Artículo corto

Manejo agroecológico del sistema productivo cubio*

Diana Yolanda Ortiz Nieto
UNIMINUTO, Colombia
Angélica María Jiménez García
Corporación Universitaria Minuto de Dios Uniminuto -UNIMINUTO, Colombia

Revista Perspectivas

Corporación Universitaria Minuto de Dios, Colombia

ISSN: 2145-6321

ISSN-e: 2619-1687

Periodicidad: Trimestral

vol. 2, núm. 7, 2017

perspectivas@uniminuto.edu

Recepción: 04 Mayo 2017

Aprobación: 08 Julio 2017



Resumen: El Cubio, Nabo, Mauja o Mashua, es un tubér- culo andino prehispánico que contribuyó a la alimentación en los pobladores de los territorios andinos. Actualmente en Colombia se pueden conseguir semillas de cubio en zonas como Cun- dinamarca, Boyacá, Nariño y Cauca, donde se enfrenta a alto riesgo de erosión genética y cul- tural. Uno de los factores predominantes de esta erosión es la pérdida de interés de estos cultivos por parte de los cultivadores jóvenes al pre- ferir el cultivo de la papa sobre los tubérculos ancestrales, entonces los productores de estos sistemas son adultos mayores quienes manifies- tan arraigo cultural y social.

El Cubio a diferencia de otros tubérculos andinos posee más rusticidad, alto contenido nutricional y bajos costos de producción, lo que lo convierte en una alternativa de diversificación de la pro- ducción agrícola que contribuye a mejorar la alimentación y el aporte nutricional de la dieta familiar y a conservar el patrimonio cultural.

Palabras clave: Cubios, tubérculos andinos, ero- sión genética, alimentos ancestrales.

Abstract: The Cubio, Nabo, Mauja or Mashua, is a prehispanic Andean tuber that contributed to the food in the inhabitants of the Andean territories. Currently in Colombia, you can get Cubio seeds in areas such as Cundinamarca, Boyacá, Nariño and Cauca, where is faced a high risk of genetic and cultural erosion. One of the predominant factors of this erosion is the lack of interest on these crops by young growers as they prefer the cultivation of potatoes over ancestral tubers, indicating that the producers of these systems are older adults who manifest cultural and social roots.

The Cubio unlike other Andean tubers has more rusticity, high nutritional content and low production costs, which makes it an alternative to diversify agricultural production that contributes to improve nu- trition and nutritional support of the family diet and preserve the cultural heritage.

Keywords: Cubios, Andean tubers, genetic erosion, ancestral diet.

Resumo: O Cubio, Nabo, Mauja ou Mashua, é um tubérculo andino pré-hispânico que contribuiu à alimentação nos povoadores dos territórios andinos. Atualmente na Colômbia podem ser conseguido sementes de cubio em zonas como Cundinamarca, Boyacá, Nariño e Cauca, onde se enfrenta a alto risco de erosão genética e cultural. Um dos fatores predominantes desta erosão é a perda de interesse destes cultivos por parte dos cultivadores jovens ao preferir o cultivo da batata sobre os tubérculos ancestrais, então os produtores destes sistemas são adultos maiores quem manifestam arraigo cultural e social.

O Cubio a diferença de outros tubérculos andinos possui mais rusticidade, alto conteúdo nutricional e baixos custos de produção, o que o converte em uma alternativa de diversificação da produção agrícola que contribui a melhorar a alimentação e o contribua nutricional da dieta familiar e a conservar o patri- mônio cultural.

Neste artigo, se apresentarão as etapas mais relevantes do cultivo que inicia com a seleção do terreno; depois, a seleção da semente, semeia-a e labores culturais que ainda que são singelas requerem vigilância durante toda a semeia para, finalmente, produzir um tubérculo que se aceitado no mercado.

Palavras-chave: Cubios, tubérculos andinos, erosão genética, alimentos ancestrales.

INTRODUCCIÓN

El cubio es una especie del género Tropaeo- lum, de la familia Tropaeolaceae (Muñoz et al., 2013). Según Tapia y Fríes (2007), es origina- rio de la zona del altiplano de Perú y Bolivia, también se encuentran especies silvestres en diversas zonas altas de los valles interandinos. Hay referencia de que cronistas de la época de la colonia aluden que los muiscas en Colombia cultivaban y consumían cubios. La producción en Colombia de Cubio se restringe a los depar- tamentos de Boyacá, Cundinamarca, Cauca y Nariño en minifundios y es destinada princi- palmente para el autoconsumo.

