1. Introducción

El desarrollo biológico es un indicador que debe ser considerado en los procesos de la educación física, de la formación deportiva y de preparación de jóvenes deportistas. Las diferencias en el crecimiento y maduración de los niños provocan distintas características estructurales y funcionales en los órganos y sistemas y como consecuencia se manifiestan de manera diferente las capacidades y habilidades motrices para responder a los esfuerzos cotidianos y las exigencias del deporte. El objetivo de la investigación fue determinar, sí, en estos escolares colombianos de 11 a 14 años se presentan diferencias entre la edad morfológica y la decimal.

La selección de talentos en Colombia se basa en el Plan Decenal del Deporte, la Recreación, la Educación Física y la Actividad Física para el Desarrollo Humano, la Convivencia y la Paz 2009 – 2019, que indica que el sistema educativo escolar es el semillero natural para la detección temprana de talentos, y para identificar, organizar y articular las reservas estratégicas al deporte de alto rendimiento. Se hace por selección natural, con los campeones de los juegos inter-colegiados como los posibles talentos.

Diferentes autores indican la edad biológica como un parámetro para seleccionar los niños y jóvenes. Pancorbo (2002), indica que es importante conocer a temprana edad la edad biológica de cada talento deportivo. Es una variable que permite conocer, sí, el talento se encuentra adelantado, normal o retrasado desde el punto de vista biológico. La edad biológica se evalúa por: edad ósea, edad morfológica y caracteres sexuales secundarios; además de la predicción de la estatura.

Otros métodos novedosos para evaluar la edad biológica son los siguientes. Ashaniny cols. (2018) proponen para determinar la edad biológica la relación peso-altura, dado que la longitud y la masa del cuerpo determinan los procesos de organización estructural, y esto determina, la velocidad de crecimiento. Malina y cols. (2019), las bio-bandas definidas por el porcentaje de la altura adulta predicha en el momento de la observación, es útil para identificar y desarrollar talento. Facilita la adaptación de la variación de madurez al evaluar el talento de un individuo y proporciona un entorno apropiado y desafíos en los que los individuos pueden desarrollarse de manera adecuada y pertinente.

Según Astrand y Rodahl (1992), el crecimiento adolescente afecta el desempeño físico, por ello, no se debe agruparlos niños por la edad cronológica en una clase. Un desarrollador temprano hace que padres y entrenador sobrestimen su talento; en poco tiempo otros niños pueden alcanzarlo demostrando que su éxito se debió solo a la maduración temprana. El desarrollo del código genético puede tener más impacto sobre el desempeño físico que el medio ambiente y el estilo de vida; pero un cambio en el estilo de vida puede modificar la edad biológica a cualquier edad.

Para Martín, Carl y Lehnertz (2001), la edad biológica designa el estado de desarrollo y la capacidad funcional del organismo en la respectiva edad cronológica. En el caso de la detección precoz de talentos, sí, los retrasados o desarrollados normalmente alcanzan o incluso superarán a los adelantados al terminar la fase de crecimiento, no puede responderse con seguridad. En deportes donde el rendimiento depende de la condición física se da preferencia a los acelerados.

Según Platonov (2001), las diferencias de desarrollo de los niños de la misma edad dependen de los ritmos de maduración sexual. Al seleccionar niños con desarrollo biológico acelerado, posteriormente, pierden la ventaja y desertan; más éxito obtienen los niños con un desarrollo normal o retrasado, que a los 16 – 17 años presentan un brusco incremento de las capacidades. Entre los que alcanzan la maestría deportiva internacional, el 20% tiene desarrollo acelerado; los más altos logros en este aspecto, con frecuencia, los muestran los deportistas con un desarrollo retrasado.

Para Suslov (2008), cuando el desarrollo de un niño es acelerado la adolescencia comienza antes, y rápidamente, llega a su fin; los niños con adolescencia tardía se consideran de desarrollo retardado, a la edad de 18 años pueden sobrepasar a los de desarrollo acelerado y muestran un mejor nivel de preparación y resultados. Los atletas pueden tener diferencias hasta tres años con respecto a la edad cronológica, a los 12 años el rango de edad biológica real puede ubicarse entre los 9 – 15 años.

