Dossier
Impulsos «daguerranos» en Chihuahua, México. Vínculos entre la fotografía y la prensa antirreeleccionista durante la Revolución de 1911
«Daguerran» impulses in Chihuahua, MexicoLinks between photography and the anti-reelectionist press during the Revolution of 1911
Ciencia Nueva, revista de Historia y Política
Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia
ISSN-e: 2539-2662
Periodicidad: Semestral
vol. 7, núm. 1, 2023
Recepción: 15 Enero 2023
Aprobación: 24 Abril 2023
Resumen: El artículo aborda la relación entre la fotografía y la prensa durante los inicios del gobierno revolucionario en la ciudad de Chihuahua, al norte de México. Se examinan los posibles diálogos entre los periódicos antirreeleccionistas El Correo y El Padre Padilla, y la producción fotográfica local. Se develan los vínculos y tensiones entre los periodistas Silvestre Terrazas, José Reyes Estrada, Adolfo Fuentes Gámez y Rafael Martínez, apodado Rip-Rip, y los fotógrafos locales, como Ignacio Medrano Chávez, conocido como El Gran Lente. Por último, se reflexiona sobre el papel de la prensa antirreeleccionista y la fotografía como factores relevantes en el desplazamiento de la opinión pública durante los acontecimientos sociales de la Revolución de 1911.
Palabras clave: fotografía, prensa, periodistas, antirreeleccionismo, Revolución mexicana, Chihuahua.
Abstract: The article addresses the relationship between photography and the press during the beginnings of the revolutionary government in the city of Chihuahua. It analyzes the possible dialogues between the anti-reelection newspapers El Correo and El Padre Padilla, and the local photographic production. It reveals the links and tensions between journalists Silvestre Terrazas, José Reyes Estrada, Adolfo Fuentes Gámez y Rafael Martínez “Rip-Rip» with some photographers, such as Ignacio Medrano Chávez “El Gran Lente». It reflects on the anti-reelection press and photography as relevant factors in the displacement of public opinion during the social events of the 1911 revolution.
Keywords: photography, the press, journalists, anti-reelectionism, Mexican revolution, Chihuahua.
«La escritura es un gesto desafiante al que ya nos acostumbramos: donde no había nada alguien pone algo y los demás lo vemos».
Álvaro Enrigue1
«Cuando estas líneas sean leídas, separado de Uds. por la distancia, estaré cerca, muy cerca por los lazos de las ideas que nos unen».
Rafael Martínez Rip-Rip2
«No habiendo tenido efecto el traspaso de la fotografía […]» | Intermedio
El retrato de tres hombres absortos en la lectura de periódicos es más que la huella de un momento en la trayectoria de estas personas. En los registros cruzados entre fotografías de sucesos relatados en los diarios y las notas que hablan de fotógrafos en acción, es posible una reflexión sobre la relación entre la prensa y la fotografía, y los vínculos entre sus productores y su influencia como medios informativos. Los años en torno al inicio de la Revolución mexicana, entre 1909 y 1911, «los y las fotógrafas participarían de las efervescencias culturales, al identificar problemas sociales, sugerir maneras de resolverlos y celebrar […] los avances de las nuevas sociedades»3.
La relevancia de la imagen fotográfica y su incorporación en la cotidianeidad de la sociedad no evitó su eventual destrucción ni su dispersión. Entre las sobrevivientes, Georges Didi-Huberman utiliza la metáfora del fuego para pensar en la imagen que «arde por el deseo que la anima, por la intencionalidad que la estructura, por la enunciación e incluso por la urgencia que manifiesta»4. El montaje y articulación de algunas fotografías subsistentes permiten acercarnos y reconstruir el complejo entramado social y político de la ciudad de Chihuahua entre junio y noviembre de 1911; entrever las tensiones políticas por el poder de un movimiento que llegó de manera espectacular, alcanzó la apoteosis y provocó su propia catástrofe5.
La puesta en escena de los tres hombres leyendo presentaba las publicaciones que difundían las ideas antirreeleccionistas que encontraron eco entre los pobladores del estado de Chihuahua hacia 1910: El Grito del Pueblo y El Padre Padilla. Los protagonistas de la representación eran sus directores, José Reyes Estrada (ca.1884-1946), Rafael Martínez Rip-Rip (1881-1949) y Adolfo Fuentes Gámez (1884-1920), quienes acudieron a la fotografía de El Gran Lente, Ignacio Medrano Chávez (1887-1960), para hacerse un retrato como testimonio de su confluencia ideológica y personal (Figura 1). En esa cuidadosa composición y en la labor que desarrollaron al siguiente año se encuentran algunas de las claves para aproximarnos a los primeros meses del gobierno revolucionario en la ciudad de Chihuahua.
Martínez, Fuentes Gámez y Reyes Estrada ocurrieron al establecimiento de Medrano Chávez hacia mediados de 1910. Ahí el fotógrafo dispuso el attrezzo de su estudio para acomodar los periódicos que revelarían el carácter del retrato. A la derecha estaba de pie Adolfo Fuentes Gámez, originario de Zacatecas y colaborador del antecesor homónimo de El Padre Padilla en Parral, Chihuahua6; Rafael Martínez Rip-Rip, procedente de la Ciudad de México y otrora colaborador de Francisco I. Madero7, aparecía sentado; José Reyes Estrada estaba a la izquierda, era oriundo de la capital de Durango y había trabajado en El Diario con Juan Sánchez Azcona8. El movimiento aparente de quienes también hacían las funciones de reporters y editores comunicaban las actividades realizadas en sus redacciones, mientras formaban la edición de sus diarios. La cabeza gacha y concentrada de Fuentes Gámez, el perfil de Rip-Rip y la mirada directa de Reyes Estrada a la cámara fotográfica trazaban un recorrido compositivo apoyado en el telón de fondo que redondea la representación de acción política e ideología revolucionaria de estos hombres. La imagen fue construida por Ignacio Medrano Chávez, originario de Nochistlán, Zacatecas y quien prefería lo llamaran por el hipocorístico de Nacho.
En este elenco figuró también Silvestre Terrazas Enríquez (1873-1944), director del diario El Correo, quien había alcanzado notoriedad nacional tras ser encarcelado por sus publicaciones adversas al gobierno de Enrique C. Creel, en torno al robo del Banco Minero de Chihuahua9. Reyes Estrada y Martínez Rip-Rip se hicieron cargo de El Correo durante aquel periodo y se unieron para publicar El Grito del Pueblo,
Rip-Rip escribía y paraba a mano todas las galeras de composición que entraban en el periódico, pues también era cajista; yo reporteaba, distribuía, formaba e imprimía el periódico y trabajábamos tanto que una madrugada Rip-Rip se quedó dormido sobre la caja y una de las velas con que se aluzaba le prendió fuego a sus ropas y el calor de la lumbre fue lo que le hizo despertar; yo también rendido por el cansancio estaba acostado sobre la mesa de formación. Ante ese esfuerzo tan sobrehumano y sin posibilidades para ocupar gente que nos hiciera el periódico, decidimos darle muerte y en medio de lamentaciones nacidas de lo más íntimo de nuestros corazones le cantamos el «de profundis»10.
El testimonio de Reyes Estrada acontecía en un Chihuahua que acaso sentía con mayor fuerza la desigualdad e injusticia del gobierno del grupo político encabezado por Luis Terrazas y Enrique C. Creel, como lo documentan Pedro Siller y Mark Wasserman11. La inversión extranjera en las industrias minera, ganadera y forestal del estado de Chihuahua había transformado su capital en una pequeña y activa metrópoli, con la intromisión anuente de los Terrazas-Creel.