Los tubérculos más importantes según Solano (2007) y Villanueva (2012), son la papa –Solanum tuberosum–, Oca –Oxalis tuberosa Molina– y el Ulluco o Papalisa –Ullucus tuberosus Caldas– y el Cubio –Tropaeolum tubersum Ruiz & Pav–, siendo el último de menor importancia (RFAA2009). Todas ellas son usadas por los pobla- dores andinos rurales en su alimentación y forman parte de su cultura, y son especial- mente importantes para la subsistencia de los agricultores más pobres (Cadima et al., 2003). Al parecer, la distribución de la variabilidad de estas especies no es uniforme en toda la franja andina sino que se concentra más bien en nichos denominados “microcentros” con características sociales, medioambientales y culturales favorables para la conservación natural de la biodiversidad (Cadima, 2006).

Según la FAO –Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura– son denominados el Cubio –Tropaeolum tubersum Ruiz & Pav.–, ibia –Oxalis tuberosa Molina– y ruba –Ullucus tuberosus Caldas–, como marginados, ya que estos sistemas pro- ductivos no son cultivados bajo el enfoque de agricultura tecnificada, sea por diversos factores como protección al medioambien- te, falta de recursos financieros por parte de los agricultores, o tradición. Adicional a estos factores, carecen de comercialización y no existen políticas públicas para su desarrollo (Agencia de Noticias UN, 2014). La reducción en la siembra, la poca comercialización y la falta de apropiación de estos productos ancestrales, ha propiciado la disminución de la diversidad genética en el campo, que se traduce en la erosión genética de la especie (Barrera et al., 2004). Los avances de investigación sobre cubios en Colombia, pese a la importancia cultural, nutricional y de uso alternativo de esta especie, aún no son suficientes (Clavijo, 2014).

En el presente artículo se van a describir las etapas del proceso productivo que se dan en el cultivo de cubio de tres variedades: Amarilla –K'ello-anu–, Morada –Muru-anu– y Gaticom –Putsu-mashua– en la Vereda Pára- mo de Guerrero, en el Municipio de Zipaquirá, Cundinamarca. Éstas son: 1) selección y clasi- ficación de la semilla, 2) establecimiento del cultivo, 3) desarrollo del cultivo, 4) sanidad del cultivo y 5) cosecha y poscosecha. Se toma como referencia el manejo agronómico del tu- bérculo andino más importante: la papa, ya que para el sistema productivo del cubio aún no se han estandarizado las condiciones de manejo para sus diversas etapas productivas en la zona donde se encuentra establecido el cultivo.

SELECCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LA SEMILLA

El inicio de la selección consiste en separar los tubérculos dañados, deformes, cortados o rajados de aquellos que están sanos para mantenerlacalidaddelproducto(DANe,2013),tal como se muestra en la fotografía 1.

Selección de Cubio
Fotografía 1.
Selección de Cubio
fotografía tomada por las autoras.

Se tuvieron en cuenta los siguientes factores y características para seleccionar tubérculos- semilla de buena calidad.

Tabla 1.
Factores y características que se deben tener en cuenta para seleccionar tubérculos-semilla de buena calidad para la siembra
FACTORES CARACTERÍSTICAS
Pureza de la semilla Sin mezcla de tubérculos de otras variedades. Tubérculos con el color y la forma característica de cada variedad.
Semilla sana Libre de plagas y enferme- dades caudadas por hongos, bacterias, virus y nematodos.
Buenas condiciones físicas Uniformidad en forma y tamaño. Sin daños mecáni- cos, tubérculos turgentes con brotes múltiples, fuertes, sanos, y verdeados.
Corpoica (2003).

La clasificación más implementada por los productores de papa es por tamaño:

Tabla 2.
Clasificación de la semilla para la siembra de papa
CLASIFICACIÓN TAMAÑO (G)
Primera (120-150)
Segunda (70-119)
Tercera (40-69)
Corpoica (2003).

Esta clasificación es importante porque al momento de cultivar la primera se debe sembrar aparte de la segunda, para que haya una mayor uniformidad en la emergencia (Corpoica, 2003). Para la clasificación de la semilla de cubio, se realizaron las medidas de diámetro, largo y tamaño de las tres varie- dades de cubio para obtención de una mayor homogeneidad de la semilla y así inhibir problemas en la emergencia.