Para Weineck (2012), los niños maduros reflejan hasta 5 años más, algunos a los 10 u 11 años tienen talla alta y parecen talentos, pero, es por la dinámica de crecimiento. En los que presentan una maduración precoz se manifiestan los efectos de la testosterona, estrógenos u hormona de crecimiento, que aumenta la entrenabilidad y propician la óptima recuperación, lo que hace pensar que son talentos. Los que entran temprano en la pubertad son más rápidos, resistentes y fuertes. El momento del crecimiento es difícil de prever y no hay indicador que asegure que es un proceso estable.

El diagnóstico del talento según Hohmann, Lames y Letzeier (2005), identifica a los deportistas jóvenes cuyo rendimiento de competición o características específicas del deporte están por encima de la media de la población. La pregunta es, ¿cuán grande debe ser la separación sobre la media? Estos autores citan a: Ljach (1998), quien informó que la selección de talentos en Rusia se utilizaba en criterio de dos desviaciones estándar (el mejor 2,28%). Kovar (1981), promovió para la selección de talentos con al menos tres desviaciones estándar (el mejor 0,13%). Y Matsudo (1996), propuso cuatro deviaciones estándar por encima (el mejor 0,0034%).

La selección deportiva según: Volkov y Filin (1989), es un sistema organizativo metodológico que incluye métodos pedagógicos, psicológicos, sociológicos y médico- biológicos de investigación, con base en los cuales, se detectan las capacidades de los niños y los jóvenes para especializarse en un deporte. La selección deportiva se basa en el conocimiento de las características modelo que poseen los mejores deportistas y cómo se forman las características en cada etapa.

La identificación y el desarrollo del talento, son dos etapas de un mismo proceso. En palabras de Bulátova y Platónov (2015), la selección deportiva es el proceso de búsqueda de las personas más dotadas, capaces de lograr altos resultados en un deporte. Y, diferencian en concepto la orientación deportiva, como la dirección más prospectiva en el camino hacia la maestría deportiva, basada en el estudio de las aptitudes y capacidades, particularidades individuales y maestría.

La selección es específica para cada deporte. Según Siris, Gaidarska y Rachev (1988), en los velocistas se hace con base en los resultados de los test. Sin embargo, al cabo de 2 o 3 años los resultados de los mejores no son tan promisorios y ceden ante sus coetáneos. Las mismas pruebas y normas para niños con diferente desarrollo, pero entre los 12 y 13 años, hay unos con desarrollo acelerado y otros con ritmo retardado; esto obedece a las diferencias en el desarrollo físico y el nivel de preparación física. Pancorbo (1983), observó que la estatura es mayor en los grupos de deportistas que tienen mayor élite deportiva. En general, los campeones son de mayor estatura, el promedio de los nadadores de la olimpiada de Moscú, fue superior a la de Montreal en ambos sexos y en cada ciclo olímpico se incrementa.

Zatsiorski (1989), dice que el pronóstico del talento deportivo puede realizarse sobre la base de la estabilidad de los indicadores, o de las influencias hereditarias. ¿Cuán estables son las características del niño en el proceso de desarrollo? Si a los alumnos del primer grado se les mide estatura, carrera de 30 m, entre otros. ¿Los niños que ocupan los primeros lugares, podrán seguir entre los primeros, sí, se miden dentro de los 10 años? ¿Los más altos seguirán siendo los más altos o los alcanzarán aquellos que en primer grado se encontraban entre los más pequeños?

Al éxito se llega por diferentes caminos. Epstein (2014), menciona dos saltadores de altura, Holm campeón Olímpico en Atenas 2004 con 2.40 m tras 20 años de entrenamiento con solo 1.80 m de estatura y Thomas quien en un año de entrenamiento logró 2.35 y en el campeonato del mundo en Osaka 2007. La varianza en el rendimiento de las personas depende de los genes, de la práctica o algo más; aunque la práctica acumulada por 10.000 horas, debería explicar la mayor parte de toda la varianza, esto no sucede, los estudios muestran que la varianza explicada por la práctica es baja.

