Artículos
Recepción: 20 junio 2023
Aprobación: 24 enero 2024
Publicación: 29 junio 2024
Resumen: En el contexto de la pandemia por COVID-19, los medios de comunicación peruanos difundieron una investigación, posteriormente denominada Vacunagate, sobre el proceso de inoculación irregular de más de 450 personas, que incluía al expresidente Martín Vizcarra y otro grupo importante de altos funcionarios del gobierno del entonces presidente Francisco Sagasti. El objetivo de este artículo ha sido analizar la representación discursiva de la corrupción política en torno al caso del Vacunagate en textos periodísticos de opinión de los diarios digitales peruanos El Comercio, Trome y La República. Basado en las herramientas analítico-discursivas propuestas por Wodak (2001) en el enfoque histórico del discurso (EHD), los resultados muestran que los columnistas emplean distintas estrategias lingüísticas y discursivas, como la nominación, la intertextualidad o la atribución, para asignar características negativas a las personas involucradas, denunciar el abuso del poder político, y asumir una cultura de corrupción normalizada y forjada históricamente en la sociedad peruana.
Palabras clave: Vacunagate, enfoque histórico del discurso, estrategias lingüísticas, corrupción política, columna de opinión.
Abstract: In the context of the COVID-19 pandemic, the Peruvian media reported an investigation, later called Vaccinegate, about the irregular inoculation process of more than 450 people, which included former President Martín Vizcarra and other important group of high-ranking officials of the government of the then President Francisco Sagasti. The aim of this paper was to analyze the discursive representation of political corruption around the Vaccinegate case in opinion-based journalistic texts of the Peruvian digital newspapers El Comercio, Trome and La República. Using the analytical-discursive tools proposed by Wodak (2001) in the Discourse-Historical Approach ( DHA), the results show that columnists deploy different linguistic and discursive strategies, such as nomination, intertextuality or attribution, to assign negative characteristics to the people involved, denounce the abuse of political power, and assume a culture of corruption normalized and historically forged in Peruvian society.
Keywords: Vaccinegate, Discourse-Historical Approach, linguistic strategies, political corruption, Op-Ed column.
Résumé: Dans le contexte de la pandémie de COVID-19, les médias péruviens ont diffusé une recherche, appelée plus tard Vacunagate (affaire des vaccins), sur la vaccination irrégulière de plus de 450 personnes, dont l’ex-président Martín Vizcarra et un groupe important de hauts responsables du gouvernement du président en fonctions, Francisco Sagasti. Le but de cet article a été d’analyser la représentation discursive de la corruption politique, autour de l’affaire Vacunagate, dans des textes journalistiques d’opinion des versions numériques des journaux péruviens El Comercio, Trome et La República. Sur la base des outils analitico-discursifs proposés par Wodak (2001) dans son approche historique du discours (EHD), nous observons que les chroniqueurs emploient diverses stratégies linguistiques et discursives, telles que la nomination, l’intertextualité ou l’attribution, afin d’assigner des caractéristiques négatives aux personnes impliquées, de dénoncer l’abus du pouvoir politique et d’assumer une culture de corruption normalisée qui s’est constituée au long de l’histoire de la société péruvienne.
Mots clés: Vacunagate, approche historique du discours, stratégies linguistiques, corruption politique, articles d’opinion.
1. Introducción
En febrero de 2021, en el marco de la pandemia por COVID-19 en el Perú, los medios de comunicación revelaron una investigación en la cual se evidenció que más de 450 personas, vinculadas con el poder estatal, fueron inoculadas de manera irregular con la candidata a vacuna Sinopharm en su etapa de ensayos clínicos (Ojo Público, 2021). Entre las personas involucradas se encontraban el expresidente Martín Vizcarra; personas que pertenecían a su entorno cercano y que no figuraban en las listas de voluntarios, y altos funcionarios públicos del gobierno del entonces presidente Francisco Sagasti (Hidalgo, 2021; Huacasi, 2021; Salud con lupa, s. f.). Como respuesta social, generó un amplio rechazo por el escándalo político y mediático que significó. Los medios de comunicación peruanos desempeñaron un rol importante en la cobertura de este hecho, que denominaron Vacunagate, pues transmitieron de distintas maneras las incidencias y las posturas que se adoptaron en torno a ello; por ejemplo, mediante reportajes o textos periodísticos como editoriales y columnas de opinión. Incluso, a causa del impacto mediático, el Vacunagate tuvo un amplio alcance en los medios de comunicación internacionales.
Debido a la repercusión que se generó en torno al Vacunagate, se han realizado investigaciones desde diversos enfoques; en algunos casos, en torno al dilema ético que implicó el hecho. Esto se analizó principalmente desde la perspectiva de las ciencias médicas, en la cual se examinaron, por ejemplo, las potenciales infracciones que se cometieron sobre el reglamento de ensayos clínicos y la ética científica (Mayta-Tristán y Aparco, 2021). Desde la ética filosófica, Ibáñez y Suarez (2022) evaluaron si las acciones de las personas implicadas en el Vacunagate eran justificables, por lo que se planteaba un dilema moral. Desde la perspectiva de la ciencia política y el derecho penal, Castorena et al. (2023), mediante un análisis de la percepción política en el Perú sobre el Vacunagate, expusieron que este tipo de casos disminuye el apoyo a una democracia peruana endeble y genera un descontento casi generalizado por parte de la población; por otra parte, Bermúdez-Tapia (2021), a través de un análisis de responsabilidades y consecuencias de tipo constitucional y penal en torno a este hecho, evidenció el débil valor de la legitimidad en torno a las personas con un alto cargo político, lo cual representa un contexto negativo para la sociedad.
