La Filosofía y el Arte en la Narrativa de la Producción Poética

Benny Josmer Márquez Franco
orcid=0000-0002-4038-4606, Venezuela

ESCRITURA CREATIVA

Escriba Escuela de Escritores, Venezuela

ISSN-e: 2665-0452

Periodicidad: Semestral

vol. 3, núm. 1, 2022

revistaescrituracreativa@gmail.com

Recepción: 12 Enero 2022

Aprobación: 23 Junio 2022



Resumen: El producir narrativa en verso requiere en su poiesis una combinación de filosofía y arte revelatorios del caudal de pensamientos con emociones cultivados con estética en la mismisidad del creador trascendiendo en el receptor intérprete que se revierten en recursos, licencias y medios literarios creando comunicación e identidad entre interlocutores. El propósito general de la producción es caracterizar la filosofía y el arte en la narrativa de la producción poética. Se trata de un estudio documental que permite definir la transversalidad de los objetos de significación cognoscitiva. Se destaca como resultado que los vocablos de la poética traspasan el carácter literal llegando a lo simbólico. Se concluye que existe una filosofía poética reproduciendo un pensamiento sensible combinado con un arte literario de integración multicultural permanente.

Palabras clave: Arte, Filosofía, Narrativa, Poética.

Abstract: Producing narrative in verse requires in its poiesis a combination of revealing philosophy and art of the flow of thoughts with emotions cultivated with aesthetics in the creator's self, transcending the interpreter receiver that are reverted to literary resources, licenses and means creating communication and identity between interlocutors. The general purpose of the production is to characterize philosophy and art in the narrative of poetic production, ones: to analyze the sustainability of poetics as an expression of philosophy. It is a documentary study that allows defining the transversality of objects of cognitive significance. It stands out as a result that the words of poetics go beyond the literal character reaching the symbolic. It is concluded that there is a poetic philosophy reproducing a sensitive thought combined with a literary art of permanent multicultural integration.

Keywords: Art, Philosophy, Narrative, Poetics.

Introducción

El artículo combina el pensamiento sensible con estética en la presentación de vocablos con un sentido simbólico equivoco más que literal permitiendo plurales y libres interpretaciones. La narrativa de la poética literaria no sólo debe ser vista como una reproducción de vocablos significantes o la combinación con morfología y sintaxis de elementos gramaticales. Se trata mucho más que eso, entender la generación de una reproducción de contenidos cuyo re-sentido se vincula a un contexto anímico-físico con un referente contextual cultural dinámico.

El propósito general es caracterizar la filosofía y el arte en la construcción de la narrativa de la producción poética. Al respecto de la metodología se trata de un estudio documental que permite definir la transversalidad de los objetos de significación cognoscitiva, que se presentan en tres partes: El desarrollo de la poética como expresión de filosofía refiere al lector un reconocimiento del como la esenciabilidad del producto literario es consecuencia de un pensamiento sensible derivado del contenido de medios poéticos y el arte de orden emotivo que permite verificar la estética en construcción de contenidos multisignificantes por el propio contexto anímico físico de comunicación literaria y conclusiones.

La poética como expresión de filosofía

El poeta limpia de errores los libros sagrados y escribe inocencia ahí donde se leía pecado, libertad donde estaba escrito autoridad, instante donde se había grabado eternidad. Octavio Paz

El poeta es un libre pensador, es quien admira el litoral libre de la infinitud de la existencia, del cosmo, irradiado del empirismo vertido de un caudal de sentimientos, amalgama sin razón del purismo un realismo trastocado lo cual alcanza su expresión en la densidad de las rimas en una sintaxis que va haciéndose una narrativa cada vez más efusiva.

El punto de partida reconoce que la filosofía se convierte en mecanismo de acción de la poesía en palabras Romero (2000:7) esta le aporta: “la reflexión, el trabajo del concepto, el sistema, la pregunta, la exigencia de fundamento, la constante crítica, el escepticismo, el análisis riguroso, en definitiva, todo lo que es defensa del principio de realidad, inteligencia, duda y razón".

