Artículos
Recepción: 01 Noviembre 2020
Aprobación: 01 Enero 2021
Resumen: En este artículo se aborda un análisis cualitativo del paisaje lingüístico urbano de Maquinchao y Los Menucos, localidades ubicadas en la Línea Sur rionegrina. Analizamos aquellos textos visibles en el espacio público, lugar donde se dirimen relaciones de poder, tales como pintadas, grafitis, murales, denominaciones de locales comerciales y nombres de algunas instituciones públicas que manifiestan la presencia de otras lenguas, además del español. Este análisis aportará datos sobre la situación sociolingüística actual de la región al igual que permitirá describir los vínculos de algunas comunidades mapuche con otras organizaciones y las intendencias locales, al igual que sus intereses por utilizar el mapuzungun de forma reivindicativa.
Palabras clave: paisaje lingüístico, multilingüismo, mapuzungun, migración, Línea Sur.
Abstract: This article deals with a qualitative analysis of the urban linguistic landscape of Maquinchao and Los Menucos, towns located on the Línea Sur of Rio Negro. We analyse those texts visible in the public space, a place where power relations are settled, such as graffiti, murals, names of commercial premises and names of some public institutions that show the presence of other languages, besides Spanish. This analysis will provide data on the current socio-linguistic situation in the region, as well as describing the links of some apuche communities with other organisations and local authorities, and their interest in using mapuzungun for their demands.
Keywords: linguistic landscape, multilingualism, mapuzungun, migration, Línea Sur.
1. ¿Chew müley engün feychi waria küf? ¿Dónde están estos pueblos?
Maquinchao y Los Menucos se ubican a la vera de la Ruta Nacional 23 y forman parte del departamento Veinticinco de Mayo de la Región Sur o Línea Sur de la provincia de Río Negro. La población actual de la zona es de 32.000 mil habitantes. Los datos del censo de 2010 arrojaron que Maquinchao, fundado en 1905 y cabecera del departamento, posee 2494 habitantes en tanto que Los Menucos, fundado en 1906, cuenta con 5187 habitantes. La ganadería ovina constituye la mayor actividad económica en la zona rural y en los centros urbanos las personas desarrollan tareas en el área estatal administrativa, en el comercio o como albañiles y amas de casa. Ambas localidades están retiradas respecto de los grandes centros urbanos de la provincia, como San Carlos de Bariloche, Viedma y Fiske Menuko (Gral. Roca). La Ruta Nacional 23 se encuentra actualmente asfaltada casi en su totalidad, lo que permite una movilidad más fluida entre los pueblos y las ciudades de las Regiones Valle, Atlántica y Andina. No obstante, continúa siendo dificultoso transitar la zona, especialmente en invierno, debido a las nevadas y las fuertes heladas, sobre todo cuando se dirige a los parajes más alejados de los pueblos.
Maquinchao y Los Menucos se ubican a la vera de la Ruta Nacional 23 y forman parte del departamento Veinticinco de Mayo de la Región Sur o Línea Sur de la provincia de Río Negro. La población actual de la zona es de 32.000 mil habitantes. Los datos del censo de 2010 arrojaron que Maquinchao, fundado en 1905 y cabecera del departamento, posee 2494 habitantes en tanto que Los Menucos, fundado en 1906, cuenta con 5187 habitantes. La ganadería ovina constituye la mayor actividad económica en la zona rural y en los centros urbanos las personas desarrollan tareas en el área estatal administrativa, en el comercio o como albañiles y amas de casa. Ambas localidades están retiradas respecto de los grandes centros urbanos de la provincia, como San Carlos de Bariloche, Viedma y Fiske Menuko (Gral. Roca). La Ruta Nacional 23 se encuentra actualmente asfaltada casi en su totalidad, lo que permite una movilidad más fluida entre los pueblos y las ciudades de las Regiones Valle, Atlántica y Andina. No obstante, continúa siendo dificultoso transitar la zona, especialmente en invierno, debido a las nevadas y las fuertes heladas, sobre todo cuando se dirige a los parajes más alejados de los pueblos.
Si bien durante la segunda mitad del siglo XX, Maquinchao fue el principal centro comercial de la región, actualmente los pueblos de mayor importancia son Ingeniero Jacobacci, Los Menucos y Valcheta, por contar con diversas dependencias estatales y bancos. En la actualidad, ambas localidades cuentan con servicios de internet, luz, agua potable y gas de red, hospitales de baja complejidad, dos escuelas primarias, una secundaria, una residencia masculina y una femenina destinadas a los y las estudiantes provenientes de los parajes aledaños. El ámbito de la educación está gestionado por una supervisión de nivel primario, ubicada en Maquinchao, una supervisión de nivel inicial y medio y una sede del consejo escolar provincial, instituciones ubicadas en Los Menucos. Por último, también cuentan con registro civil, comisaría y diversas oficinas públicas.
En 2004, Maquinchao fue declarada Capital Provincial de la Lana, por ser esta la principal actividad económica (Ley 3855/RN) y comenzó a celebrarse la Fiesta Provincial de la Lana, que incluye un festival folclórico y el Campeonato Nacional de Esquila. Esta fiesta pasó a ser nacional en el año 2013. Por su parte, Los Menucos celebra todos los años la Fiesta Nacional de la Piedra Laja dada la explotación de yacimientos de este mineral desde 1960. En Febrero de 2020 se realizó la decimoquinta edición de este festival. Al igual que en el resto de los pueblos y parajes cercanos, hay una fuerte presencia de pobladores mapuche y mapuche-tehuelche en ambas localidades. A pesar de estas similitudes, Los Menucos no fue epicentro de los reclamos indígenas durante las décadas de 1980 y 1990 como sí lo fueron otras localidades aledañas, entre ellas Maquinchao, donde las comunidades mapuche tuvieron un gran impacto en la vida política y cultural del pueblo. Hipotetizamos que estas diferencias se reflejan actualmente en el paisaje lingüístico de ambas localidades, donde si bien se registrará el español, también se hallará evidencia de otras variedades originarias, migrantes, o utilizadas en ámbitos educativos, religiosos o culturales. Relacionar las expresiones del paisaje lingüístico urbano con la historia de estas localidades y con la actual presencia de las lenguas indígenas en estos pueblos permite comprender la situación sociolingüística de la región al igual que los intereses y vínculos de las comunidades mapuche locales con otras organizaciones, mapuche y no mapuche, y la agenda política que han ido delineando especialmente desde el año 1984 en adelante. Asimismo, a través de este análisis se podrá destacar la intención de las comunidades o individuos por revitalizar o visibilizar las lenguas pre-existentes del territorio en el espacio urbano, y de este modo, poner en evidencia las relaciones de poder existentes entre las consideradas lenguas prestigiosas y las lenguas minorizadas.