Como se observa, el Vacunagate ha sido objeto de estudio desde distintas perspectivas teóricas y metodológicas. En su gran mayoría, se sostiene que estos casos de corrupción política generan conflictos morales, así como un impacto negativo en la sociedad sobre la democracia y la confianza en los poderes políticos del Estado. Ahora bien, se percibe una producción escasa sobre el Vacunagate desde la perspectiva de los estudios lingüísticos, más aún en un marco de estudio desde el análisis crítico del discurso. Por esta razón, se considera importante llevar a cabo una investigación que analice la representación discursiva de este escándalo en la política peruana, a fin de contribuir con la ampliación de estudios que vinculan a la lingüística con la corrupción política.
Bajo este contexto, la investigación se enfoca en la producción discursiva generada en torno al Vacunagate en textos periodísticos del género de opinión de los diarios digitales peruanos, específicamente en la columna de opinión y el editorial. Estos textos periodísticos presentan un carácter crítico, valorativo e incluso persuasivo, especialmente en temas relacionados con la corrupción política. Para el fin propuesto, se seleccionaron los tres diarios peruanos más consumidos en sus versiones digitales y con líneas editoriales distintas: El Comercio y Trome, que pertenecen al Grupo El Comercio, y La República, que pertenece al Grupo La República. Asimismo, se ha tomado en consideración el enfoque del análisis crítico del discurso y las estrategias discursivas que brinda el enfoque histórico del discurso propuesto por Wodak (2001), pues estos permiten analizar temas de carácter histórico —por ejemplo, la corrupción política—, así como el rol y la representación de las personas y sus acciones. Con todo, en esta investigación se ha planteado la siguiente pregunta: ¿cómo se representó discursivamente la corrupción política en torno al Vacunagate en los textos periodísticos del género de opinión de los diarios digitales peruanos?
El artículo se organiza de la siguiente manera: primero, se repasa la corrupción política en el contexto peruano y el Vacunagate; luego, se explica el análisis crítico del discurso y su aplicación en el estudio de la corrupción política; más adelante, se detalla la data y la metodología de la investigación; posteriormente, se presenta el análisis del corpus; por último, se exponen las conclusiones del estudio y las referencias consultadas.
2. Corrupción política en el contexto peruano y el Vacunagate
Las prácticas que se realizan fuera del marco legal y los actos ilícitos, comúnmente vinculados a la inmoralidad, se enmarcan en el concepto de corrupción. Estas acciones suelen ser ejecutadas por personas naturales, empresas y organizaciones tanto estatales como privadas. Incluso, en algunos casos, los poderes del Estado pueden estar involucrados en estos hechos, lo que deja en evidencia el abuso de poder y la búsqueda de los privilegios personales con afectaciones a la sociedad (Pastrana, 2019). En todos los casos, la finalidad es obtener beneficios mediante prácticas abusivas. Desde una noción política y económica, Quiroz (2019) señala que «la corrupción se entiende como el mal uso del poder político-burocrático por parte de camarillas de funcionarios, coludidos con mezquinos intereses privados, con el fin de obtener ventajas económicas o políticas» (p. 34), lo cual perjudica el desarrollo social. En esta misma línea, Nye (1967) define la corrupción política como el comportamiento que se aleja de los deberes formales de una función pública para obtener beneficios económicos o de influencias que vulneran las normas (p. 419).
Si bien la corrupción es una problemática que afecta a todos los países latinoamericanos (Pastrana, 2019), en el caso de esta investigación, se enfatiza en el contexto político peruano, donde ha estado presente desde sus primeras etapas. Según Quiroz (2019), las acciones de las personas involucradas en casos de corrupción han frenado y minimizado los objetivos de modernización y reforma desde finales del siglo xviii (p. 34). En la etapa virreinal, específicamente a mediados de dicho siglo, por ejemplo, se exhibieron casos de fraude tributario, reparto de mercancías y venta de cargos (O’Phelan, 2005). En el siglo xix y mediados del siglo xx, los casos de corrupción en la política peruana se enfatizaban en acciones como la firma de contratos que beneficiaban al contratador o a un grupo de personas en específico en perjuicio de la sociedad; la consolidación de la deuda interna, que enriquecía a las personas en el poder; el aumento de la deuda externa, que colocaba al país en estado de bancarrota, y el establecimiento de los negocios monopólicos (Basadre, 2014; Quiroz, 2019). En los últimos años del siglo xx y en los inicios del siglo xxi, el Perú ha sido abordado por una «captura corporativa del Estado», como ejemplifica claramente el caso de Odebrecht y su influencia en los casos de corrupción en el sector infraestructura (Durand, 2018). Durante los últimos seis años, la política peruana se encuentra en un periodo complejo e inestable, pues se han presentado procesos de vacancia, renuncias presidenciales y los escándalos de corrupción de las grandes corporaciones (Ponce de León y García, 2018). Por esta razón, las peruanas y los peruanos consideran que la corrupción es el principal obstáculo de desarrollo y bienestar, lo que deriva en desconfianza hacia las instituciones del país (Martínez, 2023).
El caso de corrupción política que más repercusión ha tenido durante la primera etapa de pandemia en el Perú (2020-2021) es el Vacunagate. La denominación, popularizada en las redes sociales, hace alusión a uno de los escándalos de corrupción política de mayor renombre en Estados Unidos, el Watergate, debido al impacto y las consecuencias que cayeron sobre los implicados: inhabilitación para ejercer los cargos públicos, destitución de ministros, y desprestigio y agudización de la crisis política (Ojo Público, 2021). El Vacunagate se originó por el empleo irregular de vacunas contra la COVID-19 —una necesidad en ese entonces— en los ensayos clínicos, ya que, en países como el Perú, esta enfermedad generó altos números de personas contagiadas y fallecidas a pesar de las medidas que se tomaron para detener su incremento (Lossio, 2021). En esta línea, a inicios del 2021, diversos medios de comunicación difundieron la información de que más de 400 personas fueron inoculadas de manera irregular con la candidata a vacuna Sinopharm (Ojo Público, 2021). Entre las personas vacunadas irregularmente, se hallaban funcionarios vinculados tanto al gobierno del entonces presidente Francisco Sagasti como del expresidente Martín Vizcarra (Salud con lupa, s. f.). Este último, uno de los involucrados, causó una de las mayores polémicas debido a su posición de presidente al momento de la inoculación irregular, así como por haber construido una identidad política que se oponía contundentemente a la corrupción y a las acusaciones que se le hacían (Lovón et al., 2020). De esta manera, el Vacunagate se estableció como uno de los escándalos de corrupción política peruana más importantes en los últimos años, y generó que la sociedad expresara un amplio rechazo hacia las personas vinculadas por haberse aprovechado de sus cargos y del poder para beneficios propios.