Tal movimiento económico posibilitó el incremento de prensas y periódicos, que en 1911 contaba doce imprentas y nueve publicaciones regulares. Algunos de los talleres tipográficos editaban su propio periódico con diferentes fines y líneas editoriales. De la Compañía Editorial Chihuahuense salía El Monitor Diario católico social de información; los colonos estadounidenses imprimían Chihuahua Enterprise en El Norte, homónima del diario de aliento gobiernista que también contaba con prensas propias; había asimismo giros netamente mercantiles y publicitarios en El Boletín Comercial y El Anunciador; además estaba la del Gobierno que publicaba el Periódico Oficial.
En los establecimientos de Silvestre Terrazas y Fuentes Gámez se tiraban El Correo y El Padre Padilla, ambos con la leyenda «Diario Independiente de Información» bajo el cabezal12. También estaba la Imprenta de la Escuela de Artes y Oficios, en cuya entrada se retrató buena parte de los tipógrafos e impresores que formaban los periódicos y movían las prensas por aquellos años. En 1907, bajo el lema Labor Omnia Vincit, el trabajo todo lo vence, de su estandarte conmemoraron la reorganización del Centro Tipográfico en Unión de Tipógrafos «Gutenberg» (Figura 2). En 1910 la sociedad mutualista ya contaba con treinta y siete miembros, entre quienes figuraban Silvestre Terrazas, José Reyes Estrada y Adolfo Fuentes Gámez13.
En el panorama de la prensa local únicamente había una publicación ilustrada14, la Revista Chihuahuense de Ciencias, Letras e Información del Oficial Mayor José María Ponce de León. Ahí se reproducían fotograbados de acontecimientos locales importantes, como las fiestas del Centenario de la Independencia, o lugares históricos, como el desaparecido colegio jesuita y templo de Loreto, donde habría estado preso y fue fusilado Miguel Hidalgo.
Los clichés se solicitaban a «La planta de fotograbado más grande del país» de Ancira García y hermano, en Guadalajara, Jalisco15. Las impresiones finas en papel blanco se insertaban al inicio de la revista y destacaban por su calidad. El resto de las publicaciones locales no incluían fotograbados, excepcionalmente lo hacían solo con fines publicitarios. Así apareció el anuncio de «"El Gran Lente" fotografía [de] Ignacio Medrano Chávez» al final la Revista Chihuahuense. El aviso apelaba a la clientela que podía adquirir la publicación16 y se interesaba en sus temas, ofreciendo que «Esta acreditada casa cuenta con todos los elementos para el desempeño de un trabajo a satisfacción del gusto más delicado; en precios no hay quien le compita; sus amplificaciones son de lo mejor conocido hasta hoy»17. El anuncio incluía un fotograbado del establecimiento, el cual trasluce el ingenio publicitario de Nacho Medrano. La vista elevada presentaba en primer plano el local de la fotografía El Gran Lente con rótulos en gran tamaño de tipografía estilo art nouveau. Aproximándose por la derecha un tranvía eléctrico mostraba el cómodo acceso, mientras al fondo las espaldas del Teatro de los Héroes dejaban clara su ubicación.
Quizá fue la calidad de las amplificaciones de las que se jactaba Medrano Chávez fue lo que salvó su empresa, cuando a inicios de 1909 notificaba en El Correo que «No habiendo tenido efecto el traspaso de la Fotografía El Gran Lente", antes anunciado, se avisa al público que el negocio citado seguirá sus operaciones por el mismo propietario. Ignacio Medrano Chávez». Al poco tiempo invitaba a «¡APROVECHAD Y ESPERAD!» la exhibición «en los principales aparadores de esta ciudad las muestras de amplificaciones hechas en la Fotografía "El Gran Lente"» y aprovechar «los reducidísimos precios», pero advertía que «BARATO, NO QUIERE DECIR: IMPERFECTO […] pues no es nada meritorio ofrecer a un público sensato precios ínfimos para entregar un trabajo nada aceptable»18.
Nacho Medrano se encontraba en un mercado fotográfico dominado por el «Fotógrafo Oficial» Charles C. Harris, que tenía dos establecimientos en la ciudad de Chihuahua19. Habían pasado cuatro años desde sus inicios como retocador para que Nacho entrara en una reñida competencia donde primero ofrecería durante una semana «amplificaciones en abonos de un peso semanario» para luego avisar que por
¡¡UN SOLO DÍA!! […] obsequiará […] a sus favorecedores: una amplificación de 8 por 10 pulgadas; tres retratos visita; un elegante y útil espejo con retrato al respaldo y un botón esmaltado; todo esto por la pequeña cantidad de $1.5020.
Fueron tantos «sus numerosos parroquianos» que repitió la promoción «¡DOS DÍAS MÁS!» al siguiente fin de semana21. Harris respondió con
UNA GRAN OPORTUNIDAD POR CORTO TIEMPO. […] una grande y magnífica fotografía con cada docena de nuestros mejores retratos tamaño gabinete [16.5 x 10.7 cm] para dar á nuestra clientela los más modernos estilos fotográficos. Cada retrato garantizado como una obra de arte22.
Un terreno el del arte en el que Nacho Medrano se preparaba para mejorar técnica y estéticamente su oficio con las publicaciones que tenía a su alcance, como la revista mensual ilustrada Luz y Sombra, dedicada «particularmente a la enseñanza de la fotografía» y la cual «remite gratis un número de muestra a quien lo pida»23; la revista artística Arte y Letras, que dedicó un número a las fiestas primaverales en Chihuahua, con fotografías del W. W. Westrup24; también circulaba en Chihuahua por medio de suscripción La Semana Ilustrada, que para su último número de 1910 reproducía fotografías de Luis Ramírez Pimentel como parte importante de las gráficas en su «Información de las Revueltas en el Estado de Chihuahua»25.
Medrano Chávez, Harris, Westrup y Ramírez Pimentel integraron el repertorio de fotógrafos activos en la ciudad de Chihuahua alrededor de 1910 junto con Francisco Benavides, Caritino Bocanegra Daguerre, Rafael Díaz, F. M. González, Liborio Ronquillo y José Villegas Albano26. Estos fotógrafos complementaban con la venta de sus instantáneas las notas que aparecían en los periódicos locales, como los eventos cívicos y sociales o acontecimientos como la visita de Porfirio Díaz a Chihuahua en 1909. Aunque no todos fotografiarían el movimiento revolucionario y sus protagonistas, sí participarían de la bonanza ocasionada por su efervescencia en el mercado fotográfico, que ya había extendido su consumo entre la sociedad chihuahuense27 con enfrentamientos publicitarios como el registrado en las páginas de El Correo entre El Gran Lente y la «Gran fotografía de Carlos C. Harris», al que Westrup entró también28. Ignacio Gutiérrez Rubalcaba reflexiona sobre la práctica fotográfica surgida durante la Revolución mexicana en un contexto
con un ideal donde se vinculaba la profesión a una forma de ascenso en la escala social. […] se hizo de este oficio o profesión una forma para alcanzar el éxito en el contexto urbano y capitalista y, de manera circunstancial, la valoración del ejercicio de la fotografía logró una empatía como parte de los valores del espíritu empresarial de la época. […] una gran parte de los nacientes fotógrafos de inicios del siglo XX, si bien su origen pudo haber sido muy humilde, el aprendizaje y la actividad fotográfica fue vista como una forma de superación y medio para insertarse dentro de la creciente clase media urbana29.