2. Un área multilingüe: indígenas, migración y mercachifles
Los primeros registros sobre Maquinchao se encuentran en partes militares y documentos aportados por viajeros que recorrieron la zona durante la segunda mitad del siglo XIX. En estos escritos, se observan descripciones geográficas y naturales, y se informa sobre la presencia de grupos günuna a küna y mapuche. Después de la Conquista del Desierto, o awkan en mapuzungun[1], muchos grupos indígenas fueron desplazados y diezmados, por lo que la región sur se convirtió en un escenario posible para establecerse, tanto para los grupos de indígenas sobrevivientes como para los inmigrantes que arribaron posteriormente.
Como afirma Pilar Pérez (2016), la meseta de Somuncura era, por entonces, considerada una región de escondite de desertores del ejército, indígenas, rebeldes y delincuentes pero, “al mismo tiempo, era una zona de refugio, dado que para recorrerla había que tener un conocimiento en relación a los caminos, a la forma de encontrar agua, orientación, etc.” (Pérez, 2016: 248). Es decir, a pesar de las dificultades que implicaba transitar este espacio, el hecho de que no hubiera destacamentos policiales lo convertía en un lugar seguro. Por otro lado, durante las primeras décadas del siglo XX llegaron a la zona inmigrantes españoles e italianos, escapados de la Primera Guerra Mundial, quienes en muchos casos hablaban variedades regionales, ingleses que se desempeñaron como administradores de estancias, y sirio-libaneses, hablantes de árabe, que mayoritariamente instalaron comercios o se dedicaban a la venta ambulante en los principales pueblos de la Línea Sur y en los alrededores de la meseta de Somuncura.
Durante las primeras décadas del siglo XX hasta 1930, este grupo fue de alguna forma marginado por la Dirección General de Tierras al no permitirles la instalación de los boliches ni el acceso a la tierra porque no eran considerados agricultores y cristianos, como los inmigrantes europeos, ni ganaderos como los indígenas, por lo que dependían más que nada de las estrategias de supervivencia y la ayuda mutua que establecían entre sus propias redes sociales (Chávez y Sourrouille, 2016; Chávez, 2019).
Según el Informe general y parcial del pueblo de Maquinchao de 1920 “el lugar donde se encuentra el pueblo era un paraje desierto, conocido con el nombre Tehuelche de Maquinchehua, que ha sido modificado por el uso en Maquinchao” (Cornejo, 1920: 1). De hecho, el nombre de esta localidad es un topónimo günuna küna registrado por distintos viajeros en la década de 1860, como Jorge Claraz, quien lo denominó como Mackintschau y George Chaworth Musters como Margensho, con el significado de “lugar de invernada”. En el informe se afirma que con la llegada del ferrocarril “comenzó una nueva era de prosperidad para aquella región” (Cornejo, 1920: 5).
Tras la construcción de las vías, y la creación de una estación, se agruparon allí pobladores dispersos en la zona. Este informe además expone que la mayoría eran extranjeros, predominando los españoles, en segundo lugar chilenos, luego los “turcos” y por último, los argentinos. Aunque no menciona la presencia de grupos indígenas, podemos suponer que la migración chilena de la época estaba conformada en gran medida por indígenas mapuche escapados de la Pacificación de la Araucanía, proceso que tuvo lugar a finales del siglo XIX, probablemente hablantes de mapuzungun y que, con el término “argentinos”, se refería a la población criolla o indígena nativa de la zona, en este caso probablemente también hablantes de günuna a yajüch y/o de mapuzungun, o que mantenían contacto con estas lenguas Esta situación y la observación de la toponimia han conducido a afirmar que “ambas lenguas registran contacto desde siglos pasados por haberse empleado en un mismo territorio donde además, según las fuentes históricas, el plurilingüismo era común” (Malvestitti y Orden, 2012: 1) y que probablemente esta zona conformaba un área lingüística (Malvestitti, 2003).
Mediante el Decreto Nacional Nº1380 de fecha 7 de diciembre de 1927 el presidente Marcelo T. de Alvear creó el pueblo de Los Menucos. Sin embargo, en el año 2017 la actual intendenta de la localidad Mabel Yauhar solicitó al Concejo Deliberante de la localidad la sanción de la Ordenanza N°031/17, que insta al Poder Ejecutivo Nacional modificar el decreto de 1927. La Legisladora Provincial Soraya Yauhar redactó y presentó entonces un proyecto para reestablecer 1906 como año de la fundación del pueblo. Este proyecto argumenta cómo fue poblada la localidad. Menciona que “Antes de la Campaña Militar fue poblada por tehuelches septentrionales, pueblo nómada que se trasladaba según las estaciones del año” (Yauhar, 2017: 1) A esta mención al pueblo gününa a küna, agrega además la llegada de indígenas provenientes del centro de la Provincia de Buenos Aires, conocidos como azuleros, y de la actual Provincia de La Pampa, los salineros, grupos que fueron desplazados hacia el sur luego de la incursión militar en Pampa y Patagonia. Destaca que el Registro Civil de Los Menucos cuenta con partidas de nacimiento de pobladores asentados entre los años 1945 y 1949, con fechas de nacimiento entre 1888 y 1909, lo que prueba que el pueblo fue fundado antes del decreto de Marcelo T. de Alvear, y previamente a la construcción del ferrocarril.
