta los retos que ofrece la tecnología para estar en constante actualización. Para esta investigación se realizó un estudio de tipo descriptivo, enmarcado en el paradigma cuantitativo, que llegó a la conclusión de que es fundamental implementar las TIC como una estrategia de enseñanza, por lo tanto, el profesorado debe prepararse y estar en constante capacitación, para no perder la continuidad de los avances de la tecnología.
En tal sentido, con el aporte de autores de distintos países, se observó que la educación ha dado un giro, debido a la modalidad virtual. El profesorado se enfrenta a los nuevos retos y desafíos que se presentaron en el transcurso del tiempo. La sociedad, cada día, evoluciona y adquiere nuevos saberes, por ello, los educadores tienen que estar al tanto de todos los cambios que surgen alrededor de los niños y niñas. El aporte de esta investigación demuestra que el profesorado debe estar en formación continua, en relación a herramientas y recursos tecnológicos, y metodologías y estrategias activas, esto con el fin de mejorar la calidad de enseñanza-aprendizaje en sus estudiantes.
Marco conceptual
Interrumpir el año escolar implicó que docentes y directivos prepararan planificaciones y metodologías para ejecutar la primera fase del programa Aprendamos juntos en casa (Mineduc, 2020a), con el objetivo de que sus estudiantes continuaran con sus actividades de aprendizaje, desde sus hogares. Este programa estipulaba las acciones didácticas, curriculares y pedagógicas que el profesorado debía tomar en cuenta para planificar y ejecutar las experiencias de aprendizaje que se impartían en las clases virtuales. Así mismo, se creó el portal educativo Aprendemos Juntos en Casa, este busca orientar a los actores de la comunidad educativa, para que continúen con facilidad este proceso y para que lo desarrollen de forma efectiva con actividades vivenciales.
En este contexto, se considera que la corresponsabilidad en el proceso educativo es fundamental, puesto que involucra a la familia en el desarrollo integral de los niños y niñas. Según el Mineduc (2020b), en los Lineamientos para la Implementación del Servicio Educativo Extraordinario “Educación en Casa”, el desarrolla correcto de la educación en modalidad virtual “se basa en el principio de corresponsabilidad, según el cual la familia participa activamente en la instrucción de niños, niñas y adolescentes, con el apoyo y seguimiento de docentes e instituciones educativas, que regularicen y garanticen el proceso educativo” (p. 14). Por lo tanto, es necesario que exista una comunicación constante entre los actores educativos, para una mejor organización en las clases virtuales.
Del mismo modo, Valles Guillén (2021) afirma que “para desarrollar una educación efectiva dentro de los centros escolares es necesaria la corresponsabilidad (responsabilidad compartida con una u otras personas) de la familia para hacerse partícipe en la educación de sus hijos” (p. 406). En la casa se debe brindar este acompañamiento para que se dé el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el fin de que se alcancen resultados que mejoren el nivel de vida de los ciudadanos y, además, de que se logren los conocimientos esperados. De tal forma, se afirma que la corresponsabilidad de la familia permite al docente crear estrategias que faciliten el aprendizaje.
Poco a poco, el aula de clases se transformó en varios entornos virtuales, donde sus actores principales fueron docentes, representantes, niños y niñas. En tal sentido, se presentó un gran desafío para toda la comunidad educativa, pues trascender de una educación presencial a una híbrida no es tan sencillo. No basta con tener una plataforma para realizar encuentros sincrónicos, sino que resulta primordial responder la pregunta: ¿cómo enseñar? En este contexto, las redes de docentes, investigadores y especialistas han aportado reflexiones, conocimientos y estrategias para promover la continuidad del aprendizaje durante el escenario de la pandemia, pero: ¿cómo está enfrentando el profesorado los desafíos que supone la educación virtual?
Sin duda alguna, los países con mejores ingresos están preparados para afrontar la adversidad con estrategias de aprendizaje virtual, la situación es totalmente diferente para los países de ingresos medios y los más pobres, donde los desafíos se vuelven más grandes. Es por ello que el Ministerio de Educación del Ecuador (Mineduc), a través de la Subsecretaría de Desarrollo Profesional Educativo, oferta cursos online de: autoformación, coformación y formación continua; esto con el fin de fortalecer las capacidades profesionales del profesorado, para que se asista a los niños y niñas, con el uso de las herramientas tecnológicas y metodologías activas que exige la educación híbrida. Hasta la actualidad se han capacitado 270 971 maestros y maestras (Mineduc, 2021a) en los diferentes programas emergentes de la plataforma Me capacito.