Tabla 3.
Clasificación de la semilla para la siembra de cubio
Clasificación de la semilla para la siembra de cubio
elaboración propia.

Clasificación de la semilla de cubio amarillo, gatico y morada
Fotografía 2.
Clasificación de la semilla de cubio amarillo, gatico y morada
fotografía tomada por las autoras

No se realizó un tratamiento preventivo para plagas y enfermedades. Se debe contar con un sitio seco y poca entrada de luz, esto con el fin de favorecer el verdeamiento y la genera- ción de brotes cortos, vigorosos y resistentes al ataque de insectos y hongos del suelo al momento de siembra. El periodo de almacena- miento para la papa es de cuarenta y cinco sesenta días, terminando este tiempo la semi- lla estará lista para la nueva siembra (DANe, 2013). La semilla de cubio que se utilizó para la siem- bra tuvo un periodo de almacenamiento de veinte días, donde se evidenciaban los brotes cortos, vigorosos y resistentes.

ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO

La mashua ha sido severamente desplazada en las áreas de cultivo campesino (Almeida, 2014). Según Corpoica (2003), la etapa co- rrespondiente al establecimiento del cultivo comprende tres momentos.

Primer momento

Selección del lote. Debe estar localizado en cli- mas fríos y húmedos, ya que prospera en clima nublado y brumoso a alturas de 2 400 y 4 300 msnm a lo largo de la cordillera Andina, es tolerante a heladas y crece en suelos con pH desde 5.3 a 7.5 (National Research Council, 1989). Los suelos que se recomiendan para el establecimiento del tubérculo de cubio, son suelos profundos con buen contenido de ma- teria orgánica, con temperatura media anual que fluctué entre los 6 y 14°C y con una pre- cipitación lluviosa de alrededor de 700 a 1200 mm anuales (Suquilanda, 2010). Se recomien- da realizar análisis de suelos.

Toma de muestra de análisis de suelo
Fotografía 3.
Toma de muestra de análisis de suelo
fotografía tomada por las autoras.

Segundo momento

Preparación del terreno. Suelo blando o suelto, con el objetivo de obtener una mayor produc- ción, favorecer la adecuada disponibilidad de humedad en época seca –capacidad de cam- po– y permitir el drenaje del exceso de agua en época de lluvia. Eliminar terrones, piedras, basura, etc. Se utilizó el azadón para cortar el abono verde y posteriormente armar los sur- cos con distancia de siembra de 0.4 m y entre surcos de 0.7 m (Valdivia et al., (1999). Esto permite obtener una buena aireación y desa- rrollo de las raíces. No se aplicó fertilización edáfica ni aplicación de cal para reducir la aci- dez en el suelo (DANe, 2013).

Preparación área de siembra
Fotografía 4.
Preparación área de siembra
fotografía tomada por las autoras.

Tercer momento

Realización de la siembra. Se realizó de manera manual, teniendo la precaución de no lastimar los brotes, depositando la semilla por cada uno de los sitios de siembra a una profundidad de 15 cm. Se hizo a la misma profundidad que se siembra la papa, ya que es de anotar que a esta profundidad se asegura una emergencia más rápida de la planta y se reduce la pudrición de la semilla (DANe, 2013). Finalmente, se tapó la semilla con tierra de manera manual, con lo cual se busca estimular el enraizamiento y proteger los tubérculos de la luz solar y las aves. Según Clavijo (2014), se puede sembrar en cualquier tiempo, con una previa y cuidadosa preparación del suelo, es decir, que este blando o suelto.

Siembra de la semilla de cubio
Fotografía 5.
Siembra de la semilla de cubio
fotografía tomada por las autoras.

DESARROLLO DEL CULTIVO

Morfología. Planta herbácea de crecimiento inicialmente erecto que luego varía a semi- postrada y trepadora, habito rastrero, y con follaje compacto; sus hojas son tres lobuladas o cinco lobuladas, delgadas y pequeñas de color verde oscuro brillante en el haz y más claras en el envés.

Planta de cubio
Fotografía 6.
Planta de cubio
fotografía tomada por las autoras.