Se reconoce que la filosofía se convierte en un andamio preparatorio para la acción poética teniendo en cuenta que el medio filosófico es instrumentalismo poético, admitiendo que el proceso hermenéutico reflexivo de las realidades es el punto de partida, para la creación de una narrativa en verso de suficiente alcance produciéndose el pensamiento sensible que le da a cada vocablo un sentido simbólico equivoco, libre y multisignificante.

Desde el epicentro expuesto se reconoce que la poética emerge de un estudio de vida identificado en un contexto significante en el cual el sujeto piensa, reflexiona, avanza y retrocede en la conjugación del sentimiento, realiza elipsis gramaticales posibles. Incluso genera exclamaciones sentidas en las cuales la inversión, abstracción y complejismo se transforma en un medio de interlocución de cambiantes hermenéuticas según el animus de quien escribe, lee e interpreta en múltiples posibilidades. El desarrollo de la poética con la filosofía lo reconoce desde el mundo clásico Platón (1973:289) al afirmar:

La poesía imitativa -dice Platón a Glaucón- nos hace viciosos y desgraciados a causa de la fuerza que da a estas pasiones sobre nuestra alma, en vez de mantenernos a raya y en completa dependencia, para asegurar nuestra virtud y nuestra felicidad.

La poética se convierte en la referencia de un proceso humano dialógico que conecta los sentimientos y ánimos en la comunicación de interlocutores garantizándose felicidad, cuando la identidad de un pensamiento sensible en un contexto cultural anímico denota una extrapolación de sentimientos, desde un existencialismo que se expresa en definiciones que toman un re-significado con la vivencia del momento, dándole a vocablos sentidos multisignificantes.

De esta manera, la filosofía poética se convierte en la posibilidad de explorar el alma, de revertir sentimientos haciendo de la melodía del verso, un pensamiento sublime, que convierte la linealidad significante de los versos en una expresión de re-significación que se traslada al animus contextuado de una vivencia más seducida por las anhelanzas, melancolías y vivencias que trastocando la propia alma dan otra semiótica a la naturaleza del verbo.

En consecuencia, el propio primitivismo filosófico reconoce la relevancia de la poética, en palabras de Aristóteles (1974:1451) se tiene que: "La poesía -escribió- es más filosófica y noble que la historia, pues la poesía dice más bien las cosas generales y la historia las particulares". De esta manera el verso literario, la combinación de las licencias se traduce en una expresión pura de los sentimientos más sublimes, que hacen del verbo un contenido más idealista que gramático, permitiendo fomentar una hermenéutica de más valor a la emoción que al formulismo de la razón por si sola.

El poeta es un filósofo nato, hace de su metódica recurrente en la versada un pensamiento sensible, que mediante el verbo desentraña el alma y la infinitud de los arcanos de la esencialidad del emotivismo ingenuo; permitiéndose transformar palabras en símbolos superiores a los simples códigos gramaticales formalistas tratando de reconstruir un ambiente anímico, que entusiasma a describir e idealizar en cualquier perceptor que pasa de un pasivo lector a un protagonista que desde la identidad se apropia del verso y le da un sentido próximo hasta vago de alguna experiencia compartida.

El proceso transversal de la poética y la filosofía se hace evidente en la compilación del pensamiento evolutivo, el propio Wordsworth (2005:45) llegó a afirmar: “la poesía es la más filosófica de todas las formas de escritura… su objeto es la verdad, no individual y local, sino general y operativa; no dependiendo de la evidencia externa, sino revivida en el corazón por la pasión”.

De esta manera la poética es la expresión de una vivencia hecha sentimiento, es la concreción del empirismo más puro, de un pensamiento libre asumiéndose al escritor que se apasiona del esencialismo de un proyecto de vida, de un contexto cinético, el cual se perfecciona en la libertad de los versos dando vida a una revelación asociativa de un pensamiento sensible, cósmico y superatorio en el cual lo equivoco multilineal desaloja la lógica lingüística de espacios.

De esta forma la poética es el pensamiento vivo, es la escritura libre que se apasiona, que se refugia en las letras melodiosas para superar la sustancia pura y volverse existencia diáfana, se trata de expresar en cada fonema o aparente reproducción gramatical un sentimiento, un vaivén encontrado que se desencuentra como diéresis y vuelve a unir trazos finos como la sinalefa, cada vocablo y conjunción es la hechanza de un pensamiento sensible que se transforma como se combustiona la propia expresión que une a sus ritmos.

