

Recensión
Victorino Pérez- Prieto y José Luis Meza-Rueda, diccionario panikkariano. Barcelona: herder, 2016*
Revista Perspectivas
Corporación Universitaria Minuto de Dios, Colombia
ISSN: 2145-6321
ISSN-e: 2619-1687
Periodicidad: Trimestral
vol. 3, núm. 10, 2018
Recepción: 26 Febrero 2018
Aprobación: 26 Marzo 2018
El 28 de noviembre de 2016 tuve la oportunidad de asistir a al lanzamiento del Diccionario Panikkariano en la Pontifica Universidad Javeriana de Bogotá. Siendo un estudioso de la obra de Panikkar, sus autores –Victorino Pérez Prieto y José Luis Meza Rueda– me obsequiaron un ejemplar con esta dedicatoria: “Con mucho afecto para quien está en búsqueda de la plenitud del hombre y con la esperanza de que florezca otro Panikkariano”. Su confianza en mí, joven teólogo, la riqueza que he hallado en sus páginas y mi fascinación por el pensamiento de Raimon Panikkar me han movido a escribir esta recensión.
Los autores Victorino Pérez Prieto y José Luis Meza Rueda son profesores y prolíficos escritores de mi admiración, amigos con los que he tenido la oportunidad de compartir por largas horas sobre la vida y obra de Panikkar. Victorino Pérez es doctor en teología y doctor en filosofía; la Editorial Herder publicó su tesis doctoral en teología bajo el título Dios, hombre mundo: la trinidad en Raimon Panikkar, y el mismo Raimon Panikkar reconoció que fue quien mejor llegó a comprender su pensamiento. Una de las más fieles biografías e introducción al pensamiento de Panikkar, Más allá de la fragmentación de la teología, el saber y la vida: Raimon Panikkar, es obra de Victorino, y a día de hoy el panikkariano con mayor reconocimiento a nivel mundial.
José Luis Meza Rueda, a quien la Editorial de la Pontificia Universidad Javeriana publicó su tesis doctoral, La antropología de Raimon Panikkar y su contribución a la antropología teológica cristiana –en cuya sustentación participó también el Dr. Victorino Pérez como lector externo–, recibió de Panikkar una invitación a modo de poema durante su visita en Tavertet: “Amar en la medida que se conoce, porque cuando solo se quiere saber se deja de saborear”. Soy testigo de que ha seguido este consejo en medio de un ambiente demasiado académico de la teología, pues en sus escritos y enseñanzas no se pierde la mística. José Luis fue director de mi monografía La escatología de Raimon Panikkkar, con la cual obtuve la Maestría en Teología en la Universidad Javeriana. Actualmente me acompaña en mi tesis del Doctorado en Teología, en el que doy continuidad a la exploración de la escato- logía en el pensamiento del filósofo y teólogo indo-catalán.
Respecto al Diccionario Panikkariano, es claro que, por una parte, responde con creces a la invitación de introducir al pensamiento de Panikkar a aquellos lectores que por primera vez se acercan a sus textos, pero también es una ayuda imprescindible para los que ya llevamos tiempo en ello, debido al alto grado de complejidad, sobre todo en lo que refiere al lenguaje. Sus muchos neologismos, y la ma- nera altamente académica con que aborda el pensamiento oriental y los puentes de diálogo con Occidente enriquecen a la vez que exigen.
Los autores arguyen dos razones de la importancia del diccionario. La primera de ellas y más importante es: “Ayudar a comprender el complejo pensamiento filosófico y teológico de Raimon Panikkar, pues gran parte de sus conceptos han sido creados por él y otra gran parte reinterpretados y actualizados ya sean estos de la tradición oriental, occidental o secular”. La segunda razón: “acercar a los lectores a conceptos poco conocidos en Occidente, pero que aportan gran riqueza a quien busca saciar su sed de infinito, pero también al diálogo intercultural e interreligioso”.
En primera instancia, los autores incluyen en el diccionario los conceptos y neologismos creados por Panikkar, a saber: ontonomía, intuición cosmoteándrica, hermenéutica diatópica, equivalentes homeomórficos, tempiternidad, ecosofía… Pero también otros que reinterpreta: filosofía, concepto y noción, mythos y logos, individuo y persona, experiencia, fe, eucaristía. En segunda instancia, las entradas refieren a nociones de Oriente que trae a Occidente de forma actual, contextual y comprensibles: advaita, pratitya- samutpada, principio rta, los tres caminos de la espiritualidad, istadevata, Saccidananda… Y de Occidente se resignifican: perichoresis, circumincessio, mysterium coniunctiones, el tercer ojo y los tres ojos del conocimiento… Asimismo, al final del Diccionario el lector encuentra un breve glosario de otros términos tanto orientales como occidentales que, aunque no tienen ca- bida en las entradas, pueden ser útiles.