Entre los fotógrafos asentados en Chihuahua destacó Ignacio Medrano Chávez, cuya empatía, generosidad, personalidad e ingenio publicitario catapultaron su trayectoria profesional en corto tiempo30. Los vínculos que tendió con José Reyes Estrada, Rafael Martínez Rip-Rip, Adolfo Fuentes Gámez y Silvestre Terrazas lo ubicaron en un lugar preponderante durante los primeros meses del gobierno revolucionario en Chihuahua.
Un evento benéfico pone antecedentes al caso. Se festejaba a los niños voceadores de periódicos para quienes «los Directores y Redactores de los periódicos EL CORREO, "El Grito del Pueblo" y "El Padre Padilla"» habían organizado una comida que logró atender a más de doscientos pequeñuelos obsequiándoles con un menú popular de «arroz, barbacoa, rajas de chile con queso, garbanzos con jamón y postre» acompañado de sodas. Entre guirnaldas florales, alocuciones y música de orquesta que entonaba Sobre las Olas, «Se tomaron varias copias fotográficas de los grupos, sorprendiéndose escenas curiosas e interesantes, de fraternidad y de entusiasmo […] sin extipendio, [de] la Fotografía "El Gran Lente" [sic]».
En aquella ocasión coincidió Nacho Medrano con el altruismo de los propietarios e impresores de los diarios más populares de Chihuahua para «agasajar a los eficaces propagadores de las hojas periodísticas»31. Unas semanas después Rip-Rip dirigía un discurso al Club Antireeleccionista Benito Juárez, antes de su partida a un Congreso de Periodistas; dijo: «Buscaré á los miembros principales del Centro Anti-reeleccionista y les diré satisfecho: En Chihuahua se os secunda con fe, con tenacidad, amor patriótico». Sus palabras tituladas «La Libertad de la Idea» versaban metafóricamente sobre los artículos constitucionales que garantizaban la manifestación de ideas como «dos alas potentes, que le permiten elevarse al infinito.» Y el medio para conseguirlo:
No hay otra manera de mantener el derecho de la libertad de expresión del pensamiento: hablar y escribir; volver á hablar y á escribir; hablar y escribir siempre, á pesar de todo y de todos, sin acobardarse por los atentados que se cometan, de los castigos que se impongan; pues se podrá proceder contra uno, contra diez, contra ciento; pero no contra todo un pueblo…
La escritura y la oratoria eran los medios de expresión que los simpatizantes del antirreeleccionismo emplearon para nutrir sus filas y que difundían a través de la prensa. La formación de clubes, como el Benito Juárez, no solo buscaba una transición democrática del poder presidencial, retenido por Porfirio Díaz durante tres décadas; demandaba libertad municipal, educación y justicia, cuya carencia ocasionaba tantas desigualdades sociales32.
Las palabras pronunciadas por Rafael Martínez tendían lazos estrechos como los del «grupo que en Chihuahua se ramifica y se propaga, abrazo de correligionario, y de amigo, de compañero, de hermano en el ideal» 33.Vínculo que unió a Rip-Rip con José Reyes Estrada y Adolfo Fuentes Gámez y se manifestó en el retrato que les hizo Nacho Medrano. Como escritura que se extendía a través de la luz en la fotografía, «un lápiz obediente como el pensamiento»34, como la visión y construcción creativa del fotógrafo que plantea Boris Kossoy35.
Las plumas y las miradas que registraron la agitación política durante los primeros meses del gobierno revolucionario fueron también agentes de cambio social y político. Plumas y miradas inquisitivas como la de Reyes Estrada en el grupo fotográfico junto a Rip-Rip y Fuentes Gámez en El Gran Lente de Medrano Chávez, provenientes de la clase media y las uniones mutualistas que simpatizaban y se congregaban en clubes de acción política. Estos personajes fueron relevantes para la sociedad por su papel como intermediarios en la difusión de los acontecimientos noticiosos. Suplieron la falta de «traspaso de la fotografía» a los diarios, incorporando sus referencias en las columnas. Fueron periodistas y fotógrafos que llevaron la palabra, el discurso, la idea y la actualidad a las calles a través de las prensas y la imagen. «Los lazos de las ideas» que Martínez Rip-Rip predijo que los mantendría unidos, revelaría sus vínculos personales con la distancia del tiempo pasado.
«Corrida a beneficio de la "Cruz Blanca"» | Espectáculo
La mañana del 21 de junio de 1911, Pascual Orozco entró a la ciudad de Chihuahua al frente del Ejército Libertador que había derrotado a Porfirio Díaz en la batalla de Ciudad Juárez. El triunfo en la estratégica frontera con Estados Unidos de América difundió los nombres de los rebeldes y la gente esperó semanas para conocer en persona al héroe revolucionario (Figura 4).
desde las primeras horas de la mañana un gentío inmenso invadió las calles céntricas, mientras que un numeroso público asaltaba los tranvías para dirigirse a Nombre de Dios, donde ambos ejércitos se organizaban para principiar el desfile.
Desde que la fuerza penetró á la población los vivas estentóreos de la multitud enardecieron el espacio. Fueron vitoreados los Grales Orozco y Eguía Liz y las fuerzas que comandaban36.
El Gran Lente rápidamente puso a la venta una colección de «las vistas mejores de la entrada del Gral Orozco, en postales económicas [sic]» 37, que anunció en El Padre Padilla, como ya había promocionado unos días antes un «Retrato de Orozco»:
El simpático y galante Nacho Medrano Chávez, propietario de la acreditada fotografía «El Gran Lente», nos participa que tiene a la venta magníficos distintivos de actualidad, que realizará á 0.50c cada uno, obsequiando un retrato del Gral Pascual Orozco, que garantiza es el mejor que hasta ahora se ha obtenido del valiente Jefe insurrecto38.
También El Correo avisaba sobre «EL MEJOR RETRATO DEL GRAL. OROZCO Según hemos tenido ocasión de verlo, lo tiene la fotografía "El Gran Lente" en un tamaño bastante grande»39. Esta articulación entre prensa y fotografía difundió el semblante del general cuyas acciones, derrotas y victorias en el campo de batalla se habían leído y seguido con gran interés en las páginas de los diarios chihuahuenses.
Aquella mañana Orozco desfiló con su sobrero Stetson de lado y el aparente lenguaje corporal relajado que se comenzaba a reconocer en sus retratos. Se acompañó de su padre Pascual Orozco Merino y José Córdova, su secretario particular y porta voz, con quienes fue fotografiado en grupo. La figura de Orozco hijo destacó en la parada con las flores que pendían de su cabalgadura y las borlas con flecos que adornaban las bridas de su caballo. A su derecha estaba Córdova, quien sostenía un periódico mientras tomaba una bocanada de su puro.
Aunque marchó junto a Rafael Eguía Liz, quien encabezó vestido de civil al Ejército Federal, Pascual Orozco entraba triunfalmente con el rumor estruendoso de su candidatura a la gubernatura de Chihuahua40. Tan solo unos días antes se le había propuesto en una sesión del Club Anti-reeleccionista Benito Juárez41 y luego se difundió como «MANIFIESTO AL PUEBLO CHIHUAHUENSE», donde se cuestionaba a los partidarios del gobernador interino, Abraham González:
¿De qué nos serviría en estos momentos un gobernador más o menos instruido, inteligente y sociable si carece de carácter bastante enérgico para dominar la situación; si no tiene influencia suficiente entre el pueblo para hacerse obedecer; si no tiene ascendiente sobre las masas populares para imponerse y hacer imperar la ley y la justicia?42.