Sabiamente Coleridge (1983:476) llegó a afirmar que no se puede: “ser un gran poeta sin ser al mismo tiempo un profundo filósofo”. Es imposible que el alba y el ocaso sean herméticos sin que se tracen puntos posibles de encuentro al término del día, poetizar es el arte y la ciencia de filosofar, filosofar es la fuerza de poetizar la rima del tiempo. Cada construcción de la morfología y la sintaxis de una composición literaria es una carga de un pensamiento que es consistencia del existencialismo de la vida, de las anhelanzas, las remembranzas, los idealismos vertidos que superan la propia naturaleza del racionalismo puro, no suponen literalidad estricta, sino libertad resignificante.

Se piensa para existir, se existe para pensar. La relación es una potencialidad hecha mecánica que denota a la poética como un ejercicio del pensamiento libre de quien se emociona, siente e idealiza; transformando a cada letra, significado y composición en una expresión genuina versada en la combustión de un realismo que se contextúa, se redimensiona y deja libertad para la más sublime conexión de cualquier inquieto espectador, cada escenario físico y anímico es parte de la resignificación de la reconstrucción vocalizada.

El esfuerzo de una verdadera filosofía poética es referido por la Harvard University Press (1988:80) al asumir en realidad: “el poeta se ha retraído de golpe del lenguaje-instrumento, ha asumido efectivamente una actitud poética que admite las palabras como cosas y no como signos”. Es evidente la literatura hecha verso, es la extrapolación de una metáfora singular,

Es hacer de cada vocablo, de la fuerza de la diéresis y la sinéresis que divide o conjunta a la métrica una posibilidad de expresar en cada ente un pensamiento sensible, que le da existencialismo al todo y al algo, lo cual se va transformando cuando el lector avanza en su ritmo y se apropia de la totalidad de la construcción vivificándola y viéndola como una expresión, de un paisaje que pinta melodía y cromatismos perfectibles, cuando en sentimiento libre resignifica cada vocablo.

De esta manera, la filosofía poética o poiesis filosófica es el darle re-sentido a cada vocablo, al pasar del simple significado lógico a una semiótica fenoménica más efectiva. En la cual cada concepto del pensamiento sensible se extrapola a una hermenéutica más polisémica; que permite la libertad de desentrañar sentidos que se compaginan con las fuerzas vivas de los sentimientos de quien lee y quien escribe, en contextos tan cambiantes como el propio escenario cósmico del propio realismo universal.

Hasta los más prominentes cientistas afirman la fortaleza del elegante esfuerzo literario que sería posible del uso recursivo de una poética filosófica o de una filosofía poética, el propio Wittgenstein según referencia Steiner (2012:14) afirma: “debería haber redactado sus Investigaciones filosóficas en verso, y si efectivamente pudieran ponerse en verso, no dejarían de ser filosofía”.

Es evidente, que hasta la ciencia reconoce que la metáfora, el símil la sinalefa, diéresis, sinéresis y la consonante melódica pueden convertirse en parte cardinal de la expresión de cualquier producción disciplinada, dando ética y estética a la más perfectible construcción de sus logismos integrados. Lo cual demuestra que hacer poética, no sólo es producir filosofía, es hacer ciencia no sólo natural rígida, sino la social la cual es libre recontextualizándose en lugares y momentos tan dinámicos de la historia.

Por lo expuesto la filosofía poética puede describirse como una ciencia libre, en la cual quien produce: comunica, quien recibe: interpreta, ambos pueden conectarse como una sinalefa o incluso desencontrarse como una diéresis. Al tenerse interpretaciones dispersas se trata de hacer de cada composición una fuerza de pensamiento libre que se proyecta con el caudal anímico, que se sitúa en el propio contexto en el cual dos comunicadores del verso se integran.