Tiene sentido, y no solo por orden alfabético, que la entrada que da apertura al dicciona- rio sea la noción adualidad-advaita, pues es la que soporta todo el pensamiento de Panikkar. El advaita de las Upanishads es quizá el aporte más rico que la filosofía Oriental hace a Occidente porque, habiendo optado por la lógica de la no-contradicción aristotélica, con él retorna a una visión integral de la realidad en la que se encuentran los extremos opuestos. En el lenguaje religioso la lógica de la no contradicción se traduce en la imposibilidad de poder ser el silencio palabra, el cielo tierra, la eternidad tiempo, Dios el mundo, el cristiano buddhista… se es una cosa u otra. El advaita abre a ese horizonte en el que se entrecruzan todas las dimensiones de lo real.
De hecho, la adualidad advaita es la que funda la cuádruple identidad de Raimon Panikkar: cristiano, hinduista, buddhista y secular. Hecho inconcebible desde una lógica dual de la no contradicción. Por eso, quienes desconocen el advaita descalifican a Panikkar sin tan siquiera leerlo. El Diccionario, ante la impor- tancia de la noción, se detiene a explicarla a profundidad: “Es el carácter no dual de lo Real, Dios así, está en todo, que todo está en Dios y que sin embargo Dios no es nada. La auténtica experiencia advaita, como toda verdadera experiencia, no puede ser comunicada ni expresada por medio de conceptos”.
Se ha visto obstaculizado el diálogo interreligioso precisamente por aquellos que piensan el encuentro con el otro pone en riesgo la propia identidad. Sin embargo, cuando reconozco que la otra tradición religiosa me descubre aspectos de mi identidad antes no vistas, que no es opuesta a mi vivencia de fe y que ambas, tanto la mía como la del otro, pueden mutuamente fecundarse, entonces acojo, vivo a profundidad y crezco. Vivo la no dualidad. En cambio, una lógica aristotélica se preocupa por legitimar la verdadera tradición religiosa mediante un proceso dialéctico. El diálogo dialógico propio de la no dualidad, por el contrario, descubre en todas las religiones ese Misterio Único que se encuentra más allá de toda lógica: en el silencio.
Después de detenerse en el advaita por su importancia en la comprensión de los escritos de Panikkar, los autores dan paso a otras nociones de similar relevancia; una de ellas es la intuición cosmoteándrica, la cual expresa la interrelación de todo con todo. Dios no es sin el mundo, ni el ser humano sin el mundo. De hecho, Dios es creador por la creación y somos sus hijos porque Él es Padre. Es una intuición que evidencia la interdependencia. Es decir, desde esta perspectiva no dual y profundamente relacional, existe mutua reciprocidad entre Dios, mundo y hombre. Así pues, Dios es pura relatividad, el ser humano un nudo en la red de relaciones de lo real, y la creación es sabiduría, ecosofìa, que posibilita la vida: “La intuición cosmoteándrica es la expresión de la relación que une la realidad divina, humana y cósmica. Descubre la estructura trinitaria del todo, como una especie de Perichoresis total de la Realidad”; es el “conocimiento indiviso de la realidad”.
Desde ella, es que se hace posible reconocer al otro como altera pars mei (“el otro como parte de mí”), sentir la armonía invisible de la realidad que no se fragmenta sino que emerge siempre en cada una de sus manifestaciones: colligite fragmenta. “El cristianismo será místico o no será”, dijo un día Panikkar. La cristianía, esa vivencia mística de la fe, es la que hará consciente a lo humanun, que es pura relación y que su vocación no es el aislamiento.
Así mismo, la metapólitica, esto es, una mejor sociedad que brota de un fondo antropológico en el que ortodoxia y ortopraxis se compenetran, se hace realidad. Es una comunidad que apuesta por la justificación divina desde la justicia histórica, que vive la eternidad en el tiempo, la tempiternidad, construye el Reino de Dios en el aquí y ahora.
Finalmente, el libro acaba con la bibliografía completa de Raimon Panikkar en el período de tiempo desde 1942–2011, incluida la Opera Omnia, obra completa de Raimon Panikkar publicada en diferentes idiomas por las editoriales Jaca Book, Fragmenta, Cerf, Herder y Orbis. Sin duda, es un diccionario que da las coordenadas necesarias para navegar en la totalidad de la obra de Panikkar y que, me atrevería a decir, resulta imprescindible en el abordaje de su pensamiento. Por ello mi más profunda gratitud y admiración a sus autores.