Finalmente, este proyecto argumenta que la primera casa de ramos generales en instalarse en el pueblo fue la firma alemana Sassemberg, que se instaló en las afueras del salitral ubicado al sureste del pueblo en 1906. Llama la atención que, a pesar de que la palabra menoko es una palabra mapuche que contiene dos acepciones en mapuzungun, una como pantano de la forma de un pozo redondo en la superficie en que pueden perderse las personas o los animales, y otra como pozo donde se busca agua para la casa (Augusta, 2018: 181); en este documento se insiste en que el nombre de la localidad es uno “moderno”, otorgado por los mapuche proveniente del actual centro sur de Chile en el siglo XIX, avalando así la teoría de la araucanización de las pampas y reforzando la idea de que los mapuche son chilenos, a pesar de existir muchos otros topónimos en mapuzungun en la zona. Por el contrario, este proyecto sostiene que la zona poseía antiguamente, es decir antes de la llegada de los mapuche, “un nombre tehuelche, posiblemente “gegena” o “gegematzen”, según traducciones de Georges Claraz en su libro “Viaje al Río Chubut” del año 1865 que tuviera el mismo significado “tembladerales” (Yauhar, 2017, 3)
Durante las primeras décadas del siglo XX las familias indígenas de la zona sufrieron períodos de estafas y desalojos a manos de terratenientes, entre ellos, los inmigrantes sirio-libaneses y españoles arriba señalados. Amparados por el poder gubernamental, se establecieron en campos aledaños a los pueblos y solicitaron la propiedad legal de las tierras, y por tal motivo, familias enteras fueron despojadas de sus parajes y llevadas a la fuerza hacia el pueblo.[2] Tanto las lenguas indígenas como las migrantes atravesaron un proceso de desplazamiento en tanto en la Argentina se propiciaba la castellanización y el fortalecimiento de una identidad nacional única mediante el uso de la lengua española, y especialmente mediante su escritura que, posicionada como opuesta a la oralidad entendida como un rasgo de barbarie, constituía un signo de modernidad (López García, 2009). Consideramos que estos datos históricos y sociolingüísticos, y los aportes etnográficos, son de especial importancia para comprender la situación sociolingüística actual de estos pueblos e identificar las huellas de estas lenguas en el paisaje lingüístico actual.
3. Criterios teóricos y metodológicos para el abordaje del paisaje lingüístico.
El estudio de paisaje lingüístico conforma un enfoque en el que se vinculan las teorías de contacto, la sociolingüística y la lingüística aplicada, aunque también hay autores que lo ubican dentro del campo de la geosemiótica por ser “la disciplina que se ocupa del estudio de los sistemas de significado por los que la lengua se localiza materialmente en nuestro mundo” (Pons Rodriguez, 2011: 102). Landry y Bourhis definen el paisaje lingüístico (de aquí en más PL) como “the language of public road signs, advertising billboards, street names, place names, commercial shop signs, and public signs on government buildings”[3] (Landry-Bourhis, 1997: 25). Hay acuerdos generales entre las teorías de PL en relación a la realización de estos estudios en un tiempo y espacio determinados, en nuestro caso las dos localidades mencionadas.
Definiciones más actuales incluyen también producciones como pintadas, grafitis y todo tipo de inscripciones en el espacio público, producidas de manera profesional o por individuos comunes (Blommaert y Maly, 2014). Estos carteles pueden ser públicos, estatales, o privados, pueden estar en negocios particulares o casas, y pueden estar colocados siguiendo una lógica “de arriba hacia abajo”, por iniciativa estatal, o “de abajo hacia arriba”, por iniciativa individual. Landry y Bourhis (1997) asumen que es posible medir la vitalidad etnolingüística a través del análisis de signos visuales dispuestos en el espacio público y, de este modo, establecer el estatus relativo de una lengua sobre otra, o las relaciones de poder entre ellas.
De acuerdo con estos autores, el PL puede cumplir dos funciones: simbólica o informativa. La informativa permite identificar cuáles son las comunidades de habla que habitan una región, sus límites, características lingüísticas e información sociolingüística sobre la composición de los grupos que allí habitan. La función simbólica se relaciona con el efecto que tiene la ausencia o presencia de carteles en una lengua determinada, en el espacio público, en contextos bilingües y suele emerger como una dimensión importante de la identidad étnica. Es decir que la ausencia de lenguas propias de un determinado grupo en un área geográfica puede significar la exclusión, valoración o estatus de dicha lengua, lo cual puede llevar a algunos grupos a generar acciones en torno a la revitalización de las lenguas que sienten son minorizadas. Las investigaciones realizadas desde esta perspectiva amplían el campo de estudios de la sociolingüística, que históricamente ha relegado el texto escrito expuesto en espacios públicos y permite hacer análisis historizados. En la actualidad, los estudios de PL han dejado de hacer análisis cuantitativos, a modo de meros “catálogos de lenguas” (Blommaert y Maly, 2014: 3), para incorporar un enfoque semiótico que permita analizar las relaciones sociales y patrones de interacción entre las personas productoras de un PL determinado.
El relevamiento del corpus aquí analizado se llevó a cabo durante los meses de agosto, septiembre y octubre del 2019 y febrero de 2020 en Maquinchao y durante el mes de noviembre de 2020 para el caso de Los Menucos. Con base en la metodología empleada para la investigación del PL, recortamos el espacio de relevamiento. Este comprendió las 15 cuadras[4] de este a oeste y 14 de norte a sur que conforman la localidad de Maquinchao, y las 13 cuadras de este a oeste y 18 de norte a sur de Los Menucos. En el análisis, de corte cualitativo, utilizamos la noción que considera texto a toda aquella escritura expuesta en el espacio público que mantiene alguna relación con el negocio, la institución o el individuo que lo ha publicado (Franco-Rodríguez, 2009) la cual nos permitió registrar total de 63 textos expuestos en el espacio público de Maquinchao y 71 en Los Menucos. En cuanto al análisis de cada texto, se consideraron expresiones en sus formas gramaticales tales como concordancia entre género y número, usos de plurales, conjugaciones verbales, pronombres y genitivos. También se observaron variaciones fonológicas y estrategias de composición implementadas en la creación de nuevas palabras.