3. Análisis crítico del discurso y su aplicación en el estudio de la corrupción política
El análisis crítico del discurso (ACD) es una herramienta de análisis que permite estudiar la interacción del lenguaje y las prácticas sociales, como el abuso de poder, el dominio y la desigualdad que se reflejan en los textos (discursos) reproducidos en la sociedad con distintos propósitos (Van Dijk, 1999). El ACD percibe el discurso como una práctica social y una forma de acción (Fairclough, 1992; Van Dijk, 2000), pues se vincula con la interacción social y las prácticas comunicativas compartidas; además, puede influir en la toma de decisiones de las personas y en otras consecuencias concretas, como persuadir a un grupo determinado o denunciar un hecho y generar indignación colectiva.
La aplicación del ACD a temas de índole política puede proporcionar respuestas a la incógnita de cómo se representan y se construyen los discursos sobre la corrupción política en determinados contextos. Los medios de comunicación son los principales actores que tienen la posibilidad, mediante el empleo del lenguaje, de justificar, denunciar o aludir a la inmoralidad de las prácticas corruptas que afectan a la sociedad; sin embargo, todo ello depende de su línea editorial y sus intereses particulares. Precisamente, el ACD permite analizar estas situaciones donde, por ejemplo, se presentan textos que pretenden normalizar los casos de corrupción política o, en otros casos, donde se busca incidir en la deslegitimación de un partido político, una persona o un gobierno vinculados a actos de corrupción. Esto se logra gracias a la identificación de estrategias discursivas que construyen los discursos en cuestión.
Se ha publicado diversos estudios desde la perspectiva del ACD que analizan la representación de escándalos de corrupción política, los cuales han expuesto las estrategias discursivas que se emplean para su elaboración, así como las incidencias que puede tener la línea editorial o la ideología de los medios que reproducen los discursos analizados. Destacan las investigaciones de Pardo (2007) y Romano (2016), quienes analizan casos de corrupción representados en la prensa argentina y exponen que esta, de acuerdo con sus intereses, busca justificar las acciones. Por un lado, en Pardo (2007), se separa discursivamente a la corrupción de la delincuencia con la finalidad de no considerar como delincuente a la persona corrupta. Por otra parte, en Romano (2016), a partir de un análisis comparativo de diarios, el ACD ha permitido observar que estos presentan discursos de acuerdo con sus intereses y las necesidades de la línea editorial que los aglomera: mientras que un diario acentúa el escándalo político, otro pretende atenuarlo.
Como se ha señalado, el ACD también permite identificar estrategias discursivas que representan la denuncia o la normalización de las problemáticas políticas; por ejemplo, la selección léxica, los procesos verbales, la nominación (Arrunátegui y Palomino, 2021), la predicación (Sakellariou y Goutsos, 2021), la intertextualidad (Arrunátegui, 2010), figuras retóricas como la metonimia (Lovón, 2019), entre otras. En ese sentido, constituye una herramienta importante para el estudio del vínculo entre el lenguaje y las prácticas sociales, específicamente en temas relacionados con la corrupción política. Si se establece, por ejemplo, el análisis de los textos periodísticos del género de opinión, entonces aplicar el ACD permite identificar las estrategias discursivas que representan la legitimación o la normalización —así como otras finalidades— de la corrupción política en determinados contextos. Asimismo, la aplicación del ACD también es beneficiosa para mostrar cómo la línea editorial puede influir en la construcción de los discursos sobre la corrupción y sus implicancias, como los discursos legitimadores, la manipulación o las desigualdades políticas y sociales.
4. Datos y metodología
Para el corpus de esta investigación, se ha optado por el análisis de textos periodísticos del género de opinión —específicamente, aquellos que se publicaron durante las semanas posteriores a la revelación del Vacunagate—, ya que este género periodístico analiza e interpreta, desde todas las aristas posibles, casos relacionados con temas políticos, económicos o sociales. Además, destaca que el autor emite un contenido crítico, valorativo y razonador (Moreno, 2007) mediante el empleo de un lenguaje periodístico que se nutre de diversas estrategias discursivas, tanto léxicas como retóricas, vinculadas con la construcción de identidades y el lenguaje persuasivo. Por lo tanto, es relevante reconocer estas estrategias para comprender a profundidad la construcción de estos textos.
Se han considerado las columnas de opinión y los editoriales para desarrollar el análisis del presente estudio. La selección de estos textos del género de opinión presentes en los diarios digitales peruanos se justifica debido a que brindan un conjunto de perspectivas que pueden influir y direccionar el discurso en torno al Vacunagate. Si bien existe la posibilidad de que algunos columnistas no necesariamente se alineen a la ideología editorial del diario, estas posibles diferencias y similitudes son valiosas para identificar puntos de divergencia y contrastes, lo cual proporciona una visión holística en torno al tema y contribuye con su discusión.
Se seleccionaron los diarios digitales peruanos El Comercio, Trome y La República porque ejemplifican una de las muchas formas en que los medios de comunicación peruanos transmitieron el escándalo político del Vacunagate. Asimismo, se los ha considerado para este estudio por el alcance que tuvieron en la sociedad peruana durante los primeros años de la pandemia (2020 y 2021), en los que la digitalización de la información se incrementó abruptamente. La selección estuvo basada en los siguientes filtros: ser representativos, dirigirse a un público en específico y mostrar posturas políticas ideológicas diversas.
