INTRODUCCIÓN

Los juicios a los que se llega mediante el pensamiento crítico se basan en criterios que pueden ser primordiales tales como la libertad, la autonomía, la soberanía y la verdad entre otros. El pensamiento crítico implica estar sensibilizados, así como contrastar una realidad social, política, ética y personal (Bezanilla et al, 2018)

Castellvi, Massip y Pagés (2019) La formación del pensamiento crítico se viene investigando desde hace décadas y su estudio no ha dejado de tener vigencia (p.24). El desarrollo del pensamiento crítico requiere un aprendizaje específico, capacidad de adaptación y práctica (Argüello 2001 citado en Zelaieta et al, 2018). Siguiendo el mismo orden de ideas, Moreno y Velázquez 82017). Indican que:

Los cambios sociales y culturales de la actualidad requieren de ciudadanos formados con una mentalidad crítica, abierta y flexible ante los cambios. Enfrentar esos retos requiere de sistemas educativos que destaquen por la aplicación de métodos de enseñanza que conduzca a potenciar las habilidades del pensamiento crítico y la formación integral de los estudiantes. (p.54)

Tal como lo explica Ossa et al (2018) mencionan que algunas demandas del sistema educativo actual son: la capacidad de generar habilidades científicas, fomentar la participación, mejorar el nivel de conocimiento, e incorporar a la diversidad en sus prácticas (p.445). Es por ello, que la enseñanza de los docentes en las aulas debe estar orientadas en fortalecer el pensamiento crítico a través de estrategias de enseñanza situadas, el pensamiento crítico permite que el estudiante tome decisiones, de soluciones a sus necesidades, asumir un juicio crítico y cuestionar el conocimiento haciendo uso de la investigación desde la identificación de problemas y procesar en forma autónoma (Bransford,2017). El trabajo en aula sin duda es un reto continuo en el cual debemos innovar todos los días para favorecer los procesos de aprendizaje. El papel del docente es ser activo buscando las herramientas necesarias para consolidar un aprendizaje que debe tener impacto sustancial en el desarrollo personal y académico de los jóvenes, especialmente en el desarrollo del pensamiento crítico a través de la aplicación de una serie de estrategias Núñez, Ávila y Olivares (2017).

Es fundamentak que el desarrollo del pensamiento crítico en docentes en formación inicial es crucial, considerando que el trabajo en el aula es una constante toma de decisiones sobre el qué y cómo de la enseñanza (Macareno y Gutiérrez, 2019). La UNESCO (2020), advierte lo que está sucediendo con los jóvenes en educación superior; por un lado, se hace conocido que en los estudiantes existen niveles insipientes del pensamiento crítico, sumando a eso, la usencia de la reflexión y evaluación sobre textos, a la brecha entre lo que pienso y escribo, a las distintas maneras de obtener y evaluar las fuentes de información y más aun a la contaminación digital existente propia de cada contexto.

Corresponde al Minedu realizar la conducción de la educación en el Perú, por ende, la educación superior tiene que custodiar y asegurar el éxito de los programas de formación y las acciones de capacitación propias del docente del FID (MINEDU., 2019). Los desafíos a los que nos enfrentamos en educación, no son exclusivos de un sistema educativo organizado por ciclos de atención; la cual reclama una mejor atención. La formación inicial docente, tiene un gran compromiso con sus estudiantes y este se ve reflejado en el de desarrollar estrategias situadas para el fortalecimiento del pensamiento crítico, volviéndose estas mismas sostenibles en el tiempo porque logran formar parte del quehacer pedagógico.

Los retos en educación son grandes; la educación superior aún se está enfrentando a las brechas de desigualdad para el acceso a los aprendizajes, una realidad propia de universidades, escuelas de educación superior pedagógica, institutos y tecnológicos. La formación inicial docente tiene un arduo trabajo de transformación educativa alineada a las exigencias sociales del profesional que se requiere (Schamal, 2015, y Soares et al., 2013), donde se deben trabajar estrategias situadas que contribuyan a disminuir y erradicar la ausencia del pensamiento crítico en los estudiantes.

