SALUD MENTAL, FANTASÍA INFANTIL Y EL ROL PARENTAL EN LA PRODUCCIÓN DE EXPERIENCIAS PERCEPTUALES INUSUALES
PSIENCIA. Revista Latinoamericana de Ciencia Psicológica
Asociación para el Avance de la Ciencia Psicológica, Argentina
ISSN-e: 2250-5504
Periodicidad: Cuatrimestral
vol. 13, núm. 1, 2021
Resumen: El objetivo de este estudio fue examinar diferencias en propensión a la esquizotípia, fantasía adulta, y estimulación parental en la niñez en individuos que afirman haber tenido experiencias perceptuales inusuales en comparación con un grupo control sin experiencias. Además, determinar cuál de éstas es mejor predictora de las experiencias perceptuales inusuales. Se examinó a una muestra de 180 estudiantes de pregrado de ambos sexos; 102 indicaron haber tenido una frecuencia de experiencias perceptuales inusuales en comparación con 78 no tuvieron. Se encontró que aquellos estudiantes con experiencias perceptuales inusuales tienden a mostrar mayor propensión a la esquizotipia “positiva” y son más propensos a fantasear en su vida adulta, indicando que aunque son más propensos a experimentar eventos inusuales, que no tienen las características de propensión a la esquizofrenia. Esto confirma que quienes tienen tales experiencias pueden ser bizarros en su forma de pensar o actuar, pero hay bajo riesgo de padecer una disfunción perceptual o cognitiva tal como se observa en individuos con síntomas agresivos o de aislamiento social.
Palabras clave: Experiencia perceptual inusual, esquizotipia, fantasía infantil.
Abstract: The aim of this study was to examine differences into schizotypy proneness, adult fantasy, and fantasy parental stimulation in childhood in individuals who claim to have had unusual perceptual experiences. Results showed that individuals who claimed to have had such experiences tended to score higher Cognitive-perceptual Schizotypy. Results also found that those with experience are more likely to fantasize in their adult life, but have been stimulating their imagination in childhood by their parents more than those who have had unusual experiences. However, the most relevant data in this study is that these individuals score higher on “positive” schizotypy, indicating that these are more likely to experience unusual events but have no pathological or negative features of schizophrenia. It confirms that those who have such experiences can be “bizarre” in the way they think or act, but their scores of schizotypal not positioned at risk for perceptual or cognitive dysfunction as seen in individuals with aggressive symptoms or social isolation.
Keywords: Unusual perceptual experience, Schizotypy proneness, Parental fantasy, Childhood.
INTRODUCCIÓN
El estudio de la estimulación parental de la fantasía en la infancia fue desarrollado por Irwin (1994), Lynn y Rhue (1988) y Wilson y Barber (1983) quienes han planteado que la función parental en la estimulación de la imaginación durante la infancia tiende a aumentar la propensión a la fantasía. Un padre, un abuelo o un maestro pueden facilitar la participación del niño en la fantasía, por ejemplo, mediante la lectura de cuentos, o al interactuar con las marionetas como si fueran personajes animados. Estas actividades pueden reforzar la imaginación del niño a través del juego imitativo. La imaginación también puede ser estimulada animando al niño a participar en diversas artes dramáticas (por ejemplo, la música, la danza, o la actuación). Dada la fuerte similitud entre la propensión a la fantasía y algunos procesos disociativos), se podría esperar que el estímulo parental de la imaginación también está relacionado con la disociación y la propensión a alucinar (ver Parra, 2019).
Experimentar estrés en la niñez también puede aumentar ciertas experiencias perceptuales inusuales. En efecto, un trauma en los primeros años de vida, a veces puede tener efectos indeseables, producir depresión, trastornos en el aprendizaje y en la memoria, y dificultades de relación con los otros. A principios de los años ochenta e inicios de los noventa, varios autores observaron que las personas que habían soportado estrés severo en la niñez, eran más propensos a tener experiencias perceptuales inusuales (Braswell, Rosengren, & Berenbaum, 2011). Una niñez traumática compele a los niños a disociar; esto es, desviar su foco consciente del “aquí y ahora” reposicionando su atención en fantasías. Lawrence et al. (1995) demostraron que existía un lazo más fuerte entre el trauma y la experiencia perceptual inusual, y entre el trauma y la fantasía (ver también Capano & Ubach, 2013).