Tubérculo. Órgano aprovechable de forma cónica y color oscuro, de sabor agrio, tiene yemas alar- gadas y profundas, de forma cónica o elipsoidal (Asohofrucol, 2016). La piel de los tubérculos varía desde el blanco hasta el violeta-púrpura muy oscuro, pasando por el amarillo, naranja, rojo y rosado. La piel puede ser de un sólo tono o presentar manchas y rayas contrastantes con el ápice (Chabur, 2012).

Tubérculo, órgano de interés de la planta de cubio
Fotografía 7.
Tubérculo, órgano de interés de la planta de cubio
fotografía tomada por las autoras.

Según Bulacio y Ayarde (2012) se reconocen dos subespecies –ssp. Toberosum y ssp. Silvestre–, cuya diferencia es la presencia o no de tubérculos; aunque la constancia de este carácter es motivo de controversia, puede ser debido a erróneas determinaciones del material colectado. De las dos, la subespecie.T. tuberosum Ruiz & Pav. es la domesticada y cultivada por sus tubérculos comestibles, por lo tanto, la mejor conocida; mientras que de la subespecie. T. silvestre Sparre sólo es posible contar con escasos y fragmentados apuntes sobre algunas de sus características de campo, lo que explica la dificultad para diferenciarlas.

El crecimiento de la planta de cubio se puede diferenciar por las siguientes etapas: emer- gencia, crecimiento vegetativo y reproductivo–desarrollo de tallos, hojas, inicio de tuberi- zación, floración y fructificación– y madurez fisiológica (Tapia & Fríes, 2007).

Estadios de crecimiento del tubérculo Cubio
Figura 1.
Estadios de crecimiento del tubérculo Cubio
Tapia & Fríes (2007).

Las etapas de crecimiento determinan las di- ferentes prácticas de manejo del cultivo, como el aporque, la desyerba, control de plagas y en- fermedades, requerimientos de nutrientes y de agua, de cuya apropiada y oportuna realización generará un impacto positivo en cuanto a pro- ducción y calidad del cultivo (DANe, 2013). En el cultivo de cubio se han realizado las siguientes prácticas de manejo: desyerba, aporque.

En cuanto a la desyerba, esta práctica cultural busca que el cultivo esté libre de arvenses, periodos comprendidos entre la siembra y el aporque (Corpoica, 2003). En el cultivo de cubio a los cuarenta y cinco días de sembrado se realizó esta práctica, ya que se presentaba el crecimiento de otras plantas con una altura mayor a la de la planta de cubio. Se retiró con azadón y de manera manual, pero se dejó en las calles y surcos del cultivo para incorporación de materia orgánica al suelo. Se pueden dejar las arvenses, pero se recomienda realizar in- vestigación de las mismas para saber qué efecto puede causar en el cultivo y de pendiendo de ello realizar el manejo pertinente.

Práctica de desyerba en el cultivo de cubio
Fotografía 8.
Práctica de desyerba en el cultivo de cubio
Robayo, O.

Respecto al aporque, este consiste en agregar suelo alrededor de la planta y levantar la altu- ra del surco, esto facilita la aireación del suelo, mantiene la humedad cerca de las raíces, pro- porciona soporte a la planta para evitar el volcamiento y mejora el drenaje del agua que se presente en exceso, evitando el encharca- miento. Con esta práctica también se logra que la planta desarrolle raíces y tubérculos, se evita que los estolones queden en la su- perficie convirtiéndose en tallos y no en tubérculos. También se busca evitar el verdea- miento de los tubérculos, condición que afecta la calidad del producto y el ataque de plagas y enfermedades (Corpoica, 2003).

El momento adecuado para realizar el aporque según Clavijo (2014), es cuando la planta tiene una altura de 15 a 20 cm. En el cultivo se realizó a la altura indicada a los cincuenta y cuatro días de sembrado. No se realizó aplica- ción de fertilizante edáfico.

Aporque en el cultivo de cubio
Fotografía 9.
Aporque en el cultivo de cubio
fotografía tomada por las autoras.

SANIDAD DEL CULTIVO (MANEJO AGROECOLÓGICO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES)

Para Corpoica (2003), el primer requerimien- to para un cultivo sano es mantener la salud del suelo, sus características físicas, químicas y fertilidad; también, utilizar la semilla sana. El cultivo sano es capaz de defenderse por sí mismo de las plagas y enfermedades, así como de compensar cualquier daño y rendir una producción satisfactoria (DANe, 2013). Para ello se deben realizar prácticas de cultivo apro- piadas de acuerdo con las diversas etapas de desarrollo del cultivo, Corpoica (2003).

