La Realización Efectiva del Diagnóstico Integral del Escolar. Dimensiones, Indicadores y Exigencias Básicas

La Realización Efectiva del Diagnóstico Integral del Escolar. Dimensiones, Indicadores y Exigencias Básicas

Zaida González Fernández,
Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez, Cuba

Revista de Investigación, Formación y Desarrollo: Generando Productividad Institucional

Instituto Tecnológico Universitario de Formación, Ecuador

ISSN-e: 1390-9789

Periodicidad: Trimestral

vol. 9, núm. 2, 2021

alejandrol@formacion.edu.ec

Recepción: 29 Abril 2021

Aprobación: 30 Junio 2021



DOI: https://doi.org/10.34070

Resumen: La preparación del maestro para la realización del proceso de diagnóstico integral de los escolares resulta de gran importancia en la didáctica actual; este constituye su principio básico. El objetivo general de la propuesta radica en la identificación de dimensiones, indicadores y exigencias para la realización efectiva del diagnóstico integral de los escolares. Los principales resultados consisten en una caracterización más amplia de las funciones básicas del maestro, de manera que el proceso de diagnóstico integral del escolar constituya: el primer momento de la función orientadora, al exigir la caracterización psicopedagógica y el pronóstico pedagógico; el centro de la actuación de labor investigativa y de superación del maestro, al demandar la identificación y jerarquización de los problemas del alumno desde la escuela, y en estrecho vínculo con la familia y la comunidad, el análisis crítico de las regularidades durante la aplicación del diagnóstico, la actitud indagadora para explorar la personalidad del alumno, y la constante búsqueda y actualización teórica sobre el tema del diagnóstico del escolar, y finalmente, la brújula de la labor docente- metodológica, al establecerse una estrecha relación entre el diagnóstico y los componentes del proceso que orienta la planificación, ejecución, control y evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Palabras clave: Diagnóstico, Personalidad, Maestro, Didáctica. Recibido: 29 de abril de 2021.

Abstract: The preparation of the teacher for the realization of the process of integral diagnosis of the schoolchildren is of great importance in the current didactics; this constitutes its basic principle. The general objective of the proposal lies in the identification of dimensions, indicators and requirements for the effective implementation of the comprehensive diagnosis of schoolchildren. The main results consist of a broader characterization of the basic functions of the teacher, so that the process of comprehensive diagnosis of the schoolchild constitutes: the first moment of the guiding function, by requiring the psycho-pedagogical characterization and the pedagogical prognosis; the centre of the teacher's research and improvement work, by demanding the identification and hierarchization of the student's problems from the school, and in close connection with the family and the community, the critical analysis of regularities during the application of the diagnosis, the inquiring attitude to explore the student's personality, and the constant search and theoretical updating on the subject of school diagnosis, and finally, the compass of the work of teaching-methodology, by establishing a close relationship between diagnosis and the components of the process that guide the planning, execution, control and evaluation of the teaching-learning process.

Keywords: Diagnosis, Personality, Teacher, Didactics. Aceptado: 30 de junio de 2021, Diagnosis, Personality, Teacher, Didactics.

INTRODUCCIÓN

En la actualidad es necesario propiciar desde diferentes vías la preparación del maestro para la realización del proceso de diagnóstico integral de los escolares, teniendo en cuenta que se convierte en principio básico para diseñar, proyectar, dar seguimiento y controlar los cambios en la formación de los escolares; del proceso docente educativo y de enseñanza aprendizaje para lograr la calidad en los objetivos de la educación.

El objetivo general de la propuesta radica en la identificación de dimensiones, indicadores y exigencias para la realización efectiva del diagnóstico integral de los escolares. Los principales resultados consisten en una caracterización más amplia de las funciones básicas del maestro, de manera que el proceso de diagnóstico integral del escolar constituya: el primer momento de la función orientadora, al exigir la caracterización psicopedagógica y el pronóstico pedagógico, para lo cual se requiere estimular la labor científico - investigativa y de superación del maestro para que oriente su actuación profesional al respecto en intima interrelación con la familia y demás agentes socioeducativos en la dirección, planificación, ejecución, control y del proceso de enseñanza-aprendizaje.

DESARROLLO Dimensiones e indicadores de la preparación de los maestros de escuelas primarias para la realización efectiva del diagnóstico integral del escolar. Fundamentos básicos.