Siller concluye en su detallado seguimiento de la campaña electoral que «La guerra de declaraciones entre gonzalistas y orozquistas dejó una división fuerte entre quienes habían participado en el derrocamiento del antiguo régimen. Los errores de uno y otro lado, […] declaraciones, infundios y falsos testimonios los dividió profundamente»43. Al desistir Orozco pareció solucionarse el conflicto, por lo cual se organizaron varias comidas privadas para aliviar las tensiones y conciliarlo con González 44. La demostración pública llegó a El Padre Padilla el domingo 23 de julio de 1911. Los clubes antirreeleccionistas y las sociedades de obreros se organizaron y se manifestaron en su honor: «Desde estas columnas significa sus simpatías a los Sres. González y Orozco, y aplaude la patriótica conducta que han observado, deseando que para bien del estado continúen en la buena armonía que hoy los une»45.
La demostración de las paces fue registrada en la novillada a la que asistieron ambos por la tarde, donde «En el intermedio del primer al segundo toro, Nacho Medrano no pudo resistir sus impulsos "daguerranos" y tomó varias instantáneas de los palcos presidenciales, en medio de los desacordes de la murga, y una vez que hubo pasado la hora de los brindis»46 (Figura 5).
La crónica de José Reyes Estrada para El Correo, firmada como Don P.P., le hacía un guiño histórico al oficio de Nacho. Relató las maniobras de Medrano Chávez para hacer mirar hacia su cámara a Pascual Orozco y Abraham González, mientras él mismo observaba sentado en las gradas. Las miradas cruzadas de El Correo y El Gran Lente se registraron en la fotografía de los palcos de honor, donde también se encontraba Silvestre Terrazas.
El motivo de la novillada era recaudar fondos para un establecimiento de la Cruz Blanca Mexicana en la ciudad de Chihuahua. Fuentes Gámez y Terrazas formaban parte de la mesa directiva que Elena Arizmendi, su fundadora, había presentado durante una velada en el Teatro de los Héroes47. La difusión de los lidiadores y la causa de la novillada en El Padre y El Correo no tuvo eco entre «los ‘pudientes’ para contribuir a una obra caritativa como la que se trataba de realizar»48. Situación disimulada en la toma de El Gran Lente que enfocaba el área de sombra en que se encontraban los palcos presidenciales y dónde buscaron lugar los asistentes. El día anterior, Nacho Medrano había avisado en El Padre Padilla que:
La popular fotografía «El Gran Lente» venderá sólo mañana un retrato de Orozco, hijo tamaño grande, una postal que representa la entrada del mismo á Chihuahua, y un botón con la fotografía del Gobernador González, por 75cvs., obsequiando la mitad de lo que se obtenga por la venta de dichos retratos a las señoras y señoritas huelguistas de los molinos de nixtamal49.
Su estrategia publicitaria buscaba una vez más empatía hacia las huelguistas, como ya lo había hecho a beneficio de las obreras de la fábrica de ropa La Paz50, a través de la figura de Pascual Orozco. Primero, cuando este renunció a su candidatura al gobierno de Chihuahua y fue nombrado jefe de las Fuerzas Rurales en el Estado, y después, para su reconciliación pública con Abraham González.
Los fotobotones con sus retratos se usaban en público, como la joyería fotográfica que recogía la tradición afectiva familiar y la trasladaba a la afinidad política. Por su parte, las tarjetas postales fueron el medio de circulación fotográfica por excelencia durante las primeras décadas del siglo XX, eran enviadas por un costo bajo por correo con mensajes a familiares y amistades, o para intercambiarlas con otros coleccionistas. Las cámaras fotográficas Mandel No. 2 y Kodak No. 3 fueron parte de la tecnología fotográfica que posibilitó tan vasta producción. Ambos equipos estuvieron disponibles en Chihuahua en la American Photo & Stationery Co. o por correspondencia51. Lo fácil, rápido y barato que resultaba producir las tarjetas, sumado a su formato portátil, las hizo el medio más efectivo para conocer los acontecimientos de la revolución y a sus protagonistas en narrativas visuales. De igual manera se usaron como propaganda política al promover figuras públicas como Orozco y González.
Aunque algunas tarjetas postales de actualidades llegaron a reproducirse en revistas ilustradas, su amplia producción funcionaba mejor en ámbitos locales y permitía la edición de series, lo cual estimulaba el coleccionismo52. Tanto Carlos C. Harris como Luis Ramírez Pimentel las produjeron en gran cantidad y también podían adquirirse en los establecimientos de la American Photo y La Postal Ilustrada53. Las tarjetas compartían mercado con formatos fotográficos más grandes que también difundían actualidades, como la novillada a beneficio de la Cruz Blanca, y que se exhibían para su venta «en los aparadores de las principales casas comerciales», para atraer más lectores a las «pizarras» de los periódicos, como El Padre Padilla54, además de llenar los mostradores que los mismos fotógrafos tenían en sus locales comerciales.
La escritura era un elemento común que presentaban los fotograbados en revistas ilustradas, las tarjetas postales y los formatos fotográficos grandes. En las publicaciones periódicas aparecía como pie de fotografía mientras en las postales y fotografías las inscripciones identificaban y orientaban las tomas. Estas inscripciones afectaban la percepción visual y la imaginación de quienes las veían en las fotografías, «[son los] espacios entre objetos y la luz que se trasmite de una cosa a otra», como propone W.J.T. Mitchell55.
En la inscripción de su fotografía «RECUERDO DE LA CORRIDA A BENEFICIO DE LA "CRUZ BLANACA"», Nacho Medrano trasluce una intención estética de evocación art nouveau en las líneas alargadas de la tipografía, lo que apropiaba de revistas como las portadillas fotográficas de La Semana Ilustrada. Los intertítulos que aparecían entre las escenas de las imágenes en movimiento fueron también una fuerte influencia en la forma y relevancia que las inscripciones adquirieron en las fotografías56, en un entorno que permitió «interacciones complejas dinámicas y abiertas entre el público y el espectáculo y la identidad cultural, y las imágenes proyectadas en la pantalla»57 del cinematógrafo, como señala Zuzana Pick.
Mientras en las revistas ilustradas de la Ciudad de México se pueden rastrear «las continuas estrategias [de los fotógrafos] para posicionarse como agentes culturales dentro de la publicación», como menciona Josué Martínez58, esa posibilidad se interrumpía cuando no se acreditaba la autoría de las imágenes de los fotógrafos del interior del país. Habría sido el caso de José Villegas Albano, cuyas fotografías de otra «Novillada de Beneficencia en Chihuahua» para «las familias de los soldados muertos en campaña»59 aparecieron en las páginas de La Semana Ilustrada (Figura 6). Aunque la maquetación y encuadres de la puesta en página intentaban enfatizar los palcos de honor, los puntos de vista de las fotografías no registraban los rostros de los asistentes; una diferencia fundamental con la imagen de El Gran Lente. La personalidad de Ignacio Medrano Chávez le aportaba notoriedad a su actividad fotográfica, como el llamado que hacía a la gente para que observara hacia su lente en eventos públicos y conseguir la afluencia de los presentes a su estudio a comprar su retrato como parte de un acontecimiento.
La efervescente coyuntura política ocasionada por la Revolución y el nuevo gobierno fue aprovechada por muchos más, como EL 30-30 «periódico joco-serio y de caricaturas que publicará nuestro compañero de labores el señor José Reyes Estrada». Según avisó El Correo, el semanario saldría con «dos caricaturas que llamarán seguramente la atención por la oportunidad e intención». Aquel primer número apareció en la tarde anterior a la manifestación para González y Orozco y la novillada a la que asistirían después60.