En ambos pueblos, se relevaron denominaciones comerciales, nombres de calles, carteles en edificios públicos, pintadas y grafitis, escritos en otras lenguas que no son el español, siguiendo el criterio propuesto por Hipperdinger:
a) recursos grafémicos que no se emplean en la escritura convencional del español, restringidos normativamente a la escritura de palabras “donadas”; b) recursos grafémicos que se emplean en la escritura convencional del español, pero no en la posición en que lo hace en la palabra de la que se trata; c) secuencias grafémicas que no limitado en español a la escritura de palabras “donadas”; d) secuencias grafémicas que se emplean en la escritura de palabras españolas, pero no en la posición en que lo hace en la palabra de que se trata (Hipperdinger, 2018: 201).
Aunque forman parte de nuestro corpus, hemos decidido excluir de este análisis, como propone Hipperdinger, nombres propios ya que, si bien se relevaron casos en los que se nombra antiguos pobladores, comprobando así la diversidad étnica y cultural de ambas localidades, en muchos de estos ejemplos no se elige la lengua que hablarían por ejemplo los inmigrantes o descendientes de los pobladores originarios de la zona, sino sus apellidos, mientras que la especificación de rubo se hace en español. También excluimos letreros de calles con nombres de personajes históricos de las localidades, parajes o provincias por tratarse de nombres propios. Tampoco hemos considerado parte de nuestro análisis de aquellos locales comerciales que lleven los nombres de marcas que, si bien pueden estar escritos en otras lenguas, la decisión comercial no gira en torno a la denominación de un emprendimiento sino a la relación que se guarda con la marca. (Hipperdinger, 2018).
Ailen. Pasteleria - Barraca Pichilef - Autoservicio - NEYEN- Suyai Restaurant - Centro Cultural Kuky Cayunao - Estud Luis Huinca - Ali Yauhar - Yauhar pro
Estos criterios nos permitieron agrupar nuestro registro en tres grandes grupos, que desarrollaremos a continuación.
4. Tres tipos de paisaje lingüístico en Maquinchao y Los Menucos
4.1 Paisaje Lingüístico Institucional
En este apartado nos referimos al PL expuesto en el frente de instituciones públicas de la localidad, y no al PL que se encuentra en el interior de las mismas. En el primer caso, hemos registrado un total de 19 carteles que contienen la palabra “Maquinchao”. Como expusimos al comienzo de este trabajo, esta palabra corresponde a la lengua gününa a yajüch y data de mucho antes de la fundación del pueblo.
En comparación con otras localidades de la Línea Sur, esta localidad mantuvo su nombre preexistente: si bien muchos de los nombres de los asentamientos de la zona tenían nombres indígenas, como el caso de Huahuel Niyeo o Pichi Malal al ser fundados oficialmente como pueblos luego de la construcción de la vía férrea pasaron a llamarse Ingeniero Jacobacci y Ramos Mexía respectivamente (Ley de Territorios Nacionales, 1920).
Dos de estos 19 carteles no se encuentran al frente de edificios públicos, sino que uno se ubica a la entrada del pueblo donde se puede leer Maquinchao 1905-2015 y el otro se encuentra en un mapa de la plaza municipal Aimé Paine que contiene el logo del municipio y el nombre del pueblo en él. El resto de los carteles corresponden al hospital, seccional de bomberos, comisaría, sedes de obras sociales, gremios (UPCN y Luz y Fuerza), partidos políticos (FPV y JSRN), centro de jubilados, municipio y dependencias educativas. Finalmente, tres de estos nombres propios se ubican en la cartelería de locales comerciales.
En el caso del segundo pueblo, estamos frente a un caso de adaptación formal (Hipperdinger, 2018) del mapuzungun al español. Como dijimos anteriormente, un menoko es un pozo de agua o un lodazal. Esta localidad no conservó el pluralizador “küf” utilizado para pluralizar objetos animados e inanimados o la preposición “pu” que significa “dentro de” y también señala número en sustantivos, sino que se utilizó el artículo “los” para marcar género y número, atribuyéndole así género al sustantivo en mapuzungun, cuando en realidad esta lengua no marca género. Es decir, en lugar de pluralizar el sustantivo menoko con un marcador en mapuzungun, se utilizan los mecanismos formales del español, y se aplica además del artículo, la “s” del plural. Se relevaron aquí 47 carteles con la presencia de la palabra “Los Menucos” en ellos. Excepto por tres carteles comerciales, los otros 44 corresponden a dependencias de salud, escuelas o supervisiones, comisarías, centro de jubilados, oficinas públicas (INTA, SEDRONAR, SENAF, Ganadería) cooperativa de luz, agua gas, teléfono, carteles de bienvenida en los accesos del pueblo, gremios (UNTER) y mutuales, estación de trenes, centro municipal de monitoreo y natatorio municipal. Se detectaron además tres casos de paisaje lingüístico móvil (Bloomaert y Maly, 2014), ya que el nombre del pueblo fue hallado en dos camiones de bomberos y en un camión particular de transportes.
Por otra parte, en Maquinchao registramos dos carteles escritos en mapuzungun y español:
Cumelen. Residencia de Larga Estadía de Adultos Mayores.
Jardín Maternal Comunitario n° 23 “Piuke Ayihue”
En el primer caso, esta palabra significa “estoy bien” (la n final corresponde al sufijo verbal de la primera persona del singular). El nombre hace alusión al bienestar o buen vivir de los adultos mayores dentro de la institución. Aunque muchos de los residentes pertenecen al pueblo mapuche, la elección de este nombre no constituye una iniciativa de las comunidades del pueblo. En el caso del jardín maternal podemos asegurar que esta fue una iniciativa de las comunidades mapuche ya que, según nos relató una de las referentes mapuche en la comunidad, se encargaron de que así sea mediante una nota al municipio:
“Yo trabajé cinco años gratis ahí. Y el nombre se lo puse yo y quedó con el nombre” (TP).