El Comercio y Trome pertenecen al Grupo El Comercio; La República, al Grupo La República, y pueden considerarse representativos debido su alto nivel de lectoría por parte de los usuarios peruanos, tanto en sus versiones impresas como en sus versiones digitales, durante los últimos cinco años (CPI, 2021; Newman et al., 2021). El Comercio es considerado un diario de referencia en el Perú por ser el más antiguo —fundado hace más de 180 años—, uno de los más influyentes y el de mayor circulación. Trome es considerado uno de los diarios más leídos —incluso a nivel hispanoamericano— y de mayor circulación; sin embargo, a diferencia de El Comercio, presenta un lenguaje coloquial, por lo que es catalogado como un diario «chicha» (Casas Navarro, 2009). La República, por su parte, ha logrado un mayor alcance durante los últimos años, especialmente en las plataformas digitales.
Los tres diarios se dirigen al público en general, y, en algunos casos, a lectores especializados en las diversas secciones que presentan. Sin embargo, el público al que se dirigen también se relaciona con la postura política ideológica que adoptan: el Grupo El Comercio tiene una postura de derecha y se inclina al conservadurismo; el Grupo La República, una postura de izquierda y se inclina al progresismo (Lovón y Palomino, 2022). Conocer las posturas políticas ideológicas que evidenciaron sobre el tema del Vacunagate permite observar si tuvieron algún tipo de influencia en la construcción de los discursos; es decir, si la ideología, ya fuera de derecha o de izquierda, condicionó la construcción de los discursos al denunciar aquel caso de corrupción política.
Los textos periodísticos del género de opinión que componen el corpus de esta investigación se obtuvieron a través de la búsqueda en las plataformas web de los diarios digitales El Comercio, Trome y La República. Esto se logró mediante el empleo de las herramientas de búsqueda que ofrecen las hemerotecas de dichos diarios digitales. Para una búsqueda eficaz, se empleó la unidad léxica «Vacunagate» y se aplicaron los filtros «columna de opinión» y «editorial» con la finalidad de obtener datos exactos y precisos; de esta manera, se pudo atenuar la gran cantidad de textos periodísticos para la selección del corpus. Tras escoger los textos periodísticos, se transcribieron en una ficha de registro de información sin que presenten alteraciones —es decir, no han sido modificados—.
Luego de la conformación del corpus, se han realizado análisis meticulosos basados en el marco teórico del discurso político. Asimismo, se han considerado las estrategias discursivas propuestas por Wodak (2001) en el enfoque histórico del discurso (EHD). Según la autora, se entiende por estrategia a las prácticas que se adoptan con la finalidad lograr un determinado objetivo social, político, psicológico o lingüístico; por lo que estas estrategias se pueden localizar en distintos planos de organización y de complejidad lingüística (Wodak, 2001, p. 115). El EHD contempla estrategias como la referencia o modo de nombrar, con la que se construyen grupos internos o externos mediante el empleo de las distintas formas de nominación, la metáfora, la metonimia y otras figuras retóricas; la predicación, en la que los actores sociales son etiquetados, por medio de atribuciones, de manera positiva o negativa; la argumentación, que se complementa con la predicación, pues permite justificar el contenido o las atribuciones positivas o negativas a través de argumentos (topoi); y la intensificación y atenuación, que permite modificar el texto con la intensificación o la atenuación de una acción o una característica. El empleo de estas estrategias ha permitido conocer cómo se representan las entidades de poder; a las personas vinculadas con altos cargos y sus acciones; la construcción de hechos históricos y políticos, y las identidades en documentos o hechos de carácter histórico (Ferreiro y Wodak, 2014; Yalta et al., 2022; Ybarra, 2011). Las estrategias discursivas se pueden resumir en la siguiente tabla:
5. Análisis
Se ha buscado responder a la siguiente pregunta de investigación: ¿cómo se representó discursivamente la corrupción política en torno al Vacunagate en los textos periodísticos del género de opinión de los diarios digitales peruanos? Para ello, se presenta el análisis de los textos que componen el corpus tomando como base principal las estrategias discursivas de Wodak (2001). Para una mejor organización, la sección se ha dividido en tres apartados: representación de las personas acusadas e involucradas; representación del abuso de poder, el delito y la falta de ética; y representación de la corrupción política como herencia histórica. Asimismo, se considera la incidencia de la línea editorial y el registro de los diarios digitales en la construcción de los discursos en cuestión.
5.1. Representación de las personas acusadas e involucradas
Si bien el Vacunagate implicó a más de 400 personas vinculadas con el poder político (Ojo Público, 2021), los diarios se enfocaron en tres personajes: Martín Vizcarra, ex presidente del Perú (2018-2020); Pilar Mazzeti, ex ministra de Salud (2020-2021), y Elizabeth Astete, ex ministra de Relaciones Exteriores (2020-2021). Se incidió sobre todo en la representación de la figura de Martín Vizcarra debido a su posición de presidente cuando ocurrió el escándalo de inoculación irregular. En los textos periodísticos de opinión, se empleó frecuentemente la estrategia de la nominación para presentar al expresidente. Las formas de nombrarlo son diversas, como se observa en los siguientes casos:
En estos dos primeros textos, se emplea la estrategia de la nominación constantemente hacia Martín Vizcarra por medio de su cargo, nombre y apellido, o solo por su apellido. En el caso (1), con «expresidente» se hace mención explícita del cargo que ostentaba Vizcarra hasta ese entonces, lo cual pretende incrementar la gravedad del abuso de poder y el caso de corrupción en el que se encuentra involucrado. Asimismo, se observa que es referenciado en conjunto con algunos familiares (su esposa y su hermano) y otros colaboradores («la ahora excanciller» y «otros funcionarios públicos»). Para Sakellariou y Goustsos (2021), nombrar a la persona acusada junto a sus familiares pretende construir la imagen de una corrupción familiar generalizada, lo cual también se evidencia en el caso de Vizcarra, pues esta nominación en conjunto busca involucrarlos en el escándalo político (Arrunátegui y Palomino, 2021). En contraste, solo se menciona de manera colectiva a las personas relacionadas con el gobierno («gobierno actual») y no se ahonda en detalles ni se hace mención del entonces presidente Francisco Sagasti.
