MICHEL DE MONTAIGNE: ENSAYISTA DEL RENACIMIENTO

Rosy Carolina León de Valero
Académica Adjunta. Universidad de Las Américas-Chile, Chile

ESCRITURA CREATIVA

Escriba Escuela de Escritores, Venezuela

ISSN-e: 2665-0452

Periodicidad: Semestral

vol. 4, núm. 1, 2023

revistaescrituracreativa@gmail.com

Recepción: 08 Marzo 2023

Aprobación: 12 Abril 2023



Resumen: Miguel de Montaigne, es un escritor y filósofo, cuya obra Eassis, marcó una pauta de gran envergadura en la literatura del renacimiento. De ahí que el artículo de revisión, tiene como propósito analizar su pensamiento. Para tales efectos, se presenta su biografía para comprender la influencia de otros eruditos en su pensamiento y así entender el motivo por el cual es reconocido como el fundador del ensayo, como género literario. Se concluye que, el pensamiento de este insigne autor, se caracterizó por ser libre y subjetivo; basó sus escritos en sus ideas, anécdotas y en sus propias experiencias y reflexiones. No tuvo límites al momento de escribir, y pese a que su lenguaje, a todas luces netamente literario, siempre lo expresó con absoluta belleza y sencillez, sin temor a ser criticado o censurado por la sociedad de entonces.

Palabras clave: Ensayo, Escritura, Filosofía, Género Literario.

Abstract: Miguel de Montaigne, is a writer and philosopher, whose work Eassis, marked a pattern of great importance in the literature of the Renaissance. Hence, the review article has the purpose of analyzing his thinking. For such purposes, his biography is presented to understand the influence of other scholars on his thought and thus understand the reason why he is recognized as the founder of the essay, as a literary genre. It is concluded that the thought of this distinguished author was characterized by being free and subjective; he based his writings on his ideas, anecdotes and on his own experiences and reflections. He had no limits at the time of writing, and despite the fact that his language, clearly literary, he always expressed it with absolute beauty and simplicity, without fear of being criticized or censored by society at the time.

Keywords: Essay, Writing, Philosophy, Literary Genre.

Introducción

Michael de Montaigne, moralista del renacimiento, abogado de profesión, humanista, filósofo y escritor francés cuyo legado, aún vigente, se ha extendido a los confines del planeta. Caracterizado por su escepticismo frente al humanismo retórico, fue un gran crítico de la filosofía, la política, la religión, la educación. Acuñó el término ensayo, el cual fue acogido dentro de los géneros literarios; y gracias a la educación recibida, pudo inspirarlos en notables personajes de la antigua Grecia. Este artículo, de carácter documental, tiene como propósito analizar su pensamiento filosófico en el ámbito renacentista, en el cual se presenta brevemente su biografía para comprender cuál fue la influencia de otros eruditos en su pensamiento, y así entender por qué es reconocido como el fundador del ensayo como género literario.

Biografía de Michel de Montaigne

Michel de Montaigne, nació en Francia el 28 de febrero de 1533, fue el hijo mayor de ocho hermanos; sus padres fueron Antoinette de Louppes de Villeneuve, dama de descendencia judío-española, y de Pierre Eyquem, comerciante francés. En 1477, aunque ya pertenecían a la nobleza francesa como parte de la herencia paterna, aseguraron sus títulos de nobles como Señor y Señora de Montaigne, al recibir un Castillo del siglo XIV, que pasa a llamarse el Castillo de Montaigne, herencia inmobiliaria proveniente del bisabuelo paterno y que perteneció a la familia Montaigne hasta 1820, según revela Cecile Mahler-Besse, en Culture Tube (2021) figura 1

Michel de
Montaigne
Figura 1
Michel de Montaigne
León de Valero

Pese a que los primeros años de su infancia los vivió en una humilde campiña, quedando bajo el cuidado de una nodriza, su padre nunca dejó de ser para Michel de Montaigne, el mejor ejemplo de hombre humanista. Con la educación recibida por una familia de campesinos quienes quedaron a su cuidado; su padre quiso que su hijo aprendiera a valorar la nobleza tanto del hombre del campo como el trabajo que allí era practicado.