Desafortunadamente, no basta con que el Estado propicie estos espacios de formación, es necesario que cada docente cumpla con su rol y tenga creatividad para aplicar estrategias innovadoras en las clases virtuales. El profesorado posee habilidades técnicas y pedagógicas esenciales para incorporar dispositivos electrónicos en las actividades, para lograrlo se requiere de un proceso de autoformación en herramientas digitales, guías pedagógicas, planes de clase, videos, tutoriales, entre otros recursos (Zevallos, 2018). En esta línea, es preciso que cada docente supere el desafío de reaprender, pues el contexto actual exige nuevas formas de enseñanza, para crear experiencias realmente significativas de aprendizaje.
Los docentes deben estar preparados para conocer, analizar, crear y participar activamente en los cambios que genera la ciudadanía digital que actualmente está inmersa en la tecnología que interviene en todos los ámbitos, ya sean personales, educativos, culturales, económicos, entre otros. Por ende, se deben desarrollar competencias digitales y, en este sentido, como menciona Galindo (2009), ser un ciudadano digital hace referencia al uso de las TIC para participar de forma competente, crítica y segura en la comunidad.
En consecuencia, docente deben estar en constante capacitación para adquirir las habilidades computacionales que se requieren al momento de impartir una clase en un entorno virtual. Puesto que la tecnología avanza todos los días, se genera un desconocimiento sobre el manejo y utilización de nuevas herramientas digitales que ayudan al proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto, los maestros y maestras deben ir a la par con todos los cambios, para tener desarrolladas todas las competencias que demandan ser docente de una ciudadanía digital. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, (2020) define ciudadanía digital como ciertas habilidades que permiten “acceder, comprender, analizar, producir y utilizar el entorno digital, de manera crítica, ética y creativa” (p. 4). En efecto, durante este estudio, se vio que las clases se reestructuraron y se implementaron estrategias que permitieron que los estudiantes apliquen ejercicios y actividades en las que utilizaron la tecnología de forma responsable.
Desde el enfoque gubernamental del Ministerio de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (MINTEL), se creó la política Ecuador Digital, con el fin de lograr la digitalización de diferentes sectores del país, pues la tecnología está inmersa varios ámbitos. Dicha política se compone de tres ejes “Ecuador Conectado, Ecuador Eficiente y Ciberseguro y Ecuador Innovador y Competitivo” (MINTEL, 2020, párr. 2); cada eje es un proyecto que pretende eliminar las brechas del acceso a las TIC, disminuir la brecha cognitiva digital y potenciar los emprendimientos, todo ello para mejorar la economía del país y la calidad de vida de las personas.
Según datos estadísticos de MINTEL (2020), el 95,5 % de cantones y el 96,3 % de parroquias acceden al servicio de internet, esto se contradice con los datos provistos por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC, 2020), puesto que este indica que el 34,7 % hogares del sector rural tienen internet; de esta comparación se puede inferir que la información dada por el Estado no muestra la realidad del país. En cuanto al analfabetismo digital, según datos del INEC (2020), existe una diferencia aproximada del doble, pues la zona urbana tiene una brecha digital del 7,5 %, mientras que la zona rural el 16,8 %; eso pese a los 603 Infocentros Comunitarios implementados en zonas rurales del país (MINTEL, 2020). Cabe mencionar que, desde el año 2010, el objetivo de este ministerio ha sido capacitar a las personas de la zona rural, para que desarrollen todas las competencias digitales e incluso emprendan sus propias microempresas.
Para eliminar esta brecha digital, el Ministerio de Educación (2021b) presentó la Agenda Educativa Digital 2021-2025, cuyo objetivo es la integración y utilización de las TIC para el aprendizaje y el conocimiento. Esto, pues, a raíz de la pandemia, el sistema educativo se ha visto obligado a diseñar planes, políticas y programas educativos enfocados en el aprendizaje digital, con el fin de crear una ciudadanía digital que haga uso responsable de la tecnología. En este contexto, el Mineduc busca “mejorar la calidad educativa, la cobertura y garantía de derechos a través de la innovación tecno-pedagógica y el equipamiento tecnológico, conectividad, formación y capacitación docente” (p. 8).
