INTRODUCCIÓN

El Ministerio de Salud de Nicaragua, entre 2008 a 2012, analizó la malnutrición en menores de 72 meses y encontró que el 31 % de los menores de seis meses de edad padecían desnutrición y una prevalencia de anemia ferropénica en menores de edad del 15,8 %. Además, el 73 % de la po- blación en general no llenaba sus requerimientos energéticos diarios1.

Los estudios describen como entre los pobres en Nicaragua, la desnutrición crónica se ha ido reduciendo de forma paulatina y significativa- mente bajo la influencia del Programa Nacional de Micronutrientes del Ministerio de Salud. El segundo programa implementado fue la Red de Protección Social y finalmente el proyecto comunitario de salud y nutrición. Los quintiles más pobres y el segundo quintil tuvieron las re- ducciones mayores (11 y 10.6 puntos porcentua- les respectivamente)2.

Por lo cual, para tener más éxito en mejorar la nutrición de la niñez más vulnerable en el mundo, se sugiere una estrategia basada en la comprensión de la experiencia, los aspectos con- ductuales, actitudinales visibles en las personas y su entorno. Asimismo, explicados y significados por ellos mismos a nivel de la comunidad y el hogar en sus propios términos, con sus propios códigos, pues permiten comprender mejor su realidad y servir de base para estrategias de se- guridad alimentaria basadas en comportamien- tos deseables o saludables3.

Desde hace alrededor de dos décadas la pobreza también está siendo asociada con un nuevo pro- blema nutricional, la obesidad. En el año 2010,

junto a los 104 millones de niños en condición de desnutrición, coexistían en el mundo 43 mi- llones de niños menores de 5 años con sobrepeso y en muchos hogares había un miembro desnu- trido (casi siempre el hijo) y uno de los padres con sobrepeso 4, 5.

El presente estudio se realizó en la comunidad rural «La Cal» perteneciente al departamento de Jinotega en Nicaragua, situada al pie de una colina de la cordillera montañosa Isabelia con difícil accesibilidad geográfica. Esta comunidad es considerada de extrema pobreza, pertenece al llamado corredor seco y es altamente vulnerable al cambio climático.

METODOLOGÍA

Se estudió con un enfoque fenomenológico la experiencia vivida por las madres con respecto a la nutrición de los niños y niñas. Desde una posición inductiva, la comprensión de este fenó- meno emerge y se construye a partir de las expli- caciones que de su realidad hicieron los propios actores en sus propias palabras y códigos.

Se seleccionó la comunidad buscando la existen- cia de organización comunitaria en salud, de re- cursos alimenticios disponibles a lo interno de la comunidad, madres para brindar la información oral y recibir visitas domiciliarias. En la selec- ción de muestra teórica los sujetos claves fueron las madres o cuidadores habituales que tienen niños o niñas; sujetos expertos y acompañantes para el análisis, fueron los trabajadores volunta- rios de la comunidad en este caso la partera y el grupo de monitoreo comunitario del crecimien- to y desarrollo infantil.

Además de las entrevistas se utilizaron otras he- rramientas6 como los datos de la antropometría realizada y análisis de calidad del agua de los ho- gares con el fin de profundizar posible correspon- dencia entre este constructo social y otros deter- minantes del estado nutricional de los niños.

A través de la líder comunitaria, que a su vez es partera, se contactó a las ocho familias que en esta comunidad tienen niños menores de cinco años de edad. Se solicitó consentimiento infor- mado el cual fue grabado previo a iniciar la en- trevista con las madres incluidas en la muestra teórica, se garantizó el anonimato a las madres representando los casos en números arábigos del uno a los ocho asignados aleatoriamente.

Para saturar las categorías de búsqueda se uti- lizaron adicionalmente las notas que se obtu- vieron durante las observaciones en las visitas a los hogares que fueron visitados hasta en tres ocasiones. 7 Las entrevistas se transcribieron en documentos de Word y Excel en donde se reali- zaron las clasificaciones de categorías y códigos.

La evaluación nutricional se realizó según talla para la edad y el IMC, según su percentil alcan- zado comparando con tablas de estándares de Crecimiento de acuerdo a la OMS8, estas medi- ciones instrumentales aportaron elementos de triangulación y enriquecieron la comprensión del fenómeno. La duración total del trabajo de campo fue de tres meses.