Bierman (2005) ha observado que, por ejemplo, muchos adultos que tienen experiencias cercanas a la muerte y experiencias de “encuentros” con OVNIs han sido especialmente propensos o más vulnerables a los abusos y otros eventos traumáticos en su infancia. Sin embargo, sostiene que algunas personas han sido fortalecidas por estas experiencias tempranas, y son más perceptivos a realidades alternativas. Según su estudio, un niño que está expuesto a una situación de amenaza a la violencia física, abuso sexual, o a otros traumas severos, estará más fuertemente motivado a “desconectar” selectivamente estos aspectos de su mundo físico y social, disociando. Haciendo esto, es más probable que sintonice con otras realidades.
Eileen Garrett, una famosa médium espiritista, describió con precisión esta desconexión en su propia niñez, acompañada por una entrada positiva a lo paranormal en su vida y el desarrollo de sus habilidades como médium. Cuando niña, Garrett soportó situaciones de abuso casi cotidianos de sus tíos. Cuando tenía cuatro años, sintió la presencia de lo que luego serían sus “amigos imaginarios”. Pronto dijo poder de ver el “aura” alrededor del cuerpo de una persona, e incluso la aparición de un pariente que había muerto, cuando esa información era totalmente desconocida en su casa en aquel momento. Cuando creció, en su vida adulta, Garrett (2002) procuró comprender cómo ella había adquirido sus talentos como médium:
Descubrí que el estado de trance quizá sea parte de un patrón para mi propio desarrollo. Comencé a comprender cómo el dolor y el sufrimiento en mi infancia me había retirado del mundo de las personas... cuando el dolor o el castigo llegaban a ser casi intolerables, podría retirarme dentro de mi misma e ingresar como a un nimbo. Ahora me doy cuenta cómo esta práctica quizás me haya preparado para desarrollar mi estado de trance” (pp. 90-91)
Para mucha gente, las experiencias perceptuales inusuales (a menudo, conocidas como anómalas o paranormales) son eventos poco frecuentes que pueden atemorizar o causar ansiedad, y el temor puede resultar en una reacción inicial relativamente común hacia la experiencia (Gómez Montanelli & Parra, 2004, 2005; Kramer, Bauer & Hövelmann, 2012). Aunque tales experiencias han sido tema de interés en investigaciones psicológicas y psiquiátricas (Gómez Montanelli & Parra, 2004; Irwin & Watt, 2007), el hecho de que algunas personas sientan a tales experiencias como perturbadoras y busquen orientación, ha sido tema de discusión en psicología (Murray, 2012; Parra, 2012; Simmonds, 2012), algunas de las cuales pueden incluir sueños premonitorios (Parra, 2013; Schredl, 2009), ver el campo de energía en torno al cuerpo (Alvarado & Zingrone, 1994; Parra, 2008), experiencias fuera del cuerpo (Parra, 2015; Peake, 2011), y sensación de presencia y apariciones (Parra, 2006b; Sherwood, 2002). Otras veces, las personas que han experimentado tales eventos buscan ayuda en amigos o familiares, ayuda profesional de psicólogos o médicos, o religiosa (Gómez Montanelli & Parra, 2004, 2005; Hart-Wright, 2007).