Según Elferink-Gemser (2013), aunque el camino hacia la cima es largo, el tiempo que los atletas talentosos tienen para aumentar su rendimiento deportivo es corto. Los elementos más importantes durante el camino hacia la cima son la maduración, el aprendizaje y el entrenamiento (cita a Malina et al., 2000; Starkes, 2000). Para realizar una identificación y adecuado como pertinente desarrollo del talento, el momento y el ritmo de un crecimiento acelerado, no deberían desempeñar un papel crucial en la selección de atletas talentosos (Malina y Rogol, 2011).

Finalmente, la edad biológica es un indicador a tener en cuenta en la evaluación de la maduración y desarrollo de los niños y jóvenes, que practican un deporte y que aspiran a convertirse en atletas. La edad morfológica propuesta originalmente por Wutscherk (1974), es un método para evaluar la edad biológica a partir de mediciones antropométricas; y fue Siret y cols. (1991) quien diseñó el Índice de Desarrollo Corporal modificado (IDCm) evaluar la edad morfológica.

2. Materiales y métodos

Es un estudio descriptivo y transversal, de enfoque cuantitativo. Se estudiaron 148 niñas y 184 niños para un total de 332 escolares, de 11 a 14 años de edad, que estudian en la Institución Educativa Francisco de Paula Santander, del Municipio de Galapa, Atlántico. La muestra aleatoria de escolares fue seleccionada de los grados 6° a 9°, cumplían con los criterios de buena salud, edad, sexo y consentimiento informado (Polit y Hungler, 2000). Las mediciones se realizaron en el horario de clase de educación física, con la colaboración de los docentes, antes de iniciar la clase.

La edad biológica fue evaluada a través del método del Índice de Desarrollo Corporal modificado (IDCm), propuesto por Siret y cols. (1991) a partir del IDC diseñado por Wutscherk (1974). Se trata de un método antropométrico para valorar la edad morfológica mediante el IDCm; se evaluó de cada sujeto la edad decimal, el peso, la talla, los diámetros biacromial y bicrestal, las circunferencias máximas de los muslos (niñas) y de los antebrazos (niños); las mediciones fueron realizadas según el protocolo de la ISAK (Stewart y cols. 2011). El IDCm se calculó por las siguientes ecuaciones:

Sexo femenino:

Sexo masculino:

Dónde: DBA=diámetro biacromial. DBC= diámetro bicrestal. CMD y CMI= circunferencia máxima de muslo derecho e izquierdo. CAD y CAI= circunferencia máxima de antebrazo derecho e izquierdo. FC= factor de corrección, que depende del Índice de Rohrer y el sexo de sujeto y se obtiene mediante las expresiones:

Sexo femenino:

Sexo masculino:

Índice de Rohrer:

Las ecuaciones predictivas para determinar la edad morfológica, son:

Sexo femenino:

Sexo masculino:

El IDCm, tiene como base de estimación de la madurez biológica individual, las variaciones de las proporciones corporales y desarrollo en la adolescencia. El IDCm refleja valores comprendidos entre 0.50 hasta 1.00 y más en la adolescencia, a medida que completa la maduración biológica del estado adulto. La edad morfológica tiene un alto grado de correlación con la Edad Ósea, medida por el método radiológico de la mano izquierda de Tanner - Whitehouse (TW2), valorado por Siret y cols. (1991) en 0,89 para varones y 0,82 para hembras. Con los resultados es posible clasificar los jóvenes según su desarrollo: atrasado, normal y acelerado. El índice cómico es la relación proporcional entre las extremidades inferiores y la parte superior (tronco y cabeza), mediante la expresión: IC = (talla sentado/ talla total) x 100. Para la valoración del porcentaje de grasa, se midieron los pliegues cutáneos subescapular, tricipital, bicipital, suprailíaco y pierna; y se utilizó la ecuación de Slaughter:

Se realizó un análisis estadístico descriptivo y un análisis de varianza para hallar diferencias significativas (p>0,05) entre los tres grupos, usando los programas Excel 2010 y el IBM SPSS Statistics 20. La hipótesis que se quería probar fue: Hipótesis Nula: el promedio de edad morfológica en los tres grupos es igual, con un 95% de confiabilidad.