Los fundamentos básicos que sustentan la preparación del maestro para la realización efectiva del proceso de diagnóstico integral del escolar tienen como premisa el conocer, saber y saber hacer todo lo relacionado con este proceso. Es decir, debe conocer la importancia del diagnóstico, cómo se realiza, cuáles métodos y técnicas se aplican; saber qué aspectos de la personalidad del alumno se exploran, en qué medida sus funciones básicas como maestro pueden ayudarles a lograr un diagnóstico más integral, y saber qué hacer con los resultados del diagnóstico integral de sus alumnos para la dirección del aprendizaje.

Una reorganización de estos aspectos permitió establecer dimensiones e indicadores para lograr elevar el nivel de preparación de los maestros primarios para la realización efectiva del proceso de diagnóstico integral del escolar:

PRIMERA DIMENSIÓN: La preparación del maestro para el diagnóstico desde su función orientadora. Indicadores: -La caracterización psicopedagógica del alumno. -El pronóstico pedagógico.

SEGUNDA DIMENSIÓN: La preparación del maestro para el diagnóstico desde su función investigativa y de superación.Indicadores: -Identificación y jerarquización de los problemas del alumno: escuela, familia y comunidad. -El análisis crítico de las regularidades. -La actitud indagadora para explorar la personalidad del alumno. -Constante búsqueda y actualización teórica sobre el tema del diagnóstico del escolar.

TERCERA DIMENSIÓN: La preparación del maestro para el diagnóstico desde su función docente-metodológica. Indicadores: -La relación entre diagnóstico y el objetivo. -La relación entre diagnóstico y el contenido. -La relación entre diagnóstico y el método. -La relación entre diagnóstico y los medios de enseñanza. -La relación entre diagnóstico y la evaluación. -La relación entre diagnóstico y las formas de organización. -Las estrategias de aprendizaje.

Exigencias dirigidas a elevar el nivel de preparación del maestro primario para la realización efectiva del diagnóstico integral del escolar, desde su función orientadora. (Primera dimensión)

Para el cumplimiento de la función orientadora, según Silvia C. Recarey Fernández, es preciso que el maestro transite por cuatro momentos o fases, que le permita promover el desarrollo personal y social de sus alumnos: diagnóstico de las características de los alumnos, elaboración de las estrategias educativas, ejecución de las mismas y evaluación del desarrollo alcanzado por los alumnos y el grupo”. (2004:37-45). Estos momentos se consideran acertados, pero se hace necesario agregar en su primer momento, o sea, en el diagnóstico de las características de los alumnos, los siguientes indicadores:

-Como parte de la realización de la caracterización psicopedagógica del alumno (Etapa primaria del diagnóstico), el dominio de los elementos que integran las esferas, afectiva y cognitiva de la personalidad y el dominio de los métodos y técnicas que se utilizan para diagnosticar el desarrollo de la personalidad del alumno. -Como parte del elemento que precisa los pronósticos y diagnósticos individuales y grupales: la concepción del pronóstico pedagógico del alumno. ¿Por qué considerar necesario el dominio por parte de los maestros de los elementos que integran la esfera afectiva y cognitiva de la personalidad, tanto en su esencia como en sus formas de manifestarse en la práctica? A continuación, se exponen los principales fundamentos.

La caracterización psicopedagógica del alumno (Etapa primaria del diagnóstico)

El dominio de los elementos que integran la esfera afectiva y cognitiva de la personalidad, les permitirá a los maestros realizar la caracterización psicopedagógica del alumno de manera efectiva. Esta tarea solo se puede cumplir si el maestro domina científicamente los aspectos teóricos que orientan la actividad práctica; partiendo, de la diversidad en el grupo docente diferencia su labor educativa para cada particularidad psicológica.