Sin embargo, antes de que tuviera edad para entrar a la escuela, Antoinette y Pierre, decidieron educar a su primogénito con un tutor alemán que solo le enseñó el idioma latín, hasta la edad de seis años, según la Biblioteca Miguel de Cervantes (2003), luego en la escuela, aprendió dos idiomas más, el griego y el francés como lengua nativa. En aquél entonces, se consideraba de suma importancia que quien aprendía y dominaba el latín demostraba tanto su nivel cultural como su estatus social y para no olvidarlo debía practicarlo con sus serviles, así todos debían aprender el idioma.

En 1540, Michel inicia sus estudios en Colegio de Guyenne, ubicado en Burdeos. Allí, estudió poesía latina y griega y se destacó por llevar a cabo discusiones sobre las lecturas que debía realizar como parte de su escolaridad, dándose a conocer por su elocuencia y su gusto por el teatro para Chateau-montaigne.com (s/f). En 1549, inicia sus estudios en leyes, en la Universidad de Burdeos ubicada en la Ciudad francesa de Toulouse, frontera con España, obteniendo el título en Derecho, a la edad de 21 años.

A partir de 1554, actúa como Asesor en el Tribunal de Ayudantes de Périgueux. En 1557, hace vida política como Miembro del Parlamento en Burdeos, donde vivió durante 15 años y de los cuales cuatro, los desempeñó como Alcalde. También formó parte de la Corte del Rey Carlos IX, de Francia; participó en el asedio de la ciudad de Rouen, donde se desarrollaban sucesos franceses referidos a la religión entre católicos y protestantes calvinistas, con lo cual fue acreedor al Collar de la Orden de San Miguel, la más alta condecoración que podía recibir un miembro de la nobleza francesa, según Martínez y Hernández (2020).

En 1560 en el Parlamento de Burdeos, Montaigne conoce a Étienne de La Boétie; poeta, escritor y abogado francés; pionero en las ideas revolucionarias sobre los derechos humanos, quien, con su discurso sobre la Servidumbre Voluntaria, influyó notablemente en la forma de pensar de Montaigne, calificando a su prosa, como un hermoso canto a la libertad cívica. La gran amistad de Montaigne con La Boétie duró tan solo tres cortos años, pues producto de la peste, La Boétie muere en 1563. Fue considerado por Montaigne, como el mejor amigo que jamás pudo tener, según Fernández y Tamaro (2004).

El 22 de septiembre de 1565, a la edad de 32 años, contrae nupcias con Françoise de La Chassagne por acuerdo familiar con el padre de la dama, Joseph de la Chassagne, un hidalgo, compañero en el Parlamento, poseedor de un buen estatus social. De este matrimonio nacieron seis hijas, cinco de ellas murieron entre las edades de 30 días a tres meses de nacidas; excepto la segunda de ellas, Leonor, quien murió a la edad de 52 años (1751-1623). Dicho matrimonio no tuvo gran trascendencia en la vida de los esposos, quizás por las constantes muertes de sus hijas. En 1568 muere su padre, con lo cual hereda tanto la propiedad como el título de Señor de Montaigne según Geneanet (1996).

Al siguiente año, 1569, a fin de cumplir con la voluntad de su padre, Montaigne decide culminar y publicar la traducción de los manuscritos sobre Teología Natural, del filósofo español Raymond Sebond, de acuerdo a la Enciclopedia Herder (2017) cuyo pensamiento humanista, también influyó en Montaigne, a quien le dedicó un ensayo en su primera publicación en el cual expone su punto de vista objetando con algunas críticas su praxis académica.

En 1570, viaja a Paris para publicar las poesías y traducciones de La Boétie, en honor a tan fraterna amistad. Acongojado porque todo lo que amaba tenía un fin lúgubre, en 1571 Montaigne, decide retirarse del Parlamento, entrega su cargo y se dirige al Castillo para enclaustrarse en éste a fin de realizar sus meditaciones, estudios y escribir su primera edición de los ensayos los cuales son publicados en 1580, según Fernández y Tamaro (2004).