En el caso (2), la estrategia de nominación hacia Vizcarra se limita a solo la referencia de su apellido. Asimismo, se observa el uso de la intertextualidad (Fairclough, 1992) por parte del columnista: mediante una cita directa entrecomillada, muestra la justificación de Vizcarra («fui uno de los 12.000 voluntarios») como una excusa («coartada») que carece de veracidad («ha perdido verosimilitud»). De esta manera, el columnista, a partir de los argumentos de Vizcarra para justificarse, genera una imagen negativa en torno al expresidente. Además, en el texto se menciona a la entidad involucrada en el Vacunagate, la Universidad Cayetano Heredia, que el columnista utiliza para presentar un argumento de autoridad. Con este deslegitima nuevamente la justificación de Vizcarra e intensifica en el texto la imagen de poca credibilidad hacia él.
El empleo de la intertextualidad pretende reforzar una imagen negativa o construir una imagen positiva de una persona, un grupo o un sector (Arrunátegui, 2010; Lovón, 2019). Por medio de citas directas (entre comillas) e indirectas (parafraseadas) de las justificaciones de Vizcarra, en las columnas de opinión le atribuyen características negativas por su vinculación directa con el Vacunagate:
La intertextualidad es la principal estrategia que emplean los columnistas para aplicar la predicación negativa en torno a Vizcarra, a partir de lo cual se pueden atribuir cualidades desfavorables en torno a su imagen —incluso, en algunos casos, la predicación puede llegar a ser despectiva—. Se construye la imagen de «embustero» en Vizcarra mediante la etiquetación de sus argumentos de justificación con unidades léxicas como «vulgar», «embuste» y «delirante», tal como sucede en los casos (3), (4) y (6). Esta característica enfatiza la representación negativa que se aleja de la imagen del personaje político que el propio Vizcarra construyó basado en su lucha contra la corrupción y los constantes distanciamientos respecto de sus presuntos actos de corrupción (Lovón et al., 2020; Paredes, 2021), lo que fue desestimado con la revelación de las personas involucradas en el Vacunagate. Además, la predicación en torno a su figura se torna despectiva cuando se lo caracteriza como el «rey de la mentira» mediante el uso del símil. Estos usos léxicos son permitidos por el registro periodístico de tipo coloquial que maneja el columnista en el diario.
Además de los argumentos de justificación, también se critican agudamente las atribuciones que Vizcarra se adjudica («valiente» y «voluntario»), relacionadas con la heroicidad que se autoconstruye el político. Por ejemplo, en el caso (4), se emplea la expresión «laberinto de mentiras y justificaciones» —lo que implica una red de mentiras entrelazadas y argumentos falsos— con la intención de expresar la magnitud del evento; el columnista considera insuficientes los aspectos judiciales y alude a problemas de tipo psiquiátrico, lo cual implica un caso de intensificación en el texto. Esta última aseveración se refuerza con lo mencionado en el caso (6), pues las justificaciones de Vizcarra son etiquetadas bajo el adjetivo «delirantes» (disparatadas), sobre todo con las atribuciones que él mismo se adjudicó: «Valiente».
También, los columnistas hacen referencia a las acciones de Vizcarra para la deslegitimación de su imagen. Por ejemplo, en el caso (5), estas se representan mediante los adjetivos «vergonzoso» e «indignante», y la expresión «viveza criolla». En países como el Perú, esta expresión popular implica la obtención de algún beneficio sin esfuerzo o sobre los demás (criollismo). De esta manera, el columnista deslegitima las acciones de Vizcarra que anteriormente se argumentaban como voluntarias y generaban una imagen favorable sobre él. Asimismo, en las columnas analizadas, también suelen intensificarse las características negativas impuestas a Vizcarra usando datos numéricos, tanto exactos como inexactos, sobre las personas contagiadas y fallecidas: «12 mil peruanos», «miles de voluntarios».
Por último, en el caso del modo de nombrar a Martín Vizcarra, al igual que en los casos (1) y (2), se emplea la nominación mediante su nombre y apellido («Martín Vizcarra»); su primer apellido («Vizcarra»); el gentilicio de su lugar de nacimiento, Moquegua («el moqueguano»), y un apodo basado en la estrategia de la predicación despectiva («rey de la mentira»). Asimismo, tal como en el caso (1), en (4) y en (6) se nombra a Vizcarra acompañado de sus familiares («esposa», «hermano mayor» y «hermano»), lo cual refuerza la imagen de una corrupción familiar generalizada. En el caso (4), estas relaciones se expanden hacia el círculo amical y laboral de Vizcarra con la presencia de unidades léxicas coloquiales, como batería y banda («batería de su provincia» y «banda del pisco»), que implican acciones delincuenciales. El columnista emplea estos usos léxicos debido a que responden al registro periodístico que predomina en el diario (El Trome), con lo que se erige como una estrategia discursiva que le brinda mayor libertad en la redacción: no solo se limita a informar, sino a persuadir (Vellón Lahoz, 2011). De esta manera, en la columna de opinión se puede enfatizar en la crítica hacia la figura de Vizcarra y su círculo de personas cercanas.