Convirtiéndose estos mismos estudiantes en profesionales reflexivos y críticos, orientándoseles para potenciar sus capacidades intelectuales combinadas a su formación humana, que sean capaces de buscar alternativas de solución diferentes a las que existentes, que sumado a eso puedan argumentar los fenómenos del contexto demostrando su dominio de argumentar, emitir juicios y de conceptualizarlos.

En Perú, la mayoría de las instituciones públicas y privadas vienen implementando el modelo educativo por competencias, en cumplimiento de la nueva ley que está dirigida a las escuelas e institutos de educación superior Nº 30512, las demandas de las nuevas políticas de los Institutos de Formación Docente, que entre sus principios tiene el espíritu crítico y la investigación; es así que Reupo (2015) reconoce que las instituciones han desarrollado una serie de estrategias didáctica para que el estudiante logre la resolución de problemas, la estrategia situada son las más usadas y permiten al estudiante al desarrollar su nivel de pensamiento crítico, siendo importante el rol del docente como facilitador del aprendizaje; a pesar de los avances que se han tenido se continua con los problemas en los estudiantes.

La Dirección de Educación Superior Pedagógica del Ministerio de Educación del Perú, implementa desde el año 2018, el programa de fortalecimiento de capacidades para docentes de escuela de educación superior pedagógica. Una de las competencias a fortalecer, es que los docentes promuevan el pensamiento crítico. Parten, de la realidad, que el 67% de los docentes investigados no enseñan a pensar en forma crítica a sus estudiantes, a nivel nacional un gran porcentaje de los docentes de educación superior pedagógica mecanizan y teorizan el contenido. (Ministerio de Educación, 2018).

En la región Piura, el Proyecto Educativo Regional señala como objetivo estratégico, una educación superior que fomente la investigación. Diagnostica que los docentes de la escuela de educación superior pedagógico Piura deben incentivar la investigación. La investigación es una estrategia de enseñanza situada, sólo el 30% de los docentes promueven una enseñanza centrada en la realidad, esto significa que el memorismo mecánico sigue siendo una práctica conductista de mayor preferencia que estos tiempos, ya no es pertinente (Véliz, 2017).

Los estudiantes del EESP, Piura, en el actuar pedagógico diario se evidencia una ausencia de criticidad ante una realidad o problema a resolver, empíricamente se ha observado en las estudiantes del programa de estudios de educación inicial, resaltándose una gran deficiencia para sustentar y resolver sus problemas académicos, existen ciertos factores que se han podido observar en el desenvolvimiento estudiantil, como son los diferentes ritmos y estilos de aprendizaje, inadecuados hábitos académicos; otro problema es que el plan de estudios tiene el sistema flexible semestralizado, lo que hace que algunos estudiantes se sobrecarguen con asignaturas y cuentan con poco tiempo para realizar las exigencias de las asignaturas que promueven el desarrollo de diversas capacidades; esto lo ubico en su falta del desarrollo de pensamiento crítico, y un deficiente poder de criticidad.

Ante ello se suma el desinterés que muestran algunos de los docentes en no promover actitudes críticas, teniendo como resultado respuestas pobres, simples o cortas y sin un fundamento crítico, por lo que propósito de esta investigación es identificar el nivel de pensamiento crítico que tienen las estudiantes que cursan el I ciclo académico de la educación superior. De aquí que surge la necesidad de desarrollar el siguiente objetivo General: diseñar una propuesta de estrategias situadas para fortalecer el pensamiento crítico en estudiantes del programa de estudios de educación inicial de la EESPP “Piura”, 2020.