Se debe tener cuidado con que la plaga que aparezca en el cultivo no cause un nivel de daño económico, esto quiere decir que un organismo parásito se constituye en un problema solamente si su acción disminuye los rendimientos del cultivo, por esta razón, el productor debe observar y evaluar las en- fermedades y plagas durante el desarrollo del cultivo y decidir en forma oportuna las medidas a tomar. Cuando se presenta una plaga o enfermedad, el objetivo principal es manejarla o tratar de erradicarla, esto significa que se deben de ejecutar un conjunto de prácticas y métodos de control que apoyen unos a otros (Corpoica, 2003).

En el cultivo establecido se detectó a los cuarenta y tres días de sembrado, el ataque de una plaga denominada Copitarsia decolora Guenée. Se encuentra registrada en Venezuela, Uruguay, Perú, Colombia, Costa rica, Ecuador, Guatemala, México Argentina y Chile. Las larvas de C. decolora atacan a diversos cultivos (Angulo & Olivares, 2003).

Tabla 4.
Clasificación taxonómica según Simmons
Clasificación taxonómica según Simmons
Simmons et al. (2004).

C. decolora se demora un promedio de 71,50± 7,22 días en huevo hasta la emergencia de los adultos cuando son criados en invernade- ro a una temperatura de 17,72 °C y 65,26 % de humedad relativa (Moreno & Serna, 2006). El macho tiene una longevidad de 18,44 días y de la hembra quince días. Cada hembra puede llegar a colocar 1000 huevos. De acuerdo a la Figura 2, el ciclo biológico de C. decolora de huevo a adulto –incluido su longevidad–tiene una duración de 88,22± 13,22 días.

 Ciclo de vida de Copitarsia decolora
Figura 2.
Ciclo de vida de Copitarsia decolora
Gandarillaset et al. (2014).

En el cultivo se detectó a los cuarenta y tres días de sembrado la presencia de la plaga C. decolora, en los estados de larva y pupa, causando daños en un 70% en los estadios de formación de estolones e inicio de tuberiza- ción del sistema productivo, cuando la planta ya tenía entre cinco y setenta hojas.

Larva y pupa de C. decolora
Fotografía 10.
Larva y pupa de C. decolora
fotografía tomada por las autoras.

Los daños no vienen de los adultos sino de las larvas que causan defoliación en la planta de cubio. Según Gandarillas et al. (2014), los adultos se alimentan del néctar de la flores y secreciones azucaradas que secretan algunas plantas thola –Parastrephia lepidophylla, P. lucida–, botón de oro –Hymenoxis robusta–, kiswara –Polylepis tarapacana– y otros.

Bajo las condiciones del altiplano boliviano, las larvas de Copitarsia pueden estar presentes durante todo el ciclo vegetativo del cultivo causando dañosmúltiples. Laslarvasreciéneclo- sionadas minan la inflorescencia en formación causando ramificaciones en la planta. Durante la fase de desarrollo de la planta y cuando las larvas son más grandes se comportan como de- foliadores (Gandarillas et al., 2014).

Daños causados por larva de C. decolora en la planta de cubio
Fotografía 11.
Daños causados por larva de C. decolora en la planta de cubio
fotografía tomada por las autoras.

El control de la plaga se realizó a los cinco días después de haber detectado la plaga en el cultivo, se aplicó un insecticida- acaricida cuyo ingrediente activo es Azadirachtina indi- ca, el cual es un extracto vegetal extraído de las semillas del árbol de Neem, eficaz contra amplio espectro de plagas como ácaros, trips, mosca blanca, entre otros. No se genera resis- tencia del insecto hacia el ingrediente activo. Es seguro para insectos benéficos y amigable con el medio ambiente. El modo de acción del producto es deterioro de los adultos, suprime la reproducción, reduce la ovipostura, reduc- ción de la eclosión, afecta el desarrollo de las larvas, regulador del crecimiento, inhibidor alimentario (Ibicol, 2015).

Aplicación del producto insecticida-acaricida
Fotografía 12.
Aplicación del producto insecticida-acaricida
fotografía tomada por las autoras.