Otras personas vinculadas con el escándalo del Vacunagate y constantemente señaladas son Pilar Mazzetti y Elizabeth Astete. La primera, ex ministra de Salud, fue duramente criticada por el puesto político que ostentaba en ese momento, así como por haber declarado que no se había vacunado de forma irregular —lo cual luego fue desmentido—. Los columnistas construyeron una imagen de poca credibilidad sobre Pilar Mazzetti, tal como se observa a continuación:
En ambos casos, las acciones y las características atribuidas a Mazzetti son comparadas frecuentemente con las de Vizcarra, quien aparece por su nombre y apellido («Martín Vizcarra») y su gentilicio («moqueguano»), como en el caso (5). En el caso (7), se observa el empleo de cifras exactas tanto de las personas beneficiadas («487 personas») como de las personas contagiadas («3.203 nuevos casos») y fallecidas («177 nuevos fallecidos»). Estos datos son mencionados junto con su fuente oficial, el Ministerio de Salud, en un contexto donde el Perú se posicionó como uno de los países con las más altas tasas de contagiados y fallecidos (Lossio, 2021). Precisamente, estos datos contextuales, narrados en paralelismo con la acción ilegal de Mazzeti, permiten transmitir la indignación del columnista e intensificar la representación negativa hacia la figura de la exministra. Asimismo, destaca la presencia de unidades léxicas que expresan los cargos que ostentaban tanto Mazzetti («ex ministra de Salud») como Vizcarra, lo cual está relacionado con la responsabilidad política, la rendición de cuentas y el abuso de poder que significó este caso de corrupción. Además, la construcción lingüística «beneficio clandestino» incide en los actos corruptos y fuera de la ley de Mazzetti.
En el caso (8), además de la mencionada vinculación con Vizcarra —la cual evidencia una red de corrupción política más amplia—, se construye una imagen de poca credibilidad hacia Mazzetti. Trome destaca nuevamente debido al empleo del lenguaje coloquial, que se relaciona con el sensacionalismo y permite un acercamiento más familiar con el público lector: «Digna alumna» y «le ganó a todos». La representación de poca credibilidad en torno a Mazzetti se intensifica con el empleo de la construcción lingüística «sin desparpajo», la cual genera una imagen de desacreditación, y la metáfora del capitán y el barco, con la cual se califica el trabajo de Mazzetti frente a la pandemia y la inoculación como un falso liderazgo.
En el caso de Elizabeth Astete, su presencia en los textos se debe, además del cargo político que poseía durante el escándalo (ex ministra de Relaciones Exteriores), a la crítica por los argumentos que utilizó para justificar su vinculación con el Vacunagate:
En ambos casos, usando la estrategia de nominación, se menciona a Astete mediante su nombre completo y el cargo que ostentaba (excanciller). Como se señaló, explicitar el cargo político intensifica la magnitud del acto de corrupción cometido, así como de las sanciones que se esperan. Por tanto, se evidencia un argumento de justicia basado en la exigencia de igualdad de derechos para todas las personas —es decir, que todas las personas deben recibir el mismo trato o ser objeto de la misma consideración— (Wodak, 2001, 2009). Además, se destaca que su puesto político se encontraba relacionado con la obtención de las vacunas, lo cual intensifica su grado de responsabilidad. También, en ambos casos, la construcción negativa en torno a la figura de Astete se genera a partir de sus argumentos gracias a la intertextualidad, una estrategia constante para generar atribuciones a las personas implicadas a través de sus declaraciones. En el caso (9), se califica su justificación como «excusa infeliz», dado que preponderó su bienestar personal por encima de los demás, lo que evidencia un notorio abuso de poder político. De igual manera, en el caso (10), se atribuyen características a Astete a través de citas directas e indirectas de sus argumentos, en los que se evidencia poder, superioridad y la idea de que la salud es un lujo. Además, el columnista considera que las acciones de Astete, en su posición diplomática, pueden descolocar a otros diplomáticos, lo cual se resalta con la presencia de la unidad léxica «barbaridad» y el verbo «enajenar». En esta misma línea, la construcción lingüística «la enajena del mundo» evidencia un caso de intensificación, que busca plasmar en el texto la magnitud del escándalo político.
Por último, las otras personas acusadas son referenciadas y nombradas de manera general como privilegiados —lo cual se había observado en el caso (6) («lista de privilegiados»)—:
(11) Sin embargo, las justificaciones de los privilegiados fueron tan o más inverosímiles que la transgresión cometida. Algunos arguyeron que los miedos motivaron su acción; otros que tenían todo el derecho de vacunar a quienes ellos creían conveniente; y unos cuantos, mostraron un absurdo desentendimiento de las acusaciones que se les imputaban. (La República, 13.3.2021)
Denominados de manera general como «los privilegiados», se enfatiza en la falta de fundamento y credibilidad de sus argumentos, con lo cual se les desacredita, pues algunos que pertenecen a este grupo se adhieren a argumentos de legalidad y derechos, e incluso utilidad (Wodak, 2001). El columnista, por medio de la intertextualidad (parafraseada), incide en que las personas privilegiadas buscaron desviar la atención hacia los actos de corrupción cometidos basándose en sus «miedos», pues el empleo de las emociones en el discurso político puede tener consecuencias persuasivas en las personas receptoras (Caramelo, 2020) —en este caso, se pretendía generar empatía—. Asimismo, destaca que las personas implicadas aluden al derecho (argumentos de legalidad y derechos) con la finalidad de legitimar sus acciones a pesar de que estas sean consideradas inmorales.
5.2. Representación del abuso de poder, el delito y la falta de ética
La denuncia del abuso del poder y el delito cometido por parte de las autoridades generó una indignación colectiva en los textos de opinión analizados a pesar de sus distintas posiciones ideológicas y editoriales, pues el argumento de la corrupción como una carga que se debe disminuir o eliminar es una constante común (Sakellariou y Goutsos, 2021; Wodak, 2001). La mención explícita de los actos de corrupción y la vinculación con la inmoralidad es recurrente en el discurso, tal como se observa a continuación:
En el caso (12), el columnista apela a la memoria colectiva de las personas ante los hechos de abuso de poder político que se produjeron en el Vacunagate, especialmente por el impacto a largo plazo que pudieran causar. Para ese entonces, dado que no se conocían las posibles consecuencias, su preocupación se plasma con la construcción lingüística «Más allá de cómo termine». Con el empleo del adjetivo «ruin», denuncia el evento y lo presenta como un hecho negativo asociable a una grave afectación moral que desfavorece a las personas, pues el abuso de poder político implica un daño a la sociedad perjudicada en la dimensión ética y moral (Marín, 2004).