En Los Menucos identificamos dos instituciones con nombre mapuche, así como una en hebreo:
Gente de Somuncura
Escuela primaria N° 292 QUILLACAHUE
Iglesia Pentecostal MAHANAIM
Shaddai. Consultorio
Antenant[5]
La primera corresponde al nombre del local de la Cooperativa de Tejedoras Gente de Somuncura cuya sede principal reside en la localidad de Sierra Colorada y a la que algunas mujeres de Los Menucos se encuentran afiliadas. Somuncura es el nombre de la meseta ubicada al sur de la provincia, casi al límite con Chubut, donde se encuentran muchos parajes con nombres indígenas. Esta palabra se encuentra adaptada al castellano, ya que en mapuzungun podría escribirse “zugun kura”, ‘piedra que habla’. En el segundo ejemplo se observa que la información principal, que es el número y el tipo de institución están en español, mientras que el nombre se indica en mapuzungun y puede traducirse como “lugar de ayuda mutua” (Erize, 1964: 162)
El tercer caso se trata de una iglesia evangélica con nombre en hebreo, mientras que la información respecto a qué rama del cristianismo pertenece se describen en español. Esto no significa que haya habido migración hebrea en la zona, por lo menos no lo suficientemente significativa como para plasmarla en nombres de calles, instituciones o monumentos, sino que demuestran la presencia de diversos cultos en la localidad. Lo mismo sucede con el cuarto ejemplo, donde Shaddai proviene posiblemente del árabe y su significado es “sombreado”. La especificación institucional se encuentra en español.
Excepto por los carteles en mapuzungun, que cumplen tanto una función simbólica como informativa, el resto de los textos institucionales cumplen sólo una función informativa que, por supuesto, deja entrever que el idioma oficial que se habla en Maquinchao y Los Menucos es el español. Al decir de Landry y Bourhis “the predominance of one language on public signs relative to other languages can reflect the relative power and status of competing language groups (...) one may find that the majority of publics signs are written in the language of the dominant language groups, whereas only a few public signs are found in the language of the weaker language groups” (Landry y Bourhis, 1997: 26)[6]. Teniendo en cuenta que estos carteles institucionales fueron expuestos en el espacio público siguiendo una lógica de “arriba hacia abajo”, podemos entrever la ausencia de una política lingüística pública que revitalice las lenguas indígenas de la localidad y que contribuya a la permanencia de la memoria histórica de sus habitantes.
4.2 Paisaje lingüístico comercial
Este es uno de los conjuntos que revela mayor creatividad y diversidad en ambos pueblos. Analizamos 13 textos expuestos en el frente de locales comerciales de carácter privado en Los Menucos y 12 en Maquinchao. Estas constituyen iniciativas que siguen una lógica de abajo hacia arriba. En Maquinchao, son tres las denominaciones comerciales cuyo nombre está en mapuzungun, mientras que la especificación de rubro está en español. En Los Menucos, relevamos un solo negocio que también sigue esta lógica:
Choique. Tertulias.
Ruca. Repuestos.
El Coiron. Veterinaria. Maquinchao.
Artesanías Pewmayen
En el caso de la veterinaria, además, se utilizó el artículo del español “El” para indicar género y número. Además, se utilizó un grafemario españolizado para indicar el sonido /k/. Lo mismo se puede observar en la casa de repuestos. Algo similar sucede con la palabra pewmayen, la cual es una adaptación de “pewmagen” que puede traducirse como una expresión de deseo (Augusta, 2018: 246). La globalización y la enseñanza obligatoria del inglés produjeron que esta lengua también esté presente en el PL del pueblo, y por ello se identifican dos textos en inglés en Maquinchao y cuatro en Los Menucos:
Energy. Gym.
Buff. Gym.
Cader Gym
Vane Sport. Tu elección
Kiosco ONE
Zoom bailable
Al contrario de los textos en mapuzungun, en los dos primeros ejemplos, la especificación de rubro también se encuentra en inglés. A su vez, en buff están cortadas las últimas dos sílabas de la palabra buffalo del inglés. En Cader Gym y en Vane Sport, si bien se trata de nombres propios, resulta interesante incluir estos textos en el análisis ya que el primero agrega la especificación del rubro en inglés (gym) y el segundo se trata de una tienda de ropa deportiva, lo cual se identifica con la palabra sport del inglés. En los últimos dos ejemplos (Kiosco One y Zoom Bailable) la especificación de rubro está en español.
Por otro lado, pudimos identificar cinco casos de hipercaracterización extranjerizadora (Hipperdinger, 2018), uno en una cervecería de Maquinchao y cuatro en locales de Los Menucos:
Kräm. Cervecería.
Kaprichos 2
Píxeles kiosco
Regalería Chula’s
Matu’s disco center.
Los Menucos Río Negro
En el primer caso, se utilizó un recurso grafémico utilizado en español, la diéresis, para hipercaracterizar y extranjerizar la palabra. En el segundo caso, se reemplazó el grafema C por la K, recurso que no se usa normalmente en español, a menos que se trate de préstamos. En el caso de Pixeles, se le agregó el plural en español a una palabra en inglés para la cual no existe un sinónimo o una traducción en español, y se utiliza actualmente como préstamo consolidado. En los ejemplos uno, tres, cuatro y cinco se observa también la especificación de rubro en español.
También identificamos casos de hipercaracterizaciones ortográficas, las tres primeras en Maquinchao y las restantes en Los Menucos, en palabras ortografiadas en español, pero de forma no normativa. Estas secuencias grafémicas no se emplean en la escritura de español normalmente:
Lilied. Almacén.
Rony. Calzados.
Ruby II. Despensa.
Yezzi Hogar
Kiosco Cody
Quisco Toty. Comidas para llevar.
Mercadito Copy
Por otro lado, a pesar de la llegada de inmigrantes sirio-libaneses y españoles a la región y de la influencia económica que mantienen estos grupos hasta la actualidad, relevamos sólo dos textos en árabe y uno en euskera en Maquinchao:
Naya. Hogar y deportes.
Naydun. Hotel.