El efecto del insecticida no pudo ser evaluado porque se presentó a los cinco días de la aplica- ción una precipitación de granizo en el cultivo, la cual causó rompimiento y destrucción del área foliar de la planta, como se evidencia en la fotografía 13. El cultivo de cubio tenía sesen- ta y tres días de sembrado. Según Alesandrelli G. et al. (2008), el daño de plantas de maíz por granizo en estadios de crecimiento tempranos, raramente resultan en una pérdida significati- va de plantas o rendimiento, debido a que el ápice de crecimiento se encuentra debajo de la superficie del suelo. Entonces cuanto más temprana sea la defoliación mejor será la recu- peración del área foliar del cultivo, por lo que las reducciones en rendimiento serán menos marcadas.

Daños por granizada en el cultivo de cubio
Fotografía 13.
Daños por granizada en el cultivo de cubio
fotografía tomada por las autoras

Las plantas tras la ocurrencia de un siniestro de granizo ponen en marcha distintos mecanis- mos fisiológicos de recuperación encaminados a disminuir el daño que se les ha ocasionado. El proceso de recuperación se ve afectado por los factores relacionados con el medio en el que se desarrolla el cultivo –factores extrínsecos– como los ligados a la constitución genética de la planta los –factores intrínsecos– (Del Hierro et al., 1994).

En el cultivo también se presentó inundación de- bido a altas precipitaciones y al desbordamiento del caudal de una quebrada que se encuentra cerca al cultivo, ocasionando el arrastre de las plantas y la inundación del cultivo, como se evi- dencia en las fotografías 14 y 15.

Daños causados por altas precipitaciones y desbordamiento del caudal de una fuente hídrica
Fotografía 14 -15.
Daños causados por altas precipitaciones y desbordamiento del caudal de una fuente hídrica
fotografía tomada por las autoras.

Para ayudar a la recuperación del cultivo, se realizó un abonamiento foliar, ya que, según Meléndez y Molina (2003), es un medio apropiado para aplicar nutrimentos a los cul- tivos durante períodos de estrés causados por diversas razones, tales como la sequía, el encharcamiento, heladas, aplicación de agro- químicos, etc. Se aplicó melaza, la cual ha sido utilizada en el cultivo de caña como fertilizante (Dunn et al, 1999) con un fertilizante orgánico mineral formulado con nutrientes quelatados en aminoácidos que se obtienen por acción microbiana y enzimática, son de rápida asi- milación, activan la energía y el metabolismo en las plantas, recuperando los cultivos de la intoxicación, del daño por heladas, sequías, enfermedades o insectos plaga; bioactiva el balance de la nutrición y bioactiva en el culti- vo la asimilación de nutrientes desde el suelo mejorando el desarrollo vegetativo, la flora- ción y la formación de frutos (Oriusbiotech, 2015). También las aplicaciones foliares de urea y melaza son una práctica agronómica a la que recurre el agricultor con cierta frecuen- cia, principalmente cuando el cultivo presenta síntomas de estrés, y su función puede ser aná- loga a la que realizan los aminoácidos como fuente nitrogenada (Arjona et al., 2004). En el cultivo de cubio establecido no se presentaron enfermedades.

COSECHA Y POSTCOSECHA

La cosecha y postcosecha comprenden todas las actividades desde la extracción y manipula- ción del producto, partiendo de la recolección, clasificación, selección, empaque, pesada y transporte, incluyendo almacenamiento, pro- cesamiento y consumo, como resultado del proceso productivo en condiciones óptimas para su realización (DANe, 2013).

Según Corpoica (2003), para obtener una cose- cha de buena calidad y presentación aceptable, es necesario que el cultivo haya llegado a su estado de madurez. Se debe adelantar prefe- riblemente en tiempo seco, en condiciones similares debe estar el suelo, esto garantiza contar con los tubérculos limpios, sanos y con humedad adecuada para su comercialización, en caso contrario, cuando se cosecha en condi- ciones húmedas, los tubérculos y el empaque tienen una presentación borrosa, lo cual será castigado por el mercado.

La cosecha de cubio en Colombia se realiza de forma manual con herramientas como el azadón, escarillo o gancho. Debido a su corto ciclo vegetativo es posible realizar dos siembras en el año. De acuerdo con Clavijo (2014), la cosecha se produce desde los cuatro meses, cuya ubicación del cultivo no exceda los 2900 msnm, en cambio la cosecha se produce de cinco a seis meses después de la siembra si esta se realizó a una altura superior a los 2900 msnm. Por el contrario, Gonzáles et al. (2003) menciona que en Bolivia el ciclo vegetativo es de siete a ocho meses.