Por la complejidad del diagnóstico del escolar en cualquier momento del desarrollo del alumno, el maestro debe asumir el estudio de la personalidad bajo el principio de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo. La esfera cognitiva permite conocer al mundo en toda su integridad y por supuesto transformarlo. Los procesos que la integran son las sensaciones, percepciones, memoria, imaginación y pensamiento; a los que se le imprime una determinada carga afectiva. Paulina Mesa asegura que: “Todo comportamiento consciente implica una determinada elaboración intelectual con la que se establece un fuerte vínculo afectivo.” (2006: 47)

Es importante que el maestro conozca que, aunque las esferas afectiva y cognitiva se han presentado por separado para su estudio, ambas constituyen una unidad que se manifiesta en todos los contenidos y manifestaciones de la psiquis humana, y, por ende, en la personalidad. Además, las unidades psicológicas primarias representan el primer nivel de integración de los contenidos psicológicos en la esfera afectivo-cognitiva; es decir, los motivos, actitudes, ideales, etc. La personalidad cuenta, además, con rasgos o cualidades que constituyen características relativamente estables que expresan las actitudes del hombre hacia los objetos y fenómenos de la realidad, como son la independencia, la decisión, la perseverancia, el autodominio. Por otra parte, cuenta con normas y valores. Las normas representan el conjunto de reglas que expresan un modelo de conducta a seguir en correspondencia con los valores sociales que estos asuman, mientras que los valores son determinados contenidos que expresan la significación que tienen distintos objetos, situaciones, ideas, etc., para el sujeto, por lo que tiene una gran carga afectiva.

El estudio de los agentes socializadores es importante ya que pueden favorecer o entorpecer la formación integral del alumno. Estos contextos de actuación pueden ser explorados mediante la aplicación de métodos y técnicas de diagnóstico psicológico como la observación, el cuestionario, la entrevista, las escalas valorativas, la técnica de los diez deseos, el completamiento de frases, la composición, el dibujo, el estudio de casos, los test sociométricos, entre otros. (Anexo 1)

El pronóstico pedagógico del alumno

El pronóstico pedagógico se realiza a partir del análisis de las potencialidades de los alumnos, así como la búsqueda de las causas que provocan las limitaciones. Este aspecto ocupa un lugar importante dentro del diagnóstico integral del alumno, ya que se obtiene a partir de la caracterización psicopedagógica como primera etapa del mismo. Sin pronóstico pedagógico objetivo, no se tienen referencias para medir resultados, ni guías personalizadas dirigidas a cumplimentar los objetivos del plan de estudio. Elaborar un pronóstico pedagógico responde a la concepción vigotskiana del trabajo con las potencialidades, o sea, la zona de desarrollo potencial. Ello permitirá al maestro anticiparse a lo que puede resultar significativo para el alumno y diseñar las acciones que favorezcan el aprendizaje desarrollador.

Exigencias dirigidas a elevar el nivel de preparación del maestro primario para la realización efectiva del diagnóstico integral del escolar, desde su función investigativa y de superación. (Segunda dimensión)

El maestro debe convertirse en investigador de los propios problemas educativos de sus alumnos y de su grupo, de manera que se alcance madurez en la investigación como actividad científica. Lo anteriormente expuesto sugiere asumir las recomendaciones pedagógicas aportadas por Miriam Lucy García Inza en su texto Maestro Investigador: Inteligencia, Talento y Creatividad para Aprender y Enseñar (2004):

-Desplazar la investigación educativa de los centros de investigación a las aulas, para lograr el desarrollo y la evaluación de las competencias cognoscitivas en los estudiantes. -Entrenar al maestro en la inteligencia para enseñar e investigador, de modo que domine los contenidos que imparte y aplique el método científico a su práctica educativa. -Ajustar el proceso educativo en la marcha. -Generalizar la capacidad de innovación para poder enfrentar la diversidad. -Adecuarse a las condiciones históricas concretas en que está inmerso el sujeto que aprende, que es una personalidad única e irrepetible.

Desarrollar las posibilidades infinitas de las competencias cognoscitivas para aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir: Lo anteriormente expuesto conduce a reflexionar sobre la función investigativa y de superación del maestro primario, de manera que esta contribuya a la realización efectiva del diagnóstico integral de sus alumnos. A criterio de la autora, ello es posible si se cumple con los siguientes indicadores:

A- La identificación y jerarquización de los problemas del alumno que obstaculizan el proceso pedagógico, desde la escuela y en estrecho vínculo con la familia y la comunidad.Es importante identificar y jerarquizar los problemas del alumno, en la familia y la comunidad para lograr un diagnóstico integral, porque la educación de la personalidad a que se aspira en la sociedad socialista, comienza desde el mismo instante del nacimiento del niño, e incluye formaciones psicológicas complejas como los modos de comportamiento, las actitudes, intereses, sentimientos, normas, valores, principios y una concepción del mundo. Ello exige del educador, madurez psicológica, amplio nivel cultural, un alto sentido de la responsabilidad ante la sociedad, así como el dominio de los métodos educativos eficaces, tanto para el trabajo con la familia, como para el diagnóstico del desarrollo de la personalidad del alumno en este entorno social.