Los posibles antecedentes infantiles de las experiencias perceptuales inusuales tampoco han sido suficientemente investigados. Aunque una persona propensa a la fantasía tiene mayor incidencia de experiencias de este tipo, algunas investigaciones sugieren que, en realidad, los individuos que tienen experiencias perceptuales anómalas, por ejemplo, pueden ser más ajustados que quienes no las tienen. La propensión a la fantasía se define como un tipo de personalidad caracterizado por una profunda implicación en un mundo privado de fantasía, ensoñamiento vívido, recuerdos, y presuntas experiencias paranormales (Parra, 2015; Parra, 2006b). La propensión a la fantasía es la habilidad de tener experiencias vívidas que se experimentan “tan reales como la propia realidad”. Algunos investigadores encontraron correlaciones entre sugestionabilidad hipnótica y varias medidas relacionadas con la imaginación (Sherwood, 2002), en particular reactivos relacionados con experiencias imaginativas en la vida cotidiana y sugestionabilidad hipnótica. Tellegen y Atkinson (1974) fueron pioneros en el concepto de absorción como un rasgo de la personalidad que permite a la persona implicarse en una variedad de experiencias a través de la imaginación. Las personas con gran capacidad de absorción tienen imaginación vívida y se involucran en experiencias sensoriales o creativas al punto de perder su sentido del Yo (Irwin & Watt, 2007), por ejemplo, ver una película involucrándose tanto en ésta, que se pierde el contexto que lo rodea, incluso si otro le habla). Individuos que tienden a la absorción tuvieron alguna experiencia traumática en su infancia debido a que cierta sensibilidad intensifica sus experiencias (Sherwood, 2002).
El presente estudio examina diferencias en la propensión a la esquizotipia, fantasía adulta, y estimulación parental de la fantasía en la niñez en individuos que afirman haber tenido experiencias perceptuales inusuales. Específicamente, comparar las puntuaciones en esquizotipia, fantasía adulta, y estimulación parental de la fantasía en la niñez en individuos que afirman haber tenido experiencias perceptuales inusuales con quienes no han tenido tales experiencias. Adicionalmente, relacionar la propensión a la esquizotipia, la fantasía adulta, y la estimulación parental de la fantasía en la niñez, y finalmente determinar cual o cuáles de estas variables predice las presencia de experiencias perceptuales inusuales. En consecuencia, se hipotetiza que (H1) individuos que afirman haber tenido experiencias perceptuales inusuales puntuarán más alto en propensión a la esquizotipia, (H2) puntuarán más alto en propensión a la fantasía, y (H3) puntuarán más alto en estimulación parental de la fantasía en la niñez. Estas tres variables, a su vez, posiblemente están positivamente correlacionadas entre si.
MÉTODO
Muestra
Se aplicó una técnica de muestreo no-probabilística en estudiantes universitarios de la Facultad de Psicología de la Universidad Abierta Interamericana de Buenos Aires, Argentina. De los 210 cuestionarios recibidos, sólo 180 (el 85%) fueron útiles para este estudio. La muestra total (N= 180) estuvo compuesta por 58 (32%) varones y 122 (68%) mujeres con un rango etáreo entre 18 a 73 años (Media= 34,81; DT= 11,87).
Procedimiento
Los cuestionarios fueron entregados de modo contrabalanceado en un sobre, y presentados bajo el pseudo-título “Cuestionario de Experiencias Psicológicas” para evitar distorsiones en las respuestas. Los participantes recibieron una vaga información del objeto de estudio y se los invitó a responder voluntaria y anónimamente en un único momento. Se excluyeron de la muestra aquellos cuestionarios incompletos o respondidos en forma incorrecta, y aquellos bajo tratamiento psiquiátrico actual, consumo de psicofármacos, drogas ilícitas o alcohol al momento de haber tenido alguna experiencia, o en los últimos seis meses.
Se introdujo una pregunta específica para agrupar a aquellos que dicen haber tenido experiencias perceptuales inusuales y aquellos que no las tuvieron: ¿Ha tenido la experiencia de captar mentalmente el pensamiento de otras personas, ver el aura, “salir” de mi cuerpo físico, contactar con espíritus de los muertos, sueños premonitorios, o transmitir a distancia mis pensamientos? (ver Palmer, 1979). Aquellos que respondieron afirmativamente, fueron agrupados como “Experiencia Perceptual Inusual” (EPI n = 102, 56%), y quienes respondieron negativamente, fueron agrupados como “Control”, esto es, individuos que no reportaron experiencia alguna (Control n = 78, 44%).