La noticia de sucesos en la prensa, como la entrada del Ejército Libertador o la lidia en beneficio de la Cruz Blanca, y el anuncio de la venta de fotografías en los diarios daba forma a la palabra escrita al ofrecer la posibilidad de observar y conservar lo acontecido. Funcionó también como propaganda en la disputa por la gubernatura de Chihuahua al difundir los méritos y retratos de uno u otro candidato. La mención de tomas fotográficas en las notas y crónicas periodísticas no solo revela el entramado de relaciones personales y comerciales entre Terrazas, Reyes Estrada, Fuentes Gámez y Medrano Chávez, también manifiesta su ideología en el rol activo que desempeñaron al apoyar obras solidarias, con su trabajo y medios. Estas demostraciones de adhesión y cercanía al gobierno revolucionario y sus protagonistas traslucen el consumo de sus acciones como un espectáculo.
«Banquete obsequiado a los reclusos en la Penitenciaría» | Apoteosis
En las vísperas al centenario del fusilamiento del cura Miguel Hidalgo en Chihuahua, por su insurrección contra el gobierno novohispano, El Correo se extrañó del «por qué el elemento oficial no daba señas de vida» sobre la conmemoración del próximo aniversario. El Profesor Braulio Hernández, secretario de Gobierno, respondió:
el señor Gobernador [Abraham González] opina que en lo sucesivo ya no haya «patriotismo oficial» que se convierte en despotismo secular, sino patriotismo popular, fruto genuino de la consciente democracia61.
Se tenía muy próximo el recuerdo de las fastuosas fiestas Porfirianas del centenario de la Independencia y muy cercanas las celebraciones que el gobierno de los Terrazas-Creel habían replicado en la localidad; todavía presentes en los monumentos y obras inauguradas durante los 9 días de festejos62.
Braulio Hernández había tenido una participación destacada en el programa para el 16 de septiembre de 1910, cuando el orfeón del Círculo Patriótico Guanajuatense cantó el himno del centenario al pie del monumento a los héroes de independencia (). El profesor Hernández escribió la letra y compuso la música que el coro de señoritas interpretó en la Plaza Hidalgo. El momento más relevante de la conmemoración precedió al ofrecimiento de coronas de veintiocho asociaciones, comités, círculos, clubes, ligas, logias, sociedades y uniones de Chihuahua.
Dos días antes, la organización de los festejos les correspondió a las sociedades mutualistas, cuyos miembros prepararon un programa variado. Por la tarde destacaba la develación de una placa con un busto en relieve de Miguel Hidalgo, en la que se leía: «EN ESTE TEMPLO SE DEPOSITÓ EL CUERPO DECAPITADO DEL PADRE DE L LA PATRIA». Aparecía firmada por el Circulo Guanajuatense, cuyo presidente, el Profesor Braulio Hernández, dirigió un discurso tras la develación (Figura 8). La Revista Chihuahuense publicó una fotografía donde el Profesor aparecía rodeado de las señoritas de su Orfeón y con los estandartes de algunas de las sociedades mutualistas que acompañaron el acto afuera de la capilla de San Antonio63.
Braulio Hernández, originario de León, Guanajuato, fue fundador del Club Anti-reeleccionista Benito Juárez, miembro de su mesa directiva y director del periódico El Grito del Pueblo64. Entre las primeras acciones en que participó cuando se unió al gobierno interino de Abraham González en Chihuahua fue la liberación de 42 prisioneros de guerra en la Penitenciaría del Estado65. Al día siguiente, 263 reclusos firmaron una solicitud de indulto y aminoramiento de penas dirigida al gobernador, amparados en la «gracia por el triunfo de la revolución». La solicitud fue secundada por El Correo y El Padre Padilla, en cuyas páginas se dio seguimiento al caso, se publicaron cartas y editoriales que argumentaban las razones para conceder la gracia a los reos.
No creemos, pues, justo, que por no tener ya recursos legales que interponer, puesto que ya habló la «VERDAD LEGAL,» sigamos, sin embargo, siendo víctimas de que en nosotros desahogaron sus negras pasiones.
anteriores legislaturas han hecho caber tantos rigorismos, en la consabida frase: «dentro de la ley,» que lejos de serle imposible á la cámara actual, comprender en la misma fórmula un acto de benignidad, tal proceder, vendría á confirmar la fe que los oprimidos de ayer tienen en la presente gestión administrativa66.
Dos acontecimientos destacaron durante los meses en que se resolvió la petición, e influyeron en el actuar de las autoridades, los prisioneros y la prensa. Uno, fue el encarcelamiento de Adolfo Fuentes Gámez, director de El Padre, por el delito de calumnia extrajudicial al publicar una gacetilla que acusaba de robo al policía Tomás Navarro67. Tras pagar la fianza para recuperar su libertad, A. Fuentes G. difundió en su periódico una carta donde los reos pedían se le procesara al exgobernador Miguel Ahumada por el fusilamiento del reo Ildefonso García, a quien se responsabilizó por la fuga de otros nueve reclusos que se unirían a la causa revolucionaria, el 26 de febrero de 1911.
[La ejecución] se llevó a efecto en presencia de todos nosotros que llenos de indignación y de espanto contemplamos aquel asesinato tan cruel como inhumano, pues los soldados dispararon sus armas sobre aquel infeliz casi a quema-ropa.
Si se nos oye, si en toda la prensa de la República encuentra eco nuestra justa queja y se manda procesar, […] entonces si creeremos todos los desdichados que por nuestras culpas ó sin ellas, estamos recluidos en este Establecimiento, que la Revolución fué fructífera y que haya igualdad ante la Ley68.
Se suplicaba a las nuevas autoridades que corrigieran las injusticias del anterior régimen. Por otro lado, ese mismo mes de septiembre de 1911 la experiencia carcelaria de Silvestre Terrazas impulsó su labor en favor de los presos. El Correo reseñó «Nuestro director se permitió al sostener su voto en favor de los reclusos, hacer presente, por experiencia propia, el consuelo incomparable que se siente al recibir una muestra de afecto que tanto conforta el ánimo en una reclusión».
La cooperación conseguida por el Comité Patriótico Popular Chihuahuense para la celebración de la Independencia de México superó las expectativas, por lo cual se propuso ofrecer una comida a los presos de la Penitenciaría el 17 de septiembre. Terrazas presidió la Comisión que rápidamente solicitó propuestas de menú a los cocineros locales, invitó a las señoritas a servir y dar realce a la fiesta, así como a los agentes y gerentes de las compañías de cerveza y de aguas gaseosas para que contribuyeran con sus productos69.
Por su parte los reos prepararon una fiesta la tarde del 16 de septiembre, cuyo invitado de honor sería el gobernador Abraham González. El programa incluía discursos de Adolfo Fuentes Gámez y otros oradores, quienes junto con Silvestre Terrazas entregaron al gobernador «el memorial que calzado por más de 2000 firmas será elevado al Congreso solicitando el aminoramiento y condonación de penas para los presos de todo el Estado»70. Ese mismo día se avisaba a los lectores de El Padre Padilla que:
Espontáneamente el Sr. Ignacio Medrano Chávez, propietario de «El Gran Lente», ha ofrecido tomar esta tarde durante la fiesta que se efectuará en la Penitenciaría, varias reproducciones fotográficas que obsequiará a los reclusos del mencionado establecimiento penal. Es digna de elogio la conducta del Sr. Medrano Chávez71.
También asistió a la tarde siguiente a la comida que el comité obsequió a los presos con un menú de
consomé, sopa de arroz, asado, pollo frito, frijoles, pastel, café y cerveza» Aurora y Pilsner. El Correo reportó que «La comida estuvo en extremo animada, contribuyendo mucho la alegría y gracia de las señoritas que servían la mesa. Después de terminada la convibialidad, se tomaron algunas fotografías [sic]72.