3. Resultados

Los escolares se clasificaron por la edad decimal y sexo, obteniendo cuatro grupos de niñas y niños. Luego se realizó un análisis estadístico para dividir cada grupo de edad con base en la edad morfológica y se obtuvieron tres subgrupos: desarrollo normal (norma), desarrollo atrasado (inferior a la norma) y desarrollo acelerado (superior a la norma), a partir de la media y una desviación estándar. En las niñas y niños de 11 a 14 años, se halló que la edad morfológica tiene un menor promedio en el grupo de desarrollo atrasado y el mayor valor promedio en el grupo de desarrollo acelerado; se tomó esta variable como referencia y a partir de ella, se clasifican los escolares y se observa cómo se comportan las demás variables estudiadas.

En las niñas de 11 años, la edad morfológica presenta una diferencia de 2,94 años entre el grupo retrasado y el acelerado. El Índice de Desarrollo Corporal modificado (IDCm) evoluciona del grupo desarrollo atrasado con un valor de 0,71 al grupo acelerado con un valor de 1,0. El indicador de peso presenta 19 kg de diferencia entre los tres grupos y la talla 10 cm de diferencia. El Índice de Masa Corporal (IMC) crece del grupo de desarrollo atrasado al grupo de desarrollo acelerado, lo que evidencia que, en un mismo grupo de edad cronológica, pueden existir sujetos con características antropométricas y de desarrollo físico totalmente distintas, con 7 puntos de diferencia. El porcentaje de grasa, a esta edad también progresa del grupo desarrollo atrasado al grupo acelerado, dejando una diferencia de 11 puntos entre ellos. Un indicador importante en los corredores de velocidad es el índice córmico, donde también crecen los valores del grupo desarrollo atrasado al grupo desarrollo acelerado (ver tabla 1).

En las niñas de 12 años, los resultados de la edad morfológica muestran una diferencia de 2,89 años entre el grupo con desarrollo retrasado y desarrollo acelerado. El IDCm varía entre 0,73 y 1,03 del grupo atrasado al grupo acelerado. En el peso son 17 kg de diferencia entre los tres grupos y en la talla 5 cm de diferencia. El IMC crece del grupo desarrollo atrasado al grupo desarrollo acelerado, lo que evidencia que en un mismo grupo de edad cronológica pueden existir sujetos con características distintas, con 6 puntos de diferencia. El porcentaje de grasa, también progresa del grupo atrasado al grupo acelerado, dejando una diferencia de 9 puntos entre ellos. El índice córmico, también crecen los valores del grupo atrasado al grupo acelerado (ver tabla 2).

En las niñas de 13 años, los resultados de la edad morfológica muestran diferencias entre los tres grupos de 3,54 años. El IDCm, que presenta valores desde 0,75 en el grupo atrasado hasta 1,12 en el grupo acelerado. Las variables de peso y talla, tienen diferencias; en el peso, la diferencia entre el grupo atrasado y el grupo acelerado es de 18 kg, y en la talla la diferencia alcanza los 6 cm. El IMC tiene una diferencia de 7 puntos entre los escolares de esta edad. El porcentaje de grasa la diferencia es de 10 puntos entre los tres grupos. El índice córmico muestra valores muy cercanos de 52,35 a 52,40 entre el grupo atrasado y el grupo acelerado (ver tabla 3).

Las niñas de 14 años, con mayor maduración, presentan una edad morfológica que varía del grupo atrasado al grupo acelerado en 2,43 años. Se observan diferentes valores del IDCm, entre 0,85 y 1,09 entre el grupo atrasado y el grupo acelerado. El peso y la talla siguen un comportamiento ascendente del grupo atrasado al grupo acelerado, con valores entre 44 y 59 kg. La talla en esta edad muestra una tendencia inversa con el mayor valor en el grupo atrasado con 1,61 cm y 1,58 cm en el grupo acelerado. El IMC crece del grupo atrasado al grupo acelerado, con 7 puntos de diferencia. El porcentaje de grasa muestra un valor creciente a esta edad con una diferencia de 11 puntos entre los tres grupos. El índice córmico muestra valores entre 50,38 y 52,63 entre los tres grupos (ver tabla 4).