Este aspecto marca un avance significativo en el uso de la tecnología, pues, como ya se mencionó, aproximadamente 270 971 maestras y maestros (Mineduc, 2021a) han desarrollado diferentes programas sobre el uso de herramientas tecnológicas y metodologías activas; sin embargo, para cumplir con una cuota idónea de personal docente capacitado, el gobierno debe brindar las políticas públicas necesarias para que esto se haga realidad. Un ejemplo claro de las necesidades actuales es la brecha accesibilidad a internet en los hogares. Por tal motivo, se deberían replantear algunos puntos para que se incluyan a los grupos prioritarios y llegar a eliminar esta brecha digital de conectividad.
Las TIC se han convertido en el medio para impactar y receptar la información de esta educación híbrida (Villén Sánchez, 2020), porque no basta con mostrar recursos digitales, es necesario ir más allá y captar la atención de los estudiantes, para motivar su recorrido hacia un aprendizaje activo. De tal forma, las clases virtuales se convierten en experiencias interactivas que motivan a los estudiantes, atraen su atención, estructuran la realidad, estimulan nuevos aprendizajes y propician un feedback de conocimientos. Además, se debe tener en cuenta que, con el desarrollo acelerado de la sociedad, la nueva generación está inmersa en el mundo de la tecnología desde que nace. Al respecto Carneiro et al. (2021) mencionan que:
El desarrollo acelerado de la sociedad de la información está suponiendo retos, impensables hace unos años, para la educación y el aprendizaje. Tal vez lo más relevante sea que nos encontramos con una nueva generación de aprendices que no han tenido que acceder a las nuevas tecnologías, sino que han nacido con ellas y que se enfrentan al conocimiento desde postulados diferentes a los del pasado. Ello supone un desafío enorme para los profesores, la mayoría de ellos inmigrantes digitales, para las escuelas, para los responsables educativos y para los gestores de las políticas públicas relacionadas con la innovación, la tecnología, la ciencia y la educación. (p. 7)
En tal sentido, el profesorado se enfrenta a una nueva modalidad de enseñar, en la que el desconocimiento de herramientas y recursos digitales es un problema, por consiguiente, el mayor reto y desafío es enfrentarse a todo lo que ofrecen las TIC, para complementar, enriquecer y transformar la calidad educativa. En esta línea, la institución educativa debe asumir los cambios de la sociedad e incorporar las herramientas necesarias al proceso de aprendizaje, buscando un objetivo pedagógico para la educación infantil. Para ello, se debe realizar un correcto uso de las TIC, de acuerdo a las capacidades de los estudiantes, e incorporar, en las experiencias de aprendizaje, todas las competencias que correspondan al nivel inicial.
Materiales y métodos
En esta investigación se aplicó la metodología cualitativa para analizar los retos y desafíos de la formación del docente de educación inicial en la modalidad virtual que ha ocasionado la pandemia de covid-19. Escudero y Cortes (2017) refieren que “La investigación cualitativa es aquel procedimiento sistemático de indagación que brinda técnicas especializadas para recabar datos sobre lo que piensan y sienten las personas” (p. 43). En tal sentido, se caracteriza por ser descriptiva y basarse en la recolección datos. En esta investigación, para lo último, se utilizó la técnica de la encuesta aplicada, mediante un cuestionario diseñado en la plataforma Google Forms, este contó con trece preguntas abiertas sobre la temática investigada y estuvo dirigido a el profesorado de la Red de Aprendizaje “Maestros Solidarios”, perteneciente al Distrito 01D04 Chordeleg-Gualaceo de la provincia del Azuay. Esta red está integrada por cuarenta y nueve docentes de escuelas multigrado, de los que se cuentan diecinueve profesores de educación inicial, quienes participaron como muestra en esta investigación. A partir de la información recolectada, se obtuvieron los siguientes resultados.
Resultados y discusión
En relación al mayor reto durante el desarrollo de las clases virtuales, “la realidad nos muestra que las tecnologías digitales han influido en la manera de aprender y, en consecuencia, en la manera de enseñar propia del colectivo docente” (Viñals y Cuenca, 2016, p. 105). En este aspecto, la mayoría participantes respondieron que la conectividad ha sido un gran desafío, puesto que, por un lado, durante el desarrollo de las clases, la conexión de internet fallaba y no se podía llevar a cabo de manera adecuada el proceso de enseñanza-aprendizaje y, por otro, había estudiantes que no podían conectarse. Según Villota et al. (2019), “El Internet a través de su constante evolución, se ha convertido en una herramienta, ya sea para información, comunicación, entretenimiento, entre otras” (p. 5). En tal sentido, los educadores buscaron la manera de llegar a los estudiantes que no podían ingresar a los encuentros virtuales, para ello iniciaron conversaciones por WhatsApp o entregaron, de manera presencial, fichas de trabajo.