Por otra parte, en el caso (13), se destaca el uso de las emociones al inicio del discurso, específicamente con la unidad léxica «triste», para empatizar con sus lectores. Además, destaca la expresión metafórica «mercado negro de vacunas», pues a través de ella el columnista denuncia que las autoridades han manejado el proceso de vacunación de manera ilegal y clandestina, lo que evidencia el abuso de poder, el delito y la falta de ética. Para intensificar la ilegalidad del hecho y la poca transparencia, emplea construcciones lingüísticas y unidades léxicas como «arbitrario», «a escondidas», «fuera del control público» y «violando la regulación». Asimismo, resalta el uso de la unidad léxica «discriminatorio», con la cual el columnista evidencia la preponderancia del privilegio hacia ciertos grupos de personas vinculados con el poder político; es decir, denuncia el abuso del poder y la posición privilegiada de las personas implicadas en el escándalo de corrupción.
Asimismo, en el caso (14), el texto de opinión inicia con un argumento de números (cifras) (Wodak, 2001), en el cual se incide en la denuncia y el rechazo del abuso de poder por medio de la construcción lingüística «lo grave de las cifras». En esta línea, también se emplea la ironía en un juego de palabras basado en la frase que empleaban las entidades estatales peruanas para promover la inoculación: «Yo pongo el hombro». Ahora bien, por tratarse de un caso de corrupción política en el que se encuentra involucrado el propio gobierno, el columnista genera la construcción «pusieron la espalda al país». Esto resalta el argumento de carga que se percibe sobre la corrupción, según el cual cualquier actividad que se considere una carga (problema) debe disminuirse (Wodak, 2001). Por otro lado, destaca el uso de la unidad léxica «trapacería» para resaltar la ilegalidad e impacto del hecho.
Por último, en el caso (15), destaca la unidad léxica «abyecto» para intensificar el hecho como algo vil y ruin. Este texto finaliza con una comparación en la cual se explica que la vida de las personas privilegiadas es más preponderante que otras.
El abuso de poder, descrito como tal, se presenta explícitamente en los siguientes textos:
Como se observa, en ambos textos se hace una mención explícita de la construcción lingüística «abuso de poder». En el caso (16), esta se intensifica con el empleo del adverbio «más», con la finalidad de remarcar el hecho. El columnista enfatiza en el delito y la aplicación del derecho penal por casos de abuso de poder grave; señala que es fundamental un castigo debido a la magnitud del delito, la cual expone con la construcción «el abuso del más alto poder político». En este sentido, se evidencia el argumento de justicia (Wodak, 2001) en el texto de opinión; asimismo, destaca la mención de un enfoque liberal en el derecho penal, con el cual se pueden juzgar casos de abuso. Además, con la finalidad de argumentar su crítica, el columnista emplea los adjetivos «escaso» y «grave» para referirse a bienes vitales como la vacuna y a la crisis sanitaria.
Por último, en el caso (17) destacan las construcciones lingüísticas «abuso de poder» y «falta de humanidad», pues a través de ellas el columnista denuncia que estos actos, indefendibles, no consideraron la afectación que pudo tener frente a la sociedad (Marín, 2004), ejemplo claro de inmoralidad. Mediante una comparación, pretende intensificar el hecho negando que pudiera darse en otras latitudes, lo que evidencia un evento sin precedentes: «En ningún país». Asimismo, describe el contexto peruano de aquel entonces mediante construcciones lingüísticas como «emergencia extrema», con lo cual genera una narrativa crítica en torno a este. De esta manera, el columnista intensifica la denuncia del abuso de poder construyéndola como un hecho de corrupción que en otros contextos no se puede comparar.
5.3. Representación de la corrupción política como herencia histórica
La rememoración hacia hechos y personajes históricos vinculados a la corrupción política peruana, así como su lucha contra esta, es otro eje común en el discurso sobre el Vacunagate en los textos de opinión analizados. Se pretende mostrar una mala práctica de corrupción política normalizada histórica e —incluso— culturalmente:
En el caso (18), se utiliza la construcción lingüística «en el pasado» para señalar que los casos de corrupción política en el Perú no son un hecho reciente, sino que poseen carácter histórico; de esta manera, se emplea el argumento de la historia, con la cual se incide en los hechos o las referencias históricas como fuente de lección (Wodak, 2001). El columnista nombra a los legisladores peruanos como ejemplo, referenciados mediante un proceso metonímico: «Palacio Legislativo», lugar donde desempeñan sus funciones. Asimismo, utiliza el verbo «atizar» con la finalidad de atribuirles acciones relacionadas con la contribución e influencia en la inestabilidad de la sociedad peruana. Finalmente, construye una imagen de oportunismo y egoísmo hacia las autoridades políticas cuando señala que es una constante en la historia peruana que sus intereses se sobrepongan a los de la sociedad.
En el caso (19), este texto inicia con una expresión metafórica. Se presenta a los líderes políticos como «capitanes de barco» al mando de un Estado, quienes, en contextos de crisis, prefieren velar por sus intereses que por el de las personas, lo cual se pudo evidenciar en el Vacunagate. Como se menciona por medio de una construcción lingüística negativa («no es nueva»), estos hechos no son recientes en la política peruana; incluso el columnista intensifica esta idea señalando que tienen varias décadas de ocurrencia, tomando como referencia el pasado reciente de los últimos escándalos de corrupción, específicamente los casos donde estuvieron involucrados los últimos presidentes peruanos (Duran, 2018). Se utilizan expresiones metafóricas relacionadas con el registro coloquial (el «estado como botín» y el «estado de derecho como papel higiénico») buscando deslegitimar este tipo de acciones y enfatizar el abuso histórico del poder que cometen los políticos peruanos, lo cual muestra la presencia del argumento de la historia. En síntesis, el columnista construye la imagen histórica de la cultura de la corrupción que ha sido incluso normalizada y aceptada en la sociedad peruana (Vivar-Mendoza, 2020), lo que también evidencia otro tipo de argumento, el argumento de la cultura (Wodak, 2001), pues es común que en una sociedad con la corrupción incrustada culturalmente se presenten estos casos.