Instrumentos
Oxford-Liverpool Inventory Feelings and Experiences (O-LIFE, Mason, Claridge, & Jackson, 1995; alfa de Cronbach= .91). Es un cuestionario autoadministrable de 40 reactivos de valor dicotómico (Si/No) que puede ser administrado en adolescentes y adultos, tanto en población normal como en población clínica. El O-LIFE evalúa cuatro subescalas: (1) Experiencias Inusuales; (2) Desorganización Cognitiva, (3) Anhedonia Introvertida, y (4) Disconformidad Impulsiva. Una combinación de las cuatro sub-escalas permiten evaluan dos tipos o “factores” de esquizotípia, e incluso un puntaje total (alfa= .90), que derivan de la suma de los puntajes brutos de las subescalas Experiencias Inusuales/Desorganización Cognitiva (Esquizotipia positiva), y Anhedonia Introvertida/Disconformidad Impulsiva (Esquizotipia negativa). Se observaron dos dimensiones de esquizotipia: La dimensión positiva se refiere a un funcionamiento excesivo o distorsionado de un proceso normal e incluye varias formas de alucinaciones, ideación paranoide, ideas de referencia y trastornos del pensamiento. La dimensión negativa, conocido como anhedonia o déficit interpersonal, se refiere a la disminución o déficit en la conducta normal del individuo que tiene dificultades para experimentar placer en el nivel físico y social, aplanamiento afectivo, ausencia de confidentes íntimos y dificultades en sus relaciones interpersonales. El valor del alfa de Cronbach para este estudio fue de .84, para la subescala Esquizotipia positiva .82 y para la subescala Esquizotipia negativa .80.
Cuestionario de Propensión a la Fantasía (CPF; Merckelbach, Muris, Horselenberg y Stougie, 2001; alfa de Cronbach= .89). Es un instrumento autoadministrable de 25 reactivos de respuesta dicotómica (Verdadero/Falso) que permite evaluar la tendencia a fantasear (por ej., “Cuando veo escenas de violencia por televisión, me siento tan involucrado en éstas que me provoca mucha inquietud”). Las respuestas son sumadas y se obtiene un puntaje total. Los puntajes altos indican un nivel elevado fantasía. En otros estudios, también se identificó eventos de la niñez imaginarios o escribir acerca de momentos ficticios pueden producir pseudo-recuerdos y generar experiencias alucinatorias (Garry, Manning, Loftus, y Sherman, 1996; Horselenberg et al., 2000; Hyman y Billings, 1998). El valor del alfa de Cronbach en este estudio fue de .92.
Escala de Estimulación Parental de la Imaginación en la Niñez (PAIS; Irwin, 1996; alfa de Cronbach= .79). La escala examina el rol de los padres (o sus tutores) en estimular la imaginación durante la infancia, por ejemplo “Mis padres/tutores favorecieron la lectura de libros e historietas” o “Mis padres/tutores favorecieron escuchar música.” La escala contiene 20 items cuyas opciones de respuesta tienen una escala desde “Nunca” (cero) a “En todas las ocasiones posibles” (cinco). La escala no evalúa el tiempo que dedicó a estas actividades en la infancia, sino más bien si sus padres/tutores han tratado de fomentar la imaginación, hasta donde lo recuerda. El valor del alfa de Cronbach en este estudio fue de .94.
RESULTADOS
A partir de los valores obtenidos, se asumió una distribución asimétrica de las puntuaciones de los tres instrumentos. Para el análisis, se decidió emplear estadísticos no paramétricos, U de Mann-Whitney para comparar entre aquellos con EPIs y sin EPIs y Rho de Spearman para las correlaciones entre esquizotípia, estimulación parental de la imaginación, y propensión a la fantasía.