Por otra parte, para analizar todos los datos se utilizaron las seis fases para la realización del estudio fenomenológico:9 a) descripción del fe-

nómeno: mediante los relatos de las madres y lo observado en las viviendas; b) búsqueda de múl- tiples perspectivas triangulando la información con lo referido por agentes comunitarios y las mediciones de la calidad del agua usando pha- toscreen y las antropometrías; c) búsqueda de la esencia y la estructura a través de las catego- rías de análisis establecidas características de las madres (educación, ocupación) disponibilidad, accesibilidad y utilización de recursos alimenti- cios; los conocimientos y prácticas en alimenta- ción y nutrición).

Las categorías de análisis utilizadas fueron de- rivando en diversos códigos cuyo listado se fue ampliando a medida que se obtenía la infor- mación por parte de las entrevistadas. Poste- riormente, se realizó d) constitución de la sig- nificación comprendiendo lo expresado por las madres en relación a la alimentación de sus hijos y otros determinantes de la misma hasta lograr;

e) suspensión de enjuiciamiento solamente res- petando como ellas perciben su realidad y f) la interpretación del fenómeno. De tal manera, tra- tando de sacar a la luz los significados ocultos y se extrajo de la reflexión una significación que profundizó por debajo de los significados super- ficiales y obvios de cómo viven las personas sus experiencias y los significados que estas asignan a los fenómenos de la alimentación infantil en el hogar mediante sus interacciones y con sus pro- pias palabras.

RESULTADOS

La comunidad «La Cal» es considerada una co- munidad de extrema pobreza y pertenece al lla- mado “corredor seco”, caracterizado por nulas o muy pocas precipitaciones lo cual solo permiten al suelo sostener una cosecha de granos básicos al año. También se extrae madera para la venta de leña en la ciudad de Jinotega, siendo esta la acti- vidad económica más importante para subsistir.

Carecen de servicios básicos como luz eléctrica y agua potable, las fuentes de agua son superfi- ciales y la mayoría del agua que consumen está contaminada con coliformes sp lo cual se pudo verificar con el método de phatoscreen. Se ana- lizó el agua de los recipientes de agua para beber y cocinar en las casas; únicamente dos casos de los ocho tenían agua apta para consumo humano, pese a que poseen filtros para agua y que algunos mencionaron que la cloran.

Las dos actividades económicas principales afec- tan el bosque debido a que usan técnicas ances- trales para las prácticas agrícolas, en todos los ca- sos. Todas las familias cocinan a diario con leña la cual es extraída sin planes de manejo en un proceso más bien de recolección. Dada las carac- terísticas de la comunidad donde el terreno no es apto para cosechar otros alimentos, deben com- prarlos lo cual tensa su pobre economía familiar.

Todas las madres que participaron en el estudio son de baja talla, menos de 1,60 metros, todas son amas de casa, la mayoría solo saben leer y escri- bir, la ocupación de todas es ser ama de casa.

Las madres tienen conocimientos sobre dieta balanceada pero predomina la ingesta de carbo- hidratos, bebidas artificiales y se consumen muy pocas proteínas frutas y verduras. En relación a la antropometría realizada utilizando la clasifi- cación de la OMS para clasificar el estado nutri- cional de las niñas y niños se encontró: dos niños con peso normal, seis niños en riesgo de sobrepe- so y dos niños con sobrepeso. (Tabla 1.)

DISCUSIÓN

La comunidad de «La Cal» tiene muchos de los determinantes sociales para que ocurra la mal- nutrición como: una limitada disponibilidad de alimentos, el consumo de agua sin tratamiento; además, un bajo nivel académico de las madres de familia de las zonas rurales, sobre las cuales recae gran parte de la responsabilidad alimenta- ria y nutricional de los niños10.

Aspectos económicos

El tipo de terreno no es apto para otros cultivos lo cual limita la disponibilidad de alimentos y su dieta es básicamente carbohidratos. Al respecto, nos comentaba el caso 6:

«…en la mañana yo les doy un huevito cocido con fri- jolitos fritos a las doce, arrocito, frijoles y en la cena… en la cena gallo pinto (arroz con frijoles)...Este… fres- quito a las doce, en la mañana toma café y por la tarde...Frescos así naturales…compramos así en la venta fresquitos así, de esos tang que les llaman… de esos más...Este... usted sabe que hasta onde uno pue- de, hasta donde le da la bolsa a uno les compra a sus niños algo para que coman».