Después de extraer el cubio, se recomienda a los productores adelantar la tarea de seleccio- nar la semilla teniendo en cuenta su forma y tamaño para la nueva siembra de –8-10 cm– (Suquilanda, 2010). De manera inmediata, una vez clasificada, se seleccionan con el fin de obtener un producto de buenas condiciones y de calidad uniforme.

Tabla 5.
Selección y limpieza del tubérculo
SELECCIÓN Y LIMPIEZA Autoconsumo y venta Tamaño Diámetro 10-12 cm 2.5 cm Semilla: tubérculos verdeados 12-15 cm 2.5-3.00 cm Alimento de los animales Tubérculos agrietados, cor- tados o deformes.
Suquilanda (2010).

El cubio seleccionado para el autoconsumo y la venta se somete a un proceso de limpieza con agua limpia, utilizando un pequeño cepillo para eliminar los restos de tierra que se adhieren al tubérculo (Suquilanda, 2010).

Almacenamiento

Después de la cosecha de cubio, una parte de la producción se destina al mercado, otra al consumo y otra a la semilla; esta última es almacenada generalmente en un rincón de la vivienda o en almacenes tradicionales propios de la zona productora. El tiempo de almacena- miento de este tubérculo es de dos a tres meses (Gonzáles et al., 2003), después de transcurri- do este tiempo, se pueden presentar pérdidas por verdeamiento y pudrición del tubérculo (Salas, 1998).

Usos y propiedades

El cubio ha sido utilizado como alimento desde tiempos prehispánicos y ha persistido en el tiempo, ya que se cosecha y consume en varias comunidades campesinas, urbanas e indígenas de Colombia (Vega & López, 2012). Ancestralmente la mashua se ha consumido cocida, sola o formando parte de mazamo- rras o locros (Estrella, 1998). Se le atribuyen diversas propiedades gastronómicas ya que se pueden hacer preparaciones de sal y dulce (Barón et al., 2010). Es un alimento de carácter energético (Tapia, 2006).

Según Quispe et al. (2015), es un alimento importante por su alto contenido de vitamina C yproteínas, el cual supera al de la leche mater- na. También existen reportes experimentales de propiedades medicinales de cubio (Arrázo- la, 2007), que son resultado de la presencia de glucosinolatos y sus derivados, principalmente de p-metoxibencil-isotiocianato y de Bencil- isotiocianato, siendo este último un agente anticancerígeno, que actúa eficazmente contra una amplia gama de células tumorales.

Tabla 6.
Composición proximal en 100g de papa, oca, olluco y Mashua
Composición proximal en 100g de papa, oca, olluco y Mashua
pUNO (2012).

También posee un enorme potencial para la industria debido a su contenido de anti- oxidantes, que ha sido material de estudios para diversas investigaciones, las cuales han concluido que el extracto de polifenol de cubio tiene buenas propiedades contra el daño oxidativo de estructuras biológi- cas ricas en ácidos grasos poliinsaturados, pudiéndose utilizar esta propiedad en la industria cosmética y de alimentos (Campos et al., 2006) y siendo considerado como una fuente potencial de nutracéuticos en el futuro (Chirinos et al., 2006).

Asimismo, el cubio comparado con la papa, el olluco y la oca presenta una mayor capacidad antioxidante, con alto contenido de antocia- ninas y carotenoides. Atributos que hacen del cubio un cultivo con un gran potencial y que podría ser utilizado en el mejoramien- to genético, la industria farmacéutica y en la nutrición. De igual modo, contiene propieda- des medicinales en el manejo de afecciones de la próstata, riñones y en el sector agrícola. Según García y Cadima (2003), los isotiociana- tos –aceite de la mostaza–, son bien conocidos por su antibiótico, insecticida, nematicida y propiedades diuréticas, de allí sus propieda- des medicinales. El picante que caracteriza al cubio es producido por p-isotiocianatome- toxibencilo, por ello no es apetecido debido a su sabor amargo asociado con la presencia de isotiocinatos –ITC–, liberados por la hidrólisis de los glucosinolatos –GLs–(Grau et al., 2003). El sabor del cubio es similar al del berro o rábano picante, al cocerse tiene una textura agradable y un sabor aromático (Hermann, 1992).