Ametsa. Regalos.
En todos estos casos, la especificación de rubro se encuentra en español. En el caso de Naya. Hogar y deportes se detectaron símbolos en árabe que acompañan el texto en español, mientras que, en el caso del hotel, se identificó la palabra “abierto” en el vidrio de la puerta del hotel, pero escrito con una tipografía que simula símbolos árabes. Estos textos portan tanto con una función informativa como simbólica, ya que pretenden evocar la presencia de pobladores sirio-libaneses en el pueblo.
Finalmente, se relevó en Maquinchao un texto en griego y dos en hebreo en Los Menucos. Estos tres casos también cuentan con la especificación de rubro en español. En el caso del griego, el texto completo expone también otros servicios que allí se ofrecen escritos en imprenta mayúscula, pero en menor tamaño que la especificación de rubro. Se encuentra entre ellos la palabra “packaging” en inglés, por lo que estamos aquí frente a una transferencia léxica no adaptada que hace referencia a un servicio de encomienda. En los casos relevados en hebreo, se puede inferir la influencia de las iglesias evangélicas en la región, ya que como mencionamos anteriormente, no hubo inmigración significativa de hablantes de ese idioma.
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Jireh. Pollería
Eben Ezer. Despensa
4.3 Paisaje lingüístico transgresor
Rodríguez Barcia y Ramallo (2015: 135) entienden la pintada “como un tipo grafiti exento, en general, de vocación estética o motivación artística”. En este sentido, grafiti sería la categoría más amplia que incluye pintadas y otro tipo de expresiones semióticas como dibujos e imágenes. Además de identificar secuencias grafémicas que no sigan la lógica del español, se incluyen y analizan en este caso tipos de texto no autorizados, públicos, reivindicativos, identitarios y fruto de la iniciativa de minorías activas, según proponen los autores mencionados.
Las tensiones presentes entre los distintos grupos étnicos de estas localidades, basadas en una asimetría histórica que explicamos, se hacen visibles en el espacio público mediante la decisión política de algunos grupos o individuos que eligen visibilizar el mapuzungun, lengua pre existente en el territorio y posiblemente lengua de herencia de los autores de estas pintadas, quienes suponemos cuentan con la suficiente sensibilidad lingüística como para realizarlas, muchas veces de forma ilegal. Se materializan así los conflictos lingüísticos al exhibirse el vínculo entre la ideología de los realizadores de estas pintadas con la elección por el código, en este caso una lengua minorizada, en peligro y cuyo grupo de hablantes ha sido subalternizado. No todas las producciones relevadas tienen un contenido político, ya que algunas tienen un contenido hedonista – en términos de Rodríguez Barcia y Ramallo, 2015- es decir buscan saciar una satisfacción personal. Son del interés de este trabajo aquellas que tienen un contenido reivindicativo. Fue en Maquinchao donde se relevaron la mayor cantidad de pintadas: se registraron 21, de las cuales siete están realizadas con la técnica de esténcil o plantilla, cinco son murales con dibujos que incluyen texto y nueve grafitis que sólo revelan texto. Todas estas son iniciativas colectivas o personales de carácter privado, muchas veces anónimo. En Los Menucos el número es mucho menor, ya que sólo se relevó un mural escrito en lenguaje inclusivo y un grafiti en inglés.
Consideramos pertinente, antes de realizar este análisis, detenernos en la efervescente organización política que caracterizó a Maquinchao desde finales de los ‘80 hasta la primera década del 2000. A pesar de la prohibición que rigió sobre el mapuzungun durante gran parte del siglo XX, sus hablantes lograron mantener la lengua en reuniones familiares, señaladas y en el kamaruko, ceremonia espiritual que funcionó como espacio de socialización lingüística. La vida de los pobladores mapuche era una vida de privaciones, tanto así que en la gran nevada del ‘84 fueron el sector más perjudicado. Esta crisis climática y económica, impulsó a los pobladores rurales a organizarse y exigir políticas públicas reparatorias. Al mismo tiempo, surgieron cooperativas ganaderas indígenas y artesanales, una de ellas en Maquinchao conformada por tejedoras de la localidad, el Centro Mapuche de Bariloche y el Consejo Asesor Indígena (CAI), que impulsó la discusión por la promulgación de la Ley Integral del Indígena N°2287. Este momento fue una bisagra para el mapuzungun que comenzó a visibilizarse públicamente y a funcionar como un fuerte marcador de identidad (Malvestitti, 2005).
La comunidad mapuche Makunchao comenzó así un camino de revitalización de la lengua y la cultura mapuche, fortaleciendo vínculos entre sus integrantes y los de otras comunidades del territorio. Un ejemplo de esta actividad política y cultural fueron los homenajes que se realizaron durante los años 1995-2005 a la cantante mapuche Aimé Paine, la participación de los miembros de la comunidad en ceremonias mapuche y actividades políticas en otras provincias además de una participación activa dentro del C.A.I. La Cooperativa de Tejedoras “Peñi Huen” conformada por mujeres mapuche, muchas de ellas hablantes de mapuzungun, también formó parte de este proceso. El local de las tejedoras, ubicado paradójicamente en la Avenida J. A. Roca de la localidad, en el que exponían y comercializaban sus trabajos, funcionó como un centro de reuniones, en las que se podían vivir el protocolo discursivo mapuche a través de la realización del pentukun (presentaciones) y ülkantun (canciones) a cargo de las ejecutantes. Hacia la primera década del 2000 comenzaron a realizarse, en un terreno cedido por el municipio, encuentros para el Wüñoy Txipantu, año nuevo mapuche, durante el 23 y 24 de Junio de cada año. Estos también eran espacios de socialización lingüística en el que los y las hablantes se reunían para hacer un gillatun (ceremonia espiritual) seguido de una compartida en alguno de los centros comunitarios del pueblo. Si bien estas experiencias no dejaron huellas visibles en el PL urbano, son hechos que permanecen en la memoria colectiva y étnica de los y las habitantes del lugar.