Cuando se indagó sobre la información sobre la dieta que debe darle a su niña la mamá del mismo caso explica:

«...A mí pues cuando yo he pasado consulta con la niña me han recetado la sopa de frijol que le dé por- que eso es un gran alimento para los niños, que los huevitos cocidos… es un buen alimento…para los ni- ños...Si, sí alimentos buenos hay lo que pasa es que uno tal vez usted sabe…que no puede comprarlos pero de haber hay cosas para los niños...Idea y ellos pues el pollo que es bueno, es buen alimento para los niños… que las frutas también son buenas para los niños dárselas ...Con el arroz, los frijoles, que espagueti…el fresco de ellos que a las doce eso es lo que les damos,

... Fresco de ese tang, eso es lo que les damos a ellos.»

En la primera interacción no se observó que con- sumieran frutas y vegetales. Llama la atención que refieren adecuados conocimientos de nutri- ción en relación a frutas ya que reciben educa- ción en el puesto de salud, pero terminan con- sumiendo refrescos artificiales (tang) en la casi totalidad de los casos.

Al indagar sobre la dieta de ese día (caso 3) refi- rió: … «este, hoy le di frijoles y arroz, guineos ver- des…y les hice ayote con dulce…en el día. Bueno en la mañana les hice gallo pinto (arroz con frijoles) le di con tortilla, después vine y les di arroz y frijoles y les coci guineos…verdes, después de eso les hice ayote con dulce les di, después… comieron pan, guineos madu- ros en la cena y les hice huevo y frijoles ya para cenar tortilla y frijoles y arroz, comieron chiverías…y pan y gaseosa bebió la niña».

Al evaluar el estado nutricional de los niños de las familias que fueron seleccionadas en la pre- sente investigación según su índice masa Cor- poral (IMC) solamente dos niños tenían peso normal, seis niños en riesgo de sobrepeso y dos niños con sobrepeso. Esto es congruente con la descripción de la alimentación ordinaria de los niños que describieron las madres. No se encon- tró desnutrición a pesar de las condiciones so- cioeconómicas ya ampliamente comentadas.

Se deben resaltar dos aspectos importantes, pri- mero la base de la dieta de carbohidratos en Ni- caragua es un aspecto cultural y debe tomarse en cuenta que los comportamientos alimentarios son interiorizados por las personas como ele- mentos integrantes de un sistema sociocultural determinado11. En segunda instancia, cuando disponen de recursos económicos las familias compran bebidas azucaradas y otros alimentos de escaso valor nutricional a pesar de expresar conocimiento de una dieta más balanceada.

A medida que disminuye el ingreso de las fami- lias, los alimentos de alta densidad energética y bajo contenido de nutrientes son la mejor ma- nera de proporcionar las calorías diarias a un precio alcanzable. Por el contrario, los alimentos ricos en nutrientes y la alimentación de alta ca- lidad no solo se vuelven muy costosos sino que son alcanzables solamente por la población de ingresos elevados. La obesidad es el efecto tóxico de la inseguridad económica y la caída de la eco- nomía familiar12.

En otras formas de justificar la inclusión de be- bidas carbonatadas en la dieta (caso 5) mencionó:

«bueno le doy gaseosa y a veces fresco de naranja, jugos a veces, bueno se la doy (gaseosa) porque él la pide y si uno no le da él llora, él pide riales para com- prarla».

Dentro de las carencias nutricionales de la die- ta en los niños de la comunidad La Cal llamó la atención que la leche no es parte importante de la alimentación de los mismos:

«No le doy leche a la niña (de 3 años) cuando le he dado es de vaca, la compramos, ahorita está escasa la leche…en el invierno es que la compramos, ahorita no hay leche. No, es que como ella casi no le gusta bebe poco…una media tacita de leche».

Los productos lácteos se consideran la mejor fuente dietética por el contenido y la biodispo- nibilidad del calcio que contienen, y ofrecer la ventaja adicional de proporcionar aportes signi- ficativos de otros nutrientes, contribuyendo así a la mejora de la calidad nutricional de la dieta. Durante la infancia y la adolescencia se requiere un aporte adecuado para alcanzar el pico óptimo de masa ósea, y más adelante para enlentecer su pérdida durante el envejecimiento.13 Pero, obvia- mente, para estas familias representa una dificul- tad acceder a este alimento básico.