Para reforzar lo afirmado Paz (1990:24) al referirse a Alexander Pope, sostiene que: “El Essay on Man, por ejemplo, es un verdadero ensayo —lúcido, ingenioso, elegante y de composición esmerada— pero me pregunto si, a pesar de la versificación admirable, no podía haber sido escrito en prosa”. Así se admite que la producción científica también puede impregnarse del verso al ser pertinente su melodía en la construcción de la narrativa, con una fineza en la relación de la semántica de los vocablos que construyen el logos.

Esto permite entender que en la ciencia es posible la emotividad de la expresión del pensamiento sensible. Se hace un camino de interrelación posible cuando los cientistas siendo poeta y hermeneuta se confunden en la mismisidad de la identidad del discurso aflorando un producto simbólico de plurales concepciones que permiten avanzar en un sentido equivoco imperfectible hacia resultados inexplorados de posibles concreciones.

Arte poético de integración multicultural

Un buen poema ayuda a cambiar la forma y el significado del universo, ayuda a extender el conocimiento de sí mismo y del mundo que le rodea.

Dylan Thomas

La poética se transforma en arte en la medida de representar una creación estética ingeniosa de elementos que se dan cromatismo en la metadiscursividad y multisignificación que permisa la pluralización hermenéutica dentro del multiculturismo posible pretendiendo crear un idealismo mágico con valor sensible al emotivismo equivoco, por lo cual la simbología de los vocablos permite generar una comunicación encontrada.

Del carácter artístico de la poesía refiere Pellegrini (1961:81) cuando afirma “Todo lo que el surrealismo piensa del arte se resume en su concepción de la omnipotencia de la poesía...constituye el núcleo vivo de toda manifestación de arte y... le da su verdadero sentido”. La poesía se hace arte, es expresión de las habilidades innatas humanas que descansan en la estética aparente de la expresión de los sentimientos puros y sublimes; permitiéndose la libertad de inventar imaginarios con el uso de vocablos que no cierran un sentido lógico, ni único, sino que se tratan de expresiones que se liberan dentro de una universalización de paisajismos imaginarios.

De esta manera, el arte poético se verifica en el uso de las formas literarias que permiten mutar el sentido tradicional de los vocablos convertidos en versos expresando sentimientos sublimes y conjugando más libertad en la apariencia axiomática de los contenidos que permiten imaginar, inventar e idealizar lecturas disimiles de un receptor; que se empodera de lo que un narrador protagonista u omnisciente puede pregonar dando dentro del multiculturismo epocal, resignificaciones equivocas tan cambiantes.

La poética artística se presenta como una demostración de un talento ingenioso, innovador, de la habilidad de dibujar sentimientos con palabras que no se ordenan desde la lógica formalista; sino que ascienden al re-orden de la vivencia sensible para generar una formación que admite una semiótica tan diferencia como la simpleza o complejidad de las emociones que, invaden a quien se convierte en receptor de los contenidos que empoderado de un ambiente físico-anímico, reinventa un mundo idealista realista.

Así se ratifica del esfuerzo de una producción de arte, de la cual Lledó (2008:15) admite como aquel medio de: “crear y luego representar algo o representar a alguien (artísticamente)”. Así pues, se pregona un arte poético cuando la forma evocativa-exclamativa del discurso poético trata de delinear personajes con contextos en una forma tan asombrosa, mágica y universal; que muchos pueden coincidir dentro de un multiculturismo que se pueden dar interpretaciones diversas que se transforman constantemente, que incluso en otro momento cultural e histórico pueden hacerse susceptibles de una resignificación de elementos.

Por lo expuesto, la autenticidad poética genera en figuras como el hipérbaton y la metáfora una forma de construir un discurso que es evocativo, exclamativo, que parte de imaginar, inventar e invita al libre pensador receptor a reimaginar arcanos que se compaginan con la transformación de su ambiente psico-emocional de continuada mutación. Con esto se procede a fomentar una verdadera joya de arte que se convierte en un cromatismo axiomático estético, para quien produce como a para quien admira el trasluz de cada evidencia.

La poética se vuelve arte cuando la fineza de uso del lenguaje y la simpleza de sus posibles significantes por multiculturalidad permiten generar una estética significativa, que se deriva de la interpretación de las emociones posibles, que se transforman en un vehículo de interacción que lleva a imaginar, ficcionar y recomprender las vivencias dadas en la infinitud de un movimiento de amplias perspectivas.