Como para la fecha aún continuaban las guerras religiosas, decide incorporarse nuevamente a la vida política convirtiéndose en Alcalde de Burdeos en 1581. Es reelegido para el período de 1583-1585, ejerciendo el cargo de forma simultánea como intermediario político del Rey y actuando como mediador en las intrigas de la Liga Santa; con ello, se ganó la confianza de Enrique III de Navarra, para la Biblioteca Nacional de España (2023). En 1585 concluye su gobierno y, como consecuencia de la peste, en 1586, abandona la ciudad para retomar sus ensayos en el Castillo.

En ese mismo año conoce en París, a la francesa y feminista María de Gournay, ferviente admiradora de los escritos de Montaigne, cosechando una amistad tan grande que según Díaz (2019) terminó por considerarla como su hija, convirtiéndola en su discípula. Ambos se compenetraron en los ensayos de Montaigne, pero a la vez él revisaba los escritos personales de ella (Ferrer, 2019), quien lo acompaño y cuidó hasta su muerte. Al respecto, Alicia de Boileau, gerente de ventas del Castillo Montaigne en Culture Tube (2021) comenta que Michel de Montaigne, padecía de cálculos en los riñones por lo que muere el 15 de septiembre de 1592 a la edad de 59 años.

Pensamiento de Montaigne

Habiendo tenido Montaigne una infancia donde prevalecía la educación estoica, pero criado en la religión católica del cual era practicante, no dejaba de lado estudiar a Sócrates, como tampoco dejo de estudiar a Platón. De Cicerón criticó, el hecho de aferrarse a valorar la razón como una creencia lógica cuando se trata de establecer una diferencia entre ricos y pobres. De Séneca, alaba la importancia de la vida moral. En sus ensayos evita ubicar al hombre como centro del cosmos, porque para él la vida es continuidad y el hombre es una parte breve de la vida, donde lo que prevalece es su sabiduría, la virtud, y el uso que hace de estas.

Montaigne se destaca por su hedonismo, en el que enfatiza sobre la importancia de los placeres de la vida, los cuales no deben pasar desapercibidos, atendiendo al hecho de que no estamos exentos de morir en cualquier momento. También se ha dado a conocer por su singular escepticismo, prueba de ello quedó reflejado en sus ensayos sobre el miedo y la tristeza, en donde conmina a ser tolerante frente a las adversidades.

El pensamiento de Montaigne es humanista (Burke, 1985), escéptico (Bloom, 1995; Ghersi, 2018) y liberal (Edwards, 2011) pues demostró en sus ensayos su capacidad para integrar la razón y la religión; donde las ciencias vistas hasta entonces, no debían ser consideradas como un conocimiento absoluto pues para él era necesario también atender a la intuición y así razonar sobre la sensibilidad, las creencias, la imaginación.

El pensamiento de Montaigne es, además, ecléctico porque apoyado en la filosofía helenística, presenta en sus ensayos vestigios de estoicismo, epicureísmo, escepticismo, pirronismo, y/o cinismo. Así se tiene que, sobre el estoicismo, como corriente filosófica que se sustenta en valorar la libertad en medio de la razón y la virtud, se vale de dichos principios para juzgar las representaciones del intelecto mediante de las emociones y apoyado en virtudes personales como la serenidad y la tolerancia alienta a llevar una vida ejemplar y de respeto.

Del epicureísmo, Montaigne toma la idea de llevar una vida feliz, pese a las vicisitudes. No es fácil para un niño, que proviene de una familia adinerada, crecer en el seno de una familia de campesinos donde no va a gozar de los privilegios que le da el derecho de haber nacido en el Castillo de Montaigne, sino que va a llevar una vida modesta. Por ello, vemos cómo agradece a sus padres la educación que le fue impartida en el campo, porque aprendió a valorar la vida sin muchos lujos, al expresar “Si yo tuviera hijos varones, les desearía de buena gana mi suerte” Montaigne en Zweig (1998:37).