Otro tanto de la población acotó que la lucha en la modalidad virtual también se relaciona con la atención que prestan los estudiantes durante las actividades, porque son niños y niñas, de entre tres a cinco años de edad, que se aburren rápidamente. Por otro lado, algunos alegaron que el reto fue aprender a utilizar herramientas y recursos digitales adecuados, para que cada estudiante capte la información en las clases virtuales y esté siempre motivado. Finalmente, otros indicaron que el desconocimiento y las dificultades de manejo de nuevas plataformas digitales fue un inconveniente para desarrollar las clases con éxito; por lo tanto, a manera de solución, se autocapacitaron, asistiendo a cursos y viendo tutoriales en YouTube.
Para llevar a cabo el proceso educativo virtual, fue necesario la utilización de herramientas digitales. La mitad de docentes respondieron que, durante sus actividades virtuales emplearon, la plataforma Zoom para los encuentros online, la aplicación WhatsApp para mantener una comunicación constante y solventar dudas y, finalmente, el programa PowerPoint para realizar presentaciones y organizar las clases. La otra mitad utilizó Quizizz, Geneally, Liveworksheet y WordWall, con el fin de diseñar recursos y llevar a cabo una estrategia educativa innovadora para sus estudiantes. Es “a través de [la inserción de] herramientas digitales en el proceso de enseñanza aprendizaje, [que] el docente contribuirá a desarrollar esas habilidades” (Maldonado et al., 2019, p. 13), puesto que muchas son gratuitas, de fácil manejo, dinámicas y entretenidas.
En cuanto a la ejecución de las clases virtuales cada docente se vio obligado a buscar y crear recursos digitales, en este contexto, los encuestados indican que han diseñado recursos como: videos, crucigramas, juegos y fichas interactivas que permiten a los estudiantes ordenar secuencias, agrupar, arrastrar, unir, señalar, etc. Como indica Álvarez (2021), “El uso de los recursos digitales en educación implica la creación, búsqueda y selección de recursos educativos digitales acordes con el nivel de desarrollo cognitivo deseado” (p. 11). Se recalca que es importante respetar y considerar el ritmo, estilo de aprendizaje, necesidades e intereses de cada infante. En tal sentido, los educadores afirman que es un desafío conocer y aprender nuevas herramientas y recursos educativos digitales y aplicarlos en el entorno virtual. Por lo tanto, siempre están en constante búsqueda, para que los niños y niñas no se sientan aburridos y, más bien, se animen a continuar con su proceso educativo.
En la encuesta aplicada también se preguntó sobre cómo fue la capacitación para ejecutar las clases virtuales. Los autores Andrade et al. (2020) indican que “la capacitación y formación docente deben por ley desarrollarse dentro de una mirada sistémica para el desarrollo integral de la persona, teniendo en cuenta también el contexto socio-histórico en el que se ejerce la profesión docente” (p. 47). Es así que, mediante el análisis realizado, se evidencia que el profesorado se autocapacitó, puesto que, era su necesidad y varias instituciones educativas no le brindaron ese apoyo. En esta situación, cada quien buscó la manera de desenvolverse en la modalidad virtualidad: investigaron en internet de manera personal cursos gratuitos en línea, con la finalidad de tener una autoformación que apoyase su desarrollo profesional, así mismo, varios docentes adquirieron nuevas habilidades y estrategias, para trabajar con los estudiantes de manera divertida e innovadora.
Con respecto a los espacios de autoformación y en relación a la educación inicial, “el docente debe tener iniciativa para buscar información, pero a la vez debe estar apto de recibir ayuda de sus pares u otros profesionales que brindan asesoramiento para cada vez mejorar su desempeño” (Méndez, 2018, p. 14). En tal sentido, la mayoría ha participado en los encuentros que planifica la Red de Aprendizaje y en talleres y círculos de estudios virtuales, mientras otros educadores han asistido a capacitaciones y congresos ofertados por el Mineduc. Todo esto ayudó a que el profesorado se capacitara en temas como: la contención emocional, diseño de recursos educativos, planificación de fichas pedagógicas, detección de situaciones de riego, etc. Además, esto permitió que estuvieran en constante formación y adquirieran conocimientos nuevos, para enfrentarse a la sociedad actual que está inmersa en la modalidad virtual.