Para ello en los objetivos específicos se requiere identificar el nivel de la competencia de pensamiento crítico en estudiantes del programa de estudios de educación inicial del EESPP “Piura”, 2020. Por otro lado, se requiere describir el nivel de evaluación del pensamiento crítico en estudiantes del programa de estudios de educación inicial del EESPP “Piura”, 2020. Así mismo describir el nivel de las habilidades para el desarrollo de pensamiento crítico en estudiantes de la especialidad de educación inicial del EESPP “Piura”, 2020. Finalmente validar la propuesta de estrategias situadas para fortalecer del pensamiento crítico en estudiantes de la especialidad de educación inicial del EESPP “Piura”, 2020 por medio juicio de expertos.

La hipótesis que se propuso en la investigación, es la aplicación del programa de estrategias de enseñanza situadas influye significativamente en el fortalecimiento del pensamiento crítico en las estudiantes del programa de estudios de Educación.

DESARROLLO Marco Teórico

El ser humano en el transcurrir de su vida, adopta una serie de pensamientos diferentes y con características propias, las mismas que se van desarrollando y fortaleciendo a lo largo del tiempo. Es necesario identificar lo que nos menciona Villa y Poblete (2007), que hay distintas formas de pensamiento: analítico, sistémico, reflexivo, lógico, creativo, analógico, divergente, lateral, convergente, interrogativo, deliberativo, discursivo, colegiado, práctico, deductivo, inductivo, crítico. En el campo educativo es difícil distinguirlas por el impacto que tiene en los estudiantes cada una de ellas e incluso sus procesos y productos son diferentes.

Por ello como punto de partida es importante realizar una línea transcendental en la educación y los cambios que ha tenido, esto nos ubica en los orígenes pensamiento crítico. Siguiendo la filosofía de J. Dewey citado por la UNESCO (1999) en el informe presentado por Westbrook (1999), resalta el desarrollo filosófico del pensamiento, es allí donde expone como rescatar el conocimiento teórico que fue alcanzado en las escuelas y el práctico que fue adquirido en la cotidiana.

sí mismo Lipman en el ejercicio educativo que realizaba incluyó la práctica de la filosofía desde edades tempranas, donde manifestó mayor interés por un “pensamiento de alto orden”, reafirmando que la filosofía para los niños es una versión del pensamiento crítico enmarcada en la filosofía aplicada, por ende, pretende actuar hacia la formación de estudiantes, para estos sean capaces de usar su pensamiento y filosofar por sí mismos (Lipman, 1997).

Autores como Biosvert (2004), dan pase a la formación de un pensamiento critico nos permiten comprender mejor el logro de estas destrezas, convirtiéndose en una necesidad inevitable para cualquier acción de carácter formativo, ya que esto abarca desde las capacidades y actitudes para analizar, donde el estudiante está analizando y pensando sobre lo que uno mismo hace; dominando la mayor cantidad de información que caracteriza los espacios sociales de una educación globalizada. Para Saiz S. & Fernández R. (2012), pensamiento crítico es un proceso de búsqueda de conocimiento, a través de habilidades de razonamiento, de solución.

En el caso de Facione (2020), manifiesta que lo crítico para actuar y lo reflexivo para asumir compromisos, el pensamiento crítico, es una respuesta de aquel pensamiento ilógico e irracional. El juicio racional, es un componente importante de razonar bien y críticamente. En concordancia con los aportes dados por Zelaieta et. al (2019), desarrollo del pensamiento crítico debe partir desde los primeros años de vida académica de tal manera que al llegar a la educación superior no se tengan problemas en su aplicación en la vida adulta, es una actividad que surge en un contexto de resolución de problemas y en la interrelación con las personas.