Respecto al escepticismo, afirma Ghersi (2018) que “según los catálogos de muchos pre-liberales o proto-liberales, Montaigne es el fundador del escepticismo moderno, porque a quien más cita en su obra es a Sexto Empírico”. Este filósofo, decía que ante lo que se juzga, siempre era necesario plantearse el posible error de esa opinión. Esta escuela filosófica pide suspender al juicio y aprender a vivir con la incertidumbre. En otras palabras, enseña a saber transitar por la vida, sin hacer generalizaciones, entendiendo que no se puede encontrar todas las respuestas.

En cuanto a la filosofía pirrónica, Ghersi (ob.cit.) comenta que “Copleston, en Historia de la Filosofía, lo considera un neo-pirrónico como escéptico en el conocimiento absoluto, y es un pre-liberal moderno”. El Pirronismo fue fundado por Pirrón en el siglo IV a.C y conformaba la escuela del escepticismo de la época. Cuando Ghersi presenta la opinión de Copleston respecto a Montaigne como escéptico del conocimiento absoluto, es porque él afirmaba que no había una verdad absoluta, porque consideraba importante la razón, tanto como la intuición y la imaginación.

Sobre el cinismo, Galindo (2022) afirma que Montaigne aplicó esta filosofía, en el entendido de que es dependiente de la filosofía antigua representada por Antistenes, cuyos principios giran en torno a la osadía de decir las cosas sin rodeos y sin importar que pudieran ser recusables. Evidentemente, Galindo no se equivoca, ya que Montaigne fue capaz, no solo a decir las verdades que para él son ciertas; sino que además escribió temas que pudieron censurarse, como lo es, por ejemplo, hablar de sus partes íntimas sin menoscabo de vergüenza, de los olores corporales, entre otros. Sin embargo, a juicio de quien escribe, es más escéptico que cínico, porque se apoya en que la moralidad y las costumbres y de cuya interpretación es diferente, según sea la ocasión, la región y la cultura.

Ensayo como nuevo género literario

Los textos de Montaigne no tienen una línea definida de escritura. En estos expone su sentir frente a cualquier acontecimiento que estuviera viviendo en ese preciso instante en el que hace reflexiones sobre lo vivido, manifestando sus inclinaciones bien sea de orden personal, social, político, académico, militar, educativo, cultural, entre otros. Sus ensayos son subjetivos, pues su preocupación consistía en divulgar su conocimiento ante diversas situaciones pese al gusto o disgusto de quienes pudieran leerlos. De esta manera, publica en dos volúmenes su gran obra denominada Essais en 1580, con el cual queda acuñado el término ensayo.

Los ensayos de Montaigne son prosas breves en los que analiza un tema con argumentos particulares, bajo una escritura modesta, unas veces jocosa, otras muy serias en los que critica la postura radical de algunos intelectuales. Su objetivo siempre fue exponer su verdad, en el entendido de que no existe una verdad absoluta.

En 1588, publica la segunda edición de Essais, en tres volúmenes que él mismo denominó ejemplar de Burdeos. Así, continuó trabajando con Marie de Gournay, sobre su tercera edición, hasta su muerte en 1592, la cual obviamente no pudo culminar, pero su esposa la Señora Françoise de La Chassagne, le facilitó a Marie de Gournay, discípula de Montaigne, todos sus escritos para que le hiciera las revisiones necesarias, las cuales habían sido corregidas previamente por el mismo, tres años antes de su deceso; quedando a cargo de la publicación de su tercera edición en 1595.

En sus libros, Montaigne trató una gran variedad de temas y no los presentó hilados entre sí: Habló del porvenir, de las pasiones, del jefe, de la cobardía, del miedo, del castigo, de los cojos, de la imaginación, de la pedantería, de la moderación, de los caníbales, de la vestimenta, de la soledad, de la codicia, del dormir, de los caballos, de la vanidad, de los olores, de la edad, de la embriaguez, de la conciencia, de hacer ejercicios, entre tantos otros. No obstante, destacan como relevantes para quien escribe y a efecto del ensayo: la educación, la enseñanza escolástica, la amistad, la muerte, la vanidad y la ciencia.