Los resultados de los niños se observan en las próximas tablas. A los 11 años, la edad morfológica muestra una variación de 1,37 años entre los tres grupos. El IDCm presenta valores que oscilan entre 0,62 en el grupo atrasado y 0,72 en el grupo acelerado. El peso corporal de los escolares oscila entre 31 y 33 kg, mientras que la talla va de los 1,41 en el grupo atrasado a 1,45 en el grupo acelerado. El IMC no se caracteriza por grandes diferencias entre los tres grupos pues sus valores varían solo entre 15 y 16 puntos. El porcentaje de grasa tampoco registra grandes variaciones, oscilando entre 13 y 16 puntos. El índice córmico alcanza valores muy homogéneos entre 49,55 en el grupo acelerado y 50,47 en el grupo atrasado (ver tabla 5).

En los niños de 12 años, la edad morfológica es muy homogénea y varia en 0,78 años entre los tres grupos. De la misma manera, el IDCm presenta pequeñas variaciones que reflejan el desarrollo de los escolares con valores entre 0,73 y 0,78. En el peso los valores del peso oscilan de 33 kg en grupo atrasado a 39 kg en grupo acelerado. La talla entre varia de 1,46 cm en grupo atrasado a 1,53 cm en el grupo norma. El IMC muestra valores entre 15 y 17 puntos entre los tres grupos solamente. El porcentaje de grasa esta entre 13 y 16 en los tres grupos. Y el índice córmico exhibe un valor similar de 50 para los tres grupos. Es decir, se trata este, de un grupo sin mayor variabilidad en la mayoría de sus índices (ver tabla 6).

Los niños de 13 años muestran una edad morfológica con una diferencia de 0,79 años entre los tres grupos. El IDCm solo oscila entre 0,79 y 0,81 del grupo atrasado al grupo acelerado. El peso corporal de los escolares varía entre 39,5 y 43,88 kg entre el grupo atrasado y el grupo acelerado, mientras que la talla de los escolares varía entre 1,49 en el grupo atrasado y 1,57 en el grupo norma. El IMC no tiene variaciones importantes, ubicándose en los 17 puntos en los tres grupos. El porcentaje de grasa oscila entre 14 y 16 puntos, encontrándose un menor valor en el grupo acelerado. El índice córmico presenta valores cercanos entre 50 y 51 entre los tres grupos (ver tabla 7).

Los niños de 14 años muestran una edad morfológica que varía en 3,06 años entre los tres grupos. El IDCm oscila entre 0,83 y 1,05 entre los grupos atrasado al acelerado. Los valores del peso corporal se mueven en un rango de 14 kg entre el grupo atrasado al grupo acelerado. En la talla se observa una variación de 5 cm entre los tres grupos. El IMC varía hasta 4 puntos entre los grupos atrasado, con 18,86, al acelerado con 22,87. Y el porcentaje de grasa varía entre 18,62 y 21,25 puntos entre los tres grupos conformados. El índice córmico se mantiene estable entre 50 y 51 puntos (ver tabla 8).

Aunque los resultados descriptivos muestran diferencias entre los tres grupos conformados a partir de la edad morfológica, el análisis de varianza mostró que en la mayoría de los casos no existen diferencias estadísticamente significativas entre las variables estudiadas (p>0,05), en cada una de las edades, salvo algunas excepciones. Es decir, que en general se confirma la hipótesis nula, la cual dice que el promedio de las variables estudiadas en los tres grupos de cada edad (desarrollo atrasado, normal y acelerado) son iguales con el 95% de confiabilidad (ver tabla 9).