A la actualidad, en el Perú, se puede constatar nivel nacional que existe un respaldo institucional y curricular de acuerdo a las competencias críticas que el alumnado de cualquier etapa educativa debe adquirir y desarrollar de forma gradual y están descritos en los programadas de la educación básica (inicial, primaria y secundaria) y los de educación superior. Por otra parte a nivel internacional también están presentes, como se puede visualizar en las leyes educativas españolas vigentes (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa - LOMCE y sus derivados decretos curriculares autonómicos) así también presentes en instituciones europeas (Consejo Europeo), y otros organismos internacionales del ámbito cultural y/o educativo (UNESCO, 2015), todos ellos tienen una necesidad, que es la de trabajar la competencia transversal del pensamiento crítico en los diferentes sistemas educativos del mundo. Por ello es relevante lo que expresa la Foundation for Critical Thinking (2011), trabajar en los cambios educativos y considerar al pensamiento crítico como una “necesidad universal para la educación”

Sin embargo, en educación tiene que fomentarse acciones que ayuden ampliar actividades donde el estudiante pueda fortalecer el pensamiento crítico. Es por dicha razón que se ha definido para esta investigación, la línea de investigación sobre pensamiento crítico y las estrategias situadas como forma de abordaje para su fortalecimiento. Así lo señalan Ossa et al (2017) al explica que “la imagen de que el pensamiento crítico es un modo de usar el pensamiento de forma eficaz, la incorporación de la motivación como factor potenciador del mismo, es relevante para entender la complejidad del mismo, ya que no solo debe ser considerado como un proceso cognitivo, sino también disposiciones” (p.63)

Es por ello, que el propósito de esta investigación es sensibilizar a los docentes en torno al fortalecimiento de pensamiento crítico desde el primer semestre académico en los programas de estudios. Para cumplir este propósito se realizó una la recolección de información a raves de las técnicas del cuestionario, revisión y análisis documental.

Metodología

Esta investigación se desarrolló bajo el paradigma cuantitativo, el tipo de investigación que se desarrolló es básica bajo el diseño no experimental de corte trasversal. De acuerdo con Arias (2017), la población de estudio es un grupo, conjunto de personas o elementos, los cuales poseen características similares o criterios en común de selección como son los de inclusión y exclusión, estos mismos considerados para un estudio o tratamiento estadístico y que servirá para construir conclusiones en el campo de las investigaciones sociales. Grupo completo de casos que coinciden con definidas especificaciones (Hernández et al., 2014), en caso de trabajarse con toda la población se eliminará el rubro correspondiente a la muestra. La población está integrada por las estudiantes del I ciclo del programa de estudio de educación inicial de la escuela de educación superior.

Ha sido de gran relevancia tener encuentra a los Criterios de inclusión ya que nos permitió visualizar las características que hacen que una persona o un elemento sean considerados como parte de la población. Por su parte los criterios de exclusión permito identificar la condición que no tiene la población y que origina su excepción de la investigación; éstos no constituyen la negación de los criterios de inclusión.

Por su parte Otzen & Manterola (2017) y Hernández et al. (2014) nos mencionan que la muestra es una herramienta de investigación científica, donde una parte de la realidad es segmentada con el propósito de la realización del estudio, quedado como muestra extraída de la población de estudio. Lo que nos ubica con muestra de 44 estudiantes del programa de educación inicial. Quienes tienen como característica en común que todas son mujeres que han iniciado su vida de formación académica en educación superior, además que la edad promedio es entre los 17 y 35 años.

Resultados

Como parte de toda investigación, los resultados, son la obtención de información del proceso de aplicación de instrumentos. Así mismo, después de aplicar la evaluación de la variable pensamiento crítico a 44 estudiantes del programa de estudios de educación inicial del I ciclo de la escuela de educación superior pedagógica pública, matriculadas en el II semestre académico del año 2020, debemos de reconocer, que si bien el desarrollo del pensamiento crítico es una tarea educativa de indiscutible validez dentro del proceso de formación académico de nuestros estudiantes, aun estando en el siglo XXI, es preocupante percibir la ausencia de la capacidad de criticidad, a pesar de las exigencias educativas, por consiguiente, el pensamiento crítico es auto: dirigido, disciplinado, regulado y corregido. Frente a esto se requiere superar estrictos estándares de excelencia y un control en su uso.