La concepción del estudio integral de la personalidad es posible si se diagnostica a cada alumno y a su grupo, teniendo en cuenta el estrecho vínculo que debe existir entre la escuela -a partir de la caracterización psicopedagógica donde se exploren las esferas cognitiva y afectiva de la personalidad, la familia (donde se precisen las características de la misma, partiendo del tipo de familia, la composición, el nivel académico, profesión de los padres, integración revolucionaria, cuestiones generales de la convivencia familiar, los métodos educativos utilizados y el grado de interés manifiesto ante la educación del niño, entre otros aspectos. Debe caracterizarse además la comunidad donde el niño vive. Para ello es necesario partir de la ubicación geográfica de la comunidad (Consejo Popular, zona, etc.) y la caracterización de la comunidad (Datos generales que pueden ser aportados por el Delegado del Poder Popular de la zona).

Es necesario además que el maestro reconozca que en la determinación de los conflictos familiares actúan factores tanto socioeconómicos, culturales, como de carácter individual. Por lo tanto, no tener en cuenta que la familia como grupo pertenece a un contexto socio-económico específico, conduciría a un análisis parcial e incompleto que imposibilitaría la comprensión de los problemas familiares, así como de sus posibilidades de transformación. Según Patricia Arés, en el texto Mi familia es así, “las naturalezas de los problemas familiares difieren de una familia a otra en dependencia de sus propias regularidades socio psicológicas y de la etapa de desarrollo o ciclo vital en que se encuentran sus integrantes”. (2002:11)

El diagnóstico del alumno en la escuela, debe abarcar además de los elementos propios del proceso de enseñanza- aprendizaje, los relacionados con las relaciones interpersonales que manifiesta con sus compañeros de grupo, de escuela, con el resto del colectivo pedagógico, etc. Además, debe tenerse sus capacidades de liderazgo, si las tuviera, entre otros aspectos. Con el trabajo cooperado de la escuela, la familia y la comunidad, como agentes socializadores que influyen en la educación del alumno, el diagnóstico integral será más amplio y se podrá diseñar y realizar acciones pertinentes que solucionen los problemas con una elevada competencia profesional.

B- Una constante búsqueda y actualización teórica sobre el tema del diagnóstico integral del escolar.La constante búsqueda y actualización teórica sobre el tema del diagnóstico integral del escolar es necesaria, porque este constituye un resultado de la evolución de la pedagogía, es una exigencia de la didáctica desarrolladora y por lo tanto, aún se encuentra en el centro de los estudios e investigaciones científico-pedagógicas. Se destacan en las investigaciones sobre esta problemática los trabajos:

-El diagnóstico de la preparación del estudiante tiene carácter descriptivo, orientado y transformador. (Primer Seminario Nacional para el personal docente, 2000). -El diagnóstico debe ser integral. (Primer Seminario Nacional para el personal docente, 2000). -El diagnóstico debe contribuir a resolver los problemas del aprendizaje de los estudiantes. (Primer Seminario Nacional para el personal docente, 2000). -El diagnóstico juega un papel importante en la entrega pedagógica. (Segundo Seminario Nacional para el personal docente, 2001). -Las potencialidades del diagnóstico para el mejoramiento de la calidad del aprendizaje, no solo como recurso metodológico, sino también investigativo. (VI Seminario Nacional para el personal docente, 2000). -El diagnóstico del aprendizaje desde una perspectiva cuantitativa. (VI Seminario Nacional para el personal docente, 2000). -El diagnóstico del aprendizaje desde una perspectiva cualitativa. (VI Seminario Nacional para el personal docente, 2000). -Barreras para un buen desempeño profesional en el trabajo con el diagnóstico. (VI Seminario Nacional para el personal docente, 2000). -La formación integral de la personalidad en diferentes niveles educativos. (VII Seminario Nacional para el personal docente, 2006).