4. Discusión

En los niños en etapa de crecimiento y desarrollo la edad biológica varía. Los resultados de la edad decimal y la edad morfológica muestran que existen diferencias en ambas variables, puede tener una edad decimal cercana a su edad morfológica, superior o inferior. Al clasificar los niños de 11 a 14 años se encontró que corresponden a edad morfológica atrasada, normal y acelerada. Esto es normal entre un grupo de niños de la misma edad y sexo, y debe tenerse en cuenta, en las clases de educación física, de deporte y en procesos de selección de talentos para un determinado deporte. Según Martín, Carl y Lehnertz (2001), el desarrollo individual puede diferir de los promedios, sobre todo en la fase de la pubertad, y citan a Hollmann y Hettinger (1980), quienes hallaron que las mayores diferencias alcanzaron 3,4 años a los 13 años para los chicos y 3 años a los 11 años para las chicas.

Según Miló (2007), en los programas de preparación de diferentes deportes practicados en Cuba, no se contemplan indicadores que tengan en cuenta la edad biológica en la planificación de las cargas de los atletas escolares, cuando diversas investigaciones demuestran que los niños con retardo y con adelanto en su desarrollo biológico con respecto a la edad cronológica se someten a las mismas exigencias físicas en el proceso de entrenamiento deportivo.

Según Miló (2007), en los programas de preparación de diferentes deportes practicados en Cuba, no se contemplan indicadores que tengan en cuenta la edad biológica en la planificación de las cargas de los atletas escolares, cuando diversas investigaciones demuestran que los niños con retardo y con adelanto en su desarrollo biológico con respecto a la edad cronológica se someten a las mismas exigencias físicas en el proceso de entrenamiento deportivo.

Las edades cronológica y biológica no siempre marchan a la par. Los resultados de esta investigación muestran que el desarrollo biológico de los escolares de Galapa, se comportan de acuerdo con la distribución normal, aproximadamente las 2/3 partes están en el grupo norma y el resto a más o menos una desviación estándar. En las niñas, que presentan primero los cambios de la pubertad, se puede observar que las diferencias entre la edad decimal y la edad morfológica, reflejan proporciones distintas en los procesos de maduración biológica. Se halló que, a los 11 años de edad cronológica, 6 niñas presentan un desarrollo atrasado, 23 normal y 5 acelerado. A los 12 años de edad 7 niñas tienen desarrollo atrasado, 27 normal y 9 acelerado. A los 13 años de edad 7 niñas presentan desarrollo atrasado, 27 normal y 7 acelerado. A los 14 años de edad 3 niñas tienen desarrollo atrasado, 21 normal y 6 acelerado (Ver tabla 10).

En los niños, los cambios de la pubertad llegan un poco más tarde, pero siguen la misma dinámica. Las diferencias entre la edad decimal y la edad morfológica son evidentes cuando se evalúa caso por caso. A los 11 años de edad cronológica, 7 niños presentan un desarrollo atrasado, 21 normal y 6 acelerado. A los 12 años de edad 9 presentan desarrollo atrasado, 28 normal y 10 acelerado. A los 13 años de edad 10 presentan un desarrollo atrasado, 23 normal y 8 acelerado. A los 14 años de edad 6 presentan desarrollo atrasado, 46 normal y 10 acelerado (Ver tabla 11).

Para Ashanin, Pyatisotskaya y Zhernovnikova (2015), el problema de la individualización en la educación física supone una descripción de los hábitos específicos para cada edad. El enfoque tradicional se basa en los índices promedio de diferenciación y maduración de los sistemas del organismo. Un inconveniente de este enfoque para la determinación de la edad biológica, es la inconsistencia cronológica de estos indicadores en una persona, porque los criterios de desarrollo biológico no coinciden con un modelo cronológico de desarrollo físico normal.

Según Doležajová, Gallová y Lednický (2019), se confirma que existen grandes diferencias en la edad biológica en niñas de 13 años de casi cuatro años, se descubrieron diferencias en los indicadores físicos y en el rendimiento motor en grupos con la misma edad decimal y biológica y en niñas con maduración tardía o maduración temprana. Las jugadoras con maduración tardía logran mayores mejoras en los resultados de las pruebas, y gradualmente, igualan a las biológicamente aceleradas. Se recomienda prestar atención a jugadores de desarrollo atrasado.