Aquella tarde, Nacho Medrano consiguió una «Fotografía bien lograda» (Figura 9), como lo relató El Correo:
Hemos vista una fotografía de las que el activo y competente fotógrafo Sr. Ignacio Medrano Chávez sacó el domingo último después de la fiesta celebrada en la Penitenciaría del Estado, y aunque no nos ha sorprendido la fidelidad de detalles, porque conocemos ya los trabajos que efectúa el joven artista, sí podemos asegurar que no obstante lo numeroso de la gente fotografiada, y lo no mu[y] favorable de la leuz [luz] con que fue obtenida la placa, resultó perfectamente lograda, por lo que felicitamos al señor Chávez, que con ello ha ganado un triunfo más73.
El elogio no era gratuito, pues en la misma primera plana del diario se avisaba que:
Quienes integran la actual «Junta Patriótica» y el «Comité Patriótico Popular Chihuahuense», acordaron en lo particular sacar un grupo fotográfico de regulares dimensiones, para conservarlo como un recuerdo de las pasadas fiestas, pues habiendo sido las primeras solemnidades que se efectúan con la intervención netamente popular y sin la tutoría oficial, muy grato les será conservar un recuerdo del grupo formado con tal fin, como organizadores de las fiestas. A este efecto, el domingo próximo á las once de la mañana se reunirán en el salón de actos del I. Ayuntamiento de la ciudad todos los miembros (se recomienda así á quienes hayan de hacerlo), a fin de que si es posible, ninguno falte, para que el grupo resulte completo, habiéndose comisionado para ello al conocido artista fotógrafo señor Villegas, cuyas aptitudes lo han hecho figurar en primera línea, entre los del ramo fotográfico en Chihuahua74.
José Villegas Albano se había asociado recientemente con Carlos C. Harris, quien solo conservaba uno de los dos locales que tenía en la ciudad de Chihuahua75 tras dejar de ser el «fotógrafo oficial del gobierno», pero mantenía el prestigio de quince años de trabajo.
Aunque los organizadores de las fiestas patrias eligieron a Villegas para su retrato grupal, la redacción de El Correo reconocía las cualidades técnicas, artísticas y personales de Medrano Chávez. Su calidad humana se materializó en los retratos que les hizo a los reos durante la fiesta del 16 de septiembre y en el «OBSEQUIO DE LA FOTOGRAFIA "EL GRAN LENTE" A LA SRA SILVINIA REMBAO. [DEL] PERSONAL QUE TOMÓ PARTE EN EL BANQUETE OBSEQUIADO A LOS RECLUSOS EN LA PENINTENCIARÍA» el día 17. Silvina y su hermano Rafael Rembao, director de la Penitenciaría, se distinguieron por su labor en favor de los internos, como «las atenciones y deferencias» que recibió Fuentes Gámez durante su breve encarcelamiento76.
Ambos grupos fotográficos trascendían lo efímero que podía resultar su publicación como fotograbado informativo en algún semanario ilustrado o su edición como tarjeta postal. Estos retratos encontraron su lugar en álbumes y colecciones que los insertaban en la memoria familiar y grupal. La fotografía dedicada a Silvina Rembao de puño y letra de Nacho Medrano no solo significaba sus participaciones en un acto bondadoso. La imagen adherida al cartón rígido y gofrado con una elegante firma de El Gran Lente continuaba la factura material del objeto fotográfico del siglo XIX.
Esta persistencia decimonónica alcanzaba también «el esquema ideológico-visual» en la representación de los sujetos retratados sentados ordenadamente, pero «se modificaba […] al incluir una tipología revolucionaria» 77 con la irrupción de la multitud que se apretaba para aparecer junto al héroe del momento78, Pascual Orozco, quien fue distinguido con un boutonniere en la solapa de su saco. La imagen sería un recuerdo del «Muy lucido y animado» banquete que disfrutaron los reclusos79. La señora Rembao había dirigido el convite y, aunque al fondo, sobresalía detrás del ramillete de jovencitas que enmarcaba a la Comisión organizadora, encabezada por Terrazas y Orozco, como invitado de honor. Significaría también el haber contribuido en algo a la libertad que consiguieron algunos reos80.
La prensa tuvo una decidida influencia durante el desarrollo de los acontecimientos relacionados con la libertad de los presos de la Penitenciaría de Chihuahua. Silvestre Terrazas y Adolfo Fuentes Gámez se involucraron directamente y mantuvieron durante meses la relevancia del tema a través de El Correo y El Padre Padilla. En sus páginas el «triunfo» fotográfico de Ignacio Medrano Chávez no solo ceñía su empatía por la causa, sino a su ventaja sobre Villegas Albano en la incorporación del pueblo en el retrato. Esta confluencia en apoyo a los reos fue una prueba para las nuevas autoridades. La fiesta y el banquete en la Penitenciaría fueron la oportunidad de apoteosis de la Revolución y sus participantes al conmemorar la Independencia de México.
«Madero contra la Prensa» | Catástrofe
«No podía ser mejor la ocasión que se nos presentaba para acudir al campo de los "pronunciados" y tener una entrevista con el "leader" de ellos, D. Francisco I. Madero». Así comenzaba la crónica de Silvestre Terrazas «NUESTRA ENTREVISTA CON EL SEÑOR MADERO», que encabezó la edición del 23 de marzo de 1911 de El Correo. El fotógrafo Carlos C. Harris había pasado el fin de semana anterior en el campamento insurrecto y confirmaba los deseos mutuos de Madero y Pascual Orozco de platicar con el director de El Correo. Harris condujo a Terrazas al Cañón de Santa Clara, donde se asentaba el vivac de los sublevados. La mañana del equinoccio de primavera, el periodista entrevistó sobre un automóvil a Madero envuelto en un sarape. Le interesaba saber su opinión sobre «la acción de la prensa chihuahuense, referente a la paz que procuramos apoyándola la Prensa Asociada de los Estados.
…creo que será
…creo que serán infructuosos sus esfuerzos, porque se estrellarán ante la resistencia de nuestros adversarios
En cuanto á los deseos de ustedes, […] LOS CONSIDERO ALTAMENTE PATRIOTICOS Y LOABLES Y REPITO QUE SUS SENTIMIENTOS ENCONTRARÁN UN ECO FAVORABLE EN MI, QUE SOLO DESEO EL BIEN GENERAL DE LA PATRIA, Y PARA LOGRARLO NO ME ARREDRA NINGUNA CLASE DE SACRIFICIOS81.
Terrazas preguntaba desde la acción periodística organizada, un contrapeso a la prensa metropolitana, y Madero respondía buscando la difusión de su movimiento, que acababa de reconocer en Orozco a su líder militar. Una fotografía de la entrevista apareció un par de semanas después en La Semana Ilustrada; la menos favorecedora de las tres imágenes en las que aparecía el «leader» (Figura 10).
Madero habló también desde su experiencia frustrada como candidato a la presidencia de México. Terrazas representaba a la prensa que apoyaba las ideas antirreeleccionistas en Chihuahua y el cambio por la vía pacífica82. Con el transcurrir de las semanas y el ascenso de Madero a la presidencia de México las posturas de los retratados cambiaron.
Tras el triunfo del Ejercito Libertador en Ciudad Juárez, en mayo de 1911, pasaron cinco meses para que Francisco I. Madero visitara la ciudad de Chihuahua, la capital del estado que le había dado la victoria decisiva al coahuilense; el territorio que había respondido exitosamente a su levantamiento; el lugar en donde Abraham González coordinó las acciones revolucionarias y reunió el ejército que dirigió Pascual Orozco. La expectación por su llegada era grande como la espera y Nacho Medrano la empleó como estrategia publicitaria.