Como se puede apreciar, el tratamiento brindado al diagnóstico del escolar no ha sido escaso, sin embargo, ello no significa que las dificultades en cuanto a la realización de este proceso y su utilización en la dirección del aprendizaje de los alumnos, se hayan resuelto en todos los casos con efectividad; lo que demuestra la necesidad de continuar profundizando en la búsqueda y actualización teórica sobre el tema del diagnóstico integral del escolar. Ello sin dudas tendrá como resultado una mayor eficiencia en su labor educativa, lo que se reflejará en un aprendizaje de calidad de sus alumnos.

C- Una permanente observación y análisis crítico de las regularidades en la aplicación del diagnóstico.La permanente observación y análisis crítico de las regularidades en la aplicación del diagnóstico debe constituir un resultado de la labor investigativa y de superación del propio maestro, ya que, en primer lugar, cualquier regularidad que se presente en este proceso es responsabilidad del propio maestro. Es él quien debe garantizar que la aplicación del diagnóstico sea lo más correcta posible. Es decir, que constituya un proceso, sea sistemático, explore integralmente la personalidad del alumno, etc. En segundo lugar, porque presupone que, si este proceso falla, es porque no se utilizaron correctamente los métodos de exploración y búsqueda de la información sobre la personalidad del alumno. Para ello puede volver a aplicar los métodos y técnicas que permitieron diagnosticar la personalidad del alumno, o realizar otros diferentes a los aplicados con objetivos específicos.

D- Una constante actitud indagadora para explorar la personalidad del alumno.La constante actitud indagadora para explorar la personalidad del alumno se basa en que el proceso de enseñanza- aprendizaje debe estructurarse sobre la base de la información que obtenga del diagnóstico de las esferas afectiva y cognitiva de la personalidad del alumno, a partir de la utilización de diferentes métodos, tanto para el diagnóstico de la personalidad (Anexo 1) como de la metodología de la investigación educacional. Pueden utilizarse la observación; la misma supone una percepción organizada, sistemática y dirigida hacia determinados aspectos que caracterizan la conducta de los estudiantes en su quehacer escolar; el análisis de los resultados de la actividad de los alumnos (libretas, cuadernos u otros materiales de trabajo); las entrevistas, que pueden ser a través de conversaciones formales e informales; el estudio de las relaciones interpersonales, tanto por la constante observación como por la aplicación – si es necesario- de test sociométrico u otros métodos y técnicas expuestos como parte del proceder metodológico para la caracterización psicopedagógica. En resumen, debe convertir su labor docente en el proceso pedagógico, en un constante registro actualizador del diagnóstico integral de cada uno de sus alumnos.

Exigencias para elevar el nivel de preparación del maestro primario para la realización efectiva del diagnóstico integral del escolar, desde su función docente – metodológica. (Tercera dimensión)

Entre los requisitos a cumplir por el maestro como parte de su función docentemetodológica, según Silvia Recarey Fernández, se encuentran los siguientes elementos: - “Dominio de los contenidos del programa de la asignatura que imparte. -Dominio de los métodos y técnicas propios de su especialidad, así como los educativos y los de orientación. -Conocimiento de las potencialidades educativas de su asignatura. -Estructuración de la dirección del proceso pedagógico a partir de las leyes: -Relación del proceso docente educativo con el contexto social. -Relación entre los componentes del proceso docente- educativo. -Relación entre la integración y derivación del proceso docente-educativo. -Relación entre la instrucción y la educación. Y principios del proceso pedagógico: -La unidad del carácter científico e ideológico del proceso pedagógico. -La vinculación de la educación con la vida, el medio social y el trabajo. -El carácter colectivo e individual de la educación de la personalidad y el respeto a ésta. -La unidad de lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador. -La unidad de lo afectivo y lo cognitivo. -La unidad entre la actividad, la comunicación y la personalidad”. (2004:11-12).

Para elevar el nivel de preparación de los maestros primarios en cuanto a la realización efectiva del diagnóstico integral del escolar se considera necesario, además de lo anteriormente expuesto, concebir al diagnóstico como un elemento rector ante la instrumentación didáctica desde los componentes del PEA, por lo que es preciso que se establezca un sistema de relaciones entre el diagnóstico del escolar y los componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje.