La historia política de Los Menucos es muy distinta a la de Maquinchao, al igual que los vínculos entre el municipio y las comunidades mapuche. En Los Menucos no se formaron cooperativas ganaderas ni de tejedoras durante el período mencionado. Si bien se registró y analizó el cartel del local de la cooperativa Gente de Somuncura, esta tiene su sede principal en Sierra Colorada, localidad vecina. En la memoria de los pobladores mapuche del pueblo aún perdura la realización de los kamaruko küf de Sierra Negra, paraje ubicado a 15 km del pueblo, y en las afueras de Comicó en la Meseta de Somuncura. Estas ceremonias dejaron de realizarse aproximadamente en los años ’80 y no hay reflejo de esta actividad en el paisaje lingüístico actual. Una de las comunidades de la localidad, Ñanko Newen, comenzó a realizar el Wüñoy Txipantu también en el paraje Sierra Negra desde el año 2014. En conjunto con esta ceremonia la comunidad organiza y participa de talleres de lengua, mantiene vínculos con otras organizaciones de DD.HH. y sus miembros participan de distintas actividades y espacios mapuche de reivindicación política. No obstante, muchas de estas actividades las realizan en Maquinchao o en Sierra Colorada ya que en Los Menucos no tienen acceso a centros comunitarios debido a que algunos de sus miembros pertenecen, o simpatizan, al partido político opositor. Esta tensión entre algunas de las comunidades mapuche y el poder político local se ve reforzada por la postura de algunos funcionarios municipales que sostienen aún, como ya se mencionó, que los mapuche son chilenos y que nada tuvieron que ver con la fundación del pueblo. Otra de las posibles razones de la inexistencia de grafitis reivindicativos, es la presencia de numerosas cámaras de seguridad instaladas en el pueblo y la presencia de dos comisarías, una Comisaría de la Mujer y un puesto caminero en el ingreso Este del pueblo. Este control ejercido por las fuerzas de seguridad difiere del existente en Maquinchao, donde hay solo una comisaría. Estas notables diferencias se hacen visibles en el paisaje lingüístico de ambas localidades, como se verá a continuación.
En los alrededores de la Plaza Aimé Paine del centro de Maquinchao, es donde se registraron la mayor cantidad de pintadas en mapuzungun, probablemente por estar ubicada frente a la municipalidad y encontrarse rodeada de edificios públicos y locales comerciales. Algunos ejemplos son:
Amulepe tayiñ weychan
Petu mongueleiñ
El primero, se puede traducir como “que siga nuestra lucha” en modo imperativo fue relevado una cantidad de cuatro veces, mientras que el segundo pudimos registrarlo dos veces, uno de ellos ubicado en la plaza Aime Paine, otro en la vereda de enfrente. En ambos casos, se utilizaron grafemarios españolizados para indicar los sonidos /i/ y /ŋ/. Alrededor del texto “Petu mongueleiñ” se encuentra el símbolo del representativo del pueblo Mapuche y en el caso de “Amulepe tayiñ weychan” kultxun se encuentra acompañado de las caras de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel, dos jóvenes asesinados en los últimos años a manos del estado en contextos de represión a comunidades mapuche de la zona cordillerana de Chubut y Río Negro. En cambio, el segundo es previo a estos conflictos, ya que fue pintado durante el paso de la marcha “Petu mongueleiñ” organizada por comunidades y organizaciones mapuche en el año 2017 cuando se marchó desde Bariloche a Viedma parando por todos los pueblos de la Línea Sur para exigir la prórroga de la Ley 26.160, cuyos objetivos son declarar la emergencia territorial, la suspensión de desalojos y la realización de un relevamiento territorial de las comunidades indígenas. Si bien esta marcha ingresó a la localidad de Los Menucos y fue recibida por la comunidad Ñanko Newen, no quedó plasmado su paso en el espacio urbano. Así mismo, en la cuadra de la plaza y la municipalidad, relevamos símbolos relacionados a la lucha feminista y guardas pampas decorando los antiguos surtidores públicos de agua, realizados con plantillas. Sobre las calles Julian Pérez y Remedios de Escalada, paralelas a la plaza Aimé Paine identificamos las siguientes pintadas:
Santiago Maldonado. Mvleymi fewla ka rumel. El estado es responsable
Ñielai Ko. Ñielai mongen. Chengen.
Feliz día del niño. R.N. Programa Hueche
El agua vale más que el oro. Vecinos autoconvocados. Lipetren, El Cain, Río Chico, Comallo, Maquinchao, Jacobacci.
Inchiñ. Awkan.
Los piratas del mallín.
Las cuatro primeras pintadas están acompañadas de murales. En el primer caso, una traducción posible sería “Santiago Maldonado. Presente ahora y siempre. El estado es responsable”. Por otra parte, se puede apreciar que la parte del texto que denuncia al estado por esta desaparición seguida de muerte, está escrito en español, para que quede claro la postura de los emisores en relación al tema. Este mensaje contiene la imagen del joven desaparecido y la Wenufoye, bandera que identifica al pueblo mapuche a ambos lados de la cordillera, de fondo.
Esta iniciativa fue llevada adelante por una murga de la localidad, quienes se encargaron de gestionar los materiales y pedir permiso a la municipalidad para su realización de modo que, si bien constituye una iniciativa colectiva y privada, de abajo hacia arriba, contó con respaldo institucional. El ejemplo a continuación también fue iniciativa de la murga “Herederxs del Baile” y se podría traducir como “sin agua no hay vida” y el objetivo era visibilizar el conflicto por el agua que se vive en contra de los proyectos megamineros[7].