Finalmente, en el caso (20), se emplea la intertextualidad para citar a Gonzales Prada, un pensador peruano que, debido a su destacada presencia en la posguerra con Chile, puede ser percibido como una figura de autoridad para hacer frente a casos de corrupción política. Se utiliza la construcción lingüística «donde se pone el dedo, salta la pus» para expresar el abuso de poder y la corrupción política que se encuentra generalizada en la política peruana, pues, en el contexto histórico que se considere, la cultura de la corrupción siempre se encuentra presente y persiste con el paso de los años como herencia histórica. Asimismo, se hace una referencia al Bicentenario del Perú, ya que el Vacunagate se dio a conocer a inicios del 2021: la construcción lingüística «¡Qué tal manera de empezar el Bicentenario!» hace referencia al inicio de un contexto desalentador, que en realidad debería significar celebraciones por los 200 años de independencia.
6. Conclusiones
El análisis de los textos del género de opinión en los diarios El Comercio, La República y Trome sobre el Vacunagate ha mostrado tres representaciones: la representación de las personas acusadas e involucradas; la representación del abuso de poder, el delito y la falta de ética; y la representación de la corrupción política como herencia histórica. El enfoque histórico discursivo de Wodak (2001) ha permitido reconocer las estrategias discursivas que se emplearon en los textos de género de opinión seleccionados para la construcción de las representaciones en cuestión.
Sobre la representación de las personas acusadas e involucradas en el Vacunagate, se destaca que los textos analizados se enfocaron en la deslegitimación de tres personajes: Martín Vizcarra, Pilar Mazzetti y Elizabeth Astete. Se hace énfasis en la representación negativa de Martín Vizcarra mediante el empleo de estrategias discursivas como la nominación, la intertextualidad y las atribuciones negativas, las cuales incluso llegaron a ser despectivas con el uso de unidades léxicas coloquiales y el símil. Estas estrategias fueron utilizadas para identificar y categorizar a las personas involucradas; de esta manera, se resaltaban los aspectos negativos de sus acciones, y se construía una figura crítica y desfavorable de ellas en los textos periodísticos. Asimismo, se destaca que los columnistas usaron argumentos (topoi) de justicia y de autoridad con fines persuasivos, y estrategias como la metáfora, datos numéricos o el contexto para intensificar la representación negativa de las personas involucradas.
Sobre la representación del abuso de poder, el delito y la falta de ética, se manifiesta una indignación generalizada en los textos de los diarios seleccionados a pesar de las diferencias ideológicas y editoriales que predominan en cada uno. Este rechazo está basado en argumentos (topoi) de carga, de cifras y de justicia, en los cuales se percibe la corrupción como una carga que debe ser eliminada. Otras estrategias discursivas para intensificar el texto son el uso del contexto y el empleo de unidades léxicas que resaltan la característica negativa del evento.
Sobre la representación de la corrupción política como herencia histórica, se evocan hechos históricos, recientes y remotos, vinculados a la corrupción política para mostrar la normalización y la persistencia de estos casos en la historia peruana. Los columnistas recurren a los argumentos (topoi) de la historia y de la cultura, de manera que, por medio de estrategias discursivas vinculadas con la nominación, la metáfora, el símil y la metonimia, inciden tanto en la representación de una imagen deslegitimada de los personajes políticos como en los hechos históricos de corrupción.
Las estrategias discursivas presentes en cada una de las representaciones se pueden observar de manera resumida en la siguiente tabla:
Sobre la base de polarizaciones ideológicas, comúnmente se muestran imágenes favorables y desfavorables con la finalidad de legitimar y deslegitimar a grupos opositores o a quienes no tengan la misma manera de percibir el entorno. El enfoque histórico del discurso (Wodak, 2001) facilita la observación de estas diferenciaciones gracias a sus estrategias discursivas, las cuales permiten identificar maneras de nombrar o de atribuir cualidades (predicación) a los grupos político-ideológicos y a las personas en otros contextos históricos —pues, en última instancia, la deslegitimación de otros grupos ocurre basada en intereses personales (poder político, coimas, entre otros)—. Sin embargo, se ha observado que los textos de opinión analizados en esta investigación, a pesar de que pertenecen a líneas editoriales distintas, apuntan hacia una misma dirección: la crítica y el rechazo a la corrupción política.
Un caso como el Vacunagate pudo desencadenar que diarios opositores emitieran discursos agudamente críticos contra el gobierno de turno debido al involucramiento de personas tanto del gobierno de Vizcarra como de Sagasti, o que diarios alineados al oficialismo pretendieran legitimar las acciones de los políticos involucrados bajo discursos de tipo populista; pero tanto El Comercio, La República y Trome enfatizaron la crítica general del escándalo en cuestión bajo argumentos (topoi) de carga: la corrupción es una carga que debe ser eliminada. En algunos casos específicos, como Trome, la crítica se tornó más despectiva en torno a la figura de Vizcarra y sus allegados; en otros casos, se englobó a las personas involucradas bajo la etiqueta de privilegiados, lo cual puede deberse al lenguaje coloquial, que permite mayores libertades al momento de criticar. Por esta razón, el registro que predomina en cada uno de los textos se puede presentar como una estrategia discursiva con diversos fines, entre ellos el persuasivo.
Por último, es importante señalar que estas columnas de opinión no se constituyen como el universo de las que se generaron sobre el Vacunagate, pues existe la posibilidad de encontrar diarios nativos digitales, así como otros con un alcance no tan amplio, que produzcan algún otro tipo de discurso como los estudiados en este artículo. En este estudio, se ha optado por aquellas que tienen mayor alcance y lectoría al considerarse representativos en la opinión pública.
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Notas