La relación de coordinación entre el diagnóstico integral del escolar con el objetivo, según Lázaro Emilio Nieto Almeida, se basa en que: “el carácter rector del objetivo resulta posición de principio para el diagnóstico, en tanto este se considere un proceso de la realidad educativa y no una categoría independiente de los componentes planteados”. (2003:10)

El diagnóstico integral del escolar y el contenido mantienen una relación sustentada en que el diagnóstico se orienta hacia los contenidos de la educación, expresados en conocimientos, habilidades, hábitos, valores, actitudes, etc. El contenido responde al qué enseñar y al que aprender y tiene carácter primario ante los componentes del PEA.

La investigación asume la definición de contenido de Danilov, M. A. (1975): Es el sistema de conocimientos, sobre la naturaleza, la sociedad, el pensamiento, la técnica y los modos de actuación, cuya asimilación o apropiación garantiza la formación de una imagen del mundo correcta, y de un enfoque metodológico adecuado de la actividad cognitiva y práctica; el sistema de hábitos y habilidades generales, intelectuales y prácticos que son la base de múltiples actividades concretas; la experiencia de la actividad creadora que gradualmente fue acumulando la humanidad durante el proceso de desarrollo de la actividad social práctica; el sistema de normas de relaciones con el mundo, de unos con otros, que son la base de las convicciones e ideales.”

El proceso de diagnóstico del escolar resulta imposible sin el empleo de los métodos y los procedimientos, pues ellos constituyen la expresión dinámica interna del movimiento organizativo que se debe producir, para lograr la solución de los problemas del proceso de enseñanza-aprendizaje y el cumplimiento de los objetivos que se aspira lograr con los alumnos. Para lograr una estrecha vinculación entre los métodos y el diagnóstico integral de los escolares, es muy importante la articulación psicológica y pedagógica. Para ello se deben dominar las particularidades psicológicas de los estudiantes y la diversidad de métodos (sin importar el criterio de clasificación del método que adopte) que el maestro puede utilizar en la práctica, lo cual contribuye a lograr que la tarea educativa sea significativa para el escolar. Es decir, cuando el maestro a partir del método utilizado, planifica las tareas docentes de una manera lo suficientemente flexible, que permita la adaptación a las necesidades de los escolares en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje y ayude a que los alumnos encuentren sentido a lo que están haciendo, para que conozcan lo que tienen que hacer, sientan que lo pueden hacer y les resulte interesante hacerlo.

A partir del diagnóstico integral del escolar y el grupo, el maestro puede organizar el trabajo de distintas formas: es decir, aquel que se realiza con todos los alumnos de la clase al mismo tiempo, conocido como frontal; separados en pequeños grupos, o de mera individualidad. Estas tres formas dependen de las características de los objetivos, del diagnóstico y el tipo de clase.

La relación entre el diagnóstico integral del escolar y la evaluación se basa en que la categoría evaluación cumple función de diagnóstico, y como todo proceso y actividad del contexto educativo debe ser controlado y evaluado, el diagnóstico se vincula a estos como elemento facilitador de su eficiencia. La evaluación cumple además función instructiva y educativa. Para poder comprender cómo se establece la relación entre el diagnóstico integral del escolar y la evaluación de manera efectiva, se asumen las concepciones de C. E. Mena, recogidas en el texto Reflexiones teórico-prácticas desde las ciencias de la educación: “La evaluación en su carácter holístico, procesal y personológico, es el componente que influye en todo el proceso de desarrollo de la personalidad del estudiante, potencia la independencia, la metacognición, las relaciones interpersonales, la reflexión, la responsabilidad y la práctica creativa. Permite valorar cualitativa y cuantitativamente los cambios que se producen en el aprendizaje, constituyendo en sí misma una vía para el crecimiento individual y grupal.” (2004:206)

Estos planteamientos demuestran que se evalúa para ir diagnosticando cómo se encuentra el estudiante en lo que respecta a sus necesidades de aprendizaje, así como en el desarrollo de su personalidad, lo cual permite diagnosticar las posibles tendencias en este sentido, considerando los objetivos generales y particulares propuestos para su formación integral. Es por ello que se evalúan conocimientos, habilidades, hábitos, normas de convivencia, sentimientos, valores y actitudes. Además, se evalúan procesos, teniendo en cuenta el rendimiento académico, el aspecto educativo y formativo. O sea, se tendrá en cuenta a la personalidad como un todo, en la relación armónica y dialéctica de lo cognitivo y lo afectivo.