La fuerza del arte poético se madura en la esencia del lenguaje lo que en palabras de Ricoeur (2008) supone: “El lenguaje poético, como reacción del espíritu, no necesariamente está catalogado como verdadero o falso, puesto que no es... unívoco, aunque el lenguaje de la metáfora, del símbolo, en general... analógico” (p.50). La estética trascendental, la hermosura de los sentimientos, la fineza de la evocación hace de la poética arte libre, ingenuo y mágico, la multilinealinealidad del discurso, la dinamización de los vocablos hace del lector un asiduo compositor de imaginarios posibles.

Las licencias poéticas junto a las posibles mutaciones de los verbos simples permiten generar una joya incalculable de expresiones que se liberan, que no tienen sentido solo por el hecho de estar escritas; sino que cobran vida cuando el poeta le da significación al momento anímico físico que le permite reinventar una representación tan variada, como la infinitud del horizonte que deja trazos abiertos al avizorante del camino.

Para afirmar la fuerza del arte poético, Kant (1984:217) reconoce: “Pero cuando el objeto es dado como un producto del arte y como tal debe ser declarado bello, debe entonces, ante todo, ponerse a su base un concepto de lo que deba ser la cosa”. La belleza poética nace del alma y la psiquis que se combustionan en la pureza de los sentimientos, de quien siente para escribir, para interpretar, los vocablos en sindéresis unidos, incluso el ritmo que cambia el orden como el hipérbaton son parte de esa creación y recreación de apariencia axiomática, que se resignifica cuando el multiculturismo permite dar aprecio a expresiones emotivas equivocas que se liberan en la simpleza de los variados contextos.

El arte poético es el cromatismo abierto de líneas escritas que se extienden, de vocablos que se unen como una sinalefa o se separan como la diéresis. La expresión de una beldad pura tan mágica que se compone y reinventa cuando sus poetas describen, con descubrimiento de arcanos de múltiples explicaciones posibles dándole armonía, un paisaje con palabras.

En cuanto a la poética artística expone Hegel (1973:80) "la imaginación creadora de arte o fantasía, es la de un gran espíritu y una gran alma, la que capta y engendra representaciones y formas con las que da una expresión figura, sensible y precisa a los intereses humanos”. Nace del alma, de la corazonada, de los sentimientos, es un espíritu anímico afectivo que recrea en palabras y composiciones un sentido estético armónico cuando se representa en hilos finos vivencias, experiencias y momentos. Da así morfologías atípicas que dejan telas extendidas para la invención sublime, de quienes recrean e interpretan sensibilidades de contextos multisignificantes evocativos.

La poesía se hace arte cuando las propias expresiones, de las que se compone, representan paisajes de apariencia sublime, sus apariencias enamoran y apasionan a un seducido lector que deja de ser intervención omnisciente para convertirse en un protagonista activo, que vive para sentir, siente para vivir, trastocando la pureza del linguismo, al darle un cromatismo tenue ante lo portentoso de sus sentimientos más frágiles.

Conclusiones

Los vocablos de la poética traspasan el carácter literal llegando a lo simbólico, es conveniente entender que la libertad hermenéutica permite que la presentación de vocablos y composición adquieran según la emotividad sensible un sentido de multilinealidad, re-significación dentro de la multiculturalidad.

La filosofía poética reproduce un pensamiento sensible pues supone la emotividad evocativa de quien lee y quien escribe dando multisignificantes posibles, esto supone que la unión sinalefa y la separación de la diéresis se convierte en parte de los encuentros o desencuentros entre el poeta creador y el hermeneuta, según un ambiente físico-anímico cierto parte de la combustión del pensamiento sensible libre.

El arte literario de integración multicultural permanente, supone una creación estética ingeniosa de elementos que se dan cromatismo en la metadiscursividad y multisignificación sensible libre, se trata de la belleza de los sentimientos que pintan paisajes con palabras y que permite la libertad ingeniosa en la pureza de los sentimientos de recrear idealismos imaginarios, ingenuos y mágicos de un asiduo hermeneuta.

Referencias

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