Apenas se ha principiado a rumorar que pronto vendrá á esta ciudad el C. Francisco I. Madero, y es ya indescriptible el entusiasmo que hay por hacerle una recepción digna. Pero estamos seguros de no equivocarnos al decir que tal entusiasmo no es comparable al que se nota por concurrir hoy á la popular fotografía «El Gran Lente,» que ofrece un obsequio sin precedente por sólo $1.5083.
Caritino Bocanegra Daguerre ofreció a la expectativa de la gente una «amplificación del señor Madero»84. Sin embargo, el presidente electo llegó en un momento crítico del Maderismo en la entidad. Aunque su popularidad continuaba entre sus seguidores, la decisión de apoyar a José María Pino Suárez como vicepresidente causó mucha animadversión en sus correligionarios, que apoyaban al Dr. Francisco Vázquez Gómez85.
Es público y notorio que en todo Chihuahua causó malísima impresión la candidatura del Lic. Pino, y así no es de extrañar que apenas fijados los carteles en que se le postula, el retrato del cacique yucateco haya sido destrozado para hacerlo desaparecer del lado del Sr. Madero86.
La candidatura de Pino Suárez contravenía la fórmula con Vázquez Gómez a la vicepresidencia junto a Madero de la contienda electoral de 1910, que se vio como un hecho con el triunfo de la Revolución y era ampliamente apoyada en Chihuahua.
Las cabezas de El Gran Lente y El Correo no estarían en la ciudad para la visita del «leader» revolucionario. Nacho Medrano se embarcó en un viaje a la Ciudad de México para comprar equipo y regresaría con una cámara cinematográfica87. Silvestre Terrazas asistiría al v Congreso de la Prensa Asociada de los Estados en Jalapa, Veracruz, la organización de periodistas que había fortalecido sus vínculos y su alcance con la correspondencia y el intercambio de suscripciones que posibilitaban «reproducciones» de sus notas y editoriales entre sus páginas. De esa manera sus miembros difundieron en los Estados de la república las ideas antirreeleccionistas, siguieron los sucesos de la insurrección maderista y se mostraron cada vez más escépticos con las decisiones del presidente electo.
El V Congreso fue el momento de ruptura entre los periodistas que compartieron e impulsaron el antirreeleccionismo en Chihuahua. Ahí se censuraron expresiones contra Pino Suárez, y no se felicitó a Madero por su triunfo electoral88, pues ambos habían sido miembros de la asociación; el coahuilense desde que editaba El Demócrata, con Rafael Martínez Rip-Rip como colaborador. Fue Martínez junto con Heriberto Frías quienes acusaron a Carlos R. Menéndez y a Terrazas de perpetuarse en la presidencia de la Prensa Asociada de los Estados89. El reclamo de Rip-Rip, ya como director del periódico El Diario, se sumaba al señalamiento realizado por «Madero contra la prensa» desde el balcón principal del Palacio de Gobierno de Chihuahua, al enfrentar a sus seguidores y defender a Pino Suárez. Adolfo Fuentes Gámez escribió que:
el Sr Madero se olvidó de que en muchas partes del país, los periodistas que favorecieron la revolución sufrieron todo género de atropellos y vejaciones, y se olvidó también de que estos mismos periodistas son los que han atacado y atacarán á Pino Suárez.
Recordaba el encarcelamiento de tres meses de Terrazas «por sus simpatías á los revolucionarios» y su «enérgica campaña contra el defenso del Sr. Madero»9095 en las columnas de El Correo. Aludía también a la persecución política que sufrían periodistas como Menéndez, director de la Revista de Mérida, en Yucatán; quien propuso durante el Congreso la libertad de imprenta a la Cámara de Diputados y la supresión del delito de difamación a los gobernadores y legislaturas estatales91.
Días antes de la llegada de Madero, el director de El Padre había recibido la nostálgica visita de Rip-Rip quien declaró sus motivos en la víspera de la elección.
… la verdad es que siendo el Sr. Madero el alma de la Revolución y debiendo ser el operador del milagro de la reconstrucción política no resulta pertinente imponerle un adversario en lugar de un colaborador, una dificultad en lugar de allanarle el camino92.
Aunque Rafael Martínez se refería al desencuentro con Vázquez Gómez, tenía clara su posición desde años atrás cuando escribió que «para iniciar las labores democráticas, más que dividirnos, que fraccionarnos en pequeños partidos, debemos unirnos […] y como segunda labor, vendría la de los partidos, la de las preferencias, la de las simpatías por personas determinadas»93. Su militancia encontró cauce desde la fundación del Club Anti-reeleccionista Benito Juárez en 1909, al incorporarse como secretario de la Mesa Directiva, a diferencia de Silvestre Terrazas quien entonces declinó su elección como Vocal94.
La visita del entonces presidente electo a la ciudad de Chihuahua fue un punto de inflexión para el gobierno revolucionario en la entidad. Madero llegó a Chihuahua con el objetivo de hacer de Abraham González su ministro de Gobernación95y atenuar la álgida situación que su apoyo a Pino Suárez había ocasionado; al aceptar el cargo, la figura de Pascual Orozco ya no tuvo contrapeso en el estado.
Un equilibrio todavía registrado en la fotografía de González, Madero y Orozco con sus partidarios en el pórtico de la quinta Santa Elena, posiblemente tomada por «el joven Liborio Ronquillo [quien] logró obtener algunas magníficas fotografías durante la visita del Sr. Madero á esta ciudad»96 (Figura 11). El grupo retratado atendía «un banquete que resultó muy cordial y animado» servido en la propiedad de Alberto Madero Farías, tío del presidente electo. El anfitrión aparecía al extremo derecho del grupo en el pórtico, delante del Diputado local Daniel Rodríguez Marín, quien conservó la imagen en el ámbito familiar; a diferencia de la circulación que tuvo la tarjeta postal de Luis Ramírez Pimentel, quien fotografió al selecto grupo observando a la otra cámara. Sin embargo, ambas tomas funcionaban como imágenes de legitimación en el poder. Con el entorno trastocado ya no son las mismas imágenes que la clase en el poder «selecciona, narra y adjetiva, es el emisor y el filtro», que Lara Klahr y Hernández observan en el Porfirismo97.
A la quinta Santa Elena no asistieron tantos periodistas, fotógrafos ni cinematografistas como cuando los miembros de la Junta Revolucionaria quisieron pasar como hombres civilizados, como reflexiona Miguel Ángel Berumen98, cuando se retrataron afuera de la Casa de Adobe, seis meses antes en Ciudad Juárez. Las ausencias más notables eran las de antiguos correligionarios y camaradas distanciados por las tensiones de «una actividad periodística militante que alimentará primero las filas del antirreeleccionismo sumándose después al periodismo de facciones», como lo analizó Irma Lombardo99.
Desde la entrevista de Silvestre Terrazas y Francisco i. Madero, posibilitada por el fotógrafo Harris, el desplazamiento en la relación entre la prensa chihuahuense y el Maderismo tuvo un desfase irrecuperable en el desencuentro por la vicepresidencia, que encontraba sus últimas expresiones en la destrucción del retrato propagandístico de Pino Suárez y la explotación de la imagen fotográfica de Madero. Los ideales antirreeleccionistas y la relevancia de la Prensa Asociada de los Estados le dieron sustento a la postura de Silvestre Terrazas en El Correo, al cuestionar al gobierno revolucionario desde los medios que le habían servido como impulso. Como les sucedería a los personajes en la entrevista del cañón de Santa Clara y a los hombres en el umbral del banquete en la quinta Santa Elena, la catástrofe de ruptura y dispersión de las ideas que impulsaron la Revolución fue inminente.