Dedicó varios escritos sobre la educación, distribuidos a lo largo de cada volumen donde no necesariamente lleven en el título la palabra educación; por ejemplo, el ensayo sobre “El amor de los padres para con los hijos” (Montaigne (1598) en Biblioteca virtual Miguel de Cervantes (2003), en el cual expresa lo siguiente:

Yo reniego de todo acto violento en la educación de un alma tierna que se destina al honor y a la libertad. Existe algo de servil en el rigor y en la violencia, y creo que lo que no se alcanza por medio de la razón la prudencia y la habilidad, tampoco se consigue con la fuerza. “Así me educaron a mí”.

En el texto se observa la subjetividad de Montaigne, basado en su propia experiencia; critica las costumbres en que eran educados los individuos de su época pues consideraba que no eran las mejores y propone a cambio, usar la razón frente a la autoridad de los padres en cuanto a la educación se refiere. Sin embargo, en el ensayo titulado “Costumbre de la Isla de Cea” agradece a su padre la preocupación por incentivar en él los valores tanto morales como éticos.

Criticó la manera tradicional en que se llevaba a cabo la enseñanza escolástica propia de la época. Esta regía por una corriente teleológico-filosófica donde predominaba el pensamiento medieval basado en la integración de la fe y la razón. Le parecía una enseñanza absurda, sobre todo por como aprendió a hablar primero el latín, antes que su lengua materna el francés, al punto que no recomendaba su aplicación porque consideraba que sí funcionaba, pero a muy largo plazo.

Recuérdese, que su tutor era alemán, sabía mucho de latín y nada de francés, por lo que enseñarle latín a Montaigne se convertía en una odisea para ambos, ya que los dos hablaban idiomas distintos y que el otro no conocía. Al final, tanto el tutor, aprendió a hablar francés a la vez en que Montaigne aprendía el latín. tarea que se ejecutó a lo largo de seis años. Al punto que sus padres, hermanos y hasta los criados del castillo aprendieron el idioma, todo con el fin de influir en él para que lo hablara a la perfección.

Dedicó todo un ensayo a Étienne de La Boétie, de quien heredó su majestuosa biblioteca; en el cual expresa a su amigo, un profundo afecto, amor, respeto y admiración. También dedicó otro escrito que denominó “Los veintinueve sonetos de La Boétie”, publicados en la primera edición de sus ensayos.

La vida de Montaigne transcurre en medio de una guerra religiosa, que no solo generó desolación y destrucción, sino que trajo muertes. A ello se suma la situación de insalubridad que merodeaba a Europa producto de la peste, la cual se llevó cuantiosas vidas, entre ellas la de La Boétie, arrebatándole a su mejor amigo. Y no conforme con esta desgracia, le persigue la muerte de sus hijas, dejando un profundo luto en su corazón. Por si fuera poco, su dolor se agudiza con la muerte de su padre. Todo ello, fue suficiente motivo para dedicar algunos ensayos que tratan de la muerte y la tristeza. Razón por la cual comienza a ver en la muerte a su amiga, intenta no juzgarla sino comprenderla; en tal sentido, escribe Montaigne:

Dice Cicerón que filosofar no es otra cosa que disponerse a la muerte. Tan verdadero es este principio que el estudio y la contemplación parece que alejan nuestra alma de nosotros y le dan trabajo independiente de la materia, tomando en cierto modo un aprendizaje y semejanza de la muerte; o en otros términos, toda la sabiduría y razonamientos del mundo se concentran en un punto: el de enseñarnos a no tener miedo de morir. En verdad o nuestra razón nos burla o no debe encaminarse sino a nuestro contentamiento y todo su trabajo tender en conclusión a guiarnos a nuestro buen vivir y a la íntima satisfacción, como dice la Sagrada Escritura.

Para Montaigne, vivir la muerte significa aprender a vivirla, porque tarde o temprano todos vamos a morir; por lo tanto, cuando dice que no se le debe temer, es porque se debe ser agradecido que en el camino de la vida dejó grandes experiencias y enseñanza. En otras palabras, valorar la vida y todos los logros que en ella se obtuvieron para entregarse entera y satisfactoriamente a la muerte.