Se comparó las medidas de esquizotipia, fantasía adulta y estimulación parental de la fantasía infantil entre individuos con experiencias perceptuales inusuales y un grupo control (sin experiencias) mediante estadística no paramétrica. La H1 predice que individuos que afirman haber tenido experiencias perceptuales inusuales puntuarán alto en propensión a la esquizotipia en comparación con quienes no tienen tales experiencias, lo cual se confirmó (z = 2,25, pdif = ,02), en particular en la subescala Positiva (z = 2.94, pdif = .003) pero no para la subescala Negativa. La H2 predice que individuos que dicen haber tenido experiencias perceptuales inusuales puntuarán más alto en propensión a la fantasía en comparación con quienes no tenían tales experiencias, lo cual se confirmó (z = 5,92, pdif = < .001). Finalmente, la H3 predice que individuos que afirman haber tenido experiencias perceptuales inusuales puntuarán más alto en estimulación parental infantil, en comparación con quienes no tenían tales experiencias, lo cual no se confirmó (ver Tabla 1).
EPIs (n=102) | Control(n= 78) | |||||
Variables | Media | DT | Media | DT | z* | p |
Esquizotipia (Total) | 14,80 | 5,62 | 12,74 | 5,61 | 2,25 | ,02 |
1. Esquizotipia Positiva | 8,64 | 4,23 | 6,77 | 3,83 | 2,94 | ,003 |
2. Esquizotipia Negativa | 6,17 | 2,52 | 5,97 | 3,05 | 0,37 | n.s. |
Fantasía Adulta | 10,84 | 3,78 | 7,36 | 3,53 | 5,92 | <,001 |
Estimulación Parental Infantil | 39,08 | 17,11 | 34,95 | 19,55 | 1,70 | n.s. |
Luego, se correlacionaron las puntuaciones de esquizotipia (positiva y negativa), fantasía adulta y estimulación de la fantasía infantil mediante estadística no paramétrica (Rho de Spearman). Se encontraron relaciones positivas entre Esquizotipia con Fantasía Adulta (rs = .32; p < .001), pero no significativa con Estimulación Parental Infantil, en particular la dimensión positiva de la esquizotípia correlacionó con la Fantasía Adulta (rs = .36; p < .001) pero no significativa con la dimensión negativa de la esquizotípia. También se encontró una correlación positiva y significativa entre estimulación parental y fantasía adulta (rs = 18; p = .01).
Fantasía Adulta | Estimulación Parental Infantil | ||
1. Esquizotipia Positiva | rs | .36 | .06 |
p | < ,001 | n.s. | |
2. Esquizotipia Negativa | rs | .11 | -.18 |
p | n.s. | ,01 | |
Esquizotípia (Total) | rs | .32 | -.04 |
p | < ,001 | n.s. |
Finalmente, para determinar cual de las variables analizadas predice la ocurrencia de experiencias perceptuales inusuales se realizó un análisis de regresión logística binaria. El procedimiento estadístico fue un análisis por el método de pasos hacia adelante de Wald. De la muestra de 180 participantes, los resultados del mejor modelo (paso 2) mostró que la dimensión positiva de la esquizotipia, en primer orden, era el mejor predictor para el grupo con experiencias perceptuales inusuales [ß = 1.69, Wald = 4,97; gl = 1; p < .001; Exp(B) = 1.18; R2 de Nagelkerke´s = ,24], y en segundo orden, la fantasía adulta [ß= .236, Wald = 18,97; gl = 1; p < .001; Exp(B) = 1.26; R2 de Nagelkerke = .28], pero en un grado débil. Esto sugiere que la dimensión positiva puede estar por debajo de la diferencia entre ambos grupos, mientras que Esquizotipia y Propensión a la fantasía no resultaron predictoras (ver Tabla 2).
Variables | β | E.T. | Wald | gl | Sig. | Exp(B) | |
Paso 1(a) | Fantasía Adulta | ,270 | ,052 | 26,94 | 1 | < ,001 | 1,31 |
Paso 2(b) | Exp. Inusuales | ,169 | ,076 | 4,97 | 1 | < ,026 | 1,18 |
Fantasía Adulta | ,236 | ,054 | 18,91 | 1 | < ,001 | 1,26 |
CONCLUSIONES
El objetivo de este estudio fue examinar diferencias en propensión a la esquizotipia, fantasía adulta, y estimulación parental de la fantasía en la niñez en individuos que afirman haber tenido experiencias perceptuales inusuales y determinar cuál de ellas predice mejor la ocurrencia de tales experiencias en aquellos individuos que las reportan.