Algunos estudios han mostrado que los ge- notipos morados de cubio tienen un alto contenido de compuestos fenólicos, compa- rables con aquellos encontrados en alimentos considerados como antioxidantes. Además, los tubérculos morados presentan actividad anti- oxidante diez veces mayor que los genotipos amarillos (Arias, 2011). Según un estudio rea- lizado por Patiño (1998), la variedad amarilla–Kellu– procedente de la zona de Bolivia po- see 8.9 g de proteína cruda en 100 g de materia seca de tubérculos y aminoácidos entre los que se identificaron nueve de los diez esencia- les para la alimentación.

Tabla 7.
Composición química de cubio del Ecuador
PARÁMETRO MASHUA
Humedad (%) 88,70
Cenizas (%) 4,81
Proteína (%) 9,17
Fibra (%) 5,86
Extracto Etéreo (%) 4,61
Carbohidrato Total (%) 75,40
Ca (%) 0,006
P (%) 0,32
Mg (%) 0,11
Na (%) 0,044
K (%) 1,99
Cu (ppm) 9,00
Fe (ppm) 42,00
Mn (ppm) 7,00
Zn (ppm) 48,00
I (ppm) -
Almidón (%) 46,92
Azúcar Total (%) 42,81
Azúcares reductores (%) 35,83
Energía (Kcal/100g) 440,0
Vitamina C (mg/100 g mf) 77,37
Eq. Retinol /100g mf 73,56
Acido Oxálico/100 g mf -
Espin et al. (2014).

Debido a la riqueza nutricional del cubio, los chefs Camilo Ramírez y Marcela Arango del restaurante el Ciervo y el Oso de Bogotá, buscan revalorizar este producto, por ello crearon un sitio web del Club de Fans del Cubio, donde el amante o seguidor del producto puede plasmar sus impresiones respecto del mismo, también quisieron demostrar al público que el cubio sabe rico si se prepara bien, ya que cuando se lo nombra se demuestra rechazo, pero los comensales después de probar sus recetas hechas con cubio se sienten sorprendidos y admirados, tanto que el cubio se ha asegurado una fanaticada creciente (Martínez, 2015).

Tabla 8.
Composición nutricional de cubio según variedades
COMPOSICIÓN CUBIO
Blanco ojo morado Amarillo Blanco Sin variedad disponible
Energía (Kcal) 54,0 68,0 44,0
Proteínas (g) Lípidos (g) 0,4 2.1 0.6 1,6 0,4 1.6 0,1
Carbohidratos totales (g) 2,2 6,5 9,3
Clavijo (2014).

También el cubio se toma las redes sociales de los cocineros del país, ya que se han unido a #retodelcubio, una campaña para rescatar un tubérculo que se mantiene en el olvido (Diners, 2015).

Según Fairlie (1999), los tubérculos andinos tienen un posible mercado por las futuras demandas comerciales que puedan esta- blecerse en base a variedades nativas. La revalorización del cubio aportaría con un conocimiento más relevante del mismo en la población, en el que no sólo se conozca como un sembrío más, sino también como producto típico de nuestra región y con un uso consiente dentro de la cocina Andina, prolongando así más su existencia dentro del ámbito agrícola. Se podría apreciar un poco más la gastronomía, dándole originalidad y nuevas formas de preparación con productos tanto tradicionales como nuevos, que combi- nándolos con cubio pueden dar muy buenos resultados (Espin, 2003).

CONCLUSIONES

• El sistema productivo del cubio es de im- portancia en los países andinos ya que hace parte de la soberanía alimentaria de las poblaciones más vulnerables.

• La producción agroecológica causa un impacto positivo en los aspectos social, económico y ambiental. Es resistente a condiciones adversas, sequias, plagas y enfermedades, además de ser un cultivo con bajos costos de producción.

• Es importante realizar la inclusión del cubio en recetas de cocina de las familias de todos los estratos sociales para la di- versificación de la alimentación y aporte nutricional, medicinal y diversidad gastronómica.

• Se debe realizar mayor investigación en cuanto a su cultivo y producción, en usos medicinales, gastronómicos, ya que es un tubérculo que posee características po- tenciales para ser un producto comercial debido a que es rico en vitamina C, azúcares, almidón y proteínas.

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