Para establecer una relación coherente entre el diagnóstico y los medios, es preciso que el maestro tenga en cuenta las exigencias planteadas por Pilar Rico: -Conocer las características del desarrollo físico y psicológico de los escolares, según los momentos del desarrollo. -Tener en cuenta las diferencias de las edades, de acuerdo con los grados y las potencialidades de los alumnos. -Articular los aspectos instructivos y educativos, ya que los medios audiovisuales, por ejemplo, contribuyen a potenciar tanto el área cognitiva y reflexiva, como la afectivo motivacional.

En la preparación para el diagnóstico integral del escolar desde la función docente metodológica se destaca además la realización de estrategias de aprendizaje, como elemento esencial para la aplicación efectiva del mismo. Estas se diseñan en relación con el diagnóstico y el tipo de intervención que el docente llevará a cabo. Según Beatriz y Doris Castellanos Simmons, las estrategias de aprendizaje pueden ser: estrategias de adquisición de la información (tomar notas, subrayado, consulta bibliográfica, búsqueda en diferentes fuentes de información, pequeñas investigaciones); estrategias de análisis e interpretación de la información (utilización de gráficas, esquemas, cuadros sinópticos, comprensión conceptual, comunicación de lo aprendido) y estrategias de planificación, supervisión y control de los aprendizajes (reflexión de lo aprendido, autocontrol de lo aprendido, autoevaluación) que no son más que los procesos meta cognitivos.

Para lograr que las estrategias de aprendizaje se realicen en función del diagnóstico el maestro primario debe tomar en consideración las exigencias planteadas por Doris Castellanos Simmons y otros autores, en el texto Aprender y Enseñar en la Escuela: -Partir del diagnóstico previo de la zona de desarrollo potencial (ZDP) de los alumnos. -Teniendo en cuenta lo anterior, brindar solo las ayudas y orientaciones necesarias, individualizándolas de acuerdo con sus necesidades concretas y con su ritmo de aprendizaje. -Estimular constantemente la aplicación independiente de los conocimientos y destrezas adquiridas, unida a la reflexión sobre las actividades. -Modificar el nivel de exigencia de las tareas con el objetivo de hacerlas asequibles al alumno y a la vez, “mover” la ZDP hacia delante. -Promover en su aula un clima afectivo posible, de cooperación y participación.

Las estrategias de aprendizaje, según Beatriz y Doris Castellanos Simmons, comprenden “todo el conjunto de procesos, acciones y actividades que los/las aprendices pueden desplegar intencionalmente para apoyar y mejorar su aprendizaje. Estas son conformadas por aquellos conocimientos, procedimientos que los/las estudiantes van dominando a lo largo de su actividad e historia escolar y que les permiten enfrentar su aprendizaje de manera eficaz”. (2002:87).

Para su utilización eficiente por parte de los alumnos, es preciso poseer un nivel de desarrollo de determinados procesos psicológicos implicados en la actividad de aprendizaje; conocimientos previos en el área o materia en cuestión; un dominio básico de un sistema de hábitos y habilidades específicos – propios de la asignatura – habilidades generales del pensamiento; procedimientos de apoyo al aprendizaje y conocimientos sobre sus propios procesos cognitivos y de aprendizaje (meta conocimientos) y la posibilidad y disposición de controlarlos.

Lo anteriormente expuesto presupone que el docente debe estar preparado para organizar situaciones de aprendizaje en las que los escolares se apoyen en estrategias, comprendan el porqué de las mismas, y se entrenen en su uso. Es decir, de acuerdo con Doris Castellanos e Irene Grueso, “el maestro debe organizar flexiblemente el proceso de dominio progresivo por parte de los/las estudiantes de las estrategias y modos de actuar, actuar como un experto, que brinda modelos, sugerencias, alternativas, retroalimenta los contenidos, brinda ayuda individualizada y estimula paulatinamente, el tránsito del control externo al interno, individual” (1997:22).

Es preciso tener en cuenta además que las estrategias de aprendizaje del maestro constituyen los procedimientos, los modos de actuación que utiliza para aprender y enseñar. Son acciones, procesos de transformación, instrumentos del conocimiento que permiten conformar la estructura cognitiva. Estas estrategias desempeñan un papel importante como las vías para optimizar el procesamiento de la información, para luego poder usarla en la identificación y solución de los problemas que ha de resolver en su práctica educativa. Además, para mantener el clima socio-psicológico propicio para el aprendizaje.