«Locales y personales» | Representación
A través de imágenes «inaprensibles por su riqueza temática», pero que revelan «actos estrechamente relacionados con el movimiento armado dados a conocer en la sección de sociales, como bailes de beneficencia, corridas de toros, etc.»100, Aurelio de los Reyes indica la posibilidad de un entendimiento más amplio de la fotografía de la Revolución. Bajo esta perspectiva, en el registro de los sucesos adquiere notoriedad la afinidad electiva101 de los periodistas y fotógrafos que simpatizaban con el antirreeleccionismo. Personajes que integraron las uniones mutualistas o militaron en los clubes políticos que nutrieron el gobierno revolucionario. Sus vínculos se manifiestan en las huellas entre los vestigios visuales y escritos, huellas de legitimación y cuestionamiento a las nuevas autoridades.
Aquellos periodistas quienes un día ocurrieron a retratarse con El Gran Lente, a dejar testimonio de su experiencia unida en torno al antirreeleccionismo, dejaron también un registro de la construcción de «significados en un escenario de tensiones y de luchas de representación», como señala Diana Perea Romo102. Un indicio de los vínculos entre José Reyes Estrada y su «apreciable amigo, el popular Ignacio Medrano Chávez», zacatecano como Adolfo Fuentes Gámez. Lazos que persistirían, acaso por la militancia de los periodistas en el Club Anti-reeleccionista y la afinidad ideológica del fotógrafo103, en una representación de su voluntad y trabajo; local y muy personal, cual columna periodística.
Fuentes primarias
Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Chihuahua, A.C. (AHACH).
Archivo Histórico del Estado de Chihuahua (AHECH)
Fototeca Instituto Nacional de Antropología e Historia Centro INAH Chihuahua (INAH).
Fuentes secundarias
Almada, Francisco R. Diccionario. Historia, geografía y biografía chihuahuenses. Ciudad Juárez: Universidad de Chihuahua, 1968
Berumen, Miguel Ángel y Pedro Siller. 1911 La batalla de Ciudad Juárez. 2 volúmenes. Chihuahua: Cuadro X Cuadro/Instituto Chihuahuense de la Cultura, 2003.
Burke, Peter. Eyewitnessing. The uses of images as historical evidence. Londres: Reaktion, 2019.
Casanova, Rosa. Francisco I. Madero. Entre imagen pública y acción política 1901-1913. México: INAH, 2012
De los Reyes, Aurelio. «¿Cuál es la fotografía de la Revolución?», Historias, n.o 106 (2022): 73-90. https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/17865.
Didi-Huberman, Georges. Arde la imagen. México: Vestalia Ediciones, 2019.
Directorio General del Estado de Chihuahua 1912-1913. Chihuahua: The American Photo & Stationery Co. Compañía Editorial Chihuahuense, 1912.
Enrigue, Álvaro. Ahora me rindo y eso es todo. Barcelona: Anagrama, 2018.
Ortiz, Julieta. Imágenes del Deseo. Arte y publicidad en la prensa ilustrada mexicana (1894-1939). México: UNAM, 2003.
García, Rutilio. Católico, apostólico y exiliado… «La Patria» de Silvestre Terrazas, Ciudad Juárez: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2010.
González-Flores, Laura. «Un lápiz obediente como el pensamiento, un camino en los cielos». Alquimia n.° 66 (2019): 7-10. https://revistas.inah.gob.mx/index.php/alquimia/article/view/15730.
Gutiérrez, Ignacio. Prensa y fotografía durante la Revolución Mexicana. México: Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, 2010.
Kossoy, Boris. Lo efímero y lo perpetuo en la imagen fotográfica. Madrid: Cátedra, 2014.
Lara, Flora y Marco Hernández, El poder de la imagen y la imagen del poder. Fotografías de prensa del porfiriato a la época actual. México: Universidad Autónoma de Chapingo, 1985.
Lombardo, Irma. «La Prensa Asociada de los Estados. Orígenes, fines y acciones. 1908-1912». En Plumas y tintas de la prensa mexicana, coordinado por Adriana Pineda Soto. Morelia: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2008.
Löwy, Michael. «I. Sobre el concepto de afinidad electiva». En Redención y utopía: el judaísmo libertario en Europa central. Un estudio de afinidad electiva. Santiago: Ariadna Ediciones, 2018. https://books.openedition.org/ariadnaediciones/1601.
Martínez, Josué. «El campo fotográfico en México: revistas ilustradas como archivos (1911-1915)». Transmitido el 30 de septiembre de 2022 en YouTube. Video, 19:54. https://youtu.be/chwKW8kpwrY.
Martínez, Rafael. «La libertad de la idea». El Correo, 10 de agosto de 1909.
Meléndez, Jorge. «El Gran Lente. Estudio Foto-Cinematográfico de Ignacio Medrano Chávez». Revista Arte Ibero Nierika 22 (2022): 40-80. DOI: 10.48102/nierika.vi22.132.
Miquel, Ángel. «El registro de Jesús H. Abitia en las campañas constitucionalistas». En Fotografía, cine y literatura de la Revolución mexicana, editado por Ángel Miquel, 7-30. México: Ediciones Sin Nombre, 2004.
Mitchell, W.J.T. La ciencia de la imagen. Iconología, cultura visual y estética de los medios. Madrid: Akal, 2019.
Monroy Nasr, Rebeca. «El tripié y la cámara como galardón». En La ciudadela de fuego. A ochenta años de la decena trágica, editado por Antonio Saborit. México: conaculta/Biblioteca de México/inah/agn/inehrm/Instituto Mora. 1993.
Mraz, John. Fotografiar la Revolución mexicana. Compromisos e íconos. México: INAH, 2010.
Negrete, Claudia. «Tiempos nuevos, miradas antiguas. Persistencia de la visión decimonónica en el México revolucionario (1910-1920)». Alquimia n.° 39 (2010): 22-31.
Perea, Diana. Cultura visual y fotografía durante la revolución en Sinaloa. Imágenes y significados de la guerra y la sociedad. 1911-1914. Michoacán/Sinaloa: UMSN-IIH/UAS, 2019.
Pick, Zuzana. Constructing the image of the Mexican revolution. Cinema and archive. Austin: University of Texas, 2021.
Ponce de León, José M., y Pedro Alcocer Jr. Directorio Industrial, Mercantil, Agrícola y Oficial del Estado de Chihuahua. Chihuahua: Imprenta El Chihuahuense, 1907.
Ponce de León, José M., Manuel Aguilar y Manuel Rocha y Chabre. Álbum del Centenario. Chihuahua en 1910. Chihuahua: Ayuntamiento de Chihuahua, 1994.
Programa de las fiestas para la celebración del primer centenario de la proclamación de la Independencia nacional. Chihuahua: Imprenta del Gobierno, 1910.
Reyes, José. Diputado José Reyes Estrada. Impresor y periodista. Chihuahua: José Reyes Estrada, 1939.
Serna, Ana María. «Rafael Martínez Rip-Rip. La irrupción popular en la esfera pública». Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, n.° 62 (2021): 63-92. https://doi.org/10.22201/iih.24485004e.2021.62.77367
Siller, Pedro. Rebelión en la Revolución. Chihuahua y la Revolución mexicana (1910-1915). Ciudad Juárez: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2017.
Vargas, Jesús. La Revolución de Chihuahua en al páginas del periódico «El Padre Padilla». 2 volúmenes. Chihuahua: Gobierno del Estado de Chihuahua, 2001.
Wasserman, Mark. Capitalistas, caciques y revolución. La familia Terrazas de Chihuahua (1854-1911). México: Centro Librero La Prensa, 1998.
Notas
Notas de autor