Dos testimonios relevantes que hacen reflexionar sobre la disponibilidad insuficiente de alimentos en el hogar debido a las limitantes económicas:

Al momento de preguntarle a la mamá (caso 6), sobre la asistencia a la escuela explicó que el niño le dice «si hay comida me gusta ir a la escuela, pero que el niño dice que si no hay “mejor me vengo para la casa”». Esto es debido al programa de me- rienda escolar que impulsa el Gobierno de Ni- caragua y el Ministerio de Educación con el fin de contribuir a la nutrición de los niños especial- mente en áreas rurales.

El mismo caso explicó:

«Si yo tengo (comida) yo les doy, que estén bien llenos, que estén bien alimentados, por lo menos que darle sólo arroz y frijoles, eso no es alimento, eso no es sus- tancia tampoco, porque yo digo que es mejor darle un pedazo de malanga, un pedazo de papa, que se yo, eso sí es vitamina tal vez y no es… A mí me da lástima darles a mis niños solo frijoles, porque ellos desean comer una cosa buena, pero si tal vez uno no tiene verdad, porque yo al niño deseo darle cosas, verduri- tas cocidas, ¿que no deseo darle yo?»

El caso 2 comentó: «Bueno este usted sabe que no- sotros somos bajos de recursos, a veces le queremos dar una buena cosa no podemos, digo yo que las ver- duras…diferenciar la comida todos los días darles de otro tipo de comida…este hacerles un día de un… prepararla de un alimento, mañana de otro, pero us- ted sabe que nosotros somos …no tenemos capacidad para prepararles otros alimentos…a veces darles su… su lechita, otros tipos de fresco aunque sean natura- les pero …a veces no se hayan…a veces la fruta…es escaso...».

Fue llamativo la racionalización que se expre- saron algunas madres ante la falta de acceso a algunos alimentos cuando se le preguntó si con- sumían carne.

«La carne de cerdo y res le dan alergia al niño varón por eso no la compro».

«Bueno creo que no debemos darles comidas dañinas, bueno creo que sopa de carne, como sopa de res, creo que es dañina porque es muy grasosa»

«Por ejemplo, un huevo frito es malo, no es bueno dárselo…Porque el huevo frito, tiene grasa, por el aceite, pero cocidito sí. El arroz también muy seguido también es malo. .. esas, las carnes, casi no son bue- nas también, que sean esas carnes rojas, como esa de res, no me gusta dárselas, porque es muy dañosa».

Realmente al profundizar en las entrevistas se constató que casi nunca pueden consumir carnes y que el único acceso a proteína muy ocasional era pollo. El huevo a pesar de que es más accesi- ble si se hace frito representa un costo adicional del aceite y todos eso elementos suman a la hora de elegir la nutrición. Esto de limitar el uso de aceite se observó en el presente comentario del caso 6:

«Cuando el papá trae el pollito yo les pregunto a ellas que c.mo lo quieren, entonces ellas me dicen mamá nosotros lo queremos frito entonces tal vez el papá dice mejor hacérselos en sopa porque ellas así se lle- nan más, entonces les digo, ellas…. no papito dice ellas nosotros lo queremos frito entonces él dice pues acepta como ellas dicen cómo es que se lo van a comer…».

La comida habla de quiénes somos y de nuestra sociedad. Sin embargo, desde las ciencias socia- les, cuando se vincula alimentación y pobreza, también parecen retroceder ciertas dimensio- nes: prima la necesidad y no el gusto, la mate- rialidad frente a los significados, el cuerpo fren- te a la conciencia y los sentimientos; como si el cuerpo, los pensamientos y sentimientos fueran niveles diferentes14.

Aspectos socioculturales y percepción de la calidad de vida y nutrición

En las últimas décadas, se ha generado un interés por conocer los procesos salud enfermedad en el marco de la cotidianeidad de los sujetos, en sus diferentes espacios de convivencia e influencia. El grupo familiar, las relaciones y los vínculos que en él se generan determinan situaciones dis- tintas de cuidado que pueden estar favoreciendo o dificultando las situaciones de salud o enfer- medad infantiles15. Mediante la entrevista a pro- fundidad a las mujeres incluidas en el estudio y explorando en la categoría de análisis de las características de las madres se obtuvo informa- ción relevante al respecto.