A demás implica tener una comunicación asertiva y empática, la habilidad para dar solución a los problemas asumiendo compromisos de superación del egocentrismo y socio centrismo propio del ser humano. Así permite evaluar la dimensión de la competencia del pensamiento crítico; que en concordancia a la relación de los diversos procedimientos que este desarrolla para llegar a pensar y actuar con criticidad; desde otra perspectiva se puede explicar también como los estudiantes a través de preguntas o ítems miden los indicadores del propósito y meta de aprendizaje, vinculándolo con la formulación de preguntas y temas de su interés, surgiendo los conceptos y evidencias que los estudiantes se ha trazado . Los conceptos, teorías y principios contribuirán a expandir para obtenerlo como evidencia. Eso no descarta la necesidad por desarrollar habilidades para superar los desafíos asociados al acceso a de datos y la contaminación de la información a través de sus diversos canales.

En consecuencia, Facione (2013), manifiesta que existe mucha información y aun así hay la incertidumbre del conocimiento, al que propone como alternativa de solución el fomentar las habilidades abarcadas en el proceso de pensamiento crítico, debido a que estas brindan a los estudiantes elementos necesarios para la toma de decisiones y juicios de valor a lo largo de sus vidas. Por consiguiente, se realizó la investigación para conocer el nivel del pensamiento crítico de las en estuantes del I ciclo del programa de estudios de educación inicial, se realizó la evaluación teniendo en cuenta la estructuración del instrumento, el cual contó con tres dimensiones y 30 ítems. Se ubicaron diecisiete (17) ítems en la dimensión D1 competencia del pensamiento crítico, cuatro (4) ítems en la dimensión D2 evaluación del pensamiento crítico y nueve (9) ítems en la dimensión D3 habilidades en desarrollo para el pensamiento crítico.

El instrumento de evaluación valora las respuestas de los estudiantes de acuerdo a la comprensión que tienen del pensamiento crítico, así como también, las respuestas de las interrogantes abiertas que tienen que contestar, de acuerdo con su opinión. Se muestra en la siguiente tabla: Se presentan los resultados en tablas de frecuencias y porcentajes de la encuesta sobre pensamiento crítico aplicada a las estudiantes del I ciclo del programa de educación inicial de la EESPP Piura 2020.

Discusión

La presente discusión se realiza con la finalidad de responder a la pregunta planteada en el problema de investigación:¿Cuáles serían las estrategias situadas que se usarán para fortalecer el pensamiento crítico en estudiantes del programa de estudios de educación inicial del EESPP “Piura”, 2020?, y al objetivo general. Esto se puede evidenciar tras la realización de los procedimientos estadísticos pertinentes, en los cuales se obtuvieron diversos resultados que ayudan a demostrar el objetivo general propuesto como ha sido el de diseñar una propuesta de estrategias situadas para fortalecer el pensamiento crítico en estudiantes del programa de estudios de educación inicial del EESPP “Piura”, 2020.

Los hallazgos encontrados nos evidencian que hay un problema en las estudiantes del I ciclo del programa de estudios de educación inicial respecto a la variable pensamiento crítico, puesto que se encontró en el nivel medio al 52% y un 43% en el nivel bajo, lo que indica que la mayor parte de las estudiantes presentan habilidades del pensamiento crítico muy elementales, es decir los estudiantes no están desarrollando su pensar y por lo tanto no se está llegando a cumplir con los estándares del pensamiento crítico, encontrándose estos mismos en niveles iniciales, asimismo los estudiantes muestran un deficiente nivel de capacidad de procesar y reelaborar toda información que les llegue, por lo tanto es probable que no sepa emplearlo de una manera coherente; para que la respuesta a su análisis esté libre de juicios que son propios de las creencias.