En relación a la participación en cursos relacionados a la contención emocional, el Mineduc (2020c) establece que es imprescindible “sostener las emociones de niñas, niños y adolescentes, a través, del acompañamiento y ofreciendo espacios para la expresión de los sentimientos y las rutas para solucionar problemas” (p. 15). En correspondencia, la mitad de docentes mencionaron que se capacitaron de forma autónoma, buscando en internet diferentes herramientas como talleres o tutoriales relacionados a este tema. En cuanto a la otra mitad, varios asistieron a talleres que organizó el Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) del distrito al que pertenecen, también mediante la plataforma Me Capacito del Mineduc y en charlas organizadas por la Red de Aprendizaje. Cabe recalcar que este contenido ha sido de suma importancia para cada docente, pues permitió brindar apoyo sobre la actitud empática y escucha activa de tanto niños y niñas como de padres de familia.
En cuanto a los cursos ofertados por el Mineduc, los encuestados indicaron que han participado en plataformas como: Me Capacito y Mi Aula en Línea; mediante estas ejecutaron programas de actualización docente sobre apoyo psicológico, atención a las necesidades educativas especiales, gestión de riesgos, innovación tecnológica y creación de contenidos digitales, metodologías activas de enseñanza-aprendizaje, protocolos de autocuidado, entre otros. Es por ello que la capacitación docente es un proceso constante de aprendizaje que permite obtener y desarrollar las habilidades y competencias necesarias para brindar una educación de calidad (Unesco, 2017). En correspondencia, el profesorado encuestado recalcó que, gracias a estos cursos, potenciaron sus conocimientos, habilidades y competencias, lo que, a su vez, permitió que mejoraran su metodología y didáctica, para fortalecer la práctica educativa en el desarrollo de las clases virtuales.
Por otra parte, es importante mencionar que las redes de aprendizaje “propician la formación de equipos de trabajo y de redes de comunicación horizontal entre todos los actores educativos […] se convierten en espacios pedagógicos de autoformación y de co-formación, apoyándose en la combinación de metodologías de aprendizaje” (Mineduc, 2019, p. 6). Varios docentes mencionaron que, a partir de los encuentros virtuales en la Red de Aprendizaje, diseñaron fichas pedagógicas de las experiencias de enseñanza que se enviaban semanalmente y constaban de los siguientes elementos: objetivo, recursos, actividades, indicadores de logro, las técnicas de instrumentos de evaluación y las destrezas a desarrollarse en los niños y niñas. La red, a su vez, les permitió compartir esta guía técnica con los representantes, para tener una mejor organización en cuanto a los materiales a emplearse durante la ejecución de las clases virtuales. Enfatizaron, además, la importancia del trabajo colaborativo, pues permitió un intercambio de conocimientos entre maestros y maestras, con el fin de mejorar la práctica educativa.
El involucramiento de los representantes durante el desarrollo de las clases virtuales resultó un reto, pues, cada docente tuvo que buscar la forma de establecer una comunicación constante. Al respecto, el plan educativo Aprendamos Juntos en Casa establece que, para llevar a cabo el proceso didáctico de las clases virtuales, es imprescindible “La corresponsabilidad del representante legal para lograr avances en el proceso de enseñanza-aprendizaje” (Mineduc, 2020a, p. 39). En efecto, la mayoría de profesionales encuestados afirmaron que lograron la interacción mediante grupos de WhatsApp y, en correspondencia, los representantes se interesaron por la educación de sus hijos e hijas, por tanto, su participación fue activa y realizaban un acompañamiento en los encuentros online, por lo que se apreció la corresponsabilidad. Por otra parte, algunos docentes afirmaron todo lo contrario: que no hubo mucha participación de los padres de familia, que no querían conectarse, pese a la insistencia de cada docente; esto provocó que los niños y niñas no asistieran a las clases, que se retrasaran en los contenidos y, en varios casos, conllevó la deserción académica.