Se plantea el siguiente proceder metodológico: 1.Proceso de determinación del objetivo. 2.Lectura y análisis de la caracterización psicopedagógica por el momento del desarrollo en que están los alumnos, contenidas en el Modelo de Escuela Primaria. 3.Revisión del diagnóstico integral del grupo. 4.Análisis de la derivación gradual de los objetivos: objetivos del nivel, del ciclo, del grado, de la asignatura, de la unidad y de la clase. 5.Análisis de la proyección futura del objetivo. 6.Precisión de la habilidad, el contenido y el objetivo formativo. 7.Formulación (redacción clara) 8.Análisis del lugar que ocupa el contenido en el sistema de conocimientos de la asignatura en el ciclo, en el grado y en la unidad. 9.Análisis de la proyección futura del contenido en el grado, el ciclo y el nivel. 10.Análisis de las potencialidades del contenido para educar. 11.Identificación de la diversidad de métodos que pueden utilizarse según el tipo de clase, el contenido y el diagnóstico. 12.Selección del método y los procedimientos desarrolladores en función del diagnóstico. 13.Identificación del (o los) tipo (s) de evaluación que se pueden utilizar según el tipo de clase, el objetivo, el contenido, los métodos y el diagnóstico. 14.Elaboración del (o los) ejercicio (s) que será objeto de evaluación. 15.Elaboración de las tareas docentes (o actividades) que se desarrollarán en la clase que propicien la utilización de estrategias de aprendizaje por los alumnos. 16.Identificación de los medios de enseñanza que pueden utilizarse según el objetivo, el contenido, los métodos y el diagnóstico. 17.Selección del (o los) medio (s) que se utilizarán en la clase. 18.Selección de la forma en que se organizará el trabajo en el aula, en correspondencia con el tipo de clase, los componentes del proceso y el diagnóstico del grupo.

CONCLUSIÓN

El análisis de los principales sustentos teóricos y metodológicos que fundamentan la preparación del maestro de la escuela primaria para la realización efectiva del diagnóstico integral del escolar, permitió arribar a las siguientes conclusiones:

La realización efectiva del diagnóstico integral del escolar estará condicionada por el nivel de preparación que el maestro posea. Dentro de los aspectos a cumplir se destacan: la búsqueda y atención de las diferencias individuales de sus alumnos desde la diversidad, teniendo en cuenta que estos actúan en correspondencia con las capas de la sociedad que representan; el dominio de la psicología y la pedagogía, como las ciencias que les permitirán explorar y atender las particularidades psicológicas de sus alumnos, lo que posibilitará estructurar el proceso de enseñanza- aprendizaje en función de las necesidades afectivas y cognitivas para lograr la formación integral de su personalidad.

Es preciso ubicar el proceso de diagnóstico integral del escolar como centro de las funciones básicas del maestro ya que este constituye: -El primer momento de la estructura de su función orientadora, donde ubica al alumno como protagonista del proceso pedagógico, se realiza la caracterización psicopedagógica, se elabora un pronóstico pedagógico a partir de las potencialidades educativas de sus escolares y se evalúa el desarrollo alcanzado por los estudiantes y el grupo. -El centro de su actuación como parte de su función investigativa y de superación, ya que el éxito del diagnóstico depende en gran medida de la concepción de la investigación como un proceso permanente, que explora integralmente la personalidad del niño, a partir de la identificación y jerarquización de los problemas que lo afectan, desde la escuela y en estrecho vínculo con la familia y la comunidad, la actitud indagadora de la personalidad, elanálisis crítico de las regularidades del diagnóstico y la constante búsqueda y actualización teórica sobre el tema del diagnóstico del escolar, teniendo en cuenta que este proceso alcanza su verdadera madurez con la práctica constante y sistemática del mismo, desde una posición científica. -La brújula de su función docente-metodológica, al convertirse en el elemento rector de la instrumentación didáctica de los componentes del proceso; al establecerse una estrecha relación entre el diagnóstico y los componentes del proceso, y, por lo tanto, el punto de partida de las acciones diseñadas en función de la formación integral de la personalidad del alumno

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