Esto pone en evidencia que se requiere de intervenciones pedagógicas adecuadas para el desarrollo del pensamiento crítico desde la formación inicial docente, en ese sentido se evidencia la imperiosa necesidad de incorporar en las aulas de la educación superior estrategias pedagógicas con nuevos enfoques que sirvan para paliar las carencias de la enseñanza tradicional según Ortiz-de-Urbina Criado, M., Medina Salgado, S. y De La Calle Durán (2010).

Facione (2013) considera que el pensamiento crítico se forma durante el proceso de aprendizaje, pero depende del tratamiento metodológico que se asuma para activar las capacidades y las habilidades: interpretación, análisis, evaluación, inferencia, explicación y la autorregulación, por lo que es de suma importancia que los docentes utilicen estrategias que permitan su fortalecimiento.

Ante lo puntualizado anteriormente podemos señalar que la intervención pedagógica debería darse a través de un programa de actividades bajo las características de las estrategias situadas las cuales contribuyen a fortalecer el pensamiento crítico en estudiantes de educación superior, así mismo deben de ser trabajadas bajo los lineamientos de la evaluación formativa, porque de esta manera los estudiantes puedan lograr estándares de aprendizajes de acuerdo a sus avances académicos.

Los resultados concuerdan con la investigación realizada por Hincapie Parra et al. (2018), para lo cual se trabajó con estudiantes de la facultad de medicina, cuyo objetivo de estudio fue el de analizar los efectos que tiene Aprendizaje Activo en la intervención pedagógica aplicando la estrategia del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), y posteriormente comparar estadísticamente los resultados obtenidos con un grupo de enseñanza tradicional.

Donde, en una de sus conclusiones señala que los estudiantes presentan niveles bajos y que luego de su propuesta esto mejora a niveles satisfactorios, igualmente resultados son muy parecidos a los de Núñez López et al. (2017), quienes llevaron a cabo un estudio en la universidad privada de Iguala, Guerrero, tuvieron como propósito de estudio encontrar el beneficio del aprendizaje basado en problemas en el desarrollo de las competencias genéricas del pensamiento crítico, se ejecutó bajo el método mixto con un diseño embebido y de tipo transaccional, considerando un grupo de 27 personas para la muestra.

Quienes concluyen finalmente que antes de la aplicación de la técnica los estudiantes presentaron bajos niveles de pensamiento crítico, después de la técnica mencionada presentó un efecto positivo en las habilidades relacionadas al juicio, por ende, el estudio realizado demuestra que el ABP beneficia las competencias concernientes al juicio de una situación específica, con datos objetivos y subjetivos.

Asimismo en el estudio realizado por Soria-Barreto & Cleveland-Slimming (2020), en estudiantes de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Católica del Norte-Chile, tuvo como propósito analizar la percepción de los mismos sobre las competencias transversales de pensamiento crítico y trabajo en equipo, al inicio y término del periodo académico, donde los resultados nos dan a conocer que los estudiantes en su valoración final promedio para el pensamiento crítico y trabajo en equipo fue de 3,7 y 3,8 puntos siendo 4,0 el puntaje máximo, considerándose como regular.

CONCLUSIÓN

Gracias a los resultados evidenciados en esta investigación se concluye, que es necesario resaltar la importancia que tiene el desarrollar un programa para fortalecer el pensamiento crítico utilizando las estrategias situadas como el ABI, ABP, ABCA y ABPRO ya que estas contribuirán en su formación académica en general.

De igual manera se confirmó que a través del instrumento de pensamiento crítico que plantea las competencias, la evaluación y las habilidades en desarrollo del pensamiento crítico, al seguir este proceso asegura el fortalecimiento del pensamiento crítico en los estudiantes en la relación a su mejora en con las respuestas que emiten a partir de su propia análisis y reflexión.

Es decir, los estudiantes desarrollaran mejor su capacidad de procesar la información, emitir juicios de valor y enriquecer su poder de criticidad para sí dar solución a los problemas. Por ende, se está llegando a cumplir con los estándares del pensamiento crítico para el nivel superior.

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