En cuanto al proceso de enseñanza-aprendizaje en la modalidad virtual, se deben utilizar metodologías que permitan a los estudiantes ser protagonistas de su aprendizaje y, enfoques que están relacionados con el ser humano y que se basen en el respeto, dignidad, igualdad y diversidad de identidades (Mineduc, 2020b). Al respecto, la mayoría de participantes de la encuesta calificaron su experiencia en las clases virtuales como: difícil, frustrante, diferente y desesperante, puesto que, al inicio, no tenían mucho conocimiento sobre las TIC. La comunicación con los representantes era mínima y no se sentían conformes, porque consideraban que el estudiantado no alcanzaba los aprendizajes requeridos en las clases online. Por otro lado, un grupo mínimo indicó que fue una experiencia: enriquecedora, desafiante, interesante y novedosa, pues requirió de un proceso para aprender nuevas estrategias metodológicas, para llegar a los niños y niñas y ayudarles a construir nuevos conocimientos.
Al hablar de la calidad de aprendizaje en la educación virtual, García (2021) indica que “una educación de calidad se basa en el uso de la tecnología al servicio de estrategias pedagógicas que permitan el desarrollo adecuado de los estudiantes” (párr. 6). En correspondencia, la mayoría de participantes indicó que se garantizó el éxito debido a la aplicación de nuevas estrategias y herramientas didácticas en constantes encuentros online que incluyeron nuevas actividades, divertidas y novedosas; además, se mantuvo una comunicación activa con los padres de familia y se dio seguimiento de todas las experiencias de aprendizaje, para ver si cumplía o no con el objetivo. Sin embargo, algunos maestros y maestras mencionaron que existen niños y niñas que no cuentan con servicio de internet ni herramientas tecnológicas, lo que fue un limitante para desarrollar las clases virtuales y el seguimiento pedagógico de manera sincrónica. Para solventar esto, muchos tuvieron que entregar las guías de forma presencial, además los encuestados mencionaron que la evaluación no resultó objetiva, porque dicho proceso debe ser sistemático y continuo.
Finalmente, con relación a los resultados presentados anteriormente, el profesorado mencionó que su mayor desafío fue buscar, aprender cómo utilizar y aplicar herramientas digitales, puesto que no tenían las competencias apropiadas para ejecutar las clases virtuales de una manera correcta.
Es así que la tecnología educativa “es vital en el mundo actualizado, es imprescindible como herramienta de apoyo para la perfección del proceso formativo, logrando la interacción del docente y estudiante de forma innovadora” (Zambrano et al., 2021, p. 79). Cabe recalcar que los maestros y maestras no se conformaron con autocapacitarse, sino que tuvieron que enseñar a representantes, quienes fueron indispensables para que se desarrollen los encuentros virtuales. Así mismo, para que sea un aprendizaje experiencial, el profesorado ha pasado por un proceso de reaprender estrategias metodológicas tradicionales y reemplazarlas o adaptarlas por otras de naturaleza activa, pues estas son idóneas para motivar a los actores educativos a que se integren y participen constantemente. De esta manera, se acortaron las barreras de la modalidad virtual.
Conclusiones
El rol del profesorado ha sido fundamental para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje en la modalidad virtual; por lo tanto, deben estar en constante autoformación para adquirir nuevas habilidades y competencias que permitan responder las necesidades de este contexto. En este sentido, se logró obtener información relevante sobre los principales retos que han enfrentado, los que, según esta investigación, son: la conexión a internet, las herramientas y recursos digitales, las estrategias metodológicas y la corresponsabilidad. Estos factores inciden en la calidad del proceso educativo, por lo tanto, el profesorado debe asistir y participar en cursos, talleres, charlas, proyectos, congresos, etc., impartidos por el Mineduc u otras entidades afines, que faciliten el desarrollo del aprendizaje híbrido.
En cuanto a los desafíos, cada docente ha enfrentado situaciones particulares, como los ritmos y estilos de aprendizaje de sus estudiantes, la forma de enseñar y evaluar, la aplicación de las TIC en las actividades pedagógicas, el cumplimiento del rol docente, la comunicación asertiva y permanente con los representantes, y la promoción de la confianza y motivación en los estudiantes. Los maestros y maestras deben tomar en cuenta estos aspectos, porque conllevan a desarrollar con éxito el aprendizaje y generan en los estudiantes un pensamiento consciente, crítico y creativo, para crecer en la sociedad y en el ámbito educativo. Por tal motivo, cada profesional de la enseñanza es responsable de brindar una educación de calidad y calidez a los niños y niñas.
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