Las mujeres en la comunidad «La Cal» son las que están destinadas exclusivamente al cuidado de los hijos y no pueden realizar actividades que les generen ingresos económicos. Algunas inten- tan pero son actividades esporádicas:

«Este yo… en la casa…este cuando tengo las gallinas yo echo (reproducir) gallina y vendo huevo, crio los cerdos, con eso yo me ayudo en la casa.... (caso 5).

Estos aspectos pueden ser contraproducentes en situaciones de sostenimiento de la distribución desigual de funciones al interior del hogar dadas por la naturalización de deberes y atribuciones a los géneros culturalmente construidos. El informe elaborado por UNICEF plantea que promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer permitirá obtener el doble dividendo de mejorar las vidas de las mujeres y de los niños16.

Las mujeres y los hombres asumen responsa- bilidades y papeles diferentes para asegurar el bienestar nutricional de todos los miembros del hogar y de la comunidad. Las mujeres asumen una función más destacada para asegurar la nu- trición y la seguridad alimentaria y la calidad de los alimentos y, también, son con frecuencia las responsables de procesar y preparar los alimen- tos para sus familias. El reconocimiento de esas funciones diferentes que desempeñan mujeres y hombres en la nutrición familiar es fundamental para mejorar la seguridad alimentaria a nivel de los hogares.11

El nivel educativo de las madres de los niños de la comunidad «La Cal» es muy bajo por lo que las mejoras en la situación educativa de las mu- jeres y en sus condiciones laborales repercutirían seguramente en una mejor inversión del dinero destinado a la compra de alimentos y ello inci- diría en la seguridad alimentaria y en un estado nutricional familiar más equilibrado.

Pese a todas las limitantes las familias se perciben alegres y satisfechas de sus condiciones actuales. El caso 6 expresó:

«Me ha gustado vivir aquí, la experiencia ha sido buena. He vivido en esta comunidad toda su vida, desde que nací. Bueno, o en mi comunidad he vi-

vido tranquila, con todo mi gente, hemos sido com- partida, todas las cosas que, que queremos algo es compartido con la comunidad. Aquí en mi hogar soy feliz, tengo 12 años de vivir aquí y contenta con mis niños, mi esposo. No tenemos problemas, solamen- te que estemos enfermos, y allí si estamos afligidos, pero mientras no haya enfermedad nosotros estamos tranquilos».

«Yo tengo treinta años, aquí nací, Mi mamá y una hermana vive aquí, los otros viven fuera…de la co- munidad. Me gusta la forma de vivir de las personas porque nosotros aquí los niños andan en cualquier parte y ya gracias a Dios hasta hoy pues no les ha pasado nada, tenemos confianza…con los vecinos …y es un lugar sano pues donde no hay droga ni nada de eso… y somos…las personas somos bien unidas, en todo andamos apoyándonos, todo pues es por unidos, unidad. Como casi todos aquí somos…primos…mis ti…mis tíos casi están la mayoría…casi todos somos familia, toditos. (caso 3)

CONCLUSIONES

Las familias en estudio conforman un grupo so- cial altamente vulnerable. Los recursos econó- micos y disponibilidad de alimentos son muy li- mitados. La alimentación de las niñas y niños no corresponde con los adecuados conocimientos que expresan las madres sobre dietas idóneas. Predomina la ingesta de carbohidratos y bebidas azucaradas lo que se expresa en que la mayoría de niños en estudio estaba en riesgo de sobre peso y con sobrepeso.

La experiencia vivida de limitantes para llevar a cabo una completa nutrición de sus hijos hace que den ciertos significados a las carencias racio-

nalizando para justificar la no inclusión de ali- mentos como carne roja, cerdo, leche o alimentos fritos en la dieta diaria. A pesar de todas las difi- cultades y las condiciones precarias, se muestran positivas y satisfechas, con actitudes adaptativas posiblemente derivadas de la naturalización de la pobreza.

Financiamiento Autofinanciado Conflictos de intereses

Los autores niegan tener conflictos de intereses.

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