El siguiente mural y texto, corresponde a un programa provincial de acompañamiento a jóvenes dónde se realizan talleres llamado “Hueche” (joven) por lo cual es una pintada institucional. Aunque el nombre del programa se encuentra en mapuzungun, no así las consignas que lo acompañan. Tampoco se observan referencias al pueblo mapuche, más allá del nombre del programa. El cuarto de estos textos alude a la lucha en contra de la minera Calcatreu, proyecto extractivista que pretendía instalarse en las inmediaciones de Ingeniero Jacobacci durante los años 2003 y 2005 y que provocó, en toda la región, una gran organización para confrontarlo. Este mural, en el que puede observarse una gran gota de agua con la consigna “El agua vale más que el oro” contiene los nombres de las localidades que se unieron en esta lucha, muchos de los cuales están en mapuzungun y gününa a yajüch como Lipetren, Maquinchao, Comallo y El Caín.[8] Las dos últimas pintadas en mapuzungun, a comparación de las anteriores carecen de efectos estilísticos y están más bien realizadas a mano alzada con aerosol. Inchiñ Awkan no corresponde a una oración ni a un nombre propio como las anteriores, sino que inchiñ es el pronombre plural nosotros y awkan puede traducirse como. Sin embargo, una posible traducción podría ser “nuestra lucha”.
El último ejemplo, se encuentran en español y en mapuzungun, ya que la palabra mallín corresponde al mapuzungun y significa aguasal (Augusta, 2018: 115). Es una palabra muy utilizada en el español de la región. Mallin Newen es el nombre de un equipo de fútbol de Maquinchao y su cancha está situada en el barrio El Mallín al sur de la localidad.
El resto de las pintadas que conforman este apartado, se encuentran en inglés, una en latín, una en italiano y cuatro con secuencias grafémicas que no corresponden al español.
TNT Custom Garage.
Back in the days.
Quo Vadis
Ke vuelva zorri.
Chueko.
Mika.
Maxy.
Excepto por el primero, que se halla en la puerta de un taller mecánico, el resto son pintadas de iniciativa hedonista. En este sentido, las pintadas en inglés en comparación a las analizadas en mapuzungun no intentan visibilizar una problemática. La pintada en latín significa “¿a dónde vas?”, data de las primeras décadas del siglo XX y está ubicada en la pared de uno de los galpones del ferrocarril en el campo de la estación. El escritor Maquinchense, Galo Martinez (2007), le dedicó unas páginas en su libro “Maquinchao, hilvanando recuerdos” por tratarse de una pintada de más de 70 años que no sólo permanece indeleble, sino que no ha sido vandalizada ni tapada con ninguna otra pintada.
En Los Menucos no se observa la misma diversidad que en Maquinchao en torno a las pintadas. Si bien hay pintadas y grafitis, sólo dos revelan con secuencias grafémicas diferentes al español o en otra lengua:
Aquí cabemos todxs
Iron Maiden
El primer caso fue relevado en el patio trasero de la sede del SENAF (Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia). Se trata de un mural que no está acompañado por ninguna imagen y que, aunque está escrito en español, se utiliza la secuencia grafémica “dxs” no para simular una hipercorrección o una exaltación de la extranjeridad sino para evitar el uso sexista del lenguaje. El uso de la X que suplanta el uso del masculino e incluye también a las mujeres y diversidades, es índice de su contenido reivindicativo, que pone en cuestionamiento el uso normativo del lenguaje y resalta un conflicto lingüístico, no de corte étnico, sino basado en asimetrías de género. El último caso en inglés es un grafiti realizado con aerosol y exhibe el nombre del grupo musical Iron Maiden, lo que condice con una iniciativa hedonista.
5. Conclusiones
Si bien el estudio el PL es relativamente nuevo dentro del campo de la lingüística, nos interesa su análisis en esta zona por tratarse de un área multilingüe donde han confluido, y confluyen, distintas lenguas como el mapuzungun, el gününa a yajüch, el árabe sirio-libanés, el español y actualmente el inglés. Así, hemos comprobado que estas lenguas son visibles en ambas localidades, y el PL da cuenta de los procesos históricos de poblamiento, tensiones ideológicas y cambio sociolingüístico en las dos localidades abordadas. Notamos, en particular, que no quedan registros de textos en gününa a yajüch y pareciera que la denominación Maquinchao ha sido asimilada al mapuzungun, y su significado original “lugar de invernada” ha sido reinterpretado del mapuzungun como “poncho del padre” (proveniente de las palabras makün= poncho y chao= padre). De este modo, la identidad gününa a küna ha sido hibridizada y re interpretada en una identidad mapuche o mapuche-tehuelche, probablemente debido a las migraciones forzadas y por la ruptura de lazos familiares que produjeron que los pobladores dejen de identificarse con el pueblo y la cultura gününa a küna, a la par que esta lengua cesara de ser utilizada como vehículo de comunicación.
El abordaje teórico del PL de estas localidades nos ha permitido confirmar nuestras dos hipótesis. Por un lado, confirmamos que aunque el español es la lengua oficial, ya que predomina en la mayoría de las instituciones o en los locales comerciales en la especificación de rubro, se observa heterogeneidad en el PL, con presencia de otras variedades. De este modo, el carácter multilingüe que la región tuvo históricamente, sigue evidenciándose. Por otro lado, confirmamos también que las pintadas en mapuzungun tienen un contenido reivindicativo vinculado con la identificación identitaria de sus autores. En las pintadas en mapuzungun se observa que el código es utilizado a modo de denuncia y funcionan como una estrategia de visibilización de las lenguas minoritarias ya que “al mismo tiempo que los escritores de pintadas buscan la reivindicación de derechos sociales, también visibilizan la lengua minoritaria llevando a cabo así una demanda lingüística y social de forma simultánea” (Rodríguez Barcia-Ramallo, 2015: 142).
Asimismo, el hecho de que la mayoría de estos textos sean visibles en los alrededores del centro comercial y administrativo de Maquinchao, demuestran un intento por parte de las comunidades de disputar estos espacios y pujar para que el mapuzungun esté presente en el espacio público, concibiendo así un activismo lingüístico, a través del diálogo con autoridades locales o de intervenciones callejeras ilegales, que pretende revitalizar y plasmar en el espacio público esta lengua amenazada al igual que los conflictos territoriales y políticos que vive el pueblo mapuche. Estos mensajes proactivos nos dan una pista de las demandas sociales en torno al mapuzungun y a la identidad social de sus habitantes, a la vez que nos permiten reconstruir los procesos de población, fundación, migración que conforman a la localidad y los tejidos sociales que la componen.
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Notas