Se encontró que el 56% (n= 102) indicó haber tenido experiencias perceptuales inusuales, aunque no se llevó a cabo ningún procedimiento para controlar sexo y edad, u otras diferencias demográficas, tampoco se encontraron diferencias en las principales características demográficas, tales como diferencias de género, ocupación, religión o estado civil. Sin embargo, aquellos individuos que afirman haber tenido experiencias perceptuales inusuales tienden a mostrar mayor propensión a la esquizotipia, en especial la dimensión positiva asociada con experiencias perceptuales y distorsión cognitiva. Aquellos que tienen experiencias son más propensos a fantasear en su vida adulta, pero no han tenido mayor estimulación de su fantasía en su infancia en comparación con quienes han tenido experiencias. El dato más relevante en este estudio es que estos individuos puntúan más alto en esquizotipia “positiva”, indicando que son más propensas a experimentar eventos inusuales pero que puntúan en bajo en experiencias negativas típicas de la esquizofrenia, como el aislamiento social o conductas agresivas. Esto confirma que quienes tienen tales experiencias pueden ser bizarros en su forma de pensar o actuar, pero sus puntuaciones no los coloca en riesgo de padecer una disfunción perceptual o cognitiva como se observa en individuos con síntomas agresivos o de aislamiento social.
Las experiencias perceptuales inusuales también muestran una relación con la fantasía en la vida adulta confirmando nuevamente que la fantasía posiblemente actúe como un “modulador” de ciertas experiencias inusuales, y que el individuo que las experimenta es capaz de distinguir sus fantasías de la realidad. Como sostienen Braswell, Rosengren y Berenbaum (2011), en línea con sus resultados, esta plasticidad posiblemente evita que el individuo sucumba frente a la extrañeza de tales experiencias, cooperando en la construcción de un marco de referencia o un contexto donde interpretarlas y darles sentido (Bierman, 2005; ver también Farias & Granqvist, 2007).
Posiblemente la estimulación de la fantasía infantil neutraliza de algún modo la ocurrencia de experiencias perceptuales inusuales en la vida adulta. Este dato es relevante en términos de considerar que quienes han sido estimulados, por ejemplo, con la lectura de libros e historietas, escuchar música, actividades creativas (dibujar, pintar, danzar), manualidades, juegos de mesa, o escribir poesías, muestran no sólo mayor creatividad en su vida adulta, sino una vida mucho más rica y menos propensa al aislamiento, y a conductas agresivas típicas de los síntomas negativos de la esquizotipia, en particular, la anhedonia y la impulsividad.
Esto parece claramente confirmado en las variables predictoras de este estudio. Las experiencias inusuales de la esquizotipia y la fantasía adulta mostraron ser dos características o variables que permiten la emergencia del reporte de ciertas experiencias paranormales. Por supuesto, no es posible concluir que aquellos que reportan tales experiencias verídicamente han tenido tales experiencias, sin embargo, quizá lo más relevante, es que quienes tienen tales experiencias muestran una vida mucho más rica en fantasía que quienes no las tienen. Un dato relevante que surge de la estimulación parental de la fantasía en la niñez es que aquellos que han recibido mayor estimulación a través de juegos o relatos de cuentos tienden a mostrar menor riesgo de desarrollar experiencias esquizotípicas negativas y fortalece el desarrollo de una rica vida fantasiosa adulta, que puede ser funcional en el desempeño artístico.
Futuros estudios deberían examinar posibles relaciones sobre poblaciones específicas (artistas, músicos y otros individuos creativos), y poner a prueba si las experiencias perceptuales inusuales ocurren con mayor frecuencia en tales grupos. La ausencia de indicadores negativos claramente confirma estudios previos (Parra, 2011a, 2011b, Parra, 2012a, 2012b) y evita la categorización según la cual, quienes las reportan, están desequilibrados o padecen un trastorno mental. Serán necesarios más estudios para confirmar en que medida y de qué forma tales experiencias interactúan con otras variables y comprender mejor sus formas y contenido.
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Notas