Luego de traducir los manuscritos de Raymond Sebond sobre Teología Natural, en su primera publicación de Essais (ob.cit) dedica un espacio muy especial sobre la vanidad del hombre y la ciencia. Allí, aplica el método racional y empírico de Sebond, planteando su desacuerdo con el antropocentrismo propio de la época, pero abogando en pro al respeto de todo ser viviente. En dicho ensayo, manifiesta que el ser humano debe verse en igualdad de condiciones respecto a los animales; con lo cual cuestiona el culto a la razón expuesta por Sebond al desafiar a la vida y la naturaleza con sus experimentos a expensas de los animales. De este modo, Montaigne reconoce en ellos, individuos poseedores de sentimientos.

En el ensayo titulado “Joven Catón” (Montaigne,1598) en Biblioteca virtual Miguel de Cervantes (2003) coloca en el tapete su postura al expresar que no es de su agrado juzgar a los demás según como él es, dejando claro que es tolerante al decir que respeta las diferencias, pero también quiere que se le respete su forma de pensar.

Conclusiones

Fueron variados los temas escogidos por Montaigne para escribir sus ensayos en una época de guerras religiosas, sin pensar en el éxito que tendrían con el paso del tiempo. Su eclecticismo lo reflejó en sus ensayos inspirado en la filosofía helenística, en la que realiza una introspección para cada tema sin importar la opinión que otros tengan de sus escritos, y sin temor a ser criticado, ni por sus colegas en el parlamento, ni por los políticos de entonces, y mucho menos, a ser amonestado por el Papa Sixto V, quien, para el momento, daría un cierre a la reforma católica.

Sus ensayos no se rigen por reglas como se conocen hoy día en el ámbito académico, en cuya estructura se presenta introducción, desarrollo, conclusiones y el soporte referencial. ¡No!, los ensayos de Montaigne, consistieron en un planteamiento muy subjetivo sobre temas muy puntuales donde ofrecía su punto de vista y los argumentaba.

No consideraba lo que otros piensan sobre esos temas. Sus ensayos no tienen introducción ni conclusiones, tampoco se apoya en teorías. Solo son sus reflexiones en los que plasma su eclecticismo. Tal vez este este es el estilo de ensayo hacia el cual debe volver la educación universitaria, con la idea de desarrollar el pensamiento crítico y la argumentación en los estudiantes.

Referencias

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Burke, P. (1985). Montaigne. Madrid: Alianza.

Bloom, H. (1995). El canón occidental. Barcelona: anagrama.

Chateau-montaigne.com (2023). Biografía de Montaignehttps://www.chateau-montaigne.com/

Culture Tube (10 de mayo de 2021). Michel de Montaigne - Grand Ecrivain (1533-1592) Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=IDWrcn2hf0s&t=54s

Díaz, C. (14 de febrero, 2019). Michel de Montaigne. Historia-Biografía. https://historia-biografia.com/

Edwards, J. (2011). La muerte de Montaigne. Barcelona: Tusquets.

Enciclopedia Herder (2017). Michael Eyquem de Montaigne. https://encyclopaedia.herdereditorial.com

Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de Montaigne. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/montaigne.htm

Ferrer, S. (1 de agosto de 2019). Marie le Jars de Gournay. “La minerva” francesa. https://www.pressreader.com/

Geneanet (1996) Françoise de La Chassaigne. Geneanet.https://gw.geneanet.org/

Galindo, F. (24 de mayo de 2022). Montaigne, rumbo a los ensayos. [Archivo de video] youtube https://www.youtube.com/watch?v=nJN-cExLplo&t=4409s

Ghersi, E. (2018) en Canal Santillán, S. (07 de marzo de 2018). Dogma Montaigne: Enrique Ghersi. [Archivo de video] youtube https://www.youtube.com/watch?v=9GSknUb7FHA

Lecturalia (2023). Michael de Montaigne. https://www.lecturalia.com/

Martínez, L. y Hernández, C. (27 de noviembre, 2020). Michel de Montaigne: biografía de este filósofo y escritor francés. https://psicologiaymente.com/

Montaigne, M. (1598) en Biblioteca virtual Miguel de Cervantes (2003). Ensayos de Montaigne seguidos de todas sus cartas conocidas hasta el día. https://www.cervantesvirtual.com/

Zweig, S. (1998). Montaigne. Barcelona: Acantilado.

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