Los resultados de la investigación evidencian que los escolares, en el proceso de crecimiento y desarrollo, presentan diferencias que permiten agruparlos por lo menos en tres grupos de desarrollo: atrasado, normal y acelerado. Este factor debe tenerse en cuenta en los procesos de búsqueda de talentos para el deporte, porque, deben observarse las características sobresalientes del niño en una edad determinada y la evolución de las capacidades durante varios años.

Como afirma Astrand (2000), la mayor variación interindividual de la edad biológica se ubica entre las edades cronológicas de 12 a 14 años. Como promedio la edad de velocidad máxima de crecimiento fue a los 12 años para las niñas (con un rango de 9,5 a 15 años) y en los niños en promedio a los 14 años (con un rango de 11 a 17 años de edad). Los resultados de esta investigación concuerdan con lo reportado en la literatura.

Las diferencias y particularidades del desarrollo biológico se observan en las diferentes variables. Según Tittel y Wutscherk (2000), el incremento de la talla, incrementa también, la masa corporal, el área de superficie corporal y el volumen corporal, así como la palanca de los músculos. La ventaja que pueden tener los atletas altos de las pruebas de pista, es consecuencia de una mayor palanca en las extremidades largas. En los velocistas la relación entre las características antropométricas y la longitud de la zancada ha sido demostrada ampliamente.

5. Conclusiones

• Al agrupar a los escolares por la edad morfológica se conformaron tres grupos bien diferenciados según el desarrollo: atrasados, normal y acelerados. En las niñas, de los 11 a los 14 años, se encontraron valores, en promedio, desde 10.84 hasta 15.74 años. En los niños, los valores oscilaron en promedio desde 10.55 hasta 17.17 años. No se hallaron diferencias significativas (p>0,05) en la edad morfológica entre los escolares de una misma edad cronológica.

• De los 11 a los 14 años, el peso en las niñas se mueve en un rango de 29.67 hasta 59.83 kg; y en los niños oscila entre 31.29 hasta 62.20 kg. La talla en las niñas presenta un rango entre 1.41 hasta 1.61 cm; y en los niños los valores se mueven en un rango desde 1.41 hasta 1.65 cm. Los resultados evidencian el crecimiento progresivo del peso y la talla en las edades de 11 a 14 años, más acentuado en los niños que en las niñas.

• El Índice de Masa Corporal se comporta con una tendencia creciente de los 11 a los 14 años, con valores que oscilan en las niñas desde 14.86 hasta 24.07 puntos y en los niños estos se encuentran en un rango de 15.37 a 22.87 puntos. Los resultados reflejan en promedio valores normales, aunque algunos pocos individuos de la muestra estudiada mostraron valores de sobrepeso.

• El Índice Córmico es un importante indicador en los corredores de velocidad, porque, unos miembros inferiores largos favorecen el desempeño deportivo. Los resultados en niñas oscilan en un rango de 50.38 hasta 52.63%, ambos valores a los 14 años de edad; esto indica que las niñas presentan tronco corto y tronco intermedio. Y en los niños el rango oscila de: 49.55 a los 11 años, hasta 51.51 a los 14 años; y también, presentan tronco corto y tronco intermedio.

• El porcentaje de grasa de las niñas varía en un rango desde 16.85% a los 11 años, hasta 31.77% a los 14 años. En los niños, los valores oscilan entre 13.06% hasta 21.25% a los 14 años. Lo que evidencia que la grasa corporal aumenta progresivamente en estas edades tanto en niños como niñas.

• Con frecuencia se toma como talento a aquel que presenta un desarrollo acelerado y se descartan aquellos con un desarrollo normal o atrasado, desconociendo la edad biológica. Varios autores coinciden en afirmar que los niños con desarrollo atrasado o normal pueden alcanzar y superar los niños con desarrollo acelerado y los que tienen desarrollo acelerado pueden no seguir siendo los mejores. Los profesores y entrenadores deben considerar la edad biológica como uno de los factores que influyen en el proceso de aprendizaje motor y rendimiento deportivo.

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